Reseñas
| Kochhann Andréa. Epistemologia da extensão universitária: constructos contra–hegemônicos. 2022. Kelps Editora.. 101pp.. 978–65–5370–178–6 |
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La extensión universitaria y la formación docente deben trascender barreras para fomentar una perspectiva emancipadora. Resulta esencial integrar la tríada investigación, docencia y extensión, con el fin de elaborar un trabajo que se materialice en la praxis. La obra Epistemología de la extensión universitaria: constructos contra–hegemónicos, de Andréa Kochhann, es clave para comprender la práctica de la extensión universitaria en la formación académica, la cual puede manifestarse a través de una epistemología de la praxis crítica. Esta favorece los constructos de emancipación omnilateral, basados en el materialismo histórico dialéctico, a través del currículum de una pedagogía contrahegemónica.
La autora desgrana en cuatro capítulos los senderos que permiten al lector comprender cómo la extensión y la formación pueden estar al servicio de la acción contrahegemónica. El libro inicia con el Materialismo Histórico Dialéctico como perspectiva epistemológica, donde Kochhann identifica elementos para la construcción de una epistemología a partir de las contribuciones de Marx, a pesar de que este no buscó crear un método específico. Se subraya la importancia de partir de lo concreto inmediato para alcanzar lo mediato, explorando la materialidad y la historicidad para develar lo implícito en el objeto de estudio.
También señala que, además de la historicidad y la materialidad, es fundamental comprender la dialéctica entre lo real inmediato y lo real pensado, entre apariencia y esencia. Marx nos presenta la figura del trabajo como elemento ontológico para el ser humano. No es el trabajo lo que critica, sino la manera en que se estructura la relación entre los seres humanos a través de él. En la sociedad capitalista, estas relaciones se caracterizan por la alienación, el distanciamiento y la explotación.
Además, Marx introduce el concepto de valor añadido. La dialéctica, según él, se define por la contradicción, la totalidad y las mediaciones, elementos que se desprenden del análisis del trabajo.
La profesora Kochhann nos brinda un capítulo explicando la Epistemología dialéctica: emancipación y omnilateralidad, que se basa en Marx y Gramsci para discutir el trabajo como principio educativo. Comienza recordando que Marx tampoco escribió específicamente para la educación y, sin embargo, tiene una vasta obra que contribuye y se entrelaza con la educación. Para él, cambiar las relaciones del trabajo social implicaría cambiar la educación y, en su concepto, la educación es una vía de doble sentido, que libera y oprime.
El texto afirma que Marx describe al maestro como parte de la clase trabajadora, lo que indica su potencial revolucionario. Por tanto, el trabajo pedagógico puede convertirse en una posibilidad de formación para la revolución y, en consecuencia, para la emancipación humana. Para ello, es necesario comprender la emancipación política. La autora sostiene que la educación debe basarse en los fundamentos de la praxis transformadora y modificar la relación sujeto–objeto, romper con el tradicionalismo y apuntar a una educación que otorgue conocimiento del materialismo histórico mediante un trabajo pedagógico revolucionario. También menciona que Gramsci aboga por una formación omnilateral del hombre con el objetivo de combinar formación integral, técnica y política. Gramsci presenta la Escuela del Trabajo o escuela unitaria, que trata de la unidad entre teoría y práctica para que el sujeto adquiera un conocimiento crítico del mundo real y pueda actuar con todas sus facultades humanas como un ser total, en contraposición a la visión fragmentada y alienada que impone la sociedad burguesa.
El capítulo tres, titulado “Pedagogía contrahegemónica: perspectiva epistemológica”, busca comprender la formación académica a través de la extensión universitaria. Aquí, la autora elige a Dermeval Saviani y el análisis de la tendencia histórico–crítica por su creencia en una pedagogía contrahegemónica. Ofrece una breve pero significativa historia del surgimiento de las llamadas tendencias reproductivistas críticas en Brasil y las cuestiones planteadas por los pensadores brasileños en la década de 1980, centrándose en el materialismo histórico dialéctico.
Kochhann sostiene que Saviani presenta el currículo como una expresión de una política educativa que debe ser concebida como una pedagogía social contrahegemónica. Esta defiende una educación que fomenta la formación académica crítica, autónoma, omnilateral y comprometida con la lucha por la emancipación humana. De ahí la tendencia histórico–crítica como pedagogía contrahegemónica, una pedagogía social que valora la praxis, la unidad teórica y práctica, mediante el movimiento de la dialéctica, la contradicción y la totalidad. Todo esto en oposición a la moda de la Escuela Nueva y a la educación tradicional y técnica.
En tanto, en el último capítulo, titulado “Epistemología de la praxis: omnilateralidad y emancipación”, Kochhann analiza la defensa de la profesora Kátia Curado (2017), donde la epistemología de la praxis puede surgir como superación de la epistemología de la técnica y de la práctica mediante actividades de extensión universitaria. Curado enfatiza la importancia de concebir estrategias y resistencias para enfrentar políticas educativas dirigidas a la formación académica, articuladas en un conjunto de propuestas enfocadas en la praxis crítico–emancipadora, que podrían constituir la base para la formación de la omnilateralidad y superar las dicotomías de una formación unilateral.
Curado selecciona 5 categorías, 8 ejes estructurantes y 4 ejes de sostenibilidad de materialización para debatir sobre la epistemología mencionada. Es crucial comprender que la unidad de teoría y práctica se presenta como un movimiento dialéctico y contradictorio que posibilita la comprensión y transformación de la realidad. En cuanto a los ejes que estructuran la epistemología de la praxis, estos parten de considerar la investigación como un elemento formativo esencial, no solo como una acción–reflexión–acción individual, sino como una construcción colectiva que requiere de pensamiento crítico, aplicable también en la educación básica. Para Curado, la epistemología de la praxis se organiza en torno a ejes de sostenibilidad para su concreción, considerando los sistemas de formación docente. A pesar de esto, para las autoras es necesario entender que no toda actividad docente puede ser vista como praxis, aunque toda praxis es, en efecto, práctica.
Consideramos fundamental la lectura de este libro para quienes deseen comprender la relación entre la extensión universitaria y la formación académica ya que constituye un medio para la formación crítica sobre la omnilateralidad y la emancipación, siendo este un deber de la universidad pública en su misión educativa.