ARS Médica

Santa Apolonia de Alejandría. Patrona de los padecimientos dentales. Su martirio e iconografía

Saint Apollonia of Alexandria. Patroness of dental diseases. Martyrdom and iconography

Carlos Ortiz-Hidalgo
Universidad Panamericana, México

Lux Médica

Universidad Autónoma de Aguascalientes, México

ISSN: 2007-1655

Periodicidad: Cuatrimestral

vol. 18, núm. 54, 2023

mcterron@correo.uaa.mx



Introducción

De acuerdo con la fe cristiana, algunos santos pueden actuar como intermediarios para sanar distintas enfermedades.1 San Jenaro de Nápoles, por ejemplo, es protector de los donantes de sangre; San Gregorio Magno es invocado por los enfermos de peste y gota, o Santa Águeda, Santa Lucía o San Fiacro son los abogados de los problemas de la mama, ojos y hemorroides, respectivamente.2,3,4 Existen los 14 santos auxiliadores a quienes se implora cuando se presentan varias dolencias, entre los que están San Vito, que es evocado contra la epilepsia; San Dionisio, para dolores de cabeza, o San Blas, como protector contra enfermedades respiratorias. Apolonia, que es invocada en padecimientos dentales, fue una santa que murió en el transcurso de un atroz levantamiento contra los seguidores de Cristo.5,6

Presentamos los datos hagiográficos de Santa Apolonia, patrona de los odontólogos y abogada del dolor dental, y algunas imágenes pictóricas relacionadas con su martirio.

Santa Apolonia y su martirio

La fecha exacta del nacimiento de Apolonia se desconoce. Se sabe que nació a mediados del siglo III d. de C. en Alejandría y murió el 9 de febrero de 249, que es el día que se celebran su festividad.5 La educación básica de Apolonia fue buena y asistió regularmente a uno de los mayores centros de difusión del conocimiento del mundo antiguo, como, por ejemplo, a la biblioteca de Alejandría. Para una mujer de esa época, esto resultaba poco común, pues, además de poseer una gran capacidad intelectual, su padre influyó para que le permitieran el ingreso en su calidad de magistrado. Su madre siempre le contó sobre la situación de su nacimiento, pues había implorado a Cristo y a la virgen María para que Apolonia fuera concebida. Es por esta razón que Apolonia tuvo el deseo de ser bautizada y de convertirse en cristiana.7 Cuenta la leyenda que un día llegó un ángel y la llevó con un discípulo de San Antonio, a quien le expuso su deseo de ser cristiana y fue bautizada en el acto. Apenas lo había hecho, otro ángel llegó del cielo y, arrojando sobre Apolonia un manto de resplandor blanco, exclamó: "Esta es Apolonia, la sierva de Jesús; ir ahora a Alejandría y predicar la fe de Cristo".

Una de las mártires que sufrió torturas en Alejandría durante la persecución contra los cristianos fue precisamente Apolonia.8 La persecución ocurrió durante un periodo de más de dos siglos entre el Gran Incendio de Roma, en el 64 d. de C. bajo Nerón, y la promulgación del “Edicto de Milán” (o tolerancia del cristianismo), promulgado en el año 313 d. de C., cuando se estableció la libertad de religión en el Imperio romano y se puso fin a las persecuciones.9 En particular, bajo el emperador romano Diocleciano (Cayo Aurelio Valerio Diocleciano Augusto/244-311) se intensificó la persecución de los cristianos, pues quería que resurgieran los viejos cultos paganos y que estos se convirtieran en la religión del Imperio. Esta política anticristiana fracasó y fue anulada por su sucesor, Constantino I el Grande (285-337; primer emperador romano cristiano y fundador de Constantinopla, hoy Estambul). En el año 380, el cristianismo se convirtió en la religión del Imperio romano por un decreto del emperador Teodosio I el Grande (347-395).9

La orden que dio Diocleciano era de perseguir y torturar a los cristianos ya que consideraban que atentaban contra él y el Imperio. Así se propagaron turbas paganas causando la muerte de miles de fieles cristianos. Los sacerdotes de la Iglesia católica de esa época sostenían comunicación mediante cartas, y es en una de ellas que se sabe sobre el martirio de Apolonia.10,11 Se conservan algunos extractos de las cartas en la “Historia Eclesiástica de Eusebio” (Eusebio de Cesárea -c. 263-30-339), libro IV, capítulo 34, y a continuación transcribo lo que San Dionisio el Grande, obispo de Alejandría (¿?-264), le escribió a Fabio, obispo de Antioquía en Turquía (251/253-254):

«La persecución entre nosotros no comenzó con el edicto imperial, sino que se le adelantó un año entero. Un adivino y hacedor de maldades de esta ciudad tomó la delantera, azuzando contra nosotros a las turbas paganas y encendiendo su ingénita superstición. Excitados por él y con las riendas sueltas para cometer toda clase de atrocidades, no hallaban otra manera de mostrar su piedad para con sus dioses, sino asesinándonos a nosotros. … También prendieron a la admirable virgen anciana ya Apolonia, a la que rompiéndole a golpes todos los dientes, le destrozaron las mejillas. Encendiendo en fin una hoguera a la entrada de la ciudad, la amenazaban [con] abrasarla viva si no repetía a coro con ellos las impías blasfemias lanzadas a gritos de pregón. Ella, habiendo rogado le dieran un breve espacio de tiempo, apenas se vio suelta, saltó precipitadamente sobre el fuego y quedó totalmente abrasada».10

Fue en el año de 249, siglo III d. de C., en Alejandría, cuando soldados romanos aprehendieron a Apolonia, una mujer de aproximadamente 49 años –a quien Dionisio llamó “¡la admirable virgen anciana!”– dedicada en cuerpo y alma a Cristo. De acuerdo con un relato, ella se negó a dimitir a sus creencias y le dieron un ultimátum de pronunciar blasfemias en contra de Jesucristo, o ser quemada viva en la hoguera, atada a un palo. Al resistir emitir tales injurias, enardeció la ira de sus perseguidores, por lo que sus manos le fueron atadas y, con los golpes producidos con martillos, perdió una buena parte de su dentadura y los dientes restantes le fueron arrancados brutalmente. Cuentan que Apolonia pidió que le soltaran las manos haciéndoles pensar que iba a reconsiderar su decisión, pero para sorpresa de los soldados torturadores, ella misma se lanzó a la hoguera para no renunciar a su religión. A esta forma de morir, algunos historiadores la han considerado como suicidio y es por esta razón que en oriente hay ausencia de culto a esta santa. Sin embargo, le debemos al escritor, teólogo y filósofo cristiano, San Agustín, obispo de Hipona, (354-430) la aclaración por la cual Apolonia fue reivindicada. Explicó que el acto, considerado como suicidio, fue un hecho invocado por el Espíritu Santo para evitar el pecado.5,8

Los soldados quedaron desconcertados al ver que las llamas no la consumían ni le hacían daño alguno. Al ver esto la golpearon fuertemente, pero milagrosamente la mano del Dios la protegió. Mientras estaba bajo el fuego, Apolonia dijo a los presentes que cuando sufrieran de problemas dentales, invocaran su nombre, pues ella intercedería ante Dios para aliviar su sufrimiento.11 Sin embrago, otra versión de la leyenda asegura que Apolonia no se quemó y permaneció con vida dentro de la hoguera, razón por la que, finalmente, optaron por degollarla. Es por la pérdida brutal de su dentadura que se le considera popularmente como la patrona de quienes sufren problemas dentales.12

Existen distintos relatos sobre la forma en la que Apolonia fue desdentada. Unos señalan que la pérdida de sus dientes se debió a los golpes propinados por sus verdugos, otras versiones dicen que fue con martillos y piedras y otras más aseguran que se emplearon tenazas para arrancarle la dentadura. Está registrado el 9 de febrero de 249 como día de la muerte de Apolonia y, 50 años después del martirio, fue canonizada por el papa Marcelino (Roma, ¿?-26 de abril de 304), quien fue el papa número 29, elegido durante el gobierno del emperador Diocleciano.

Iconografía de Santa Apolonia

El culto a Apolonia está autenticado tanto por los libros litúrgicos como por cuantiosas tradiciones populares e, igualmente, por una considerable iconografía.8 La infausta historia de su martirio atrajo a un considerable número de artistas, especialmente durante los siglos XV y XVI, periodo en el cual las representaciones de los martirios de diversos santos fueron muy frecuentes. Las imágenes están representadas en los dibujos de los manuscritos iluminados (libros de horas), en frescos, lienzos, retablos, estatuas, grupos escultóricos y vidrieras.

De acuerdo con Borsari y Gasso, los primeros indicios acreditadas al culto a Santa Apolonia datan de mediados del siglo XII en el sur de Italia, en la antigua jurisdicción benedictina de Sant’Angelo de Casalrotto, en Apulia. Ahí se encuentra una pequeña cripta eremítica dedicada a la santa, junto a las de San Ángel, San Cesáreo y Santa Margarita; todas en la parcialmente destruida iglesia de Santa María. Y una de las representaciones más antiguas son los frescos en el templo de Gislinge, localidad situada en el municipio de Holbæk, en Dinamarca, cuya construcción se remonta al año 1250 y se estima que sus pinturas deben ser un poco posteriores.7

Santa Apolonia ha sido representada de diversas maneras. Es posible que la pintura más conocida sea la realizada por el pintor del siglo de oro español Francisco de Zurbarán (Fuete de Cantos, Badajoz; 1594-1664)11 (Figura 1). En este óleo sobre lienzo que se encuentra en el Museo de Louvre, Apolonia aparece con unas pinzas que sostienen un molar extraído. Esta pintura forma parte del conjunto de lienzos conocidos como las Santas de Zurbarán, que incluye las pinturas de Santa Águeda (en el Museo Fabre de Montpellier), Santa Bárbara (en el Museo de Bellas Artes de Sevilla ), Santa Inés (en el Museo de Bellas Artes de Sevilla) y Santa Margarita (en la National Gallery de Londres), entre otras.13

Los pintores italianos Carlo Dolci (1616-1686) y Piero della Francesca (1415-1492), personificaron a Apolonia de la misma manera, con una pinza que sostiene un molar (Figura 2 A y B), y también aparece Apolonia con una pinza y una pieza dental en la pintura del pintor neerlandés Hernando de Esturmio (1515-1556) (Figura 2 C).

Existe un óleo sobre lámina de cobre (28 x 20 cm), titulado “El martirio de Santa Apolonia” (Figura 3A), realizado entre 1600 y 1603 por el pintor boloñés Guido Reni (1575-1642), que está en el Museo del Prado en Madrid. En esta pequeña lámina, Reni estampa el momento en que la santa, atada a un poste, es torturada por dos verdugos que le arrancan los dientes con una gran tenaza. Reni elaboró otra pintura donde, de igual forma, le están extrayendo un diente a Apolonia, pero únicamente un verdugo (Figura 3 B). Asimismo, Reni tiene una tercera obra titulada “Santa Apolonia en oración” (Figura3C), donde ilustra el episodio después de que le fueron extraídos sus dientes y los verdugos la amenazan con quemarla viva en una hoguera. En esta pintura ilustra el momento en que la santa, con los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada dirigida al cielo, recibe de un ángel la corona y la palma del martirio como símbolo de salvación; en el suelo se encuentran las tenazas con uno de sus dientes.5

El pintor renacentista Jehan Fouquet (Tours, Francia; 1420-1481) escenificó la tortura en una pintura en miniatura realizada entre 1451 y 1461 y titulada “El martirio de Santa Apolonia” (Figura 4). Esta es considerada como una de las más bellas ilustraciones de la tortura, donde Apolonia, vestida con una larga túnica blanca y atada a una tabla, es observada por una multitud. Hay dos verdugos que están atándola mientras otro le inmoviliza la cabeza tirando del cabello y otro más le arranca los dientes con unas tenazas largas. A la izquierda se encuentra lo que parece ser un bufón bajándose los pantalones (quizá en actitud de humillación) y a la izquierda está parado el emperador Decio con un palo en una mano y un libro en la otra, quien parece dirigir la escena, y detrás de él está representado el infierno. Esta pintura se encuentra en el libro de horas de Étienne Chevalier (c.1410-1474), del cual solo sobreviven 48 de sus hojas con 47 miniaturas dispersas en siete colecciones localizadas en Europa y Estados Unidos. Cuarenta ilustraciones están en el Museo Condé en el Château de Chantilly en Francia.

Otros artistas han encarnado a Apolonia con un diente dorado colgado de su cuello o portando una vela. De igual manera, se la ha representado con una hoja de palma en una mano (símbolo del mártir) y en la otra unas tenazas, pinzas o alicates que sostienen una pieza dental.

Hay una obra del pintor flamenco Rogier van der Weyden (o Rogier de la Pasture)​ (1399/1400-1464), donde aparece Santa Apolonia junto con Santa Margarita de Antioquía (Figura 5). Santa Margarita (o Mariana), que forma parte de los 14 santos auxiliadores, fue una mártir virgen que, al igual que Apolonia, fue sacrificada por su fe cristiana bajo la persecución del emperador Diocleciano. Margarita nació en Antioquía, Turquía (hoy capital de la provincia de Hatay), y era hija de un sacerdote pagano. De pequeña conoció la fe cristiana a través de su nodriza y, al cumplir 12 años, se bautizó, lo que causó un fuerte disgusto a su padre, quien renegó de ella. Cuentan que cuando tenía 15 años de edad, Margarita estaba cuidando a unas ovejas y la vio el emperador Olibrio (Flavius Anicius Olybrius), (¿?-472), quien quedó fascinado por su belleza e inmediatamente le propuso matrimonio. Margarita, con respeto y cortesía, le agradeció, pero le confesó ser cristiana y estar dedicada a Dios. Pero Olibrio insistió, con la esperanza de convencerla de que renegara de Cristo y de que la hermosa doncella se convirtiera en su esposa. Sin embrago, Margarita fue firme y se negó a perjurar en contra de Cristo, lo que causó la furia de Olibrio, quien ordenó que fuera torturada. Margarita fue desnudada por los soldados romanos, exhibida en público, encadenada y azotada con varillas. Además, le clavaron clavos, llenaron su cuerpo con arpones y fue lacerada con ganchos de hierro. Sobrevivió milagrosamente y cuenta la tradición que se pudo deshacer de las cadenas de sus muñecas y, en ese momento, sobre su cabeza comenzó a irradiar una luz brillante dentro de la que volaba girando una paloma que sostenía en el pico una corona de oro. Ya mal herida, fue tentada por el diablo, pero Margarita consiguió expulsarlo a través de su garganta por medio del signo de la cruz. Otra versión apunta que la engulló un demonio en forma de dragón, pero con un crucifijo, pudo rasgar la piel del dragón y salir de allí. Sobrevivió a todos los martirios a los que se le sometió y, al igual que a Apolonia, los soldados romanos la decapitaron. Por el detalle de haber sido engullida por el demonio y luego haber salido de él, Margarita es considerada santa patrona de las parturientas.15

Al igual que Apolonia y Santa Margarita fueron representadas por Van der Weyden, Bernardino Scapi (o Bernardino Luini; c.1480/82-1532) pintó a Apolonia junto con Santa Lucía. Esta pintura se encuentra en la iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore en Milán, la “Capilla Sixtina de Milán o Lombardía”. A decir de muchos conocedores, esta obra donde se personifica a Santa Apolonia es una de las más bellas de admirar, aunque uno no sea dentista ni tenga dolor dental.

Conclusión

En el Medievo, quienes sufrían de odontalgia oraban a Santa Apolonia para pedir consuelo. Si Apolonia no los ayudaba, entonces es probable que intentaran algún hechizo o peregrinaran hacia alguna iglesia o santuario. Pero, al final, lo más probable era que el remedio fuera muy drástico, mediante la extracción realizada por el barbero-cirujano o por el herrero con ayuda de unas pinzas. Apolonia es considerada la santa patrona de los odontólogos y de aquellos que padecen afecciones dentales y, como su martirio y muerte fue el 9 de febrero, ese día se festeja el Día del Odontólogo.16

Después de la muerte de Apolonia, los cristianos recogieron todo lo que pudieron de su cuerpo, particularmente los dientes esparcidos por el suelo, que con el tiempo fueron repartidos en diferentes iglesias del mundo.16 Se han registrado hasta 500 dientes distribuidos en iglesias de todo el mundo, por lo que con seguridad la mayoría de ellos son falsos.5,8

Aunque la mayor parte de sus reliquias se conservaron en la antigua Iglesia de Santa Apolonia en Roma, su cabeza se encuentra en la Basílica de Santa María de Trastevere en Roma, sus brazos en la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma y unos fragmentos de su mandíbula están en la catedral de Brindisi en Brindisi, al sur de Italia. Asimismo, fragmentos mandibulares se resguardan en la Basílica de Santa Ana de Beaupréen, en Quebec, Canadá.8 Otras partes de su mandíbula se localizan en la catedral ortodoxa de San Basilio, en Moscú, y hay un diente en una montura que forma parte de los tesoros de la Catedral de la Asunción de la Virgen María, en la isla de Rab, localizada en el golfo de Kvarner del mar Adriático, en Croacia.17 Algunas otras reliquias están distribuidas en la Iglesia Jesuita en Amberes, en San Agustín en Bruselas, en la Iglesia Jesuita en Mechlin, en Santa Cruz en Lieja, en el tesoro de la Catedral de Oporto, en la catedral de El Escorial en España y en algunas otras Iglesias europeas.17 Hubo piezas dentarias atribuidas a la santa en Barcelona, en una iglesia que le estaba dedicada, pero desaparecieron durante la guerra civil española.11

En varias regiones de Italia, Santa Apolonia interpreta el papel del “hada de los dientes”, que recoge los dientes de leche caídos de los niños mientras duermen y deja un regalo a cambio. Santa Apolonia es patrona de la ciudad de Elst, localidad en la provincia belga de Flandes Oriental, donde se hornean panqueques llamados "Geutelingen" el primer domingo después de la fiesta del 9 de febrero con motivo de la celebración de Santa Apolonia. Se dice que la persona que come estos panqueques estará libre de dolor de dientes todo un año.

Hay un libro sobre medicina general escrito por del papa Juan XXI (1213-1276), titulado “Thesaurus pauperum, seu Practica medicinae” (Tesoro de los Pobres), que menciona a Apolonia. En el capítulo que habla sobre “De dolore dentium et gengivarum”, se puede leer: “…Fue concedido a Santa Apolonia virgen, que aquellos que la invoquen no tengan dolor dental durante todo el día…”.18

FIGURAS

Santa Apolonia. Francisco de Zurbarán (1594-1664). Óleo
sobre lienzo 134 x 87 cm.  Museo del Louvre. París. Dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sainte_Apolline_-_Francisco_de_Zurbar%C3%A1n_-_Mus%C3%A9e_du_Louvre_Peintures_MI_724.jpg
Figura 1.
Santa Apolonia. Francisco de Zurbarán (1594-1664). Óleo sobre lienzo 134 x 87 cm. Museo del Louvre. París. Dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Sainte_Apolline_-_Francisco_de_Zurbar%C3%A1n_-_Mus%C3%A9e_du_Louvre_Peintures_MI_724.jpg


Figura 2.

A) Santa Apolonia. Carlo Dolci (1616–1686). Óleo sobre lienzo. Galería Nacional de Roma. Dominio público. https://arthive.com/es/artists/1022~Carlo_Dolci/works/474344~Santa_Apolonia_de_Alejandra.

B) Santa Apolonia. Piero della Francesca. Témpera sobre panel, 38.8 x 28 cm, National Gallery of Art. Washington D.C. Dominio público. https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Piero,_sant%27apollonia.jpg

C) Hernando de Esturmio (1515-1556). Santa Apolonia (mediados del siglo XVI). Iglesia de Santa Ana de Triana, Sevilla España. Dominio público. http://noticiasgestionarte.blogspot.com/2012/07/santa-apolonia-recupera-su-esplendor.html

Tres pinturas de Guido Reni (1575-1642) sobre santa
Apolonia.
Figura 3.
Tres pinturas de Guido Reni (1575-1642) sobre santa Apolonia.

A) El Martirio de Santa Apolonia. Óleo sobre una lámina de cobre (28 x 20 cm). Museo del Prado, Madrid. Dominio público. https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/martirio-de-santa-apolonia/2042a139-8eb6-41c2-99ef-bdc6757c8f6c

B) El Martirio de Santa Apolonia. Óleo sobre cobre. Dominio público. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Scuola_di_guido_reni,_martirio_di_sant%27apollonia,_acquistato_dal_parroco_di_toscanella_negli_anni_1920.jpg

C) Santa Apolonia en oración: Museo del Prado. Óleo sobre lámina de cobre, 28 x 20 cm. https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/santa-apolonia-en-oracion/baac9c47-c12a-47d3-97cc-329c9bd1b711

"El martirio de Santa Apolonia. Jean Fouquet. Ilustración
16.5 x 12 cm. (1452-1460) Musée Condé, Chantilly, Francia. Dominio público. https://elhurgador.blogspot.com/2021/04/arte-y-odontologia-art-and-dentistry-ii.html
Figura 4.
"El martirio de Santa Apolonia. Jean Fouquet. Ilustración 16.5 x 12 cm. (1452-1460) Musée Condé, Chantilly, Francia. Dominio público. https://elhurgador.blogspot.com/2021/04/arte-y-odontologia-art-and-dentistry-ii.html

Santa Margarita y Santa Apolonia pisando al demonio
(1445-1450). Rogier van der Weyden (1399-1464). Dominio público.  https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Rogier_van_der_Weyden_-_Sts_Margaret_and_Apollonia_-_WGA25674.jpg
Figura 5.
Santa Margarita y Santa Apolonia pisando al demonio (1445-1450). Rogier van der Weyden (1399-1464). Dominio público. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Rogier_van_der_Weyden_-_Sts_Margaret_and_Apollonia_-_WGA25674.jpg

TABLA 1
Iconografía de Santa Apolonia
Autor Pintura Localización
Francisco de Zurbarán (1598-1664) Retablo. Santa Apolonia (1636) Museo de Louvre, París, Francia
Lieven van Lathem (1430-1493) El martirio de Santa Apolonia (ca. 1430-1493) The Paul Getty Museum, Los Ángeles, California, EEUU
Jehan Fouquet (1420-1481) El martirio de Santa Apolonia (ca.1452-1462) Libro de Horas de Étienne Chevalier, 1452-1460, Musée Condé, Chantilly, Francia
Ercole Ferrarese (Ercole de' Roberti o Ercole da Ferrara) (1451- 1496) Santa Apolonia (1475) Museo de Louvre, París, Francia
Carlo Dolci (1616–1686) Santa Apolonia (1670)
Hernando de Esturmio (1515-1556) Santa Apolonia (mediados del siglo XVI) Iglesia de Santa Ana de Triana, Sevilla, España
Piero della Francesca (1415-1492). Santa Apolonia. Retablo polícromo (c. 1416-1417) The National Gallery of Art, Washington D.C., EEUU
Guido Reni (1575-1642) Martirio de Santa Apolonia (ca. 1600-1603) Museo Nacional del Prado, Madrid, España
Guido Reni (1575-1642) Santa Apolonia en oración. Óleo sobre lámina de cobre, 28 x 20 cm. (1600-1603). Museo Nacional del Prado, Madrid, España
Guido Reni (1575-1642) El martirio de santa Apolonia (1606). Colección particular
Pintor identidad desconocida. Ilustración del Libro Horas de Catherine de Cleves (1417-1479) Santa Apolonia con una pinza dentaria en la mano (c.1440). Siglo XV Pierpont Morgan Library & Museum, Nueva York
Jacopo Zucchi (1541-1598) El martirio de Santa Apolonia The National Gallery of Art, Washington D.C., EEUU
Giovanni d' Alemagna (c.1411-1450) Santa Apolonia destruye un ídolo. Retablo polícromo. (c.1442) The National Gallery of Art, Washington D.C., EEUU
Giovanni d'Alemagna (c.1411-1450) (Atribuida previamente a Antonio Vivarini) Santa Apollonia privata dei denti c.1440–1445 Academia Carrara. Bérgamo, Italia
Maestro Pintor Alemán desconocido Santa Apolonia y Santa Dorotea y Santa desconocida Colección Comton, Verney Art Gallery, Compton Verney, Warwickshire, Inglaterra
Autor desconocido Medieval Santa Apolonia The Morgan Library & Museum, Collection, Nueva York
Master of Jean Rolin II (Missel de Jean Rolin). Siglo XV Santa Apolonia (1455). Ilustración en el Libro de Horas de Simón de Vaire Koninklijke Collection, Royal Library of the Netherlands
Autor Desconocido. Siglo XIV. Libro de oraciones que perteneció a un Claustro dominicano en Flandes Santa Apolonia (Posiblemente la pintura más antigua) John Wessler Collection, Hagstrômer, Libreria, Karolinska Institutet, Estocolmo, Suecia
Giovanni di Giacomo Gavazzi (Siglo XVI) Martirio de Santa Apolonia Iglesia de Santa Ágata del Carmen, Bérgamo, Italia
Giuseppe Maria Crespi (1665-1747) Santa Apollonia Pinacoteca Musa al Canopoleno, Cerdeña, Italia
Antonio Marioni (Siglo XVI) Santa Apollonia (1526) Museo Bernareggi, Bérgamo, Lombardía, Italia
Giovanni Battista Salvi (1609-1685) Sant’Apollonia, c. 1630 Basílica de San Pedro, Perugia, Italia
Giovanni Marinoni (1440-1508) Santa Apolonia (c.1500-35) Museo Adriano Bernareggi, Bérgamo
Pintor español anónimo Santa Ágata, Santa Apolonia y Santa Lucía Wellcome Collection, UK
Rogier van der Weyden (1399/1400-1464) Santa Apolonia y Santa Margarita. Óleo sobre tabla 51.5 x 27.5 cm. Mediados del siglo XV Pinacoteca Gemâldegalerie, Berlín
Bernardino Luini (1481-1532) Santa Lucía y Santa Apolonia c.1522-25 Iglesia de San Murizio al Monastero Maggiore, Milán, Italia
Bernardino Luini (1481-1532) Santa Apolonia Pared del coro en el Santuario de la Santísima Virgen en Saranno, Italia
Jacpo Jordaens (1593-1678). Martirio de Santa Apollonia (1628). Óleo sobre lienzo - 409 x 225 cm Iglesia de Santo Agostino, Amberes
Adriaen Collaert (c.1560-1618) Santa Apolonia ?

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