Recepción: 23 Abril 2020
Aprobación: 19 Mayo 2020
Resumen: Se analiza el impacto de las redes sociales en el inicio de la vida sexual de jóvenes universitarios panameños para el año 2018. Muestreo por cuotas de 400 estudiantes de primer año universitario, de cuatro universidades; estatales y particulares. Se realizan dos tipos de pruebas, paramétricas (correlación consumo de redes sociales y edad inicial en la vida sexual) y no paramétricas (restricciones / tutores vs mediana de edad inicial de la vida sexual). El principal resultado (p<0,05) es que la presencia de supervisión y tutor impacta en la mediana de edad en que inician su vida sexual.
Palabras clave: Redes sociales, adolescencia, jóvenes, sexualidad, comunicación.
Abstract: The impact of social networks at the beginning of the sexual life of young Panamanian university students for the year 2018 is analyzed. Quota sampling of 400 first-year university students, from four universities; State and private. Two types of tests are performed, parametric (correlation consumption of social networks and initial age in sexual life) and non-parametric (restrictions/tutors vs. median initial age of sexual life). The main result (p <0.05) is that the presence of supervision and tutor impacts the median age at which they begin their sexual life.
Keywords: Social networks, adolescence, youth, sexuality, communication.
1. Introducción
Entre los 10 y 19 años las personas viven la etapa llamada adolescencia, que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta (OMS, 2016). Esta época de transición es esencial para el desarrollo humano e importante para determinar sus conductas futuras.
Durante la adolescencia hay un incremento en el número de actividades consideradas como comportamientos problemáticos o de riesgo; como por ejemplo el uso ilícito de sustancias, ausentismo escolar, suspensiones, robos, vandalismo, sexo precoz y sin protección (Kazdin & Casal, 1999)
La adolescencia, es el grupo con más alto riesgo en materia de sexualidad por la falta de prevención, el no uso del preservativo para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, el SIDA, así́ como los embarazos no deseados (Páramo, 2011).
Estas conductas de riesgo en la sexualidad se dan, según Navarro, por lo que denomina Páramo como mitos sexuales, provocados por la ausencia de una adecuada información sexual y la escasa comunicación existente por parte de sus padres, lo cual en la actualidad aumenta con el uso de Internet y la exposición a diversos materiales inapropiados para los adolescentes respecto a sexualidad (Navarro
En el estudio de (Alba & Fernanda, 2012), se presenta la situación de las TICS y el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes y jóvenes, destacando el acceso mayoritario de los menores al uso de las pantallas interactivas como son: computadoras, celulares, videojuegos y televisión, que sustenta lo que planteamos en cuanto a la influencia que las redes sociales tienen sobre este grupo etario. El estudio observa cierta dependencia de los adolescentes y los jóvenes por este tipo de pantallas interactivas, por lo que este estudio sugiere que los padres deben realizar un acompañamiento y un estricto control en la utilización de cualquiera de ellas, ya que están influenciando de manera negativa en el comportamiento de la población juvenil.
Azurdia realizó una investigación con el objetivo de determinar si las redes sociales eran un factor desencadenante de la conducta antisocial en adolescentes. Se realizó por medio de encuestas, test de conductas antisociales-delictivas y una boleta de opinión para docentes, finalmente los datos obtenidos dentro del estudio indicaron que las redes sociales provocan en los sujetos características de conducta antisocial (Azurdia, 2014).
La sexualidad es un tema delicado para tratar con adolescentes. Es por eso por lo que se considera a la familia como principal educador sexual de los jóvenes. Sin embargo, mediante el estudio titulado “Influencia del uso de las redes sociales en las relaciones familiares de jóvenes de 18 y 24 años que presentan adicción a las mismas”, se comprobó que las redes sociales han afectado a los jóvenes a nivel familiar y a nivel social; provocando que la comunicación verbal disminuya (Ascoli, 2014).
De igual manera, se puede citar el estudio realizado por (Romero, 2015) con el objetivo de determinar cómo el uso de la red social genera conflictos en parejas adolescentes. Concluyendo que el uso de la red social Facebook sí generó conflictos en parejas adolescentes tales como: celos, inseguridad, desconfianza, manipulación, malentendidos y falta de comunicación.
Los diferentes estudios analizados comprueban que las redes sociales influyen en las personas y adolescentes. Sin embargo, en este estudio buscamos analizar la influencia que puede tener en el inicio de la vida sexual de los jóvenes.
2. Precisiones Teóricas
2.2. Inicio de la Vida Sexual
El inicio de la vida sexual no está marcado por la primera penetración, comienza de una manera escalonada con diversos tipos de conductas, Odette Freundlich. Directora de Centro Miintimidad y kinesióloga especialista en disfunciones del suelo pelviano y sexualidad, marca el inicio con la actividad conocida como “petting”: “cualquier tipo de roces, besos o caricias donde no esté incluida la penetración, utilizando la boca, lengua o cualquier parte del cuerpo.” (Freundlich, 2015)
El Dr. Fernando Santamaría Medina, especialista en terapia sexual y marital, concuerda con Freundlich, “cuando una persona practica cualquier forma de relación sexual ha iniciado su vida sexual, la penetración es solo una forma más.” (Medina, 2009)
Para facilitar la descripción se ha separado el petting en diferentes grados. Grado I: Tomarse las manos, darse besos o abrazarse. Grado II: Caricias sexuales sobre la ropa, que pueden incluso imitar una relación sexual. Grado III: Caricias sexuales bajo la ropa, hasta estar totalmente desnudos, pudiendo incluir sexo oral o masturbación mutua. Grado IV: Coito
2.3. Las Redes Sociales son Medios de Comunicación de Masas
En la realidad de los medios de masas, Niklas Luhmann plantea que la sociedad está conformada por “las galaxias de la comunicación” mediante distintos sistemas de comunicación: sistemas sociales, políticos, arte, etc. Estos se rigen por códigos binarios. (si/no), (bello/feo), etc. En lo referente a los medios de comunicación el sociólogo plantea que su código es información/no información (Martínez, 2011)
La idea que los medios de comunicación de masas son constructores de realidades y los efectos que estos causan en su audiencia, no es una concepción única de Luhmann. Gerbner y Gross, plantearon en la teoría de los efectos de cultivo que aquellas personas que consumen cuatro horas o más de televisión diariamente, su visión del mundo será la visión planteada por el medio. Experimentarán de esta forma un desplazamiento de la realidad en donde su percepción de la realidad social quedará influida por los contenidos que consumen. (Marín, Garcia, & Ruiz, 1999)
Como se mencionó anteriormente, Luhmann indica que a los medios le interesa la transmisión de información, sea esta verdad o no. Desembocando así en una construcción de la realidad que no necesariamente es la correcta. El conocimiento que adquiere la sociedad moderna sobre el mundo y determinadas situaciones es lo que Luhmann bautiza como la mediación (Martínez, 2011)
En un enfoque muy parecido, dentro de los efectos de los medios de comunicación de masas, encontramos la teoría de la socialización. En donde una prolongada exposición a los contenidos televisivos enseña a sus receptores el mundo, próximo y lejano, e indica el comportamiento que se considera adecuado en el mismo. (Marín, Galera, & Ruiz, 1999)
Tomando ideas de Meyrowitz, citado por (Marín, Galera, & Ruiz, 1999) plantean que gracias a la televisión los niños aprenden sobre el mundo de los adultos en etapas más tempranas de su desarrollo. Este deja de ser un misterio para ellos y se homogeniza las etapas del crecimiento. Obteniendo así, niños conduciéndose como adultos. Igualmente, los efectos de socialización de la televisión son más influyentes en los receptores cuando estos tienen mucho contacto con la televisión, pero poca información alternativa disponible.
Estamos señalando, que los medios de comunicación de masas son aquellos que logran crear un efecto, no en el público sino más bien en su audiencia.
El término público se utiliza para hacer referencia a todo un conjunto de sujetos disponibles, mientras que el término audiencia se refiere a los individuos que utilizan en realidad el contenido producido por cualquier medio de comunicación. (Marín, Galera, & Ruiz, 1999).
Es decir, los medios de comunicación social tienen la capacidad de transmitir un mensaje, de forma masiva, a una determinada audiencia, y gracias a la mediación y enseñanzas de socialización, causar un efecto en sus receptores, cumpliendo de esta forma el paradigma de la comunicación de Lasswell.
En este estudio consideramos las redes sociales como un medio de comunicación masivo. Dentro de una red social podemos ver las características que definió (McQuail, 1985) sobre un medio de comunicación de masas. Denis Mcquail señala que los medios de comunicación de masas presentan las siguientes características:
1. Un recurso de poder, un instrumento potencial de influencia, control e innovación en la sociedad; es el modo de transmisión primario y fuente de información esencial para el funcionamiento de la mayoría de las instituciones sociales.
2. Un ámbito o esfera donde se desarrollan muchos asuntos de la vida pública, tanto nacionales como internacionales.
3. Una fuente importante de definiciones e imágenes de la realidad social; y así mismo, un lugar donde se construye almacena y expresa de manera más visible la cultura y los valores cambiantes de las sociedades y grupos humanos
4. La fuente primaria de la fama y de la posición de los famosos y de un desempeño eficiente en la esfera pública
5. El origen de un sistema de significados, ordenado y público, que proporciona un patrón de lo que es normal, empírica y subjetivamente, donde se señalan las desviaciones y se hacen comparaciones en función de esta versión pública de la normalidad.
Un perfil de una red social bien administrado es un instrumento potencial de influencia, control e innovación. Así mismo, los famosos en la época actual requieren un perfil, en donde por medio de “seguidores” pueden conseguir posición. Se puede ser famoso, desde una red social sin necesidad de pasar a un medio de comunicación de masas tradicional.
Dentro de las redes sociales, se desarrollan asuntos de la vida pública, tanto nacional como internacional. Podemos conocer, incluso antes que la televisión o la radio lo publique, algún acontecimiento al otro lado del mundo gracias a las redes sociales.
Las redes sociales crean definiciones sobre la cultura de distintos grupos humanos, e incluso nos posibilita con mayor rapidez ver cómo distintas sociedades viven y se desarrollan. Con esto podemos ver que todo lo señalado anteriormente por McQuail (1985) se cumple dentro del ámbito de una red social, las redes sociales son medios de comunicación masivo.
Actualmente, las redes sociales han pasado a ser el nuevo medio por el cual las personas consumen contenido. Siguiendo a Luhmann, dentro de estas redes sociales existen estas “galaxias de comunicación” (cuentas que publican tutoriales, música, artículos de belleza, noticias, grupos de WhatsApp sobre determinados temas, etc…) que contienen sus propios códigos. No obstante, al ser un medio se mantiene existiendo el código primario que se vuelve a priorizar “información / no información”. Por ejemplo, una cuenta sobre arte primero buscará entre “información/ no información” y luego seleccionará contenidos que encajen dentro del código binario de la galaxia de comunicación del arte: “bello/feo”. Dicho esto, dentro de una red social, se ve el mismo efecto en dónde la información que se es proporcionada puede ser cierta o no.
Common Sense media, una organización independiente dedicada a mejorar el mundo del internet para niños y adolescentes realizó un estudio sobre el consumo de medios en los jóvenes de 8 – 18 años. Ellos encontraron que los jóvenes invierten 2:42 horas en su smartphone, 1:37 horas en la
computadora y 45 minutos en la tablet al día. Es decir, aproximadamente 5 horas diarias en estos dispositivos que conectan con el mundo digital. En el estudio dentro de “ver televisión” se incluye tanto el contenido de la televisión tradicional como la televisión “online”, el cual marca 1:31 horas más dentro de este consumo de contenido, sin embargo, no se sabe con certeza cuánto de ese tiempo es específicamente para la televisión online, es por esto nos mantendremos con las 5 horas mencionadas previamente (Rideout, Vicky, 2015).
Anteriormente, con la televisión al individuo le era sencillo estimar cuánto tiempo aproximadamente pasaba consumiendo estos contenidos televisivos debido a que dicho consumo era continuo. Sin embargo, al llegar los smartphones se es difícil hacer una estimación de cuánto tiempo se invierte en estos mundos digitales, ya que el consumo deja de ser completamente continuo.
Las personas suelen revisar por cortos periodos de tiempo a lo largo del día las redes sociales. Si a esto se le adiciona el tiempo que emplean de forma continua en estos ambientes digitales, nos encontramos con que probablemente las personas ocupan las redes sociales más tiempo del que realmente creen. En una entrevista realizada por El País a Nicholas Carr, define las redes sociales como micromensajes que son lanzados sin pausa alguna y nos ofrecen una capacidad de distracción que es casi adictiva (Carr, 2011) lo que resulta en esta constante revisión a las redes sociales.
Es en este momento en donde la teoría del cultivo y socialización toma vigencia para este nuevo medio de comunicación. Los jóvenes, emplean más de cuatro horas en estas redes sociales. Dentro de estas, existen discursos y patrones públicos donde las personas aprenden cómo comportarse frente a situaciones determinadas de la vida.
Pero como hemos mencionado anteriormente, esta mediación (Martínez, 2011), no es necesariamente correcta, ya que la información proporcionada por las redes no busca ser verídica sino simplemente información. Causando así ese desplazamiento de la realidad planteado por Gerbner y Gross en la teoría del cultivo.
3. Materiales y Métodos
Investigación de cuantitativa, no experimental, de alcance correlacional. Se pretende asociar dos variables y estudiar su relación, si el inicio de la vida sexual de los jóvenes está condicionado al uso de las redes sociales. De forma alternativa se plantea demostrar si la presencia de un tutor, familiar, padre y/o madre, que establezca normas y/o supervisión del uso de las redes sociales en la adolescencia impacta en la edad en que inician su vida sexual.
La población de estudio está compuesta por jóvenes universitarios panameños hasta la edad de 23 años. Este grupo recientemente han pasado adolescencia y sieguen siendo considerados jóvenes. Por otro lado, ya han alcanzado su mayoría de edad y legalmente son responsables de su vida sexual pudiendo hablar libremente de ella.
Muestra por cuotas de 400 estudiantes universitarios. El instrumento fue aplicado a 100 estudiantes por universidad, las cuales fueron las 4 más antiguas del distrito de Panamá: Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA), Universidad Latina (ULAT), Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y Universidad de Panamá (UP).
El instrumento fue sometido a un proceso de confiabilidad y validación. Para el aspecto de la valides se utilizó el método de mitades partidas que se calcula con la división total de los ítems y se compara resultados con los coeficientes de Pearson y de Spearman-Brown (obteniendo 0.88 y 0.86). Para la dimensión de la validez total; entendiendo que la validez total = a la suma de validez de contenido, criterio y constructo, divido entre tres. En la de contenido se utilizó la de experto (0,91) en la de
criterio el alfa de Cronbach (0,92) y en la de constructo el análisis de factores (0,81). Esto nos da, 2.64/3 = 0.88
3.1. Hipótesis
H0a = Hay independencia entre el consumo de redes sociales y el inicio de la vida sexual de los jóvenes.
H1a = Existe una relación entre el consumo de redes sociales y el inicio de la vida sexual de los jóvenes.
H0b = Hay independencia entre las restricciones que le den los tutores a los jóvenes en el uso de redes sociales y su inicio de la vida sexual.
H1b = Existe una relación entre las restricciones que le den los tutores a los jóvenes en el uso de redes sociales y su inicio de la vida sexual.
H0c = No hay diferencia entre las medianas de edad del primer contacto sexual. H1c = Las medianas de la edad del primer contacto sexual son diferentes.
3.2. Variables
3.3 Técnicas
Tablas Cruzadas, Coeficiente de correlación de Pearson, Coeficiente de correlación de Rho de Spearman.
4. Resultados
La composición de la edad varía desde los 17 años hasta los 23 años, con una edad media de 19 años. Según los datos, de la tabla 2, la edad media en la cual los jóvenes crearon su primer perfil fue a los 12 años, con un consumo medio de 4 horas por día.
Es decir, los jóvenes han creados perfiles en las redes durante su etapa de adolescencia, que, según la OMS, es el periodo de crecimiento y desarrollo humano más importante, donde no se es plenamente capaz de comprender conceptos complejos, ni percibir el grado de control que tiene o puede tener respecto de la toma de decisiones referidas a su comportamiento sexual.
De los 400 jóvenes, 335 indicaron que sostuvieron algún contacto sexual. La edad en que experimentaron su primer contacto sexual fue en la media de 15 años. Una proporción de los encuestados afirman no haber tenido ningún contacto sexual, especificaremos detalladamente este punto en la tabla 3.
Dicho esto, nos encontramos con jóvenes de una edad aproximada a 19 años que crearon su primer perfil a los 12 años empleando 4 horas al día en sus redes sociales y experimentando su primer contacto sexual a los 15 años.
Llama la atención que los adolescentes puedan dedicar 4 horas en sus redes sociales, porque en estas edades deben cumplir con su jornada escolar y/o tareas, además de tener alguna supervisión adulta.
En la tabla 3 podemos observar de forma detallada que 65 de los encuestados afirman no haber tenido ningún contacto sexual, lo cual vendría representando el 16% de nuestra muestra. Por otra parte, el 84% de ellos sí han tenido algún tipo de contacto sexual. Aunque el 16% no es un porcentaje alto de la muestra, es un dato que amerita mayores análisis para establecer los factores que han influenciado a que estos jóvenes a que no hayan tenido ningún tipo de contacto sexual.
El tiempo dedicado al uso de redes sociales, tabla 4, demuestra que la mayoría de los universitarios encuestados, es decir el 58.3%, emplea de 0 a 3 horas en sus redes sociales, un 35.8% de 4 a 8 horas diarias, el 4% de ellos de 9 a 11 horas y el 2% pasa 12 horas o más.
El 87% de los que respondieron la encuesta, afirman haber encontrado contenido sexual en sus redes sociales, tabla 5. Únicamente el 13% dice que no. Confirmando según la muestra que la mayoría de los jóvenes sí han consumido contenido sexual a través de sus redes sociales.
El contenido sexual consumido por los jóvenes lo encuentran de manera no intencional, es decir, por casualidad o enviado por amigos, tabla 6. Únicamente el 7.8% de los encuestados selecciona que han consumido intencionalmente contenido sexual en redes sociales.
Se presenta un 6.5% de jóvenes que siguen o mantienen en sus contactos a la cuenta o persona que publicó el contenido sexual, sin embargo, no podemos clasificar esta opción como intencional o no intencional. La cantidad de contenido sexual en las redes sociales sí debe llamarnos a la reflexión, ya
que están al alcance de muchos jóvenes que aún no tienen la madurez y pueden tomar decisiones que los lleven a ser víctimas de personas que utilizan estas redes para cometer delitos sexuales.
Con la siguiente tabla 7 se muestra si los jóvenes tuvieron algún tipo de restricción en el uso de redes sociales durante su adolescencia, por parte de su tutor.
La constante es que los jóvenes no tuvieron alguna clase de restricción durante su adolescencia en el uso de redes sociales por parte de su tutor; esta opción prevalece con el 70%.
De acuerdo con tabla 2 la media indica que los jóvenes tienen el primer contacto sexual a la edad de 15 años. Con la siguiente tabla 9 se muestra el tipo de contacto que tienen por primera vez.
En la tabla 8, los jóvenes en un 50% experimentan por primera vez, roces íntimos con ropa en la media de 15 años. Existe un 17% de jóvenes que como primer acto realizan roces íntimos sin ropa, y un 12% masturbación mutua y sexo oral. Existe un 16% que no tuvo ningún tipo de contacto.
Como puede observarse en esta tabla 9, los adolescentes en un 80% tienen su primera interacción directa con la persona, pero la comunicación se mantiene a través de las redes sociales tabla 10. Mientras un 20% su primera interacción, fue en las redes sociales.
Las tablas anteriores nos indican que los jóvenes conocen a la pareja con la que mantienen el primer contacto sexual, en persona; únicamente el 20% se conoce por una red social. Sin embargo, la relación se desarrolla principalmente en un 57% a través de ellas; solo el 37% de las relaciones de los encuestados se desarrollan mediante citas en persona, y el 5% por llamadas telefónicas.
Los jóvenes tienen diferentes opciones, como fuente para informarse sobre sexualidad; con la siguiente tabla 11 buscamos analizar cuáles son las principales. Los jóvenes reconocen, que durante su adolescencia fue la familia la principal fuente de información sobre educación sexual; con un 7% de diferencia, las amistades también tienen una posición alta como agentes informantes. Las redes sociales e Internet, con porcentajes similares, se mantienen en el medio. La escuela es la fuente menos recurrida para informarse sobre sexualidad.
Es importante que la juventud recurra a su familia como principal fuente de información sobre educación sexual. El problema es si la familia y/o escuela está preparada para brindar información y orientación objetiva, científica y clara sobre la sexualidad a los jóvenes. Es un tema que debe ser atendido por el sistema educativo y como parte de las responsabilidades de los padres/madres, tutores e incluso maestros/maestras a pesar de no existir acuerdos sobre el derecho de la juventud de recibir esta educación.
Si consideramos que las amistades durante su adolescencia deben ser de su misma edad, es posible que el nivel de incidencia entre pares sea mayor en cuanto a toma de decisiones de su sexualidad.
Los datos de la tabla 12, demuestra dos aspectos importantes: el primero que al cruzar las variables edad de creación del primer perfil de alguna red social tiene relación con la edad del primer contacto sexual, estadísticamente se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alternativa al obtener un (p ≤ 0,01); sin embargo, el coeficiente de correlación es muy débil, siendo de 0.20. Por otro lado, se desmiente el hecho de que el alto consumo de redes sociales durante la adolescencia tiene algún tipo de impacto en la edad de primer contacto sexual. Demostrando que consumir muchas o pocas horas diarias en las redes sociales durante la adolescencia, no afecta en la variable edad de primer contacto sexual.
No obstante, el hecho de que la variable de ingreso al mundo de las redes sociales en la adolescencia tiene algún grado de correlación con la edad del primer contacto sexual, nos lleva a realizar otros tipos de pruebas no paramétricas.
En la tabla 13, contacto sexual y restricciones en el uso de Redes Sociales, nos encontramos ante una respuesta muy interesante. Todos los jóvenes que no tuvieron restricciones de parte de su tutor en el uso de las redes sociales experimentaron algún tipo de contacto sexual. No obstante, los que sus tutores les aplicaron algún límite en el manejo de las redes social en su mayoría no tuvieron contacto sexual.
Al realizar las pruebas de chi-cuadrado para comprobar el grado estadístico de correlación de esta variable, obtenemos que el (p ≤ 0,01) y al aplicar la exacta de Fisher se mantiene el resultado. Demostrando estadísticamente, que la presencia de normas, restricciones, acompañamiento de un tutor, padre, madre, incide en el hecho de tener un primer contacto sexual durante su adolescencia.
Luego de demostrar que están correlacionadas las variables, al trabajar este tipo de pruebas no paramétricas, se puede establecer la fuerza de esta asociación mediante las pruebas de medidas simétricas. La fuerza de esta asociación, nos la brinda el V de Cramer y siendo de 0.7 es buena* por lo que se debe prestar mucha atención al respecto.
Comparemos las medias “Prueba de la mediana para muestras independientes”. En este gráfico tenemos dos grupos: el primero aquellos jóvenes que tuvieron restricciones en el uso de sus redes sociales y el segundo los que no. Podemos observar que la edad media del primer contacto sexual del primero se eleva hasta los aproximadamente 17 años (tomando en cuenta que existe un porcentaje que no tuvo contacto sexual). El segundo grupo, por su parte, la edad media es de aproximadamente 15 años.
Al obtener un “p < 0.01” nos indica que se rechaza la hipótesis nula, y se acepta la hipótesis alternativa. Por tanto, aquellos jóvenes que recibieron restricciones de parte de su tutor en su mayoría tienen el primer contacto sexual en una edad mayor que la mediana de 15 años. Por otro lado, los estudiantes que no recibieron restricciones en su mayoría experimentan su primer contacto sexual en una edad menor o igual a la mediana de 15 años.
A partir de la tabla 14 se evidencia que el 29.3% de jóvenes declara que sí tuvieron restricciones durante su adolescencia en el uso de redes sociales. De esa cantidad, es importante recalcar que la mayoría no ha mantenido algún tipo de contacto sexual, y los que sí lo han hecho, fue de tipo “roces íntimos con ropa”, es decir, la opción menos intensa de las presentadas. De los 70.8% de jóvenes que sí tuvieron restricciones, la mayoría mantuvo roces íntimos con ropa como primer contacto, y ninguno de ellos se abstenido de algún contacto sexual. Mediante los datos presentados, podemos analizar que no restringir a los adolescentes en el uso de redes sociales asegura que sí mantendrán contacto sexual.
La prueba de Chi-cuadrado, evidencian que estadísticamente la intensidad del primero contacto sexual aumenta en la medida de ausencia de restricciones en el uso de las redes sociales durante la adolescencia.
En la tabla 15, de los encuestados el 83.8%, sí iniciaron su vida sexual, el 35.8% se informó sobre sexualidad principalmente a través de redes sociales o páginas web. A diferencia, aquellos que no tuvieron ningún tipo de contacto sexual, se informaron principalmente a través de familiares o maestros. Esto nos demuestra que la familia y centros educativos, como principal espacio de enseñanza de la vida sexual, durante su adolescencia, impacta en la decisión de los jóvenes de no mantener contacto sexual a temprana edad.
Por último, en la tabla 16; el tiempo en años entre la creación del primer perfil de redes sociales y el primer contacto sexual. Observamos que se presenta una media de 3 años, entre la creación del primer perfil y el primer contacto sexual. Esta evidencia es importarte porque permite tomar acciones dentro del sistema educativo y principalmente para las familias; como por ejemplo, mantener mayor comunicación con sus hijos, advertir de los riesgos y beneficios en el uso de las redes sociales durante la adolescencia, establecer supervisión del accesos a los contenidos sexuales y sobre todo prepararse sobre la educación sexual, que les permitan ser la fuente confiable para brindar orientarlos sobre la sexualidad y así tengan la madurez para entender las consecuencias de embarazos en adolescentes y postergar las relaciones sexuales.
5. Conclusiones
La investigación comprobó que las redes sociales influyen en el inicio de la vida sexual durante su adolescencia. Sin embargo, no de la forma que se suele pensar. El alto consumo de redes sociales no es el problema. Lo medular es que, si no hay un acompañamiento por parte de los tutores, combinado con la ausencia de una política clara de educación sexual, mantendremos una mediana de 15 años, de inicio de la vida sexual.
Los jóvenes van a mantener contacto sexual, lo que podemos lograr es atrasar la edad en la que se da este primer contacto, a través de tutoría y restricciones en redes sociales, buscando que ocurra en una edad de mayor madurez que la mediana de 15 años.
Los jóvenes que no tuvieron restricciones de parte de su tutor en el uso de las redes sociales experimentaron algún tipo de contacto sexual, no obstante, cuando comparamos con aquellos que, tuvieron alguna supervisión, en su mayoría no tuvieron contacto sexual y aumentando la mediana a 17 años para el primer contacto sexual.
En redes sociales es difícil cuidar del contenido publicado. Las redes sociales, son herramientas que facilitan la comunicación entre personas, pero sin un buen manejo pueden ser graves para los adolescentes. Es importante enseñar a los adolescentes educación sobre redes sociales, y no permitir que sus relaciones interpersonales se desarrollen principalmente por interacciones mediáticas.
La educación sexual es importante para los adolescentes, los datos revelan que la familia y/o maestros como primer agente educador, pueden impactar en la decisión de los adolescentes. Esta tarea se complica cuando se destina a educación solo el 10% del presupuesto total de la nación (Herrera, Torres-Lista, & Montenegro, 2018).
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