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Detalles de los libros de notas de Niels Fock y sus hallazgos
Details of the notebooks and findings of Niels Fock
Detalhes dos cadernos de anotações de Niels Fock e seus achados
Revista del Museo de La Plata, vol. 5, núm. 2, pp. 745-758, 2020
Universidad Nacional de La Plata

Dossier

Revista del Museo de La Plata
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
ISSN: 2545-6377
Periodicidad: Semestral
vol. 5, núm. 2, 2020

Recepción: 01 Mayo 2020

Aprobación: 01 Septiembre 2020

Publicación: 01 Diciembre 2020

Resumen: En 1958 el antropólogo Niels Fock del Museo Nacional de Dinamarca, emprendió una travesía por la zona chaqueña argentina, entre las provincias de Salta, Chaco y Formosa, donde hizo un estudio de las comarcas indígenas de los matacos. Paralelamente dedicó tiempo a excavaciones, obteniendo varios materiales arqueológicos tales como vasijas, cuencos cerámicos, urnas, figurinas, puntas de flecha y hachas de piedra, que terminaron siendo parte de la Colección Fock del museo danés. En sus libros de notas, Fock describe su experiencia e interacción con las comunidades indígenas, cuyo estudio terminó en una publicación (Fock, 1967). En ellos también anotó los hallazgos y los lugares por donde hizo sus trabajos arqueológicos. Se trata de tres libros de notas, de los cuales uno toma las descripciones etnográficas de los matacos, y los otros dos traen detalles de los hallazgos arqueológicos que conforman dicha colección, en cuya minoría ha sido publicado (Fock, 1961, 1962). El presente trabajo toma, a partir del análisis de estas anotaciones, una investigación del contexto geográfico del material chaqueño para registrar con precisión las piezas halladas por Fock. Este trabajo es una continuación de lo ya planteado en congresos anteriores (CNAA, 2010, 2019) y de las investigaciones de la Colección Fock en el museo danés.

Palabras clave: Chaco, Colección Arqueológica, Niels Fock, Notas, Chaco, Coleção Arqueológica, NielsFock, Notas.

Abstract: In 1958, the anthropologist Niels Fock from the National Museum of Denmark, begam an expedition that would bring him into the Chaco Region, between the province of Salta, Chaco, and Formosa, where he mainly did some studies on the local indigenous communities of the Matacos, but simultaneously made excavations where he found various archaeological materials such as ceramic sherds, urns, figurines, arrow points, and stone axes. All those became part of the Fock Collection at the Danish Museum. In his notebooks, Fock describes his experience regarding the relationship with the Matacos that ended in a publication (Fock, 1967). He also described the area of the findings and different sites he surveyed while making archaeological investigations. Of the three notebooks he wrote, one includes his ethnographical descriptions, and the other two contain geographical details of the archaeological collection, some parts of which have been published (Fock, 1961, 1962). It is from these notebooks that we were able to investigate the geographical context of the Chaco materials, to accurately record location of the findings excavated by Fock. This work is a continuation of previous presentations at scientific meetings in Argentina (CNAA, 2010, 2019), and further investigations of the Fock Collection.

Keywords: Chaco, Archaeological Collection , Niels Fock , Notes.

Resumo: Em 1958, o antropólogo Niels Fock, do Museu Nacional da Dinamarca, empreendeu uma viagem pela área do Chaco argentino, entre as províncias de Salta, Chaco e Formosa, onde fez um estudo das regiões indígenas dos matacos. Paralelamente, dedicou-se a escavações, obtendo diversos materiais arqueológicos como vasilhas, tigelas de cerâmica, urnas, esculturas, pontas de flecha e machados de pedra, que acabaram por fazer parte da Coleção Fock do museu dinamarquês. Em seus cadernos de anotações, Fock descreve sua experiência e interação com as comunidades indígenas, cujo estudo resultou em uma publicação (Fock, 1967). Neles, também anotou os achados e os locais onde fez seus trabalhos arqueológicos. São três cadernos de anotações, dos quais um contem as descrições etnográficas dos matacos, e os outros dois trazem detalhes dos achados arqueológicos que constituem esta coleção, cuja minoria foi publicada (Fock, 1961, 1962). O presente trabalho realiza, a partir da análise dessas anotações, uma pesquisa do contexto geográfico do material do Chaco para registrar com precisão as peças encontradas por Fock. Este trabalho é uma continuação do que já foi proposto em congressos anteriores (CNAA, 2010, 2019) e das pesquisas da Coleção Fock no museu dinamarquês.

Presentación del material

El material del Chaco que aquí se expone, comprende una colección única dentro del Museo Nacional de Dinamarca, ubicado en Copenhague, que ha sido mencionado por varios investigadores profesionales en sus trabajos (Couso et al., 2009; Ortiz, 2011; Calandra et al., 1979, 2012; Lamenza et al., 2014). El donante de estos materiales es Niels Fock, quien a partir de sus artículos de 1961 y 1962, hace conocer sus hallazgos de la región chaqueña que, según deduce, tienen una influencia Guaraní o Amazónica, por la forma globular de las urnas halladas por él. A falta de la contextualización de los artefactos encontrados por Niels Fock, nos prestó sus tres libros de notas en el 2010, para leerlos y sacar información sobre sus hallazgos arqueológicos. Los libros de notas están escritos en danés, con varios apuntes en castellano, lo que explica su interacción con el idioma local. Además de estos tres libros, se encuentra un cuarto libro de notas que describe una investigación arqueológica por los Valles Calchaquíes, en especial el sitio de Palermo Oeste, hacia 1962, que no forma parte en este trabajo.

En su mayoría, los libros de notas explican sobre la vida, la creencia y los ritos de los grupos matacos que habitaban la zona durante su recorrido. Fock realizó una investigación etnográfica y arqueológica junto a su esposa, viaje que duró desde abril hasta septiembre de 1958, recorriendo los alrededores del cauce central del río Bermejo. Su fin era encontrar restos arqueológicos, que hasta ese momento no se habían hallado en la zona. Como resultado de sus hallazgos, Fock determinó cuatro estilos cerámicos diferentes, aclarados como corrugado, unguiculado, impronta de cordelería e inciso; junto a tres tipos de urnas provenientes de seis sitios, como urnas con base globular, cóncava, y plana; tipologías que no se asemejaban a la cerámica de las poblaciones contemporáneas del momento (Fock, 1961, p. 82).

El primer libro de notas (Libro I), denota su estudio etnográfico sobre los matacos, nombrando personas de contacto y descripciones culturales de los mismos. El siguiente libro de notas (Libro II), desarrolla una breve descripción etnográfica con registros de fotos que hoy se encuentran en la página web del museo nacional danés (https://natmus.dk/digitale-samlinger/), revelando sitios y varios hallazgos arqueológicos. La descripción del recorrido arqueológico comienza en este libro, comentando su viaje desde el pueblo de Yuto (Jujuy), siguiendo el recorrido del río San Francisco hasta Pichanal, para continuar por la ruta provincial nro. 5 hasta el paraje La Estrella, y de ahí por caminos de tierra hacia el este hasta el poblado La Unión, para seguir el viejo cauce del río Bermejo y finalizar en la actual ciudad de Rivadavia (Salta) (Fig. 1). El tercer libro de notas (Libro III) es el que más describe los materiales arqueológicos, registrando dónde se hallaron, quién los encontró, y cuál fue su destino.


Figura 1.
Mapa general de la zona descripta por Fock, de los principales sitios publicados por él (Fock, 1961, 1962); se le suma El Quebracho en comparación (Lamenza et al., 2014); [en rojo, sitio arqueológico] – [en azul, pueblo o ciudad]

En un croquis del Libro III, (Fig. 2), Fock determina dos sitios arqueológicos en el área denominada “Lomas de Olmedo”. Esta área está formada por una serie de sierras de 20 km de longitud y hasta 700 msnm, donde Fock principalmente recorrió el lado sur y noreste de dichas sierras. Según el recorrido descripto, Fock llega al pueblo ferroviario “La Estrella”, ilustrado en su croquis en la intersección entre los pueblos Pichanal y Joaquín González, que en aquel entonces eran unidos por vías de ferrocarril. Luego se dirige hacia el este, para las sierras de Lomas de Olmedo, donde extrajo los hallazgos arqueológicos. Allí explica sobre el primer sitio al que llama “Laguna Taguaypí”, lugar que no nombra en sus artículos, pero donde encuentra fuentes de agua permanente y un montículo, que hacen posible un asentamiento humano. En dicho sitio encontró 25 hachas líticas (Libro II, pag. 106), aunque solo donó una pieza al museo danés. Se trata de un hacha de piedra pulida tipo “T” catalogada en el museo danés como O.33.1087 (Fig. 3), cuya tipología se la determina hacia principios de la era cristiana (Calandra et al., 2012). Trabajos actuales demuestran que el estilo de hachas “T” son hallados en cementerios prehispánicos como ajuar, hallados por ejemplo en el sitio El Quebracho en Formosa (Fig. 1) (Calandra et al., 2012, Lamenza et al., 2019). En el caso del sitio hallado por Fock, las hachas mencionadas han sido en su mayoría materiales donados por los lugareños fuera de contexto y sin ser relacionadas, hasta el momento, a una inhumación. Fock en este caso, relaciona el ambiente del lugar como posible asentamiento prehispánico, por el material lítico aportado por los lugareños, estableciendo el sitio arqueológico.

En la parte central y hacia el este de las sierras mencionadas, Fock encuentra el segundo sitio que llama “Arroyo Retiro”, que en su croquis figura como “Q. Retiro” y donde también distingue la existencia de fuentes naturales permanentes en el piedemonte de dichas sierras (Fock, 1961, p. 83). A su vez, halló tiestos con decoración en líneas y puntos incisos, hachas cilíndricas de piedra, una urna de base globular con entierro de infante (Fig. 4) (O.33.1098), además de puntas de flechas (O.33.1143-1147) y una vasija con base plana (O.33.1099), común en la región del río San Francisco (Libro III, pag. 28) (Fock, 1962, figs. 2 y 3). La tipología de estos materiales data al sitio hasta el 500 a.C. (Lamenza et al., 2019, p. 488). Dicho entierro lo define Fock como primario. Según sus notas, estos materiales fueron hallados en la ladera de un cañadón erosionado por las corridas del agua, sin necesidad de excavación. La urna hallada tiene decoración impresa de cordelería en el cuello y la superficie del cuerpo es lisa sin decoración. Además, se hallaron diferentes tiestos cerámicos en superficie con decoración incisa y punteada que también se acerca a la influencia del complejo San Francisco (Dougherty, 1974, Couso et al., 2009). Fock determina este lugar donde actualmente no hay población, como prehistórico, a causa de sus fuentes naturales de agua tanto fría como cálidas, que han dado posibilidad de hábitat en esta zona árida del Chaco.


Figura 2.
Croquis de los sitios nombrados por Fock en el Libro de Notas III pag. 29


Figura 3.
Hacha tipo “T”, Laguna Taguaypí
foto del autor


Figura 4.
Urna, Arroyo Retiro; foto Arnold Mikkelsen, Museo Nacional de Dinamarca

Sin embargo, en su publicación de 1961 Fock incorpora el hacha T mencionada, dentro del área de Lomas de Olmedo, como un conjunto común entre los dos sitios recién presentados. Estos distan unos 15 km entre sí, según el croquis, por lo cual abre una discusión si ambos sitios arqueológicos pueden incorporarse en la esfera cultural San Francisco o representan diferentes períodos, según la tipología descripta.

En junio de 1958, Fock siguió hacia el este por la ruta que une Pichanal con Rivadavia. Allí encontró una cañada seca del viejo cauce del río Bermejo a cuyo sitio nombró como “Quirquincho”, situado a 7 km al norte del poblado La Unión, por el camino hacia la Finca Diamante, según su descripción, y a 400 m al norte de la casa de la Sra. Laureana Juárez cuya finca se llama “Las Conchas”. Allí, según el material investigado, halló vastos materiales cerámicos, figurinas, bolitas de cerámicas, hachas de piedra pulida, más un cuenco roto con orificio en el borde. Lo más interesante son el hallazgo de tres urnas funerarias que Fock nombra como en forma de huevo (O.331154-1155-1156) (Fock, 1961, fig. 11) en lo que parece ser un cementerio prehispánico (Libro II, págs. 22-24). Una de las urnas, catalogada O.33.1154, se halló junto a una vasija usada como tapa con decoración de líneas incisas en diagonal a todo su alrededor, catalogada O.331157 (Fig. 5). Fue ante una pequeña excavación que Fock extrajo la urna mencionada, que lleva una base cóncava y decoración de esquema en líneas incisas. En esta urna se hallaron huesos humanos, considerado como entierro secundario, aunque estos restos no se encuentran hoy en el museo para mejores determinaciones. De las otras dos urnas no se detalla su hallazgo preciso, pero se nombran halladas en Quirquincho y son similares a la anterior, de base cóncava, aunque llevan distintos motivos incisos en decoración. Por otro lado, Fock efectuó en el sitio una excavación en un zanjón de 6x1 metros y una profundidad de 1,5 metros, descripto en un croquis en sus notas (Fig. 6b).


Figura 5.
La urna O.33.1154 excavada en el sitio Quirquincho junto a la tapa O.33.1157
foto Fock, 1958


Figura 6.
A. Plano de las cañadas secas recorrido por Fock y el sitio Quirquincho marcado en círculo rojo; b. plano de excavación, del Libro III pag.19-21

En el fondo de la excavación observó un suelo arcilloso amarillo (marcado \\\), seguido por un suelo con cenizas y restos óseos de pescado (marcado ///), llegando a una superficie con tiestos cerámicos rotos, que llevan decoración corrugada, aunque en su mayoría llevan decoración incisa (Libro III, pág. 19). Estos hallazgos no están en sus publicaciones y tampoco se encuentran más detalles que en el croquis descripto, pero demuestran importancia en la deducción de posibles alimentos o prioridad en la pesca de la sociedad prehispánica a la que dichos tiestos representan. Además, yendo 15 km al norte por el camino que une Pichanal con Rivadavia, Fock halló en superficie varios tiestos pintados que interpreta como prehistóricos (Libro II, pag. 24), pero éstos no se encuentran en la colección del museo danés.

Según las notas de Fock, el terreno donde se ubica el sitio de Quirquincho pertenecería a la Sra. Laureana Juárez, viuda. Está ubicado en el lote 33 y tiene una extensión de 937 ha y se halla entre las fincas llamadas Chivo Muerto, Diamante, y San Manuel (Libro III pag.22). Estos sitios tampoco han podido ser ubicados con exactitud. Los habitantes locales, comenta Fock en sus notas, suelen encontrar restos óseos, tiestos cerámicos y hachas pulidas en los alrededores de sus ranchos, lo que demuestra que ha sido un área poblada en tiempos prehispánicos. Lo mismo dice que ocurre en otro sitio que él nombra “río Carapary” (también llamado río Itiyuro), cerca del límite con Bolivia, donde dice que halló un hacha pulida que probablemente cayera del cañadón, encontrada por los lugareños y más tarde obsequiada a Fock que luego dibujó en sus notas (Libro II, pág. 23). Dicho objeto, siguiendo el dibujo hecho por Fock, pueda que se trate del catalogado O.33.1083 (Fig. 7) pero que no forma parte de la Colección Fock del Chaco, sino del NOA en el depósito del museo danés.


Figura 7.
Objeto O.33.1083 hallado por Niels Fock posiblemente en Río Cayapary, Salta, de 8 x 4 cm y 2,8 cm de grosor y 141 gr de peso

Siguiendo el cauce antiguo del río Bermejo, Fock encuentra un cuarto sitio al que llama “Naranjo”, también llamado “Paso el Sauce”, que se ubica a 25 km al norte de la ciudad de Rivadavia y a 5 km al sur del río Teuco, situado a las orillas de un lago permanente. Aquí halló una urna grande y otra pequeña (Fig. 8) (O.33.1359 & O.331362) y alguno que otro tiesto cerámico en superficie con decoración corrugada y lisa. Según Fock, las urnas representan entierros primarios con restos óseos encontrados adentro de la urna grande, pertenecientes tanto a un infante como a un adulto. Estos últimos fueron cortados y rotos para poder insertarlos por la angosta abertura de la urna grande (Fig. 9). La inhumación de estos restos puede discutirse como un entierro secundario, ya que fueron preparados, probablemente extraídos de la primera sepultura, para ser depositados en la urna como su segundo lugar. La decoración que se destaca en esta urna es con impresión de cordelería en el cuello. En el museo danés solo fueron ubicados una parte de los esqueletos hallados dentro de la urna grande, entre estos un cráneo (Fig. 10), y en la urna pequeña fueron hallados restos de un feto humano de ocho meses, según Fock (Fock, 1961, p. 85). A penas son mencionados en sus notas sin mayores detalles.


Figura 8.
Urna pequeña y urna grande, halladas en el sitio Naranjo
foto Fock, 1958


Figura 9.
Restos humanos cortados para ser introducidos en la urna
foto del autor


Figura 10.
El cráneo hallado en la urna grande del sitio Naranjos, de frente y desde arriba
foto del autor

Siguiendo el camino hacia el norte, a 25 km de La Unión y a 22 km de Santa Rosa, Fock ubica un quinto sitio llamado “Pozo Bravo”, que, siguiendo sus notas, se encuentra en un terreno erosionado donde a 5 km se halla una iglesia y un puesto de comercio (Libro II págs. 23-25). También nombra una represa cerca del lugar, pero ninguno de estos sitios pudo ser ubicado con exactitud en un mapa actual. Fock no menciona este sitio en sus artículos aunque sí figura en su mapa publicado tan solo indicando su asimilación en la cerámica con el sitio Quirquincho. Seguramente se debe a que allí, según el material investigado, Fock no encontró ninguna urna completa sino un plato quebrado con base cóncava (O.33.1307), sin decoración alguna, junto a fragmentos cerámicos con superficie alisada y otras con puntos y líneas incisas a las que se asemejan a las de Quirquincho. Aquí halló muy pocos tiestos con decoración corrugada, pero varios con decoración unguiculada en bordes. Además de un tiesto con orificio en el borde, lo cual indica que pueda tratarse de un sitio de igual influencia cultural que la del sitio Quirquincho. También nombra el hallazgo de varios tiestos rotos similares en superficie en un lugar cercano llamado “Tumalito”, sin poder localizar éste sitio con exactitud (Libro III pág. 27), posiblemente se trate del sitio Chuschales, actualmente investigado por el Museo de La Plata (Lamenza et al., 2019).

Varios de estos parajes están detalladamente anotados en un croquis con líneas que representan el cauce antiguo del Bermejo, ilustrados en la figura 11. Fock tiene enumerado en dicho croquis 15 sitios: [1]: Pozo La Piedra; [2]: Pozo Verde (PV); [3]: Los Limones (LL); [4]: La Toma (LT); [5]: Villa Petrona (VP); [6]: La Unión (LU); [7]: Santa Rosa; [8]: Pozo el Zorro; [9]: Rivadavia; [10]: La Ceiba; [11]: Lomas de Olmedo; [12]: Algarrobal (A); [13]: María Purísima (MP); [14]: Balde (B); y [15]: Pozo Bravo, este último que figura como “?” hacia la parte bajo-derecha del croquis.


Figura 11.
Croquis de la zona recorrida por Fock en 1958, del Libro III pag.16-17

Éstos son lugares o parajes que se ubican fuera de la ruta nacional o provincial, pero que siguen en su mayoría la margen del río Bermejo desde el NO hacia el SE. Algunos se pueden observar en fotos satelitales ante el uso de Google Maps. Los más acertados son aquellos parajes que Fock trazó en línea recta, anotando los kilómetros distantes entre cada lugar. El punto más distinguido es el pueblo La Unión (LU - centro-derecha del croquis). De aquí parte una línea recta hacia el norte donde a 20 km ubica el paraje La Toma (LT), cuyo lugar coincide con las fotos satelitales. Cercano a éste ubica otro paraje llamado “Colgado”, sin más referencias. Por un camino paralelo hacia el este, Fock ubica a Villa Petrona (VP), que no se pudo encontrar en las fotos satelitales. Tomando hacia el oeste desde La Toma, Fock ubica a 6 km el paraje María Purísima (MP); luego a 2 km hacia el sur Los Limones (LL), ambos sin ubicarse en dichas fotos; continuando hacia el oeste, ubica a 23 km a Pozo Verde (PV), encontrado también en las fotos; 36 km más hacia el NO se llega a El Balde (B), donde añade que a 5 km de aquí se ubica Pozo de la Piedra, lugar que también figura en las fotos satelitales; siguiendo 13 Km más hacia Algarrobal (A), ya sin más sitios nombrados. En el croquis hace notar el sitio “Quirquincho” o “El Quirquincho” como se describe aquí, al cual lo ubica a pocos kilómetros hacia el norte de La Unión con el símbolo “#”, cuyo croquis se relaciona con la figura 6a. También ubica al sitio “Pozo Bravo” en la ruta entre Rivadavia y La Unión, señalado con signo de pregunta. Pueda que él mismo desconociera la ubicación exacta de este sitio, o que los materiales arqueológicos le fueron obsequiados por los lugareños, sin determinar con exactitud su contexto. Además, añade la ubicación de Lomas de Olmedo en un círculo, aunque es una anotación incoherente con respecto al mapa satelital, lo que demuestra ser un mapa de orientación y para corregir, más que de información certera. Tanto el sitio de Naranjos como Pocitos son los únicos que no figuran en este croquis, dado a que se hayan más alejado del mapa descripto.

En el siguiente croquis (Fig. 12) Fock anota al pueblo Porvenir (B) a 75 km hacia el este de la ciudad de Rivadavia. Dicho poblado no se pudo ubicar en las fotos satelitales. Sin embargo, dado su importancia pueda ser que se trate del pueblo Fortín Cmte. Frías, que se ubica por la ruta provincial nro.13 hacia Rivadavia. Desde aquí, uniendo una línea hacia el sur, anota detalles de varios puestos y terrenos, que, según sus notas, son tierras fiscales en abandono en donde los mismos puesteros comentan de varios hallazgos de urnas y hachas pulidas. Entre estos, Fock visitó el sitio de “Pocitos” (en letra D hacia el centro-derecha del mencionado croquis) que se ubica a 20 km al sur y 12 km al este de Porvenir. El propietario del lugar era el Sr. Ileodoro Salazar (Libro III, pág.25). A 12 km hacia el oeste existe un puesto (C), donde Fock halló un palo de quebracho trabajado, al que describe cómo prehispánico.


Figura 12.
Croquis con sitios de la zona de Porvenir (B), del Libro III pag. 25

El sitio de Pocitos es diferente a los demás. En primer lugar, porque se encuentra alejado del margen del río (aproximadamente a 10 km hacia al sur del cauce seco), posiblemente en un curso antiguo del río Bermejo. Allí Fock observó varios montículos y pozos de un mismo diámetro (cerca de 4 m), que según él fueron hechos artificialmente durante la prehistoria para la reserva de agua, cuando el río cambiaba su curso. De ahí el nombre “pocitos”. Estos pocitos parecen ser conocidos en la región, para almacenar agua, a lo cual se asocian con material cerámico prehispánico y moderno (Lamenza et al., 2019). En Pocitos, Fock halló dos urnas grandes de bases globulares y superficie alisada (O.33.1368a y O.33.1369). Estas tienen entre 30-40 cm de altura y no se encontraron restos óseos adentro. Por falta de bordes, no se pudo destacar su decoración. Los restos cerámicos encontrados en la superficie del sitio tampoco demuestran ninguna decoración incisa o corrugada.

En el museo nacional de Copenhague existe otra gran urna que estaba sin procedencia (Fig. 13). Esta urna se encontró en el depósito de dicho museo en conjunto con las procedentes del Chaco y es similar a las halladas en Pocitos, por lo que se estima pertenece al mismo sitio, a la cual se la catalogó O.33.1368b. Es una urna globular, de superficie alisada de unos 50 cm de altura y 58 cm de ancho, con base globular y cuello roto. Como rasgo particular, tiene una decoración en su cuerpo similar a dos “manitos” aplicadas en la superficie cerca del cuello. De esta manera, se la identifica como urna con decoración antropomorfa, que posiblemente haya contenido un entierro de adulto.


Figura 13.
La urna O.33.1368b con decoración aplicada de “manitos” posiblemente hallada por Fock en el sitio Pocitos
foto Arnold Mikkelsen, Museo Nacional de Dinamarca

Análisis de los materiales arqueológicos

En general, estos sitios comprenden nueve urnas funerarias completas, que demuestran ciertas similitudes, aunque sean de sitios diferentes (Buus, 2018). Las urnas tienen una base cóncava o globular, algunas con cuello y otras con cuello faltante. Según Fock, la forma de estas urnas recuerda a las de los Tupi-guaraníes por su base cóncava y forma globular, aunque no concuerda con la decoración incisa de las urnas de Quirquincho, que algunos investigadores relacionan, junto a la decoración unguiculada, como parte de la tradición chaqueña argentina que remota a épocas de los Incas (Lamenza et al., 2019, p. 490).

En las vasijas con cuello, fue posible notar la decoración y el estilo cerámico mencionado anteriormente, con una única urna en decoración corrugada, hallada en Naranjos. Para Fock, la decoración corrugada de esta urna para el feto es común en el presente, mientras que la decoración de cordelería de la urna mayor no era contemporánea, dada una relación prehispánica. Como las dos urnas fueron encontradas in situ (Fig. 8), se puede considerar que ambas datan de tiempo prehispánico. En base a trabajos anteriores (Calandra et al., 2003; Lamenza, 2015), la decoración chaqueña se destaca por la decoración corrugada. Sin embargo, la urna con impresión de cordelería proveniente de Lomas de Olmedo, remite a la influencia San Francisco que predata la Era Cristiana. La impresión de cordelería como decoración se reconoce también en la pampa y hasta en la Patagonia (Ryden, 1948) y se determina como el estilo más antiguo a reconocerse del área chaqueña (Miranda, 1942).

La decoración ausente en dicha cerámica es la pintada. Las urnas pintadas presentan motivos polícromas sobre blanco, que no se destacan en el ambiente chaqueño (Nastri, 2008). Por lo contrario, las vasijas chaqueñas tienen una superficie lisa en color beige. El antiplástico de éstas, según Fock, parece ser de arena y otros tiestos molidos en horneado oxigenado. Fock también deduce que solo los materiales cerámicos de sitios más hacia el sur, como Pocitos, proveen componentes de fibras vegetales y posible influencia pampeana, mientras los demás son de tiestos pulverizados, con influencia del Paraná. Por su parte, la urna de Pocitos, tiene cerámica roja con manchas quemadas, que sugiere ha sido quemado en hornos secos (Fock, 1962, p. 482).

Igualmente, existen otras variantes de decoración en superficie que destaca la forma antigua de elaboración chaqueña. Es interesante notar, por ejemplo, la urna del sitio Lomas de Olmedo con imprenta de cordelería, que además de estar modelado con diseño de “olas” sobre el cuello, se asemeja al estilo San Francisco, que normalmente demuestra un diseño alineado inciso y en zigzag a lo largo del cuerpo (Ortiz, 2011), lo cual demuestra claramente rasgos subandinos como chaqueños. También se observa la imprenta de cordelería en el cuello en la urna, de iguales dimensiones que la del sitio Naranjo. Este estilo decorativo se debe a la carga de dichas urnas con cuerdas, con el efecto de quedar impresas en la pasta fresca del cuello y a su vez destacándose orificios, como los encontrados en bordes de tiestos hallados en Quirquincho y Pozo Bravo. La interpretación de la cerámica usada como carga, se demuestra también en las bases cóncavas, difícil de mantener en pie. Actualmente se observa el uso de botijas de cerámica con base cóncava y orificios en bordes o en asas, para la carga entre la población actual de los matacos (Fig. 14).

Fock también nombra la diferencia en las asas, dado que solo se halló un asa vertical completa en Lomas de Olmedo, además de varias fragmentadas que parecen ser horizontales en Quirquincho. Sin embargo, en los materiales hallados de los demás sitios hacia el este de la zona investigada, no demuestran restos de asas pero si perforaciones en los bordes, que también se comparan con estilos de los matacos actuales.

El corrugado no tiene mayor expresión en estos sitios, aunque en menor grado aparece en Naranjo y Quirquincho. Además, se registra decoración incisa en líneas y en puntos, la cual parece demostrar ser habitual en la región chaqueña argentina. La otra decoración característica del Chaco es la unguicular, que tampoco se ve con mucha frecuencia en esta colección. Solo en el sitio de Pozo Bravo y Quirquincho aparecen tiestos rotos decorados de esta manera, aunque aquí de igual manera se ve más expresada la decoración incisa.

En lo que respecta al uso de las urnas, algunos investigadores interpretan los entierros primarios de adultos en tierra, solo destacando entierros de niños en urnas (Ortiz, 2011, p. 64). Igualmente, también se establecen entierros de adultos en urnas, tal lo demuestran las urnas de Naranjo y Lomas de Olmedo (Fock, 1962), pero que además se revelan en los restos de adulto cortados para poder ser introducidos en la urna (Fig. 9). La urna grande acoplada al sitio Pocitos, tiende también a ser del tipo para entierro de adultos en urna, por lo que parece ser común entre las sociedades prehispánicas.

En las notas, Fock escribe que los lugareños suelen encontrar varios restos de urnas y huesos humanos en las cercanías del sitio Naranjo. Del material investigado, allí también se hallaron varios tiestos rotos y una bolita hueca, que se compara con las de Quirquincho (O.33.1363 y O.33.1289). Como algo inusual, en éste sitio fueron encontradas figurinas antropomorfas que tienen similitudes con las halladas en sitios próximos a la ciudad de Charata (Calandra et al., 2011). Fock concluye que dichas figurinas tienen una influencia proveniente del Paraná,, debido al hallazgo de figurinas tanto rectas como en forma de “L” de sitios ribereños (Fock, 1961; fig.12). Por otro lado, las “bolitas” ya mencionadas halladas en los sitios de Fock, algunas huecas y otras macizas, posiblemente tengan una función similar a las de las figurinas. Según el material investigado aquí, en Lomas de Olmedo aparecen dos tiras de cerámica maciza similares a las de Quirquincho pero rectas, cual también pueden incluirse al término figurinas. Sin embargo, ninguna de estas piezas contiene decoraciones como lo observado en a zona de Charata. Posiblemente pueden obtener el mismo sentido ritual que las de los sitios mencionados, dándole una identidad propia a la arqueología chaqueña, ya sea en las yungas como en la zona aluvial.

Quince objetos representan las herramientas líticas de la colección de Fock, que se dividen en seis para Quirquincho, ocho para Lomas de Olmedo y una para Laguna Taguaypí. Solo esta última pieza se identifica en las llamadas hachas “T”, similares a las encontradas en El Quebracho (Lamenza et al., 2014). Éstas se diferencias en tamaño en comparación con las encontradas en Quirquincho, también llamadas hachas “T” por Fock (Fock, 1961, p. 83), pero que llamamos “hachas cuernitos”, como se explicará más adelante. Además de las hachas halladas en Lomas de Olmedo de forma cilíndrica, que se asemejan al estilo del complejo San Francisco, mostrando la influencia de esta cultura aunque conservando rasgos de la identidad chaqueña a través de la identificación de las dos figurinas y la urna con base globular y decoración de cordelería en el cuello hallados allí.

En consiguiente, esta investigación identifica tres estilos de hachas descriptas como: 1) hachas cilíndricas ubicadas hacia el oeste de la región; 2) hachas mayormente grandes con “cuernitos” ubicadas más hacia el este de la región; 3) y hachas pequeñas en forma de “T” que, además de la hallada en Laguna Taguaypí, se ubican hacia el norte de la región, representadas en el sitio El Quebracho. Como implemento diferente, en la Colección Fock se encuentra una piedra cúbica rectangular proveniente de Laguna Taguaypí (O.33.1095) que Fock identifica como piedra para alisar otros artefactos líticos, o cueros de animales, sin haberse aún hallado comparación alguna. Esto puede identificar el contexto como una zona habitacional en Laguna Taguaypí, en vez de un contexto de inhumación como el de El Quebracho.

Los restos óseos humanos de esta colección provienen de los sitios Lomas de Olmedo y Naranjo, en cuyo museo danés solo se hallaron los restos de adulto cortados para entierro secundario y de un feto prematuro en este último sitio. Fock hizo una investigación preliminar sobre el tamaño del único cráneo hallado allí en su recorrido, considerándolo más pequeño que el de los matacos o chiriguanos actuales, deduciendo que posiblemente tuviera otra proveniencia racial, sin determinar de dónde (Fock, 1962, p.479). Es posible que este cráneo pueda establecer una cierta derivación de los grupos prehistóricos del Gran Chaco, pero aún no se han hecho análisis al respecto. Estos restos tampoco han sido analizados para obtener una datación absoluta en radiocarbono. Sin embargo, la figura 10 demuestra un cráneo con los huesos parietales, frontal y occipital bastante rectos, que induce a cierta tradición de deformación craneal, sin poder dar detalles más precisos por el momento.

Fock hace notar las diferencias entre sus hallazgos arqueológicos que compara con sus observaciones etnográficas. Un caso son los bordes de las vasijas con perforaciones, uniendo la identidad prehispánica con la actualidad. Lo mismo deduce con las urnas de base cóncavas que, según la foto de la figura 14, éstas son usadas como carga en la actualidad y como entierro en la prehistoria (Fock, 1962, p. 478).

Puntos finales

La descripción de cada material en los libros de notas es mínima, solo se detalla el nombre del material y en qué cajón debía ser colocado para confirmar su traslado fluvial hacia Buenos Aires y continuar hacia Copenhague. Sin embargo, a través de éstas notas, encontramos que los hallazgos investigados en el museo danés, solo muy pocos provienen de excavación. Estos son las urnas halladas en Naranjo y en Quirquincho. La demás fueron halladas en superficies y cañadones laterales tanto por Fock como por los lugareños. Por otro lado, fue posible situar los materiales donados por Fock al museo danés, en lugares y parajes más concretos gracias a sus anotaciones, que permite contextualizar mejor los hallazgos y la integridad de la colección. A su vez, él nombra otros materiales que le fueron obsequiados o exhibidos, pero que no fueron publicados en su momento y que pudimos detallar en este trabajo, lo cual contribuye a futuros trabajos de campo de prospección y localización de sitios arqueológicos en la región. Ante todo, los materiales de la región chaqueña argentina que hoy se ubican en los depósitos del museo nacional en Dinamarca, a través de sus libros de notas hacen referencia a sitios que hoy pueden localizarse con más precisión, aunque el paisaje pudo haber cambiado luego de 50 años de realizados estos hallazgos por el científico Niels Fock (Fig.15).


Figura 14.
Mujer Mataco portando una botija en forma cóncava
foto Fock 1958/Museo Nacional de Dinamarca


Figura 15.
El antropólogo Niels Fock junto a su ayudante Hans Guntersen
foto Fock 1958/Museo Nacional de Dinamarca

Agradecimientos

Se agradece a los evaluadores por su trabajo y en especial a la gente del laboratorio de Antropología en el Museo de La Plata, Susana Salceda, Horacio Calandra y Guillermo Lamenza, les debo a ellos por haberme guiado a través de los conocimientos del Chaco argentino y su atenta amistad.

Referencias

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