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Proceso de trabajo e inestabilidad laboral en un grupo de emprendedoras asociativas de Moreno durante la pandemia
Productive process and job instability in a group of Moreno´s associative entrepreneurs during the pandemic
De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales, vol. 11, núm. 18, 2022
Universidad Nacional del Nordeste

Dossier

De Prácticas y Discursos. Cuadernos de Ciencias Sociales
Universidad Nacional del Nordeste, Argentina
ISSN-e: 2250-6942
Periodicidad: Semestral
vol. 11, núm. 18, 2022

Recepción: 13 Julio 2022

Aprobación: 03 Octubre 2022

Resumen: En un escenario donde la pandemia por covid-19 dejó transformaciones en el mundo del trabajo, resulta pertinente reflexionar sobre las transformaciones en el proceso de trabajo en un sector que adquiere cada vez mayor peso como lo es la Economía Popular. Por ello, este artículo pretende analizar el proceso de trabajo en un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno durante la pandemia de covid-19. Al ser este un sector altamente precarizado, enfatizamos en la seguridad y la estabilidad laboral.

El grupo de emprendedoras asociativas seleccionadas forman parte de diversos espacios de comercialización y producción textil de la localidad de Moreno, un distrito de la provincia de Buenos Aires. Los resultados presentados se basan en una metodología cualitativa de trabajo, recopilados con diferentes técnicas, tales como el análisis documental, la observación participante y una serie de entrevistas en profundidad realizadas a emprendedoras asociativas de Moreno e informantes clave.

En nuestro artículo caracterizamos el proceso de trabajo en un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno y analizamos las consecuencias de la pandemia por covid-19 en este grupo, enfatizando en los cambios en su proceso de trabajo y su seguridad y estabilidad laboral.

Palabras clave: proceso de trabajo, inestabilidad laboral, pandemia.

Abstract: In a scenario where the covid-19 pandemic has left transformations in the world of work, it is appropriate to continue reflecting the transformations in the productive process in a sector that is gaining more and more importance: the Popular Economy. Therefore, this article aims to analyze the work process in a group of textile associative entrepreneurs from Moreno during the covid-19 pandemic. As this is a highly precarious sector, we emphasize in their job instability.

The group of selected associative entrepreneurs are part of various textile marketing and production spaces in Moreno, a district of the province of Buenos Aires. The results presented are based on a qualitative methodology collected through different techniques such as documentary review, participant observation and in-depth interviews with associative entrepreneurs from Moreno and key informants.

In our article, we characterize the productive process in a group of textile associative entrepreneurs in Moreno and analyze the consequences of the covid-19 pandemic in this group, emphasizing the changes in their productive process and their job instability.

Keywords: productive process, job instability, pandemic.

1. Introducción

El proceso de trabajo es material y social en la medida en que siempre producimos con otros. El modo en el cual se organiza el proceso de trabajo afecta la salud y bienestar de los trabajadores y, por este motivo, el estudio del proceso de trabajo debe abordarse a la luz del contexto económico, político y social (Laurell, 1978, 1986).

La pandemia de covid-19 aceleró transformaciones y problemas latentes en el mundo del trabajo y dio lugar a nuevas dificultades. En el caso argentino, el mercado de trabajo ya se encontraba afectado por una fuerte crisis económica y, a partir de marzo de 2020, esta crisis se acentuó como consecuencia de las medidas de aislamiento y distanciamiento social visibilizando aún más las desigualdades de acceso al mercado de trabajo y deteriorando las condiciones de trabajo de los trabajadores.

Este escenario afectó a los trabajadores que inesperadamente debieron suspender, o bien reorganizar, sus procesos de trabajo. Particularmente, uno de los sectores más fuertemente afectados es el de la Economía Popular (EP) por sus características de economía de subsistencia, por sus condiciones de trabajo precarias e informales que los alejan de los mecanismos de protección social.

El objetivo de este artículo es analizar el proceso de trabajo en un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno durante la pandemia de covid-19, enfatizando en la seguridad y la estabilidad laboral.

Los resultados que se exponen en este artículo son fruto de una investigación que se orientó a analizar el proceso de trabajo, la salud laboral, los riesgos psicosociales y las articulaciones con el Estado en emprendedoras asociativas textiles de Moreno. Sin embargo, conforme fue avanzando la investigación, se declaró la pandemia por covid-19 y se decretaron medidas de Aislamiento/Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio, tornándose un elemento de análisis ineludible dentro de nuestra investigación.

Si bien la investigación aborda aspectos más amplios del proceso de trabajo, la salud laboral y los riesgos psicosociales en este grupo de emprendedoras asociativas textiles, en este artículo nos interesa desplegar y analizar aquellos aspectos vinculados a la pandemia por covid-19 y sus efectos sobre la seguridad y la estabilidad laboral.

Para ello, comenzaremos por presentar un marco conceptual acerca del proceso de trabajo en la Economía Popular. Posteriormente, presentaremos los aspectos metodológicos que guiaron nuestra investigación. En tercer lugar, caracterizaremos el proceso de trabajo en un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno. Por último, analizaremos las consecuencias de la pandemia por covid-19 en este grupo de emprendedoras asociativas textiles, enfatizando en los cambios en su proceso de trabajo y su seguridad y estabilidad laboral. Los resultados y hallazgos de nuestra investigación serán presentados en el apartado dedicado a las conclusiones.

2. Marco conceptual: proceso de trabajo en la Economía Popular

En este apartado desarrollaremos los aspectos conceptuales de nuestro campo de estudio. Hacia los años setenta, los estudios sobre la salud laboral y las condiciones de trabajo ponían de relieve aspectos tales como la seguridad e higiene en el trabajo, enfatizando en los fenómenos visibles y medibles.

No obstante, en los años ochenta, diversos enfoques dieron lugar al proceso de trabajo como una categoría explicativa de la salud y las condiciones de trabajo de los trabajadores. Entre estos se destaca la corriente de la Medicina Social Latinoamericana (Laurell, 1978,1986;Laurell et al., 1991; Laurell y Noriega, 1987; Noriega, 1995), para quienes el proceso salud-enfermedad posee un carácter histórico-social y debe ser estudiado no de un modo individual, sino a la luz del contexto económico, político y social -y específicamente a partir del proceso de trabajo-. En este marco, Laurell (1986: 7) enfatiza en que “las formas concretas de consumir la fuerza de trabajo en el proceso laboral originan patrones de desgaste de los trabajadores que, junto con sus patrones de reproducción, determinan las características históricas básicas del proceso salud/enfermedad de una colectividad”.

En el centro de nuestro marco conceptual se encuentra la premisa de que las condiciones de trabajo y la salud laboral están ligadas a la forma en que se halla organizado el proceso de trabajo, esto es, cómo la fuerza de trabajo a través de la utilización de herramientas, maquinaria y tecnología es capaz de modificar y transformar la realidad, procesar información, producir conocimiento para la producción de bienes y servicios (Neffa, 2019).

Esta perspectiva implica enfatizar en la producción de la vida material y las relaciones que se establecen en ella. En el proceso de trabajo se utiliza el cuerpo y la psiquis poniendo en práctica conocimientos, saberes, técnicas, calificaciones profesionales, experiencias laborales y competencias. El proceso de trabajo implica la articulación del trabajo humano junto con sus medios y sus objetos, procurando la producción de bienes y/o servicios con un valor de uso social.

La salud-enfermedad no es un proceso biológico, sino que, como plantea Laurel (1986), posee un carácter histórico-social. Aun así, advertimos que la relación entre trabajo y salud es estrecha, pero de ningún modo determinante. Los trabajadores poseen la capacidad de adaptarse o resistir a las exigencias de los procesos de trabajo, pero si las condiciones laborales no son las adecuadas, se puede generar dolor, cansancio, estrés, lesiones y deterioro de la salud.

Siguiendo con lo anterior, tomamos los aportes del enfoque de los Riesgos Psicosociales en el Trabajo de Gollac (2011), ya que nos permite comprender aspectos del proceso de trabajo tales como la trayectoria de los trabajadores, sus expectativas y el impacto de las condiciones de trabajo en el bienestar de los trabajadores (Neffa, 2015).

Ahora bien, definimos estos riesgos psicosociales como “los riesgos para la salud mental, física y social generados por las condiciones de trabajo y por los factores organizacionales y relacionales susceptibles de interactuar con el funcionamiento mental” (Gollac, 2011: 31).

Teniendo en cuenta esta definición, Gollac (2011) y Neffa (2015) entienden que los factores de riesgos psicosociales en el trabajo pueden analizarse a partir de seis ejes[3]:

- Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo y tiempo de trabajo: exigencias, intensidad y ritmo del trabajo, así como los riesgos asociados a las condiciones y medioambiente de trabajo.

- Trabajo emocional: capacidad de controlar y modelar sus emociones, de modo tal de poder realizar la actividad o bien moderar y controlar las propias emociones.

- Autonomía en el trabajo y margen de maniobra: grado de autonomía y de control del trabajador en el proceso de trabajo.

- Relaciones sociales: vínculos con quienes participan del proceso de trabajo.

- Conflictos éticos o de valores que puedan surgir en el trabajo: valores que poseemos y que se ponen en juego en nuestros trabajos.

- Estabilidad y la seguridad de la situación laboral: la inseguridad en la vida laboral puede volverse una fuente de inestabilidad y sufrimiento para los trabajadores. En este eje analizamos las condiciones de empleo, la posibilidad de crecimiento y la previsibilidad en el trabajo y en las tareas. Se evalúa la sensación de estabilidad, protección y posibilidad de crecimiento laboral; también la posibilidad de anticipar, prever y controlar sucesos importantes de la propia tarea y de la organización del trabajo. Este eje será el nodo central de análisis en este artículo.

Asimismo, aparecen en los últimos años factores lesivos para la salud de los trabajadores, vinculados a las características de un mundo con altos niveles de precarización laboral, flexibilización, individualización de las relaciones de trabajo (Hespanhol Bernardo et al., 2016), intensificación de la jornada de trabajo y la implicación de aspectos subjetivos, mentales, psíquicos y emocionales en el proceso de trabajo.

Como consecuencia de las transformaciones en el mundo del trabajo y la agudización de la precarización y flexibilización laboral, emerge la llamada Economía Popular, a la que definimos como un gran número de experiencias diversas que no se caracterizan únicamente por el pequeño emprendimiento, la informalidad y/o la baja productividad, sino que incluye a aquellos trabajadores que realizan su actividad laboral por fuera de la relación salarial tradicional y perciben ingresos bajos (Chena, 2017). En general, estos trabajadores realizan actividades de muy baja escala y productividad, llevadas a cabo de manera autogestionada, y con maquinarias y herramientas de baja complejidad.

Estas experiencias de la Economía Popular se vinculan con la categoría de Trabajo Ampliado propuesta por De la Garza Toledo (2009), donde muchas veces intervienen en el proceso de trabajo actores que no participaban en la clásica relación capital-trabajo (familias, transeúntes, actores estatales e institucionales) y donde las esferas de producción y reproducción de la vida se encuentran íntimamente relacionadas. Tal es el caso de los emprendimientos asociativos, a los que definimos como grupos de emprendedores familiares o individuales que se asocian para producir o bien comercializar colectivamente “desde abajo” a través de diversas formas heterogéneas.

Muchas veces, el emprendedurismo se articula en una lógica empresarial neoliberal y meritocrática (“ser empresario de uno mismo”) que se aleja de la realidad de los sectores populares, quienes encuentran en el emprendimiento una salida a la expulsión del mercado laboral. Como señala Verónica Gago (2014), en los emprendimientos y las ferias, el neoliberalismo se ensambla con prácticas populares y comunitarias de subsistencia y resolución de la vida. Estas tácticas surgen “desde abajo” y de manera heterogénea.

Particularmente, en este artículo nos interesa abordar este vínculo en el proceso de trabajo de un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno durante la pandemia de covid-19, enfatizando en las consecuencias de la pandemia sobre el eje seguridad y estabilidad laboral.

3. Metodología

Los argumentos de este texto se basan en una investigación realizada en el marco de una tesis de maestría y una beca doctoral. Esta investigación tuvo como foco el estudio del proceso de trabajo, la salud laboral, los riesgos psicosociales y las articulaciones con el Estado local de un grupo de emprendedoras asociativas textiles de la localidad de Moreno. No obstante, al llevarse adelante en el contexto de la pandemia por covid-19, se volvió indispensable analizar las dimensiones referidas al proceso de trabajo y la estabilidad y seguridad laboral en este contexto.

En términos metodológicos, los datos que sustentan nuestros argumentos fueron recolectados a través de un abordaje metodológico cualitativo. Optamos por este abordaje en la medida en que nuestra investigación buscó conocer la complejidad y profundidad de nuestro objeto de estudio en sus dimensiones subjetivas, culturales y sociopolíticas.

La investigación constó de dos etapas: una primera etapa de relevamiento de datos sobre la Economía Popular en Argentina y en la localidad de Moreno, así como de las diferentes políticas públicas dirigidas al sector que inciden en el proceso de trabajo, y una segunda etapa de relevamiento de datos sobre el proceso de trabajo y los riesgos psicosociales en emprendedoras asociativas textiles del municipio de Moreno. La primera etapa del trabajo de campo se realizó desde noviembre de 2020 hasta marzo de 2021. La segunda etapa se realizó desde marzo de 2021 hasta julio de 2021.

En la primera etapa se utilizaron fuentes secundarias, a través de un análisis documental, seleccionando y sistematizando un corpus de documentos, artículos, informes, resoluciones y normativas. En total se analizaron 141 documentos que seleccionamos por su relevancia para nuestro análisis y sistematizamos utilizando el software de análisis de datos cualitativos MAXQDA, a partir de categorías creadas para tal fin. Asimismo, se llevaron adelante entrevistas en profundidad con 11 informantes clave que se seleccionaron de manera no representativa, de acuerdo con su rol o función. Luego de esta primera etapa de relevamiento, seleccionamos como casos para nuestro estudio a las emprendedoras asociativas textiles de la localidad de Moreno.

La segunda etapa de investigación se llevó adelante con técnicas cualitativas a través de entrevistas semiestructuradas. Para delimitar los casos entrevistados, se realizó un muestreo selectivo no representativo de emprendedoras asociativas textiles bajo los criterios de relevancia, accesibilidad y pertinencia. Se llevaron adelante un total de 22 entrevistas semiestructuradas a emprendedoras asociativas textiles[4] de la localidad de Moreno. Asimismo, se realizaron observaciones participantes en ferias donde comercializan las emprendedoras asociativas y una observación participante en el taller de una cooperativa.

Como el trabajo de campo se realizó en el marco de la pandemia de covid-19, las medidas de distanciamiento social llevaron a que la observación participante fuera limitada, a la vez que algunas entrevistas se realizaron telefónicamente y otras presencialmente respetando los protocolos establecidos. Toda la información recolectada fue procesada por el software de análisis de datos cualitativos MAXQDA.

Este conjunto de técnicas nos brindó un rico panorama acerca del proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles, particularmente durante la pandemia de covid-19 donde debieron afrontar cambios radicales en sus procesos de trabajo, incertidumbres y diferentes dificultades.

4. Proceso de trabajo en un grupo de emprendedoras asociativas textiles

4.a. La Economía Popular en Moreno y las características de las emprendedoras asociativas textiles

Moreno es uno de los 24 municipios que forman la región del Gran Buenos Aires y pertenece al segundo cordón del conurbano bonaerense. Suele categorizarse como “ciudad dormitorio”, ya que sus habitantes trabajan afuera como consecuencia de la desindustrialización (Repetto, 2010) y de la escasa capacidad para atraer actividades productivas (Cormick, 2020). Esto produce altas tasas de desempleo, subocupación, rápido crecimiento demográfico, insuficiente inversión en infraestructura y altos niveles de empleo informal de baja productividad entre la población del municipio (Repetto, 2010).

La Economía Popular en Moreno se compone principalmente por emprendimientos asociativos, familiares o individuales con características heterogéneas, aunque también estos emprendimientos coexisten y muchas veces se integran con otras formas tales como las cooperativas, las políticas sociales, algunos espacios de comercialización asociativos, marcas asociativas, redes, federaciones u organizaciones sociales como el Movimiento Evita o la Utep, entre otros. Estos emprendimientos se vinculan con el Estado local a través del Instituto Municipal de Desarrollo Local (IMDEL) que los convoca y promueve a través de diferentes programas y acciones.

Poniendo el foco sobre nuestro grupo seleccionado, las emprendedoras asociativas textiles de Moreno, encontramos que estas formaban parte de diversos espacios asociativos y, en algunos casos, la misma emprendedora participaba o había participado en varios de estos espacios, a saber: una marca asociativa, dos espacios de comercialización locales, una cooperativa textil, una federación y las diferentes ferias organizadas por el municipio en plazas o barrios de la ciudad.

4.b. El proceso productivo de las emprendedoras asociativas textiles

Uno de los aspectos más relevantes sobre el proceso de trabajo de estas emprendedoras textiles es que la producción no se reduce a la confección de prendas y productos, sino que incluye una serie de actividades que van desde la selección y adquisición de materiales y maquinaria hasta la comercialización y la contaduría.

Cada una de estas actividades y tareas posee su especificidad, y cada emprendedora tiene su propia estrategia de trabajo en todas ellas. Algunas de estas actividades se realizan colaborativamente o en espacios públicos, mientras que otras se hacen de manera individual o asociativa.

Para sistematizar el proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles, lo hemos dividido en etapas: i) selección y adquisición de materiales y maquinarias (y su mantenimiento/renovación), ii) confección de la prenda/producto, iii) empaquetado y presentación del producto, iv) publicidad y manejo de redes sociales, v) comercialización, y vi) contaduría.

Respecto de la selección y adquisición de materiales y maquinarias (i), esta etapa implica la selección de aquellos bienes necesarios para la confección de las prendas. Aquí las emprendedoras asociativas textiles desarrollan diversas estrategias para su adquisición. En relación con los materiales para la confección de las prendas, muchas se trasladan largas distancias para adquirirlos, otras emprendedoras adquieren los materiales en locales de cercanía o ferias donde compran retazos y así abaratan los costos de producción. Algunas toman microcréditos para la adquisición de materiales al por mayor una vez al año. La maquinaria muchas veces se adquiere a través de programas estatales, ya sean nacionales o municipales, aunque en algunos casos compran las máquinas con ahorros o bien las tenían ya en sus hogares.

Sobre la segunda etapa, el proceso de confección de prendas y productos textiles (ii), se requiere por lo menos tres tipos de máquinas: recta, overlock y collareta, cada una de estas realiza diferentes tareas. La máquina más fundamental para el proceso de trabajo es la máquina recta o plana que permite hacer costuras básicas. La máquina overlock permite realizar un acabado de la prenda más duradero y que no se deshilacha. La máquina collareta se utiliza para terminar y recubrir los bordes de las telas elásticas. Existen a su vez otras máquinas que pueden ser utilizadas en el proceso de confección de prendas, y algunas prendas y diseños requieren maquinarias específicas.

Las emprendedoras asociativas textiles que entrevistamos poseen en su mayoría máquinas de tipo industrial, pero algunas trabajan con máquinas domésticas. La cantidad de máquinas implicadas no tiene que ver con la cantidad de personas que participen del proceso de trabajo, pero sí algunas requieren mayor experiencia y entrenamiento para ser manejadas.

No todas las trabajadoras poseen las maquinarias necesarias para realizar la totalidad del proceso de trabajo, por lo que muchas veces deben generar diversas estrategias para suplir esta falta. Las emprendedoras asociativas textiles utilizan un tipo de tecnología básica en su proceso de trabajo. En general cuentan con maquinaria pequeña y predomina un estilo artesanal de baja escala.

En cuanto al espacio de trabajo, la producción se realiza mayoritariamente en sus hogares, muchas veces con falta de espacio o con superposición de los espacios domésticos y de cuidado. Entre las emprendedoras asociativas textiles entrevistadas, la confección de las prendas y productos es una actividad realizada en sus hogares, generalmente de manera individual, aunque también suelen producir con sus familias o asociadas con otras emprendedoras.

La confección comienza con la moldería, posteriormente se realiza el tizado y corte sobre la tela. Toda vez que se ha realizado el corte, se pasa a la costura de la prenda y, por último, a la terminación y los detalles finales. Cada prenda y producto requiere de técnicas y saberes específicos a los que las emprendedoras le imprimen su estilo.

Las emprendedoras asociativas también realizan el empaquetado y presentación del producto (iii). Este suele ser heterogéneo e incluye desde bolsas o sobres comprados al por mayor, bolsas de telas confeccionadas por ellas mismas, tarjetas o stickers identificatorios hasta cajas de cartón con diseños propios. Respecto de la publicidad y el manejo de redes sociales (iv), las emprendedoras asociativas entrevistadas señalan que antes de la pandemia funcionaba a través del “boca en boca”, el espacio de ferias y los espacios de comercialización locales. Pero con la pandemia de covid-19 muchas emprendedoras comenzaron a desarrollar estrategias publicitarias y de comercialización a través de redes sociales, en la mayoría de los casos con poca o nula experiencia previa.

En relación con la comercialización (v), las estrategias son variadas: la feria y los diferentes dispositivos que implementa el municipio -como el Mercado en tu Barrio- son los principales nodos de comercialización de las emprendedoras, aunque también funcionan las tiendas, redes y espacios de comercialización que en general se encuentran vinculadas a organizaciones sociales y territoriales. De igual forma hay una referencia barrial en la comercialización, muchas emprendedoras manifiestan comercializar en sus barrios.

En lo que refiere a los aspectos contables del emprendimiento (vi), estos quedan a cargo de las emprendedoras asociativas textiles, aunque cuentan con un área del municipio destinada a asistirlas en caso de que así lo requieran. El IMDEL brinda cursos sobre aspectos ligados a la formación, la comercialización, las redes sociales y la contabilidad. En general se utiliza una contaduría precaria y manual, a modo de libreta de verdulero, y su actividad adquiere alguna registración en algunos casos a través del Monotributo social, como veremos más adelante.

En síntesis, el proceso de trabajo es heterogéneo y las emprendedoras asociativas se hacen cargo en su totalidad. A su vez, en el proceso de trabajo, las emprendedoras despliegan diferentes estrategias para la adquisición de maquinarias, materiales y la comercialización. En el próximo apartado abordaremos cómo fue afectado el proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles en pandemia y, como consecuencia, su estabilidad y seguridad en el trabajo.

5. Consecuencias de la pandemia en el proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles

La pandemia de covid-19, así como las medidas de aislamiento y distanciamiento social tomadas por el gobierno nacional, provocó un fuerte impacto en la población en general y los trabajadores de la Economía Popular en particular, que ya se habían visto afectados por la crisis económica desatada durante el gobierno de la alianza Cambiemos (Bertelloti, 2019)[5].

Las medidas de aislamiento social generaron una nueva serie de dificultades para las emprendedoras asociativas textiles de Moreno. A su vez, desarrollaron una serie de prácticas y estrategias para sobrellevar las dificultades surgidas y profundizadas en el período estudiado. En este apartado analizaremos cómo estas emprendedoras vieron afectado su proceso de trabajo, específicamente en la seguridad y estabilidad laboral.

5.a. Impacto de la pandemia en el proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles

El 20 de marzo de 2020, el gobierno nacional decretó medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio. La pandemia de covid-19 modificó drásticamente la vida de los trabajadores: desde quienes continuaron sus trabajos de manera remota, pasando por los trabajadores esenciales que continuaron trabajando con nuevos protocolos, hasta quienes perdieron su trabajo, su actividad paró momentáneamente o bien vieron reducidos sus ingresos.

Las emprendedoras asociativas textiles pertenecen al último grupo ya que, al cerrarse la feria y los distintos espacios de comercialización, enfrentaron una serie de dificultades para continuar su actividad. En lo que refiere específicamente al impacto sobre el proceso de trabajo, podemos distinguir dos períodos: Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO-marzo a octubre de 2020) y Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO-noviembre de 2020 a julio de 2021). En este contexto, y en estos dos períodos, analizaremos cada una de las etapas del proceso de trabajo de las emprendedoras asociativas textiles de Moreno.

Es relevante mencionar que Moreno pertenece al segundo cordón del conurbano bonaerense, que fue una de las regiones más afectadas por la pandemia. Durante este período se pusieron de relieve las profundas desigualdades preexistentes (Maceira et al., 2020), particularmente en un distrito con un fuerte proceso de desindustrialización como Moreno.

A partir de marzo de 2020, los espacios de comercialización de las redes, federaciones y organizaciones sociales dejaron de funcionar de manera presencial, y las ferias organizadas por el municipio de Moreno cerraron hasta nuevo aviso. Durante este período, las emprendedoras se encontraron con dificultades en las diferentes etapas del proceso productivo.

En lo que refiere a la etapa (i), la selección y adquisición de materiales y maquinarias (y su mantenimiento/renovación), la principal dificultad surgió para las emprendedoras en la adquisición de materiales. Al encontrarse cerrados los comercios donde se proveen de materiales o bien no poder trasladarse a adquirirlos, debieron trabajar con aquellos que habían adquirido previamente o que podían adquirir en sus inmediaciones:

Me costaba conseguir materiales, las fábricas no entregaban. Mis proveedores los tuve que cambiar, porque estaban en Capital y me daban de 3 a 4 semanas de demora, y ya no me servía. Entonces, empecé por las redes a buscar quién vendía los productos que yo necesitaba, fue todo un desajuste. (Raquel, emprendedora asociativa textil y miembro de un espacio de comercialización. Abril de 2021)

Esta dificultad en el acceso y la adquisición de materiales llevó a que las emprendedoras desarrollen estrategias de innovación en la etapa (ii) de confección de prendas y productos, con diseños novedosos y reutilizando materiales, telas y retazos (que anteriormente eran descartados):

Me quedé en casa cosiendo. Me faltaban algunos insumos, pero como tenía cierto stock que me iba quedando, salieron diseños locos, muy creativos. Aproveché todo lo que tenía porque no podía ir a comprar. (Inés, emprendedora asociativa textil y feriante. Julio de 2021)

Asimismo, muchas emprendedoras reconvirtieron sus actividades productivas. La actividad textil fue una de las más afectadas dentro de la Economía Popular, ya que los espacios de comercialización se encontraban cerrados y disminuyó la venta de indumentaria (Barnes et al., 2020). Frente a este escenario, las emprendedoras se volcaron a la producción de nuevos insumos, como barbijos, kits sanitarios, entre otros:

Me puse a hacer barbijos, colitas, vinchas. Antes, regalaba todo eso. Ahora, no traigo más nada. A veces me salva, porque se vende eso y no se vende nada de indumentaria. (Alma, emprendedora asociativa textil y feriante. Junio de 2021)

Por suerte el IMDEL nos dio la ropa sanitaria para hacer y nos garantizamos un ingreso. (Mariana, emprendedora asociativa textil y referente de un espacio asociativo. Abril de 2021)

A pesar de la capacidad de reconversión de las emprendedoras, y como también señala un informe de la Universidad de General Sarmiento (Barnes et al., 2020), la producción de barbijos y kits sanitarios fue un mercado que se saturó rápidamente, por lo que debieron innovar en la venta online, como veremos en la comercialización.

En lo que respecta al (iii) empaquetado y presentación del producto, principalmente se vieron afectadas en lo que refiere al empaquetado, que debía adaptarse a nuevos protocolos:

También era todo un tema, porque ¿y cómo hacemos? ¿El covid va en el plástico o no va en el plástico? (Olivia, referente de una organización de la Economía Popular. Noviembre de 2020)

Uno de los mayores desafíos que enfrentaron durante este período fue el manejo de las redes sociales (iv) y la (v) comercialización, puesto que los espacios donde las emprendedoras suelen comercializar se encontraban cerrados, sin perspectiva de apertura en el corto plazo. Frente a este escenario, las emprendedoras comercializaron por otros medios, innovaron en la presentación y publicidad de sus productos en redes sociales, incorporaron medios electrónicos de comercialización y pagos, entre otras estrategias.

Al principio, todo decayó mucho. Empezamos a buscar alternativas para poder vender, como todo el mundo. Empezamos a incorporar las redes sociales y también medios de pago electrónicos. Obviamente, todo lo que es virtual llegó y se queda. (Amalia, emprendedora asociativa textil de una marca asociativa y feriante. Abril de 2021)

El uso de las redes sociales fue el principal recurso utilizado entre quienes veían allí la única vía de comercialización posible que les posibilitaba garantizar la supervivencia de su emprendimiento. Vale la pena señalar que la amplia mayoría de las emprendedoras contaban con poca o nula experiencia en redes. Si bien muchas tenían redes sociales de sus emprendimientos antes de la pandemia, generalmente no los utilizaban para la comercialización, sino para publicitar sus productos:

Somos jóvenes, pero no estábamos tan metidos en el tema de las redes. Estuvimos horas investigando hasta que lo logramos y empezamos a vender un montón por Instagram, los 8 meses iniciales sobrevivimos gracias a eso. (Nuria, emprendedora asociativa textil de una marca asociativa y feriante. Marzo de 2021)

Para muchas emprendedoras asociativas, el manejo de redes sociales escapa a sus habilidades, por lo que recurrieron a sus familiares e hijos jóvenes para poder publicitar y comercializar sus productos por este medio. Aquí también podemos observar el costado doméstico de los emprendimientos, que no se limita al espacio de la producción, sino que incluye otras dimensiones de lo reproductivo:

La mandé a mi hija porque ella es la que tiene más experiencia en las redes. (Ramona, emprendedora asociativa textil y feriante. Julio de 2021)

Vale la pena destacar que no todas las emprendedoras tuvieron la capacidad de adaptarse a las formas de comercialización y publicidad digitales. Quienes no se adaptaron a las redes sociales tuvieron muchas dificultades para comercializar durante el ASPO:

La verdad que nos afectó bastante la pandemia, nunca vendimos por redes sociales, todo por boca a boca y acá en la feria. (Elba, emprendedora asociativa textil y de una marca asociativa. Mayo de 2021)

En general, predominaron las redes sociales como vía de comercialización (Instagram, Facebook), pero también se incorporaron otros medios digitales, tales como Marketplace, Mercado Libre y páginas web. Algunas organizaciones de la Economía Popular organizaron redes de compra, publicitaban sus productos en las páginas web o en sus redes, y hasta el IMDEL publicitó los productos de las emprendedoras.

En lo que refiere a los aspectos contables (vi), las principales transformaciones fueron la incorporación de medios electrónicos de pagos (transferencias, Mercado Pago, cuenta DNI, QR) y la fuerte caída de ventas e ingresos. Aun adaptándose a las redes sociales, los nuevos medios de pagos y las ventas online, las emprendedoras asociativas textiles vieron reducidos considerablemente sus ingresos y su actividad:

E. ¿Y cómo las afectó el tema de la pandemia? E. Noooo, las re mató […] Algunas como que se animaron a vender, se armaron su página por Facebook o lo que fuere, pero no hay circulante. La gente si tiene que evaluar prefiere comprar comida que comprar un no sé, ropa o una remera. (Aurelia, referente de un espacio de emprendedoras asociativas. Febrero de 2021)

Frente a esta falta de ingresos y el agravamiento de la crisis económica, algunas emprendedoras manifestaron tener que recurrir a diversas estrategias para garantizarse algún ingreso, como el caso de Roxana, que tuvo que vender una de sus herramientas de trabajo para poder subsistir.

Tuve que vender una de mis máquinas porque no podía pagar luz, no podía pagar nada. (Roxana, emprendedora asociativa textil y feriante. Marzo de 2021)

Entre otras dificultades y desafíos, para las emprendedoras de esta etapa inicial, aparecen: cierre de los espacios de referencia (redes, federaciones, organizaciones sociales y organismos estatales), problemas logísticos de distribución y circulación, reorganización del trabajo de acuerdo con los protocolos sanitarios, fuerte caída y/o suspensión de su actividad sin un horizonte claro de normalización.

Estas problemáticas, así como las del sector de la Economía Popular, fueron abordadas por el Estado en sus tres niveles (nacional, provincial y local). Durante el ASPO y el DISPO se implementó una amplia batería de medidas para el sector de la Economía Social y para la Economía Popular. En líneas generales, las medidas apuntaron a brindar créditos y subsidios, desarrollo de proyectos e iniciativas productivas, exenciones impositivas, registro de trabajadores, organizaciones sociales y unidades productivas, agilización, digitalización y simplificación de trámites, desarrollo de programas sociales, entrega de insumos y maquinaria, capacitaciones, entre otras.

Dentro de las políticas nacionales, las emprendedoras destacaron como centrales el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y el Potenciar Trabajo[6].

Nos vino muy bien el IFE, con eso la piloteamos […] Lo que es la asignación familiar y un pequeño plan, el Potenciar Trabajo. (Raquel, emprendedora asociativa textil y miembro de una marca asociativa. Abril de 2021)

Asimismo, para las emprendedoras, la relación con el municipio reviste históricamente una gran relevancia[7]. Las ferias municipales son un ámbito de encuentro y comercialización, forman parte de los programas de compre y venta barrial, y a través del IMDEL logran obtener créditos, maquinaria, capacitaciones.

Durante la pandemia, el Estado local a través del IMDEL buscó acompañar a las emprendedoras asociativas a través de diversas estrategias que fueron desde el pedido de confección de kits sanitarios[8], la difusión de emprendimientos asociativos en redes sociales y las ferias itinerantes hasta el Mercado en tu Barrio, donde las emprendedoras podían colocar sus productos para que sean comercializados en diferentes barrios morenenses. Un ejemplo es la siguiente publicación de Facebook realizada por el IMDEL:

¿Quiénes son las #productoras y los #productores de la Economía Popular de Moreno? M. es productora textil… ¡hace más de 50 años! (Se relata la historia de M.) Contacto: 11 XXXX XXXX. #compralocal #economiapopular Conocé al resto de las y los productores en el Facebook y el Instagram del IMDEL. Accedé a comprar desde tu casa desde la página https://moreno.gob.ar/compra-en-casa.php. (Muro de Facebook del IMDEL. Julio de 2020)

Asimismo, como consecuencia de la pandemia, se conformaron algunas cooperativas textiles vinculadas a organizaciones de la sociedad civil y recibieron la asistencia del IMDEL para su formalización, formación y adquisición de maquinarias y materiales.

Uno de los puntos de conflicto con el municipio fue la apertura de las ferias donde las emprendedoras asociativas comercializan, ya que fueron abriendo paulatinamente y hubo una reducción en la cantidad de puestos habilitados, imposibilitando que todas las emprendedoras puedan participar:

Buján: los artesanos no arman desde el 15 de marzo porque no se nos permite y hoy hay un encuentro donde ocuparon los puestos que los Artesanos no pueden armar. ¿Es eso justo? (Grupo de Facebook de la Feria de Artesanos Plaza Buján. Diciembre de 2020)

Nosotros acá, el año pasado estuvo cerrado hasta septiembre, después pudimos volver a armar cada 15 días. Antes éramos tres en un mismo gazebo, ahora por una cuestión de distanciamiento somos dos. (Inés, emprendedora asociativa textil y feriante. Julio de 2021)

Hacia fines de 2020, las emprendedoras fueron paulatinamente retomando sus actividades de manera presencial, aunque al momento de realizar las entrevistas los temores por nuevos cierres estaban presentes y los niveles de su actividad no habían alcanzado los de la prepandemia. A partir de noviembre y diciembre de 2020, al retornar a los puestos en las ferias y los espacios de comercialización, surgieron nuevas dificultades vinculadas con la adaptación a nuevos protocolos sanitarios:

Yo acá tengo dos alcoholes en gel, trato de decirle a la gente que la mercadería no se toca, queda re antipático. Porque la gente quiere tocar el material, si es grueso, fino, si son forrados o no, es imposible. (Roxana, emprendedora asociativa textil y feriante. Marzo de 2021)

Para el retorno a la presencialidad, debieron incorporar a estos espacios elementos de protección de manera individual, a excepción de algunos elementos brindados por el IMDEL en el marco del covid-19 para el funcionamiento de la feria (alcohol en gel, sogas para mantener distancia).

A su vez, la pandemia afectó los vínculos entre emprendedoras, que en nuestra investigación habían manifestado ser de camaradería, cooperación y compañerismo:

En la parte laboral, la pandemia afectó muchísimo, incluso el trato con los feriantes. Uno no puede estar en contacto de la misma manera, tomarnos un matecito a la mañana como hacíamos siempre, saludarnos, darnos un abrazo. (Paula, emprendedora asociativa textil y feriante. Marzo de 2021)

Coincidiendo con nuestros hallazgos, un informe desarrollado por la Universidad Nacional de General Sarmiento (Barnes et al., 2020) señaló que las principales dificultades de las cooperativas durante el ASPO fueron: caída en el nivel de actividad y en los ingresos de las organizaciones, cierre de los canales de comercialización, dificultades de movilidad y transporte, forzosa reorganización de las actividades o formas de trabajo, endeudamiento en el pago de servicios públicos e impuestos, imposibilidad de acceso al crédito bancario y tercerización de las compras del Estado. Esto impacta fuertemente en un sector que tiene un alto grado de informalidad y precariedad, que produce muchas veces de manera individual o familiar, en sus hogares y percibiendo ingresos de subsistencia. En el siguiente apartado abordaremos la inseguridad y la inestabilidad laboral de estas emprendedoras asociativas textiles durante la pandemia.

5.b. Inseguridad e inestabilidad laboral en la pandemia

La inseguridad en la vida laboral puede volverse una fuente de inestabilidad y sufrimiento para los trabajadores. En este apartado analizamos la estabilidad y la seguridad laboral en las emprendedoras asociativas textiles de Moreno durante la pandemia. Para ello, trabajaremos particularmente dos dimensiones: las condiciones de empleo y la posibilidad de crecimiento y la previsibilidad en el trabajo y en las tareas.

La primera dimensión refiere a la seguridad en el empleo, abarcando aquellas situaciones donde el trabajador siente garantizada la continuidad en su actividad, esto es, la sensación de estabilidad, protección y posibilidad de crecimiento laboral. Esta dimensión se debilita si el puesto de trabajo es precario, no se encuentra cubierto por la seguridad social o si no existen posibilidades de crecer o jubilarse en ese puesto de trabajo.

Muchas de estas situaciones pueden englobarse en la noción de “inseguridad económica” (Gollac, 2011) que refiere a las incertidumbres económicas por amenaza de desempleo, precariedad en la relación laboral, no poder mantener un nivel de ingresos en el mediano y largo plazo o pocas posibilidades de crecimiento.

La segunda dimensión refiere a la previsibilidad en el trabajo y la posibilidad de anticipar, prever y controlar sucesos importantes de la propia tarea y de la organización del trabajo; que aparece como un factor de riesgo cuando dicha información no se encuentra disponible, reduciendo el margen de acción y la autonomía en el espacio laboral. La imprevisibilidad puede ocasionar sufrimiento, ansiedad, pérdida del sentido del trabajo, problemas de adaptación a los cambios y temores por su situación futura.

La primera dimensión, la seguridad en el empleo, es un aspecto de gran carga en la vida de los trabajadores de la Economía Popular ya que se compone en general por trabajos inestables y precarios. En el caso de las emprendedoras asociativas textiles, la seguridad en sus trabajos varía ampliamente de acuerdo con la situación de cada emprendedora, por ejemplo, si lograron organizarse dentro de una cooperativa u obtener el Monotributo social. En general se vislumbra entre las emprendedoras entrevistadas una fuerte desprotección y vulnerabilidad en esta dimensión:

E. ¿Monotributo sacaste? E. Todavía no, quiero hacerlo, pero todavía no. Porque, por ejemplo, hay semanas que vendo. Hoy he vendido un solo pijama y por ahí hay fines de semana que vendo cinco. (Ramona, emprendedora asociativa textil y feriante. Julio de 2021)

La principal forma de registro que poseen las emprendedoras es la cooperativa o el Monotributo social. Generalmente, la registración a través de cooperativas viene impulsada por el Estado nacional, el IMDEL u organizaciones sociales, y son pocas las emprendedoras que ingresan a una cooperativa textil. Frente a esto predomina la estrategia del Monotributo social como forma de acceder al registro de su actividad. El Monotributo social es un régimen tributario pensado para incluir a emprendedores que se encuentran por fuera del mercado laboral formal y les permite acceder a prestaciones de obras sociales e ingresar al sistema previsional[9].

La formalización y registración de estas emprendedoras es un aspecto complejo de su actividad laboral. En este punto, parece relevante distinguir entre formalidad y precariedad. Aun cuando logran un mínimo piso de formalidad a través de la registración de su actividad laboral en el Monotributo social o la cooperativa, persiste una situación de precariedad ya que perdura una gran inestabilidad e imprevisibilidad tanto en términos de su continuidad en la actividad como de sus ingresos. Dicho de otro modo, la registración de sus actividades productivas no modifica la situación de alta inseguridad laboral que se manifiesta en la naturaleza inestable de sus actividades productivas y la incertidumbre acerca de su futuro.

Teniendo en cuenta la situación precaria e inestable de sus actividades productivas, en la pandemia esa inestabilidad e inseguridad se acentuó. Uno de los primeros aspectos donde identificamos esa inestabilidad es en los ingresos, pues la remuneración suele ser baja y el monto jamás es fijo, pero en pandemia sus ganancias se vieron detenidas o, en los mejores casos, fuertemente reducidas:

El covid nos pegó bastante mal. El año pasado (2020) teníamos que vivir de esto, algún que otro pedido por Facebook y también hacia Mercado en tu Barrio. A veces vendíamos, a veces no. A veces no te alcanzaba ni para el remis. (Morena, emprendedora textil y feriante. Junio de 2021)

Esta caída de los ingresos y cese de actividades es identificada como un factor de estrés entre las emprendedoras asociativas textiles:

Con la pandemia fue todo un revuelo, un bajón. Depresión, tristeza, todo. Porque hay gente que vive de esto, apuesta, le pone todo a esto y de repente esto se corta y se perdieron fuentes de trabajo, de subsistencia. (Inés, emprendedora textil y feriante. Julio de 2021)

Pero no solo la caída de los ingresos y la inseguridad económica fue un factor de estrés durante la pandemia, sino que la imposibilidad de prever qué pasará con sus trabajos y tareas durante la pandemia fue un aspecto que produjo sufrimiento y malestar entre las emprendedoras asociativas textiles de Moreno. Eso nos lleva a nuestra segunda dimensión de análisis, la previsibilidad en el trabajo y las tareas.

Como ya hemos señalado, al ser trabajos autogestionados, no hay un ingreso fijo, no es posible trazar un marco de previsibilidad sobre la actividad o las ganancias a corto o mediano plazo y tampoco existen garantías sobre el futuro. Esto generalmente produce temores e incertidumbres sobre la sostenibilidad de sus actividades entre las emprendedoras.

Ahora bien, la pandemia por covid-19 modificó drásticamente la vida y la cotidianeidad de todas las personas, generando temores e incertidumbres. Particularmente en lo que refiere a las emprendedoras asociativas textiles, esos temores e incertidumbres se agudizaron por la inestabilidad de sus ingresos y su actividad. Otro factor de incertidumbre entre las emprendedoras fue la imposibilidad de prever la continuidad de su actividad en el corto plazo: el retorno de la presencialidad en las ferias y espacios de comercialización, los nuevos protocolos y otros aspectos generaron incertidumbre y temores entre ellas.

Al preguntar en las entrevistas por el futuro del emprendimiento, por sus temores e incertidumbres, casi la totalidad de las entrevistadas respondió tener temores relacionados al futuro de sus emprendimientos, sobre todo teniendo en cuenta la experiencia cercana de los cierres de espacios de comercialización y ferias durante el ASPO. Entre estos temores se destacan la posibilidad de continuar con el emprendimiento en el mediano y largo plazo, temores por nuevas restricciones o cierres frente a una nueva ola, temor a un nuevo cierre de las ferias, temores vinculados a la saturación del sistema sanitario y temores al agravamiento de la crisis económica producto de la pandemia:

La verdad que no tengo noción de lo que haré en el futuro, más ahora con todo esto que no sé qué va a pasar. Cuando no estaba la feria era más difícil, ahora que volvió la feria estamos mejor. El tema es que no vuelva a cerrar. (Fernanda, emprendedora asociativa textil y feriante. Junio de 2021)

Mariana, por su parte, relató que durante la pandemia sufrió un gran estrés y esto generó consecuencias graves para su salud:

Y mi salud por el estrés se deterioró mucho. Con medicación me normalicé pero la hipertensión ya me quedó. Mucha incertidumbre. Nadie sabía hasta dónde llegaba esto o dar alguna respuesta. Eso genera un estrés raro, y uno no encuentra el sostén para ver qué rumbo tomar. Esto es inédito. (Mariana, emprendedora asociativa textil y referente de un espacio asociativo. Abril de 2021)

Si bien entre las emprendedoras más jóvenes el temor se manifestaba en el cierre de la actividad o la pérdida económica, las emprendedoras asociativas con mayor edad manifestaron también temor al contagio, lo que las llevó a esperar a vacunarse para volver a la feria o participar de espacios de comercialización:

Además, ninguna nos animábamos a ir por miedo al covid. Yo recién hoy hace una semana que tengo la primera dosis de la vacuna. Los primeros tiempos no quería ni salir a la vereda. (Mercedes, emprendedora asociativa de una cooperativa textil. Julio de 2021)

Si bien estos temores e incertidumbres afectaron en gran medida al conjunto de los trabajadores, la fragilidad de las condiciones de trabajo, la inseguridad y la precariedad de estas emprendedoras asociativas textiles las afecta particularmente:

Económicamente a todos los productores nos tiró para abajo la pandemia, no tenemos dónde recurrir, no tenemos sindicato, no hay nadie que nos defienda. Los productores estamos muy solos. (María, emprendedora asociativa textil de una marca asociativa y feriante. Junio de 2021)

Como se desprende de nuestra investigación, la estabilidad y la seguridad laboral es uno de los aspectos donde las emprendedoras se encuentran más expuestas a la vulnerabilidad de su condición laboral. Si bien muchas acceden a algún grado de registro y formalización a través del Monotributo social, perdura una situación de inestabilidad e inseguridad sobre la continuidad de su actividad y de sus ingresos.

Todo esto produce que las emprendedoras se encuentren en una muy alta fragilidad en relación con su estatus laboral, contando con pocas herramientas legales y contractuales que puedan mejorar su situación. Retomaremos este y otros aspectos en el apartado dedicado a las conclusiones.

6. Conclusiones

La Economía Popular y las modalidades emergentes de trabajo se caracterizan por ser muchas veces inestables y precarias, generando grandes cargas emocionales en los trabajadores. En este artículo hemos abordado el proceso de trabajo y la salud laboral en un grupo de emprendedoras asociativas textiles de Moreno durante la pandemia de covid-19, enfatizando en la seguridad y la estabilidad laboral.

Como hemos visto, la estabilidad y la seguridad en el empleo es un aspecto de gran carga para las emprendedoras ya que se ven expuestas a una fuerte desprotección, inseguridad y vulnerabilidad. La seguridad laboral varía de acuerdo con la situación de cada emprendedora de manera particular, aunque en general se registra una situación de alta inestabilidad. Como agregado, encontrarse registrado en alguna modalidad como puede ser la cooperativa o el Monotributo social no modifica la situación de alta inseguridad laboral que se manifiesta en la naturaleza inestable de sus actividades productivas, sus ganancias e ingresos y la incertidumbre acerca de su futuro.

Esta inestabilidad e incertidumbre fue uno de los aspectos donde las emprendedoras asociativas se vieron más afectadas durante la pandemia. Si bien el mundo del trabajo se vio modificado drásticamente como resultado de las medidas de confinamiento, la Economía Popular se encontró particularmente expuesta a una alta vulnerabilidad, inestabilidad e inseguridad laboral. En el caso de las emprendedoras asociativas textiles, no solo se vieron modificaron sus procesos de trabajo, sino que sus espacios de referencia y encuentro fueron cerrados por tiempo indeterminado. Principalmente, las actividades que les garantizaban un ingreso mínimo -ya de por sí incierto, precario y variable- se suspendieron sin horizonte de normalización alguno.

En este punto, parece relevante profundizar en futuros trabajos acerca de dos aspectos que emergen en nuestra investigación.

El primero de ellos se vincula con la superposición entre producción y reproducción. Como hemos visto, este tipo de emprendimientos asociativos se encuentran altamente feminizados y se realizan muchas veces en ámbitos domésticos donde coexisten las tareas domésticas, de cuidado y de producción. Esta superposición produce que haya una continuidad espaciotemporal entre las esferas productivas y reproductivas dándole características distintivas a estos procesos de trabajo. Creemos que puede ser de interés analizar el proceso de trabajo de estas emprendedoras desde una perspectiva de género que nos permita iluminar aspectos tales como cargas mentales y doble y triple jornada laboral en la Economía Popular.

El segundo aspecto se vincula con la fuerte inseguridad y vulnerabilidad a la que se ven expuestas estas emprendedoras, y los trabajadores de la Economía Popular en general. En este artículo hemos visto que la falta de acceso a la seguridad y la incertidumbre acerca del presente y el futuro produce malestares y sufrimientos. Esto abre una línea posible de investigación respecto del proceso de trabajo, la salud laboral y los riesgos psicosociales en trabajadoras de la Economía Popular.

Teniendo en cuenta estos aspectos, en futuras investigaciones pretendemos indagar acerca de los procesos productivos que llevan adelante mujeres emprendedoras asociativas en espacios domésticos, las vinculaciones de estas mujeres por fuera del espacio doméstico en ferias y organizaciones sociales y, por último, los riesgos psicosociales que se desprenden específicamente de la superposición entre esfera productiva y esfera reproductiva y de la inseguridad en sus actividades laborales.

Como corolario de este trabajo quisiéramos destacar la capacidad de adaptación y sagacidad de estas emprendedoras que lograron desarrollar diversas estrategias para garantizar su supervivencia. La pandemia dejó huellas y marcas entre las trabajadoras de la Economía Popular, pero también nos muestra la inagotable capacidad de las mujeres trabajadoras para sobrellevar las adversidades.

7. Referencias bibliográficas

Barnes, C., Putero, L. y Vázquez, G. (2020). Las organizaciones de la Economía Social y Solidaria del Área Metropolitana de Buenos Aires en la pandemia. Informe en el marco del proyecto "Prevención y monitoreo del Covid-19 en municipios del Conurbano Bonaerense desde una perspectiva multidimensional”. Proyecto de investigación apoyado por la Agencia I+D+i. Universidad Nacional de General Sarmiento.

Bertellotti, A. (2019). Estimación cuantitativa de la economía popular. Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP). https://bit.ly/3eBnQTj

Chena, P. (2017). La economía popular y sus relaciones fundantes. En E. Pérsico et al. (eds.) Economía Popular. Los desafíos del trabajo sin patrón. Colihue.

Cormick, H. T. (2020). Buenas prácticas en la relación de municipios con actores locales en el AMBA. Su impacto en la gestión municipal. https://bit.ly/3VB0aPs

De la Garza Toledo, E. (2009). Hacia un concepto de trabajo ampliado. En Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales. Vol. I. Clacso, CAICyT.

Gago, V. (2014). La razón neoliberal: economías barrocas y pragmática popular. Tinta Limón

Gollac, M. (2011). Mesurer les facteurs psychosociaux de risque au travail pour les maîtriser. Rapport du Collège d’expertise sur le suivi des risques psychosociaux au travail, faisant suite à la demande du Ministre du travail, de l’emploi et de la santé. - Résultats de votre recherche Banque de données en santé publique. https://bit.ly/3VDfURP

Hespanhol Bernardo, M., De Souza, H. A., Garrido Pinzón, J. y Kawamura, E. A. (2016). Salud mental relacionada con el trabajo: Desafíos para las políticas públicas. Universitas Psychologica, 14(5), 1613. https://bit.ly/3eBbzyc

Laurell, A. C. (1978). Proceso de trabajo y salud. Cuadernos políticos, 17, 59-79

(1986). El estudio social del proceso salud-enfermedad en América Latina. Cuadernos médicos sociales, 37, 1-10.

Laurell, A. C., Noriega Elio, M., López Arellano, O. y Martínez Alcántara, S. (1991). El trabajo como determinante de la enfermedad. Cuad. méd. soc. [Ros.], 17-33.

Laurell, A. C. y Noriega, M. (1987). Para el estudio de la salud en su relación con el proceso de producción. Taller Latinoamericano de Medicina Social, 61-94

Maceira, V., Vázquez, G., Ariovich, A., Crojethovic, M. y Jiménez, C. (2020). Pandemia y desigualdad social: los barrios populares del conurbano bonaerense en el aislamiento social preventivo y obligatorio. Revista Argentina De Salud Pública, 12. Recuperado a partir de https://bit.ly/3Tb5KGL

Neffa, J. C. (2015). Los riesgos psicosociales en el trabajo: contribución a su estudio. CEIL-Conicet, UMET, CIT, UNNE, FCE UBA, UNLP, UNM. https://bit.ly/2wPe4Ui

Neffa, J. C. (2019). Propuesta de marco teórico para estudiar los RPST (I) Primera parte: Modelos tradicionales de RPST y nuevos enfoques. https://bit.ly/3s8hvlo

Noriega, M. (1995). La realidad latinoamericana frente a los paradigmas de investigación en salud laboral. Salud de los Trabajadores, 3(1), 13-20.

Repetto, V. (2010). El aporte de la asistencia técnica integral a los emprendimientos de la Economía Social. Contribución teórica y análisis de un caso: Programa de asistencia técnica local del Municipio de Moreno. Tesis de Maestría. Universidad Nacional de General Sarmiento

8. Normativa consultada

Poder Ejecutivo Nacional (20 de marzo de 2020). DNU N° 297. Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio. Boletín Oficial.

Poder Ejecutivo Nacional (23 de marzo de 2020). DNU N° 310. Emergencia Sanitaria. Ingreso Familiar de Emergencia. Boletín Oficial.

Poder Ejecutivo Nacional (7 de noviembre de 2020). DNU N° 875 de 2020. Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio y Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio. Boletín Oficial.

Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Argentina (18 de marzo de 2020). Resolución N° 121. Programa Nacional de Inclusión Socio-Productiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo”. Boletín Oficial

Notas

[1] Recibido 13/07/2022. Aceptado 03/10/2022
[2] Licenciada en Ciencia Política. Comisión de Investigación Científica de la Provincia de Buenos Aires- Universidad Nacional de Moreno. Correo electrónico: maximaguglialmelli@gmail.com
[3] Creemos que estos ejes se encuentran atravesados también por una dimensión de género vinculada a la doble carga de las tareas domésticas y de cuidado que recaen principalmente sobre las mujeres, o bien a situaciones de acoso, violencias y discriminación que las mujeres pueden sufrir en sus lugares de trabajo y otras formas de violencia laboral como la segregación horizontal, la segregación vertical y la falta de políticas integrales de cuidados.
[4] En total se entrevistaron 20 emprendedoras asociativas textiles mujeres y 2 varones. Decidimos referirnos a este grupo como “emprendedoras asociativas textiles” dado el alto porcentaje de mujeres que forman parte de este grupo. Por la alta feminización de los emprendimientos, en posteriores trabajos se incorporará el género como dimensión analítica.
[5] En un informe publicado en 2019 por el Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (Bertelloti, 2019) se analiza cuantitativamente a la Economía Popular, detectando un ascenso de su composición desde 2013. Este incremento de la composición de la Economía Popular se explica, en gran parte, por el estancamiento económico durante el último período del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y por la recesión del período 2016-2019.
[6] Como respuesta al cierre de actividades dispuesto por el decreto del ASPO, el gobierno nacional lanzó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). El IFE fue uno de los programas que más impacto tuvo, accedieron casi 9 millones de trabajadores y tuvo como característica tratarse de un bono de emergencia otorgado en 5 tramos. En junio de 2020 se implementaron los programas Potenciar Trabajo y Potenciar Joven. Estos se orientaron a productores de la Economía Popular, pero también a titulares de programas anteriores como el Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario.
[7] El municipio de Moreno se destacó por desarrollar, desde 1995, una estrategia de promoción socioproductiva a emprendimientos como salida a la expulsión del mercado laboral. En este marco, desarrolló experiencias pioneras de incentivo a la Economía Social, tales como el Banco Social y la marca asociativa Hecho en Moreno.
[8] https://moreno.gob.ar/noticia-detalle.php?id=503
[9] No obstante, en nuestra investigación se observa que no todas las emprendedoras pueden acceder al Monotributo social y, aun cuando lo hacen, no todas logran acceder a prestaciones de obras sociales.


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