Reseñas
Pappier Viviana. UNGS / La Plata: UNLP / Posadas: UNaM. 2022. Argentina. UNGS / UNLP / UNaM. 303pp. |
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D. Me gusta que aparezcan las continuidades
y los nietos que van apareciendo, que se vaya completando la historia.
A. Que se vaya completando y que nos
metamos en la historia porque tiene que ver con nosotros.
D. ¿Cómo les parece que se puede
representar esta idea de que no está cerrado?
A. Un espiral…
Una de las imágenes representativas de este libro,1señala su autora, es la de esta espiral de la historia (pp. 178-9) en que lxs jóvenes pueden incluirse, convocadxs por una docente que asume un lugar de emprendedora de la memoria, cuyas prácticas son relevadas y visibilizadas, así como las de otros profesores y estudiantes, en el marco de esta investigación. Nos permitimos destacar, entonces, cómo Viviana Pappier habilita también los trabajos de la memoria a través de las reflexiones que nos convida en su libro: en espiral, va montando círculos, hilvanando experiencias, apropiaciones y sentidos para indagar en las prácticas escolares de enseñanza del pasado reciente atendiendo a la complejidad de elementos subjetivos y contextuales que en ellas se ponen en juego y a su carácter histórico y conflictivo. De esta manera, la escritura clara, sensible y reflexiva de la autora nos invita a meternos en esta historia que también tiene que ver con nosotrxs, es decir, con quienes practicamos el oficio de la enseñanza de la Historia compartiendo la misma postura ética que anuncia Pappier al comienzo del libro y que nos sugiere, desde entonces, comprometernos en el fortalecimiento de prácticas escolares que promuevan la construcción de sociedades más justas y democráticas.
Este libro, titulado ¿Cómo se enseña la última dictadura a los jóvenes?Experiencias de transmisión del pasado reciente en una escuela de la ciudad de La Plata, es resultado de la reescritura de la tesis de Maestría en Historia y Memoria defendida por la autora en el año 2017, y está dedicado a la escuela pública, en cuyas aulas se adentra para conocer cómo se enseña y aprende el pasado reciente argentino. De esta manera, Pappier se distingue de buena parte de las indagaciones previas que han problematizado la enseñanza de la historia reciente y que, advierte, no han tomado las prácticas escolares como objeto de investigación; y opta entonces por conocer esas prácticas, registrarlas y advertirlas, en su complejidad y pluralidad, en sus regularidades y tradiciones pero también en sus matices y singularidades. Se propone indagar en ellas como prácticas sociales históricamente determinadas, que deben ser analizadas de manera situada, atendiendo a su temporalidad, su espacialidad y su materialidad; dando cuenta de la cultura escolar determinada en la que tienen lugar, del código disciplinar de la historia y de los vínculos no lineales que se establecen entre las normativas escolares y la apropiación que de ellas hacen los sujetos educativos que reconstruyen diversas maneras de habitar la escuela y de dialogar con el pasado reciente.
Los conceptos de apropiación, cultura escolar y código disciplinar, por lo tanto, resultan fundamentales para esta investigación, toda vez que posibilitan esta consideración de los sujetos implicados en las prácticas escolares desde un rol activo, sin desatender las disciplinas y los contextos en que tienen lugar. Para ello, la autora asume un enfoque cualitativo de corte etnográfico sirviéndose, para reconstruir el entramado de voces de jóvenes y docentes que caracteriza a este libro, de entrevistas en profundidad a tres profesorxs de la materia Historia en quinto y sexto año, encuestas abiertas a estudiantes de 5°, una encuesta grupal y charlas informales a estudiantes de 6° y observaciones de clase. Estos instrumentos, a su vez, se ponen en diálogo con el análisis de fuentes como normativas escolares, libros de tema, programas, manuales, trabajos prácticos y evaluaciones; todos leídos por una investigadora que hace explícita su posición situada y su pretensión no de construir muestras generalizables, sino dar cuenta de la pluralidad y complejidad de las prácticas escolares.
Las mismas son presentadas y analizadas por medio de una prosa clara, precisa y sensible, ordenada de acuerdo a preguntas, análisis de fuentes, conclusiones provisorias y nuevas preguntas. Por ello, así como Pappier advierte cómo las historias personales y las propias memorias de lxs docentes entrevistadxs se entrelazan con el oficio elegido de enseñar historia, es posible observar también que el oficio elegido de la propia autora dice presente en la claridad, conceptualización y carácter explicativo que caracterizan su escritura y nos invitan a caminar, con ella, el recorrido espiralado en que van hilvanándose sus argumentos, reflexiones y propuestas.
De esta manera, luego de hacer explícitos los objetivos y las preguntas que guían la investigación de la cual es producto este libro, como así también el marco conceptual y las decisiones teórico-metodológicas que sustentan su desarrollo, Viviana Pappier caracteriza el contexto espacial y temporal en que tiene lugar su análisis, a la vez que reconstruye la historia de la escuela y la cultura escolar que allí se desarrolla. En el capítulo uno, mientras tanto, señala algunos aspectos referidos a la memoria, la historia y la transmisión escolar del pasado reciente, dando cuenta de cómo el mismo se incorpora de manera paulatina en la escuela, atravesado por las diversas luchas y construcciones de memoria que ponen en juego diversos modos de narrarlo. En las normativas escolares vigentes, advierte, en diseños curriculares, efemérides y conmemoraciones escolares, puede advertirse cómo cobra fuerza una memoria que, si bien enfatiza la defensa de los derechos humanos y la democracia, continúa sin historizar al terrorismo de Estado por medio de una explicación que indague en cómo fue posible y qué lugar ocupó la sociedad en él.
Al mismo tiempo, la autora remarca que no existe una relación lineal entre las prescripciones curriculares y las prácticas escolares, sino que allí media la apropiación de los sujetos involucrados, con sus propias experiencias de vida y concepciones de la enseñanza y el aprendizaje de la Historia, y en el marco de una determinada cultura escolar, en un contexto histórico particular. Por ello, en los capítulos siguientes indaga en las voces y apropiaciones de docentes y estudiantes. En el caso de lxs profesorxs entrevistadxs, Viviana Pappier dedica el capítulo dos a indagar acerca de los criterios en función de los cuales seleccionan los contenidos con los que trabajan el pasado reciente, como así también en los sentidos formativos que le otorgan a la enseñanza del mismo y cómo ambas cuestiones dialogan con las propias biografías y la formación profesional de lxs docentes. A su vez, se pregunta sobre la relación entre las propuestas didácticas impulsadas, la escuela en la que tienen lugar, lxs jóvenes a los cuales están dirigidas y las memorias en pugna en el espacio público.
En el capítulo tres, por su parte, la autora se centra en las prácticas áulicas en Historia en los cursos observados, interrogándose sobre las relaciones que se establecen entre las culturas escolares, el código disciplinar y los modos de abordaje del pasado reciente en las aulas. Para ello, se pregunta acerca de las características de los relatos del pasado reciente transmitidos en las aulas de 5° y 6° y su diálogo con las memorias públicas, el lugar de docentes y estudiantes allí, y las posibilidades y limitaciones de esta cultura escolar particular para la enseñanza y el aprendizaje del pasado reciente. Sirviéndose de los registros de las clases observadas y los demás instrumentos metodológicos implicados, Pappier reflexiona sobre los intercambios entre docentes y estudiantes, las modalidades de trabajo en el aula, los recursos utilizados y las actividades propuestas; recupera continuidades y rupturas con tradiciones de enseñanza de la historia, dando cuenta de la complejidad de prácticas escolares contradictorias y plurales. Las mismas están reguladas por estas tradiciones de enseñanza persistentes, a la vez que dan cuenta de cambios e innovaciones en los que es posible advertir el código disciplinar que lentamente se configura y en el que cobra peso una historia más explicativa y conceptual, la utilización de diversos recursos y prácticas de lectura y la incorporación de nuevos lenguajes, entre otras cuestiones. Conviven, señala la autora, aspectos emergentes y residuales que, a su vez, entran en diálogo con ciertas pervivencias de la propia cultura escolar en relación con el modo de considerar el conflicto y la política, y las limitaciones que este supone precisamente para ahondar en cómo ha sido posible el golpe de Estado.
El capítulo cuatro, mientras tanto, está destinado a indagar en las apropiaciones que realizan del pasado reciente lxs estudiantes: los modos que tienen de entenderlo y cómo en ellos influye la escuela y en particular la enseñanza de la materia Historia, las apreciaciones que construyen sobre las clases, los sentidos que le atribuyen a la enseñanza del tema y la relación que ello tiene con sus propias biografías y recuerdos familiares; las relaciones que establecen entre el pasado reciente y su presente; y la conciencia histórica que puede advertirse en sus voces. En este sentido, Viviana Pappier observa y analiza las dificultades que encuentra en los relatos de lxs estudiantes para explicar históricamente la última dictadura; a la vez que, invitándonos nuevamente a involucrarnos en el espiral, nos desafía a una enseñanza de la historia que estimule en lxs jóvenes una conciencia histórica a través de la cual resignificar la relación entre el pasado, el presente y el futuro, inscribiendo su propia historia en la historia, posicionándose desde allí en constructorxs de otros futuros posibles.
Por último, de nuevo a través de preguntas, análisis y conceptualizaciones, Viviana Pappier sintetiza las conclusiones a las que arriba luego de esta reconstrucción, a modo de rompecabezas, de las prácticas escolares en su complejidad, atendiendo a los sentidos que le otorgan los propios sujetos involucrados. En esa clave, plantea que en estas prácticas en las que conviven cambios y permanencias, y en las que es posible advertir capas superpuestas de distintas memorias en disputa, también puede verse cómo los saberes y sentidos ligados al pasado reciente se reelaboran y resignifican en la escuela, sin guardar una relación lineal con las prescripciones curriculares ni los saberes historiográficos sino de acuerdo a una particular cultura escolar, inscripta en un contexto histórico específico y habitada por sujetos que proponen, crean y resisten.
Como señalamos, la autora caracteriza estas prácticas en función de las regularidades, tradiciones, matices y singularidades que presentan; a la vez que sistematiza y explica una serie de recurrencias que en ellas identifica, sin olvidar la diversidad que las caracteriza y los aspectos contextuales y subjetivos implicados. Tales recurrencias le permiten concluir la importancia de desandar relatos moralizantes y simplistas sobre el pasado reciente, convertidos en mandatos e imperativos morales que no invitan a cuestionar ni cuestionarse; para ponderar, por el contrario, alternativas pedagógicas que, inspiradas quizá en aspectos de las prácticas que aquí se recuperan, consideren las generaciones que heredan ese pasado y les conviden herramientas para pensar y pensarse históricamente, implicándose en la lucha por sociedades más justas. De eso se trata el espiral que traza Viviana Pappier, invitándonos a docentes y estudiantes a meternos y comprometernos en la construcción de otras historias posibles.
Notas
Colección: Entre los libros de la buena memoria, número 26.