Geopolítica por todas partes – ¿Para qué nos sirve el enfoque geopolítico?
Geopolitics Everywhere – What is the use of the geopolitical Approach?
Revista de la Escuela Superior de Guerra Naval
Escuela Superior De Guerra Naval, Perú
ISSN: 2309-8937
ISSN-e: 2706-5928
Periodicidad: Semestral
vol. 16, núm. 1, 2019
Recepción: 27 Marzo 2019
Aprobación: 02 Mayo 2019
Resumen: Vivimos en una época donde el concepto de “geopolítica” se encuentra en todas partes de la Política Internacional. Posiblemente la oscilación de la política mundial de los últimos 30 años, ha causado una búsqueda por un marco teórico que parece adecuado para explicar la complejidad de las relaciones internacionales contemporáneas. Específicamente las políticas exteriores de Rusia y China parecen requerir una explicación geográfica. Por otro lado, existe un rechazo continuo del enfoque geopolítico. Así, después de la Segunda Guerra Mundial, en muchas partes del mundo se rechazó el uso del término “geopolítica” debido a su uso por los nazis alemanes. Sin embargo, se puede considerar que la geopolítica es una forma particular de mirar la política, la geografía y los Estados. Este artículo quiere responder al interrogante ¿Qué perspectivas puede aportar un enfoque explícitamente “geopolítico”, que ya no son incluidos en conceptos de ciencia política o en la geografía? Como resultado de este artículo, se encuentra que se puede usar un modelo geopolítico para identificar, analizar y explicar tensiones entre Estados relacionado a intereses en el espacio terrestre, por ejemplo, en el espacio marítimo.
Palabras clave: Geopolítica, relaciones internacionales, geografía, política internacional.
Abstract: We live in times where the concept of “geopolitics” appears everywhere in international politics. Perhaps the oscillations of world politics during the past 30 years has caused a search for a theoretical framework that seems suitable to explain the complexities of current international relations. Especially Russian and Chinese foreign policy seem to demand a geographical explanation. On the other hand, there has been a continuing dismissal of the geopolitical approach. After the Second World War, there was widespread refusal of the term “geopolitics” due to its use by the German Nazis. Nevertheless, it can be argued that geopolitics is a specific way of looking at politics, geography and states. This articles seeks to answer the question which perspectives a geopolitical approach can contribute that are not already included in political science or geography. As a result of this article it shows that it is possible to use a geopolitical model to identify, analyze and explain tensions between states that are related to interests in geographical space, for instance in the maritime space.
Keywords: Geopolitics, international relations, geography, international politics.
1. INTRODUCCIÓN
En la actualidad el concepto de “geopolítica” se encuentra en todas partes de la política internacional, incluso se ha invocado el “regreso de la geopolítica" 1(Mead, 2014). Posiblemente la oscilación de la política mundial de los últimos 30 años – del enfrentamiento de bloques por la hegemonía benevolente estadounidense hasta la multipolaridad y el unilateralismo de las Potencias Globales – ha causado una búsqueda por un marco teórico que parece adecuado para explicar la complejidad de las relaciones internacionales contemporáneas. Durante el periodo de los últimos 5 a 10 años se ha percibido una dinámica política vinculada a ideas nacionalistas tanto en Rusia (Devia, García, & Herrera, 2017) como en China (Ross, 2018) que se manifiestan en el espacio terrestre y se han formulado en términos de geopolítica. Así el presidente de Rusia, Vladimir Putín, durante el 2004 declaró que la desintegración de la Unión Soviética (URSS) había sido “la peor catástrofe geopolítica del siglo XX” (Schattenberg, 2011, p. 9), de nuevo llamando la atención al interés ruso por este concepto. Por otro lado, en América Latina y específicamente en el Perú desde hace decenios se ha producido una gran cantidad de estudios que se refieren a la geopolítica de la región (Dallanegra,2010).
Por otro lado, existe un rechazo continuo del enfoque geopolítico. Así, después de la Segunda Guerra Mundial, en muchas partes se rechazó el uso del término “geopolítica” debido a su uso por los nacionalsocialistas (nazis) alemanes (Black, 2016). Además, desde hace 20 años surgió una fuerte crítica del concepto mismo de la geopolítica basada en el constructivismo social, la “geopolítica crítica" (Ó Tuathail, 1998). Así se ha criticado el pensamiento geopolítico por la “falta de un núcleo esencial inmutable”2(Dodds & Atkinson, 2000, p. 8), por ser una disciplina “díscolo e incoherente”3(Dodds & Atkinson, 2000, p. 2), por ser un concepto “sometido a un evidente riesgo de banalización en bastantes ocasiones” (Méndez, 2011, p. 13) y al fin y al cabo, por ser “el dominio de actores masculinos de élite” (Sundberg, 2017, p. 10). A menudo el concepto tampoco se define, sino el término se usa en forma muy general.
Sin embargo, se puede considerar que la geopolítica es una forma particular de mirar la política, la geografía y los Estados4 : se trata de un “estudio de las relaciones y estrategias de poder que establecen diferentes actores – principalmente aún los Estados, pero también otros – y que tienen implicaciones espaciales” (Méndez, 2011, p. 15). Por eso, este artículo intenta acercarse a la respuesta del interrogante ¿Qué perspectivas puede aportar un enfoque explícitamente “geopolítico” que ya no están incluidos en conceptos de ciencia política – como política internacional y relaciones internacionales – o en la geografía – como geografía política? Así primero se explora los factores claves que definan el enfoque geopolítico, luego se interesa por las diferentes tradiciones geopolíticas, y finalmente se dedica a la pregunta, ¿cómo nos puede ayudar el concepto específico de la geopolítica para el análisis de acontecimientos políticos internacionales?
2. LA “GEOPOLÍTICA”: PUNTO DE PARTIDA
Un Estado siempre ha tenido la necesidad de incluir el marco geográfico en sus tomas de decisiones simplemente debido a que, en las palabras del sociólogo alemán Max Weber de 1919, el Estado es “aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el territorio es el elemento distintivo), reclama (con éxito) para si el monopolio de la violencia física legítima” (Weber, 2007). Igualmente, conflictos entre entidades políticas por provincias, recursos y el control de poblaciones se puede observar en fuentes escritas durante miles de años (Black, 2016). Pero si la definición de “Estado” ya incluye los tres factores población, gobierno y territorio, o sea el poder sobre un grupo humano en un espacio geográfico definido, ¿realmente se necesita una categoría separada para indicar el vínculo entre el Estado y el espacio? La respuesta tiene que ver con el punto de partida del enfoque geopolítico en la relación entre la Nación, el Poder y el Espacio.
2.1 Presunciones básicas
El punto de partida del pensamiento geopolítico es que un pueblo, una nación, un Estado se presenta en el espacio terrestre como actor único: “el Perú quiere...”, “los Estados Unidos necesitan... ”, “China intenta...”. Además, este actor tiene ciertos intereses específicos. Debido a dónde este actor se ubica en el espacio él tiene distintas opciones y necesidades que surgen de su ubicación, p.ej. atrapado entre dos Grandes Potencias, rodeado del mar o situado entre altas cordilleras. De este pensamiento sigue que el Estado-actor necesita ejercer control sobre el espacio. Si varios Estados intentan a ejercer este control al mismo tiempo eso puede llevar a una lucha entre varios actores por el control de espacios específicos. Esta visión se encuentra en cierta forma también en la dicha “escuela realista” en las Relaciones Internacionales (Black, 2016). Un ejemplo de esta forma de percibir el mundo como una secuencia de Estados-actores con intereses propios en el espacio terrestre se encuentra en un comentario hecho por Otto von Bismarck, el político atrás de la unificación de los Estados alemanes bajo el mando de Prusia durante los años 1864 a 1871. Después de haber logrado esta meta en 1871 su tarea principal consistió en posicionar a Alemania como Gran Potencia en Europa sin crear alianzas adversarias entre las demás Grandes Potencias. De este punto de vista, un lejano imperio colonial en África siempre será subordinado a las necesidades de Alemania en Europa: “Su mapa de África es muy bonita, pero mi mapa de África está en Europa: aquí está Rusia y aquí (...) está Francia y nosotros estamos en medio. Eso es mi mapa de África”5 (según Zimmerer, 2015, p. 33): No es posible para un Estado de ignorar las necesidades inmediatas que surgen de su ubicación geográfica.
Durante decenios antes de la Primera Guerra Mundial, surgió un pensamiento que percibieron los Estados no solamente como actores sino como organismos en un mundo darwinista. El politólogo sueco Rudolf Kjellén (1917) publicó una obra llamada “El Estado como organismo” en el año 1917, en lo cual el planteó que “cada Estado se presenta como un propio individuo, con su carácter particular, sus intereses particulares, su forma de actuar y sus sentimientos” 6(Kjellén, 1917, p. 35). Según el geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1903) el espacio (Raum) y la ubicación (Lage) influencian en el desarrollo del Estado. Otro geógrafo alemán, Haushofer, popularizó el término “espacio vital”, Lebensraum, para el espacio que necesita una nación o un Estado para su existencia, analógicamente al espacio que necesita un animal para vivir (Heske, 1994b). El vínculo entre la nación y su espacio vital se describió como “sangre y suelo”, Blut und Boden (Heske, 1994a). Estos términos se utilizaron abusivamente por los nacionalsocialistas (nazis) alemanes, que lo interpretaron como legitimación para su política internacional agresiva. Por esta razón este tendencia de la geopolítica, vinculada a términos biológicos, se había desacreditado en largas partes del mundo después de la derrota de la nefasta ideología nacionalsocialista en 1945 (Huissoud & Gauchon, 2013). Sin embargo, como se verá más adelante, las ideas nacionalistas y socialdarwinistas que forman la base de este pensamiento han seguido existiendo en varias tradiciones geopolíticas(Black, 2016).
Una tensión entre diferentes tendencias del enfoque geopolítico se puede observar en la importancia que se da al determinismo, o sea en qué medida un Estado está condenado a un conjunto de acciones debido a su ubicación en el espacio. Los conceptos se puede subsumir en los términos “determinismo” y “posibilitismo” (Black, 2016).
2.2 Factores del análisis
Correspondiendo al punto de partida del pensamiento geopolítico, se encuentra una congruencia respecto a ciertos factores de la observación. Además a los factores básicos para el enfoque geopolítico – Espacio, Poder, Nación – se considera factores adicionales como Demografía, Economía, Sociología e Historia. Sin embargo varias tendencias geopolíticas difieren en los respectivos pesos que atribuyen a estas categorías. Se considera que las acciones del Estado – por voluntad propia o por necesidad – se rigen por la población, determinado por la demografía, por recursos naturales, por la topografía y la geología, el clima, la cultura etc. La sobrevivencia del Estado se vincula con el desempeño económico de su población y por su ubicación en relación a otros Estados y sus respectivos intereses; y eso se da lugar en un marco temporal (véase p. ej. Méndez, 2011). Otro factor que influye en el análisis en ciertas tendencias geopolíticas son avances tecnológicos que cambian la importancia de accidentes geográficos. Un ejemplo conocido es el argumento de Mackinder (1904) que los ferrocarriles – una innovación tecnológica del siglo XIX – habían cambiado la posición geopolítica de Rusia en relación al Reino Unido (Black, 2016). Partiendo de uno o todos esos factores se han desarrollado modelos más detallados, adjuntando conceptos como centro y periferia, ejes de poder etc (Huissoud & Gauchon, 2013).
Después del fin de la Guerra Fría surgió en los estudios de las relaciones internacionales el enfoque del social constructivismo, que introduce el factor subjetivo de la imaginación a este objeto de estudio. El enfoque constructivista también dio inspiración a la “geopolítica crítica”, a diferencia de la geopolítica clásica, este enfoque parte de la suposición que la importancia de accidentes geográficos no es algo objetivamente dado, sino que se lo imagina (Dodds & Atkinson, 2000). Así, siguiendo la argumentación de Dodds y Atkinson (2000), se podría decir que según la “geopolítica crítica”, son los intereses políticos de una élite o de un Estado que crean la percepción de la geografía – no es la geografía que determina los intereses de un Estado. Así, la “geopolítica crítica” aspira a desenmascar el imaginario geopolítico de un país dado para mostrar como eso en realidad sirve a sus aspiraciones a poder internacional (Méndez, 2011). Una crítica contra el enfoque geográfico que también retoma la “geopolítica crítica” ha sido el supuesto determinismo del enfoque geopolítico (p.ej. Leyva, 1989).
2.3 Objetivos
Primeramente se puede observar que a través del enfoque geopolítico se intenta a responder a tres diferentes interrogantes: ¿Por qué los Estados hacen lo que hacen?; ¿Qué pueden hacer?; ¿Qué deberían hacer? Dado que estas preguntas tienen tres objetivos distintos, se ha cuestionado si la geopolítica es una disciplina propia o si es solamente una tendencia de otra disciplina, por ejemplo de la ciencia política o de la geografía.
Se puede observar la división profunda entre aquella tendencia de la geopolítica que se considera una disciplina con un enfoque de describir y explicar la relación entre los humanos, el poder y el espacio y, aquella tendencia que se considera una disciplina “asesora” del poder de un Estado en particular (Jahn, 2013). Eso lleva a las siguientes preguntas sobre el objetivo de la geopolítica: 1.- ¿El objetivo es de brindar una explicación del desarrollo y comportamiento de los Estados?, o 2.- ¿El objetivo es de brindar las instrucciones de cómo lograr metas específicas de un Estado específico (O’Loughlin, 1994)? Otras preguntas que surgen son si ¿la geopolítica es una forma objetiva de analizar los procedimientos de los Estados (Doig, 2017) o si más bien se trata de una forma agresiva y militarista de percibir el mundo (Wagner, 2011)? ¿El enfoque se integra más en la tradición empírica o más en la tradición normativa de la ciencia política? Como se encuentra ejemplos de todas estas posiciones bajo la etiqueta de la geopolítica, la respuesta no es unívoco, más bien, esta diversidad ha llevado a la crítica de que la “geopolítica” es tan variada que no representa una disciplina unificada (Dodd & Atkinson, 2000).
Hoy en día se encuentran ejemplos en donde se usa la etiqueta de “geopolítica”, en vez de otros términos de épocas anteriores como por ejemplo “razón de Estado”, “Realpolitik”, “colonialismo”, “imperialismo”, “política de poder”, “política de Grandes Potencias”, “política de intereses”, “Great Game”, “Weltpolitik”, “confrontación de las superpotencias” etc. para indicar que un asunto por un lado involucra acciones e intereses de unas Potencias en el espacio terrestre y que, por otro lado, este asunto por eso es importante. En ese sentido el empleo del concepto “geopolítica” se reduce a una mera etiqueta para indicar el comportamiento de una Potencia persiguiendo sus intereses nacionales o de una situación potencialmente conflictiva, involucrando una o varias Potencias y una cuestión de control de recursos o espacio.
3. LA GEOPOLÍTICA COMO DISCIPLINA: ESCUELAS
Siguiendo la clasificación de Huissoud y Gauchon (2013), se puede dividir la geopolítica en unas cuantas escuelas respecto a su origen al inicio del siglo XX: la Escuela Alemana propagada por los geógrafos Friedrich Ratzel, y Rudolf Kjellén7y posteriormente por Karl Haushofer; la Escuela Anglosajona con Alfred Thayer Mahan, Halford Mackinder y unos años después por Nicholas Spykman; la Escuela Francesa con Jacques Ancel, André Chéradame y Paul Vidal de la Blanche. A estas se pueden adjuntar las escuelas rusas, chinas, brasileñas, argentinas y las otras visiones latinoamericanas, como visiones italianas, japonesas, indias etc. (Black, 2016). En este sentido, O’Loughlin (1994) indica que se puede percibir que solamente existen “geopolíticas” específicas, una para cada Estado. Sin embargo, son las Escuelas Alemanas y Anglosajonas las que han tenido un impacto profundo internacionalmente.
3.1 Las Escuelas Alemanas y Anglosajonas
La Escuela Alemana, como se ha mencionado, inicia con Ratzel (1897) quien definió la “geopolítica” como algo distinto de la “geografía política” y que enfatizó el concepto de “Raum” (“espacio”). Luego Kjellén acuñó el término de “geopolítica”, del griego “geo” (“tierra”) y “política”. El enfoque de la Escuela Alemana se encuentra basado en la idea del Estado como un organismo con vida propia en el espacio, y que es el “Volk” (“pueblo”, “nación”) que se desarrolla a través de él. Así Haushofer en la década del siglo XX popularizó el término de “Lebensraum” (“espacio vital”) usado por Ratzel, con la finalidad de indicar el espacio necesario para la sobrevivencia de una nación (Black, 2016).
Ante otros esquemas, la Escuela Anglosajona, dividió su enfoque entre la visión marítima del estadunidense Alfred T. Mahan y la visión terrestre del británico Halford Mackinder: Mahan enfatizó la necesidad de dominar los mares y Mackinder enfatizó la necesidad de dominar Eurasia. En este modo Mackinder en 1904 introdujo los términos heartland (el “corazón continental”) en sus teorías sobre el enfrentamiento entre el Imperio Británico – la sea-power (“Potencia marítima”) – y Rusia – la land-power (“Potencia terrestre”) – en Europa y Asia. Igualmente, Nicholas Spykman en 1942 planteó las ideas del rimland ("tierra doble") en sus reflexiones sobre la confrontación entre los Estados Unidos (EEUU) y la URSS por el control de Eurasia (Black, 2016).
Además según Black (2016) la visión geopolítica estadunidense después de la Segunda Guerra Mundial cambió el término “geopolítica” por “geografía política”, sin que cambiara la esencia del enfoque mismo. Así la visión del mundo de la Guerra Fría siguió siendo fuertemente geopolítico, vinculada a conceptos como la “contención” – que la influencia de la superpotencia comunista se debería bloquear físicamente mediante una secuencia de Estados aliados con los EEUU alrededor de la URSS – y la “teoría de domino” – la idea que la “caída” de un Estado al comunismo implicará casi automáticamente la caída de sus países vecinos. El pensamiento geopolítico además fue fomentado por políticos intelectuales de la escuela “realista” como Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski.
3.2 Las Escuelas Rusas y Chinas
El pensamiento geopolítico Ruso, se encuentra ya en una visión nacionalista de la historiografía Rusa desde el siglo XIX. Varios filósofos, geógrafos e historiadores contribuyeron a la visión de Rusia como un país teniendo una historia y un pueblo vinculados a un espacio particular. Esa combinación de factores hubieran creado por un lado una cultura distinta de las culturas de Europa occidental, y por otro lado creado la necesidad de tener su propia forma de gobierno, igualmente distinta de las formas de gobierno de Europa occidental (Isakova, 2005). De esta tradición histórica surgió el “Eurasianismo” al final del siglo XIX y su encarnación actual, el neo-eurasianismo después de la caída de la URSS. Según Black (2016, p. 222), el neo-eurasianismo se puede categorizar como “etno-geopolítica” y Dunlop (2004) afirma que el neo-eurasianismo contiene ideas fascistas y que su representante más conocido, el controversial sociólogo Ruso Alexander Dugin, habría logrado establecer una cierta influencia en las élites rusas. Esta ideología vinculada con una visión geopolítica, propone una unidad de la nación Rusa, en la tierra Rusa, y un enfrentamiento inevitable entre Rusia y el campeón de la Globalización, los EEUU (Tolstoy & McCaffrey, 2015; Shlapentokh, 2007). Estas ideas se han usado para respaldar el reclamo de un dominio Ruso sobre el espacio post-soviético (Dunlop, 2004).
El pensamiento geopolítico Chino también se enfoca en el Estado Chino. Un elemento tradicional de la geopolítica China es la división del mundo en la dicotomía centro-periferia, donde el centro civilizado – China – tiene la tarea de civilizar a la periferia (Huissoud y Cauchon, 2013). Durante los últimos tres decenios ha regresado el nacionalismo como ideología movilizadora en China (Ross, 2018). De estas diversas tradiciones filosóficas, durante los últimos 10 años han surgido unas formas de “nacionalismo geopolítico”8(Hughes, 2011, p. 602), vinculando ideas de superioridad cultural y étnico con visiones de dominio regional, que parecen haber tenido cierta acogida en las Fuerzas Armadas chinas (Hughes, 2011). Según Hughes (2011), esta forma de nacionalismo se ubica en la tradición de Ratzel, Kjellén y Haushofer, en el sentido que explota una sensación de maltrato nacional por parte de otras naciones, una injusticia que se tendría que remediar adquiriendo dominio sobre el espacio vital de lo cual se considera que le corresponda a su propia nación.
3.3 Geopolítica latinoamericana
Después de la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron tratados geopolíticos en varios países latinoamericanos, a menudo en relación al ámbito militar, enfocándose en la posición del propio país en la región y el mundo (Moncayo, 2016; Dallanegra, 2010). Según Black (2016, p. 208), en Latinoamérica, la “geopolítica se consideró como una forma de entender el desarrollo de poder nacional”9 o sea, como una herramienta del Estado. Dodds (2000) indica que esta literatura en general muestra una influencia de Ratzel, Kjellén, Mackinder, Haushofer y Spykman, como también del historiador y geopolítico español Jaume Vicens Vives. Adicionalmente el pensamiento geopolítico de la Escuela de Brasil influyó el pensamiento geopolítico en otros países latinoamericanos, p.ej. en Argentina. La visión latinoamericana a menudo mira el mundo de las Grandes Potencias desde lejos. La influencia de la escuela geopolítica alemana, entre el periodo de las guerras, se puede notar en la frecuente mención de Haushofer en las obras geopolíticas de la región, tanto como en las nuevas ediciones de los textos vinculadas a esta escuela (como Henning & Körholz, 1941 y 1977).Co nsiderando la geopolítica latinoamericana una mera herramienta del militarismo regional, Dodds y Atkinson (2000, p. 4) caracterizan esta “geopolítica bajo los generales” como mostrándose en el mejor de los casos como parcial, dado que las doctrinas de seguridad nacional únicamente identificaron ‘amenazas’ contra el Estado; en el peor de los casos, fueron sangrientos y espantosos”10.
En Latinoamérica el concepto geopolítico se aplicó en un sentido y contexto muy amplio. Las ideas geopolíticas no solamente llamaron la atención para el análisis del ámbito internacional sino también para la percepción del propio territorio estatal. Eso se debe a que muchos Estados latinoamericanos dispusieron de vastos territorios, pero que el Estado solamente dominaba unas partes, y con grandes distancias entre el centro político, económico y demográfico y las periferias.
Así podemos constatar que por un lado el término “geopolítica” tiene muchos usos variados, pero por otro lado, su uso siempre parece vinculado, en alguna forma, con los tres conceptos del Poder, Estado y Espacio (Black, 2016).
4. LA GEOPOLÍTICA COMO HERRAMIENTA: UN MODELO GEOPOLÍTICO
4.1 Uso práctico
Un uso práctico del enfoque geopolítico tiene que partir del vínculo existente entre los actores, el poder e intereses en el espacio terrestre. A pesar de las divergencias en las diversas tradiciones disciplinarias y enfoques que todos reclaman ser entendidos como “geopolítica” y, a pesar del frecuente uso periodístico y sensacionalista del término, el concepto de la geopolítica sí parecería aplicable y usable en el análisis del poder político en el espacio. En este sentido, como todo concepto científico, el uso práctico del concepto de la “geopolítica” exige una definición teórica rígida para que pueda brindar el apoyo que se desea de él. Aunque un uso casual o incluso negligente que tiene como objetivo invocar una mayor importancia para el objeto de su estudio o indicar un vínculo geográfico podría ser justificable en un entorno periodístico, el uso casual del término no sirve como marco teórico en un ámbito científico. Además es importante orientar al lector por qué se aplica el concepto de geopolítica y no otro concepto de la ciencia política y, más específico, de las relaciones internacionales.
4.2 Factores
En el año 2017 los investigadores de la División de Estudios Estratégicos y Marítimos de la Escuela Superior de Guerra Naval decidieron aplicar una metodología de análisis de acontecimientos políticos basada en el enfoque geopolítico. Apoyándose en los conceptos comunes en las tradiciones geopolíticas, se parte de tres factores: Estado, Espacio terrestre y Desarrollo. El Estado en este sentido es el “Estado moderno” de Max Weber (2007, p. 88), que ejerce “el monopolio de la violencia física legítima” sobre un territorio definido como “medio de dominación” del “hombre sobre el hombre”. Si el Estado como actor es el punto de partida, se necesita un modelo para analizar sus acciones. Este modelo brinda la teoría “realista” de relaciones internacionales que considera que el Estado actúa para cuidar sus “intereses nacionales”, su “razón de Estado” (Kissinger, 1996). Los autores Pearson y Rochester (2000, p. 159) proponen que estos intereses se pueden resumir como “supervivencia”, “autodeterminación” y “bienestar económico”. Así mismo se puede considerar que el objetivo nacional de “desarrollo” de la tradición geopolítica latinoamericana, se puede igualar con el interés nacional del “bienestar económico” de este modelo de Pearson y Rochester (2000). Igualmente consideramos, que se puede igualar el interés nacional de la “autodeterminación” con intereses políticos. Se entiende los intereses políticos como tales intereses que no se vinculan con la mera sobrevivencia del Estado, ni con su desarrollo económico, sino con su libertad de acción en el ámbito público en general en el sentido de Estado-actor. Finalmente asumimos que el interés nacional de la “supervivencia” se iguala con los intereses nacionales de seguridad, en el sentido más amplio. Esto lleva a un enfoque geopolítico que investiga el comportamiento de los Estados en el espacio terrestre respecto a sus intereses de seguridad nacional, sus intereses políticos y sus intereses económicos. Además siempre considerando factores sociales, culturales, tecnológicos, militares, temporales etc. (Doig, 2013; Méndez, 2011).
4.3 Geopolítica Marítima
Como se ha mencionado, ya Mahan icluyó el mar en sus reflexiones geopolíticos. Así, la geopolítica marítima es una parte reconocida del pensamiento geopolítico (Brousset, 1998; Doig, 2013). El enfoque de la geopolítica marítima aplicado por la División de Estudios Estratégicos y Marítimos usa el modelo geopolítico anteriormente presentado para analizar las acciones de los Estados en el ámbito marítimo (Blydal, Andrade, Hasembank & Llop, s.f.). Nuestro modelo nos permite determinar la importancia geopolítica de un espacio geográfico – en este caso un espacio marítimo – respondiendo al interrogante ¿Cuál Estado tiene cuál interés en cuál espacio? Con el fin de poder brindar una respuesta a esta pregunta, primero se separó los Estados que carecen de costa, de los Estados que disponen de un acceso al mar. Luego estos últimos se dividió en tres categorías: Primero, los Estados que disponen de acceso al mar, pero que no disponen de una capacidad de perseguir sus intereses nacionales fuera de su vecindario; Segundo, las potencias comerciales, que son Estados que disponen sobre las capacidades de perseguir intereses nacionales de diferentes tipos y fuera de su vecindario inmediato, pero que carecen de voluntad de actuar unilateralmente o globalmente; y finalmente, las potencias globales, las cuales disponen de la capacidad, como la voluntad, de perseguir sus intereses en forma autónoma alrededor del globo.
En relación a lo mencionado en los párrafos precedentes, disponemos de una herramienta estructurada y suficientemente flexible, con lo cual se puede identificar, analizar y explicar tensiones entre Estados, relacionados al espacio marítimo.
El enfoque geopolítico tiene una larga trayectoria, ha tenido múltiples encarnaciones, se ha desacreditado repetidas veces y se lo ha descartado como disciplina científica una y otra vez.
El concepto de “geopolítica”, para muchas personas en el mundo, se ha vuelto una etiqueta con contenido variable y flexible, indicando un vínculo entre poder y espacio en los términos más generales. Sin embargo, la idea de prestar particular atención a la influencia del entorno geográfico para el desarrollo de los Estados, ha tenido suficiente acogida para que la geopolítica como término y/o enfoque nunca desapareciera.
Las ideas geopolíticas que usaron conceptos biológicos como “razas” y “sangre y suelo” para explicar el desarrollo y la sobrevivencia de los Estados fueron tan desacreditados por el uso, por los nazis alemanes, que con razón no se usa más en nuestra época. Sin embargo, las ideas que vinculan el nacionalismo con un enfoque geopolítico han resurgido en varios contextos, por ejemplo en el “eurasianismo” Ruso y el “nacionalismo geopolítico” Chino.
Se puede observar la tendencia actual sobre el concepto de “geopolítica”, hacia modelos desarrollados para fines más estrechos, en relación de obtener una “geopolítica” para cada Estado.
Es posible rescatar unos factores claramente definibles de las tradiciones geopolíticas para armar un modelo para el análisis de la importancia de accidentes geográficos y regiones terrestres para los Estados y Potencias globales.
Geopolítica por todas partes – ¿Para qué nos sirve el enfoque geopolítico?
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Notas