Lecturas
Turzi Mariano. Cómo los superhéroes explican el mundo. Cine, cómics y política internacional. Buenos Aires. Editorial Capital Intelectual. 140pp.. ISBN: 978-987-614-606-7 |
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En esta obra, dividida en cuatro grandes títulos (1. Visiones de Rayos: las Teorías; 2. Los multiversos: la estructura mundial; 3. Por qué luchamos: los temas globales y 4. Los actores: superhéroes, superpotencias y subpotencias), el autor nos abre la puerta a mucho más que una forma de abordar las Relaciones Internacionales. En primer lugar, nos cuenta mucho más de lo que suele verse en obras del área disciplinar sobre quién es él y quién fue (para muestra basta un botón: lean la dedicatoria y después me cuentan); segundo, da una muestra cabal de un fuerte compromiso docente, porque nada de lo que está reflejado en la obra ha sido producto de una reflexión de gabinete, sino que se palpan años de utilización de ello en aulas, para darle una vuelta de tuerca a la enseñanza de las Relaciones Internacionales. Y quizás allí se encuentra la clave. En una primera conclusión, tras la frenética lectura realizada, voy a “espoilearla” para que imaginen conmigo de qué se trata. NO ESPEREN EN ELLA UN TRADICIONAL MANUAL DE RELACIONES INTERNACIONALES… no. Al respecto diría que es una vía no solemne de introducir a las mentes jóvenes en las Relaciones Internacionales, pero también puede ser una herramienta para que las mentes maduras puedan reencontrarse, a través de categorías y metáforas muy creativas, con viejos conceptos conocidos, confrontados con análisis y datos muy actuales. Es claro que el libro no pretende llevar adelante un análisis acabado de nuestra área, sino que nos interpela a verla desde otra perspectiva, pero sin que ello implique la pérdida de entidad y rigor científico. ¡A no confundirse!
En el primero de los títulos (1. Visiones de Rayos: las Teorías), el Dr. Tursi traza un paralelo entre el Liberalismo y la Justice League of America (dato curioso: A la inversa de lo que suele pasar en la Academia, el abordaje del realismo debe esperar). En tal sentido, señala que:
La JLA ilustra las respuestas que brinda el liberalismo a las cuestiones centrales de relaciones internacionales, guerra y paz. Como los socios de la JLA, el liberalismo aspira a la Paz… no solamente la ausencia sistemática de la violencia entre Estados, sino una situación o condición en la cual la probabilidad de la guerra no entra en los cálculos de los actores. La JLA es más que un elemento disuasivo de Superhéroes frente a la villanía global. Es una fuerza para el bien de la humanidad y para ello ponen poder al servicio de los principios morales. Superman y Wilson creen que el poder es más que un instrumento para salvaguardar la supervivencia. Es una potestad para extender la ética a toda la tierra.
Así, los puntos de contacto de la JLA con el liberalismo pueden sintetizarse de esta manera: Los superhéroes de la JLA combinan, paradójicamente, el poder absoluto de la antigüedad, con la rendición de cuentas de la modernidad. Regímenes más abiertos en lo político implican mayor racionalidad en las decisiones y menor violencia en las acciones.
Por otro lado, al estudiar el realismo, nadie mejor que Bruce Wayne y su alter ego, Batman, para graficarlo, con las aclaraciones pertinentes a las distintas versiones cinematográficas:
El pequeño Bruce Wayne tiene todas las fichas para ser un realista perfecto. Esta perspectiva siempre apunta a sus preocupaciones por el poder y la seguridad desde un punto de partida pesimista. Como parte de la naturaleza humana, el realismo despliega una concepción trágica de la política internacional: la competencia por el poder es incesante y la amenaza de hostilidades, perpetua.
Entonces,
[e]l sino que lo llevó a convertirse en el Caballero dela Noche implica haber hecho carne la lección primera del realismo: la naturaleza humana no cambia. El mundo no es una oportunidad, sino un peligro. Wayne junior entendió que el mundo es hostil y que para sobrevivir en él hay que acumular poder. En el mundo anárquico de Batman, no existe una autoridad central con capacidad, voluntad de obligarse, así como la policía y los tribunales no le sirvieron a Bruce para frenar las balas que mataron a sus padres.
Sin abandonar los personajes de la serie en cuestión, pero sí dejando atrás e incursionando en el enfoque constructivista, Harvey Dent es presentado como el “primer constructivista.” Así, el autor nos cuenta que “[p]ara los constructivistas la estructura (la forma del sistema internacional) y la Agencia (la capacidad para actuar) están mutuamente constituidas como ambas partes del rostro de Dent” (en su caracterización como Two-Face). Por si quedaban dudas, el subtítulo termina con esta analogía:
Del mismo modo, aunque estructuralmente es Two-Face, Dent, puede elegir actuar de acuerdo a su lado noble o villano. En Batman, The Dark Knigth Returnes, de Frank Miller Two-face, recibe una oportunidad de redención con una cirugía plástica que reconstruye la mitad desfigurada de su rostro y tratamiento psiquiátrico. Se cree que Dent se ha recuperado, pero toma de rehén a la ciudad con una bomba y queda claro que es Two-face. Está en control permanente. Dent mira su rostro y dice “Al menos: ahora ambos lados coinciden”. La consagración del Constructivismo.
Para analizar el Marxismo, el personaje clave es Red Son (me atrevería a decir que no es de los más populares, pero con la lectura de este libro he descubierto que soy un enorme desconocedor de las dimensiones de universo del Cómic), que presenta un mundo en el cual Superman fue criado en la Unión Soviética, en lugar de haber sido criado en los EE.UU. “Como resultado, en lugar de luchar por la verdad, la justicia y el estilo americano, Superman acaba siendo el campeón del trabajador común que lucha una batalla sin fin por Stalin, el socialismo y la expansión internacional del Pacto de Varsovia.”
Por si le faltaban condimentos a este plato, se agregan personajes alternativos a este universo de Guerra Fría:
La historia del Superman soviético sigue una estructura consistente con las prescripciones teóricas del marxismo. El Superman esclarecido sigue siendo noble, justo y dedicado a la causa del comunismo. Un niño que queda huérfano por una purga política se convierte en un Batman también soviético, solo que en vez de multimillonario es líder de una organización terrorista anarquista. Y la Mujer Maravilla es embajadora. Sigue el postulado marxista de que los actores fundamentales en las relaciones internacionales no son los Estados, sino las clases sociales. Del lado estadounidense se encuentra un Lex Luthor que parece representar tanto la inventiva capitalista como los excesos y abusos de la libertad individual.
Como vemos, la Cortina de Hierro también aparece como un Muro Virtual que separa al universo de Superman y al de Red Son, cuya “narrativa… del modelo teórico marxista no se centra en los problemas de guerra y paz, sino que dirige su atención al desarrollo económico y la desigualdad, la pobreza y la explotación dentro de las naciones, y entre ellas. Explican que surgen de la dinámica de los modos de producción y lo destacan como la causa del conflicto doméstico internacional.”
En el segundo título (2. Los multiversos. La estructura mundial), el autor se adentra en el concepto de “orden mundial” (un orden internacional es un patrón establecido, relaciones y comportamientos entre actores de un sistema). Reflexiona que, durante el siglo XX, EE.UU. se convertiría en el defensor del orden diseñado por Europa: “Al igual que los Estados Unidos, Superman concibe la guerra no para castigar villanos, sino para mejorar la vida de los hombres.” Sin embargo, una perspectiva un poco más crítica sobre la hegemonía norteamericana y sobre Superman sería igual a la que se ve al final de Batman versus Superman: “Batman intenta terminar la hegemonía del kryptoniano. Luego de haber visto la lucha entre Superman y Zod, que destruye media ciudad y se cobra vidas, Bruce Wayne entiende el peligro de la hegemonía de Superman: “Si quisiera, podría quemar todo el lugar y no habría una maldita cosa que podríamos hacer para detenerlo.”
Superman, en cierta manera, “expresa y personifica la idea de orden liberal, de manera excepcional. Es poder más principio, capacidad, más voluntad, invulnerabilidad más incorruptibilidad. Obedece las leyes y respeta a los presidentes, pero no tiene miedo de ir contra el mal y la corrupción para ayudar a las personas.”
Flash (en las diferentes versiones que existieron) es presentado como símbolo de la Globalización. “Flash comparte con la globalización su utopismo tecnológico: la esperanza en el progreso técnico constante, siempre en movimiento, avanzando y mejorando. Flash representa el progreso personificado, la globalización: el progreso globalizado”. Y así como pasa con los efectos beneficiosos de la Globalización (al menos, muchos los ven en esa tónica), también están sus efectos perjudiciales (terrorismo, redes de trata, difusión de pornografía infantil): existe, entonces, un Flash negro, que cumple el rol de muerte del Flash Rojo, devolviéndolo a la fuente de energía (Speed Force). “Al hacer vibrar su cuerpo a una frecuencia específica, Flash –rojo o negro– puede volverse intangible, lo que le permite atravesar la materia. La globalización también atraviesa las barreras de lo legal a lo ilegal, y viceversa”
La metáfora para Internet la encontramos en Cyborg, un jugador de fútbol americano que, tras un accidente, es salvado por su padre, quien en el proceso de reconstruir su cuerpo con mejoras tecnológicas, construyó una máquina viviente más fuerte que su anfitrión. Así, el Dr. Tursi asevera que “[u]n mundo interconectado tiene consecuencias también en el plano internacional. La interpretación de los digital en lo real implica nuevas vulnerabilidades para la seguridad nacional que actores estatales y no estatales pueden explotar. En la actualidad se ha generado un duplicado digital de la realidad física a la tierra. El aire al agua y el espacio se suma al ciberespacio.”
Ikenberry (1999) sostiene que la durabilidad del orden internacional liberal radica en la capacidad de sus instituciones de atar (binding) y cohesionar (bonding). Las instituciones internacionales globales, regionales y funcionales actúan como una telaraña que, como espirales viscosas, contienen a las relaciones internacionales. Mead (2004) retoma el concepto de North (1991), argumentando que las políticas e instituciones económicas internacionales promovidas por EE.UU. actúan como un poder pegajoso, atrayendo a otros países a su esfera de influencia y atrapándolos. Esta afirmación es el puntapié inicial para el paralelo entre el sistema de organismos internacionales y las redes generadas por el superhéroe adolescente, el Hombre Araña.
El tercero de los títulos (3. Por qué luchamos: los temas globales) comienza con el análisis del complejo militar industrial y el espacio ocupado por la figura de Tony Stark. El autor reflexiona sobre la magnitud del gasto militar a nivel global, los motivos de la guerra y lo que puede considerarse como Paz. Termina reflexionando: “Acaso sea como lo define Tony: mi padre tenía una filosofía, la paz significa tener un palo más grande que el otro.”
Sin abandonar por completo el tema, aborda la cuestión nuclear de la mano de Doomsday Clock.
En 1947, científicos de la Universidad de Chicago que habían ayudado a desarrollar las primeras armas atómicas en el proyecto Manhattan, crearon el Doomsday Clock, reloj del juicio final que mide el tiempo qué falta para que llegue la medianoche un apocalipsis nuclear mundial… Doomsday Clock es también una serie secuela de Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons. Allí aparece el Dr. Manhattan, quien fue una vez un físico nuclear llamado Jon Osterman que realizaba experimentos de física cuántica… Este superhéroe supremo simboliza el arma absoluta, como Brody (1946), describió a las armas nucleares.
A modo de conclusión, puede recordarse que “las armas nucleares no son distintas solo en grados. Son cualitativamente diferentes: son las primeras armas desarrolladas para no ser utilizadas… Manhattan no representa el armamento nuclear, sino a los propios sentimientos humanos sobre el armamento: asombro, temor, orgullo.”
Lex Luthor y Víctor von Doom son la excusa para estudiar la desigualdad a nivel global.
La financierización de la economía profundiza la desigualdad, generando creciente desconexión entre capital y actividad económica real... ¿Pueden aplicarse los valores de mercado de todos los aspectos de la vida social? Aplicar la “destrucción creativa” schumpeteriana a escala global sin más, lleva en la práctica no al bienestar general, sino al exterminio económico eugenésico negativo como el que ejecuta Thanos en Avengers, Infinity War. Por último, las desigualdades simbolizan la distribución entre riqueza y poder mercado y Estado, oro y bronce. Dr. Doom proclama para sí la nación de Latveria y el Rey T´Challa (Pantera Negra) gobierna a Wakanda ¿Se explica por agencia (Doom ruin y T´challa noble) ? ¿O estructura (a riqueza es resultado de una distribución desigual que revela dominación). Pero si ese es el caso ¿Cómo se explican entonces, ricos buenos como T´Challa, Bruce Wayne, Reed Richard (Sr. Fantástico) o el cambio de Tony Stark? ¿Es el poder en sí en su grado de acumulación y control o las personas que lo ejercen?
Para la temática de refugiados e inmigrantes (un tema central de la agenda internacional por estos días), el autor nos invita a conocer a los X-Men.
Superman, por ejemplo, es un inmigrante. Y más que eso, un inmigrante ilegal… Pero los X-Men son otra cosa, no son un equipo de superhéroes (como los Avengers o los 4 Fantásticos) que salvan al mundo, sino niños a los que el profesor Charles Xavier quería enseñar a controlar sus poderes y aprender sobre sí mismos. No encajan en el mundo humano porque son mutantes, son raros, freaks más parecidos a los refugiados… Los X-Men fueron los primeros superhéroes de Marvel cuyo poder no venía un accidente de un experimento militar constituye su identidad. Por eso funcionan como una sombra (Jung, 1959) de la globalización… La sola presencia tanto de los X-Men como de los inmigrantes y refugiados pone a prueba los valores de una sociedad haciéndola mirarse en el espejo.
Otro de los temas acuciantes, el cambio climático, nos reencuentra con Aquaman:
De todos los superhéroes, Aquaman es probablemente el más bueno: sus poderes no son destructivos, es protector de naturaleza y amigo de los animales. Atlantis es un Estado submarino, que incluso declara la guerra al mundo de la superficie. Aquaman quería tener conflictos pacíficamente, pero descubre que su propio medio hermano Orm lidera la facción bélica... “Hijo de la tierra, del Rey de los Mares”, Aquaman mismo vive un conflicto de lealtad entre el mundo submarino y el de la superficie, entre la Liga de la Justicia y la Atlántida. Este conflicto es análogo al que se presenta entre el crecimiento de la economía y el cuidado del ambiente. ¿Existe un “balance” entre producción y conservación? ¿Es “filosóficamente” posible definirlo? ¿Es materialmente factible que la humanidad pueda alcanzarlo?
De manera compatible con lo que vemos en los medios de comunicación,
En el mundo de Aquaman el conflicto ambiental está atravesado por la disputa política. A nivel de las relaciones internacionales ésto también es exactamente lo que ocurre. El curso a seguir en la “Guerra Ambiental” entre humanos y atlanteanos se define por los intereses sucesorios de Orm y Arthur. La coyuntura internacional exhibe, a la vez, cambios en la distribución de poder, transición geopolítica, dislocalización geoeconómica.
Como conclusión a tan grave situación, Turzi concluye que:
Si la crisis ecológica es lo suficientemente grave como para amenazar la civilización o incluso la supervivencia de la especie humana, resulta imperativo explorar un orden mundial sostenible. Definirlo, avanzarlo y defenderlo implican una radical re conceptualización de los asuntos mundiales con base ambiental global. ¿Acaso será tarea de superhéroes sostenibles de una venidera eco política global?
Para avanzar sobre la militarización del espacio, se echa mano a Linterna Verde, quien “no es un superhéroe individual, sino un miembro de esta fuerza de soldados intergalácticos. Cada uno posee un anillo de poder de tecnología inconcebiblemente avanzada que permite al portador, proyectar rayos verdes de energía y conjurar objetos de cualquier tamaño o forma limitados solo a la imaginación y fuerza de voluntad.”
La militarización del espacio tiene correlato en el cómic: “Existen cuerpos de Linternas Blancas, Naranjas, Rojas, Negras y Azules. Las potencias están aumentando el desarrollo de profesionales espaciales militares, la adquisición del sistema de espaciales militares y la creación de la doctrina militar del poder especial para largo plazo organizar fuerzas espaciales en comandos combatientes.”
En el último de los títulos (4. Los actores: superhéroes, superpotencias y subpotencias), el autor aborda la compleja cuestión de la transición intersistémica. Al estudiar a los Estados Unidos en el Capitán América, señala que tanto el liderazgo mundial de Washington como el “Capi” ya tienen 75 años: ambos están en edad jubilatoria.
Washington estaría asumiendo un papel más restringido en el mundo como resultado de cambiantes circunstancias globales (declinación relativa por el ascenso de emergentes, crecimiento de China) e internas (declinación absoluta por deuda, déficit, paralización política, polarización social y decadencia moral) Un papel más restringido que reduzca la participación de Estados Unidos en los asuntos mundiales implicaría una jubilación voluntaria.
¿Qué puede pasar en el sistema internacional si EE.UU. deja de cumplir el rol de elemento ordenador?
Cuando Roger se retira para vivir en paz con Peggy Carter, su escudo pasa a Falcon. Esta es una transición a medias en la que Falcón comparte todos los intereses y valores del Capi, además del compromiso y la capacidad de mantener sus normas. Pero hoy los actores están llenando el vacío del Capi son China, Rusia y otros a nivel regional como Francia, Turquía e Irán. Estas otras potencias tienen sus propias ideas sobre el orden internacional y estas ideas no coinciden con las que los aspectos del actual orden internacional liberal… En este escenario, el Capitán América no legaría su escudo, sino que debería sentarse con alguien que no es Falco a discutir el nuevo logo del escudo, el hecho de que haya un escudo o hasta el significado de la existencia misma de los superhéroes.
El rol de la Unión Europea es estudiado a partir de la figura de la Mujer Maravilla:
los poderes clásicos de la Mujer Maravilla son igual de los “blandos” que los de la Unión Europea. Es el epítome de un poder normativo. Los brazaletes y el escudo de Temiscira desvían ataques ajenos. La armadura del Águila Dorada... Son mayoritariamente elementos de poder defensivo. Con respecto a poder duro u ofensivos, su avión es… invisible.
¿Qué rol le depara el cambio sistémico de la UE?
Europa tendría una especial predisposición a actuar de manera civil, normativa o posmoderna en los asuntos mundiales. En la edición 179 de 1968, la Mujer Maravilla abandona el traje para casarse con Steve Trevor. Su entrenamiento olímpico es cambiado por artes marciales y trabaja en un local de moda llamado Elvi´s.
Sin embargo, el contexto quizás obligue a la UE a ser más agresiva: acentuándose la bipolaridad, difícilmente pueda abordarse como esencialmente cooperativa y en beneficio propio. Al respecto, Turzi rescata una joya: “El creador de la Mujer Maravilla, William Moulton Marston, dijo que el personaje alienta a las mujeres a defenderse, aprender a luchar y ser fuertes para que no tengan que asustarse o depender de los hombres ¿puede servir de inspiración para Bruselas hoy?”
Para los emergentes, T´Challa acude en auxilio del autor:
En el universo Marvel, Wakanda es un país en África oriental, gobernando gobernado por el rey T´Challa, el Superhéroe Pantera negra. El film Pantera Negra (2018) de Ryan Coogler la ubica en una en algún lugar alrededor de Ruanda. Aislada del resto del mundo, es protegida por colinas, montañas del extenso lago Nyanzae… Se hace pasar por un país empobrecido que se niega a recibir ayuda internacional. Pero no cayó la maldición de los recursos naturales, por lo cual la abundancia de recursos conduce a un deterioro de la calidad institucional, que a su vez reduce el crecimiento económico.
Para mayor abundamiento, señala que:
el dilema de Wakanda es el mismo de los emergentes: conviven dentro de sí los elementos de la más moderna tecnología con la más antigua tradición; se debaten entre el aislamiento e integración sobre la base de que erosiona la igualdad económica o la integridad moral; la nación no es entendida como parte de un todo global sino con un fuerte anclaje tribal territorial; el Estado es el motor del desarrollo económico industrial; la base de su riqueza son los commodities y tiene un sentido de orgullo y resistencia producto del colonialismo, que hace cualitativamente diferente su relación con el sistema internacional y su posición en él.
Para el protagonista de la película del siglo XXI –China–, se recurre a las figuras de Fu Manchu y del Mandarín: “Fu Manchú es el personaje más famoso creado por el escritor inglés Sax Rohmer. Descendiente de la familia imperial China, odia el mundo occidental y a la raza blanca es la encarnación del denominado peligro amarillo.” Por su parte, en la película Iron Man 3,
Happy Hogan es hospitalizado luego en ataque del Mandarín. El Mandarín es en realidad un invento de Aldrich Killian, fundador y director de AIM (Ideas Mecánicas Avanzadas) para enmascarar sus actividades ilegales como ataques terroristas. También conspira con el vicepresidente de los Estados Unidos para manipular a ambos lados a la guerra contra el terrorismo para su propio beneficio. Kilian es un ciudadano estadounidense con el apellido de origen irlandés, no precisamente un enemigo oriental.
Sin embargo, todo ello es resultado de una visión parcial de algunos sectores en Occidente. La realidad es que China se visualiza más como
Shang-Chi, de Fu Manchú y el primer Superhéroe asiático cuyo film fue confirmado por Marvel para febrero del 2021… El nombre de Shang-Chi significa surgimiento y avance del espíritu. Para China, este proceso no es un cambio, es un retorno al centro, al equilibrio, lo que históricamente fue la normalidad de los asuntos mundiales.
Para Rusia, Hulk se presenta como ineludible:
El doctor Bruce Banner vive atrapado entre el afable y cerebral científico que siempre fue y el monstruo verde incontrolable impulsado por su ira, que surgió luego de exponerse a un experimento rayos gamma. Rusia no tiene los medios para competir por la supremacía mundial o balancear el poder estadounidense como la URSS durante las cuatro décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial… No obstante, Rusia aún cuenta con el mayor número total de ojivas nucleares. 6372. Moscú no es Banner: el poder nuclear, el petróleo y el gas, la capacidad ciber, la proximidad con Europa y la potencial alianza con China le dan sus capacidades smash!
Muy pertinentemente, Turzi indica que “así como la Europa teme a los nacionalismos, Rusia le teme a la debilidad. La ira es central porque es el catalizador de las transformaciones periódicas.” Y concluye que: “Hulk y Banner son uno, así como Rusia es fuerte y débil.”
Para América Latina nuestro anfitrión nos lleva hasta un héroe de factura local: el Eternauta.
Es un modelo radicalmente distinto al modelo norteamericano, no es un superhéroe, sino un héroe. No alcanza la victoria a través de sus súper poderes, sino que sobrevive gracias a que genera y defiende vínculos de solidaridad. Para las escuelas teóricas dominantes en las relaciones internacionales, la principal preocupación es el orden, la dominación o la hegemonía. Pero para una región periférica como América Latina, el concepto organizador de sus experiencias propias es la autonomía. El Eternauta no nace superhéroe, sino que se hace héroe.
Siguiendo con los paralelos, “en el caso de El Eternauta, la lucha contra el enemigo interestelar posibilita unir a todos en un destino común. Ese “todos” tienen un sesgo dependentista para Oesterheld[1]...El eterno retorno del Eternauta en sucesivas ediciones o en una anunciada serie de Netflix, revisa los dilemas de América Latina a la vez que invita a imaginar un futuro diferente.”
Según declarara el propio Oesterheld, “[e]l héroe verdadero del Eternauta es un héroe colectivo. Un grupo humano refleja así, aunque sin intención previa ni sentir íntimo: el único héroe válido es el héroe en grupo, nunca el héroe individual, el héroe solo. La base conceptual de las iniciativas de integración regional que buscan avanzar en la autonomía latinoamericana.”
Ya en el epílogo de la obra, ante la situación inédita de la pandemia del Covid-19, el barbijo de Bane es el disparador de lo que pueda venir. Bane desconoce su origen y sigue pistas falsas sobre él (como ha sucedido con la causa eficiente de esta pandemia).
¿Cuál será el impacto que la pandemia tendrá en las relaciones de poder entre las potencias sobre la globalización: profundizar la continuidad o acelerar el cambio. El sistema internacional es un sistema social adaptativo complejo, se encuentra conformado por múltiples elementos interconectados con capacidad de combinarse de modos no previsibles. Linealmente, cuando un sistema recibe un shock, es imposible anticipar el resultado final. La lógica de auto organización interna no permite saber de antemano si el resultado final será una modificación marginal o una transformación total por un efecto acumulativo cascada.
Esperamos con ansias la secuela. O tal vez, la precuela. El protagonista de la historia (el autor de este libro, si es que hiciera falta aclararlo) no pudo evitar transitar por algunos clichés de Hollywood, al dejarnos saber cuál es su identidad secreta y el origen de ella (tal como dijimos al inicio, basta con leer la dedicatoria). ¡Así que será hasta la próxima aventura de nuestro héroe!
Notas