INTRODUCCIÓN

¿Agobiado por la sobrecarga informativa? Conviértase en un docente curador. Quién no se ha sentido alguna vez sobrecogido ante la avalancha de información que nos llega a diario a través de múltiples canales. La tasa de producción de contenidos que se genera cada minuto en Internet, supera con creces la capacidad de cualquier ser humano para gestionarla adecuadamente. Todos sucumbimos ante la infoxicación, definida por Cornella (2002) como la a sobrecarga de información o superabundancia avivada por el exceso de contenidos en Internet y los docentes no somos la excepción. La mala noticia es que, con todo ese ruido informacional, las distracciones combinadas con los contenidos irrelevantes provocan que seamos incapaces de distinguir lo primario de lo insustancial.

En contraposición a lo anterior, la buena noticia es que se puede hacer algo al respecto. Es posible encontrar, filtrar, organizar, caracterizar, recrear, compartir y evaluar todo el proceso para mantenernos al día acerca de las temáticas más importantes relacionadas con la disciplina que impartimos. Como profesionales de la docencia deberíamos explorar nuevas y mejores maneras de desarrollar nuestra misión. La curación de contenidos emerge en la sociedad de la información y el conocimiento como una nueva competencia esencial que todo docente debe desarrollar. En este ensayo se evidencia por qué la curación de contenidos es, además, una técnica de gestión de la información que los docentes deberíamos manejar con fluidez; así mismo, se detalla cómo llevarla a cabo con eficacia.

En primer lugar, debe precisarse con claridad el concepto de “curaduría de contenidos”. En el ámbito del marketing digital se asume que fue Bhargava (2009) quien introdujo por primera vez el término: “Un curador de contenidos es alguien quien continuamente encuentra, agrupa, organiza y comparte online el mejor y más relevante contenido sobre un tema específico”. (párr. 4). Igualmente, Bhargava (2009) afirma que la persona que se dedique a ello debe encontrar el contenido más relevante de tal forma que comparta lo más útil de los mensajes de marketing.

Ampliando un poco más el concepto, el curador de contenidos lleva a cabo las siguientes acciones:

• Extrae el mejor contenido a partir de múltiples fuentes.

• Filtra los insumos según su criterio personal para quedarse con el material más relevante.

• Agrega valor a los contenidos comentándolos, reorganizándolos o contextualizándolos.

• Comparte los contenidos con su audiencia en el formato, momento y sitio adecuados.

Pero hay una definición formulada por Reig (2010) que se adapta mejor al contexto educativo; la autora afirma que un curador de contenidos es “un intermediario crítico del conocimiento, es alguien que busca, agrupa y comparte de forma continua […] lo más relevante (separa el grano de la paja) en su ámbito de especialización”. (párr. 18). En esta instancia, es fundamental el término “crítico” porque el papel del docente está marcado por su pensamiento reflexivo y su evaluación permanente a las variadas informaciones sobre su disciplina.

¿Por qué la curación de contenidos es una competencia que todo docente debería desarrollar?

Para comenzar, es conveniente aclarar que los docentes en todas las épocas han sido curadores de contenidos por excelencia; la única diferencia en relación con los docentes de hoy estriba en que antes de la aparición y posterior auge de Internet, los maestros curaban contenidos en físico: transmitían a sus estudiantes información y conocimientos a través libros de texto, guías mimeografiadas, copias de artículos en revistas, diapositivas, rotafolios, etc. En la sociedad de la información actual nos vemos compelidos a curar contenidos digitales.

Hecha la aclaratoria anterior, es importante destacar algunas de las principales razones por las cuales todo docente debe desarrollar sus habilidades de curador de contenidos:

En primer lugar, nuestros conocimientos, habilidades y competencias tienen fecha de caducidad. Según un informe publicado por The Economist (2017), el 47% de los empleos en Estados Unidos son susceptibles de automatización. La tecnología obligará a las personas a actualizar sus habilidades si quieren continuar en el mercado laboral. Por tanto, es imprescindible que a los trabajadores se les dé formación y educación focalizada durante toda su vida productiva.

En segundo lugar, para mantenernos actualizados necesitamos mirar más allá de la formación tradicional: por regla general, en las organizaciones, la mayoría del aprendizaje se ha impartido como cursos formalmente estructurados bien sea en aula o en modalidad e-learning. En el modelo 70/20/10, el 10% de los cursos se distribuye en ese formato, el 20% de sus habilidades los trabajadores las aprenden de los demás y el 70% restante se aprende a partir de la experiencia (Lombardo y Elchinger, 1996).

Una tercera consideración importante es que para no quedarnos rezagados necesitamos aprender continuamente, por tanto, siempre hay que estar buscando nueva información y aprendiendo algo nuevo; asimismo, hay que aprender acerca de una amplia variedad de temas, no solo sobre aquellos relacionados con nuestro rol actual y en muchos casos se debe buscar nuevas formas de hacer las cosas. Del mismo modo, para no quedarse retardado con respecto a la movilización del conocimiento se deben revisar, periódicamente, las nuevas tendencias y tecnologías, lo que implica alimentar nuestra Red Personal de Aprendizaje (PLN, por sus siglas en inglés). Además, es preciso permanecer activos y visibles en las redes sociales, compartiendo conocimientos, recursos y buenas prácticas.

Un cuarto punto a tener en cuenta es que aprendemos mejor en grupos y eso confirma el poder de la sabiduría colectiva. Trabajar como lobo solitario, destilando los contenidos que circulan por la Red para quedarnos con aquellos compatibles con nuestros propios intereses profesionales, no parece ser un abordaje correcto. Los equipos son mucho mejores que los individuos para filtrar y curar contenidos digitales.

En quinto y último lugar, debe contemplarse el problema de la infoxicación: hay demasiados contenidos para muy poco tiempo. Como bien lo ha expresado uno de los referentes mundiales en el campo de la curación de contenidos: “con tal abundancia y variedad (en calidad) de materiales educativos, pronto los estudiantes comenzarán a demandar asesores confiables que los ayuden en su proceso de aprendizaje” (Good, 2012).

Habilidades personales de un buen docente curador

Jarche (2011) desarrolló un modelo que denominó Maestría en conocimiento personal (PKM, por sus siglas en inglés) en el cual plantea que un curador de contenidos competente debe cultivar y desarrollar las siguientes tres habilidades:

• Filtrar, cribar los contenidos a través de redes y comunidades de prácticas;

• Crear, individualmente y colaborativamente, en equipos;

• Discernir con quién y cuándo compartir la información.

En la medida en que se navega por la Internet, se hace necesario filtrar la gran cantidad de datos e información que nos llega por ese canal. Básicamente, destacan dos tipos de filtros: filtros automáticos y filtros humanos. Los primeros se valen de algoritmos que ayudan al profesor a descubrir nuevos contenidos.

El ejemplo más típico es el algoritmo que usa el motor de búsqueda de Google. Sin embargo, dada la gran cantidad de variables que toma en cuenta para ordenar la lista de resultados de una búsqueda, no siempre los que aparecen en los primeros lugares son los más relevantes en relación con las palabras clave introducidas. Adicionalmente, los filtros automáticos son muy buenos para hacer agregación de contenidos –lo contrario a la curación– pero no sirven para interpretar la relevancia que un artículo pueda tener para un docente.

Por otra parte, si colegas integrantes de un grupo de investigación comparten entre sí un artículo, es porque saben que la temática de ese texto está enfilada con la línea de investigación del grupo y, por tanto, muy probablemente resultará de utilidad para el avance del proyecto. Pueden incluso realizar anotaciones sobre un texto destacando los puntos que a su juicio son los más importantes. Esto es la esencia de la curación de contenidos y solo puede ser llevada a cabo por humanos.

La competencia de creación tiene que ver con encontrarle un sentido a los contenidos que se han seleccionado con el filtrado. Es la habilidad del curador para agregarle valor a la información, para darle un toque personal. Todo buen docente a medida que lee un material hace anotaciones al margen, resúmenes, esquemas que ayudan a mejorar la comprensión. Las acciones clave para encontrarle sentido a lo que se cura son validar, sintetizar, presentar y personalizar la información. Esto lo puede lograr un docente curador, por ejemplo, comentando a profundidad un artículo para ayudar a poner en contexto los datos que contiene. Sin embargo, hay ocasiones en las cuales la reflexión individual no basta y es necesario recurrir a las discusiones grupales. Invitar a otros a compartir sus puntos de vista contribuye a desarrollar la sabiduría colectiva.

Una vez que se han utilizado filtros para descubrir información apreciable y que se le ha agregado valor, el próximo paso consiste en compartirla. Hay que difundir los productos de la curación con la audiencia, momento y redes adecuados:

• Vía correo electrónico, con otros docentes y estudiantes;

• vía redes sociales, al menos, por Twitter, Facebook, Linkedin y Google+;

• redes internas como los foros de discusión;

• a través de los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS por sus siglas en inglés) disponibles en el centro educativo.

Siete pasos para convertirse en un docente curador

La curación de contenidos no es una actividad puntual. Al contrario, se trata de un proceso que el curador lleva a cabo continuamente (Godoy Rodríguez, 2018). En el esquema siguiente (Figura 1), se propone un ciclo en siete (7) etapas que el docente curador puede desplegar para hacer de la curación una realidad en su trabajo diario:

Figura 1.
Ciclo en 7 pasos para convertirse en docente curador

Paso 1, encontrar: todo comienza cuando el docente siente la necesidad de indagar en la Internet en busca de información de calidad acerca de un tema que estime de interés para sus estudiantes. La intención implícita es construir progresivamente la propia Red personal de aprendizaje (Personal Learning Network, PLN). Una PLN se puede definir como un sistema que permite al profesional que la implementa asumir la gestión de su propio proceso de aprendizaje.

Según un portal especializado en el tema, los profesores están utilizando las PLN para:

• Desarrollo profesional: seguir a expertos de su área y/o del área pedagógica

• Localizar recursos para el aula

• Obtener ideas para las clases y las programaciones didácticas

• Informarse acerca de la integración de las TIC al proceso educativo

• Encontrar soluciones a diversas problemáticas de un modo colaborativo

• Mantenerse continuamente informado/a sobre la actualidad educativa (Escuela 2.0, 2017)

Paso 2, filtrar: en palabras sencillas filtrar significa separar el trigo de la paja, para quedarse con los contenidos que más puedan ser de provecho para los alumnos. Cornella (1999) recomienda clasificar cualquier input de información que ingrese al sistema de filtros personales del docente en desechable, interesante o explotable según sea fatal, interesante o definitivamente útil para áreas de atención principales, previamente establecidas.

Paso 3, organizar: una vez que se han seleccionado en el paso previo los contenidos a curar, es necesario almacenar la información en contenedores digitales que pueden tomar la forma de carpetas, listados de enlaces, tableros digitales, notas adhesivas, paneles visuales, etc. De tal manera que organizar los contenidos implica clasificar la información valiéndose de herramientas 2.0 como Diigo, Pearltrees, entre muchas otras.

Paso 4, caracterizar: la caracterización, editorialización o personalización como también se le conoce, tiene que ver con la adición de anotaciones al margen y comentarios a contenidos que han sido producido por terceros, antes de proceder a compartirlos. Para los curadores noveles puede existir la tentación de centrarse únicamente en encontrar y compartir contenidos relevantes, olvidando agregar comentarios que expresen su perspectiva personal sobre el tema. Como se mencionó antes, tal manera de proceder no se considera curación sino agregación de contenidos.

Paso 5, crear: se trata de utilizar el contenido éticamente seleccionado para remezclarlo, agregarle valor y transformarlo creativamente de forma que, al final, se obtiene una pieza de contenido nuevo que no será considerado contenido duplicado por motores de búsqueda como Google, por ejemplo.

Paso 6, involucrar a los estudiantes: el docente curador debe conocer las necesidades de sus lectores (los estudiantes). Crear, reorganizar el contenido para comprometer a los alumnos a que sean parte de la conversación y del aprendizaje. Se trata de generar lo que los anglosajones conocen como engagement, es decir, enamorar a los participantes de un curso y crear relaciones más estrechas con ellos.

Paso 7, compartir: publicar contenido en las redes sociales debe ser para el docente curador una tarea cotidiana, planificada y siempre llevada de la mejor manera posible. Es la invitación a los estudiantes que siguen sus perfiles a visitar y conocer todo lo que tiene para ellos en su página Web, blog, tablero digital, curso online o portafolio.

Herramientas para la curación de contenidos educativos

El creciente interés generado por la curación de contenidos como enfoque adecuado para combatir la infoxicación, ha provocado un aumento de las plataformas y herramientas orientadas a su implementación especialmente en el campo del marketing online, pero también en el ámbito educativo. Claramente, es imposible en el espacio de este artículo abordarlas a todas. Por tanto, lo que sigue es una selección inacabada de las que se han considerado las mejores a las cuales pueden recurrir los maestros para iniciar su andadura por los caminos de la curación. PearlTrees

Se la puede visualizar como una biblioteca digital personal. Permite recopilar, organizar y compartir todo lo que le guste al usuario. Es un contenedor visual de los activos digitales de un individuo donde puede recopilar páginas web, fotos y notas sobre las cosas que le gustan, interesan o apasionan. Una vez creada una cuenta, el docente puede organizar a su gusto y mantener a distancia de un clic cualquier tipo de contenido digital. Por ejemplo, si enseña Estadística, podría organizar una perla sobre “inferencia” para que sea fácil trasladar sus hallazgos favoritos a su biblioteca con solo unos pocos clics.

PearlTrees, también es una red social: facilita descubrir millones de perlas organizadas por otras personas que comparten online sus pasiones. Es ideal para enriquecer la colección personal con cualquier tema que se estime importante. La dirección electrónica es https: //www.pearltrees.com/

Diigo

Diigo es una herramienta de marcadores sociales que facilita organizar y compartir información, que proporciona además la posibilidad de resaltar porciones del texto de una página Web y hacer comentarios al margen mediante la creación de notas rápidas (Su dirección es: https://www.diigo.com/).

Según destaca el sitio web docentecurador.com:

El uso de Diigo ayuda también a los estudiantes a poner en práctica y, por tanto, desarrollar sus habilidades de pensamiento crítico: capacidad de síntesis y evaluación de la información de manera social y colaborativa. Los integrantes de una clase pueden recopilar listas de enlaces a páginas Web con el valor añadido de poder interactuar con sus compañeros sin tener que abandonar el recurso de información en pantalla. (Godoy, 2017a)

Scoop.it

Los tableros digitales que los usuarios pueden crear utilizando esta plataforma, son lo más parecido a mantener activo un blog profesional: la diferencia entre uno y otro formato está en que en el blog se publican contenidos originales y, en el caso de Scoop.it (https://www.scoop.it/), el tablero digital se nutre con contenidos curados. Hay una versión gratuita y otra de pago. El diseño es similar al de una revista. Curar contenidos es fácil a través de su botón de captura automática. Dada la creciente cantidad de usuarios que a diario utilizan Scoop.it para curar tópicos acerca de las más disímiles temáticas, la plataforma se ha convertido en una gran comunidad integrada.

Un tablero temático completo, así como cualquiera de sus artículos individuales, pueden ser compartidos en redes sociales, fácilmente, mediante botones disponibles para ello. Entre sus características más destacadas están las sugerencias de contenidos para curar, relacionadas con el tema del tablero; constantemente les llegan a los usuarios no menos de 100 sugerencias basadas en las palabras clave seleccionadas cuando se creó el tablero. Scoop.it es también un potente motor de búsqueda, con el valor agregado de que los contenidos que se ubican en esta plataforma han sido filtrados, previamente, por la comunidad de curadores, lo que abona a la calidad de la información obtenida.

Pinterest

A Pinterest se la puede considerar como la red social de las infografías. Pinterest (https://www.pinterest.com/) permite organizar y compartir cualquier contenido visual que se encuentre en la web. AulaPlaneta (2014) sugiere a los docentes, seis maneras de usar esta herramienta en el aula: descubrir contenidos nuevos, organizar ideas, compartir ideas y proyectos con otros docentes, invitar a los estudiantes a compartir ideas y contenidos, desarrollar proyectos colaborativos en clase y alentar a los alumnos a seguir tableros educativos.

Lo mejor de todo es que permite navegar por tableros creados por otras personas. Navegar por las creaciones visuales de otros usuarios es una forma divertida de descubrir cosas nuevas y de inspirarse en las personas que comparten intereses similares.

Playposit

Se trata de una plataforma que permite al docente crear vídeo lecciones curadas sobre cualquier temática de su interés. Posibilita agregar preguntas interactivas, comentarios explicativos y medios enriquecidos a la línea de tiempo de un vídeo, para favorecer la implicación de los alumnos al visualizarlos en dispositivos móviles o en la Web. Para diseñar estas lecciones curadas el docente puede valerse de vídeos provenientes de varias fuentes (Youtube, Vimeo, Dayly Motion, etc), encontrar vídeos interactivos pre elaborados desde el repositorio de más de 400.000 en la plataforma o utilizar sus propios vídeos.

Otras de las ventajas de Playposit (https://learn.playposit.com/learn/) es la facilidad de integración con los más conocidos Sistemas de Gestión de Aprendizaje (LMS). Puede utilizarse en conjunto con Moodle, Blackboard, Edmodo, Canvas, Schoology, Desire2learn y, en general, incrustar las lecciones en cualquier página web o blog.

Sin embargo, donde más destaca la utilidad de Playposit es cuando se elaboran vídeo lecciones para ser empleadas en enfoques de Clase Invertida (Flipped Classroom). En estos casos, las analíticas que proporciona la herramienta permiten al docente una comprensión integral, rápida y en tiempo real acerca de la forma como los estudiantes trabajan los vídeos en casa, durante la fase en línea del modelo. Puede saber en cualquier momento, quiénes vieron o no el vídeo, porcentaje de contenido visualizado, cuáles preguntas contestó correctamente, qué partes del vídeo son de más difícil comprensión para los alumnos, entre otras métricas. La Figura 2 muestra un ejemplo del tipo de datos que Playposit puede suministrar a un docente.

Figura 2.
Monitoreo de visualización de vídeo lecciones en Playposit.

Listly

El propósito de esta herramienta 2.0 es “hacer de las listas un hecho social” (Godoy Rodríguez, 2017b). A través de ella el docente puede curar y publicar listas acerca de cualquier temática de su interés en la propia plataforma o incrustándolas en un blog. Es posible compartir intereses, implicar a los estudiantes y construir listas de manera colaborativa con colegas. Entre los tipos de listas que puede elaborar un maestro con Listly (https://list.ly/) se pueden mencionar las siguientes:

• Coleccionar recursos de información que se vayan encontrando en la Internet para fines de documentar trabajos de investigación

  • función de marcadores sociales (bookmarking)

• Hacer listas de reproducción con materiales varios: YouTube, Vimeo, SoundCloud, etc. Reproducirlas en tiempo real y compartirlas con estudiantes y colegas

• Elaborar listas de herramientas 2.0 para docencia o investigación. Con Listly se puede crear, publicar y mantener actualizada una lista de aplicaciones de uso recomendado en educación e, incluso, invitar a los estudiantes y colega para que colaboren con su mantenimiento.

• Producir listas de lugares a visitar por motivos académicos o, simplemente, turísticos

• Confeccionar listas de productos o gadgets que sean necesarios para producir vídeos educativos - cámara Web, micrófonos, juego de luces, pantallas…

• Construir listas de expertos o investigadores destacados en una determinada temática

Por ejemplo, en el perfil del autor, en este portal, puede consultar listas construidas referidas a: plataformas para elaborar lecciones curadas, herramientas para anotar contenidos en la Web, herramientas 2.0 gratis para hacer vídeos educativos, competencia digital para docentes, entre otros.

TED-Ed

¿Le ha sucedido alguna vez que se le hace difícil encontrar contenidos educativos interesantes para compartir con sus estudiantes? La buena noticia es que no siempre es necesario crear materiales instruccionales desde cero. Se pueden diseñar lecciones curadas con una plataforma como TED-Ed (https://ed.ted.com/).

De acuerdo con el sitio web Quora (2017), TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño) es una organización de medios sin fines de lucro que publica conferencias en línea para su distribución gratuita, bajo el lema “Ideas que vale la pena compartir”.

El proyecto TED-Ed es la iniciativa educativa de TED que hace que las lecciones curadas a partir de vídeos cortos, sean valiosas para compartirlas; siempre dirigidas a educadores y estudiantes. Dentro de la creciente biblioteca de lecciones de TED-Ed, encontrará videos educativos cuidadosamente curados, muchos de los cuales son colaboraciones entre educadores y conferencistas destacados a través de la plataforma TED-Ed.

La Figura 3 muestra una lección curada, creada a través de la aplicación que aborda el tema ¿Qué haremos cuando los antibióticos dejen de ser efectivos? Godoy (2015). Está basada en una charla TED de la Dra. Maryn McKenna, la cual hace parte del temario de la asignatura Comunicación Global en el Postgrado en Gerencia de Servicios de Salud en la Universidad Santander (UDES), sede Ciudad de Panamá.

Figura 3.
Ejemplo de una lección curada en TED-Ed

También hay herramientas que vale la pena considerar como Evernote, ThingLink y otras que se podrían seguir explorando como apoyo educativo.

CONCLUSIONES

Se aspira haber podido evidenciar con las ideas expuestas hasta aquí, que la curación de contenidos digitales está emergiendo como un antídoto eficaz del cual disponen los docentes para sobreponerse a la infoxicación (Cornella, 2002): mal tan extendido en este tiempo. También se espera haya quedado claro, que la curación de contenidos es una nueva y necesaria competencia que todo docente debería esforzarse en desarrollar, siempre que le interese disponer de un mejor acceso a materiales didácticos de calidad, agregándoles valor añadido, lo que le permitirá transformarse desde simple agregador de información a docente curador. Del mismo modo, el desarrollo de la propia Red Personal de Aprendizaje (PLN) a través de la curación facilitará la mejora continua de la competencia informacional de los profesores.

Con respecto a los beneficios de la adopción de la curación de contenidos como estrategia didáctica innovadora, desde la revisión de literatura reciente sobre el tema y desde la propia reflexión del autor, todo apunta a que el concepto y formas de aplicación de la curación son poco conocidos por los docentes. Por tanto, son necesarios, y hasta urgentes programas de formación dirigidos al profesorado que los motiven e impliquen en el tema y les hagan ver las innegables ventajas que representan para docentes y estudiantes. Recordemos las palabras de Edgar Morin (2009):

A medida que el volumen de información aumenta a ritmo vertiginoso, se obstaculiza el proceso que convierte la información en conocimiento. Con el poder de pensamiento de las computadoras, pareciera que podemos manejar cualquier volumen de información sin ninguna dificultad. Pero esta situación encierra otro problema: la selección, clasificación y sistematización de esa información exige un marco teórico que no está al mismo nivel que los datos que la componen.

El proceso en siete pasos para convertirse en un docente curador aspira, en consecuencia, contribuir con esos procesos de selección y categorización, clasificación y evaluación que determinen la escogencia y curación de los contenidos útiles para los profesionales de la docencia.

Referencias

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Notas de autor