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RELACIÓN ENTRE EL NIVEL DE FUNCIONALIDAD FAMILIAR Y CONDUCTA VIOLENTA EN NIÑOS

Relationship between the level of family functionality and violent behavior in children.

Relação entre o nível de funcionamento familiar e o comportamento violento nas crianças.

Gissela Padilla-Meléndez
Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato, Ecuador
Catherine Shuguli-Zambrano
Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato, Ecuador

CienciAmérica: Revista de Divulgación Científica de la Universidad Tecnológica Indoamérica

Universidad Tecnológica Indoamérica, Ecuador

ISSN: 1390-9592

ISSN-e: 1390-681X

Periodicidad: Semestral

vol. 11, núm. 1, 2022

cienciamerica@uti.edu.ec

Recepción: 24 Enero 2022

Aprobación: 31 Mayo 2022



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Resumen: INTRODUCCIÓN. Las conductas violentas en niños están determinadas por la interacción de individuos durante sus primeros años de vida; así mismo la familia es el principal agente de sociabilización infantil, por lo tanto, la familia disfuncional es posiblemente el mayor proveedor de modelos conductuales violentos en niños. OBJETIVO. Analizar la relación entre el nivel de funcionalidad familiar y conducta violenta en una muestra de niños ecuatorianos. MÉTODO. Estudio cuantitativo de alcance descriptivo-correlacional y corte transversal llevado a cabo mediante la aplicación del Cuestionario de Funcionamiento Familiar (FF-sil) y la escala de Agresividad de Cuello y Oros, en 130 niños, 95 hombres y 35 mujeres entre 7 y 12 años de edad. RESULTADOS. El análisis demostró que predominan familias funcionales (47.7%) y familias disfuncionales (3,1%); con respecto a la variable conducta violenta, el 83.1% presentaron niveles de agresividad media y el 16.9% agresividad baja. No se demuestra una correlación significativa entre las variables. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES. El nivel de funcionalidad familiar no se relaciona significativamente con la conducta violenta en niños; sin embargo, los niveles de agresividad y factores de funcionalidad familiar: comunicación y armonía; presentan relación significativa.

Palabras clave: familia, disfuncionalidad familiar, agresividad, comunicación, armonía.

Abstract: INTRODUCTION. Violent behaviors in children are determined by the interaction of individuals during their first years of life; likewise, the family is the main agent of child socialization, therefore, the dysfunctional family is possibly the major provider of violent behavioral models in children. OBJECTIVE. To analyze the relationship between the level of family functionality and violent behavior in a sample of Ecuadorian children. METHOD. Quantitative study of descriptive-correlational and cross-sectional scope through the application of the Family Functioning Questionnaire (FF-sil) and the Cuello y Oros Aggressiveness Scale in 130 children, 95 males and 35 females between 7 and 12 years of age. RESULTS. The analysis showed a predominance of functional families (47.7%) and dysfunctional families (3.1%); with respect to the variable violent behaviour, 83.1% showed medium levels of aggressiveness and 16.9% low levels of aggressiveness. There is no significant correlation between the variables. DISCUSSION AND CONCLUSIONS. The level of family functionality is not significantly related to violent behavior in children; however, the levels of aggressiveness and factors of family functionality: communication and harmony; present a significant relationship.

Keywords: family, family dysfunctionality, aggressiveness, communication, harmony.

Resumo: INTRODUÇÃO. Os comportamentos violentos nas crianças são determinados pela interação dos indivíduos durante seus primeiros anos de vida; da mesma forma, a família é o principal agente da socialização das crianças, portanto, a família disfuncional é possivelmente o principal fornecedor de modelos de comportamento violento nas crianças. OBJETIVO. Analisar a relação entre o nível de funcionalidade familiar e o comportamento violento em uma amostra de crianças equatorianas. MÉTODO. Estudo quantitativo descritivo-correlacional transversal através da aplicação do Questionário de Funcionamento Familiar (FF-sil) e da Escala de Agressividade Cuello y Oros em 130 crianças, 95 homens e 35 mulheres entre 7 e 12 anos de idade. RESULTADOS. A análise mostrou uma predominância de famílias funcionais (47,7%) e famílias disfuncionais (3,1%); com relação à variável comportamento violento, 83,1% mostraram níveis médios de agressividade e 16,9% baixos níveis de agressividade. Não há correlação significativa entre as variáveis. DISCUSSÃO E CONCLUSÕES. O nível de funcionamento familiar não está significativamente relacionado ao comportamento violento nas crianças; entretanto, os níveis de agressividade e fatores de funcionamento familiar: comunicação e harmonia, mostram um relacionamento significativo.

Palavras-chave: família, disfuncionalidade familiar, agressividade, comunicação, harmonia.

INTRODUCCIÓN

La Organización Mundial de la Salud define a la violencia como "el uso intencional de amenazas o fuerza física contra la misma persona u otra, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia un traumatismo, problemas de desarrollo, daños psicológicos, o la muerte" [1]. En cuanto a los niños las conductas violentas se manifiestan mediante agresiones de forma directa con patadas, golpes, pellizcos, empujones e incluso se evidencian agresiones verbales a través de gritos, insultos y amenazas. Este tipo de agresividad en los niños suele ser manifestada hacia otros pequeños o de forma indirecta canalizada en la destrucción de objetos [2].

La familia es una institución formada por sistemas individuales que interactúan y constituyen a su vez un sistema abierto [3]. En el ámbito familiar se observa cierta aprehensión de los niños por parte de modelos inadecuados de conductas paternas o maternas. Se pone en manifiesto la falta de diálogo, intolerancia, dificultades en las formas de relacionarse, donde el afecto y la comunicación están mediadas por un círculo de violencia y maltrato. Algunas formas de abandono, amenazas, insultos, gritos, castigos injustificados y/o con agresión verbal, física y psicológica son parte de esta disonancia cognitiva [4].

La dinámica relacional, interactiva y sistémica que se da entre los miembros de una familia, permite evaluar el grado de satisfacción de las funciones básicas de la vida familiar, de esta manera se puede distinguir entre familias saludables o funcionales y otras disfuncionales [3]. La familia funcional es aquella que, entre sus miembros las relaciones son cercanas y saludables además presenta una adecuada comunicación parental cohesionada y estable; lo que genera lazos empáticos, confiados, afectuosos y abiertos con sus niños; fomentando un adecuado desarrollo de la personalidad. Por otra parte, la familia disfuncional presenta relaciones distantes entre sus miembros actuando a la defensiva de manera hostil dado que, no se ha generado una adecuada coalición parental y sus relaciones no son saludables, lo que afecta el desarrollo de autoestima baja e inseguridad en sus niños; con tendencia a manifestaciones de conductas violentas, generando dificultad para establecer adecuadas relaciones sociales con sus pares [5].

Bandura desde un enfoque conductual plantea la teoría del aprendizaje observacional, a través de la cual hace referencia que los comportamientos agresivos son producto de un proceso de imitación por observación de otros individuos, principalmente de la familia y amigos [6]. Determinando que la agresividad en niños es una forma de conducta violenta aprendida en el hogar, donde las relaciones intrafamiliares son demandantes. A la teoría de Bandura se suman representantes como: Miller, McDougal y Dollard afianzando una teoría de imitación, donde mencionan que bajo una predisposición instintiva el ser humano imita las conductas violentas observadas [7]. Por consiguiente, cuando los niños crecen en una familia disfuncional, caracterizada por conductas violentas, estos manifiestan niveles altos de agresividad desde su infancia y al crecer con ellas se convierten en adolescentes y adultos con graves dificultades que pueden desembocar en serios problemas de conductas antisociales como: alcoholismo, drogadicción y problemas de adaptación, ya sea al trabajo o la familia; entre otros [1,8].

Por otra parte, Skinner plantea la teoría del aprendizaje por condicionamiento operante, en la cual menciona que las conductas violentas o agresivas son adquiridas y mantenidas según el tipo de refuerzo que éstas reciban, al ser positivas con una recompensa estas conductas se mantienen y al ser negativas con un castigo las conductas desaparecen [9]. Los factores protectores de la familia como: la organización familiar, la orientación a alcanzar metas, la tendencia a la religiosidad y la cohesión familiar están asociados directamente a reducir o eliminar el nivel de agresividad del niño [10]. Por otro lado, la familia es uno de los elementos más relevantes dentro de la educación de los niños. Es un modelo a seguir de actitud, disciplina, conducta, comportamiento, valores; puesto que cuando el bebé nace, acarrea impulsos amorosos y violentos que con el tiempo o el cuidado de los padres empezará a distinguir y diferenciar. Esto proporciona herramientas para modificar su entorno físico y social, podemos deducir entonces, que el mal ejemplo familiar es uno de los factores más influyentes en la conducta violenta en niños [11].

La OMS, en el año 2002 realiza un estudio exhaustivo del problema de la violencia en una escala mundial; concluyendo que cada año 1,6 millones de personas a nivel mundial pierden la vida de forma violenta; 1,4 millones pertenecen a la población femenina (15 y 44 años de edad), 1,1 millones son infantes y 0,1 millones a la población masculina [12]. La principal causa de muerte a nivel mundial es la violencia con agresiones físicas, psicológicas y sexuales [13].

Según la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, en el año 2013 acerca del funcionamiento familiar encontró que existen 72.000 millones de familias disfuncionales a nivel mundial [14]. El estudio abordado por el Ministerio de Inclusión Económica y Social en el año 2013 en Ecuador menciona que, de las 624.000 familias, 432.000 de ellas sufren de violencia intrafamiliar con afecciones psicológicas severas principalmente en familias de escasos recursos económicos [15]; por otra parte, la Dirección Nacional de Policía Especializada en niños, niñas y adolescentes DINAPEN en el año 2016 reporta que, en la ciudad de Ambato 973 menores entre niños, niñas y adolescentes han sido rescatados por la institución ya que se encontraban en situaciones de riesgo y vulnerabilidad, por lo cual han sido llevados a las distintas instituciones de acogida, debido a que provienen de hogares disfuncionales presentando dificultades sociales y económicas en su gran mayoría [16]. Por consiguiente, es de vital importancia velar por el adecuado desarrollo infantil y adolescente para que no se conviertan en víctimas ni veedores de conductas violentas de sus hogares evitando normalizar este tipo de manifestaciones conductuales negativas al relacionarse con sus semejantes [17].

En un estudio realizado en Bogotá el año 2005 se valoró el ambiente escolar en las distintas unidades educativas entre niñas y niños, obteniendo como resultado que los niños son más agresivos que las niñas y que las niñas son más pro sociales que los niños. Además, menciona que el rendimiento escolar bajo está relacionado y acompañado de niveles altos de agresividad principalmente entre 8 y 12 años de edad, también se identifica que no todos los niños son preparados para tolerar niveles de frustración dando como resultado manifestaciones de conductas violentas [18].

Por lo tanto, se parte de la siguiente pregunta ¿Existe relación entre el nivel de funcionalidad familiar y conducta violenta en niños? La presente investigación tiene como objetivo analizar la relación entre el nivel de funcionalidad familiar y conducta violenta en niños, considerando que según la teoría los comportamientos agresivos parten de la observación e imitación tomada del modelo de sus padres, educadores y amigos, y posiblemente se encuentre relacionadas a la disfuncionalidad familiar presente en los hogares.

Al determinar los niveles de agresividad en niños, se puede realizar un pronóstico a tiempo, corrigiendo el comportamiento anómalo producto de la disfuncionalidad familiar que, habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta [19]. Por lo que, en virtud de lo expuesto, se pretende analizar la relación entre el nivel de funcionalidad familiar y conductas violentas en niños y contribuir con datos estadísticos significativos de la realidad de la población investigada.

MÉTODO

Diseño

El presente estudio corresponde a una investigación aplicada o práctica ya que está caracterizada por la forma en que analiza la realidad social y aplica sus descubrimientos en la mejora de estrategias y actuaciones concretas en el desarrollo y mejoramiento de éstas, además permite desarrollar la creatividad e innovar [20]. Está basado en un enfoque cuantitativo, debido a que es un proceso que tiene su origen en una idea, donde en base a las variables se derivan objetivos y de acuerdo a la literatura surge una perspectiva teórica, mide los fenómenos utilizando la estadística en un determinado contexto y a su vez pone a prueba la hipótesis obteniendo resultados y conclusiones [21].

Se parte de un estudio cuantitativo de alcance descriptivo-correlacional y corte transversal [21]. Las variables principales del estudio son la violencia y funcionalidad familiar. También se toman en cuenta variables sociodemográficas como el género, tipo de familia a la que pertenece, etnia y edad.

Participantes

Los participantes están conformados por 130 niños, 95 hombres y 35 mujeres entre los 7 y 12 años de edad (M = 9.16), de los cuales 81 niños pertenecen a una familia nuclear, 24 a una familia extensa, 23 a monoparental y 2 a familias reconstituidas. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia, mediante criterios de inclusión como: ser estudiantes matriculados en el 5to, 6to o 7mo año de EGB de la Unidad Educativa “Pio X” de la ciudad de Ambato - Tungurahua y el adecuado acceso a herramientas tecnológicas para ejecutar los reactivos.

Normas éticas de investigación

Para iniciar el proceso de recolección de datos, los niños y sus padres fueron informados sobre el objetivo de esta investigación, además se les envió mediante plataformas digitales el consentimiento informado que debía ser firmado por su representante legal autorizando la participación de manera voluntaria del niño o niña en el estudio.

Instrumentos

Prueba de percepción del funcionamiento familiar FF-SIL: Instrumento de origen cubano que evalúa cuantitativa y cualitativamente la funcionalidad del sistema familiar en niños y adolescentes en un rango 6 a 18 años de edad a través de las variables: armonía, cohesión, permeabilidad, comunicación, roles, afectividad y adaptabilidad [18]. Además de esto, “permite obtener un diagnóstico de la familia, a través de la percepción de uno de los miembros” [22]. Está constituido por 14 ítems, con cinco posibles respuestas donde solo se podrá marcar una de ellas, como son: casi nunca (1) pocas veces (2) a veces (3) muchas veces (4) siempre (5). Su puntuación va desde 70 a 14 puntos repartidos en cuatro categorías con lo cual se diagnostica la familia en: funcional, moderadamente funcional, disfuncional y severamente disfuncional. Validada en Colombia en 2016 con un Alfa de Cronbach de α=0,859.

Escala de agresividad Cuello y Oros [23]. Tal reactivo está conformado por 22 ítems, los cuáles se clasifican para evaluar dos variables principales: agresividad relacional y agresividad directa. Aplicable a niños y adolescentes desde los 4 a16 años de edad. Para cada ítem existen tres opciones de respuesta (si, a veces y no) que se puntúan de 3 a 1 punto respectivamente, al calificarse la escala se pueden obtener puntajes de un mínimo de 22 y un máximo de 66, que corresponderá a un mínimo o mayor grado de agresividad respectivamente. Se adaptó al español la Escala de Agresión construida por Little, Jones, Henrich y Hawley (2003) con un alfa de Cronbach, que alcanzó un valor de α=0.913.

Los reactivos seleccionados fueron examinados por dos profesionales: la directora de Educación Básica de la Unidad Educativa “Pio X” y el Psicólogo del Departamento de Bienestar Estudiantil. Se realizaron cambios en la redacción de los ítems, con la finalidad de facilitar la comprensión de los menores evaluados [24].

Técnicas de análisis de datos

Para ejecutar el análisis estadístico se utilizó el paquete estadístico de IBM SPSS en versión 25. Una vez obtenidos los datos se procede a realizar un proceso de escrutamiento de respuestas consideradas inválidas, se inicia el análisis mediante estadística descriptiva para los datos sociodemográficos como: edad, sexo, etnia, estrato socioeconómico y tipo de familia. Adicional se realiza el análisis de cada una de las variables para determinar su frecuencia y porcentaje.

A continuación, se usa la prueba de normalidad (Kolmogorov-Smirnof) la que nos ayuda a determinar si existe o no normalidad y establecer el tipo de prueba de correlación a utilizar para la obtención de datos estadísticos. Al obtener variables de distribución anormal se decide aplicar la correlación de Spearman para determinar si existe o no relación entre las dos variables, cuando la significación es inferior a 0,05 si existe correlación significativa y si es mayor a 0,05 no existe correlación significativa.

Procedimiento

Los estudiantes tuvieron el acceso a los reactivos de manera virtual (google forms) debido a la pandemia mundial de Covid-19 que estamos atravesando, con la autorización de la directora de primaria y el apoyo del departamento DECE de la institución educativa. Se aplicó una ficha sociodemográfica a los padres de familia que accedieron que sus hijos formaran parte de la investigación, para obtener datos relevantes que ayudaron al estudio y los instrumentos psicométricos fueron contestados por los niños, para analizar la relación entre el nivel de funcionalidad familiar y conducta violenta. Datos que fueron registrados en las bases de datos del programa estadístico para obtener resultados relevantes de la investigación. Se tuvieron ciertas limitantes como el acceso a servicios tecnológicos que permitiera a los estudiantes responder los reactivos.

Caracterización de la muestra

La muestra está constituida por 130 niños de edades comprendidas entre los 7 y 12 años, con una x̄= 9,16 y una d= 9,00, como se puede ver en la Tabla 1y 2. Respecto al sexo el 73,1% corresponden a hombres y el 26,9% a mujeres.

Tabla 1.
Muestra Utilizada
Media, Mediana, Mínimo y Máximo de la edad de la muestra utilizada.
N Válido 130
Perdidos 0
Media 9,16
Mediana 9,00
Mínimo 7
Máximo 12

La totalidad de participantes se identifican con la etnia mestiza. En relación al estrato socioeconómico el 85,4 pertenecen a un nivel medio y un 14,6% a un nivel medio alto. En cuanto al tipo de familia, el 62,3% pertenecen a una familia nuclear formada por padres e hijos, el 18, 5% a una extensa comprendidas no sólo por padres e hijos sino también abuelos, tíos y primos, el 17,7% pertenecen a una familia monoparental donde los padres se han separado, viudos o divorciados y viven con sus hijos y el 1,5% son reconstituidas en las que uno de los padres tuvo un hijo o varios hijos de una relación anterior y decide rehacer una unión marital y deciden tener hijos propios [19], como se puede ver en la Tabla 2.

Tabla 2.
Datos Sociodemográficos de la muestra utilizada
Datos Sociodemográficos Frecuencia Porcentaje
Edad
7 años 1 0,8
8 años 50 38,5
9 años 36 27,7
10 años 16 12,3
11 años 24 18,5
12 años 3 2,3
Sexo
Hombre 95 73,1
Mujer 35 26,9
Etnia
Mestizo 130 100
Estrato Socioeconómico
Nivel Medio Alto 19 14,6
Nivel Medio 111 85,4
Tipo de Familia
Monoparental 23 17,7
Nuclear 81 62,3
Reconstituida 2 1,5
Extensa 24 18,5

RESULTADOS

Análisis Preliminar de Funcionalidad Familiar

Como se puede observar en la Tabla 3 al analizar el nivel funcionalidad familiar, se ha obtenido que del total de participantes el 47.7% pertenecen a familias funcionales (F = 62), el 29.2% a familias moderadamente funcionales (F = 64) y el 3.1% a familias disfuncionales (F = 4) Demostrando que la mayoría de las personas evaluadas pertenecen a una Familia Moderadamente Funcional.

Tabla 3.
Análisis del nivel de Funcionalidad Familiar
Funcionalidad Familiar
Niveles Frecuencia Porcentaje
Familias Funcionales 62 47,7
Familias Moderadamente Funcionales 64 49,2
Familias Disfuncionales 4 3,1
Total 130 100

Se puede manifestar de acuerdo a los resultados que el 47.7% de los participantes pertenecen a familias funcionales lo que les ha permitiendo una correcta adaptabilidad y armonía en el ambiente familiar y apenas el 3,1% pertenecen a familias disfuncionales donde la comunicación es escaza provocando una incorrecta identificación de roles dentro del hogar [17].

Análisis Preliminar de Conducta Violenta

Como se puede observar en la Tabla 4 al analizar la conducta violenta, se ha obtenido que del total de participantes el 83.1% presentan un nivel de agresividad media (F = 108), el 16.9% un nivel de agresividad Baja (F = 22). Demostrando que la mayoría de las personas evaluadas mantienen agresividad media como factor directo de conductas violentas.

Tabla 4.
Análisis del nivel de agresividad total y según el sexo.
Tabla 4. Análisis del nivel de agresividad total y según el sexo. Escala de Agresividad
Sexo Mujer Hombre Nivel de Agresividad Total
Nivel de Agresividad Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Baja 3 2,3 19 14,6 22 16,9
Media 32 24,6 76 58,5 108 83,1
Total 35 26,9 95 73,1 130 100

Se puede manifestar de acuerdo a los resultados que el 83.1% de los participantes presentan agresividad media, de los cuales el 24.6 % son mujeres y el 58.5% son hombres, lo que involucra actos de impulsividad que pretenden herir de alguna manera alguien más y apenas el 16.9% agresividad baja, de los cuales el 2.3% son mujeres y el 14.6% son hombres, es decir controlan sus emociones y mantienen un ambiente de armonía. La mayoría de los participantes al demostrar un nivel de agresividad media son propensas a estar inmersos en problemas de conducta violenta que pueden afectar directamente en sus esferas personal y social [18].

Tabla 5.
Análisis del nivel de agresividad según el sexo
Sexo Mujer Hombre
Nivel de Agresividad Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
Baja 3 8.6% 19 20%
Media 32 91.4% 76 80%
Total 35 100% 95 100%

Se puede manifestar de acuerdo a los resultados que el 91.4% de las mujeres participantes presentan agresividad media y el 8.6% agresividad baja, mientras que el 80% de los hombres participantes presentan agresividad media y el 20% agresividad baja, es decir que el sexo no representa una diferencia específica en el nivel de agresividad a pesar de que las mujeres tienen una ligera tendencia a ser más agresivas que los hombres.

Análisis de Correlación

Como se puede observar en la Tabla 6 al correlacionar el nivel funcionalidad familiar y su relación con el factor agresión mediante la prueba de Spearman se ha obtenido (p = -0,101), Además se ha obtenido la relación entre Comunicación y Agresividad se demostró que es inversa (p =-,240) así como entre Armonía y agresión directa (p=-,225), comunicación y agresión directa (p=-,312), visible en la Tabla 5 y 6.

Tabla 6.
Correlación Significativa entre factores del nivel de funcionalidad familiar y el nivel de agresividad
Correlación Significativa
Factores Comunicación Agresión directa
Agresividad -.240** .742**
Armonía .664** -.225*
Comunicación 1.000 -.312**
Agresividad relacional .257**

*La correlación es significativa en el nivel0.01 (bilateral)

**La correlación es significativa en el nivel0.05 (bilateral)

Tabla 7.
Correlación de Variables y sus Componentes de Funcionalidad Familiar y Agresividad
Correlación de Variables y Componentes
Funcionalidad Familiar Conductas Violentas Cohesión Armonía Comunicación Permeabilidad Afectividad Roles Adaptabilidad Agresividad Relacional Agresividad Directa
Funcionalidad Familiar 1 -0.101 .598** .779** .778** .611** .546** .348** .737** 0,031 -0.161
Conductas Violentas 1 0.063 -0.096 -.240** 0.009 0.132 0.06 -0.148 .807** .742**
Cohesión 1 .425** .321** .253** .529** 0.008 .269** 0.106 0.052
Armonía 1 .664** .364** .431** .310** .447** 0.049 -.225*
Comunicación 1 .335** .442** .301** .575** -0.059 -.312**
Permeabilidad 1 .184* .175* .439** 0.043 0.017
Afectividad 1 0.131 .253** .203* -0.014
Roles 1 .250** 0.162 -0,073
Adaptabilidad 1 -0.06 -0.167
Agresividad relacional 1 .257**
Agresividad directa 1

*La correlación es significativa en el nivel0.01 (bilateral)

**La correlación es significativa en el nivel0.05 (bilateral)

El nivel de funcionalidad familiar no se relaciona significativamente con la conducta violenta en niños; sin embargo, la relación entre los niveles de agresividad y el factor de comunicación es significativa estadísticamente, obteniendo que, el nivel elevado de comunicación familiar se relaciona a un nivel bajo de agresividad. Por último, la relación entre la agresividad directa y el factor armonía de funcionalidad familiar es significativo.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

La familia es la institución básica que influye en el desarrollo emocional y brinda los cimientos para el desarrollo social de cada uno de los integrantes [16]. En una familia disfuncional hay competencia entre sus miembros y rivalidad: se relacionan luchando por el poder haciendo a los hijos partícipes e intermediarios de sus problemas de pareja [25]. Ello impacta a los hijos y desencadenan en ambientes familiares llenos de violencia, conductas violentas y falta de comunicación. [26].

Los resultados obtenidos en este trabajo, demuestran que, del total de la muestra estudiada el 3.1% de las familias objeto de estudio presentan disfuncionalidad, representado en un problema social de gran magnitud que afecta el comportamiento de los escolares con repercusiones a nivel físico, psicológico y de convivencia [27].

Frente a la variable niveles familiares de funcionalidad/ disfuncionalidad, se concluye que el 47.7% de los participantes pertenecen a familias funcionales y apenas el 3,1% pertenecen a familias disfuncionales, donde en su mayoría muestran una correcta adaptabilidad y armonía en el ambiente familiar. Mientras que al analizar la variable conducta violenta, se ha obtenido que del total de participantes el 83.1% presentan un nivel de agresividad media, el 16.9% un nivel de agresividad baja. Al realizar un análisis por diferencia de sexo la variable conducta violenta se obtiene que el 91.4% de las mujeres participantes presentan agresividad media, mientras que el 80% en hombres, sin embargo, se sigue demostrando que la mayoría de los menores evaluados mantienen agresividad media como factor directo de conductas violentas [18].

A pesar de que la muestra estudiada presenta un alto nivel de funcionalidad familiar, los niveles de agresividad media son elevados; estos resultados se contradicen a la hipótesis planteada en la investigación y se podría analizar la posibilidad de otras variables determinen la manifestación de conductas violentas en niños como: el coeficiente intelectual, capacidad de adaptación, nivel resiliencia entre otros, ya que el nivel de funcionalidad familiar no influye de manera significativa. Sin embargo, factores que determinan el nivel de funcionalidad familiar como: la comunicación y la armonía familiar resultan significativos en la investigación, por lo que es necesario potencializar a las familias como primera fuente de valores y formación de la infancia y se propone insistir en educar en la resolución pacífica de conflictos en el seno de la familia como una alternativa para enfrentar el notorio problema de conducta violenta [28].

El nivel de funcionalidad familiar no se relaciona significativamente con la conducta violenta en niños. Sin embargo, la relación entre los niveles de agresividad y el factor de comunicación es estadísticamente significativo (Sig.=-,240), obteniendo que a un elevado nivel de comunicación familiar se relaciona a un nivel bajo de agresividad, podríamos suponer que al potencializar la comunicación familiar se reduciría el riesgo de generar conductas violentas. Por último, la relación entre la agresividad directa y el factor armonía de funcionalidad familiar es estadísticamente significativo (Sig.=-,225), lo que conlleva determinar la importancia de mantener una correcta y adecuada correspondencia entre los intereses y necesidades individuales con los de la familia en un equilibrio emocional positivo.

Estos datos coinciden con estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en los que se informó que en las familias disfuncionales se presentan con mayor frecuencia niveles importantes de daños biopsicosociales en los escolares, lo cual perjudica en su proceso de madurez [9,10]; las familias con disfuncionalidad severa mostraron 1,4 veces más riesgo que las familias con disfuncionalidad moderada [29].

Estas conductas conllevan la afectación de dos principales categorías de la funcionalidad familiar, como la comunicación y armonía, lo cual trae como consecuencia la inmadurez emocional y el desinterés por solucionar conflictos de manera pacífica [30]. Los conceptos anteriores coinciden con los resultados de este estudio, en el que la mayoría de los integrantes (71 %) de las familias casi nunca se ayudan por presentar deficiencias en la dimensión de comunicación de las relaciones familiares [31].

En otro estudio, un mayor número de varones, en comparación con las mujeres, admitió presentar conductas agresivas, como pelearse con otros (con golpes, insultos o palabras ofensivas) [32]. Estos datos se asemejan a los encontrados en este estudio, en el que el mayor número de escolares eran varones (73.1 %), y de estos el 68 % marca un nivel de agresividad media.

La familia es vista aún como una institución que influye en los valores y formas de conducta, valores que contribuyen en la madurez y autonomía de sus hijos [18], de ahí la importancia de abordar la problemática del menor desde distintos contextos, especialmente el de la familia [33].

FUENTES DE FINANCIAMIENTO

La investigación no fue financiada por ningún tipo de organismo.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS

No existe conflicto de intereses.

APORTE DEL ARTÍCULO EN LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN

Este artículo aporta en el estudio de problemáticas de grupos vulnerables que afectan la salud y su bienestar, los niños son considerados un grupo vulnerables que necesitan protección para su normal desarrollo y al identificar problemáticas como disfuncionalidad familiar que puede originar conductas violentas en edades tempranas, permite realizar un pronóstico a tiempo y corregir la conducta anómala que habitualmente suele predecir otras patologías psicológicas en la edad adulta.

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE CADA AUTOR

Gissela Padilla Meléndez, idea de investigación, redacción, modelación, análisis de datos y obtención de resultados. Catherine Shuguli Zambrano, revisión de análisis estadístico, revisión de resultados y revisión de redacción.

NOTA BIOGRÁFICA

Gissela Padilla Meléndez. ORCID iD Importar imagen https://orcid.org/0000-0003-0157-6549 Es maestrante de la Pontificia Universidad Católica Sede Ambato. Obtuvo su título en Psicología Clínica en la Universidad Técnica Ambato. Su línea de investigación es en conductas de riesgo y salud mental. Actualmente labora como Psicóloga Clínica en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), provincia de Bolívar, país Ecuador.

Catherine Shugulí Zambrano. ORCID iD Importar imagen https://orcid.org/0000-0001-7640-7577 Es investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Ambato. Obtuvo su título en Psicología Clínica en la Universidad Nacional de Chimborazo, tiene una maestría en Psicología Clínica. Su línea de investigación es en Evaluación e intervención clínica psicológica. Actualmente es investigadora/docente titular en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador sede Ambato, país Ecuador.

Agradecimientos

Agradezco a las instituciones y sus autoridades que han colaborado en el desarrollo de la investigación: Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Ambato y Unidad Educativa Pio X de la Ciudad de Ambato.

REFERENCIAS

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