Propuestas pedagógicas
Las críticas de Marx al mundo moderno. Propuesta pedagógica para Filosofía, 6to año
Marx´s criticisms of the modern world. Pedagogical proposal for Philosophy, 6th Year
Plurentes. Artes y Letras
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
ISSN: 1853-6212
Periodicidad: Anual
núm. 14, e070, 2023
Recepción: 13 Septiembre 2023
Aprobación: 21 Septiembre 2023
Publicación: 27 Octubre 2023
Resumen: El presente trabajo ofrece una propuesta pedagógica dedicada a aspectos claves del pensamiento filosófico de Karl Marx, en el marco de la asignatura Filosofía para 6to año del Colegio Nacional Rafael Hernández (UNLP). Bajo la interpretación de que la filosofía como disciplina y el filosofar como actividad intelectual permiten abordar desde una perspectiva enriquecedora problemas significativos, se avanza sobre consideraciones teóricas sobre las ideas de “alienación” y “emancipación” de Marx y se vuelve a analizar la situación de les estudiantes en el sistema educativo formal, todo ello a fines de dar lugar a reflexiones filosóficas fundamentadas y respetuosas.
Palabras clave: filosofía, alienación, emancipación, lucha de clases.
Abstract: The following pages offer a pedagogical proposal related to some key aspects of Karl Marx’s philosophical view within the context of the subject Philosophy for 6th-year-students at Colegio Nacional Rafael Hernández (UNLP). Considering that philosophy as a discipline and to philosophise as an intellectual activity both allow to analyse significant problems, the proposal focuses on Marx’s ideas of “alienation” and “emancipation” and then returns to examine the situation of students in educational institutions, to promote a philosophical reflection based on reason and mutual respect.
Keywords: philosophy, alienation, emancipation, class struggle.
Fundamentación
Sin dudas, una de las preguntas más frecuentes en el último tramo del colegio secundario (y aún después, por supuesto) se sintetiza en la expresión “¿Qué voy a hacer?”, expresión que en muchos casos y gracias a cierta homofonía puede escucharse, comprenderse e incluso presentarse como un “¿Qué voy a ser?” Se abre así un conjunto de reflexiones que suelen converger en la cuestión de la inserción en el mercado laboral, mediata o inmediata. Estas reflexiones adquieren un fuerte matiz filosófico que hunde sus raíces hasta, al menos, la dialéctica del amo y del esclavo hegeliana, y que se torna cada vez más acuciante (y angustiante) a la luz de las condiciones económico-políticas actuales: ¿trabajo para vivir o vivo para trabajar? Si tuviera las posibilidades, ¿trabajo de algo que no me gusta pero que me brinda más recursos para hacer lo que me gusta o de algo que me gusta aunque gane menos dinero? ¿El trabajo es solo un medio o tiene algún carácter de fin en sí mismo? ¿Es posible algún sentido de realización personal en el trabajo? ¿“Soy” en el trabajo, con el trabajo o por fuera del trabajo? Tomando estas cuestiones como punto de partida, la siguiente propuesta pedagógica ofrece una secuencia de 4 semanas de actividades enmarcadas en el programa de Filosofía de 6to año del Colegio Nacional Rafael Hernández de la Universidad Nacional de La Plata a propósito de las críticas de Karl Marx al “mundo moderno” en términos de “alienación” y “emancipación”.
En vistas a inscribir la propuesta en el marco institucional y disciplinar, conviene señalar en primer lugar que, de acuerdo con su Reglamento General, los Establecimientos de Pregrado de la Universidad Nacional de La Plata tienen por objetivo la promoción de “[…] una educación integral histórica y socialmente contextualizada, la formación de ciudadanos democráticos, libres, responsables, críticos, solidarios y respetuosos de las diferencias, y el desarrollo de competencias que permitan a los alumnos el acceso a la Educación Superior y al trabajo.” (Artículo 2do). A la luz de este principio rector, los lineamientos centrales del Proyecto Académico y de Gestión (2022-2026) del Colegio Nacional Rafael Hernández establecen con suma claridad que la institución no sólo se comprende como un ámbito de formación académica, sino también como un espacio que pretende garantizar el acceso igualitario a los conocimientos comunes, en el que se forja la subjetividad de les estudiantes en cuanto personas comprometidas con su contexto y en el que se brindan condiciones propicias para el ensayo de distintas formas de autonomía y emancipación (Suffern Quirno, 2022). Bajo estas especificaciones, la propuesta se asume en línea con una política transversal de la Universidad: fortalecer una educación pública, gratuita, inclusiva y de calidad en todos sus niveles.
En segundo lugar, y avanzando ya sobre consideraciones disciplinares, el programa vigente de Filosofía para 6to año se articula con las consideraciones precedentes en la medida en que plantea una concepción de filosofía como actividad signada por su capacidad crítica, vale decir, por la tentativa de identificar, cuestionar y desnaturalizar los significados asumidos como “obvios”, de señalar sus contradicciones y paradojas subyacentes y de tomar posición al respecto. En este marco, se asume una modalidad histórico-problemática tal que propicia el trabajo con posiciones filosóficas clásicas y contemporáneas pero también con otras textualidades, formatos y expresiones de pensamiento, en vistas a abordar problemas y asuntos relevantes para les estudiantes (Obiols y Cerletti, s/f). Así, se da lugar a una forma de construcción colectiva del saber filosófico que se orienta a un intercambio argumentativo fértil para la creación de nuevos sentidos y perspectivas.
En virtud de lo dicho, la propuesta recupera la imagen ofrecida por Guillermo Obiols (2002, Cap. 2) acerca de la filosofía y el filosofar como las dos caras de una misma moneda, con la intención de generar un tipo de reflexión de carácter filosófico que logre incluir en los sucesivos encuentros nuevas capas de análisis y complejidad. A su tiempo, la planificación adopta el modelo general-formal para la enseñanza de la filosofía, tanto en cada clase como en el desarrollo de la secuencia didáctica, habida cuenta de que (i) las instancias de inicio y cierre enfatizan la dimensión concreta de la reflexión filosófica, dada por la significatividad del problema en cuestión, mientras que (ii) la instancia de desarrollo enfatiza la dimensión abstracta de dicha reflexión, siempre en referencia al problema (Obiols, 2002, Cap. 3). En este marco se emplean algunos materiales que enfatizan el carácter concreto del tema a tratar –en la presente planificación, fragmentos del propio Marx empleados como recursos, una noticia sobre trabajadores explotades en la producción textil y un breve ensayo sobre alienación en el sistema educativo. Además, se pretende generar clases dinámicas y dialógicas en las que el docente coordine la participación de les estudiantes e incentive a problematizar algunas respuestas –sin excluir algunas instancias más expositivas por su parte y/o por parte de les estudiantes. Asimismo, la actividad de la última clase aspira a propiciar un ámbito de reflexión sobre el tránsito por el colegio secundario y a habilitar formatos de escritura que se desmarquen del esquema preguntas-respuestas.
Finalmente, es relevante mencionar que al momento de cursar la asignatura Filosofía en 6to año les estudiantes ya cuentan con un significativo y valioso recorrido por la disciplina, dado que entre 1er y 3er año cursan Ética, en 4to año cursan Lógica y en 5to año cursan Filosofía (sumado a la posibilidad de inscribirse en alguna materia optativa que incluya temas y perspectivas filosóficas). En este sentido, el programa se monta sobre un conocimiento acumulado que permite profundizar el tratamiento de los temas de indagación, siempre con la intención de generar un intercambio de ideas respetuoso y una toma de posición debidamente fundamentada. Dar lugar a esa práctica filosófica constituye, en definitiva, la genuina pretensión de las clases.
Aspectos teóricos del tema seleccionado
La secuencia de clases se inscribe en la Unidad 3 del programa vigente para 6to año, dedicada a la filosofía política, y aborda la perspectiva de Karl Marx en torno al trabajo alienado y a la emancipación del proletariado. En este marco, tanto por su trayectoria intelectual y política como por su profundo sentido de crítica social, la figura de Marx emerge como una referencia de suma importancia para dar cumplimiento a dos objetivos primordiales de la Unidad: comprender las principales tesis respecto de la fundamentación del orden político e iniciar un camino de reflexión filosófica que permita evaluar desde una lente crítica la realidad histórico-social.
Respecto de la compleja y extensa obra de Marx vale recordar que generalmente se identifican tres focos de atención sucesivos: uno con prevalencia de reflexiones filosóficas (hasta 1844, aproximadamente), uno de corte político (entre 1845 y 1856, aproximadamente) y finalmente uno concentrado en el análisis económico (entre 1857 y 1883) –sin perjuicio de las controversias suscitadas en torno a distintas periodizaciones posibles. En este marco, el programa estipula el trabajo con dos fuentes: “El trabajo alienado”, incluido en los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 pero publicado recién en 1932, y el “Manifiesto del Partido Comunista” de 1848. Esta selección de textos resulta especialmente valiosa porque permite abordar aspectos filosóficos y políticos del pensamiento de Marx, dando cuenta de su carácter mutuamente enriquecedor.1
Surgido del pedido de la Liga Comunista para establecer la propuesta programática de la organización hacia fines de 1847, el “Manifiesto del Partido Comunista” (y particularmente su capítulo 1) condensa dos nociones centrales del enfoque marxista, a saber: “clase social” y “lucha de clases”, nociones que se tratan en el primer encuentro pero que entran en juego durante toda la secuencia pedagógica. De acuerdo con Giddens (1996, pp. 27-30), es interesante advertir que Marx no ofrece una definición formal de clase. Sin embargo, se puede rastrear un “modelo abstracto dicotómico” de clases definido por las diferencias de relación de propiedad de los medios de producción. Así, en su estructura económica básica cada formación social presenta dos clases: una minoría propietaria no-productiva y una mayoría no-propietaria productiva, clases que en la “época burguesa” refieren a la burguesía y al proletariado, respectivamente. A este punto debe añadirse que la creciente división del trabajo y el aumento de producción de mercancías lleva consigo la creación de un producto excedente o “plusvalía” respecto del precio de mercado de la fuerza de trabajo del proletariado (para la reproducción de sus condiciones materiales), producto del que se apropia la minoría de propietarios no-productores y que, en buena medida, explica la relación de explotación sobre la mayoría no-propietaria productiva. En suma, la diferencia de clases es de “propiedad” y de “apropiación” pero también de poder, de forma que las relaciones explotador-explotado son también de opresor-oprimido.2
Una vez establecidas estas cuestiones generales, la propuesta se concentra en la situación específica del proletariado en cuanto clase social explotada y constituida por individuos “alienados” pero también en cuanto “sujeto político revolucionario”. Al respecto, se parte del diagnóstico inicial de Marx acerca del “hecho” del empobrecimiento o pauperización del trabajador, es decir, del hecho de que la desvalorización del mundo del ser humano aumenta al ritmo de la valorización del mundo de las cosas, que el trabajador se torna tanto más pobre cuanta más mercancía produce y que la realización del trabajo es la desrealización del trabajador. Desde aquí se subraya que Marx recupera el sentido de “alienación” en cuanto “estar fuera de sí” (ya sin la carga metafísica propia del enfoque hegeliano sino bajo las premisas del materialismo histórico por las cuales la base material y el modo de producción explican el orden de la conciencia, de las ideas, y no a la inversa) e identifica cuatro determinaciones o dimensiones de la alienación:3
alienación respecto del producto de su trabajo, por la cual éste resulta ajeno y hostil al trabajador, aun cuando el trabajador ponga su vida en el producto.
alienación respecto de la actividad productiva, dado que si el producto es el resultado o resumen de un proceso, la actividad productiva es actividad alienada tanto como actividad alienante, el alienarse continuo.
alienación respecto del ser genérico o esencial, puesto que en condiciones de explotación el ser humano (cuya actividad vital es consciente y libre) no logra identificarse en el producto y proceso de su trabajo, razón por la cual se ve alienado respecto de la esencia humana, de su carácter de ser humano; y
alienación respecto de los otros seres humanos, dado que una persona enfrentada consigo misma replica y expresa esas condiciones de alienación en el encuentro con sus pares (con las cuales, a su vez, compite por el puesto de trabajo, por el medio de la mera subsistencia física).
Como se ha indicado previamente, la diferencia de clases se vincula con la propiedad de los medios de producción pero también con la apropiación del producto del trabajo. En este sentido, en “El trabajo alienado” hay un pasaje de suma claridad que funciona como un parteaguas del texto:
Si el producto del trabajo me es ajeno, se me enfrenta como una fuerza ajena, ¿a quién pertenece, entonces?
Si mi propia actividad no me pertenece, es una actividad ajena, impuesta, ¿a quién pertenece, entonces?
A un ser distinto de mí.
¿Los dioses? […] Tampoco la naturaleza […]
El ser ajeno al que pertenecen el trabajo y el producto, a cuyo servicio se encuentra el trabajo, y para el disfrute del cual existe el producto del trabajo, solo puede ser el propio hombre […], otro hombre distinto del trabajador. (Marx, 2010, pp. 115-116. Cursivas en el original).
Estas observaciones introducen el aspecto político-programático del manuscrito “El trabajo alienado” pues a partir de aquí Marx señala, por un lado, que la propiedad privada suele aparecer exclusivamente como causa o razón del trabajo alienado cuando en verdad mantienen entre sí una relación recíproca y, por el otro, que el salario es la contracara de la relación de apropiación, de modo que un alza generalizada o una igualación de salarios no resuelven el problema de fondo. Para lograr ese objetivo se requiere la “emancipación” de los trabajadores mediante la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. En este punto se propone una lectura en paralelo entre los fragmentos finales de la selección de “El trabajo alienado” y un fragmento del Capítulo 2 del “Manifiesto del Partido Comunista”, a fines de reconstruir los argumentos por los cuales (i) si las clases sociales se identifican en función de la propiedad de los medios de producción, la abolición de esta última abre el camino a la sociedad sin clases, (ii) dado que en una sociedad sin clases no habría lugar para las relaciones de apropiación, debería terminarse la era de la explotación del ser humano por el ser humano, y (iii) si el proletariado representa la condición servil de la humanidad, es decir, la negación del ser humano en cuanto tal, entonces su emancipación será genérica y en ese sentido universal (Marcuse, 1972, pp. 43-46; Balibar, 2000, pp. 45-46). Así, pues, se establecen nuevas bases para un ordenamiento político superador de las relaciones de explotación y opresión.
Objetivos
De enseñanza
Promover la disposición al estudio de temas, problemas y discusiones filosóficas, fortalecer el trabajo con sus nociones fundamentales y la adquisición de vocabulario propio de la disciplina.
Ofrecer herramientas para el análisis de fuentes filosóficas; favorecer la identificación, reconstrucción y análisis de argumentos filosóficos; propiciar el análisis de situaciones y problemas actuales a la luz del marco teórico trabajado.
Incentivar la elaboración de críticas y contraargumentos, en forma oral y escrita, en distintos formatos de producción, e incentivar la toma de posición debidamente fundamentada al respecto.
Presentar el pensamiento de Karl Marx en cuanto referencia central de la filosofía contemporánea y del pensamiento político actual.
Introducir las nociones de clase social, alienación y emancipación.
Promover un clima de trabajo e intercambio cuidado y respetuoso; alentar la disposición atenta y reflexiva para el estudio de la filosofía.
De aprendizaje
Tratar temas, problemas y discusiones filosóficas; profundizar el trabajo con sus nociones fundamentales y la adquisición de vocabulario propio de la disciplina.
Abordar y analizar fuentes filosóficas. Identificar, reconstruir y analizar argumentos filosóficos. Analizar situaciones y problemas actuales desde una perspectiva filosófica.
Elaborar críticas y contraargumentos, de forma oral y escrita, en distintos formatos de producción. Tomar posición debidamente fundamentada respecto de los temas de trabajo y discusión.
Reconocer la relevancia del pensamiento de Karl Marx para la filosofía contemporánea y para el pensamiento político actual.
Identificar, reconstruir, caracterizar y analizar las nociones de clase social, alienación y emancipación.
Contribuir a un clima de estudio e intercambio cuidado y respetuoso; abordar de forma atenta y reflexiva el estudio de la filosofía.
Contenidos
Contenidos conceptuales
Clases sociales y relaciones de propiedad.
Trabajo alienado. Determinaciones o dimensiones de la alienación: (i) respecto del producto del trabajo; (ii) respecto de la actividad productiva; (iii) respecto del ser genérico; y (iv) respecto de los otros hombres.
Abolición de la propiedad privada y emancipación humana universal.
Contenidos procedimentales
Identificación, reconstrucción y análisis de argumentos. Construcción de críticas y contraargumentos.
Caracterización de conceptos. Relación de conceptos.
Análisis y evaluación de casos a la luz del marco teórico.
Contenidos actitudinales
Actitud atenta, reflexiva y participativa.
Disposición favorable al trabajo en grupo y/o pareja.
Disposición al intercambio de opiniones fundamentadas.
Secuencia didáctica
Se estipulan clases de 120 minutos total dada la carga semanal de la asignatura (distribuida en uno o dos encuentros, según el horario de cada división). Los tiempos de la secuencia podrán alterarse en función de las situaciones áulicas que se presenten. Los materiales de trabajo estarán accesibles en el sitio AulasWeb Colegios del curso, junto con otros recursos complementarios que se indican en cada clase.
Clase 1:
Inicio (40 minutos): Se solicita a les estudiantes que se reúnan en grupos de hasta 4 integrantes y se distribuye una copia de un fragmento de El Capital de Marx y de una nota del diario La Voz de Córdoba junto con las siguientes preguntas de discusión, que serán planteadas de forma oral (ver Anexo 1). Se brindan 10 minutos para lectura y 30 minutos para un intercambio general. Con esta actividad se espera que surjan algunas nociones claves como “explotación” o “inhumanidad”, y se espera también que surja alguna idea vinculada con la noción de “realización” en el trabajo. Las ideas-clave serán anotadas en la pizarra.
Desarrollo (60 minutos):
Actividad 1 (20 minutos): El docente hace una presentación de Karl Marx y de su pensamiento. Para ello, dispone de unas breves diapositivas de PowerPoint como apoyo para señalar la biografía intelectual, una periodización de su obra y una pequeña lista de los textos fundamentales del autor. Durante la presentación se señala que se trata de un autor que posiblemente hayan abordado en otras asignaturas, propiciando una instancia colaborativa en la que les estudiantes repongan aspectos del pensamiento de Marx tratados con otres docentes que enriquecerán el abordaje propuesto en el programa de Filosofía (por ejemplo, algunas consideraciones de la teoría de la plusvalía, tema visto en la asignatura optativa Introducción a la Economía, o de la metáfora edilicia de estructura y superestructura, tema visto en la asignatura optativa Derechos Humanos). Además, se pondrá a disposición en AulasWeb Colegios la película El joven Karl Marx (Peck, 2017) como material complementario.4
Actividad 2 (40 minutos): Se reparte en los mismos grupos un fragmento del Manifiesto del partido comunista (Anexo 2) junto con una guía de preguntas a resolver de modo escrito por todes les integrantes del grupo, detallada a continuación y entregada al cierre de la clase. El docente circula por los grupos para resolver eventuales dudas o dificultades.
Marx, K. y Engels, F., Manifiesto del Partido Comunista (Selección de fragmentos)
Cierre (20 minutos): El docente pide a los grupos que presenten sus respuestas y coordina posibles intercambios o desacuerdos para hacer una puesta en común. Asimismo, recupera elementos de las intervenciones en la pizarra, enfatizando que la división de clases responde a la división entre “propietarios” y “no propietarios” de los “medios de producción”. Se solicita ejemplificar las clases sociales de la “época burguesa” con los distintos actores que aparecen en los testimonios leídos al inicio de la clase. Finalizada la puesta en común, se reciben las resoluciones escritas y se indican los fragmentos de “El trabajo alienado” de Marx de lectura obligatoria para la clase siguiente (Anexo 3.1).
Clase 2:
Inicio (20 minutos): Se inicia un intercambio oral con todo el curso a efectos de recuperar las ideas centrales de la clase previa y de hacer un relevamiento de intereses y dificultades comunes en la lectura del pasaje asignado para esta clase.
Desarrollo (60 minutos): Se pide a les estudiantes que relean en parejas los fragmentos de “El trabajo alienado” indicados para la clase. Se trabaja sobre una guía de preguntas que serán respondidas durante las clases 2 y 3 y entregadas al cierre de la clase 4.
Marx, K. “El trabajo alienado” en Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (selección)
El término 'enajenación' [o ‘alienación’] puede usarse en un sentido muy general como todo estado en el cual una realidad se halla fuera de sí en contraposición al ser en sí. Este último designa el estado de la libertad en sentido positivo, es decir, no como liberación de algo, sino como liberación para sí mismo, esto es, como autorrealización.
¿Cómo describe Marx la alienación o enajenación del trabajo? ¿Qué relación tiene con el hecho de que el trabajo es “forzado”?
Cierre (40 minutos): Se procede a una puesta en común de las respuestas de modo tal que se lean al menos 2 respuestas a cada pregunta, atendiendo siempre a la circulación de la palabra y a la retroalimentación de las interpretaciones. Se recuperan elementos de las intervenciones en las pizarras señaladas a continuación y se solicita a les estudiantes que identifiquen y lean en voz alta aquellos fragmentos que les han permitido responder a las distintas consignas. Por último se indica la lectura para la próxima clase (Anexo 3.2)
Pizarra 4 (la puesta en común de esta consigna habilita una instancia más dialogada, en la que se solicita a les estudiantes o parejas que compartan su interpretación y en la que se perfilará el rol del trabajo en nuestra constitución qua seres humanos)
Clase 3:
Inicio (20 minutos): Se presenta la Figura 1, de Steve Cutts, a fines de elaborar una interpretación y análisis compartido que permita recuperar contenidos de la clase previa y perfilar elementos de la presente clase, en base a algunas preguntas orales:
Desarrollo (60 minutos):
Actividad 1 (20 minutos): Se comienza con la lectura compartida de un párrafo de “El trabajo alienado”, a fines de considerar su complejidad (se indica con letra azul en el Anexo 3.2). Se pide a une estudiante que lea en voz alta y coordina un intercambio de comentarios y preguntas. En particular, la discusión se concentra en el siguiente pasaje:
El objeto del trabajo es, por ello, la objetivación de la vida genérica del hombre: en la medida en que este no sólo se duplica, como en la conciencia, intelectualmente, sino de modo activo, real; y, por eso, se contempla a sí mismo en un mundo por él creado.
Luego de la lectura se proponen oralmente algunas preguntas de discusión:
Actividad 2 (40 minutos): Se pide a les estudiantes que relean, preservando las mismas parejas de la clase previa, los fragmentos de “El trabajo alienado” indicados para la presente clase. Además, se indica que resuelvan por escrito las últimas consignas del trabajo práctico, recordando que será entregado al final de la clase siguiente.
Marx, K. “El trabajo alienado” en Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (selección)
¿Cuál es la alternativa que propone Marx como resolución al problema de la alienación? ¿Por qué esa alternativa permitiría una “emancipación humana universal”?
Leer el siguiente fragmento del Manifiesto del partido comunista (Cap. 2)
Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de propiedad de la burguesía […], expresión última y más acabada de ese régimen de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre el antagonismo de dos clases, sobre la explotación de unos hombres sobre otros. Así entendida, sí pueden los comunistas resumir su teoría en esa fórmula: abolición de la propiedad privada. […] El proletariado […] hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por lo tanto, su propia soberanía como tal clase. Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos.
¿Cómo debería entenderse la expresión “abolición de la propiedad privada”? ¿Qué lugar tiene aquí la idea de “lucha de clases”? ¿Qué consecuencias traería eso en el esquema de clases sociales de Marx?
Cierre (40 minutos): Se procede a una puesta en común de las respuestas, bajo coordinación del docente, de modo que se lean al menos 3 respuestas a cada pregunta, atendiendo a la circulación y a la retroalimentación de las interpretaciones. Se recuperan elementos de las intervenciones en las pizarras señaladas a continuación.
Clase 4
Se solicita que les estudiantes se sienten formando un semicírculo, sin dejar bancos en el centro del aula, construyendo un espacio para verse entre todes.
Inicio (10 minutos): Se retoma la cuestión de la vigencia del análisis de Marx acerca de la alienación, a partir de preguntas planteadas oralmente -se esperan comentarios referidos, por ejemplo, a les trabajadores de aplicaciones de delivery o a quienes deben trabajar 10, 12 o 14 hs. por día para apenas subsistir.
Desarrollo (70 minutos):
Actividad 1 (30 minutos):
El docente lee en voz alta el texto “¿Están alienados mis alumnos de secundaria?” de Víctor Bermúdez Torres (Anexo 4). Luego de la lectura, se ofrece un tiempo de reflexión colectiva a propósito de la situación de les estudiantes en el nivel secundario. Se invita a sostener las posiciones con argumentos y justificaciones lo más detalladas posible, partiendo de las siguientes preguntas planteadas oralmente:
Actividad 2 (40 minutos)
Se reparten copias del texto antedicho junto con la siguiente consigna, a realizar preservando las parejas de las clases 2 y 3:
Realizar un breve ensayo (300 palabras, aprox.) en el que expresen su punto de vista sobre la interpretación de Bermúdez Torres respecto de la alienación en el colegio secundario.8
Escribir un manifiesto o un decálogo en favor de una “Educación no alienante”, considerando cuestiones como los temas que se enseñan y aprenden, la modalidad de las clases, etc. (300 palabras, aprox.).
Cierre (40 minutos): Para el cierre se invita a que distintas parejas lean sus producciones y a que sus compañeres pueden hacer aportes constructivos, considerando por ejemplo las coincidencias o diferencias en los planteos, los argumentos en torno al diagnóstico de Bermúdez Torres y las condiciones que en su opinión debería cumplir una educación no alienante. Sobre el cierre, se señala que queda abierto un foro de discusión (con participación opcional) en AulasWeb Colegios, cuyo punto de partida es el video de la canción “Otro ladrillo en la pared. Parte 2” de Pink Floyd, extraído de la película The Wall (Parker, 1982). Finalmente, recibe los trabajos prácticos y anuncia su devolución para la clase siguiente.
“Otro ladrillo en la pared. Parte 2”, The Wall (Parker, 1982)
¿Qué aspectos del video les llamó más la atención y por qué? ¿Cuán cercano les resulta el formato de educación que se cuestiona en el video y qué opinión les merece la resolución que allí se da?
Evaluación
La modalidad propuesta contempla una estrategia de evaluación diagnóstica y continua, a tono con el programa de Filosofía para 6to año. Así, se evaluará el proceso y el resultado en lo que respecta a la participación activa frente al material propuesto, a la profundización y claridad a la hora de exponer los temas abordados, a la precisión del empleo del vocabulario de la disciplina, a la capacidad de formular críticas, ejemplos y argumentos, a la capacidad de intervenir de modo respetuoso en los intercambios de ideas (saber escuchar, no interrumpir, hacer interpretaciones caritativas de las posiciones ajenas) y de reflexionar sobre sus propios puntos de vista, modificándolos en caso de que se considere pertinente. De este modo, se considerará el cumplimiento de las lecturas programadas, el trabajo durante las clases y el progresivo enriquecimiento de las intervenciones, teniendo en cuenta las tres dimensiones de los contenidos señaladas en el punto III. Asimismo, se evaluará la producción escrita mediante el trabajo práctico que se resuelve en la secuencia de clases y que debe ser entregado al final de la última clase. Allí se considerará la precisión conceptual al momento de reconstruir posiciones y argumentos, la claridad en la expresión y el grado de justificación de los puntos de vista respecto del tema abordado.
Referencias y material audiovisual
Bermúdez Torres, V. (8 de abril de 2013). ¿Están alienados mis alumnos de secundaria? Filosofía para cavernícolas. http://filosofiacavernicolas.blogspot.com/2013/04/estan-alienados-mis-alumnos-de.html
Marx, K. (2008). El Capital (Selección, Tomo 1, Vol. 1, Libro 1ro, Cap. 8, sección 3). (P. Scaron, ed. y trad.). Siglo XXI. (Trabajo original publicado en 1867)
Marx, K. (2010). Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (F. Aren, S. Rotemberg y M. Vedda, trad.). Colihue. (Trabajo original publicado en 1932)
Marx, K. (2019). Manifiesto del partido comunista (P. Ribas, trad.). Alianza. (Trabajo original publicado en 1848)
Cutts, S. (Director) (2017). Happiness.
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Peck, R. (Director) (2017). El joven Marx. Agat Films, Velvet Films, Rohfilms.
Balibar, E. (2000). La filosofía de Marx (H. Pons, trad.). Nueva Visión.
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Reglamento General de los Establecimientos de Pregrado de la Universidad Nacional de La Plata (2010). Colegio Nacional Rafael Hernández.
Anexo 1
En una nota del diario Daily Telegraph se lee lo siguiente: “En su calidad de presidente de un mitin realizado en la alcaldía de Nottingham el 14 de enero de 1860, el señor Broughton, juez de condado, declaró que en la parte de la población urbana ocupada en la fabricación de encajes imperaba un grado de privación y sufrimiento desconocido en el resto [...] el mundo civilizado [...]. A las 2, a las 3, a las 4 de la mañana se arranca de las sucias camas a niños de 9 a 10 años y se los obliga a trabajar por su mera subsistencia hasta las 10, las 11 o las 12 de la noche, mientras sus miembros se consumen, su complexión se encanija, se les embotan los rasgos faciales y su condición humana se hunde por completo en un torpor pétreo, extremadamente horrible de contemplar [...]. El sistema, tal como lo describe el reverendo Montagu Valpy, es un sistema de esclavitud no mitigada: social, física, moral y espiritualmente.” […] En las últimas semanas de junio de 1863 todos los diarios de Londres publicaron una noticia con el título “muerte por simple exceso de trabajo”. Se trataba de la muerte de la modista Mary Anne Walkley, de 20 años, empleada en un taller de modas proveedor de la corte, respetabilísimo, explotado por una dama con el dulce nombre de Elisa. Se descubría nuevamente la vieja historia, tantas veces contada: estas muchachas trabajaban, término medio, 16 1/2 horas, pero durante la temporada a menudo tenían que hacer 30 horas ininterrumpidas, movilizándose su “fuerza de trabajo” desfalleciente con el aporte ocasional de jerez, oporto o café. Y la temporada, precisamente, estaba en su apogeo. Había que terminar en un abrir y cerrar de ojos, por arte de encantamiento, los espléndidos vestidos que ostentarían las nobles ladies en el baile en homenaje de la recién importada princesa de Gales. Walkley había trabajado 26 horas sin interrupción, junto a otras 60 muchachas, de a 30 en una pieza que apenas contendría 1/5 de las necesarias pulgadas cúbicas de aire; de noche, dormían de a dos por cama en uno de los cuchitriles sofocantes donde se había improvisado, con diversos tabiques de tablas, un dormitorio.
Marx, K. El Capital, I, 1, Libro 1ro. (Cap. 8, sección 3)
Oriundo de Jauja (Perú), Josmik Eusebio (39) llegó a Córdoba en 2009 con el sueño de prosperidad económica y cargado de ilusiones, pero las cosas no fueron tal como esperaba. […] “En el taller de Crisol Sur les confeccionábamos a empresas. El dueño del taller facturaba como monotributista y a nosotros nos hacía monotributo social para evadir. Hoy hacen lo mismo los talleres grandes”, dice. […] Los patrones les ofrecen una habitación para cuatro o cinco personas y viven en pésimas condiciones. “No tienen agua ni nada; y no les queda otra que ir [...] También dentro de ese lugar precarizado se encuentra el taller”, precisa Josmik. “Existe mucha precariedad laboral en este rubro. No es necesario irse a los lugares más remotos y alejados del Centro. También en Alberdi [Córdoba capital] hay una gran cantidad de talleres clandestinos”, sostiene, y explica que grandes marcas del rubro “tercerizan” el trabajo a galpones clandestinos para abaratar costos.” […] María del Carmen Ponce, secretaria del Sindicato Obrero de la Industria de Vestido y Afines (Soiva), coincide en que ese es el modus operandi en el rubro textil. “Lo lamentable es que son marcas que están impuestas en Córdoba, entonces es doble la impotencia y la bronca porque se les ve como grandes señores y aparecen como los grandes industriales que reactivan; y sin embargo, la mayoría de su producción está dada en estos talleres netamente clandestinos (no están registrados ellos ni su gente) o en talleres tercerizados”, con uno o dos empleados en blanco y 18 en negro, ejemplifica la gremialista. […]
Otero, M. y Sudar, V. Explotación laboral en Córdoba. Diario La Voz. 21/11/2019
Anexo 2: Marx, K. y Engels, F. Manifiesto del partido comunista (Selección de pasajes, Cap. 1: “Burgueses y proletarios”)
La historia de todas las sociedades hasta el día de hoy es historia de luchas de clases.
Libre y esclavo, patricio y plebeyo, señor y siervo, maestro y oficial, en suma, opresores y oprimidos, han estado y están enfrentados entre sí, han mantenido una lucha ininterrumpida, ya oculta ya abierta, una lucha que en todos los casos terminó con una transformación revolucionaria de toda la sociedad, o bien con el hundimiento conjunto de las clases en lucha. En las primeras épocas de la historia encontramos en casi todas partes una completa división de la sociedad en diferentes estamentos, un múltiple escalonamiento de posiciones sociales. En la antigua Roma tenemos patricios, caballeros, plebeyos, esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales, siervos y, por si fuera poco, en casi todas esas clases hay que añadir gradaciones especiales.
La moderna sociedad burguesa, surgida del hundimiento de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Se ha limitado a sustituir las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha, por otras nuevas. Sin embargo, nuestra época, la de la burguesía, se caracteriza por haber simplificado las contradicciones de clase. La sociedad entera se va dividiendo cada vez más en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases directamente enfrentadas: burguesía y proletariado. […]
Allí donde ha llegado al poder, la burguesía ha destruido todas las relaciones feudales, patriarcales, idílicas. […] Ha disuelto la dignidad humana en el valor de cambio y ha sustituido las libertades garantizadas y legalmente adquiridas por la única libertad, la libertad de comercio sin escrúpulos. En una palabra, ha sustituido la explotación recubierta de ilusiones religiosas y políticas por la explotación abierta, desvergonzada, directa, a secas. La burguesía ha despojado de su aureola todas las profesiones que hasta hoy eran venerables y contempladas con piadoso respeto. Ha convertido en asalariados suyos al médico, al jurista, al cura, al poeta, al hombre de ciencia. […]
La burguesía va eliminando progresivamente la dispersión de los medios de producción, de la propiedad y de la población. Ha aglomerado la población, centralizado los medios de producción, concentrado la propiedad en pocas manos. […] La burguesía, en sus apenas cien años de dominio de clase, ha creado fuerzas productivas más abundantes y colosales que todas las generaciones pasadas en su conjunto. Sometimiento de las fuerzas de la naturaleza, maquinaria, aplicación de la química a la industria y la agricultura, navegación a vapor, ferrocarriles, telégrafo eléctrico, roturación de continentes enteros, acondicionamiento de ríos para la navegación, poblaciones enteras levantadas repentinamente, ¿qué siglo anterior sospechó que semejantes fuerzas productivas dormitasen en el seno del trabajo social? […]
En la misma medida en que se desarrolla la burguesía, esto es, el capital, se desarrolla el proletariado, la clase de obreros modernos que viven tan sólo si encuentran trabajo, y que solamente lo encuentran si su trabajo aumenta el capital. Estos obreros, que tienen que venderse al por menor, son una mercancía como otro artículo de comercio cualquiera, expuesta igualmente, pues, a todas las vicisitudes de la concurrencia, a todas las oscilaciones del mercado. […] La moderna industria ha transformado el pequeño cuarto de trabajo del maestro patriarcal en la gran fábrica del capitalista industrial. Masas de trabajadores hacinados en la fábrica son organizadas como soldados. Se los coloca como soldados rasos de la industria, bajo vigilancia de una completa jerarquía de suboficiales y oficiales. No sólo son esclavos de la clase burguesa, del estado burgués, sino que son esclavizados cada día y cada hora por la máquina, por el capataz y, sobre todo, por el fabricante burgués individual. Este despotismo es tanto más mezquino, odioso, irritante, cuanto más abiertamente proclama que su fin es el lucro. Las clases intermedias hasta ahora existentes, pequeños industriales, comerciantes y rentistas, artesanos y campesinos, todas estas clases caen en el proletariado, ya sea debido a que su pequeño capital no basta para lanzarse a la gran empresa y sucumbe en la competencia con los capitalistas mayores, ya sea debido a que su habilidad ha quedado devaluada por nuevos métodos de producción. De manera que el proletariado se recluta de todas las clases de la población. El proletariado recorre diversos grados de desarrollo. Su lucha contra la burguesía comienza con su existencia […].
Anexo 3.1: Marx, K. “El trabajo alienado” en Manuscritos económico-filosóficos (Selección de pasajes)
[…] A diferencia de lo que hace el economista político cada vez que procura explicar algo, no nos traslademos a un ficticio estado originario. Un estado semejante no explica nada. El economista solo desplaza la cuestión hacia una lejanía gris, nebulosa. Da por supuesto, bajo la forma del hecho, del acontecimiento, lo que debe deducir, a saber: la relación necesaria entre dos cosas, por ejemplo, entre división del trabajo e intercambio. […]. [Nosotros] partimos de un hecho de la economía política, de un hecho actual. El trabajador se torna tanto más pobre cuanta más riqueza produce, con cuanto mayor poder y volumen incrementa su producción. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización del mundo del hombre crece en proporción directa a la valorización del mundo de las cosas. El trabajo no solo produce mercancías; se produce a sí mismo y al trabajador como una mercancía, y, por cierto, en la proporción en que produce mercancías. Además, este hecho expresa solo lo siguiente: el objeto que produce el trabajo, su producto, se enfrenta al trabajo como un ser ajeno, como una fuerza independiente del productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado, que se ha materializado en un objeto, es la objetivación del trabajo. La realización del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece, a nivel de la economía política, como desrealización del trabajador; la objetivación, como pérdida del objeto y como sometimiento servil a él; la apropiación, como alienación, como enajenación.
A tal punto la realización del trabajo aparece como desrealización, que el trabajador es desrealizado hasta morir de hambre. A tal punto la objetivación aparece como pérdida del objeto, que el trabajador es despojado de los objetos más necesarios; no solo de la vida, sino también de los objetos de trabajo. Inclusive, el trabajo mismo se convierte en un objeto, del que el trabajador solo puede apropiarse con el mayor esfuerzo y con las más irregulares interrupciones. La apropiación del objeto aparece a tal punto como alienación que, cuan tos más objetos produce el trabajador, tanto menos puede poseer, y tanto más se encuentra sometido al dominio de su producto, del capital. En la determinación según la cual el trabajador se relaciona con el producto de su trabajo como con un objeto ajeno, residen todas estas consecuencias. Pues, de acuerdo con esta presuposición, es claro que cuanto más se ejercita el trabajador, tanto más poderoso se torna el mundo ajeno, objetivo, que crea ante sí; tanto más pobre se toma él mismo, su mundo interior; es tanto menos dueño de sí mismo. […] El trabajador pone su vida en el objeto; pero aquella ya no le pertenece a él, sino al objeto. Cuanto mayor es, pues, esa actividad, tanto más desprovisto de objeto se encuentra el trabajador. Lo que es el producto de su trabajo, no lo es él. Cuanto mayor es, pues, este producto, tanto menor es el trabajador mismo. La enajenación del trabajador en su producto significa no solo que el trabajo de aquel se convierte en un objeto, en una existencia externa, sino también que el trabajo existe fuera de él, como algo independiente, ajeno a él; se convierte en una fuerza autónoma de él; significa que aquella vida que el trabajador ha concedido al objeto se le enfrenta como algo hostil y ajeno. […]
La economía política oculta la alienación presente en la esencia del trabajo por el hecho de no considerar la relación inmediata entre el trabajador (el trabajo) y la producción. Por cierto, el trabajo produce obras maravillosas para los ricos, pero produce desposeimiento para el trabajador. Produce palacios, pero cavernas para el trabajador. Produce belleza, pero deformidad para el trabajador. Suprime trabajo introduciendo máquinas, pero hace retroceder a una parte de los trabajadores a un trabajo bárbaro, en tanto convierte a la otra parte en máquina. Produce espíritu, pero produce estupidez, cretinismo para el trabajador.
[…] Hasta aquí, hemos considerado la alienación, la enajenación del trabajador solo desde una perspectiva, a saber: la relación del trabajador con los productos de su trabajo. Pero la alienación se muestra no solo en el resultado, sino en el acto de producción, dentro de la propia actividad productora. ¿Cómo podría enfrentarse el trabajador al producto de su actividad como a algo ajeno, si él mismo no se alienara de sí mismo en el propio acto de producción? El producto es solo el resumen de la actividad, de la producción. Si, pues, el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma debe ser la enajenación activa, la enajenación de la actividad, la actividad de la enajenación. En la alienación del objeto de trabajo se resume solo la alienación, la enajenación en la actividad del trabajo mismo.
Ahora bien, ¿en qué consiste la enajenación del trabajo? En primer lugar, en que el trabajo es externo al trabajador, es decir: no pertenece a su esencia; consiste, por ende, en que el trabajador no se afirma en su trabajo, sino que se niega; en que no se siente bien, sino desdichado; no desarrolla ninguna energía física y espiritual libre, sino que maltrata su ser físico y arruina su espíritu. El trabajador solo siente, por ello, que está junto a sí mismo [bei sich] fuera del trabajo, y que en el trabajo está fuera de sí. Está en casa cuando no trabaja, y cuando lo hace, no está en casa. Su trabajo no es, pues, voluntario, sino impuesto, es un trabajo forzado. Por ello, no es la satisfacción de una necesidad, sino solo un medio para satisfacer necesidades externas al trabajo. Lo ajeno de su naturaleza se muestra nítidamente en que, tan pronto como deja de existir una imposición física o de otro orden, se huye del trabajo como de una peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo de autosacrificio, de castigo. Finalmente, la exterioridad del trabajo para el trabajador se manifiesta en que no es propiedad de este, sino de otro; en que no le pertenece; en que, en el trabajo, el trabajador no pertenece a sí mismo, sino a otro. […] Se llega, pues, al resultado de que el hombre (el trabajador) solo siente que actúa libremente en sus funciones animales -comer, beber y procrear; a lo sumo, en la vivienda y el adorno, etc.-, y en sus funciones humanas solo se siente un animal. Lo animal se convierte en lo humano, y lo humano en lo animal. Comer, beber y procrear, etc., son también, sin duda, actividades auténticamente humanas. Pero, en la abstracción que las separa del ámbito restante de la actividad humana, y que las convierte en fines últimos y únicos, son actividades animales.
Anexo 3.2: Marx, K. “El trabajo alienado” en Manuscritos económico-filosóficos (Selección de pasajes)
Ahora tenemos que extraer una tercera determinación del trabajo alienado a partir de las dos anteriores. […] Sin duda, también el animal produce. Se construye un nido, viviendas, como la abeja, el castor, la hormiga, etc., solo que únicamente produce lo que necesita inmediatamente para sí o para su cría; produce unilateralmente, mientras que el hombre produce de modo universal; el animal produce solo bajo la coacción de la necesidad física inmediata, mientras que el hombre produce también libre de necesidad física, y solo produce verdaderamente cuando está libre de esa necesidad; el animal se produce solo a sí mismo, mientras que el hombre reproduce la naturaleza toda; el producto del animal pertenece inmediatamente a su cuerpo físico, mientras que el hombre se enfrenta libremente a su producto. […] Por ende, es justamente a través de la elaboración del mundo objetivo que el hombre se prueba verdaderamente en cuanto ser genérico. Esta producción es su vida genérica activa. A través de dicha elaboración, la naturaleza aparece como la obra y la realidad del hombre. El objeto del trabajo es, por ello, la objetivación de la vida genérica del hombre: en la medida en que este no solo se duplica, como en la conciencia, intelectualmente, sino de modo activo, real; y, por eso, se contempla a sí mismo en un mundo por él creado. […]
El trabajo alienado convierte, también: 3. el ser genérico del hombre -tanto su naturaleza como su capacidad genérica espiritual- en un ser ajeno a él, en medio de su existencia individual. Aliena al hombre tanto de su propio cuerpo como de la naturaleza externa a él, como de su ser espiritual, su esencia humana.
4. Una consecuencia inmediata de que al hombre le sea alienado el producto de su trabajo, de su actividad vital, de su ser genérico, es la alienación del hombre respecto del hombre. Si el hombre se enfrenta consigo mismo, también se le enfrenta el otro hombre. Lo que vale para la relación del hombre con su trabajo, con el producto de su trabajo y consigo mismo, vale para la relación del hombre con el otro hombre, como también con el trabajo y el objeto del trabajo del otro hombre.
La proposición según la cual el ser humano se ve alienado de su ser genérico, significa, simplemente, que un hombre se ve alienado del otro, así como cada uno de ellos se ve aliena do de la esencia humana. La alienación del hombre y, en general, todas las relaciones en las que el hombre se encuentra consigo mismo, solo se realizan y se expresan a través de la relación en la que el hombre se encuentra con otro hombre. Así pues, en la relación del trabajo alienado, cada hombre considera al otro según el parámetro y la relación en que se encuentra él mismo en cuanto trabajador. […]
Veamos ahora cómo hay que formular y exponer en la realidad el concepto del trabajo alienado, enajenado.
Si el producto del trabajo me es ajeno, se me enfrenta como una fuerza ajena, la quién pertenece, entonces?
Si mi propia actividad no me pertenece, es una actividad
ajena, impuesta, la quién pertenece, entonces?
A un ser distinto de mí.
¿Quién es este ser?
¿Los dioses? Por cierto que, en los primeros tiempos, la producción principal, como, por ejemplo, la edificación de templos, etc., en Egipto, la India, México, aparece al servicio de los dioses, así como el producto pertenece a los dioses. Únicamente que estos por sí solos no eran los amos de los trabajadores. Tampoco la naturaleza. […]
El ser ajeno al que pertenecen el trabajo y el producto del trabajo, a cuyo servicio se encuentra el trabajo, y para el disfrute del cual existe el producto del trabajo, solo puede ser el propio hombre.
Si el producto del trabajo no pertenece al trabajador, si es una fuerza ajena contrapuesta a él, esto solo es posible por el hecho de que pertenece a otro hombre distinto del trabajador. Si la actividad es, para este, una tortura, debe ser disfrute y alegría vital para otro. Ni los dioses, ni la naturaleza; solo el hombre mismo puede ser esa fuerza extraña colocada por encima del hombre.
[…] Una violenta alza de los salarios (dejando de lado todas las otras dificultades; dejando de lado que, como una anomalía, solo podría sostenerse por medios violentos), no sería, pues, sino un mejor salario para los esclavos, y no habría conquistado ni para el trabajador ni para el trabajo la determinación y dignidad humanas. Incluso la igualdad de salarios, tal como la propone Proudhon, solo transforma la relación del trabajador actual con su trabajo en la relación de todos los hombres con el trabajo. […] El salario es una consecuencia inmediata del trabajo alienado, y este es la causa inmediata de la propiedad privada. En consecuencia, si cae un lado, debe caer también el otro.
De la relación entre el trabajo alienado y la propiedad privada se deriva, además, que la emancipación de la sociedad respecto de la propiedad privada, etc., respecto de la condición servil, se expresa bajo la forma política de la emancipación de los trabajadores, no como si se tratara solo de la emancipación de estos, sino porque en la emancipación de los trabajadores está contenida la emancipación humana universal; pero esta se encuentra contenida en aquella, porque la condición servil de toda la humanidad está implicada en la relación del trabajador con la producción, y todas las relaciones serviles son solo modificaciones y consecuencias de esta relación. […]
Anexo 4: Bermúdez Torres, V. ¿Están alienados mis alumnos de secundaria?
Pensaba Marx que el hombre no nace, sino que se hace. Y se hace fundamentalmente a través de su trabajo, que es su hacer principal. Cuando no conocemos a alguien la pregunta típica es: "¿Y tú qué eres?" Todo el mundo entiende que se pregunta por la profesión o actividad principal. "Yo soy médico, jardinero, escritor, estudiante…” El trabajo no solo proporciona autonomía económica sino también, y sobre todo, identidad. Quien no hace nada no es nadie, ni para los demás ni para sí mismo. Con el trabajo desarrollamos nuestras capacidades humanas, nos expresamos y proyectamos socialmente, nos sentimos valorados, nos objetivamos en la obra producida, que es como un espejo en que reconocernos... En una palabra: nos realizamos como seres humanos. El mayor drama de la persona sin trabajo es sentirse insignificante, inútil, un "don nadie"...
Ahora bien. El trabajo es un instrumento de realización humana (dice Marx) solo cuando no es alienante. En caso contrario es causa de deshumanización y embrutecimiento.
¿Qué es "alienación" (o "enajenación" como traducen algunos)? Es el estado, cabe decir espiritual, por el que uno no se reconoce a sí mismo en lo que hace, por el que se siente ajeno a su hacer, un hacer que no es, por tanto, un hacer suyo, sino de "otro", o mecánico, y desligado, en cualquier caso, de sí mismo. Como somos lo que hacemos, un hacer constantemente extraño a nosotros nos produce un extrañamiento íntimo: no estamos en lo que hacemos. El trabajo alienante, sin alma, nos deja vacíos, nos saca fuera de nosotros mismos, nos empobrece y cosifica, no nos deja ser, nos roba la identidad...
Cuando Marx habla de alienación estaba pensando en los obreros industriales del siglo XIX. Todo trabajo consiste en dar forma a la materia para crear un producto final. Pero según Marx en el trabajo del obrero todo le es ajeno. La materia prima que trabaja no es suya. Tampoco los instrumentos de trabajo. Ni el trabajo mismo que realiza es suyo: ni lo elige ni planifica él (sino el patrón), ni expresa su subjetividad (es puramente mecánico), ni tiene otro interés que el beneficio de otro. Incluso si es algo interesante para él, el producto de su trabajo le es arrebatado y comercializado por aquellos que le pagan, pues el trabajo no es sino una mercancía más, sujeta a compra-venta, y no un modo de "realización personal". Para colmo las relaciones sociales que origina el trabajo del obrero son tan mecánicas e impersonales como el propio trabajo, con lo que la alienación es doble: económica y social.
Pues bien, para que mis alumnos comprendan todo esto de la alienación no tengo que complicarme nada la vida. Simplemente les pido que miren alrededor y después... ¡Que se miren a sí mismos!
Muy a menudo el instituto donde trabajo me parece una cárcel (en los peores momentos un zoológico), pero durante estos días que estamos pensando sobre el marxismo me parece siempre una fábrica, un inmenso taller en el que a toque de sirena los obreros-alumnos ocupan sus pupitres enfilados frente a pizarras y ordenadores, mientras el patrón-profesor se pasea supervisándolo todo.
Recuerdo después sus miradas perdidas al oír las lecciones, sus gestos mecánicos al escribir lo que les dictan, su resignado encorvarse sobre la hoja del examen diario, hora tras hora, semana tras semana, año tras año... Ni lo que hacen en cada una de esas horas de su vida es elegido por ellos. Ni (por lo general) las actividades de clase expresan su subjetividad o tienen relación con sus intereses reales. Ni sé si se esfuerzan realmente por sí mismos o más bien por otros, para satisfacer a otros, o para lograr las recompensas con las que han sido adiestrados por otros... ¡Qué torpes los que los califican a veces de vagos! ¡¡Yo jamás he visto un alumno vago!! A los alumnos solo los conozco de dos clases: los que han aprendido ya a disimular su desinterés (o han sido educados en la marcialidad del esfuerzo sin preguntas), y aquellos, más sanos, que no saben disimular y se niegan, a las claras, a malgastar su energía en aquello que no les importa un rábano. Pero aún estos últimos están alienados. Están sin estar, malviviendo de la mínima ración de autenticidad que son la ensoñación en clase, las fugas clandestinas, las pequeñas bromas...
Y para colmo también en las aulas se propicia la alienación social: la competencia entre alumnos, las relaciones no elegidas (disponiendo junto a quién se sientan "para que no hablen"), la segregación por notas o (en algunos centros privados) hasta la separación de sexos en aras del rendimiento.
Al fin y al cabo los alumnos no son una excepción con respecto a otros productos del mercado. Se fabrican para que den rendimiento. Para que coloquen su currículo en e-bay, como últimamente se ha visto.
Sin duda que la escuela que tenemos es una excelente "educación para la vida"... Pero solo si asumimos que las cosas más nobles y humanas (la creatividad, la libertad, las relaciones desinteresadas con los demás, la realización mediante el trabajo vocacional, el placer del conocimiento...) son cosas inútiles e improductivas; que el trabajo es en general una maldición (de la que nos libramos cada viernes, aliviados); y que el estudio y el conocimiento son algo insufrible de lo que hay que escapar cuanto antes... Siempre que asumamos, en fin, que eso que nos quieren vender como lo "bueno" de la vida (el pan, el circo, el consumo...) está siempre a mano (un poquito menos en las crisis), sin otro coste que... ay, la vida misma.
Anexo 5: Guía de preguntas y Trabajo Práctico
Guía de preguntas (resolución grupal, por escrito): Marx, K. y Engels, F. Manifiesto del Partido Comunista (Cap. 1, Selección de fragmentos)
Trabajo Práctico (resolución en parejas, por escrito): Marx, K. “El trabajo alienado” en Manuscritos económico-filosóficos de 1844 (selección de fragmentos)
El término 'enajenación' [o ‘alienación’] puede usarse en un sentido muy general como todo estado en el cual una realidad se halla fuera de sí en contraposición al ser en sí. Este último designa el estado de la libertad en sentido positivo, es decir, no como liberación de algo, sino como liberación para sí mismo, esto es, como autorrealización.
¿Cómo describe Marx la alienación o enajenación del trabajo? ¿Qué relación tiene con el hecho de que el trabajo es forzado?
¿Cuál es la alternativa que propone Marx como resolución al problema de la alienación? ¿Por qué esa alternativa permitiría una “emancipación humana universal”?
Leer el siguiente fragmento del Manifiesto del partido comunista (Cap. 2)
Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de propiedad de la burguesía […], expresión última y más acabada de ese régimen de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre el antagonismo de dos clases, sobre la explotación de unos hombres sobre otros. Así entendida, sí pueden los comunistas resumir su teoría en esa fórmula: abolición de la propiedad privada. […] El proletariado […] hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por lo tanto, su propia soberanía como tal clase. Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos.
¿Cómo debería entenderse la expresión “abolición de la propiedad privada”? ¿Qué lugar tiene aquí la idea de “lucha de clases”? ¿Qué consecuencias traería eso en el esquema de clases sociales de Marx?
Realizar un breve ensayo (300 palabras, aprox.) en el que expresen su punto de vista sobre la interpretación de Bermúdez Torres respecto de la alienación en el colegio secundario.
Escribir un manifiesto o un decálogo en favor de una “Educación no alienante”, considerando cuestiones como los temas que se enseñan y aprenden, la modalidad de las clases, etc. (300 palabras, aprox.).
Notas