Artículos científicos
Recepción: 05 Noviembre 2021
Aprobación: 23 Febrero 2022
Resumen: La presente investigación aborda una problemática de gran significación social: el proceso de enseñanza-aprendizaje de contenidos ortográficos referidos a los principales usos del signo de puntuación la coma, lo que implica el conocimiento acerca de las normas lexicales, textuales, ortológicas, ortográficas y gramaticales. La propuesta posee carácter novedoso y creativo, es flexible en cuanto a su aplicación en el nivel educativo correspondiente. Está sustentada en el enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural. Permite la práctica pedagógica reflexiva y oportuna de actividades que favorecen la solución a las insuficiencias declaradas en la memoria escrita. Para su implementación se utilizan métodos teóricos, empíricos, estadísticos, así como la consulta y análisis de la literatura especializada que garantizan la recopilación de la información teórica sobre el tema investigado.
Palabras clave: proceso de enseñanza-aprendizaje, normas, contenidos ortográficos, usos de la coma.
Abstract: This research addresses a problem of great social significance: the teaching-learning process of orthographic content referring to different uses of the comma punctuation mark, which implies knowledge about lexical, textual, ortological, orthographic and grammatical norms. The proposal has a novel and creative character, it is flexible in terms of its application at the corresponding educational level. It is based on the cognitive, communicative and sociocultural approach. It allows the reflective and timely pedagogical practice of activities that favor the solution to the insufficiencies declared in the written report. For its implementation, theoretical, empirical, statistical methods were used, as well as the consultation and analysis of the specialized literature that guarantee the collection of theoretical information on the subject under investigation.
Keywords: teaching-learning process, norms, orthographic content, uses of the comma.
Introducción
El proceso de enseñanza-aprendizaje de los contenidos ortográficos en los niveles educativos ocupa un lugar primordial desde una óptica amplia y compleja. Aborda la enseñanza normativa a partir de criterios ofrecidos por los especialistas de la lengua española. En este sentido, se insertan las normas para el uso correcto de los signos de puntuación, pues son de vital importancia en el logro de una comunicación cada vez más efectiva.
Domínguez (2007), reconoce que en la actualidad el estudio de la normativa tiene su basamento en el enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural, que centraliza al lenguaje como medio esencial de cognición y comunicación, además de revelar la diversidad de usos funcionales de la lengua, a partir de los múltiples contextos en los que el ser social se comunica.
Este enfoque, cuya autora es Roméu (2009), abarca los nexos entre los procesos cognitivos, el discurso, entendido desde una concepción semiótica amplia, y los procesos socioculturales en los que las personas interactúan, además de establecer las dimensiones e indicadores de la competencia cognitiva, comunicativa y sociocultural que se aspira a desarrollar en los estudiantes a partir de las concepciones de una didáctica del habla.
Está dirigido hacia la comprensión y la construcción de textos coherentes, orales y escritos con estilos diferentes y en situaciones comunicativas variadas, según la intención comunicativa del autor. “Tiene como referentes, la escuela histórico-cultural, la lingüística del texto y la didáctica desarrolladora” (Roméu, 2012, p.62).
En consonancia con el enfoque antes declarado, el estudio de las normas ortográficas para la puntuación española requiere del dominio de códigos y estilos funcionales, en dependencia del contexto. Su conocimiento en el entorno escolar cobra gran importancia, aporta herramientas esenciales para el dominio de la lengua culta y con ello, contribuye a la transmisión de la cultura.
Para ello existen las normas objetivas que rigen el uso de las unidades de los niveles de organización de la lengua y el discurso, o sea, la lengua oral y escrita. Estas normas se clasifican en: ortológicas y prosódicas, lexicales, caligráficas, ortográficas, morfológicas, sintácticas, de puntuación y textuales.
Los análisis efectuados acerca de la normativa para el proceso de enseñanza-aprendizaje de la puntuación española han sido abarcadores, profundos, dinámicos, lo que denota el interés para un aprendizaje significativo y desarrollador que garantice el uso adecuado de la lengua materna, y por ende, la formación de un comunicador eficiente y capaz de comprender la realidad objetiva para transformarla en beneficio de la humanidad.
Roméu (2012), se refiere a la puntuación como un sistema complejo de signos gráficos, cuyo uso está determinado por factores sintácticos, semánticos y pragmáticos, que coadyuvan a la significación en función de la comprensión y construcción, en tanto regula la organización del discurso escrito. También precisa que debido a la complejidad del sistema de signos del idioma español es que se debe enfatizar en el aprendizaje de la puntuación.
Roméu (2012), manifiesta que los signos de puntuación:
Tienen la función de organizar la información del texto, lo que facilita la comprensión del lector. El dominio de los niveles de organización del texto escrito descansa, en buena medida, en la comprensión de la funcionalidad de los signos que deben ser empleados, teniendo en cuenta criterios semánticos, sintácticos y pragmáticos (p.101).
Al respecto, Rodríguez (2012, citado por Abello, et, al, 2016), registra que “los signos de puntuación, íntimamente relacionados con la prosodia y la sintaxis, cumplen tres funciones esenciales: indicar los límites de las unidades lingüísticas, explicitar la modalidad de los enunciados y señalar la omisión de una parte del enunciado” (p.3).
Por tanto, las normas establecidas regulan el uso de los signos de puntuación y se aplican de forma integrada tres criterios ofrecidos por Roméu (2011):
Cognitivo-semántico (para la organización lógica y coherente de las ideas), comunicativo-sintáctico (para la organización fonológica, sintáctica y retórica del discurso escrito, con empleo de la puntuación como recurso cohesivo) y sociocultural-pragmático (según la intención comunicativa, dependencia al contexto, roles comunicativos y otros) (p.48).
En relación con el tema, Figueras (2000), plantea que “la elección de un signo u otro depende del estilo y gusto personal de cada escritor”, (p.77). También expresa: “La puntuación constituye un código integrado por signos que permiten delimitar las diversas unidades sintácticas, lógicas, semánticas y discursivas del texto”, (p.79).
Roméu (2011), valora que no todos los autores usan los signos de puntuación con carácter prescriptivo; algunos poseen un estilo ampuloso caracterizado por frases extensas, cargadas de subordinadas que exigen muchos signos, otros son más sintéticos. Se refiere también a un primer aspecto a considerar en la enseñanza de la puntuación, independientemente de su ajuste a reglas: el amplio margen de libertad que existe en su uso y un segundo aspecto es el que tiene que ver con los criterios en torno a la función de la puntuación en el texto.
De esta manera, Roméu (2011) precisa:
Los signos de puntuación constituyen los signos que, en la escritura, sirven para representar las pausas y la entonación propias del discurso oral, o sea, que dichos signos se corresponden exactamente con las pausas e inflexiones que hace el que habla, de ahí que la configuración fonológica del texto escrito posea una correspondencia unívoca con la del texto oral (p.48).
De forma general, los signos de puntuación, en algunas ocasiones, están determinados más por el sentido de lo que se quiere decir en un contexto dado que por una norma pre-establecida, pues guían la acción interpretativa del lector, a partir de lo que comunica el emisor. De ahí que los diferentes usos de los signos de puntuación garanticen la cohesión, la coherencia del texto y, por ende, el sentido a la frase.
La autora de la presente investigación asume los criterios que esclarecen el término puntuación y aquellos que existen en la actualidad para comprender su uso, además de las características de las normas de puntuación y sus objetivos específicos. Considera que es necesario razonar acerca de la clasificación de los signos de puntuación, a partir de su funcionalidad y su relación con las pausas y la duración de estas, así como de su relativa independencia de la estructura fonológica del texto oral, y su dependencia de la organización sintáctica, retórica, estilística del texto según el contexto, entre otros elementos, tales como el empleo de los signos de puntuación en los procesos de comprensión y construcción de textos escritos y la instrumentación de actividades de aprendizaje variadas y diferenciadas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Constituye así la puntuación una parte importante en el ámbito ortográfico de cualquier idioma. Cada signo de puntuación tiene una función propia y todas son indispensables para una redacción clara, concreta y precisa. Aunque sus diferentes usos, en muchos de los casos, pueden depender de factores personales de diversos tipos, un número considerable de estos responden a normas obligatorias.
Por consiguiente, el uso del signo de puntuación la coma facilita la organización coherente del contenido en el texto escrito, pues es un sistema de representación articulada y simbólica que indica pausas obligatorias, delimita frases y establece la jerarquía sintáctica de las proporciones para estructurar de forma lógica las ideas del texto que se redacte.
Este signo, al igual que el resto de los signos de puntuación, requiere de un empleo preciso. Si se coloca en lugares equivocados afecta el mensaje que el emisor desea transmitir; además, no debe usarse en exceso, pues para el lector es incómodo realizar pausas innecesarias. Su utilización varía según el estilo de escritura; no obstante, los variados estilos no eximen del cumplimiento de las normas. De ahí la necesidad de conocerlas y aplicarlas. Por ello, el que escribe debe siempre evitar imprecisiones, ambigüedades y el equívoco.
En torno al tema, en Cuba existen varias investigaciones que coinciden en afirmar que en la escuela media y otros niveles educativos persisten insuficiencias que afectan el uso adecuado de los signos de puntuación, tales como el limitado dominio por parte de los estudiantes de las reglas o normas ortográficas establecidas y su consecuente aplicación, así como la desmotivación por el aprendizaje de este contenido. Se ha evidenciado a partir de diferentes instrumentos evaluativos al proceso de enseñanza-aprendizaje, la poca sistematicidad en el tratamiento a las dificultades detectadas, así como el limitado uso de los métodos, procedimientos, medios de enseñanza y formas organizativas que garanticen un correcto aprendizaje.
En el diagnóstico realizado a estudiantes de noveno grado en la ESBU Camilo Cienfuegos Gorriarán, se constata que los estudiantes poseen:
· Limitado dominio de las normas para el uso de la coma.
· Imprecisiones en su utilización que afectan el mensaje que se desea transmitir.
· Uso irracional, excesivo y, en algunos casos, ausencia de la coma en un porciento significativo de estudiantes.
Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje referido a los usos de los signos de puntuación se evidencian las siguientes dificultades:
· Predominio de actividades reproductivas, poco variadas y diferenciadas que exijan niveles crecientes de asimilación del contenido.
· Limitado uso de medios de enseñanza activos y dinámicos, así como escaso uso de la tecnología educativa disponible en el centro experimental.
· Insuficiente dominio de los métodos y procedimientos didácticos desarrolladores para el trabajo con los signos de puntuación.
De lo anterior se infiere que la preparación metodológica que realice el colectivo de la asignatura Español-Literatura debe partir del análisis exhaustivo de los programas y planes de estudio, caracterización del grado, diagnóstico certero y oportuno del educando, estudio profundo del contenido y la relación dialéctica con el resto de los componentes didácticos, además de seleccionar las vías más eficaces para el logro de un aprendizaje significativo y desarrollador.
El proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura Español-Literatura para el tratamiento a los contenidos ortográficos referidos al uso adecuado de los signos de puntuación requiere de la aplicación de métodos productivos de enseñanza.
La autora del presente trabajo asume la clasificación binaria analizada por Roméu (2012): “heurísticos, problémicos e investigativos”, (p.22). Estos métodos garantizan el trabajo independiente y propician un aprendizaje más activo y consciente que favorece la interacción comunicativa y el protagonismo estudiantil.
Los métodos productivos facilitan la organización del contenido de manera tal que contribuyen a que el estudiante se convierta en el gestor de su propio conocimiento bajo la guía del profesor. Garantizan la búsqueda reflexiva y valorativa del conocimiento y permiten la implementación de actividades o tareas de aprendizaje que exigen niveles crecientes de desarrollo. Propician la utilización de procedimientos didácticos edificadores, además de la consulta de varias fuentes bibliográficas. Potencian el uso de medios de enseñanza activos, así como el uso de la nueva tecnología, según los objetivos formativos proyectados para el desarrollo de los contenidos.
El objetivo cumplido en la investigación fue elaborar un conjunto de actividades para favorecer el empleo correcto de la coma de manera que contribuya al adecuado uso de la lengua materna como elemento de identidad cultural y nacional. Por consiguiente, el presente artículo científico tiene como propósito exponer los resultados del referido estudio.
A continuación se relacionan algunos de los usos más frecuentes de la coma detallados por (Balmaseda 2012, pp.119-120): Se usa la coma para:
· Aislar el vocativo del resto de la oración.
· Separar los miembros de una enumeración, menos los que están precedidos por alguna de las conjunciones y, e, o, u.
· Separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, excepto si van precedidos por las conjunciones y, e, ni, o, u. Sin embargo, se coloca coma delante de la conjunción cuando la secuencia que encabeza expresa un contenido distinto al elemento o elementos anteriores.
· Señalar que se ha omitido un verbo que ha sido anteriormente mencionado.
· Los enunciados que aclaran o amplían lo dicho en una oración, se escriben entre comas: las oposiciones explicativas, oraciones explicativas, cualquier comentario, precisión, la mención de un autor u obra citados.
· Es usual colocar coma antes de una conjunción o locución conjuntiva que une las proposiciones de una oración compuesta, tales como: oraciones adversativas introducidas por las conjunciones pero, sino, mas, aunque, sin embargo, por consiguiente, no obstante.
Materiales y métodos
La población consta de 86 estudiantes que cursan el noveno grado en la Secundaria Básica “Camilo Cienfuegos Gorriarán” del municipio Bayamo, que representa el 100% de la matrícula del grado y 2 docentes que imparten la asignatura en el grado. La muestra está constituida por 30 estudiantes del noveno No.2 que constituye el 34,8% de la población escogida. El criterio de selección de la muestra es intencional por ser el grupo que presenta la mayor problemática, además de la autora desarrollar actividades extensionistas del Proyecto Unidos para Educar, dirigido al desarrollo de la creatividad en los profesores de la Educación Secundaria Básica. Asociación de Pedagogos de CUBA.
La ESBU Camilo Cienfuegos Gorriarán se encuentra ubicada en el Consejo Popular de igual nombre, territorio Bayamo. En este Consejo habitan pobladores de diferente procedencia social, sobre todo, obreros, campesinos, algunos posen títulos universitarios. Existen familias disfuncionales, con prevalencia de mujeres amas de casa. Los hijos estudian en la escuela secundaria básica antes mencionada y otros en las escuelas politécnicas del municipio, así como en los preuniversitarios más cercanos.
Coexiste en el Consejo Popular de referencia un número importante de jóvenes que no estudian ni trabajan y el tiempo lo emplean en otras actividades vinculadas a la ingestión de drogas blandas (bebidas alcohólicas, hábitos de fumar), peleas de gallos, escuchas de músicas altas. Permanecen en las calles hasta altas horas de la noche y se dedican a otras actividades propias del entorno, por lo que se impone un trabajo educativo e instructivo que motive al educando incorporarse al estudio consciente y sistemático.
A tal efecto, la escuela y la familia deben trabajar de conjunto, proponer vías, estrategias educativas que estimulen a los hijos para asistir a la institución educativa con entusiasmo y deseos de aprender. En este sentido, el estudio de la lengua materna debe potenciarse a partir de nuevas formas de aprendizaje, romper esquemas, y sobre todo, hacerles ver a los educandos que es parte de sus vidas, pues los identifica culturalmente.
La actualidad de este trabajo está dada en que aporta un conjunto de actividades a partir del programa de la asignatura en relación con las características psicopedagógicas de los estudiantes para que apliquen correctamente las normas para el uso de los signos de puntuación. Responde a la línea temática No. 1: El proceso de enseñanza-aprendizaje del vocabulario y la ortografía en la educación Secundaria Básica que constituye prioridad en el banco de problemas de la institución educativa seleccionada.
Para la implementación de la propuesta se emplean métodos teóricos tales como análisis-síntesis; inducción-deducción y enfoque de sistema. En el orden empírico: la observación a clases, encuesta, entrevista y pruebas pedagógicas, además del análisis documental. Otro de los métodos que se utiliza es el estadístico-matemático con la estadística descriptiva y como procedimiento, el cálculo porcentual.
La propuesta es novedosa, tiene en cuenta la transversalidad del tema y su importancia para la comunicación de manera general, además de los gustos, intereses de los educandos, sus necesidades, criterios, puntos de vista.
Contentiva de diez actividades, la propuesta integra situaciones comunicativas que exigen razonamiento y adecuada percepción del mensaje que transmiten los textos seleccionados. Con el uso de softwares relacionados con la temática, algunas constituyen acertijos que involucran a todos los educandos en decisiones que deben asumir, según el lugar que ocupe la coma en el texto escrito. Otras, se realizan a partir del empleo de crucigramas, y de textos que constituyen modelos constructivos para el ejercicio de redacción, donde el uso de los signos, y particularmente de la coma adquiere una especial relevancia.
Asimismo, las actividades revelan el trabajo con los valores asociados al cuidado y conservación de la lengua materna como instrumento de trabajo y elemento de identidad y cultura. Se emplea en su concepción la tecnología educativa, con propuestas motivadoras y desarrolladoras para los estudiantes, lo que propicia el desarrollo de una mentalidad culta e independiente que permite resolver las problemáticas planteadas.
Análisis y discusión de los resultados
Los indicadores que se asumen para medir el aprendizaje ortográfico relacionado con el tema investigado son:
· Dominio de las normas ortográficas referidas a los usos del signo de puntuación la coma.
· Colocación acertada de la coma, según situación comunicativa seleccionada.
· Empleo correcto de la coma en situaciones comunicativas creadas por los estudiantes.
Se asume para cada indicador la escala valorativa de Alto, Medio y Bajo, que se corresponde con los tres niveles de desempeño cognitivo (reproductivo, productivo y creativo). En el nivel reproductivo el estudiante acude a la memoria, en el productivo se estimula el pensamiento y se aplican los conocimientos adquiridos y en el creativo se atiende a la imaginación creadora.
En cuanto al indicador uno, cuando los estudiantes se refieren a cinco usos de la coma se considera alto el conocimiento, a tres usos alcanzan la categoría de medio y 1 o ninguno es bajo el dominio de las normas ortográficas referidas a los usos del signo de puntuación la coma. En el indicador dos, si colocan de forma acertada todas las comas, según los usos correspondientes es alto el conocimiento, si solamente colocan dos comas de forma acertada están a un nivel medio y si colocan una correctamente o ninguna es bajo el conocimiento. En el indicador tres se acepta el empleo correcto de cuatro usos de la coma en las situaciones comunicativas creadas por los estudiantes, lo que representa un nivel Alto; tres para un nivel Medio y uno se considera un nivel Bajo.
Resultados de la Prueba Pedagógica Inicial.
Indicador. dominio de las normas ortográficas referidas a los usos del signo de puntuación la coma.
Se constató que de 30 estudiantes, 9 dominan las normas ortográficas para el uso de la coma y se ubican en la categoría de Alto, lo que representa el 0,3 de la matrícula; igual comportamiento se refleja en el nivel Medio. En el nivel Bajo, 12 demuestran insuficiente dominio del contenido evaluado, para un 37,7%.
Indicador. colocación acertada de la coma, según situación comunicativa seleccionada.
Alcanzan la categoría de Alto solamente 5 estudiantes (16,6%). Están en un nivel Medio 7, para un 23,3%. El 60% de la muestra (18 estudiantes) se ubican en el nivel Bajo.
Indicador: empleo correcto de la coma en situaciones comunicativas creadas por los estudiantes.
En este indicador de un total de 30 estudiantes, solo 4 ocupan un nivel Alto, para un 13,3%. En un nivel Medio se constatan 7(23,3%). Se ubican en el nivel Bajo la mayoría de los estudiantes, 19 (63,3%).
Los datos estadísticos antes plasmados denotan un grupo de insuficiencias. Los estudiantes muestran poca motivación para el desarrollo de las actividades, además del insuficiente dominio de los usos de la coma como signo de puntuación primordial para una adecuada comunicación y comprensión del texto escrito.
Resultados de la prueba pedagógica final.
Al realizar la valoración final de los resultados de la aplicación de la propuesta se aprecian avances notables tanto en el comportamiento de los estudiantes como en el dominio de las normas ortográficas para el uso de los signos de puntuación, con énfasis en el empleo de la coma.
Indicador: dominio de las normas ortográficas referidas a los usos del signo de puntuación la coma.
En este indicador logran la categoría de Alto 21 estudiantes (70%). Alcanzan 5 la categoría de Medio, (16,6). En la categoría de Bajo solo se encuentran 4, para un 13,3%. Se evidencia un incremento significativo del aprendizaje con respecto a los resultados obtenidos en el instrumento inicial.
Indicador: colocación acertada de la coma, según situación comunicativa seleccionada.
Logran la categoría de Alto 19 estudiantes, 63,3% y se ubican en Medio 6, para un 20%. Solamente el 16,6%; o sea, 5 estudiantes alcanzan la categoría de Bajo.
Indicador: empleo correcto de la coma en situaciones comunicativas creadas por los estudiantes.
Los estudiantes demostraron mayor nivel de creatividad y fueron capaces de construir situaciones comunicativas sugerentes, atractivas y relajantes, en las que la coma ocupa un lugar esencial. En la escala valorativa de Alto fueron corroborados 24 estudiantes, para un porciento relevante (80%). Coinciden en las categorías de Medio y Bajo 3 estudiantes por cada escala, 10%.
Lo anterior revela que una vez implementada la propuesta: conjunto de actividades para favorecer el uso adecuado del signo de puntuación la coma, los resultados son satisfactorios, independientemente del trabajo a desarrollar con aquellos estudiantes que todavía presentan dificultades en el contenido.
Los estudiantes muestran motivación en la realización de las actividades. Se identifican con cada situación comunicativa presentada. Perciben la necesidad de emplear correctamente los signos de puntuación para establecer una comunicación suficiente y eficaz que les permita dominar la lengua materna y ampliar su acervo cultural.
Durante la realización de las actividades se observa respeto al idioma, deseos de aprender, dinamismo y entrega por parte de la mayoría de los estudiantes. Estos muestran interés por el desarrollo de otras actividades relacionadas con el tema y expresan sentirse en un ambiente o escenario escolar agradable, sin precisiones y tensiones. Algunos plantean que se han cambiado los esquemas tradicionales que solo dejaban cansancio y monotonía. Ofrecieron sus puntos de vista, criterios y valoraciones favorables que constituyen herramientas para un proceso de enseñanza-aprendizaje creativo y desarrollador.
Conclusiones
1. El estudio del tema investigado permite constatar las diversas posiciones teóricas a partir del marco epistemológico general y determinar los fundamentos para el conjunto de actividades propuesto.
2. El diagnóstico del estado actual revela las insuficiencias en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la ortografía en lo referido a la puntuación española y la necesidad de sistematizar la práctica de actividades que favorezcan el empleo correcto de la coma a partir de sus variados usos y desde un enfoque integrador que exija niveles crecientes de desempeño cognitivo.
3. El conjunto de actividades propuesto sustentado en el enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural se encuentra concebido a partir de la instrumentación de actividades variadas y diferenciadas en correspondencia con los intereses, motivaciones, necesidades de los educandos para un aprendizaje reflexivo, valorativo y desarrollador que favorece el empleo correcto de los signos de puntuación, con énfasis en la coma, además de contribuir al adecuado uso de la lengua materna como elemento de identidad cultural y nacional.
Referencias Bibliográficas
Abello, A. M. y otros. (2016). Normas ortográficas, caligráficas y textuales. Escuelas Pedagógicas. La Habana: Pueblo y Educación.
Balmaseda Neyra, O. (2012). Enseñar y aprender ortografía. La Habana: Pueblo y Educación.
Domínguez García, I. (2007). Lenguaje y comunicación. La Habana: Pueblo y Educación.
Figueras, C. (2000). Manual práctico de escritura académica. Vol. III “La puntuación”. Barcelona: Ariel.
Rodríguez Pérez, L. (2012). Nueva Ortografía para todos. La Habana: Pueblo y Educación.
Roméu Escobar, A. (2009). El enfoque cognitivo, comunicativo y sociocultural. La Habana: Pueblo y Educación.
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