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Composición corporal somatotipo y estado nutricional de un equipo de fútbol venezolano, 2018-2019.
SOMATOTYPE BODY COMPOSITION AND NUTRITIONAL STATUS OF A VENEZUELAN FOOTBALL TEAM, 2018-2019
Revista GICOS, vol. 6, núm. 1, pp. 63-80, 2021
Universidad de los Andes

Artículos originales

Revista GICOS
Universidad de los Andes, Venezuela
ISSN-e: 2610-797X
Periodicidad: Semestral
vol. 6, núm. 1, 2021

Recepción: 02 Septiembre 2020

Aprobación: 06 Octubre 2020


Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.

Resumen: Objetivo: comparar la composición corporal por el método pentacompartimental, somatotipo y estado nutricional de los futbolistas de la selección Trujillanos Fútbol Club (F.C.), 2018-2019. Método: enfoque cuantitativo, tipo comparativo, diseño de campo y transversal. Se tomaron 60 jugadores del equipo sujeto de investigación, utilizando como criterios de inclusión ser jugador activo de la selección en categorías juveniles, en edades comprendidas entre los 13 y 22 años y el criterio de exclusión fueron los jugadores en reposo médico o lesionados. Resultados: se obtuvo que los arqueros presentaron mayor tejido adiposo 26.3±3.4%, los defensas mayor tejido muscular 45.5±2.9% y óseo 13.8±0.9%, los medio campistas mayor tejido residual 13.4±2.3% y de piel 5.9±0.5%, no presentando diferencias significativas entre las posiciones. En los compartimientos según subcategorías se observaron diferencias significativas (p<0,05) en el tejido muscular, óseo y piel. En el somatotipo una clasificación ectomesomorfo (2.0, 4.5, 3.3), y un estado nutricional predominantemente normal con un 14,8% en mal nutrición por déficit. Conclusiones: La composición corporal fue homogénea respecto a las posiciones de los futbolistas y heterogénea en cuánto a las subcategorías. En relación al somatotipo se obtuvo una clasificación ectomesomorfo. El estado nutricional es medio para los futbolistas adolescentes y normal para los futbolistas adultos.

Palabras clave: antropometría, composición corporal, estado nutricional, nutrición, fútbol.

Abstract: Objective: to compare the body composition by the pentacompartmental method, somatotype and nutritional status of the soccer players of the Trujillanos Fútbol Club (F.C.) selection, 2018-2019. Method: quantitative approach, comparative type, field and cross-sectional design. 60 players were taken from the research subject team, using as inclusion criteria being an active player of the selection in youth categories, aged between 13 and 22 years and the exclusion criteria were players on medical rest or injured. Results: it was obtained that the archers had more adipose tissue 26.3 ± 3.4%, the defenders had greater muscle tissue 45.5 ± 2.9% and bone 13.8 ± 0.9%, the mid-campers had greater residual tissue 13.4 ± 2.3% and skin 5.9 ± 0.5%, not presenting significant differences between the positions. In the compartments according to subcategories, significant differences (p <0.05) were observed in muscle tissue, bone and skin. In the somatotype an ectomesomorphic classification (2.0, 4.5, 3.3), and a predominantly normal nutritional status with 14.8% in poor nutrition due to deficit. Conclusions: The body composition was homogeneous with respect to the positions of the soccer players and heterogeneous in terms of the subcategories. In relation to the somatotype, an ectomesomorphic classification was obtained. The nutritional status is medium for adolescent soccer players and normal for adult soccer players.

Keywords: anthropometry, body composition, nutritional status, nutrition, soccer.

INTRODUCCIÓN

El fútbol se plantea como uno de los deportes de mayor difusión a nivel mundial, cuya popularidad se ha mantenido a través de varias generaciones y ha trascendido hasta volverse un fenómeno sociocultural y económico (Cortes, 2017), que no sólo ha traspasado las fronteras entre naciones sino, también, ha logrado incorporarse a las actividades deportivas de muchas poblaciones pequeñas y alejadas. Venezuela no escapa de esta realidad teniendo una Federación Venezolana de Fútbol (FVF), reconocida mundialmente e inscrita en la FIFA, integrada por equipos de fútbol de distintas edades y hasta distintas etnias (Corvos, 2015).

Con respecto a la composición corporal y el somatotipo de los deportistas van de la mano con su estado nutricional, ya que este último proporciona los elementos necesarios para formar y mantener los dos primeros, influyendo, de manera definitiva, en su rendimiento (Almagia, Araneda, Sánchez, Sánchez, Zúñiga y Plaza, 2015). Más aún, muchas de las variables antropométricas usadas para la estimación de la composición corporal se usan para conocer el estado nutricional de los individuos. Es preciso especificar que la composición corporal, que ya ha sido tomada en cuenta a nivel internacional (Falces, Revilla, Coca y Barrero, 2015; Popovic, Bjelica, Jaksic, y Hadzic, 2014; Herdy et al., 2015; Gjonbalaj, Georgiev y Bjelika, 2018), también lo ha sido en nuestro país por autores como Vera, Chávez, David, Torres, Rojas y Bermudez (2014) y Corvos (2015).

Una investigación relevante fue la realizada por Hernández, López, Cruz y Avalos (2016), cuyo objetivo principal fue valorar la composición corporal en sus cinco compartimentos (masa muscular, masa adiposa, masa residual, masa ósea y piel) y el somatotipo de Heath-Carter (1990) con sus 3 biotipos (endomorfismo, mesomorfismo y ectomorfismo) de los jugadores por posición en el terreno de juego; fue un estudio de tipo descriptivo transversal cuya muestra estuvo constituida por un grupo de 48 futbolistas juveniles divididos por posición en terreno de juego (porteros, defensas, laterales, medios y delanteros) de un equipo profesional. Se elaboraron mediciones antropométricas con la técnica de la International Society for the Advancement of Kinanthropetry (ISAK), donde se midieron peso, talla, pliegues, circunferencias y diámetros. Los resultados encontrados indican que los futbolistas en la posición de defensas suelen tener más masa muscular y menos masa adiposa que los delanteros encontrándose diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). El estudio concluye que el biotipo de los futbolistas predominante es el somatotipo mesomorfo, aunque se hallaron variaciones, tales como mesoectomorfo y mesoendomorfo. Por otro lado, los delanteros obtuvieron mayor mesomorfia que los medios y defensas encontrándose diferencias estadísticamente significativas (p< 0.05).

Otro estudio de interés fue el de Corvos (2015) que fue de tipo descriptivo y transversal cuyo objetivo fue analizar la composición corporal y el somatotipo de futbolistas Pemones (etnia indígena del estado Bolívar en Venezuela). La muestra estuvo compuesta por 31 futbolistas (14 mujeres y 17 hombres) con edades comprendidas entre los 17 y los 22 años, y se usó el protocolo de la ISAK para la obtención de medidas antropométricas con la finalidad de aplicarse un método tetracompartimental para la obtención de composición corporal; para determinar el somatotipo, se usó el método de Heath y Carter. Sus resultados arrojaron un dimorfismo sexual en los valores promedios de peso y la estatura, siendo mayores en los hombres que en las mujeres, separados por 13 cm de estatura, también en el peso la diferencia fue de 9,7 kg. De igual manera, el porcentaje de masa, resultó ser mayor en mujeres un (15,8%) y en los hombres (14.5%). El estudio concluye que la masa ósea resultó ser mayor en mujeres y que predominó el mesoendomorfismo en hombres y el endomesomorfismo en mujeres.

Vera et al. (2014) llevaron a cabo un estudio de tipo descriptivo y transversal, cuyo objetivo fue describir la morfología de los jugadores según su posición en el campo y que tuvo como muestra 67 jugadores de fútbol no profesional pertenecientes a cuatro equipos del estado Zulia, Venezuela, con edades comprendidas entre los 18 y los 31 años, clasificados según la posición que ocupaban en el campo, y se usó el protocolo de la ISAK para obtener las medidas antropométricas necesarias para aplicar el método de Carter y Healt (1990) en cuanto a somatotipo. Los resultados evidenciaron diferencias estadísticamente significativas en la talla (p=1,15x10-5), peso (p=3,80x10-9) e IMC (p=0,002), los porteros son más altos (1,80 ± 0,63cm), pesados (85,88 ± 4,47Kg) y presentan un IMC (26,41 ± 1,35kg/m2) significativamente más elevado en comparación con las otras posiciones de juego. El estudio concluye que predominó el endomorfismo en los porteros y el mesomorfismo en las otras posiciones, y destacó la importancia de la composición corporal en la determinación de la posición que debe ocupar un jugador y en cuanto a su entrenamiento.

Tomando en consideración lo antes expuesto, en el presente trabajo se plantea comparar la composición corporal por el método pentacompartimental, somatotipo y estado nutricional de los futbolistas de la selección Trujillanos Fútbol Club (F.C.), 2018-2019.

MÉTODO

Enfoque, tipo y diseño de la investigación: enfoque cuantitativo, tipo comparativo, diseño de campo y transversal.

Variables de investigación: edad, peso, talla, posición en campo, subcategoría según edad, composición corporal, somatipo, estado nutricional.

Población y muestra: La población estuvo conformada por 60 jugadores de las diferentes categorías juveniles de la selección de fútbol Trujillanos F.C., en el periodo comprendido del año 2018-2019. Los sujetos en estudio fueron seleccionados a través de un censo. Se utilizaron como criterios de inclusión ser jugador activo de la selección en categorías juveniles, en edades comprendidas entre los 13 y 22 años y el criterio de exclusión fueron los jugadores en reposo médico o lesionados.

Técnicas e instrumentos de recolección de datos: como técnica de recolección de datos se empleó la entrevista estructurada para obtener datos generales de los jugadores. Para la toma de medidas antropométricas, se aplicó el Protocolo Internacional para la Valoración Antropométrica (ISAK); para la estimación de la composición corporal se utilizó el método de fraccionamiento anatómico en cinco compartimientos, propuesto por Ross y Kerr (1991) (Tabla 1). También, se utilizó el método Carter (2002) para la determinación de los somatotipos; con los resultados obtenidos se procedió a utilizar las fórmulas en el programa de Microsoft Excel para obtener las gráficas de las somatocartas, de acuerdo a las posiciones y subcategorías.

Procedimiento de recolección de datos: en cuanto a la toma de medidas, se realizó durante 2 encuentros, ambos realizados en los camerinos del estadio de fútbol José Alberto Pérez ubicado en el municipio Valera, estado Trujillo; el primero de ellos se llevó a cabo el día 11 de junio del año 2018 y el segundo el día 16 de enero del año 2019. En este caso es necesario resaltar que la toma de medidas se realizó a primera hora de la mañana, con todos los sujetos en ayunas, donde previamente se les describió el protocolo de estudio. Se contaba con 2 personas para la toma de medidas y 2 personas como anotadores. Adicionalmente, la estatura se obtuvo por medio del método de la plomada utilizando una cinta métrica, hilo pabilo, cinta adhesiva y 2 escuadras; y el peso por medio de dos balanzas digitales Dynamics Deco-line con una precisión de 0.1kg / 0.2lb y capacidad de (0,1kg-150kg). Para la talla sentada, se utilizó un banco antropométrico y el método de la plomada. Con respecto a los diámetros se empleó un Antropómetro de huesos cortos Rosscraft de precisión de ± 0.2mm y Antropómetro de huesos largos Rosscraft de precisión de ± 0.2mm, tomando el biacromial, tórax transverso, tórax anteroposterior, bi-iliocrestídeo, bi-epicondilo humeral, bi-epicondilo femoral. En cuanto a los perímetros, se hizo uso de una Cinta métrica Lufkin con una precisión de ± 1 mm para medir la circunferencia de cabeza, brazo relajado, brazo flexionado, antebrazo, tórax, cintura, cadera máxima, muslo máximo, muslo medio y pantorrilla máxima. Los pliegues cutáneos se tomaron con dos plicómetros Marca Slim Guide con una precisión de ± 0.2mm; lográndose obtener los siguientes pliegues: Tríceps, bíceps, subescapular, supraespinal, abdominal, muslo medio y pantorrilla.

Por otra parte, es necesario acotar que cada medida fue tomada por triplicado, tomando en cuenta como valor final el promedio de cada una de ellas y, una vez obtenidas todas las medidas necesarias, se utilizó el método de cinco compartimientos Ross y Kerr (1991) según subcategorías y posiciones en el terreno de juego; de igual manera el método del somatotipo, con sus tres biotipos, de Carter (2002) de acuerdo a las subcategorias y posiciones en el terreno de juego. Por último, se determinó el estado nutricional de todos los sujetos estudiados.

Análisis de datos: se elaboró una base de datos en el programa SPSS de IBM, versión 20.0 para el análisis de la información; el análisis estadístico se realizó con métodos descriptivos y medidas adecuadas a las variables estudiadas. En cuanto a los métodos inferenciales de comparación se utilizó ANOVA a un nivel de confianza del 95%.

Tabla 1.
Mediciones utilizadas en el Método de Cinco Compartimentos

Fuente: Adaptado de ISAK.

RESULTADOS

La tabla 2 presenta que la edad media de los jugadores es de 18.71±2.31 años con un peso de 63,79±9.43kg, aunado a ello se visualiza que la talla presenta una media de 1.72±0.09 m y el Índice de Masa Corporal (IMC) es de 21.32±2.49kg/m2, además del mínimo y máximo para cada una de las medidas. De igual manera, se puede apreciar los porcentajes de tejido adiposo con una media de 23.75±3.15%, el Tejido Muscular promedio es de 44.12±3.84% y el Tejido Óseo 13.51%±1.57%. Con respecto a los Kilogramos, se aprecia que la media del Tejido Adiposo es de 15.15±3.05Kg; del Tejido Muscular 28.31±5.83Kg y del Tejido Óseo 8.56±1.19Kg. Por último, el somatotipo, que su media se encuentra para el tipo endomorfismo de 2.0±0.59; mesomorfismo de 4.4±1.32; y ectomorfismo de 3.3±1.3.

Tabla 2.
Medidas descriptivas de las características básicas de los futbolistas.

Fuente: Los autores.

La tabla 3 muestra las medidas básicas por posición en el terreno de juego, donde se visualiza que los delanteros presentan el mayor peso con una media de 66.19±9.84 kg al contrario de las demás posiciones, quedando con el menor peso los defensas con una media de 62.0±13.74 kg. Por otro lado, los arqueros presentan la mayor talla promedio, 1.77±0.05m, y con la menor estatura promedio se ubican los defensas con 1.71±0.07m. Por último, los medio campistas presentan el mayor IMC con una media de 21,6±2.35 kg/m2, quedando con el menor valor los arqueros, 20.67 ±2.41 kg/m2.

Tabla 3.
Medidas descriptivas de las características básicas de los futbolistas según la posición de juego

Fuente: Los autores.

La tabla 4 señala los cinco compartimientos corporales, expresados en porcentaje, según las subcategorías estudiadas, donde se destaca la sub-14 con el mayor porcentaje de tejido adiposo, 25.1±3.20%, no encontrándose diferencias estadísticamente significativas con el resto de las subcategorías. Por otra parte, se encuentra el tejido muscular donde predomina la sub 20, con un 46.1±3.08%, encontrándose diferencias estadísticamente significativas (p=0.011) con el resto de las subcategorías. En cuanto al tejido residual resalta la sub 18, 13.01±2.48%, no encontrándose diferencias estadísticamente significativas con la sub 14, sub 16 y sub 20. Asimismo, se visualiza la mayor cantidad de tejido óseo en la sub 16, 13.86±1.30%, encontrándose diferencia estadísticamente significativa (p=0.012) con el resto de las subcategorías. Para culminar con los compartimientos se encuentra el tejido de piel donde predomina la sub 14, 6.36±0.38%, encontrándose diferencia estadísticamente significativa (p=0.000) con el resto de las subcategorías.

Tabla 4.
Estadísticas de los Compartimientos Corporales según subcategorías.

Fuente: Los autores. Nota: * Significancia estadística p<0.050 a través de la Prueba de ANOVA

En la tabla 5 se presentan los compartimientos corporales según las posiciones, primero se encuentra el porcentaje de tejido adiposo donde predominan los arqueros con una media de 26.27±3.40% y, con el valor más bajo se encuentran los defensas 22.95±2.01%. Por otra parte, se ubica el promedio porcentual del tejido muscular donde resaltan los defensas 45.46 ± 2.95%, y los arqueros se hallan con el menor contenido porcentual del tejido muscular, con una media de 42.87 ±4.32%. Seguidamente, se encuentra el porcentaje de tejido residual donde resaltan los medio campistas con una media porcentual de 13.38±2.30% y, la posición menos predominante le corresponde a los arqueros 11.49 ± 2.01%. Consecutivamente, se muestra el porcentaje medio del tejido óseo, donde prevalecen los defensas 13.80 ±0.90%, y los medio campistas se ubican con la menor cantidad de tejido óseo. Por último, se dispone el porcentaje de tejido de piel, destacando los medios campistas con una media de 5.90 ± 0.50%, y como valor menos resaltante se tienen los defensas 5.83 ±0.92%. No existen diferencias estadísticamente significativas en la composición corporal respecto a las posiciones.

La tabla 6 describe los tres biotipos del somatotipo (endomorfo, mesomorfo y ectomorfo) según las posiciones que ocupan los jugadores en el terreno de juego. Primero se encuentra el endomorfo, con los valores menos predominantes de la tabla, seguidamente el mesomorfo, donde se muestra que todas las posiciones presentan los valores más altos del somatotipo. Los arqueros se muestran con una media de 3.95±0.42; de igual manera se observa con los defensas 5.04±1.39 y los medio campistas 4.53±1.51. Por último, en el mesomorfo se encuentran los delanteros, donde resaltan con una media de 4.38±0.96. Con respecto al ectomorfo, se muestran valores más altos que en el endomorfo, ayudando a definir de esta manera su clasificación. Tras el análisis estadístico, aquí se detecta que en el somatotipo de los jugadores según la posición no hay diferencias estadísticamente significativas, quedando una muestra homogénea.

En la tabla 7 se observan los tres biotipos del somatotipo según subcategorías juveniles, donde el endomorfo presenta los valores menores de la tabla; posteriormente se ubica el mesomorfo donde resaltan todas las categorías, la sub-14 con una media de 4.28 ±1.16, la sub-16 4.67±1.96, seguidamente se ubica la sub-18 4.24±1.25 y, por último, se encuentra la sub-20 con una media de 2.08±0.49. Para culminar con los biotipos, se encuentra el ectomorfo con los mayores valores; por consiguiente, se mantiene la clasificación ecto-mesomorfo en el somatotipo de los jugadores según subcategorías. Por otro lado, se detecta que el somatotipo de los jugadores según las subcategorías no hay diferencias estadísticamente significativas, lo que indica la homogeneidad de la muestra para todas las edades estudiadas.

Tabla 5.
Estadísticas de la composición corporal de acuerdo a las posiciones del jugador.

Fuente: Los autores.

Tabla 6.
Estadísticas del somatotipo según posiciones en el terreno de juego.

Fuente: Los autores.

Tabla 7.
Somatotipo según subcategorías.

Fuente: Los autores.

DISCUSIÓN

La composición corporal, el somatotipo y la estructura del cuerpo humano forman parte de las variables más importantes para definir el rendimiento deportivo y el bienestar físico del atleta (Carter y Heath, 1990), considerando que cada disciplina tiene definidos los criterios y la cantidad por cada compartimiento corporal que deben tener los jugadores para definir su posición en el terreno de juego y, de esta manera, seleccionar el entrenamiento y la guía del plan de alimentación a seguir (Onzari, 2011). En el fútbol se espera que los perfiles antropométricos difieran entre los jugadores en función de las exigencias fisiológicas y bioenergéticas asociadas a los distintos roles dentro del campo (Vera et al., 2014).

En el presente estudio, se obtuvo que los arqueros presentan la talla más alta 1.7 ±0.05 metros, mientras que los delanteros presentan el mayor peso 66.1±9.84 kg, resultados que se asemejan al estudio de Hernández et al. (2016) indicando que los porteros tienen mayor estatura y peso con 191.8±4.05 cm y 79.2±5.85 kg con respecto a las demás posiciones, Vera et al. (2014) señalan que los porteros presentaron la mayor talla y el peso de todas las posiciones 1,80±0,03m y 85,88±4,47kg. Esta diferencia en cuanto a los posiciones en el campo de juego de los futbolistas señalados, puede deberse al estado nutricional de los porteros estudiados, ya que uno de ellos se encuentra en un estado de desnutrición (delgadez leve). Una alimentación insuficiente en esta disciplina va a afectar directamente la composición corporal, el somatotipo, el bienestar integral de la persona, y finalmente, origina afecciones relacionadas con la depresión del sistema inmunológico, la dificultad para la recuperación en lesiones y por ende, falla en los objetivos deportivos (Onzari, 2011).

Con respecto a la composición corporal, se tiene que los arqueros presentan el mayor porcentaje de tejido adiposo 26.27±3.40% y los defensas se ubican con el menor contenido de grasa 22.95±2.01%; en lo que respecta al tejido muscular los defensas presentan un mayor promedio de 45.46±2.95% y los arqueros tienen menor cantidad promedio de músculo 42.87±4.32%, se detecta que las composiciones corporales de los jugadores según la posición son similares, con respecto a las posiciones del juego. Estos resultados se asemejan a los de Hernández et al. (2016) quienes afirman que los porteros presentaron mayor tejido adiposo y los defensas mayor tejido muscular. Esto difiere con el presente trabajo, debido a que se encontraron diferencias significativas en el tejido muscular según las posiciones. Por otra parte, Hernández-Mosqueira et al. (2013) tampoco encontraron diferencias significativas entre la composición corporal y las posiciones en el terreno de juego.

En cuanto a las subcategorías según edad, se tiene que la sub-18 refleja un contenido de masa adiposa (MA) 24.47±3.88%, de masa muscular (MM) 43.68±3.85% y de masa ósea (MO) 13.05±1.84%, observando similitudes con Hernández-Mosqueira et al. (2013) donde los individuos del estudio presentaron 48.07% MM, 22.10% MA y 11.40% MO, discrepando con Guzman y González (2013), donde los jugadores mostraron MM=50.8%, MA=8.5% y MO=16.6%.

En contraste, al comparar la composición corporal en kg se ponen de manifiesto los valores obtenidos MA 15.15 kg ±3.04, MM 28.31±5.82kg, MR 8.07±1.50Kg, MO 8.56±1.19Kg y MP 3.71±0.37kg, resultados similares a los de Jorquera et al., (2012) en su trabajo Composición Corporal y somatotipo de futbolistas chilenos juveniles sub-16 y sub-17, quienes estudiaron a 217 sujetos y hallaron MA 15.5 ±2.0kg, MM 33.0 ±3.7kg, MO 8.2 ±0.8kg y MR 8.0 ± 0.9kg, dicha similitud puede deberse a que ambos estudios trabajaron con categorías juveniles y sólo difieren en la masa muscular. Esto puede atribuirse a que en los sujetos del presente trabajo se evidenció que el 14.8% se encuentran en un estado de mal nutrición por déficit, lo que puede estar afectando principalmente el componente muscular e incluso aumentar la probabilidad de lesiones musculares o articulares durante el partido (Onzari, 2011).

Ahora bien, en relación al somatotipo se obtuvo una inclinación hacia el ectomesomorfo tanto en las posiciones como en las subcategorías, con resultados de endomorfo de 2.0 ±0.59, mesomorfo de 4.5 ±1.31 y ectomorfo de 3.3±1.30; no encontrándose diferencias estadísticamente significativas según posiciones y subcategorías, destacando la homogeneidad entre la población estudiada, resultados que difieren con Vera et al. (2014) quienes concluyen en sus estudios que los porteros, delanteros y medio campistas poseen un somatotipo endo-mesomorfo; en cambio los defensas se clasifican como mesoendomorfo. Además, encontraron diferencias significativas (p<0.005) entre la endomorfia y las distintas posiciones. Por otra parte, Corvos (2015) señala que los futbolistas pemones presentan una tendencia del somatotipo en la categoría mesomorfo-endomórfico, donde el componente mesomórfico es dominante y la endomorfia es mayor que la ectomorfia. A pesar de que en la mayoría de los estudios relacionados con el somatotipo predomina el mesomorfismo balanceado, Lago-Peñas et al. (2011) señalan que para los medio campistas y para los delanteros predomina la clasificación de meso-ectomorfismo. Ahora bien, Jorquera et al. (2012) hallaron un somatotipo ecto-mesomorfo en 4 equipos pertenecientes a la sub 16 y endo-mesomorfismo en otros 2; la categoría sub 17 presentó ectomesomorfismo en 3 equipos, resultados similares al encontrado en el presente estudio. Por último, al contrastar con Hernández-Mosqueira (2013), encontraron una clara tendencia al mesomorfismo balanceado, el cual responde a las características normales del morfotipo del futbolista en muchos países, difiriendo una vez más los resultados encontrados en la presente investigación con los demás estudios. Luego de mencionar los resultados del somatotipo en el presente trabajo, surge la interrogante sobre el predominio del ecto-mesomorfo y, de nuevo se debe hacer énfasis sobre las variables que participan para propiciar este resultado. El somatotipo es modificable dependiendo del tipo de entrenamiento y de la alimentación de los deportistas, dichos factores son determinantes para modificar la composición corporal y lograr el éxito o el fracaso de estos en el terreno de juego (De Lucas, 2007).

Por otra parte, al apreciar los valores obtenidos sobre el estado nutricional de los futbolistas, los adolescentes arrojaron un IMC medio de 20,7kg/m2 y los adultos de 22.3Kg/m2, clasificándose para ambos como un estado de nutrición normal, según parámetros referenciales de la Organización Mundial de la Salud; resultados similares fueron encontrados por Hernández- Mosqueira et al. (2013) quienes obtuvieron un índice de masa corporal medio de 23.56 kg/m2; y que, al contrario de este trabajo, difieren con Vera et al. (2014) donde concluyen que el índice de masa corporal medio es de 26.41 kg/m2, arrojando un estado de nutrición de sobrepeso grado I.

Por otro lado, al ordenarlos por su posición en el juego; encontramos que del grupo de los Arqueros el índice corporal medio es de 20.67 kg/m2; donde el valor mínimo se encuentra en 16.36 kg/m2 de 1 jugador adolescente de este grupo, quien se encuentra en delgadez leve. En contraste, el grupo de los defensas presenta un índice de masa corporal medio de 20.99 kg/m2; contrario a lo encontrado por Hernández et al. (2016), donde obtuvieron valores de 23.04 kg/m2 de índice de masa corporal media del grupo de jugadores de defensa.

También se encontró que tres de los jugadores adolescentes de la sub-16 se encuentran en desnutrición leve y 2 en sobrepeso; y en el grupo de jugadores adultos de la sub-18 encontramos 1 en delgadez leve y 1 en sobrepeso; estos, al compararlos con Corvos (2013), difieren en la ausencia total de desnutridos, estudio donde la muestra es entre 17 y 26 años; los jugadores que se encuentran sobre la normalidad datan de 11 jugadores, en sobrepeso, un número alarmante de 26 jugadores. El sobrepeso en la actualidad está directamente relacionado con diabetes mellitus tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, las cuales, de acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2019), causan más muertes al año que otras condiciones. Por otro lado, las consecuencias principales por la baja ingesta de alimentos, también está relacionada con el correcto desarrollo físico y mental que se produce en la adolescencia, puesto que durante la pubertad, se adquiere el 25% de la talla adulta, se aumenta un 50% la masa esquelética y se duplica la masa corporal; todos estos cambios son importantes en el desarrollo y formación de una persona adulta, condicionados, a su vez, por el aumento de necesidades nutricionales; las cuales si están ausentes, son directamente proporcionales a la aparición de enfermedades a corto y largo plazo (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia - UNICEF, 2019).

CONCLUSIONES

La composición corporal fue homogénea respecto a las posiciones de los futbolistas y heterogénea en cuánto a las subcategorías. En relación al somatotipo se obtuvo una clasificación ectomesomorfo, lo que sugiere modificación en el plan de alimentación y de entrenamiento de los jugadores, con la finalidad de lograr el biotipo ya definido para los futbolistas. El estado nutricional es medio para los futbolistas adolescentes y normal para los futbolistas adultos, es oportuno resaltar que 14,8% de los futbolistas se ubicaron en un estado de mal nutrición por déficit. El presente trabajo de investigación, sugiere que la alimentación modificó las variables estudiadas, probablemente de manera más dramática, por el hecho de que gran parte de los sujetos estudiados son jugadores de fútbol que están en una fase crítica del desarrollo (adolescencia).

RECOMENDACIONES

Se sugiere que los futbolistas realicen actividades educativas con la finalidad de enseñar al jugador y a su núcleo familiar cómo debe ser su alimentación y los riesgos a los que se exponen en un estado de mal nutrición. También se hace necesario, el control de los futbolistas en la consulta de nutrición deportiva, donde se conozcan, manejen y se combinen alimentos balanceados que favorezcan el metabolismo anabólico del futbolista. Finalmente, es necesario ampliar la investigación para estudiar y definir las características morfológicas para la población deportiva venezolana.

REFERENCIAS

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Carter, J. y Heath, B. (1990). Somatotyping, development and applications. Cambridge: Cambridge University Press.

Carter, J. (2002). The heath-carter anthropometric somatotype. Instruction manual. San Diego, California: Department of Nutritional Science, San Diego State University. Recuperado de http://www.somatotype.org/Heath-CarterManual.pdf

Cortes, H. (2017). Composición corporal y perfil físico de jugadores del equipo de fútbol sub 19 Equidad Seguros. Tesis de pregrado de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, Bogotá, Colombia.

Corvos, C. (2015). Estimación antropométrica de la composición y forma corporal de indígenas Pemones practicantes de fútbol. Atrio. plataforma de realidades literarias en el deporte, 2(2), 12-17.

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