Articulos
Recepción: 22 Abril 2022
Aprobación: 22 Abril 2022
Resumen: El pensamiento crítico es una de las capacidades cognitivas que desarrolla el ser humano a lo largo de su vida. Hoy en día, el pensamiento crítico parece no tener la misma relevancia y promoción como sí la tienen la inteligencia emocional, la empatía, la comunicación asertiva, la resolución de problemas, entre otras habilidades blandas. El pensamiento crítico sigue siendo una capacidad vital para el progreso de los individuos y de las sociedades donde estos participan. Si bien la resolución de problemas es parte del pensamiento crítico, no es su única función y único beneficio. Este ensayo pretende mostrar al lector una conceptualización básica del pensamiento crítico, la importancia de su inclusión en la educación formal, el aporte que da en el desarrollo humano y su utilidad en diferentes ámbitos donde el estudiante se desenvuelve a lo largo de su vida.
Palabras clave: Aptitud de aprendizaje, Pensamiento critico, Inteligencia emocional, Inteligencias múltiples, Cognición, Calidad de vida.
Abstract: Critical thinking is one of the cognitive skills that human beings develop throughout their lives. Today, critical thinking does not seem to have the same relevance and promotion as emotional intelligence, empathy, assertive communication, and problem solving, among other soft skills. Critical thinking remains a vital capacity for the progress of individuals and the societies in which they participate. While problem solving is part of critical thinking, it is not its only function and only benefit. This essay aims to show the reader a basic conceptualization of critical thinking, the importance of its inclusion in formal education, the contribution it makes to the intellectual and social development of students and its usefulness in different areas where they will develop throughout their lives.
Keywords: Learning aptitude, Critical thinking, Emotional intelligence, Multiple intelligences, Cognition, Quality of life.
Introducción
El ser humano desarrolla diferentes capacidades a lo largo de su vida, entre estas se encuentra el pensamiento crítico. El pensamiento crítico o PC, como se puede encontrar en la literatura que lo aborda, se puede identificar como el pensamiento reflexivo razonado (Ennis, 2005), que nos ayuda a discernir sobre qué hacer y/o creer. Según Prieto (2018), el pensamiento crítico también es relevante para el desarrollo del individuo, pues lo dota de autonomía y le sirve para lograr una vida realizada. Por lo tanto, se puede visualizar la necesidad de promocionar y desarrollar una capacidad tan crucial para él.
Desarrollo
La educación formal, entendida como la que brindan las instituciones de formación y enseñanza, que se encuentran estructuradas de una manera jerárquica y oficial (Trilla, 1993, como se citó en Soto y Espido, 1999), debe ser una de las vías importantes (por no decir la primera) para el desarrollo y la promoción del pensamiento crítico en individuos desde edades tempranas. Siguiendo esta misma línea, Prieto (2018) refiere que “la formación de personas críticas ha de ser un objetivo central de los sistemas de educación contemporáneos” (p. 174). Según Kiyomi (2007), las instituciones educativas, como la escuela, tienen el desafío de garantizar el desarrollo del pensamiento crítico en las aulas desde los primeros años en que los estudiantes empiezan su formación académica. Si bien la educación formal prepara al estudiante para incorporarse a la dinámica del mercado laboral, su principal objetivo es que los estudiantes obtengan autonomía intelectual (López, 2012), es decir, no solo enfocarse en darle una serie de conocimientos que servirán en su futura incorporación como profesional al mercado laboral, sino también generar la capacidad para poder enriquecerse intelectualmente de dicho conocimiento.
La percepción general sobre aquellas personas con un pensamiento crítico desarrollado es que tengan habilidades de razonamientos más abstractos, tales como la filosofía, que también son de utilidad en ámbitos académicos, en la investigación académica y científica, etc. Pero no se debe de perder de vista el papel humanizante del pensamiento crítico (Patiño, 2014), pues se torna sensible a los demás y mantiene una visión global de las situaciones y los contextos donde se desenvuelve. En relación con lo anterior, un estudiante que desarrolla el pensamiento crítico desde temprana edad se convierte en una persona ética, autónoma y autorregulada (Patiño, 2014). Por lo tanto, es una persona ética porque forja un sentido de justicia y de lo correcto y se compromete a defender estos ideales; es autónoma porque puede llegar a hacer y decidir por sí misma, según los límites de su razón; y es autorregulada porque tiene control de sí misma, es decir, control sobre sus emociones, sus acciones y sus pensamientos.
Todo lo anteriormente expuesto allana el camino para determinar que el pensamiento crítico también aporta utilidad para diferentes escenarios que deberá de enfrentar esta persona, tales como el trabajo; consigo misma y con los demás. En primer lugar, las nuevas disposiciones del mercado laboral exigen personal que se mantenga en un aprendizaje continuo, componente relacionado con el pensamiento crítico (Aguilar, Alcántara y Braun, 2020). En segundo lugar, el pensamiento crítico se vuelve una capacidad esencial a la hora de planificar con miras al futuro y en la resolución de problemas desde lo cotidiano hasta lo más complejo (Aguilar, Alcántara y Braun, 2020). Y, en tercer lugar, una persona crítica lleva a cabo acciones que benefician tanto a los demás como a sí mismo, pues razona con base en las diferentes posibilidades para la toma de decisiones (Aguilar, Alcántara y Braun, 2020).
Conclusión
Se puede concluir que la promoción y el desarrollo de la capacidad de pensamiento crítico en los estudiantes, dentro del sistema educativo formal, es imprescindible para cimentar las bases de un ciudadano que puede mejorar la sociedad en la que vive (Prieto, 2018). Además, pone en el punto de mira el papel que deben de tener las instituciones educativas. Ya lo hacía Ernesto Sabato en su libro Hombres y engranajes, publicado en 1951, donde, en su ensayo sobre el “superestado”, recuerda la creencia que se tenía en el siglo XIX sobre la educación: “Cuando todos supieran leer y escribir estaría asegurado para siempre el reinado de la razón y de la democracia” (p. 33), a lo cual llama un mito y se pregunta para qué educar. Según se puede constatar con los eventos subsiguientes al siglo XIX y en la actualidad, saber leer y escribir no ha sido suficiente, y preparar al estudiante solo para incorporarse al mercado laboral tampoco es la vía más adecuada para lograr tal ideal. En consecuencia, se debe de repensar que hay que brindar capacidades, desde la educación, que hagan de la persona un ser intelectualmente independiente, que sepa discriminar las ideas propias y las de los demás, que pueda buscar soluciones en beneficio de sus pares y de sí mismo, pero sobre todo que sea una persona libre de decidir y pensar por sí misma.
Referencias
Aguilar Vargas, L. R. I., Alcántara Llanas, I. T. y Braun Mondragón, K. M. (julio- diciembre, 2020). Impacto del pensamiento crítico en las habilidades para el campo laboral. Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades, 7(2), 166-174. https://revistacientifica.uamericana.edu.py/index.php/academo/article/view/348/329
Ennis, R. (2005). Pensamiento crítico: Un punto de vista racional. Revista de Psicología y Educación, 1(1), 47-64. https://www.revistadepsicologiayeducacion.es/pdf/5.pdf
López Aymes, G. (enero-diciembre, 2012). Pensamiento crítico en el aula. Docencia e Investigación. (22), 41-60. https://www.educacion.to.uclm.es/pdf/revistaDI/3_22_2012.pdf
Moromizato Izu, R. K. (julio-diciembre, 2007). El desarrollo del pensamiento crítico creativo desde los primeros años. Revista El Ágora USB, 7(2), 311-321. https://www.redalyc.org/pdf/4077/407748997010.pdf
Patiño Domínguez, H. A. M. (2014). El pensamiento crítico como tarea central de la educación humanista. Didac, 64, 3-9. https://bit.ly/3CHK65o
Prieto Galindo, F. H. (2018). El pensamiento crítico y autoconocimiento. Revista de filosofía, 74, 173-191. https://bit.ly/36f7PxB
Sábato, E. R. (1951). Hombres y engranajes. http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2012/LYM/homb_engSaba.pdf
Soto Fernández, J. R. y Espido Bello, X. E. (1999). La educación formal, no formal e informal y la función docente. Innovación Educativa, (9), 311-323. https://bit.ly/3KFzXsL