Andréa Kochhann es una investigadora brasileña que se ha consagrado al estudio de la formación docente y la extensión universitaria en Brasil. En su tesis doctoral en Educación, examinó las perspectivas y los límites de la extensión universitaria como posibilidad de práctica crítica y emancipadora en la formación de docentes del curso de Pedagogía en la Universidad Estatal de Goiás, estableciendo diálogos entre el estado del arte, la historicidad, la legalidad y las concepciones de la extensión universitaria en Brasil que inciden en la formación docente.

El trabajo de la autora se destaca por su minuciosidad en la exploración de la historia de las universidades a nivel mundial, y en especial abarca América y Brasil. Pone de manifiesto cómo la universidad adopta distintas características, como la enseñanza (proceso formativo), a la luz de la perspectiva de la universidad napoleónica francesa, la investigación (producción de conocimiento), en consonancia con la visión de la universidad alemana de Humboldt, y la extensión, de acuerdo con la perspectiva de las universidades inglesas y estadounidenses. La obra se focaliza en la extensión universitaria brasileña, aborda su historicidad, legalidad y concepciones. Además, reflexiona sobre la práctica de la extensión universitaria y sus sentidos epistemológicos.

En su libro, subraya los movimientos de análisis de la realidad y su esencia, poniendo énfasis en los elementos contradictorios y dialécticos de índole político, social, económico, cultural e ideológico que configuran ciertas realidades aparentes. En el primer capítulo, trata sobre la universidad en el contexto global; en el segundo, se enfoca en la universidad brasileña a lo largo de distintos períodos históricos y recurre a Cunha para debatir sobre la expansión de la educación superior en Brasil, contextualizando cada marco para el discurso que desea establecer.

La profesora Kochhann argumenta que el gran reto reside en convertir la extensión universitaria en una constante concreta que trascienda acciones puntuales, inorgánicas, asistenciales, de prestación de servicios y esporádicas, y que, en cambio, repercuta en la formación docente sin desvincularse de la enseñanza y la investigación. Propone un modelo académico que comprenda la dimensión científica de la universidad en diálogo con la sociedad, que valore la inseparabilidad de la docencia, la investigación y la extensión desde una óptica transformadora y emancipadora, que rompa con el currículo fragmentado y fomente la formación de una conciencia crítica.

Así, se observa que la autora enfatiza la función de producción de conocimiento asociada a una formación académica simultánea orientada a la transformación. Las acciones de extensión se conciben de manera orgánica y se ejecutan en un proceso continuo, con intencionalidad y planificación claras, coherentes con los objetivos propuestos. El libro se presenta como una obra social que busca unir universidad y sociedad a través de la acción efectiva en la producción de conocimiento sistematizado, integrando el trípode de docencia, investigación y extensión. Destaca la relevancia de una concepción de extensión vinculada a las transformaciones individuales y colectivas, en especial de la clase trabajadora, que históricamente ha tenido la necesidad de resistir y luchar por una formación académica de calidad, significativa, fundamentada en un enfoque crítico y político, con el potencial de influir en la consecución de la emancipación.