El 27 de marzo de 2023, en la restaurada Quinta de José Batlle y Ordóñez, el Museo Histórico Nacional (MHN) presentó el catálogo de la exposición «De ellas dos». La muestra estuvo destinada a exponer el resultado del relevamiento y análisis de la biblioteca reunida por Matilde Pacheco -esposa de quien fuera por dos veces presidente de la República (1903-1907 y 1911-1915)- y su hija Ana Amalia Batlle, fallecida en 1913 a la edad de 18 años.

El catálogo que hoy reseñamos es un objeto estéticamente bello, con una atrayente diagramación que se apoya en el excelente registro fotográfico realizado por Martín Varela Umpiérrez y Matías Bernaola, que hace desfilar ante nuestros ojos fotografías de la familia Batlle Pacheco -algunas desconocidas hasta ahora- postales, partituras musicales, vestimenta, vajilla, cuadros, esculturas, y las portadas de muchos de los libros que integran la biblioteca «De ellas dos».

La reproducción de las tapas de algunos de esos libros, acompañados de comentarios sobre obras y autores, nos acerca a esta colección de características singulares: una biblioteca femenina, perteneciente a una madre y su hija, integrantes de los sectores dirigentes del Uruguay del Novecientos.

El catálogo está organizado en dos partes. La Primera Parte incluye tres capítulos a cargo de investigadoras del MHN.

Carolina Luongo (Cap. I: «Ellas dos: Matilde y Ana Amalia») explora las historias de vida de madre e hija, logrando una síntesis muy bien expuesta, documentada e ilustrada (con fotografías, postales y otros documentos), que constituye una valiosa aproximación no solo a «ellas dos», sino a la totalidad de esa familia -incluyendo al líder reformista que marcó la historia del siglo XX uruguayo- y una ventana a la sociedad del Uruguay del Novecientos.

Ana Cuesta, Lucía Mariño y Clara von Sanden (Cap. II: «Mujeres y lecturas en el cambio de siglo»), plantean las interrogantes y los avances que vienen desde el campo académico dedicado a la historia de la lectura, procurando conocer lo que ésta significaba para una sociedad específica -en este caso, la del Uruguay del Novecientos- así como las particularidades que tenía esa actividad cuando era realizada por mujeres. Una atenta revisión de la biblioteca «de ellas dos» permite a las autoras formular muy interesantes observaciones, entre ellas, las que surgen de las anotaciones realizadas en algunos de los libros por Matilde, Ana Amalia o por quienes se los regalaron. También sobre cuáles de aquellas obras no estaban recomendados por la moral de la época para ser leídos por las mujeres, etc.

Ana Cuesta, Laura Irigoyen, Lucía Mariño y Clara von Sanden (Cap. III: «Las páginas leídas. La «Biblioteca de las dos» en Piedras Blancas») relatan la forma en que ingresó al MHN esta colección y realizan una descripción detallada de la misma, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo. Así las autoras nos informan cuáles eran los géneros y los sellos editoriales presentes en la biblioteca, y -basándose en las anotaciones realizadas en los libros- también abordan una reconstrucción de la forma y el momento en que los libros ingresaron a la colección, aportando datos sobre el lugar donde fueron adquiridos (muchos de ellos, durante la prolongada estadía de la familia Batlle Pacheco en Europa, entre 1907 y 1911), o quienes los obsequiaron a Ana Amalia, a Matilde o a ambas, etc.

La Segunda Parte cuenta con la participación de cinco investigadoras externas al MHN.

Lourdes Peruchena («Soleada mañana de otoño bajo el vitral. Una visita a la muestra De Ellas Dos: la biblioteca de Ana Amalia Batlle Pacheco y Matilde Pacheco») pone por escrito la visita guiada que realizara a la exposición, en la que imaginó un encuentro en la Quinta con doña Matilde y Ana Amalia, con las que dialoga sobre la biblioteca construida por ambas. En ese marco, elige comentar tres de los libros que la integran -escritos por Olive Shreiner, Rafael Arlas Bucelli y Domingo Arena-, por considerar especialmente sugestiva su presencia en aquella colección.

Daniela Tomeo («Ante la muerte, la imagen») escribe sobre las pinturas y esculturas realizadas por encargo de los padres de Ana Amalia luego de su muerte, con la intención de perpetuar su recuerdo. Tomeo analiza dichas obras y las trayectorias de los artistas que recibieron los encargos: el pintor uruguayo Carlos María Herrera, el escultor italiano Ezio Ceccarelli y el pintor catalán Vicente Puig, examinando las posibles razones que llevaron a su elección. Resulta de particular interés el análisis de la obra de Carlos María Herrera -el cuadro en el que retrató a Ana Malia junto a su madre, que reproduce la cubierta del catálogo- así como las dolorosas circunstancias en que dicha obra fue realizada, tan solo un año antes de la muerte del artista.

Inés Cuadro Cawen («La politización femenina en los inicios del siglo XX en el Uruguay») repasa en forma sintética las etapas de la incorporación de la mujer a la vida política en el Uruguay, tema que la autora desarrollara ampliamente en su libro Feminismos y política en el Uruguay del Novecientos (2018). Señala Cuadro cómo la politización de las mujeres no se produjo por los canales formales de la política -su acceso al sufragio se dará bien entrado el siglo XX- sino en el marco de su vida cotidiana en el espacio público y privado. Ello nos plantea el desafío de pensar el papel que desempeñaron en la politización de aquellas dos mujeres, tanto su biblioteca como las conversaciones familiares a las que seguramente dieron lugar algunos de los títulos que la integran, así como la vida política que tuvo como escenario la Quinta de Batlle y Ordóñez, de la que queda registro en el Libro de Visitas de la residencia.

Margarita Patrón («Un regalo para doña Matilde») se ocupa del pergamino obsequiado por un grupo de mujeres de San José a Matilde Pacheco, cuando acompañó a su esposo en la visita realizada a esa ciudad en junio de 1919, en el marco de la gira política que realizara Batlle y Ordóñez por todo el país. Patrón ofrece una aproximación a la sociedad maragata de la época, así como a aquellas mujeres que se atrevieron a manifestar públicamente su apoyo al líder reformista y anticlerical, en un departamento mayoritariamente blanco y católico.

El catálogo se cierra con la entrevista que realizara Clara Von Sanden a la historiadora feminista Graciela Sapriza, en la que ésta repasa el camino que la llevó a ser, junto a la historiadora Silvia Rodríguez Villamil, una precursora de los estudios sobre historia de las mujeres en nuestro país. Sapriza reconstruye -con algunas anécdotas muy sabrosas- una trayectoria en la que, entre otros objetos de estudio, estuvo el de las historias de vida de algunas destacadas mujeres uruguayas, entre ellas doña Matilde Pacheco, pero también dirigentes obreras y políticas.

En la Presentación incluida al inicio de la obra, Andrés Azpiroz -director del MHN- detalla el largo proceso que llevó al armado de la exposición y a la realización del catálogo, y afirma que éste es «la concreción de una idea que anima nuestro trabajo en el Museo: cada exposición y catálogo deben ser el resultado de un proyecto de investigación».

De esta forma, el MHN continúa desarrollando la línea de trabajo impulsada durante la dirección de Ariadna Islas: recuérdese la muestra «Un simple ciudadano, José Artigas», inaugurada en 2014, que dio lugar al excelente catálogo del mismo nombre.

Desde entonces, el equipo de investigación del MHN se ha ampliado; también su diálogo con la comunidad académica, como prueba el catálogo que hoy reseñamos. De todo ello debemos alegrarnos. ◊