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Estilos de vida de estudiantes de medicina durante la pandemia de 2020, en Venezuela. El aislamiento: ¿amigo o enemigo?

LIFESTYLES OF MEDICINE STUDENTS DURING THE 2020 PANDEMIC, IN VENEZUELA. ISOLATION: FRIEND OR ENEMY?

Andrea Valentina Medina-Contreras
Universidad de Los Andes, Venezuela
Natalia Patricia Sulbarán-Rodríguez
Universidad de Los Andes, Venezuela
Francisco Javier Zapata-Bravo
Universidad de Los Andes, Venezuela
Esther Patricia Monsalve-Díaz
Universidad de Los Andes, Venezuela
Alexandra Stefania Dewdney-Labrador
Universidad de Los Andes, Venezuela
Joan Fernando Chipia Lobo
Universidad de Los Andes, Venezuela

Revista GICOS

Universidad de los Andes, Venezuela

ISSN-e: 2610-797X

Periodicidad: Semestral

vol. 6, núm. 1, 2021

gicosrevista@gmail.com

Recepción: 10 Noviembre 2020

Aprobación: 15 Diciembre 2020



Resumen: Objetivo: evaluar el perfil estilo de vida de los estudiantes de la carrera de medicina de las diferentes universidades de Venezuela, según sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena, número de veces que sale a la semana, en el período de mayo a agosto del 2020. Metodología: enfoque cuantitativo; tipo evaluativo, diseño no experimental y transversal, a través del cuestionario Perfil de Estilo de Vida (PEPS-I) de Pender (1996) aplicado por medio de Formularios de Google. Muestra de 680 estudiantes universitarios mayores de 18 años de la Carrera de Medicina en Venezuela. Resultados: 73,5% de la muestra fue de sexo femenino y 26,5% masculino, edad 21,95 ± 2,5 años, el puntaje del estilo de vida indica 20,6% en nivel alto, 75% medio, y 4,4% bajo. Se encontró significancia estadística cuando se relacionó el promedio de estilos de vida con las variables: universidad (p<0,001), región de estudio (P<0,001), tipo de cuarentena (P<0,038), y número de veces que la persona sale a la semana en cuarentena (p=0,0023). Conclusiones: 3 de cada 4 estudiantes de medicina en Venezuela poseen un estilo de vida medio. Se determinó que los estilos de vida más altos corresponden a los estudiantes de la Universidad de Los Andes, estudiantes cuyos núcleos o centros de estudios están en la región Andina del país, estudiantes que no cumplían la cuarentena y estudiantes que salían de sus hogares de forma más recurrente; esto último explica que la cuarentena tiene un efecto negativo en el estilo de vida estudiantil.

Palabras clave: estilos de vida, pandemia, COVID-19, estudiantes de medicina, Venezuela.

Abstract: Objective: evaluate the lifestyle profile of medical students from the different universities in Venezuela, according to sex, age group, university, region where they study, stage of the career, type of quarantine, number of times they leave per week, in the period from May to August 2020. Methodology: quantitative approach; evaluative type, non-experimental and cross-sectional design, through the Life Style Profile questionnaire (PEPS-I) by Pender (1996) applied through Google Forms. Sample of 680 university students over 18 years of age of Medicine in Venezuela. Results: 73.5% of the sample was female and 26.5% male, age 21.95 ± 2.5 years, the lifestyle score indicates 20.6% at high level, 75% medium, and 4.4% low. Statistical significance was found when the average lifestyles were related to the variables: university (p <0.001), study region (P <0.001), type of quarantine (P <0.038), and number of times the person leaves per week in quarantine (p = 0.0023). Conclusions: 3 out of 4 medical students in Venezuela have an average lifestyle. It was determined that the highest lifestyles correspond to students of the University of Los Andes, students whose nuclei or study centers are in the Andean region of the country, students who did not comply with quarantine and students who left their homes in a way more recurrent; the latter explains that the quarantine has a negative effect on the student lifestyle.

Keywords: lifestyles, pandemic, COVID-19, medical students, Venezuela.

INTRODUCCIÓN

El 11 de marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020b) declaró como pandemia a la COVID-19. Dos días después, el gobierno de Venezuela suspendió eventos públicos y aglomeraciones (República Bolivariana de Venezuela, 2020) y el 23 de marzo, se estableció la radicalización de una cuarentena voluntaria por tiempo indefinido. Estas acciones se encuentran en concordancia con las decisiones tomadas por múltiples países, quienes, en ausencia de un tratamiento definitivo contra la enfermedad, han decido acatar la estrategia mundial de respuesta contra la COVID-19 presentada por la OMS, aplicando medidas generalizadas que refuerzan el confinamiento en masa. Sin embargo, como resaltan Balanzá–Martínez, Atienza–Carbonell, Kapczinski, y De Boni (2020), dichas medidas pueden modificar, para mejor o para peor, los estilos de vida de las personas aisladas.

Es preciso señalar que los estilos de vida son patrones de comportamiento que tienden a permanecer en el tiempo y son influenciados por variables personales y factores socioculturales (Suescún-Carrero et al., 2017; Vijil, Valeriano y Espinoza, 2018). Dichos patrones actúan como factores protectores o de riesgo a la salud (Vijil et al., 2018), cuyos efectos se observan y acentúan a largo plazo (Bastías y Stiepovich, 2014). Por su parte, Larsson, Kaluza y Wolk (2017) indicaron que los estilos de vida saludables pueden aumentar remarcablemente la esperanza de vida y el bienestar, mientras que Balanzá–Martínez et al. (2020) reportaron que los estilos de vida poco saludables representan la fuerza impulsora de la morbilidad a nivel mundial.

Por consiguiente, las medidas de confinamiento pueden frenar la transmisión de la COVID-19 (OMS, 2020a), no obstante, representan una interrupción súbita del estilo de vida de las personas. Ello, junto a la incertidumbre, la desinformación y la poca experiencia ante circunstancias de pandemia (Mian y Khan, 2020), podrían desencadenar comportamientos poco saludables en la población mundial.

Ahora bien, la OMS (2020c) destaca la crucial importancia de una adecuada nutrición para la salud, particularmente para que el sistema inmune sea resistente a las infecciones, convirtiéndose en un pilar decisivo en la actual situación. Sin embargo, Ammar et al. (2020) describieron cómo el aumento en las horas de encierro conlleva a la ansiedad y la apatía, factores que predisponen la adopción de malos hábitos alimenticios; también indicaron que la limitación de la actividad física al aire libre o en centros deportivos acrecienta el comportamiento sedentario, lo cual puede aumentar la vulnerabilidad a diferentes condiciones crónicas como envejecimiento biológico, síndrome metabólico, baja aptitud cardiorrespiratoria, cáncer, depresión y ansiedad, entre otras; por ende, el sedentarismo podría alterar casi cada célula, órgano y sistema del cuerpo, aseveración que reafirman Booth, Roberts, y Laye (2012) cuando destacan que la actividad física es un requisito sine qua non para preservar la existencia humana. Conjuntamente, Majumdar, Biswas y Sahu (2020) realizaron una encuesta virtual que señaló un incremento en el uso de aparatos electrónicos en el presente escenario trayendo como consecuencia una disminución en la calidad del sueño, efecto perjudicial que también anticiparon Huang y Zhao (2020). Según Medic, Wille y Hemels (2017) dicha afección del periodo de descanso está relacionada a corto plazo con depresión, ansiedad, dolor, mayor susceptibilidad al estrés, déficit de la cognición, la memoria y el rendimiento; y a largo plazo con hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, dislipidemia, aumento de peso, síndrome metabólico y diabetes mellitus tipo 2. Por último, desde el punto de vista psíquico, el confinamiento puede intensificar los sentimientos de soledad y aislamiento relacionados con el uso de drogas y trastornos como la ansiedad y la depresión, lo que podría ocasionar secuelas como trastorno por estrés postraumático (Balanzá–Martínez et al., 2020).

Previo a la propagación del SARS-Coronavirus-2, los universitarios ya eran catalogados como un grupo vulnerable a desarrollar inadecuados estilos de vida, dado que esta etapa de formación profesional se ve marcada por altos estándares académicos, largas jornadas de estudio, independencia familiar, desafíos económicos y crecimiento laboral; lo que implica cambios psicológicos, sociales y económicos (Sánchez-Ojeda y Luna-Bertos, 2015).

Asimismo, pese a lo paradójico que parezca, Cedillo-Ramírez et al. (2016) realizaron una revisión bibliográfica con el objetivo de revelar el impacto de los estilos de vida en estudiantes universitarios de las ciencias de la salud, incluyendo 33 artículos en su estudio, concluyeron que la mayoría de los estudiantes de este grupo no aplican los conocimientos que adquieren a lo largo de su carrera con respecto a la promoción y prevención de su salud personal, ya que la mayoría presenta: obesidad, dietas desequilibradas, limitada ejercitación, problemas de salud mental, y consumo de drogas; factores que influyen en su calidad de vida.

De igual forma, Suescún-Carrero et al. (2017) realizaron un estudio de tipo descriptivo de corte transversal, con el objetivo de identificar estilos de vida saludables en estudiantes del programa de Terapia Respiratoria de la Universidad de Boyacá-Colombia. Con una población y muestra de 109 estudiantes, se aplicó un instrumento de salud y nutrición sobre hábitos de vida saludables y se determinaron medidas antropométricas (peso y talla). Se encontró como resultado que el 61,5% de los estudiantes no poseen un estilo de vida sano, además la escasa actividad física y periodos de sueño inadecuados, eran comunes en los encuestados.

Por su parte, Vijil et al. (2018) desarrollaron un estudio con el objetivo de caracterizar el estilo de vida de los estudiantes de medicina en internado rotatorio según sexo y rotación cursada en el Hospital Mario Catarino Rivas, San Pedro Sula-Honduras. Para ello, utilizaron el Cuestionario de Perfil de Estilo de Vida (PEPS-I), siendo un estudio cuantitativo, transversal y descriptivo. Con una población de 275 estudiantes, de los cuales se extrajo una muestra de 118 participantes. Los resultados arrojaron que el 50% de la muestra posee un estilo de vida medio, el género no influyó en el estilo de vida, pero en dos rotaciones predomino un estilo de vida alto entre los estudiantes. Aun así, el punto más débil de los encuestados fue el déficit en la actividad física.

En lo referente a la población universitaria venezolana Angelucci, Cañoto y Hernández (2017) realizaron una investigación transversal, explicativa, de diseño prospectivo; con el objetivo de determinar la influencia del estilo de vida, el sexo, la edad y el índice de masa corporal sobre la salud física y psicológica de jóvenes universitarios. Con este fin, procedieran a aplicar: (1) el cuestionario de salud general de Goldberg de 28 ítems (GHQ-28), (2) una escala de salud física percibida, y (3) una escala de estilo de vida saludable; además determinaron el índice de masa corporal y llenaron una hoja con datos de identificación. La muestra fue de 312 estudiantes de diferentes años y carreras de una universidad privada de Caracas-Venezuela. Como resultados relevantes se evidencio que los estudiantes gozan de buena salud en general, solo 33% manifestaron sentirse “enfermos” y se obtuvo bajos niveles de malestar psicológico, a pesar de tener una alimentación, actividad física, hábitos de sueño y frecuencia de chequeos médicos cuanto menos inadecuados. Aquellos estudiantes de menor edad o con peores estilos de vida fueron los más afectados en las diferentes dimensiones, y se encontró mayor proporción de ansiedad en las mujeres.

Dadas las consideraciones de las investigaciones señaladas, se construyó este trabajo de investigación, el cual tiene por objetivo evaluar el perfil de estilo de vida de los estudiantes de la carrera de medicina de las diferentes universidades de Venezuela, según sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena, número de veces que sale a la semana, en el período de mayo a agosto del 2020.

METODOLOGÍA

Planteamiento de la investigación: enfoque cuantitativo; tipo evaluativo, diseño no experimental y transversal, se utilizó para la recolección de datos el cuestionario Perfil de Estilo de Vida (PEPS-I) de Pender (1996).

Variables de la investigación: estilos de vida, sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena, número de veces que sale a la semana.

Población y muestra: la población considerada fueron los estudiantes universitarios mayores de 18 años sin distinción de sexo de la Carrera de Medicina en Venezuela, dado que no se tiene exactitud del número total, por ende, se calculó el tamaño de la muestra tomando una población infinita, precisión del 50%, nivel de confianza del 99% y error muestral de 5%, arrojando un total mínimo de 664 estudiantes. Los participantes que conformaron la muestra final fueron 680 estudiantes universitarios mayores de 18 años de la Carrera de Medicina en Venezuela que tuvieron la voluntad de responder el cuestionario.

Procedimiento de recolección de datos: se construyó un cuestionario en Formularios de Google desde el 14 de mayo hasta el 14 de agosto de 2020, el cual se dividió en tres secciones: en una primera sección se informa al participante el objetivo principal del estudio, así como las instrucciones de llenado del cuestionario y las consideraciones éticas a cumplir, con el fin de que el sujeto continúe su participación bajo su consentimiento. En la segunda sección se recopilan datos personales (edad y sexo), académicos (universidad, sede de procedencia y periodo lectivo en curso), e indicativos de la forma y cumplimiento de la cuarentena llevada a cabo. Finalmente, la tercera sección corresponde al cuestionario de estilos de vida PEPS-I de Pender (1996), cuya confiabilidad se reporta con valores de coeficiente alfa de Cronbach de 0.927 y su validez según la prueba KMO caracteriza el instrumento como notable. Se representan 06 dimensiones o subescalas: Nutrición (6 ítems), Ejercicio Físico (5 ítems), Responsabilidad en salud (10 ítems), Manejo del estrés (7 ítems), Soporte interpersonal (7 ítems), y Autoactualización (13 ítems). Cada ítem requiere una respuesta del participante en base a una escala de Likert, de acuerdo a la frecuencia con la que efectúa las actividades descritas en el enunciado, siendo los puntajes posibles: 1 (“Nunca”), 2 (“A veces”), 3 (“Frecuentemente”) y 4 (“Rutinariamente”). La suma de las respuestas a cada ítem da como resultado el puntaje total de cada participante, definiendo su nivel de estilo de vida según los siguientes intervalos: Alto (132 a 192 puntos), Medio (108 a 131 puntos) y Bajo (48 a 107 puntos).

Análisis de datos: se utilizó el programa SPSS versión 24.0. Descriptivamente, se calcularon frecuencias y porcentajes de las variables cualitativas, y a las variables cuantitativas, se les calculó media aritmética, desviación típica, error típico de la media, coeficiente de asimetría de Pearson y Curtosis; inferencialmente, se empleó la prueba paramétrica t de Student de muestras independientes, y se aplicó la prueba no paramétrica U de Mann Whitney.

RESULTADOS

En la encuesta participaron 680 estudiantes de ocho universidades venezolanas: Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA), Universidad de Carabobo (UC), Universidad de Los Andes (ULA), Universidad de Oriente (UDO), Universidad del Zulia (LUZ), Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM) y Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG).

En la tabla 1 se observa que el 73,5% de los encuestados fue del sexo femenino y el 26,5% masculino, de los cuales el 72,8% se categorizan como adultos de menor edad (entre 18 y 23 años) y el restante 27,2% como adultos de mayor edad (entre 24 y 29 años), las edades de los estudiantes estuvieron comprendidas entre 18 y 29 años, con un promedio de 21,95 años, un error típico de la media de 0,096 años y una desviación estándar de 2,5 años, con una distribución de forma asimétrica hacia valores negativos (0,466) y una curtosis platicúrtica (-0,285). Así mismo, la mayor parte (66,6%) son estudiantes de la etapa pre-clínica de la carrera (de primer a tercer año). En cuanto a los estilos de vida 140 obtuvieron un puntaje alto (20,6%), 510 medio (75%), y 30 bajo (4,4%). Al relacionar las variables sexo P (0,052), grupo etario P (0,148), y etapa cursante de la carrera P (0,605) con el puntaje promedio obtenido del cuestionario de estilos de vida de Pender (PEPS-I) no se observaron diferencias estadísticamente significativas, por tanto, los valores promedios de los estilos de vida de las personas son iguales para el sexo, el rango de edad y la etapa cursante de la carrera.

Por otro lado, se registró una participación mayor de estudiantes de la Universidad de Los Andes (n= 285), seguida de otras siete universidades nacionales (n= 395), así mismo, la mayor población se encontraba estudiando en universidades con núcleos en la región andina (Mérida, Táchira, Trujillo y Barinas) (n= 321) y el resto se encontraba distribuida en las demás regiones del territorio nacional (n= 359). Al hablar del tipo de cuarentena que estaban realizando los participantes al momento de llevar a cabo el cuestionario, el 94,7% estaba cumpliendo la cuarentena, mientras que el 5,3% no estaba cumpliendo la cuarentena o se encontraba prestando servicio en sectores esenciales como salud, transporte, alimentación o comunicaciones. También se observó que la mayor parte de los estudiantes salían una vez a la semana de sus hogares o no habían salido en absoluto durante el aislamiento (61,2%). Cuando se relacionó el promedio de estilos de vida con las variables: universidad (p<0,001), región de estudio (p<0,001), tipo de cuarentena (p=0,038), y número de veces que la persona sale a la semana en cuarentena (p=0,0023), se encontraron diferencias estadísticamente significativas, siendo mayor el puntaje promedio obtenido por los estudiantes de la ULA y de la región andina, así como aquellos que no se encontraban cumpliendo la cuarentena o los que salían de manera más recurrente a la semana.

Tabla 1
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana, relacionado con el puntaje promedio obtenido en el cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida Puntaje Total
Variables N (%) Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 500 (73,5%) 127,12 19,095 0,052 ǂ
Masculino 180 (26,5%) 130,40 18,484
Grupo etario Adultos de menor edad ƚ 495 (72,8%) 127,35 18,301 0,148 ǂ
Adultos de mayor edad ƚ 185 (27,2%) 129,70 20,633
Universidad Universidad de Los Andes 285 (41,9%) 132,80 19,045 <0,001*
Otras 395 (58,1%) 124,52 18,177
Región donde estudia Región andina 321 (47,2%) 131,75 19,224 <0,001*
Otras regiones 359 (52,8%) 124,63 18,129
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica ¤ 453 (66,6%) 128,31 18,862 0,605 ǂ
Clínica ¤ 227 (33,4%) 127,35 19,229
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 644 (94,7%) 127,66 18,873 0,038**
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 36 (5,3%) 134,00 20,088
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 421 (61,9%) 126,58 19,111 0,023**
De 2 a 7 días 259 (38,1%) 130,28 18,566
Notas: * Existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la Prueba t de Student para muestras independientes al 95% de significancia. ** Existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia. Ƚ Adultos de menor edad son los encuestados de 18 a 23 años, y adultos de mayor edad son los encuestados de 24 a 29 años. ¤ Etapa preclínica abarca de primer a tercer año, y la etapa clínica abarca de cuarto a sexto año. ǂ Resultados obtenidos a través de la prueba U de Mann-Whitney

En la Tabla 2 se detalla cómo al relacionar el puntaje obtenido en la dimensión “Nutrición” del cuestionario PEPS-I con las variables sexo, etapa cursante de la carrera, el tipo de cuarentena llevada a cabo, el número de veces que sale a la semana, no se observaron diferencias estadísticamente significativas. En cuanto al promedio de nutrición relacionado al grupo etario, se observaron diferencias estadísticamente significativas (p=0,019), siendo un poco más elevado el promedio obtenido por los adultos de mayor edad. Así mismo, se observó una mayor puntuación media por parte de los alumnos de la ULA (p<0,001) y los estudiantes de la región andina (p<0,001) al relacionar estas variables con el promedio de nutrición.

Tabla 2.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana, relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Nutrición” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Nutrición
Variables Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 17,07 3,405 0,523
Masculino 16,86 3,358
Grupo etario Adultos de menor edad 16,83 3,418 0,019*
Adultos de mayor edad 17,50 3,279
Universidad Universidad de Los Andes 17,74 3,252 <0,001*
Otras 16,49 3,396
Región donde estudia Región andina 17,54 3,270 <0,001*
Otras regiones 16,55 3,435
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 17,00 3,389 0,744
Clínica 17,04 3,405
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 16,97 3,407 0,167
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 17,72 3,058
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 16,91 3,475 0,427
De 2 a 7 días 17,18 3,252
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

En la Tabla 3 se detalla cómo al relacionar las variables grupo etario, etapa cursante de la carrera y tipo de cuarentena con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Ejercicio” del cuestionario PEPS-I no se hallaron diferencias estadísticamente significativas, mientras que, al relacionar las variables sexo (p=0,021), universidad (p=0,002), región de estudio (p=0,002) y número de veces que sale a la semana (p=0,027) con el puntaje promedio de ejercicio, si se hallaron diferencias estadísticamente significativas, que indican que hubo un mayor puntaje en el sexo masculino, en los estudiantes de la ULA, estudiantes de la región andina, y aquellos que salían de 2 a 7 veces a la semana.

Tabla 3.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana, relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Ejercicio” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Ejercicio
Variables Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 10,57 3,519 0,021*
Masculino 11,27 3,664
Grupo etario Adultos de menor edad 10,69 3,492 0,493
Adultos de mayor edad 10,93 3,771
Universidad Universidad de Los Andes 11,28 3,778 0,002*
Otras 10,37 3,363
Región donde estudia Región andina 11,22 3,739 0,002*
Otras regiones 10,34 3,361
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 10,91 3,595 0,144
Clínica 10,45 3,504
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 10,75 3,563 0,800
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 10,89 3,717
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 10,51 3,531 0,027*
De 2 a 7 días 11,15 3,603
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

En la Tabla 4 se muestra que al tomar en cuenta el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Responsabilidad en salud” del cuestionario PEPS-I y relacionar dicho valor con las variables sexo y etapa cursante de la carrera no hubo diferencias estadísticamente significativas. No obstante, si se presentaron diferencias significativas desde el punto de vista estadístico al relacionar el valor promedio de responsabilidad en salud con el grupo etario (p=0,033), la universidad (p<0,001), la región de estudio (p=0,001), el tipo de cuarentena (p=0,033), y el número de veces que sale a la semana (p=0,003), señalando que los adultos de mayor edad, los estudiantes de la ULA y de la región andina, y aquellos que no cumplen la cuarentena o salen más veces a la semana tienen mejores puntajes en responsabilidad en salud.

Tabla 4.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Responsabilidad en salud” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Responsabilidad en salud
Variables Media Des.T p-valor
Sexo Femenino 21,13 4,592 0,8440
Masculino 21,22 4,653
Grupo etario Adultos de menor edad 20,91 4,570 0,033*
Adultos de mayor edad 21,80 4,649
Universidad Universidad de Los Andes 21,98 4,900 0,000*
Otras 20,55 4,288
Región donde estudia Región andina 21,83 4,843 0,001*
Otras regiones 20,55 4,299
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 21,09 4,633 0,645
Clínica 21,27 4,556
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 21,07 4,580 0,033*
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 22,61 4,871
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 20,82 4,656 0,003*
De 2 a 7 días 21,69 4,478
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

En cuanto al “Manejo del estrés” como dimensión del cuestionario PEPS-I, la Tabla 5 muestra que al relacionar el puntaje promedio obtenido en esta dimensión con el grupo etario, la región donde estudia, la etapa cursante de la carrera, el tipo de cuarentena o el número de veces que sale a la semana, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas, pero al relacionar el sexo (p=0,006) y la universidad (p=0,012) con el promedio de manejo del estrés, si hubo diferencias estadísticamente significativas que apuntan a un mejor manejo por parte de los hombres y los estudiantes de la ULA.

Tabla 5.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Manejo del estrés” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Manejo del estrés
Variables Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 16,52 3,635 0,006*
Masculino 17,38 3,798
Grupo etario Adultos de menor edad 16,67 3,501 0,666
Adultos de mayor edad 16,97 4,175
Universidad Universidad de Los Andes 17,22 3,803 0,012*
Otras 16,41 3,582
Región donde estudia Región andina 17,10 3,878 0,061
Otras regiones 16,43 3,500
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 16,82 3,692 0,270
Clínica 16,61 3,707
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 16,74 3,669 0,859
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 16,92 4,205
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 16,59 3,677 0,162
De 2 a 7 días 17,00 3,719
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

Tabla 6.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Soporte interpersonal” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Soporte interpersonal
Variables Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 20,98 3,737 0,796
Masculino 21,04 3,659
Grupo etario Adultos de menor edad 20,89 3,753 0,334
Adultos de mayor edad 21,26 3,606
Universidad Universidad de Los Andes 21,47 3,578 0,006*
Otras 20,66 3,778
Región donde estudia Región andina 21,28 3,692 0,061
Otras regiones 20,74 3,721
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 20,85 3,823 0,292
Clínica 21,28 3,477
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 20,94 3,698 0,096
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 21,94 3,928
Número de veces que sale a la semana No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 20,77 3,768 0,054
De 2 a 7 días 21,37 3,601
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

Por su parte, la Tabla 6 muestra que al relacionar el promedio de puntuación obtenido en la dimensión “Soporte interpersonal” con el sexo, el grupo etario, la región de estudio, la etapa cursante de la carrera, el tipo de cuarentena y el número de veces que sale a la semana el encuestado, no se hallaron diferencias estadísticamente significativas. Sin embargo, al relacionar la universidad con el promedio de soporte interpersonal se hallaron diferencias estadísticamente significativas P (0,006) que indican que los estudiantes de la ULA poseen una puntuación superior de soporte interpersonal.

Para concluir, la Tabla 7 muestra cómo al relacionar el valor promedio obtenido en la dimensión de “Autoactualización” con el grupo etario, etapa cursante de la carrera, y número de veces que sale a la semana no se observaron diferencias significativas desde el punto de vista estadístico, mientras que, al relacionar el valor de autoactualización con sexo (p=0,002), universidad (p<0,001), región de estudio (p<0,001) y tipo de cuarentena llevada a cabo (p=0,014) si se hallaron diferencias estadísticamente significativas, que indican un valor de autoactualización mayor por parte de los masculinos, los estudiantes de la ULA y de la región andina, así como los encuestados que no están cumpliendo la cuarentena.

Tabla 7.
Sexo, grupo etario, universidad, región donde estudia, etapa cursante de la carrera, tipo de cuarentena y número de veces que sale a la semana relacionado con el puntaje promedio obtenido en la dimensión “Autoactualización” del cuestionario de estilos de vida PEPS-I.
Estilos de vida puntaje Autoactualización
Variables Media Desviación típica p-valor
Sexo Femenino 40,86 6,684 0,002*
Masculino 42,63 6,249
Grupo etario Adultos de menor edad 41,36 6,397 0,893
Adultos de mayor edad 41,23 7,178
Universidad Universidad de Los Andes 43,10 6,291 0,000*
Otras 40,05 6,553
Región donde estudia Región andina 42,79 6,286 0,000*
Otras regiones 40,03 6,636
Etapa cursante de la carrera Pre-clínica 41,64 6,349 0,130
Clínica 40,70 7,084
Tipo de cuarentena Cumpliendo cuarentena 41,18 6,625 0,014*
No cumpliendo cuarentena o prestando servicio en sector esencial 43,92 5,915
Número de veces que sale a la semana Sexo No he salido en toda la cuarentena o salgo 1 vez a la semana 40,98 6,670 0,104
De 2 a 7 días 41,89 6,493
Notas: * existen diferencias estadísticamente significativas entre los promedios, según la prueba de U de Mann-Whitney al 95% de significancia.

DISCUSIÓN

Desde hace más de media década, Venezuela está atravesando una intensa recesión económica que marca la peor crisis económica, social y humanitaria en la historia moderna de la región (Caraballo-Arias, Madrid y Barrios, 2018). No obstante, la muestra universitaria arrojó un puntaje promedio que refleja un estilo de vida medio, lo que podría indicar que la mayoría del alumnado que resistió a la deserción universitaria posee los medios económicos para mantenerse en el país y cursar una carrera universitaria.

Los estudiantes que no cumplen la cuarentena tienen mayores puntajes en el cuestionario, reflejando un estilo de vida más alto. Esto podría concordar con lo expuesto por Husky, Kovess-Masfety y Swendsen (2020) quienes reportaron que los alumnos con acceso a espacios exteriores durante el confinamiento por la COVID-19 presentaron menores niveles de estrés general que aquellos que no tenían acceso a dichos espacios. Sin embargo, en esta investigación no se encontró evidencia de una relación significativa entre el puntaje del manejo del estrés y las características de la cuarentena llevada a cabo por los encuestados, aunque se determinó que la población estudiantil menos aislada obtuvo mayor puntaje en las dimensiones de ejercicio, responsabilidad en salud y autoactualización.

También se debe acotar que la falta de relación observada entre la etapa cursante de la carrera y el puntaje de estilos de vida de los estudiantes se contrapone al estudio en población china de Li, Cao, Leung y Mak (2020) quienes hallaron que los niveles de ansiedad, depresión y otros efectos negativos del confinamiento por COVID-19 tienden a aumentar de acuerdo al año de estudio del alumnado, y discrepa, a su vez, del estudio realizado en la Universidad de Valladolid - España por Odriozola-González, Planchuelo-Gómez, Irurtia, y de Luis-García (2020) quienes determinaron que los niveles de depresión y estrés, así como el impacto psicológico del confinamiento, son mayores en los estudiantes de primer año en comparación con los estudiantes de años superiores.

Algo que resulta muy llamativo de los resultados obtenidos en la presente investigación es el hecho de que los estudiantes de la ULA o de núcleos universitarios de la región andina obtuvieran mayor puntaje en el cuestionario de estilos de vida de Pender, así como en muchas de sus dimensiones, en comparación a sus homólogos de otras universidades y regiones del país. Esto pone en evidencia la presencia de factores protectores regionales cuya naturaleza no se determina en este estudio.

En cuanto a la nutrición, los estudiantes categorizados como adultos de mayor edad de la muestra (con edades de 24 a 29 años) presentaron un puntaje más alto en esta dimensión, lo que se opone a lo expuesto por Martinez-Lacoba, Pardo-Garcia, Amo-Saus y Escribano-Sotos (2018) quienes observaron que en los estudiantes universitarios españoles la edad no estaba relacionada con la calidad de su dieta. De igual manera, se contrasta con lo concluido por Lorenzini, Betancur-Ancona, Chel-Guerrero, Segura-Campos y Castellanos-Ruelas (2015), quienes señalaron que la edad de los estudiantes universitarios mexicanos no tiene una relación significativa con la calidad de su dieta.

En la dimensión manejo del estrés, el sexo masculino obtuvo un puntaje superior a su contraparte femenina, resultado que se iguala a las conclusiones de Angelucci et al. (2017) quienes determinaron que las estudiantes femeninas venezolanas presentan mayores niveles de ansiedad que los masculinos.

CONCLUSIONES

Se determinó que 3 de cada 4 estudiantes de medicina de universidades venezolanas poseen un estilo de vida medio durante la COVID-19. Los encuestados hombres obtuvieron promedios superiores a las mujeres en cuanto a autoactualización, ejercicio, y manejo del estrés. Los estudiantes de mayor edad (entre 24 a 29 años) presentaron mayor puntaje en la dimensión nutrición.

De las ocho universidades incluidas en la muestra, los estudiantes de la Universidad de Los Andes resaltan por obtener mejores puntajes de estilo de vida, así como mejores puntajes en todas las dimensiones del cuestionario. Así mismo, los alumnos cuyos núcleos de estudio se encuentran en la región andina (formada por los estados Mérida, Táchira, Trujillo y Barinas) presentaron mejores puntajes de estilo de vida y mejores puntajes en nutrición, ejercicio, responsabilidad en salud, y autoactualización. Por otro lado, no se hallaron diferencias significativas en el estilo de vida de los estudiantes en distintas etapas de la carrera.

Para finalizar, se encontró que los estudiantes universitarios de la carrera de medicina que indicaron el incumplimiento de la cuarentena por su propia decisión o porque se encontraban prestando servicio en algún sector esencial (como salud, transporte, alimentación o comunicaciones) obtuvieron mejores puntajes de estilo de vida, y mayor puntuación en responsabilidad en salud y autoactualización. De igual manera, los estudiantes que salían de forma más recurrente a la semana (de 2 a 7 días) obtuvieron mejores puntajes de estilo de vida, ejercicio y responsabilidad en salud. Esto demuestra que si bien la cuarentena es la estrategia mundial idónea para frenar las tasas de contagio del COVID-19, también tiene un efecto negativo en el estilo de vida de los estudiantes de medicina venezolanos.

RECOMENDACIONES

Se exhorta la realización de nuevas investigaciones sobre los estudiantes de la Universidad de Los Andes y los alumnos cuyos núcleos se encuentran en la región andina para dilucidar los factores protectores regionales que juegan un papel fundamental en el comportamiento observado y descrito de esta población.

Investigar a profundidad la situación socio-económica de los estudiantes de medicina en Venezuela y contrastar con muestras representativas de universitarios de otras carreras para conocer el motivo de este resultado y compararlo con grupos similares.

Además, se propone realizar nuevos estudios sobre los estilos de vida de la población seleccionada en el presente trabajo posterior al levantamiento de las medidas de cuarentena para cotejar los resultados en presencia y ausencia del aislamiento social, y analizar a mayor profundidad el papel de dicha circunstancia sobre el alumnado.

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