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Patrones de negación en el discurso político inaugural de los presidentes estadounidenses
Rasal Lingüística, vol. 2017, pp. 95-116, 2017
Sociedad Argentina de Estudios Lingüísticos

Artículos

Rasal Lingüística
Sociedad Argentina de Estudios Lingüísticos, Argentina
ISSN: 2250-7353
ISSN-e: 2618-3455
Periodicidad: Semestral
vol. 2017, 2017

Recepción: 18 Agosto 2017

Aprobación: 30 Noviembre 2017

Algunos derechos reservados.

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Resumen: Este trabajo analiza los patrones de negación y presenta los resultados de un estudio cuantitativo sobre las intersecciones de la negación con algunos sistemas léxico-gramaticales en un corpus de discurso político. El corpus, formado por los 45 discursos inaugurales pronunciados por los presidentes estadounidenses (122.848 palabras), fue etiquetado semiautomáticamente en el marco de la lingüística sistémico-funcional. Los resultados revelan que la frecuencia de negación en este registro es mucho mayor que la reportada en la literatura y que se emplea discursivamente una interacción entre negación y concesión como estrategia de cancelación y reemplazo de presuposiciones. Además, entre las disrupciones estadísticamente significativas se observan la intersección entre la polaridad negativa y la modalidad y entre la negación local a nivel del grupo nominal y la elección de procesos existenciales.

Palabras clave: negación, discurso político inaugural, disrupciones léxico-gramaticales.

Abstract: This paper analyses the patterns of negation and reports the results of a quantitative study on their intersections with lexicogrammatical systems in political discourse. The corpus made up of the 45 inaugural speeches delivered by US presidents (122,848 words) was semiautomatically tagged following the theoretical framework of systemic functional linguistics. Results show that the frequency of negation in this register is higher than that in the overall pattern of English and that a discoursal interplay between negation and concession is applied signalling a strategy of denial and substitution of presupposition. Besides, among the statistically significant disruptions are the intersection between negative polarity and modality and no-negation and existential processes.

Keywords: negation, inaugural political speech, lexicogrammatical disruptions.

1. Introducción

Los patrones de negación en porciones del discurso político alfonsinista han captado la atención de Lavandera y Pardo (2014), quienes sostienen la necesidad de trabajos similares en un corpus de idéntico tipo discursivo. El presente trabajo intenta cubrir esa brecha con un análisis gramático-discursivo de los patrones de negación en el marco de la Lingüística Sistémico-Funcional (LSF) y la lingüística de corpus. Aquí se analizan los resultados del corpus de los discursos políticos inaugurales de los 45 presidentes estadounidenses, etiquetado semiautomáticamente con la ayuda de las herramientas WordSmith Tools y UAM CorpusTool. Los patrones encontrados por Lavandera y Pardo (2014) son mucho más sistemáticos que lo reportado en la literatura especializada. Los patrones de negación en el discurso político han sido extensamente analizados desde distintas corrientes discursivas. Por ejemplo, desde el enfoque polifónico se han distinguido distintos tipos de negación, como la descriptiva, la polémica y la metalingüística (Ducrot 1984), la última de las cuales es caracterizada y redefinida como metadiscursiva (García Negroni 2009, 2016).

En el marco de la Lingüística Sistémico-Funcional, en el estudio de los patrones de polaridad, y en particular las elecciones en el sistema de negación, se observan dos corrientes. Una de ellas, que tiene sus raíces en la propuesta heteroglósica Bajtiniana, se acota a la llamada metafunción interpersonal y se desarrolla en la Teoría de la Valoración (Martin & White 2005, Martin & Rose 2008). La otra corriente, de carácter más abarcativo, dado que en ella la negación se estudia no solo a nivel de la metafunción interpersonal sino también de la ideativa o experiencial, considera el carácter probabilístico del lenguaje desde un enfoque más puramente gramatical, que puede ser enriquecido al ser aplicado a corpus de textos de un registro determinado, como el discurso político (Halliday 1991, 2006; Halliday & Matthiessen 2014).

Para la LSF, el lenguaje es inherentemente probabilístico (Halliday 1991), lo que hace que el énfasis de su enfoque sea fundamentalmente paradigmático antes que sintagmático. Es decir, para la LSF, la lengua es una red de sistemas1 de los cuales los hablantes hacen elecciones —la gran mayoría de las veces de manera inconsciente, aunque en los registros escritos dichas elecciones son más conscientes— al momento de producir una determinada oración. La descripción de cómo dichos sistemas se articulan en redes es estudiada por la LSF por medio de un modelo de tres estratos o niveles de realización —semántico, léxico-gramatical y fonológico (Halliday & Matthiessen 2014)—. Las intersecciones de sistemas y subsistemas, no obstante, han sido escasamente investigadas, aunque pueden verse los trabajos pioneros de Plum & Cowling (1987), Nesbitt & Plum (1988), Halliday & James (2005), o más recientemente el de Matthiessen (2006).

Ahora bien, cada vez que un hablante elige una instancia en un determinado sistema lingüístico altera, aunque infinitesimalmente, las probabilidades de realizaciones del mismo. Si dichas alteraciones se desarrollan formando un patrón de tendencias, es posible entonces hablar de su evolución en la lengua (Halliday 2006), como es esperable, con alteraciones en otro(s) sistema(s). De ahí que el estudio de las intersecciones que abarque un período de tiempo relativamente largo pueda ofrecer un interesante aporte a la comprensión de la evolución de la lengua. Este es el objetivo del presente trabajo, en el que se analiza (la evolución de) el sistema de la negación y su interacción con otros sistemas de la lengua en un corpus de discursos políticos inaugurales que abarcan los 230 años del régimen presidencialista estadounidense, desde el primer discurso, pronunciado por Washington en 1789 hasta el último, pronunciado por Trump en 2017.

Específicamente, el presente trabajo pretende investigar las frecuencias de negación por cláusula en los discursos inaugurales pronunciados por los presidentes estadounidenses y compararlas con las frecuencias relativas del patrón general del inglés (Halliday & James 2005). Se intenta además verificar si existe una tendencia de incremento de dicha frecuencia a lo largo de un período relativamente extenso, y para ello analizamos los 45 discursos inaugurales que abarcan el período presidencial estadounidense. Si esto ocurre, es esperable, según las predicciones de evolución de sistemas de la lengua realizadas por Halliday (2006), que las selecciones de ciertos ítems lexicales negativos alteren las selecciones en otros de los sistemas gramaticales, como los de rasgos de cláusulas y de tipos de procesos. Este trabajo analiza además dichas alteraciones.

Se espera así profundizar los aportes que la Lingüística Sistémico-Funcional ha realizado al análisis del discurso político, que ha despertado un creciente interés en la última década (Durán 2008; Krizsán 2011; Martínez Lirola 2012; Kazemian & Hashemi 2014; Koutchadé 2015; Nur 2015).

La estructura del presente trabajo es la siguiente. La sección 2 resume de una manera muy somera algunos supuestos teóricos y principios en los que se basa la Lingüística Sistémico-Funcional. En la sección 3 se detallan algunos datos del corpus y de la metodología empleada. La sección 4, dividida en tres subsecciones, da cuenta de los resultados y ofrece un análisis de los mismos. La primera de ellas se centra en los patrones de negación a nivel discursivo. Las otras dos se dedican a las intersecciones de la negación con otros sistemas gramaticales. Mientras que la subsección 4.2 se enfoca en la intersección de la negación y la modalidad, la subsección 4.3 se dedica a la intersección de la negación y el sistema de procesos. Finalmente se ofrecen unas observaciones a modo de cierre.

2. Marco teórico

La Lingüística Sistémico-Funcional es una teoría cuyo foco de estudio es el lenguaje como un sistema semiótico social a través del cual los hablantes de una lengua crean significados. Es funcional porque pone gran énfasis en las funciones que los usuarios de la lengua expresan en sus interacciones. Es sistémica porque estudia los sistemas paradigmáticos disponibles en la lengua dentro de los cuales los usuarios realizan elecciones en sus interacciones, los cuales se estructuran en tres metafunciones —ideativa, interpersonal y textual—, que reflejan respectivamente el campo, tenor y modo según el contexto de situación de una interacción (Halliday & Matthiessen 2014).

Además, los sistemas paradigmáticos se organizan en redes cuyo estudio puede profundizarse según ciertos niveles de delicadeza. Por ejemplo, a nivel de la cláusula en la metafunción ideativa opera el sistema de TIPOS DE PROCESOS,2 cada uno de los cuales selecciona uno o más participantes, con una o más circunstancias opcionales. Dentro de la función interpersonal operan entre otros el SISTEMA DE MODALIDAD y DE POLARIDAD. Naturalmente que una teoría puede difícilmente ser descripta en unos pocos párrafos. Para el estudio de la sistémico-funcional pueden consultarse a nivel exploratorio Eggins (2004) y Thompson (2014) para el inglés, Lavid, Arús y Zamorano (2010) en un análisis contrastivo inglés-español, o Fernández y Ghio (2010) para el español. Más recientemente, Quiroz (2017) ofrece un glosario de términos español-inglés y Ghio, Navarro y Lukin (2017) editan una compilación de traducciones de los trabajos esenciales de Halliday.

En lo que sigue, a modo de ejemplo y debido al foco del presente trabajo, nos referiremos al sistema de POLARIDAD en inglés, dentro del cual toda cláusula puede considerarse como de polaridad positiva o negativa, elecciones mutuamente excluyentes. Las cláusulas con polaridad negativa se organizan en un SISTEMA DE NEGACIÓN, cuyas realizaciones se manifiestan en variedad de formas para el inglés, como por ejemplo didn’t, never o nobody en they didn’t know, they never knew o nobody knew, respectivamente. A un nivel de delicadeza mayor, se pueden realizar elecciones que afectan al grupo nominal o a la cláusula en sí. A su vez, dentro del grupo nominal, el ítem negativo puede cumplir la función de Deíctico o de Cosa. Dentro de la cláusula específicamente, la negación puede ser un participante o una circunstancia. Estos dos últimos tipos de selecciones se realizan en subsistemas que operan a nivel simultáneo, de tal forma que las combinaciones posibles son cuatro, am, an, bm, bn, como se observa en los ejemplos incluidos en la Figura 1, tomada de Halliday y Matthiessen (2014: 23).


Figura 1
Sistema de POLARIDAD en inglés

Figura 1. Sistema de POLARIDAD en inglés

Como se ve en la Figura 1, los hablantes de una lengua realizan elecciones de manera simultánea, se trate de sistemas que operan dentro de la misma o de diferentes metafunciones. Ahora bien, las probabilidades con las que los usuarios de una lengua realizan elecciones en un determinado sistema son altamente dependientes del registro en estudio (Halliday & Matthiessen 1999, Matthiessen 2015) y son analizadas con apoyatura de la lingüística de corpus, que es la que enriquece a la sistémico-funcional proveyendo descripciones más certeras. Asimismo, al asignar valores a ciertas probabilidades de ciertos sistemas en ciertos registros, o al entrecruzar unos sistemas en un registro determinado con un corpus lo suficientemente grande, es posible apartarse del polo de la instanciación de la gramática en un texto y acercarse al polo del sistema de la lengua. Veamos la metodología empleada en el presente trabajo.

3. Corpus y metodología

El corpus está formado por los 45 discursos inaugurales pronunciados por los presidentes estadounidenses (122.848 palabras), etiquetado semiautomáticamente por medio de las herramientas WordSmith Tools y UAM CorpusTool, a través de las cuales se detectaron todas las instancias de polaridad negativa. Los resultados obtenidos fueron copiados en una planilla de cálculo, lo que permitió, por un lado, la verificación manual de los rasgos de las cláusulas en los que aparecían y, por el otro, la cuantificación de esos resultados de forma fiable. A los efectos de hacer comparable la información obtenida para cada presidente, se calcularon las frecuencias de las instancias obtenidas dividiéndolas por la cantidad total de cláusulas finitas o flexionadas. Luego se aplicaron filtros para hacer foco en ciertos rasgos funcionales. La Figura 2 ilustra una pequeña muestra de los resultados obtenidos. Finalmente se aplicaron pruebas de Chi-cuadrado para validar estadísticamente la fuerte dependencia de algunas de las variables de diferentes sistemas gramaticales.


Figura 2
Muestra de resultados

Figura 2. Muestra de resultados

4. Resultados y discusión

Las frecuencias globales de la negación gramatical se exhiben en la Figura 3. Los resultados muestran que en este registro la negación gramatical es mucho más frecuente que en el patrón general del inglés (Halliday & James 2005[1993]), donde la relación de polaridad negativa/positiva es 0.1:0.9, es decir que una de cada diez cláusulas es polarizada negativamente. Valores similares son reportados por Matthiessen (2006) para el caso de entrevistas (8,5 % vs. 91,5 %). Por el contrario, en el presente corpus, la polaridad negativa tiene un promedio de 25,8 %, alcanzando niveles de 47,6 %, 47,0 %, 43,7 %, 42,7 %, 41,0 % y 40,9 % en los casos de T. Roosevelt, Bush Jr., Kennedy, Ford, Coolidge y Lincoln, respectivamente.


Figura 2
Muestra de resultados

Figura 3. Frecuencia de ítems de negación gramatical / 100 cláusulas y por discurso

Es notable además el incremento de frecuencias a lo largo del período de 228 años que cubre el corpus, como se observa por la línea de tendencia en la Figura 3. Una explicación posible puede deberse al hecho de que los presidentes estadounidenses sienten cada vez mayor necesidad de expresiones polares explícitamente negativas para establecer sus futuras políticas (Hetherington & Weiler 2009). Dicha necesidad de polarización puede deberse a la debilidad ejecutiva con la que asumen los presidentes de regímenes presidencialistas de base bipartidista (Mainwaring 1993). Es claro al menos que en los discursos políticos inaugurales se elige sistemática y cronológicamente mayor frecuencia de polaridad negativa.

Más específicamente, si bien las distribuciones para cada uno de los ítems gramaticales que realizan la negación en el discurso político son todas relativamente crecientes, se observa gran variación entre los valores absolutos de los tres ítems más recurrentes y los restantes, como puede verse en la Figura 4. Por ejemplo, not es el doble de frecuente que no, lo que sugiere que la negación a nivel de la cláusula duplica la negación a nivel del grupo nominal. Esto está en línea con los resultados de Biber et al. (1999), quienes contrastan las frecuencias de not y no en cuatro registros distintos. La pregunta que subyace es de qué manera interactúan los tres ítems más recurrentes, lo que se analiza en la subsección siguiente.


Figura 4
Distribución global de ítems de negación gramatical

Figura 4. Distribución global de ítems de negación gramatical

4.1. Patrones discursivos de la negación

Un claro patrón recurrente en el discurso político inaugural estadounidense es el de una fuerte interacción entre la negación y la concesión/contraste. Esto ocurre en forma explícita tanto a nivel local en el contexto de la oración como a nivel más amplio en el contexto de un párrafo hablado.3 Por ejemplo, en 289 de las 888 instancias de not en los discursos que conforman el corpus, esta partícula aparece en el contexto local de una oración en un patrón zigzagueante de (X) but not Y (ejemplos 1 y 2) o de not X but Y (ejemplos 3 y 4).

(1) By the theory of our Government majorities rule, but this right is not an arbitrary or unlimited one. [Polk, 1845] Por los principios de nuestro Estado, la mayoría gobierna, pero este derecho no es arbitrario o ilimitado.

(2) We know we have to face hard truths and take strong steps, but we have not done so; instead, we have drifted. [Clinton, 1993] Sabemos que debemos enfrentarnos a verdades difíciles y tomar medidas duras, pero no lo hemos hecho; todo lo contrario, hemos ido a la deriva.

En los ejemplos (1) y (2), en los que but precede a not, la conjunción adversativa but —pero— opera como un elemento concesivo puro que introduce una cláusula negativa que niega una suposición que pudo haber sido inferida de la cláusula previa. Esto es lo que Thompson llama par situación-cancelación (2005: 770), en el que la cláusula en but cancela la suposición inferida de la situación expresada en la cláusula previa. Así, en (1), el Presidente Polk cancela expresamente la suposición de arbitrariedad o eternidad que pudo haber sido inferida del principio de gobierno de la mayoría. De la misma manera, en (2) el Presidente Clinton cancela la suposición de una acción que inferiría el hecho de conocer la necesidad de enfrentar una dura verdad y de tomar medidas concretas.

Sin embargo, en los ejemplos (3) y (4), el patrón, que es el más frecuente en este corpus (214 casos), es invertido. En estos casos, la partícula negativa not precede a but. Aquí la interacción entre ambos expresa la fuerte conexión entre negación y reemplazo (Martin & White 2005; Martin & Rose 2008), a través de la cual las expectativas son desestimadas a medida que son mencionadas (Thompson 2005:780).

(3) We in our turn have an assured confidence that we shall be able to leave this heritage unwasted and enlarged to our children and our children’s children. To do so we must show, not merely in great crises, but in the everyday affairs of life […] [T. Roosevelt, 1901] A su vez tenemos una confianza ciega de que podremos dejar esta herencia intacta y engrandecida a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos. Para ello, tenemos que demostrar, no solamente en las grandes crisis, sino en los asuntos cotidianos de la vida […]

(4) If the United States be not a government proper, but an association of States in the nature of contract merely, can it, as a contract, be peaceably unmade by less than all the parties who made it? [Lincoln, 1861] Si los Estados Unidos no fueran un gobierno propiamente dicho, sino una asociación de Estados con carácter contractual solamente, ¿será posible que una de las partes anule el contrato sin la aprobación y el consentimiento de las demás?

En estos ejemplos, los presidentes estadounidenses expresan que no es el principio X sino el principio Y el que va a guiar sus acciones de gobierno. De esta manera, los presidentes desestiman una suposición y la reemplazan abiertamente por una afirmación (Givón 1978). En (3), por ejemplo, el Presidente T. Roosevelt reemplaza un contexto local de crisis, que pudo haber sido inferido como el propicio para establecer un determinado legado por uno de cotidianeidad como principio guía de ciertas acciones. En (4), el Presidente Lincoln estratégicamente agrega una cláusula condicional contrafáctica y una pregunta retórica cuya repuesta se sobreentiende como negativa a la suposición desestimada —reemplazo para dar más fuerza a su argumento. Dicho ejemplo se interpreta como No somos una asociación de Estados con carácter contractual solamente sino un gobierno propiamente dicho y por ello ninguna de las partes puede anular el contrato sin la aprobación y el consentimiento de las demás.

Además de la fuerte interacción de negación y concesión y suposición denegada —reemplazo que se realizan respectivamente por (X) but not Y y not X but Y, en los que las relaciones entre cláusulas se manifiestan expresamente de una manera lógica, hay también varios casos de “cláusulas elípticas” (Halliday & James 2005:119), en los que se omite but y la relación entre dos cláusulas se establece lexicalmente, como ocurre en los ejemplos (5a) y (6a).

(5)

  1. a. Happiness lies not in the mere possession of money; it lies in the joy of achievement, in the thrill of creative effort. [Roosevelt, 1933]

    La felicidad no radica en la sola posesión de dinero; radica en la satisfacción del logro, en la emoción del esfuerzo creativo.

(6)

  1. a. And so, my fellow Americans: ask not what your country can do for you — ask what you can do for your country. [Kennedy, 1961]

    Entonces, compatriotas, no pregunten qué puede hacer su país por ustedes — pregunten qué pueden hacer ustedes por su país.

En los ejemplos (5a) y (6a), la elisión del paralelismo estructural en but se reemplaza por un paralelismo lexical que realiza la repetición a través de los verbos lies en (5a) y ask y can do y en el sustantivo country en (6a) (Halliday & Hasan 1976; Hoey 1991), reforzado por cadenas gramaticales como el paralelismo de sintagma preposicional in + grupo nominal en (5a) y las cláusulas nominales encabezadas por what actuando como complemento verbal en (6a). En estos ejemplos, las negaciones empleadas tienen un efecto metadiscursivo (García Negroni 2009), dado que para su correcta interpretación, deberían rastrearse los evidenciales citativos, presumiblemente presentes en los discursos de sus respectivos predecesores. Se trata en estos casos de cláusulas elípticas que pueden recuperarse al menos por cláusulas hendidas con efecto rectificativo del tipo it is NOT a fact that X, but Y, o su equivalente en español no es cierto que X sino Y. A modo de ejemplo, puede verse la recuperación aquí realizada en los casos (5b) y (6b) correspondientes a los ejemplos (5a) y (6a), respectivamente.

(5)

  1. b. It is NOT a fact that happiness lies in the mere possession of money; but in the joy of achievement, in the thrill of creative effort. [Roosevelt, 1933]

    No es un hecho que la felicidad radica en la sola posesión de dinero, sino en la satisfacción del logro, en la emoción del esfuerzo creativo.

(6)

  1. b. It is NOT the case that you should ask what your country can do for you, but that you should ask what you can do for your country. [Kennedy, 1961]

    No es el caso que pregunten qué puede hacer su país por ustedes, sino que debieran preguntarse qué pueden hacer ustedes por su país.

Además de los mecanismos léxico-gramaticales mencionados a nivel de la oración, estas estrategias son recurrentemente explotadas a nivel del párrafo hablado, como se observa en los ejemplos (7) y (8).

(7) Now, so there will be no misunderstanding, it’s not my intention to do away with government. It is rather to make it work — work with us, not over us; to stand by our side, not ride on our back. Government can and must provide opportunity, not smother it; foster productivity, not stifle it. [Reagan, 1981] Ahora bien, no puede haber malentendidos, no es mi intención deshacerme del Estado. Es por el contrario hacer que funcione — que funcione con nosotros, no sobre nosotros; que esté a nuestro lado, no que cabalgue a nuestras espaldas. El Estado puede y debe proveer oportunidades, no ahogarlas; fomentar la productividad, no suprimirla.

(8) To those leaders around the globe who seek to sow conflict, or blame their society’s ills on the West — know that your people will judge you on what you can build, not what you destroy. To those who cling to power through corruption and deceit and the silencing of dissent, know that you are on the wrong side of history; but that we will extend a hand if you are willing to unclench your fist. [Obama, 2009] A esos líderes de todo el mundo que pretenden sembrar el conflicto o culpar de los males de su sociedad a occidente — sepan que su pueblo los juzgará por lo que sean capaces de construir, no por lo que destruyan. A los que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y el silenciamiento del disenso, sepan que la historia no está de su lado; pero estamos dispuestos a extender una mano si ustedes están dispuestos a aflojar su puño.

En (7) el Presidente Reagan siente la necesidad de cancelar la suposición de que su intención es deshacerse del gobierno y reemplazarla por su intención de hacerlo efectivo. La interacción entre suposición denegada — reemplazo es reforzada aquí en la elaboración de su propuesta de lo que el gobierno debería y no debería hacer. Esta propuesta es apuntalada por los contrastes lexicales en los pares verbales provide/smother, foster/stifle. Análogamente en (8) el Presidente Obama explota los contrastes gramaticales y lexicales para establecer su política exterior. Por esto emplea las oposiciones lexicales de build/destroy y la repetición del proceso mental know en modo imperativo para hacer explícita su posición.

En resumen, los presidentes estadounidenses explotan recurrente y crecientemente los patrones de negación y concesión y suposición denegada y reemplazo como recursos de cohesión gramatical, y los patrones de repetición y contraste como recursos de cohesión lexical para hacer sus argumentos más poderosos y persuasivos. En la sección que sigue pasamos a ver la interacción de la negación con algunos rasgos de la cláusula.

4.2. Intersección de la negación y sistemas de rasgos de la cláusula

En este apartado analizamos cómo la partícula de polaridad negativa not en su forma libre o en su forma ligada al verbo modal cannot y en su forma apocopada n’t, que aparecen en su conjunto en 888 instancias en total en el corpus, se entrecruzan con los sistemas de rasgos de la cláusula. Los resultados se muestran en la Figura 5.


Figura 5
Intersección de not con los sistemas de rasgos de cláusula

Figura 5. Intersección de not con los sistemas de rasgos de cláusula

Como puede observarse en la Figura 5, la mayoría de los patrones de la cláusula no se ven afectados por la selección de polaridad negativa. Tal es así que las cláusulas polarizadas negativamente exhiben patrones sesgados hacia las cláusulas declarativas, finitas —o flexionadas—, y en voz activa en un 96 %, 94 % y 83 %, respectivamente. Estas distribuciones son similares a las del patrón global del inglés, independientemente del tipo de polaridad seleccionada. Lo mismo ocurre con la selección del tipo estructural de cláusula con un 62 % de cláusulas principales sobre solo un 38 % de cláusulas no principales —sean de complemento, de adjunto o incrustadas de relativo; y con la selección de tiempo presente, antes que pasado o futuro (68 %, 19 % y 13 %, respectivamente).

Sin embargo, el sistema que es afectado notablemente por la selección de polaridad negativa es el de la MODALIDAD. Como se observa en la Figura 5, en el caso de las cláusulas de polaridad negativa, las cláusulas no modalizadas/ modalizadas expresamente por medio de auxiliares modales presentan una distribución equiprobable. Esto es notable comparado con los resultados reportados por Biber et al. (1999), que obtienen que las cláusulas del inglés en su conjunto son altamente sesgadas hacia las no modalizadas (83 % de cláusulas no modalizadas vs. 17 % de cláusulas modalizadas). Más específicamente, en un estudio sobre el registro de discurso político de los presidentes estadounidenses de 4.429.976 palabras (Ahrens 2015), las cláusulas modalizadas constituyen una opción altamente marcada, con una frecuencia de menos de 5 %. De manera que se demuestra que la polaridad negativa en el discurso político favorece la elección de cláusulas modalizadas.

Ahora bien, no solo es el incremento de cláusulas modalizadas lo que es favorecido por la elección de cláusulas polarizadas negativamente sino también la distribución relativa de los verbos modales lo que es diferente en el presente corpus respecto del patrón global del inglés. Esto se ilustra en la Figura 6, que muestra los valores absolutos de los verbos modales presentes en las cláusulas polarizadas negativamente en el corpus en estudio. Mientras que en Biber et al. (1999:486) los modales más frecuentes son will, would, can y could, en mi corpus, se encuentra en primera posición can, seguido por will, should y would.


Figura 6
Distribución de verbos modales más recurrentes en cláusulas polarizadas

Figura 6. Distribución de verbos modales más recurrentes en cláusulas polarizadas

Lo que es más, la frecuencia relativa de los ocho modales más recurrentes en mi corpus despliega distribuciones diferentes cuando se comparan las frecuencias de los modales individuales en las cláusulas de polaridad negativa con las de los modales en el corpus total, sean de polaridad negativa o positiva (véase la Figura 7). Como se observa aquí, el modal will es el más frecuente en el corpus total, lo que está en línea con el patrón encontrado por Biber et al. (1999: 486).


Figura 7
Comparación de las frecuencias de 8 verbos modales

Figura 7. Comparación de las frecuencias de 8 verbos modales

Uno de los significados del modal altamente polisémico will es indicar la intención del hablante, uso también recurrentemente explotado por los presidentes estadounidenses en sus discursos inaugurales. Se observa además que los presidentes hacen uso además de una fuerte interacción de cláusulas de polaridad positiva con el modal will y las de polaridad negativa con el modal can. Esto puede explicarse por el hecho de que mientras que los presidentes ponen de relieve lo que no puede ser u ocurrir, también manifiestan frecuentemente lo que ellos tienen la intención de hacer para que cierto evento no tenga lugar, como se observa en el ejemplo (9).

(9) […] and for those who seek to advance their aims by inducing terror and slaughtering innocents, we say to you now that our spirit is stronger and cannot be broken; you cannot outlast us, and we will defeat you. [Obama, 2008] […] y a aquellos que buscan avanzar sus objetivos induciendo terror y masacrando inocentes, les decimos ahora que nuestro espíritu es más fuerte y no podrán doblegarlo; no durarán más que nosotros y los derrotaremos.

La fuerte interacción entre POLARIDAD y MODALIDAD puede ser verificada estadísticamente cuando el sistema de POLARIDAD se entrecruza con las cantidades totales de los dos modales más usados por los presidentes, a saber will y can. Esto se observa en el Cuadro 1, en la que una vez aplicada la prueba de Chi-cuadrado, el resultado arrojado para el valor de χ2 es 59,46. Esto indica que a nivel de significación de 0,001 la elección de verbo modal es fuertemente dependiente de la elección del valor de polaridad en los discursos presidenciales inaugurales. Por lo tanto, podemos decir que en dicho registro, mientras que la polaridad positiva favorece la elección del modal will y desalienta la elección del modal can, la polaridad negativa favorece la elección de can y desalienta la elección de will.

Cuadro 1
Intersección de dos modales y el sistema de POLARIDAD

Cuadro 1. Intersección de dos modales y el sistema de POLARIDAD

4.3. Intersección de la negación y el sistema de tipos de procesos

Finalmente, exploramos en esta sección la intersección entre la polaridad negativa y el sistema de TIPOS DE PROCESOS. Para ello, veamos los resultados, que se ilustran gráficamente en la Figura 8. En el análisis nos concentraremos primeramente en la distribución de los procesos en cláusulas polarizadas negativamente por not. Como se observa en este caso en la Figura 8, los procesos materiales, con 365 instancias (54 % de todos los procesos), superan a todos los otros procesos juntos. Los porcentajes siguientes son: procesos relacionales, 30 %; mentales, 13 %; existenciales, 1 %; verbales, 2 %; conductuales, 1 %. Mientras que estos porcentajes no coinciden del todo con los reportados en la literatura, parece haber mayor consenso en los resultados específicamente para el caso del registro discurso político. Por ejemplo, Matthiessen (2006:126-8) encuentra que en un corpus de 6525 cláusulas que incluyen varios registros distintos, los procesos materiales aparecen con una menor frecuencia en las cláusulas de polaridad negativa que en las de polaridad positiva (26 % vs. 34 %). En un corpus más grande, de 8769 cláusulas, Matthiessen (2015) encuentra 39,2 % de procesos materiales, pero con gran variación entre distintos registros, variando desde 32,1 % a 47,6 %. Específicamente para el registro político, Durán (2008) encuentra que los políticos recurren a porcentajes más altos de procesos materiales (Bush, 45 % y Kerry, 38 %), lo que está más en línea con los resultados de Wang (2010), Kazemian y Hashemi (2014), Adjei, Ewusi-Mensah y Okoh (2015) y Adjei y Ewusi-Mensah (2016), quienes encuentran que los procesos materiales alcanzan niveles de 58 %, 52,38 %, 59,14 % y 45,74 %, respectivamente.

De manera que si bien los resultados no son lo suficientemente consistentes todavía para poder argumentar que la elección de procesos materiales en el discurso político esté afectada por la elección de polaridad negativa, lo que es cierto es el hecho de que los presidentes estadounidenses eligen en sus cláusulas de polaridad negativa una frecuencia alta de procesos materiales. Esta elección les permite a los presidentes estadounidenses posicionarse como líderes de acción que establecen los principios que moldean y guían sus políticas futuras (Durán 2008; Wang 2010).


Figura 8
Comparación de las frecuencias de los TIPOS DE PROCESOS bajo el alcance de no y not

Figura 8. Comparación de las frecuencias de los TIPOS DE PROCESOS bajo el alcance de no y not

En cuanto a los procesos con alcance sobre instancias de polarización negativa a través del determinante no, si bien los mismos exhiben una distribución parecida a la mencionada anteriormente para el caso de las cláusulas polarizadas por not, se observan ciertas disrupciones en las frecuencias relativas. La más notable es la del incremento del porcentaje de los procesos existenciales con alcance sobre el determinante negativo no con respecto a la negación por medio de not (compárense los porcentajes de 13 % y 1 % de la Figura 8).

Este incremento de los procesos existenciales se lleva a cabo en detrimento de la frecuencia de procesos materiales, que como puede observarse desciende del 54 % al 39 % en los casos de negación a nivel local a través del determinante no. Si nos centramos en estos dos tipos de procesos, al realizar su intersección con estos dos tipos de negación, se observa que las diferencias son estadísticamente significativas, lo que se resume en el Cuadro 2.

Cuadro 2
Intersección de 2 tipos procesos y tipo de negación

Cuadro 2. Intersección de 2 tipos procesos y tipo de negación

Al aplicar la prueba de Chi-cuadrado, se obtiene un resultado de χ2 = 86.65. Esto indica que a nivel de significación de 0,001 la elección del tipo de procesos es fuertemente dependiente del tipo de negación. Estamos en condiciones de afirmar entonces que mientras que la negación por medio de not favorece la elección de procesos materiales y desalienta la elección de procesos existenciales, por el contrario, la negación por medio de no desalienta la elección de procesos materiales y favorece la elección de procesos existenciales. Este incremento de los procesos existenciales con alcance sobre la negación a través de no lleva aparejado un incremento de los procesos relacionales de 30 % a 34 %, diferencia que si bien no es estadísticamente significativa, permite a los presidentes estadounidenses un mayor empleo del recurso lingüístico de la llamada metáfora gramatical (Halliday 2007).

La metáfora gramatical es una estrategia lingüística por medio de la cual una determinada categoría gramatical se reemplaza por otra. La forma más comúnmente empleada de metáfora gramatical, aunque no la única, es aquella por medio de la cual un proceso o verbo, que es la forma más congruente para denotar un evento, se reemplaza por una forma menos congruente, como por ejemplo, un grupo nominal. Esto se observa en los ejemplos (10a) y (11a), en los que se emplean un proceso existencial there lies y tres procesos relacionales have, respectivamente. Las versiones (b) de los respectivos ejemplos ofrecen versiones más congruentes de las efectivamente usadas por los presidentes en (a).

(10)

  • [T]he events of the last four years have established, we will hope forever, that there lies no appeal to force. [Johnson 1865]

    Los sucesos de los últimos cuatro años han determinado, esperamos que para siempre, que no se recurra a ningún otro llamado a las armas.

  • [T]he events of the last four years have established, we will hope forever, that we will not appeal to force.

    Los sucesos de los últimos cuatro años han determinado, esperamos que para siempre, que no llamemos a las armas nunca más.

(11)

  • I have no purpose, directly or indirectly, [[to interfere with the institution of slavery in the States [[where it exists]]]]. I believe I have no lawful right [[to do so]], and I have no inclination [[to do so]]. [Lincoln, 1861]

    No tengo propósito, directa o indirectamente, [[de interferir con la institución de esclavitud en los Estados [[en los que existe]]]]. Creo que no tengo derecho legal [[de hacerlo]], y no tengo intención [[de hacerlo]].

  • My intention is not to interfere […]. I believe it is not my lawful right to do so, and I do not intend to do so.

    No es mi intención interferir […]. Creo que no es mi derecho legal hacerlo, y no intento hacerlo.

Por medio de la metáfora gramatical, los presidentes estadounidenses reconstruyen un evento en un grupo nominal con la función de Cosa, que les permite, por un lado, desagentivizar un evento a la vez que eliminar la responsabilidad del agente del mismo; y por el otro, comprimir información en el grupo nominal. Por ejemplo, en (10a), el Presidente Johnson emplea la nominalización appeal to force, o ‘llamado a las armas’ para eliminar el agente responsable de tal evento. Asimismo, en (11a), el Presidente Lincoln califica los sustantivos abstractos purpose, right e inclination por medio de adjetivos y de las cláusulas incrustadas que se indican, como se establece convencionalmente en la LSF, con corchetes dobles. Las versiones más congruentes (Halliday 2006) que se ofrecen en (10b) y (11b), respectivamente, permiten recuperar el agente del sustantivo nominalizado llamado a las armas en el evento expresado por la cláusula (nosotros) no llamemos a las armas. Análogamente, en (11b) la selección del proceso relacional ‘tengo’, que selecciona un Portador junto con su atributo nominalizado ‘intención’, se recuperan más congruentemente por medio del proceso material ‘intento,’ que claramente selecciona un Agente ‘yo’ responsable de dicha acción. Además, este recurso permite a los presidentes utilizar en sus discursos procesos como los existenciales y los relacionales que son más característicos de los registros más académicos, como los reportes científicos (Durán 2012, Matthiessen 2015). De esta manera los oradores construyen una experiencia que resulta más objetivamente técnica, presentando así argumentos que parecen ser más sólidos y convincentes.

5. Consideraciones finales

Como bien lo explica Hasan (2009: 22), los políticos siempre han buscado persuadir a través del discurso para apoyar una nueva línea de acción que se diseña para imponer un cambio en la sociedad. En el momento de pronunciar un discurso inaugural, los presidentes estadounidenses sienten cada vez una mayor necesidad de hacer explícito su cambio de política respecto del período precedente. Y lo hacen a través de estrategias discursivas de negación de presuposiciones en interacción con reemplazo de las mismas por nuevos principios que van a guiar las acciones políticas del nuevo gobierno.

La Lingüística Sistémico-Funcional nos ha permitido demostrar este recurso discursivamente estratégico que los presidentes estadounidenses emplean en sus pronunciamientos en el momento de dar comienzo a un nuevo período. En este trabajo hemos visto además que los discursos políticos inaugurales estadounidenses son notable y crecientemente sesgados hacia la negación. Este recurso lingüístico es cada vez más explotado por los presidentes para posicionarse como políticos de acción (Durán 2008) que eligen un oponente antitético (Kazemian & Hashemi 2014) para determinar su política futura.

Naturalmente que las elecciones en los patrones de las estructuras gramaticales en el presente corpus afectan otros de los sistemas a un mayor nivel de delicadeza. Entre las disrupciones analizadas en el presente corpus han resultado estadísticamente significativas las interacciones entre la negación y la modalidad, alcanzando esta última valores de equiprobabilidad y afectando además las frecuencias relativas de los verbos modales empleados. Por otro lado, se ha visto que entre los tipos de negación, la local en el grupo nominal por medio del determinante negativo no incrementa considerablemente la elección de los procesos existenciales. De esta manera, los presidentes construyen un discurso que se representa como más objetivo a través del cual se hace una representación más técnica de la realidad, lo que es característico del discurso científico.

Desde el punto de vista metodológico, al cubrir todos los discursos políticos inaugurales de los presidentes estadounidenses, nos apartamos del polo de la instanciación para acercarnos al polo del potencial sistémico (Matthiessen 2006). Se necesitan todavía más estudios de este tipo que abarquen las variaciones diatípicas —entre registros— del sistema de POLARIDAD. Además, si se realizan análisis de intersecciones entre otros sistemas gramaticales, estaremos en una mejor posición para redefinir los sistemas de probabilidades del lenguaje, y con ellos, la evolución del mismo. Cuanto más estudiadas sean las intersecciones de diferentes subsistemas sesgados de la lengua, más profundo será nuestro entendimiento de la misma.

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Notas

1 Las gramáticas sistémicas tienen aproximadamente entre 700 y 1000 sistemas (Halliday & James 2005[ 1993]:95).
2 Se han respetado aquí las convenciones de la LSF, según las cuales los sistemas se indican en mayúsculas y las funciones con su inicial en mayúscula.
3 El concepto de párrafo hablado ha sido tratado dentro de la LSF por Iwamoto (2014), como alternativa al de párrafo fonológico (Tench 2011) o a términos equivalentes empleados desde los años 70. Ambos autores han discutido las características del discurso oral en distintos contextos, en los que han observado que el lenguaje hablado se organiza en unidades estructurales que presentan un gran paralelismo con el párrafo del lenguaje escrito.


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