Resumen: El siguiente texto presenta los resultados de una investigación que analiza el discurso periodístico del diario ABC Color en el tratamiento de la información relacionada a las reivindicaciones de organizaciones campesinas en noviembre del 2020 en el Paraguay. El análisis cualitativo tiene como principal referencia la propuesta teórica y metodológica de Van Dijk (1999) que es el análisis crítico del discurso, ACD. Como técnica de investigación se ha realizado un análisis de contenido de todas las noticias, así como de las editoriales del diario del mes de noviembre del 2020, de las versiones impresa y digital que versan sobre las acciones campesinas que reivindican el cumplimiento de un acuerdo de “reactivación económica” de la agricultura familiar campesina firmado entre los representantes de las organizaciones campesinas y el poder ejecutivo, representado por el gobierno de Mario Abdo Benítez. Entre los hallazgos de la investigación se ha encontrado que el discurso periodístico del diario ABC presenta subjetividades manifiestas que apuntan a la criminalización del sector campesino movilizado y tiene la intencionalidad de instalar modelos mentales orientados a la estigmatización del campesinado paraguayo.
Palabras clave: criminalización, luchas campesinas, Paraguay.
Abstract: The following text presents the results of a research that analyzes the journalistic discourse of the newspaper ABC Color in the treatment of information related to the demands of peasant organizations in November 2020 in Paraguay. The qualitative analysis has as its main reference the theoretical and methodological proposal of Van Dijk (1999) which is the critical discourse analysis, CDA. As a research technique, a content analysis of all the news, as well as the editorials of the newspaper of November 2020, of the printed and digital versions that deal with the peasant actions claiming compliance with an agreement of "economic reactivation" of peasant family agriculture signed between representatives of peasant organizations and the executive branch, represented by the government of Mario Abdo Benítez, was carried out as a research technique. Among the findings of the research, it was found that the journalistic discourse of the ABC newspaper presents manifest subjectivities that point to the criminalization of the mobilized peasant sector and has the intention of installing mental models aimed at the stigmatization of the Paraguayan peasantry.
Keywords: criminalization, peasant struggles, Paraguay.
CRIMINALIZACIÓN MEDIÁTICA A ORGANIZACIONES CAMPESINAS DE PARAGUAY. ANÁLISIS DEL DISCURSO PERIODÍSTICO DEL DIARIO ABC COLOR
Introducción
La concentración de la tierra sigue siendo un problema no superado en el Paraguay (Riquelme, 2003), el 2,6 % de los propietarios concentra el 85,5% de las tierras arables, mientras que el 91,4 % de la población campesina dispone del 6% de la superficie agrícola (Kretschmer, 2018). Conforme al índice de GINI que mide la desigualdad en la tenencia de la tierra, nuestro país se caracteriza por la distribución de tierra más desigual del mundo llegando a 0.93 en el año 2008, lo cual nos indica que la desigualdad en la tenencia de la tierra es casi perfecta (Guereña y Rojas, 2018).
A mayor concentración de tierras en pocas manos, mayor demanda de acceso tanto a la tierra como a los demás derechos de parte del sector campesino del país, las organizaciones y movimientos campesinos transmiten la necesidad de una reforma agraria integral, proponen la redistribución de las tierras como eje transversal de sus protestas. Al encontrarse con las barreras burocráticas para el acceso a la tierra y al no recibir apoyo del Estado, recurren a constantes movilizaciones y ocupaciones como herramientas de lucha (Kretschmer, 2018).
Desde el punto de vista jurídico, Pereira (2021) enfatiza en la importancia de analizar críticamente los procesos legales llevados adelante para tratar el problema de la tenencia de la tierra en el Paraguay. Desde el planteamiento de esta autora, existe una aplicación indebida del derecho civil a un tema que debe ser tratado desde el derecho agrario. El primero corresponde a una serie de códigos que regulan los derechos patrimoniales, económicos, es decir, todo lo que tenga que ver con la propiedad privada. En tal sentido, el Estado no puede tener una participación que no sea la de juez imparcial ante las situaciones que se presentan en este tipo de derechos, siempre y cuando el ciudadano requiera de su intervención.
En cambio, el derecho público constituye un derecho fundamentalmente de la reforma agraria, que contiene normas de orden público, no es que regula relaciones de derecho privado, sino que tiene que ver con una política estatal que el Estado está obligado por ley a implementar y que se vincula, por una parte, con la garantía de derechos económicos y sociales de un sector muy importante de la población que está reconocido como tal en la Constitución Nacional del año 1992 (Milena, 2021).[3]
La lucha por el acceso a la tierra se enfrenta a los marcos legales de la legislación paraguaya, que prioriza el derecho de un sector que cuenta con grandes extensiones de tierra y relega el derecho de un grupo que históricamente viene reclamando un pedazo de tierra. Las organizaciones campesinas recurren a acciones directas, cansadas de los procesos institucionales que no dan respuestas a sus pedidos, sin embargo, son reprimidas por el Estado:
“Cuando los campesinos se organizan y cuestionan, critican, plantean ante las autoridades sus legítimos reclamos de tierra, salud, educación, y denuncian la injusticia social actual que posibilita que las personas ricas se enriquezcan más aún mientras las personas empobrecidas aumentan en número y en carencias, son considerados como criminales y delincuentes” (Rodríguez, 2004, p. 304).
No es posible separar la dinámica agraria paraguaya de los demás procesos globales y regionales. Así, históricamente Paraguay se constituye como un territorio necesario para garantizar la continuidad de la acumulación de capital regional y global. En este sentido, el Paraguay actual es el resultado de los diferentes territorios construidos por actores globales, regionales y locales (Pereira, 2020).
En esa línea, el problema de la tierra inició con la privatización y extranjerización del territorio paraguayo luego de la Guerra Guasu (1865 – 1870) y se intensificó con la repartija de tierras públicas a sujetos no beneficiarios de la reforma agraria en el gobierno de Stroessner (1954 – 1989), son aproximadamente 8 millones de hectáreas las adjudicadas de manera ilegal, conocidas en la actualidad como las tierras mal habidas (CVJ, 2008). A hoy no se ha avanzado en reparar la ilegalidad de estas tenencias por lo que el problema persiste y se sostiene mediante un estado oligárquico, que no atiende oportunamente las necesidades de tierra y demás actividades productivas de la población campesina del país.
Los sujetos excluidos de la tenencia de la tierra se movilizan en función a sus necesidades y la respuesta del Estado paraguayo es penalizar con penas privativas de libertad y ejercer violencia desmedida hacia estos sectores campesinos. El informe Chokokue de la Codehupy (2014) nos presenta datos de la cantidad de líderes campesinos que han sido asesinados en el contexto de la lucha por la tierra, que, desde 1989 hasta el año 2013, sumaban unos 115 campesinos asesinados en plena época democrática. Ninguno de estos casos ha sido investigado por el Poder Judicial.
“Todos los actos atentatorios contra los derechos humanos cometidos de un tiempo a esta parte contra los campesinos son consecuencias directas de la apropiación indebida de las tierras por parte de una minoría de latifundistas que se resisten a la modificación de la estructura de la tenencia de la tierra amparados por la corrupción imperante en el ámbito de las instituciones públicas” (Riquelme, 1996 citado en Pereira, 2020, p. 315).
En estos años, el cultivo de soja ha incrementado en Paraguay, especialmente desde 1996, con la introducción de semillas genéticamente modificadas. Actualmente Paraguay atraviesa un proceso de sojización, la mayor parte de la soja producida se destina a la exportación en estado natural. Las corporaciones transnacionales, como ADM, Bunge, Cargill y COFCO Agri también operan en el país. Dichas corporaciones controlan la cadena de producción de soja, los insumos (semillas y pesticidas) y la comercialización y exportación. Así mismo, los agentes regionales brasileños, fundamentalmente controlan el agronegocio de la soja en términos productivos (Izá, 2021).
La pandemia de la COVID – 19 ha profundizado problemas sociales ya existentes en el Paraguay, la dimensión de estos problemas puede notarse claramente con el informe de gestión del presidente Mario Abdo Benítez, elaborado por la Sociedad de Economía Política del Paraguay, SEPPY (2021), que, entre otros puntos señala el sobreendeudamiento del Estado paraguayo en el año 2020 para mitigar los efectos de la pandemia en los diversos sectores del país:
“Como es sabido, la deuda externa siguió creciendo para dar un salto extraordinario en 2020, al aumentar 45% respecto al 2019, por efecto del financiamiento con crédito externo del Plan de Emergencia Sanitaria y de Recuperación Económica por la pandemia de la Covid - 19. De ahí que la deuda externa pasó de representar el 15,7% del PIB (2018) al 29,3% al final del primer semestre de este año, mientras la deuda pública total representa el 34,3% del mismo indicador económico” (SEPPY, 2021, p. 2).
En esa misma línea, la pandemia ha golpeado con más fuerza a los sectores más vulnerables del país, que fundamentalmente son los grupos indígenas y colectividades campesinas, así como la población bañadense. Es así que en el mes de noviembre del 2020 varias organizaciones campesinas de Paraguay se articulan y concentran en una gran movilización en la capital del país y otras tantas medidas de acción en varios puntos del interior de Paraguay.
Entre las organizaciones campesinas que exigían el cumplimiento del acuerdo de reactivación de la economía campesina, se encuentran las siguientes: a) Coordinadora Nacional Intersectorial, CNI, b) Articulación Campesina, Indígena y Popular, ACIP, c) Organización de Productores de Itapúa, d) Coordinadora de sin Techos del Maracaná y e) la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas, MCNOC.
Estas movilizaciones se dieron en la referida coyuntura marcada por una profundización de la crisis social por efectos de la pandemia y coincidía con una coyuntura política en particular, ya que en esos tiempos el Congreso Nacional trataría el destino de unos 25 millones de dólares.
Al mismo tiempo que el sector campesino exigía que unos 20 millones de dólares sean destinados para la reactivación de la economía campesina, y los otros 5 millones restantes para recursos del Ministerio de Agricultura y Ganadería, la Unión de Gremios de la Producción, UGP, compuesto por sectores empresariales del país, entre grandes ganaderos y productores de soja transgénica, también exigían la renegociación, bajo mejores condiciones de las deudas contraídas para apuntalar la producción que se vio afectada, al igual que el sector campesino, por los eventos climáticos extremos de los últimos años, lo cual incidió directamente en el rendimiento de la producción.
Es así que colisionan los intereses de los sectores productivos empresariales y del sector campesino, ya que los primeros buscaban mantener privilegios y el segundo, buscaba acceder a la asistencia estatal para atender problemas de larga data en el país, que es el debilitamiento de la agricultura campesina y como consecuencia la pobreza y la pobreza extrema rural.
El papel de la prensa en el contexto referido
La prensa construye la información que va a generar la interpretación y la opinión de sus lectores. Los medios de comunicación tienen una gran influencia en la percepción-interpretación de las personas sobre la realidad de su entorno:
“Efectivamente, el control del discurso busca incidir, generalmente, en las intenciones, los planes, el conocimiento, las opiniones, las actitudes y las ideologías del destinatario –así como en sus acciones consiguientes” (Van Dijk, 1999, p.8).
De esta manera, al controlar la información, el texto periodístico presupone tener un determinado poder, así como posiciones e intereses en el contexto en que se produce tanto la noticia como las relaciones sociales. En el caso del estudio, interesa profundizar sobre los intereses existentes en la temática de la tenencia desigual de la tierra en el Paraguay y demás aspectos subyacentes de la misma. De acuerdo con Van Dijk (1999):
“Si controlar los contextos y las estructuras del texto y el habla es la principal forma de ejercer poder, (entonces) controlar la mente de las personas a través de esos discursos es una manera indirecta pero fundamental de reproducir la dominación y la hegemonía” (p. 210).
Lo anterior equivale a decir, que los intereses de la prensa, controlada por el sector económico dominante del país, se orientarán a mantener el statu quo que privilegia a su sector, aún en detrimento de la mayoría excluida de un sistema social y económico marcado por profundas desigualdades. En esa línea interesa analizar críticamente el discurso de ABC Color en el tratamiento de una noticia referente a las demandas del sector no favorecido por la estructura de poder dominante.
En esta misma línea, los medios de comunicación colaboran en la construcción de la opinión pública en torno a este conflicto, a través de informaciones que vinculan al campesinado con el incumplimiento de las leyes, asociándolos con hechos delictivos y al no reconocer la legitimidad de la lucha por el acceso a la tierra, así contribuyen en la criminalización del sector campesino y sus métodos de lucha - que en la mayoría de los casos son materializados en protestas y ocupaciones.
Para este tipo de análisis, la propuesta de Van Dijk (1999) resulta útil, ya que señala que una investigación adecuada que aborde los problemas sociales y la desigualdad, necesariamente debe ser multidisciplinaria, puesto que el ACD busca una utilidad que vaya más allá de los límites de la frase, de la acción y de la interacción, al contrario de tendencias en análisis de discursos que resultan teóricas y descriptivas, pero que carecen de una explicación.
La investigación se propone analizar el discurso periodístico del diario ABC Color en el tratamiento de temas relacionados a las demandas del sector campesino de Paraguay en el mes de noviembre del 2020, para ello, se aborda desde una perspectiva histórica y contextual a fin de reunir suficientes evidencias que permitan determinar la existencia o no de contenidos que elevan hacia la criminalización del sector.
¿Qué tipo de realidad intenta instalar el diario ABC Color en el imaginario social a través de la construcción del discurso periodístico?
Análisis crítico del discurso como perspectiva de análisis
Uno de los principales referentes de esta perspectiva de análisis del discurso periodístico es Teún A. van Dijk (1990, 1999, 2003) este autor propone que la noticia de la prensa debe ser estudiada como un discurso público para su comprensión, considerando aspectos como su estructura y la producción misma de la información. La propuesta del autor es hacer un análisis estructural explícito de los informes periodísticos, con un enfoque cualitativo, que se distinga de los análisis tradicionales de contenido, que se caracterizan por el enfoque cuantitativo. La noticia de la prensa debe estudiarse como un discurso público por los temas que trata, que fundamentalmente son sociales, económicas o culturales.
Para un análisis crítico del discurso interesa indagar tanto en el proceso de producción de la noticia como en el efecto que crea la noticia en las subjetividades de los lectores, ya que son ambas las partes participantes de la noticia “por esta vía, la noticia puede relacionarse explícitamente con las prácticas sociales y con las ideologías de la producción de noticias” (Van Dijk, 1990: 10).
El análisis del discurso propuesto por Van Dijk (1990) se caracteriza por su enfoque interdisciplinario, ya que considera muchas dimensiones como las cognitivas, psicológicas y sociológicas que interactúan en el proceso tanto de elaboración como de interpretación de la noticia.
Criminalización a las luchas campesinas
Algunos estudios de la literatura local analizan la criminalización de las luchas campesinas de Paraguay considerando las dimensiones legales y mediáticas, resaltando además la violencia ejercida hacia el sector campesino ante demandas derivadas de problemas de desigualdad social y económica del país. Autores como Palau, Martens y Sánchez (2009) analizan cifras y testimonios de las represiones sufridas en las comunidades campesinas y, fundamentalmente las perpetradas hacia dirigentes de las organizaciones de este sector. En decir de estos autores, los tres pilares de la criminalización campesina son la violencia, las dimensiones legales y mediáticas.
En cuanto a la dimensión legal hacen referencia a las restricciones a las que se enfrenta el campesinado para acceder a la tierra, aun siendo esto un derecho constitucional. Específicamente refieren cambios que se introducen al marco legal vigente con la finalidad de impedir el acceso a los derechos mencionados. Esto a su vez tiene una repercusión directa para la generación de condiciones que finalmente desembocan en el aumento de la criminalización.
Así mismo, estudian el papel de los medios de comunicación controlados por el sector empresarial del país y señalan que los mismos tienen una participación clave en la criminalización hacia el sector campesino a través del discurso periodístico que descalifica y estigmatiza permanentemente las luchas campesinas de Paraguay, lo que nuevamente desemboca en la ampliación de los casos de criminalización a estas colectividades (Martens, 2009). Claramente, “quien emite una opinión también posee una intención para que esas opiniones sean leídas o escuchadas por un público en particular” (Artese, 2006, pp: 9).
“No es casual que la solidaridad asuncena que se expresaba en las primeras marchas campesinas de mediados de la década del noventa haya prácticamente desaparecido después de más de diez años de permanente ataque periodístico contra este sector” (Palau, 2009, p. 55).
Para otros autores, la criminalización a las luchas campesinas debe entenderse claramente como criminalización a la pobreza y esto se puede producir por fases, que inicia con la criminalización primaria, entendida como:
“La decisión política de crear y formular los delitos y crímenes que serán punibles en el ordenamiento legal interno. Es decir, esta fase de la criminalización consiste en la formulación de las leyes penales, la mayoría de ellas en el Código Penal, que protege bienes jurídicos como la vida, integridad física, propiedad, patrimonio, entre otros y que castiga con pena privativa de libertad o multa a quienes vulneren esos bienes jurídicos” (Mendieta, 2014, p. 60).
El modelo penal paraguayo, en decir del autor es clasista y represivo, en ese sentido, la privación de libertad se reproduce en un contexto de selección punitiva, lo que básicamente se traduce en las decisiones de la clase dominante del país en criminalizar al sector social más vulnerabilizado, que son justamente las personas que viven en situación de pobreza. La criminalización no se produce únicamente cuando determinados sectores luchan por acceder a derechos no garantizados, sino más bien se trata de una lucha de clases, por un lado, entre el sector dominante que busca mantener privilegios y el otro sector excluido que presenta demandas al Estado.
La segunda fase de la criminalización se da cuando se materializa el marco legal clasista y represivo, en esta etapa, es la policía la encargada de la selección punitiva que está orientada fundamentalmente al apresamiento de los pobres, de modo a justificar el marco legal existente, que sacraliza la propiedad privada, aun contradiciendo a la propia Constitución Nacional. En esta etapa de la criminalización la policía suele recurrir, además de la prisionización, a la tortura, a los malos tratos, a las penas crueles, inhumanas y degradantes (Mendieta, 2014).
Criminalización a las demandas campesinas en el medio de comunicación
Las sociedades con marcadas desigualdades sociales y económicas experimentan procesos permanentes de crisis políticas y crispaciones sociales, debido a que un numeroso sector no logra satisfacer las necesidades básicas, que en un estado social de derecho debe garantizarse. Los grupos dominantes a su vez desarrollan mecanismos diversos para mantener el statu quo. Uno de ellos es el control de los medios de comunicación que en el momento de difundir información no cumplen con el criterio de objetividad, ya que la manera en que representan las protestas sociales, lo desarrollan con discursos que deslegitiman a las mismas y convierten a quienes reclaman en supuestos delincuentes (Artese, 2006; Alvarado, 2020, Sánchez, 2009 y Rodríguez, 2004).
“La información que llega a través de los medios masivos de comunicación ve a la pobreza como la causante de todos los males, pero no se detiene a analizar y escarbar en sus causas, el neoliberalismo salvaje, el poder económico y la corrupción política, que han postergado por décadas el desarrollo con equidad y justicia social” (Rodríguez, 2004, p. 301).
Cuando se habla de criminalización se hace referencia a las estrategias empleadas por el Estado para encarar las diversas expresiones del descontento social, derivando al plano judicial – delictivo estos problemas sociales. En ese sentido, las luchas sociales se deslegitiman y reciben un tratamiento distinto al esperado por los sectores demandantes. Con este mecanismo, en Paraguay criminalizan a los líderes campesinos y a los movimientos sociales:
“La criminalización de los movimientos sociales empieza entonces con el no-reconocimiento del Estado respecto a la legitimidad de sus reivindicaciones, y viene estrechamente unida a una campaña de descalificación y de acusaciones que poco o nada tienen que ver con la realidad. Las acusaciones se desarrollan directamente contra el movimiento o uno de sus líderes, presentándolo como un verdadero peligro contra la sociedad toda. De esta manera, pretenden justificar ante la opinión pública, el uso indiscriminado de la fuerza contra las organizaciones sociales” (Palau, 2009, p. 39).
Método y técnica de investigación
Para poder comprender la relación entre el discurso y la reproducción del poder social, Van Dijk (1999) desglosa minuciosamente los niveles micro y macro del orden social. En un nivel de análisis micro se encuentran la interacción verbal, el uso del lenguaje, el discurso y la comunicación; por su lado, el macro nivel abarca el poder, la dominación y la desigualdad entre grupos sociales.
La propuesta de investigación se centra en el análisis y estudio de los textos periodísticos publicados en el Diario ABC Color sobre el caso de las movilizaciones campesinas de noviembre del 2020.
El enfoque metodológico es cualitativo, consistente en el análisis de las publicaciones del Diario ABC Color, centrada en la versiones impresa y digital del mismo y focalizado en el mes de noviembre del 2020, momento en que se produce, en plena pandemia de la COVID – 19, una movilización campesina con demandas que buscan orientar recursos del Estado hacia el sector campesino, fuertemente golpeado por la pandemia, por su condición de vulnerabilidad.
El levantamiento de datos fue realizado llevando en cuenta los siguientes procedimientos:
a) Selección de textos relacionados directa e indirectamente con las demandas de las organizaciones campesinas en el mes de noviembre del 2020.
b) Selección de textos relacionados al contexto social, político y fundamentalmente económico en el cual se da este hecho.
El levantamiento de datos relacionados directamente con el caso de las movilizaciones campesinas se orienta a la construcción de matrices semánticas de forma a identificar en el texto calificativos atribuidos al sector campesino sea por otros sectores o por el propio medio impreso investigado.
Al mismo tiempo estas matrices semánticas buscan asociar intereses compartidos por el medio y las autoridades de turno en el sentido de estigmatizar y criminalizar las luchas sociales del campesinado paraguayo. A partir de la construcción de estas matrices semánticas asociadas a palabras/conceptos como piqueteros, haraganes y otras, la investigación buscó descifrar las perspectivas insertas en cada una de estas matrices.
Se definió la tendencia de la redacción de las notas periodísticas en el tratamiento de temas referentes al sector campesino de noviembre de 2020, así como el tratamiento de las demandas de otros sectores del empresariado rural del país, para ubicarla en posiciones, sean estas positivas, negativas o neutras, para determinar si se evidencian intencionalidades del medio periodístico. Esto teniendo como referencia que la noticia como género informativo no debe admitir opinión ni carga valorativa en su redacción.
Análisis e interpretación de resultados
En Paraguay existen al menos 5 medios de comunicación impresos y digitales a los que se los considera de gran alcance; por su trayectoria, cantidad de tiradas por día y la cantidad de lectores; estos son los diarios Última Hora, ABC Color, Crónica, Popular y La Nación. El diario ABC Color forma parte de uno de los periódicos activos de mayor trayectoria del país De acuerdo con Rojas (2009), la fundación del diario ABC Color contó con la simpatía del entonces presidente, Alfredo Stroessner, el 8 de agosto de 1967, bajo la propiedad de Aldo Zuccolillo (1929 – 2020). A su vez, el diario fue clausurado el 22 de marzo de 1984 luego de romper relaciones con el gobierno, y 5 años después, el 22 de marzo de 1989, reinició sus ediciones.
ABC Color aglutina entre sus medios a Radio Cardinal AM y ABC TV, además de ABC Digital. Los diarios ABC Color y Última Hora, son los diarios que más influencia han marcado en la agenda política y social del Paraguay (Orué, 2015, p. 11). Estos medios constituyen un conglomerado nacional que tienen radios en los diales AM y FM como también canales de televisión. Las publicaciones de estos medios tienen el efecto “framing” o encuadre que se caracteriza por la capacidad de generar esquemas de interpretaciones y conclusiones en el lector según la forma de presentación de la información (Peris, 2020). En decir de Rojas (2009) “ABC Color es el medio más influyente del país. Tiene la capacidad de instalar en el debate público ciertos temas, de promover candidatos o de destituir autoridades” (pp. 91).
Además de constituirse un conglomerado nacional, el propietario de ABC Color concentrada numerosas empresas, en ese sentido, el posicionamiento del diario no podría contradecir a los intereses del sector económico dominante del país, sólo a modo de ilustración se pueden mencionar las siguientes empresas de diversos rubros en lo que incursiona el empresario, que también incluye inmobiliarias:
“Entre las empresas de Aldo Zuccolillo, propietario de ABC Color, podemos mencionar: Inmobiliaria del Este (con 24 agencias en todo el país, probablemente la más grande inmobiliaria del Paraguay); Financiera Atlas; Constructora Atlas (con por lo menos 15 torres construidas en Asunción y más en otras ciudades del país); Nueva Americana (centro comercial); Shopping Mariscal López (uno de los dos shopping mall más grandes de Asunción); acciones en Núcleo Personal (la segunda de las cuatro operadoras de telefonía celular en cuanto a usuarios); acciones en Tapé Ruvichá (representante de Ford y New Holland); Tabacalera Pety; Editorial Gráfica Mercurio” (Rojas, 2009, p. 90).
Además de ser un actor importante de la élite económica del país, Zuccolillo está estrechamente vinculado, específicamente al sector del agronegocio en el Paraguay. Al respecto, Rojas (2009) presenta algunas relaciones del grupo Zuccolillo con las empresas multinacionales con presencia importante en nuestro país:
“Se puede comenzar mencionando que Aldo Zuccolillo, propietario de ABC Color, está casado con Graciela Pappalardo, hija del fundador de Tapé Ruvichá, don José Pappalardo. Actualmente Graciela posee acciones en Tapé Ruvichá S.A.E.C.A., como el resto de su familia que es propietaria de la empresa. Tapé Ruvichá importa y representa maquinaria agrícola New Holland y Ford, y sus implementos” (Rojas, 2009, p. 91).
Teniendo en cuenta el aspecto propiamente ideológico, Rojas (2009) indica que el posicionamiento histórico e ideológico del medio ABC Color se ha inclinado hacia la defensa de las dictaduras latinoamericanas y las luchas anticomunistas del siglo pasado:
Una revisión histórica del posicionamiento ideológico de ABC nos dirá que el mismo ha sido férreo defensor de las dictaduras latinoamericanas; alineado la mayor parte del tiempo con el dictador Stroessner, ha financiado incluso encuentros de la Liga Mundial Anticomunista según consta en los Archivos del Terror de Paraguay (Rojas, 2009, p. 91).
La noticia como género periodístico. La objetividad como criterio fundamental
Considerando el género informativo, que en este caso es la noticia, en el ejercicio del periodismo, el proceso de elaboración de la noticia debe superar el filtro de la subjetividad, es decir, necesariamente debe ajustarse a criterios de objetividad. Por la naturaleza del género periodístico, la noticia no debe contener calificativos ni opiniones del redactor. Por supuesto que el redactor es una persona y de alguna manera influyen las subjetividades de la misma en el momento de redactar, la cual debe intentar neutralizarse en la medida de lo posible:
“La objetividad informativa es, por tanto, exigible en la noticia. Resulta por consecuencia, condenable todo aquello que suponga introducción de elementos subjetivos en la captación o en la comunicación de los hechos: engaño, simulación, deformación, manipulación, retorsión, sensacionalismo, fabulación, disimulo, secreto, silencio, reserva, etc.” (Martínez, 1998, pp. 71-72).
Según los autores Leñero y Marín (1986) la noticia es la información de un hecho, la materia prima del periodismo. Es el género fundamental, el que nutre a todos los demás y cuyo propósito único es dar a conocer los hechos de interés colectivo. En la noticia no se dan opiniones, sino que se informa del hecho y nada más, el periodista no debe calificar lo que informa. La noticia debe ser un escrito veraz, oportuno y objetivo (Leñero y Marín, 1986). Si bien las noticias son redactadas por una persona, representa al medio ABC Color, del cual es miembro, entonces prevalece la ideología del grupo mediático al que pertenece. Según Van Dijk, el grupo actúa a través de sus miembros (Van Dijk, 1999: 25).
A su vez, en las editoriales se emiten opiniones concretas suscitadas por un tema de actualidad. Leñero y Marín (1986) señalan que se trata de la postura o política de la empresa informativa sobre un tema de interés colectivo, este texto no tiene firma de periodistas, ya que la redacción es responsabilidad del medio de comunicación que emite, que ciertamente señala la postura política e ideológica del medio en cuestión.
Para llevar a cabo el análisis del discurso periodístico del diario ABC Color, las noticias han sido clasificadas en favorables, desfavorables y neutras, de acuerdo al tratamiento dado a las informaciones referentes a las protestas campesinas de noviembre de 2020. Se ha considerado como noticia favorable a aquellas que reflejan las necesidades del campesinado, y demuestran que los pedidos son justos y corresponden a los mismos como ciudadanos, informando desde el contexto sociopolítico y los antecedentes que llevan a los campesinos a realizar las marchas. Por su lado, las noticias desfavorables son las que ponen en duda la veracidad del discurso campesino e incentivan a la ira y enojo en contra de quienes protestan. Son neutras aquellas noticias que informan sin evidenciar una postura a favor ni en contra de la información que se emite.
El editorial forma parte del género opinativo y es exclusiva responsabilidad del medio, ya que no lleva firma del redactor. Es precisamente por eso que permite identificar la postura que tiene el medio sobre ciertas cuestiones, en este caso, la posición del diario ABC Color sobre las demandas del sector campesino.
Al formar parte del género opinativo, es totalmente válido que en la construcción textual se encuentren adjetivos y juicios de valor sobre los hechos. En su línea editorial, ABC Color deja en claro su oposición a las demandas campesinas, considerando a la movilización como una estrategia de chantaje para obtener dinero del Estado. En el relato de los hechos, ABC Color no duda en agregar adjetivos que descalifican a la protesta campesina. En este contexto se construye la imagen de un campesino violento, codicioso. Parte de la siguiente editorial ilustra la posición del medio estudiado:
Importar imagenImagen 1. Editorial de ejemplo, ABC Color
(Fuente: ABC Color, 16 de noviembre, 2020. Versión impresa y digital)
Al indagar en las publicaciones noticiosas del diario sobre las movilizaciones campesinas de noviembre de 2020, se puede observar en ellas proposiciones subjetivas que coinciden con la línea editorial o pensamiento del medio. La postura del medio incide directamente en la construcción de la noticia y excluye el criterio de objetividad que debe prevalecer en esta redacción.
Imagen 2. Tapa de Diario ABC Color del 12/11/2020
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(Fuente: ABC Color, 12 de noviembre del 2020)
Desde la presentación de la noticia en la tapa del diario, el medio asume que los manifestantes son pocos y que forman piquetes solamente para crear caos, y no como forma de protesta ante el incumplimiento del acuerdo con el gobierno. Esto puede leerse en la siguiente imagen, que es tapa de diario:
Imagen 3. Nota de ABC Color
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(Fuente: ABC Color, 12 de noviembre del 2020)
Teniendo el control sobre el discurso, manipular la información que llega a los lectores resulta fácil, así a través de repeticiones de discursos negativos que atentan contra las demandas campesinas, se construyen modelos mentales en el imaginario público. De este modo, el término campesino se relaciona con un ser violento, ya que es lo que se ha repetido siempre en las noticias. Los modelos mentales son lo que un lector puede asociar al leer algo, con hechos similares que ya ha pasado antes por su mente.
La siguiente noticia presenta a los manifestantes como causantes del caos en el tránsito capitalino. Además, menciona que una cantidad elevada de trabajadores se vieron perjudicados a causa de la protesta:
Imagen 4. Nota de ejemplo 2, ABC Color
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(Fuente: ABC Color, 12 de noviembre del 2020)
En la siguiente editorial pueden leerse afirmaciones sumamente violentas hacia el sector campesino, tales como: “desvergonzadas demandas, no cuesta nada ser generoso con el dinero ajeno, los dirigentes “campesinos” arrancan al Estado recurriendo a la extorsión, crear todo tipo de molestias a los peatones, a los conductores y a los comerciantes, cabe preguntarse en qué momento trabajan en sus chacras”.
Van Dijk (1999) refiere que “si tal control discursivo sobre modelos mentales de los receptores es utilizado en beneficio de los hablantes o escritores, y en contra de los intereses de los receptores, nos encontramos frente a un abuso de poder discursivo llamado, usualmente, manipulación” (Van Dijk, 1999: 211).
Imagen 5. Editorial de ejemplo 2, ABC Color
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(Fuente: ABC Color, 24 de noviembre de 2020. Editorial impresa y digital)
La postura de ABC Color sube tono cuando se aproxima la fecha en el que el Parlamento tendrá como orden del día el tratamiento del Presupuesto General de la Nación, buscando incidir también en las decisiones políticas, tal como puede notarse en la siguiente tapa de diario, que además da cuenta de la importancia que le otorga el medio al hecho noticioso:
Imagen 6. Tapa de Diario ABC Color del 25/11/2020
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(Fuente: ABC Color, 25 de noviembre, 2020)
En la siguiente tapa de diario el medio enfatiza en montos de dinero recibidos con anterioridad. La noticia aparece en la página 14 del diario, en la sección de economía, energía y negocios, lado izquierdo. Utilizan términos como radicalizadas, lo que claramente criminaliza al sector, negando que la manifestación sea pacífica:
Imagen 7. Nota de ejemplo 3, ABC Color
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(Fuente: ABC Color, 25 de noviembre de 2020)
La intencionalidad de ABC Color es muy expresa al invocar la falta de represión policial a los manifestantes, señalando la “pasividad de la Policía”. En el último párrafo de esta noticia, el medio sostiene que parecía que la policía apoyaba la marcha al no liberar el tránsito. La noticia aparece en la página 14 del diario, en la sección de economía, energía y negocios, lado izquierdo.
Imagen 8. Nota de ejemplo 4, ABC Color
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(Fuente: ABC Color, 25 de noviembre del 2020)
Si bien ha sido ardua la campaña de ABC Color, se ha aprobado con modificaciones el Presupuesto General de Gastos de la Nación, situación que ha merecido los siguientes comentarios del diario: “ante la pasiva mirada de quienes de quienes visten el uniforme policial, los piqueteros violan las normas de tránsito, cercenan el derecho el derecho de libre circulación, ejercen extorsión y amenazas sobre terceros e incurren en el más desembozado ejercicio de la violencia contra inocentes que, paradójicamente, pagan a una Policía para que los proteja justamente de este tipo de cosas, solo para confirmar que la Policía apoya a los piqueteros” (ABC Color, 25 de noviembre del 2020). La campaña de criminalización contra los medios es abierta:
Imagen 9. Editorial de ejemplo 3, ABC Color
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Fuente: ABC Color, 26 de noviembre del 2020.
Si bien en este artículo no se presentan todas las noticias que tratan sobre este hecho, los seleccionados evidencian la postura ideológica del medio, que busca criminalizar a los campesinos movilizados y a sus propias organizaciones. En la tabla siguiente se presenta la forma en que ABC Color presenta la noticia sobre el tema:
Título Volanta Bajada Cuerpo Valoraciones del medio Acostumbrados a recibir dinero se hicieron piqueteros por más cantidad. Doce organizaciones radicalizadas ya recibieron G. 34.655 millones en cuatro años. No cuenta con Bajada. Los adherentes de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) ya se acostumbraron a exigir cada año millonarios fondos del Estado. Desde el año 2016 recibieron G. 34.665 millones. Ahora se volvieron piqueteros porque quieren más cantidad, parte de USS 25 millones (G. 175.000 millones) Se hacen llamar campesinos, se volvieron piqueteros porque quieren más cantidad, el Poder Ejecutivo rápidamente se “rindió” a los reclamos de la CNI. Importar tabla
Tabla 1. Organización de una noticia sobre manifestación campesina en el Diario ABC Color
Fuente: Elaboración propia a partir de las noticias del diario ABC Color (2020).
Luego de la revisión y análisis de todas las publicaciones noticiosas realizadas por el diario ABC Color durante el mes de noviembre del año 2020, tanto noticias como editoriales y tapas de diario, en los contenidos se pueden observar las siguientes apreciaciones del medio:
a) los campesinos no son denominados como tales, sino como piqueteros y chantajistas, el diario niega la identidad de los manifestantes, señalándolos como supuestos campesinos,
b) b) en los primeros tratamientos sobre el tema, el medio señalaba como extorsionadores a los dirigentes campesinos y luego ya a las mismas organizaciones a las cuales pertenecen,
c) c) el medio enfatiza en que las protestas ya no son pacíficas sino violentas y que, en ese caso, tanto la Policía Nacional como el Ministerio Público deben intervenir, acusando a estas entidades de falta de acción,
d) d) busca generar rechazo de la ciudadanía hacia el sector campesino, indicando que los mismos viven del dinero público
e) y, por último, puede notarse que ABC Color mide la productividad campesina desde su propia lógica empresarial.
El discurso desfavorable de ABC Color puede notarse en los titulares, las volantas y bajadas de reportes de las noticias que expresan con claridad macroestructuras semánticas, es decir, son tópicos principales que se reiteraron a lo largo de la duración de la manifestación campesina.
Para concluir, cabe señalar que, en diez días, el Diario ABC Color en sus versiones impresa y digital publicó 32 noticias y editoriales sobre la movilización campesina, a continuación, se presenta una tabla que señala las posturas del medio que se evidencian en dichas publicaciones. El análisis abarca las 32 publicaciones noticiosas y editoriales que tratan sobre el tema, en las que el 81,25% de las publicaciones resultan desfavorables para las demandas campesinas, mientras que el 6,25% son noticias favorables que explican el motivo de las marchas y los antecedentes, por otro lado, solo el 12,5% de las publicaciones son neutrales, noticias en las que no se detecta la posición del medio.
Tabla 2. Posición del diario ABC Color en el tratamiento de noticias seleccionadas
Categoría Cantidad de publicaciones Favorables 2 Desfavorables 26 Neutrales 4 Total 32 Importar tabla
Fuente: Elaboración propia a partir de publicaciones impresas y digitales de ABC Color, 2020.
Conclusiones
Al analizar las publicaciones del diario ABC Color sobre el tratamiento de la información que le ha dado a los reclamos del sector campesino en el mes de noviembre del 2020, se ha observado la presencia de juicios de valor dentro de los textos noticiosos. Las subjetividades textuales demuestran que existió criminalización hacia este sector.
En términos de Van Dijk, dentro del análisis del discurso, necesariamente están implicados aspectos micro y macro sociales. Los aspectos micro sociales hacen referencia al uso del lenguaje, a la interacción verbal, la comunicación, el discurso. A su vez, el poder propiamente, la dominación y la desigualdad social son términos que corresponden a un nivel de análisis macro, porque hacen parte de la estructura social. En un primer plano, las noticias del diario ABC Color podrían estudiarse desde el micro nivel, al ser un discurso y a su vez una comunicación de los hechos, sin embargo, la postura que toma el medio al momento de transmitir las informaciones sobre las demandas campesinas, se eleva a una dimensión de nivel macro, ya que su postura favorece a la desigualdad social y al poder dominante.
El grupo Zucolillo, dueño de ABC Color, se encuentra entre la élite dominante del país, vinculado al sector del agronegocio que maneja grandes extensiones de tierra dentro del territorio paraguayo; es ahí donde radica la necesidad de defender sus intereses y mantener su dominación.
Utiliza el poder mediático como herramienta para normalizar la desigualdad existente en cuanto a la tenencia desigual de la tierra y las demandas campesinas en consecuencia. Eso quiere decir que su poder discursivo contribuye en la reproducción de la desigualdad social. ABC Color en busca de garantizar la continuación de su hegemonía, pretende instalar en el imaginario social que las estrategias implementadas por el sector campesino para reclamar la falta de atención a sus necesidades no se ajustan al derecho de manifestación, propia de una sociedad democrática, sino más bien, violan derechos de terceros, por tanto, deben ser castigados.
Las demandas del sector campesino se materializan a través de diversos actos ya referidos. Siguiendo la línea de Van Dijk (1999), los campesinos se constituyen como contrapoder, por sus acciones críticas, y, se evidencia además que el poder no es absoluto y que el contrapoder existe y se manifiesta en situaciones de desigualdad como en el caso de Paraguay. En esa línea, en estos análisis pueden notarse, una expresión más de la lucha de clases existente en nuestro país.
El ACD propone estudiar la producción del discurso por las elites dominantes a través del contexto social en el que se producen, y estudiarlo precisa entender que las demandas campesinas se producen en un contexto de completa negación de sus derechos de parte del Estado, que además, se constituye como el mismo perpetrador de violaciones de estos derechos, situación que lleva a las masas campesinas generar estrategias de lucha como las ocupaciones, manifestaciones, situación que al mismo tiempo convierte a ese sector en el contrapoder que amenaza los intereses del sector dominante del país.
A su vez, se puede sostener que, con este discurso de ABC Color, de desprecio y criminalización hacia el sector campesino ha generado una falta de empatía, solidaridad e insensibilidad de lectores ante los hechos de violaciones de derechos humanos perpetrados por el mismo Estado. Son mínimas las noticias publicadas por el medio cuando se producen desalojos forzosos, o temas referentes a la falta de acceso a tierra que le permita a este sector reproducir su vida, su cultura y sus actividades productivas, aun cuando la población rural sigue siendo importante en una sociedad tan agraria como la nuestra.
Es importante señalar, tal como refiere Van Dijk (1999) que el poder raramente es absoluto y eso podemos notar con las resistencias y luchas campesinas, así como con la emergencia en nuestro país de medios de comunicación alternativos a los hegemónicos que van ganando reconocimiento a nivel nacional e internacional.