VALORES INTERPERSONALES Y ESTILOS DE APRENDIZAJE EN ESTUDIANTES DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA DEL SUR, IPIALES- NARIÑO – COLOMBIA
Societas. Revista de Ciencias Sociales y Humanísticas
Universidad de Panamá, Panamá
ISSN: 1560-0408
Periodicidad: Semestral
vol. 21, núm. 2, 2019
Recepción: 05 Marzo 2019
Aprobación: 16 Abril 2019
Resumen: El estudio tiene como objetivo determinar la relación entre los valores interpersonales y los estilos de aprendizaje de los estudiantes de la institución educativa del sur, Municipio de Ipiales, departamento de Nariño – Colombia. Para su desarrollo se analiza estudios de diferentes autores, quienes dan su punto de vista sobre la necesidad de rescatar la práctica de los valores y la identificación de estilos de aprendizaje de los estudiantes para encontrar sus fortalezas desde la forma como ellos captan la información. La muestra está conformada 152 estudiantes de los grados sextos de las tres sedes, entre 12 a 15 años de edad, constituyéndose en un censo poblacional. Para la recolección y análisis de información de datos se utiliza la observación y encuesta y, como instrumentos: el cuestionario de valores interpersonales (SIV) de Leonard Gordon y el cuestionario de estilos de aprendizaje de Richard Felder y Linda Silverman (Felder y Silverman, 1988).
Palabras clave: Valores interpersonales, estilos de aprendizaje, rendimiento académico, dimensión cognitiva, dimensión socio-afectiva.
Abstract: The objective of the study is to determine the relationship between interpersonal values and the learning styles of students from the southern educational institution, Municipality of Ipiales, department of Nariño - Colombia. For its development, studies by different authors are analyzed, who give their point of view on the need to rescue the practice of values and the identification of students' learning styles to find their strengths from the way they capture information. The sample is made up of 152 students from the sixth grades of the three campuses, between 12 and 15 years of age, constituting a population census. Observation and survey are used for the collection and analysis of data information and, as instruments: the interpersonal values questionnaire (SIV) by Leonard Gordon and the learning styles questionnaire by Richard Felder and Linda Silverman (Felder and Silverman, 1988).
Keywords: Interpersonal values, learning styles, academic performance, cognitive dimension, socio-affective dimension.
Resumo: O objetivo do estudo é determinar a relação entre os valores interpessoais e os estilos de aprendizagem de alunos da instituição educacional do sul, Município de Ipiales, departamento de Nariño - Colômbia. Para o seu desenvolvimento, são analisados estudos de diferentes autores, que dão o seu ponto de vista sobre a necessidade de resgatar a prática de valores e a identificação dos estilos de aprendizagem dos alunos para encontrarem os seus pontos fortes na forma como captam as informações. A amostra é composta por 152 alunos de 6ª série dos três campi, com idade entre 12 e 15 anos, constituindo um censo populacional. Observação e levantamento são usados para a coleta e análise de informações de dados e, como instrumentos: o questionário de valores interpessoais (SIV) de Leonard Gordon e o questionário de estilos de aprendizagem de Richard Felder e Linda Silverman (Felder e Silverman, 1988 )
Palavras-chave: Valores interpessoais, estilos de aprendizagem, desempenho acadêmico, dimensão cognitiva, dimensão socioafetiva.
Introducción
En todo proceso de aprendizaje participan diferentes gestores en diversos escenarios que hacen posible el “hecho educativo” fenómeno complejo y diverso que se ha dado en todos los tiempos para humanizar al hombre, donde los valores están vinculados desde los orígenes de la humanidad y juegan un papel fundamental para lograr la aprehensión del conocimiento, siendo una experiencia inevitable que forma parte del quehacer cotidiano, convirtiéndose en fuente de impulso para encaminar al educando en cada uno de sus actos dentro y fuera de la escuela.
A nivel mundial se habla de la buena calidad de la educación, en todos los medios, lugares y en todos los gobiernos y sus resultados a nivel cognitivo; pero se ha dejado a un lado la dimensión socio – afectiva que altera el aprendizaje en los estudiantes. En este sentido, su influencia se ha generalizado de tal forma, que no existe vía de escape ante una crisis de valores tan importante, que plantea la necesidad de rescatar y fortalecer la ética, como sendero para construir una sociedad más justa, humana, responsable y comprometida.
Este planteamiento también quedó plasmado en el año 2015 por la ONU en la Agenda 2030, donde aprobaron 17 objetivos de Desarrollo Sostenible y cuyo objetivo es lograr una mayor calidad de vida de los ciudadanos del mundo. El cuarto objetivo de este documento está referido a la Calidad de la Educación y establece como una de sus metas lo siguiente:
“De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas, mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”. (ONU, 2015)
Partiendo de lo anterior, se evidencia en el mundo, un cambio de paradigmas en los valores, entendidos éstos, como pautas o abstracciones orientadoras del comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona, por lo cual, aquello que considerado bueno para el colectivo, ya no lo es tanto y, lo considerado perjudicial, pareciera no serlo.
En Colombia que no es ajena a estas tendencias, con su problemática cultural, socioeconómica, política y educativa, con los flagelos que afectan la dinámica nacional como la guerrilla, el narcotráfico, la pobreza, el desplazamiento, entre otros, es permanente la preocupación de los educadores por el futuro de niños, niñas y adolescentes que se han encontrado con dificultades y deficiencias en el aprendizaje, debido a diversas causas entre ellas la falta de práctica de los valores, conllevando a una alta reprobación, deserción y por ende a la desescolarización. En este sentido la práctica de valores y la identificación de estilos de aprendizaje son factor importante para llevar a cabo el proceso académico que permite el desarrollo humano, ser parte en la solución de problemas y adaptarse a los cambios que exige la evolución constante, para lograr la transformación a nivel individual, familiar y social.
A nivel general, aun cuando el panorama de reformas educativas en cuanto al rendimiento académico y disciplinario pareciera favorable, en la práctica las realidades son difíciles de transformar, pues si bien se cuentan con muchos logros, el desarrollo de este proceso se viene dando de manera muy desigual y con bajo impacto en el desempeño de los estudiantes; en las instituciones educativas hay poco interés en la dimensión socio-afectiva, centrando su atención en la dimensión cognitiva, siendo evaluadas por el ICFES (Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior) y el MEN (Ministerio de Educación Nacional) únicamente en el Saber Conocer y según sus resultados posicionarse en la escala de calidad educativa que de acuerdo a estas evaluaciones tanto internas como externas e internacionales, los estudiantes Colombianos no están alcanzando las competencias básicas (OCDE 2019)
Por lo antes expuesto, la educación es el elemento clave para incrementar la productividad, abatir la pobreza y lograr una distribución más equitativa de los bienes y servicios que la sociedad genera; por lo cual, su contribución debe estar fundamentada en la pertinencia social; promoviendo la participación de la sociedad y la comunidad educativa, hacia la búsqueda de soluciones a los problemas humanos y éticos apremiantes; de esta manera, las instituciones educativas contribuirán con la formación en valores interpersonales, procurando despertar un espíritu cívico, activo y participativo entre los futuros graduados. “Además de la preparación para la vida profesional, se requiere también un mayor énfasis en el desarrollo personal de los estudiantes, un énfasis en la formación de valores morales, sociales, éticos” (Unesco Biblioteca digital, 1996, p. 31).
Por consiguiente, cabe hacer mención de que el sistema educativo debe encaminarse a responder a las necesidades actuales y futuras del desarrollo humano sostenible, a través de la formación de hombres, no solo profesionalmente capaces, sino moralmente íntegros, que coloquen al servicio de la sociedad sus conocimientos, ya que la educación constituye una de las herramientas más poderosas para generar transformaciones en la sociedad. Esto implica formar, no solo desde el conocimiento, sino también desde los valores; es preciso entonces, hacer de las humanidades lo que deben ser, luces para ayudar a ver y guías para la acción correcta, consolidando la necesidad de que las instituciones educativas, al igual que la familia y la sociedad, se conviertan en efectivos promotores de valores ciudadanos.
Con respecto a lo anterior Peralta afirma: "No se puede comprender la educación si no está orientada a la formación de la persona en todos sus aspectos y la formación en la dimensión moral humana está incluida como uno de los aspectos más importantes." (2008).
Por tanto, es imprescindible analizar los valores interpersonales de los educandos y promover estrategias que ayuden a retomar el interés por sus actividades académicas, además del reconocimiento, interdependencia, benevolencia, liderazgo, respeto, autoestima, responsabilidad entre otros, así como la detección de sus estilos de aprendizaje como pilares para un buen desempeño escolar, ya que desde la óptica del docente se espera que los estudiantes puedan distinguir entre lo que los humaniza de lo que los deshumaniza y de esta manera se fortalezcan como personas valiosas para el bien individual, de su familia y la sociedad. “En la medida en que el niño pueda verse como un ser lleno de valores crecerá seguro y fortalecerá las posibilidades de ser un adulto feliz”. Tomado El libro de los valores (2002).
Muchos afirman que en la actualidad se está viviendo sin valores, otros dicen que se han adoptado nuevos valores enfocados al modelo socioeconómico, cultural, político, o tecnológico; sin embargo, desde la práctica pedagógica vemos que es necesario afrontar los desafíos del desarrollo global sin perder la esencia de la formación del ser humano.
La formación en valores es responsabilidad tripartita (familia, escuela y sociedad), por tanto, es necesario reconocer que la influencia de la escuela es muy importante obedeciendo a la necesidad, tanto de difundir conocimientos, como cultivar la formación de nuevos ciudadanos y esto es posible no únicamente con lo que se imparte en la asignatura de ética, sino, durante todo el proceso de enseñanza- aprendizaje, en las relaciones cotidianas y en todo momento de la vida escolar.
Varios autores a nivel mundial, abordan el tema de los valores interpersonales y cómo influyen éstos en el individuo en todas las etapas de su vida, especialmente en la etapa escolar, donde la falta de práctica de los valores afectan tanto la convivencia como el proceso académico, conllevando a la inestabilidad, reprobación y deserción escolar, que conduce a niños, niñas y adolescentes a involucrarse en actividades que cada día más los aleja de su proyecto de vida y realización personal; sintiendo la necesidad de ahondar en la práctica de los valores interpersonales e identificación de sus estilos de aprendizaje, desde las aulas, apoyados en observaciones directas y vivencias, tanto escolares como familiares, para buscar alternativas y herramientas acordes al contexto, con la finalidad de recuperar el interés y la motivación que impulse a lograr los objetivos académicos y personales, como base para su desarrollo integral y ser parte de una sociedad más humana y civilizada.
De la Fuente (1999, 2000, 2003), Córdova (2013), Zuluaga (2017), Castañeda, (2014), Cazau (2004). Leonard V. Gordon (1995), Richard Felder y Linda Silverman (1988) son algunos de los autores que nos indican una perspectiva teórica para abordar los valores interpersonales y estilos de aprendizaje. Los aportes que hacen los autores enfatizan que es necesario proseguir en el estudio y vivencia de los valores interpersonales y estilos de aprendizaje para lo cual muestran que se han utilizado instrumentos como cuestionarios, test, talleres, entre otros, con el fin de identificar fortalezas y debilidades sobre estas variables, buscando mejorar la interrelación entre los estudiantes, la convivencia, y por supuesto el rendimiento académico, involucrando a la familia, docentes, directivos, en otras palabras a la comunidad educativa.
En el artículo de Castañeda, Claudia M. (2014). Competencia socio-afectiva en el marco Escolar Colombiano, la autora comenta:
“La sociedad de hoy es cada vez más exigente en términos de calidad educativa en todos sus niveles, cada día hay más estudios, investigaciones y proyectos para cualificar y mejorar los procesos de enseñanza - aprendizaje que conduzcan a una formación integral del individuo. La educación mundial ha centrado los procesos pedagógicos en el desarrollo de la dimensión cognitiva del individuo restándole importancia a otras dimensiones tan importantes en el desarrollo del hombre como la dimensión socio-afectiva, desconociendo así que ésta ocupa un lugar fundamental y que a través de esta dimensión es que el hombre determina y regula su comportamiento y el desarrollo de la personalidad; motivo por el cual se pudiera estar formando en la sociedad actual niños y jóvenes en crisis que se manifiesta en actitudes de intolerancia, agresividad, depresión, aislamiento, consumo de drogas y alcohol”
Igualmente, González (2003) citando a García & Pintrich (1994). Manifiesta que
El aprendizaje y rendimiento académico están condicionados por el ajuste de una serie de variables personales (inteligencia, aptitudes, estilos de aprendizaje, conocimientos previos, género, edad) y contextuales (socio-ambientales, institucionales e instruccionales) por tanto concluye que “Para aprender y mejorar el rendimiento, es imprescindible saber cómo hacerlo, poder hacerlo, lo cual precisa el disponer de las capacidades, conocimientos, estrategias (estilos de aprendizaje) y destrezas necesarias (variables cognitivas); pero además, es necesario querer hacerlo, tener la disposición, intención y motivación suficientes (variables motivacionales) que permitan poner en marcha los mecanismos cognitivos en la dirección de los objetivos o metas que se pretenden alcanzar”, reflejando la interrelación existente entre lo afectivo-motivacional y 1o cognitivo dentro del aprendizaje escolar.
Por su parte Aragón y otros (2009), manifiestan que:
Es un hecho que los estudiantes aprenden de distintas formas, y que en los procesos de aprendizaje influyen, entre otros factores, las condiciones ambientales, el bagaje cultural, la edad, la preferencia del trabajo individual o colectivo, los valores sociopersonales y la motivación de los alumnos por el aprendizaje. La teoría de los estilos de aprendizaje debe ser incorporada en el trabajo cotidiano de todos los docentes, y las pretensiones de la educación y los modelos educativos van a verse coronados con efectividad. (p.1 y 6).
Uno de los objetivos de la educación es ayudar a promover la excelencia humana, donde tanto los padres como los maestros son responsables de la educación de los niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta que el aprendizaje no es únicamente impartir y adquirir conocimientos, sino una formación para ayudar al educando a moverse libremente por un universo de valores para que aprenda a conocerse, quererse e inclinarse por todo aquello que sea noble, justo y valioso; de ahí que se pueda hablar de una formación integral y humanizadora cuando los estilos de aprendizaje se complementa con los valores y éstos se realicen, se descubran e incorporen por el ser humano; justamente en esta triple posibilidad reside la importancia pedagógica.
Para esta investigación, los valores interpersonales y estilos de aprendizaje se constituyen en las variables que ayudan a tener una visión holística en la formación de los estudiantes, para lograr los objetivos de una educación integral.
El término valor hace referencia al grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar, alegría o armonía con nosotros mismos y con los demás. Según la visión de Mora (1995): “Los valores están relacionados con las grandes convicciones humanas de lo que es bueno, de lo que es mejor y de lo que es óptimo; ellos tienen la facultad en sí mismos de proporcionar alegría, satisfacción y felicidad a todos quienes los poseen, por tanto son fundamentales en la búsqueda de la realización humana (Lara, 2014)
El término “estilo de aprendizaje” se refiere al hecho de que cada persona utiliza su propio método o estrategias a la hora de aprender. (Manual de estilos de Aprendizaje, 2004). Para Alonso y Gallego (1994) los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables de cómo los alumnos perciben interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje. (Cazau, 2004).
Los valores se aprenden principalmente en el hogar y se complementan en la escuela, por tanto, es fundamental impulsar desde este escenario la recuperación y práctica de éstos de manera permanente y persistente, con el pleno conocimiento de que los valores interpersonales son pilares esenciales en el desarrollo integral del individuo tanto a nivel personal, familiar y social; estos valores están influenciados por el contexto en el que se desenvuelven, como los medios de comunicación, la interacción entre iguales y las experiencias cotidianas, dependiendo de cada individuo la forma como los asimila para formar su propia personalidad e identidad dentro de un grupo social.
Así mismo, la eficacia en el aprendizaje no está relacionada únicamente con la capacidad cognitiva y aptitudina1, sino que depende también de cómo el alumno utiliza ese potencial a través de los denominados estilos de aprendizaje. Éstos se describen como los modos diferentes en que los alumnos perciben, estructuran, memorizan, aprenden y resuelven las tareas y problemas escolares. De manera que, dependiendo del estilo personal que adopten tendrán mayor o menor probabilidad de éxito escolar. (González, 2003)
Teniendo en cuenta lo anterior, se observa que en todas las etapas de la vida escolar, se distinguen diferentes formas de aprender, para lo cual los docentes desde su labor pedagógica deben estar atentos a las necesidades particulares de los educandos ya que el logro de su aprendizaje, su éxito o fracaso escolar depende en gran medida de comprender la manera en que ellos captan el conocimiento; por tanto, para esta investigación se toma en cuenta la clasificación de los valores interpersonales según Leonard Gordon (2010) y estilos de aprendizaje que ofrecen Felder y Silverman (1998), quienes además manifiestan que los modelos de aprendizaje pueden convertirse en modelos mixtos en tanto que muchas veces se mezclan fases de unos modelos con otros.
Desde esta perspectiva, la investigación tiene como objetivo, determinar la relación entre los valores interpersonales y los estilos de aprendizaje de los estudiantes de la institución educativa del sur, Municipio de Ipiales, departamento de Nariño – Colombia.
Metodología
Este estudio se enmarca dentro del tipo de investigación descriptiva correlacional; porque busca establecer la posible relación entre los valores interpersonales y estilos de aprendizaje para enriquecer la actividad escolar y por ende mejorar el rendimiento académico en los educandos. (Hernández y otros, 2014), manifiesta que:
Es de tipo descriptiva, porque busca especificar las propiedades importantes de personas, grupos y comunidades; y, correlacional – causal, porque describen relaciones entre dos o más categorías, conceptos o variables en un momento determinado, ya sea en términos correlacionales, o en función de la relación causa-efecto y pretenden determinar cómo se relacionan o vinculan diversos conceptos, variables o características entre sí, o, también, si no se relacionan.
Así mismo, el tipo de diseño a utilizar en la presente investigación es el “no experimental” debido a que, según Hernández y otros, (2010), este tipo de diseño consiste en observar los fenómenos tal y como se presentan en su contexto natural para después analizarlos; es decir, que no se realiza una manipulación deliberada de la variable, dimensiones e indicadores de estudio; sino que se recolecta la información de manera natural mediante la descripción de los datos que se obtengan.
La muestra está conformada por la totalidad de la población, es decir 152 estudiantes de los grados sextos de las tres sedes, en edades comprendidas entre 12 a 15 años, de allí que se constituye en un censo poblacional.
Para la recolección y posterior análisis de información de datos se utiliza la observación y la encuesta; y, como instrumentos: por una parte el cuestionario de valores interpersonales (SIV) de Leonard Gordon, cuya procedencia es de Chicago, Estados Unidos (1960), traducido y adaptado en el Perú por Leonardo Higueras y Walter Pérez (1972). Posteriormente Durand (1996) hizo una revisión del Test, encontrando resultados similares a los de la adaptación en Lima; y, por otra parte, el cuestionario de estilos de aprendizaje de Richard Felder y Linda Silverman (Felder y Silverman, 1988) posteriormente mejorado por el mismo Felder y Bárbara Solomon (2007) conocido como Modelo de Estilos de Aprendizaje de Felder y Silverman (FSLSM, Felder & Silverman Learning Styles Model).
En cuanto a la validez y confiabilidad de los instrumentos, evidencia que; por una parte, el cuestionario de valores interpersonales (SIV) de Leonard Gordon traducido y adaptado en el Perú por Leonardo Higueras y Walter Pérez (1972) Dispone de validez factorial y de validez externa con altos puntajes de correlación. Otra manera de evaluar la validez de un cuestionario de personalidad es determinar la razonable relación entre dicho instrumento y otras medidas. El SIV ha sido correlacionado con otras medidas de valores y de rasgos de personalidad. (Test SIV. Leonard Gordon, 2010); por su parte, los coeficientes obtenidos con el método test- retest en todas las escalas, oscila de 0.78 a 0.89. Usando la fórmula adecuada de Kuder-Richardson oscilan entre 0.71 y 0.86. Estos coeficientes de confiabilidad, según opina Gordon son suficientemente altos como para permitir interpretaciones individuales (Test SIV. Leonard Gordon, 2010).
Por otra parte, el Instrumento de evaluación (ILS) sobre estilos de aprendizaje de Felder y Silverman (1988), se fundamenta en las diversas pruebas que se han comparado en investigaciones experimentales desarrolladas con la aplicación de ILS, donde se ha verificado la validez de criterio (Felder y Brent, 2005) citado por Ocampo y otros (2014); igualmente, se han realizado análisis formales sobre la validez y confiabilidad sometidas a un análisis factorial que sirvió para detectar, analizar y reemplazar las respuestas con coeficientes no significativos y, con ello, crear la versión actual.
Para realizar el procesamiento de los resultados arrojados a través de la aplicación de los cuestionarios, orientado al logro de los objetivos específicos 1 y 2, se utilizará el método de Estadística Descriptiva, el cual permitirá la “descripción de la variable de estudio” Hernández y otros (2014, p. 350), específicamente a través del uso de las técnicas: análisis de frecuencias, medidas de tendencia central y variabilidad.
En relación al baremo diseñado para la interpretación de las sumatoria promedio arrojada por la escala de Valores interpersonales, se consideraron los niveles altos, moderados y bajos, obtenidos en relación a las puntuaciones máximas y mínimas asignadas a las alternativas de respuesta para cada uno de los ítems. Al respecto, la puntuación obtenida, será un reflejo de la presencia o ausencia del valor medido, de acuerdo a las respuestas de los estudiantes.
Para la interpretación de las sumatoria promedio alcanzada por el procesamiento de los datos, para la escala estilos de aprendizaje, sobre la base de las puntuaciones asignadas a las alternativas dicotómicas de respuestas, la cuales al calcular las sumatorias, valores promedio, alto y bajo, se podrán ubicar en la tendencia de aprendizaje de los estudiantes, a saber: activo, sensorial, visual y secuencial y, su contraparte, reflexivo, intuitivo, verbal y global.
En lo que respecta al objetivo específico 3, donde se plantea el establecimiento de la relación entre las variables, se recurrirá al coeficiente estadístico de correlación de Pearson, definido por Valera (2004) como: Medidas de correlación para variables en un nivel de medición ordinal, el cual se basa en un análisis no paramétrico, que consiste en la aceptación de distribución no normal y analiza datos nominales u ordinales.
En cuanto a la significación del coeficiente estadístico de correlación de Pearson, Hernández y otros (2010), señalan que este varía de -1,0 (correlación negativa perfecta) a +1,0 (correlación positiva perfecta) y, se trata de estadística sumamente eficiente para datos ordinales.
Para el procedimiento de esta investigación se realiza un diseño sencillo y aplicable para el logro de los objetivos y la obtención de respuestas al problema planteado. En tal sentido se recurre a una serie secuencial de pasos, los cuales son:
Conclusiones
La educación tiene la responsabilidad de ser el pilar fundamental en la formación del ser humano en todos los ámbitos (individual, familiar, social) y como conductores de esta formación, se pretende buscar estrategias teniendo en cuenta que cada educando es un mundo con su propia historia y debemos ser orientadores de manera efectiva para cumplir con sus expectativas, ampliar sus conocimientos, avanzar y responder de manera crítica y eficiente a las demandas de una sociedad globalizada. “La función de la escuela es favorecer e impulsar el desarrollo humano y no debería seguir centrada en el aprendizaje...” (Zubiría, 2008.)
Con el avance en esta investigación y el análisis a los planteamiento de diferentes autores se infiere que, en el proceso educativo influyen muchos factores como el contexto socio- cultural, la edad, los valores interpersonales, el interés por el estudio y su motivación entre otros, además cada individuo posee su preferencia con respecto a la forma de captar el conocimiento, factores que se convierten en complemento para alcanzar una efectiva formación integral de los educandos, con una visión holística y humana en pro de una transformación de las realidades a nivel individual y social.
Por su parte, es tarea de las instituciones educativas adentrarse en las realidades de los estudiantes, analizando sus valores interpersonales y determinando sus estilos de aprendizaje como ejes transversales en todas las actividades, principalmente de la actividad escolar, para que de ésta manera, se fortalezcan como personas valiosas para el bien individual, de su familia y su contexto, siendo parte activa en la solución de problemas y contribuyendo en su proyección y realización de vida.
Queda pendiente la aplicación de los instrumentos escogidos en este estudio, para la obtención de los resultados y determinar si existe relación o no entre las variables.
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