Presentación

En este número de Claves. Revista de Historia inauguramos un ciclo dedicado a la historia local en el interior del Uruguay. Esta instancia tiene como objeto identificar momentos y lugares de desarrollo de investigaciones locales en diferentes departamentos aportando un espacio para articular sus discusiones teórico-metodológicas.

La historia local en el Uruguay, si bien posee una largísima trayectoria, ha tenido un desarroloo fragmentario y disímil, pautado por la curiosidad, la voluntad y el esfuerzo de investigadores vocacionales atraídos por determinados hechos o personajes. Más allá de su aporte al conocimiento de fenómenos a escala local y de la puesta en común de documentación muy difícil de conseguir, en general se trata de historias fácticas donde prevalece la anécdota sobre la problematización. En esa clave, es posible compartir la expresión de Arturo Bentancur categorizándola como un tipo de historia «localista, celebratoria, acrítica, superestructural, banderiza, de personalidades y de héroes»[1].

Más allá de la compartible de la afirmación anterior, sería un error presuponer que todos los productos históricos a nivel local comparten esas características. Por el contrario, son remarcables los avances hacia la profesionalización que se han hecho desde diferentes puntos a partir de mediados del siglo XX. Un lugar pionero en ese sentido es el Centro Histórico y Geográfico de Soriano (CHGS) que, desde 1958 ha reunido un gran número de investigadores interesados por la historia de ese departamento[2]. Es igualmente destacable el trabajo realizado por Aníbal Barrios Pintos en Historia de los pueblos orientales[3] y en trabajos dedicados a distintos departamentos del Uruguay, así como de otros historiadores profesionales y profesores con vocación de investigación que se radicaron en el interior para desarrollar allí sus investigaciones. Ejemplos en ese sentido es el caso de Óscar Padrón Favre[4], que desde la década de 1980 ha sido un infatigable investigador del pasado duraznense, y de Omar Moreira que, desde antes, realizaba un trabajo similar en Colonia[5].

Ya en el siglo XXI, gracias al avance de los estudios terciarios y universitarios en todo el país, nuevos investigadores comenzaron a desarrollar actividades a nivel local. Sin ánimo de listar nombres, estos han contribuido a problematizar el conocimiento sobre el pasado en diversos puntos del territorio uruguayo a través de tesis de grado y posgrado, libros, publicaciones de prensa y presentaciones en diversos eventos científicos o académicos.

Relacionado con lo anterior, en los últimos años también se ha dado un aporte a la historia local desde la Universidad de la República (Udelar). A partir de abordajes y metodologías que proponen «bajar la lupa» han surgido investigaciones sobre regiones, departamentos o localidades específicas que pretenden funcionar como laboratorios de observación para entender la forma que determinados fenómenos o procesos funcionaron fuera de Montevideo[6]. Este tipo de abordajes desde hace algunos años se ha ido incorporando a las líneas de investigación del Instituto de Ciencias Históricas de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Udelar. Asimismo, desde allí se han impulsado algunos cursos de Educación Permanente en convenio con instituciones atentas a la historia local. Así, por ejemplo, desde 2017 se han llevado a cabo cursos de aproximación a la Historia local en Colonia, Soriano, Cerro Largo y Florida.

Luego de este brevísimo comentario introductorio, se presentan a continuación los primeros tres informes de este ciclo, centrados en los departamentos de Cerro Largo, Colonia y Rivera. En ellos, sus autores realizan un repaso sobre los estudios locales en esos departamentos e introducen una reflexión en torno a sus aportes, problemas y limitaciones. Desde la redacción de Claves. Revista de Historia, esperamos que esta instancia sirva como puntapié para nuevas colaboraciones que serán publicadas en siguientes números. ◊

Notas