Producción artística
A lo largo de la práctica de la pintura son diversas las variables con que trabajamos en simultaneidad, desde lo conceptual, pero también desde lo práctico. Cuando empezamos a generar la imagen, la manera en que abordamos la composición de la obra es tan personal como cada productor y sabemos que cada uno de nosotros privilegia distintos aspectos, no sólo por los intereses personales sino por la etapa que estemos atravesando y dirige nuestros intereses.
Pero cuando la idea comienza a buscar un soporte concreto para plasmarse, el continente se torna esencial y nos vemos enfrentados a considerar direcciones, formatos, tamaños y materiales diversos.
En ese momento generalmente se nos ofrecen formatos considerados armónicos y otros no tanto, y en este sentido podemos incluir cualidades como: dimensiones espaciales, tamaño, relación alto ancho, forma, proporción, material, imprimación, etc.; pero cuando el sentido de la exploración excede lo considerado convencional, aparecen opciones que pueden convertirse en desafíos a investigar.
Nuestras elecciones pueden pasar por campos múltiples, formas orgánicas, suma de formas geométricas combinadas con otras irregulares y más.
Llegada a este punto, lo que para mí se torna importante es cómo resolver la integración de los distintos elementos del discurso visual haciendo perceptible la imagen con las cualidades que pretendo la definan, logrando un todo.
Intento entonces construir con las posibilidades que me ofrecen cada uno de los soportes en su materialidad concreta, integrando diversas calidades de superficies, viendo cuáles son adecuadas para que los componentes de la imagen se encuentren cómodos en ellas y qué paleta se presta a integrarse íntimamente con la idea a transmitir.
Cada producción invita a pensar posibilidades de uso para los recursos que podemos aplicar, pero el juego fundamental es mantener una actitud abierta y siempre alerta para jugar con posibilidades no consideradas al inicio de la producción.
Practicar el tan mentado diálogo con la obra, hacerse sensible a cada parte de ella nos remite a las respuestas buscadas y, mejor aún, a más preguntas que serán el estímulo para nuevas producciones y experimentación.