Textos para la Difusión

Aportes de la lectura crítica y su necesaria influencia en el sistema educativo colombiano

Diana Rivera
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela

Aportes de la lectura crítica y su necesaria influencia en el sistema educativo colombiano

Dialéctica. Revista de Investigación Educativa, núm. 2019-2, 2019

Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Resumen: El artículo se enfocó en reflexionar respecto al aporte de la lectura crítica y su necesaria influencia en el sistema educativo colombiano. Su relevancia radica en reconocer como esta, permite establecer un pensamiento crítico, a lo que en la actualidad se le está adjudicando un alto grado de importancia por ser el medio principal para formar intelectuales. En este sentido, se consideró una labor interpretativa, de la cual se derivó que algunas de las debilidades que aqueja el sistema educativo colombiano, puede deberse a una latente debilidad en el área de lenguaje, debido a que sus prácticas pedagógicas se desarrollan sin mayor consciencia de la importancia de la lectura crítica, porque desconocen aportes de modelos y teorías que han surgido para dar respuesta a un tipo de educación en el área de lenguaje de modo repetido, fonético, memorístico, informativo sin considerar la lectura crítica como necesaria para identificar, comprender, deducir, inferir, identificar y reflexionar sobre elementos implícitos en los diversos tipos de texto.

Palabras clave: Teorías, lectura crítica.

Abstract: The article focused on reflecting on the contribution of critical reading and its necessary influence in the Colombian education system. Its relevance lies in recognizing this, allows you to set a critical thinking, what currently is is awarding them a high degree of importance to be the primary means for shaping intellectuals. In this sense, was considered an interpretative work, which resulted in some of the weaknesses that bedevils the Colombian educational system, may be due to a latent weakness in the area of language, since their pedagogical practices are developed without greater awareness of the importance of the critical reading, because unknown input models and theories that have emerged in response to a type of education in the area of language of repeated, phonetic, rote, informational mode regardless of the reading criticism as necessary to identify, comprehend, deduce, infer, identify and reflect on elements implicit in the various types of text.

Keywords: theories, critical reading.

Leer representa un acto complejo, de carácter organizado, sistematizado y para el hombre es de vital importancia porque es el vehículo por medio del cual tendrá a su alcance información. Por muchos años la pedagogía tradicional ha promovido una concepción de la lectura concebida como una actividad pasiva, de tipo repetitivo en cuanto a la reproducción de sonidos de letras o grafemas, cuyo objetivo es la decodificación simple contenido en un texto escrito. En relación a lo expuesto Cinetto (2005):

Se le ha dado prioridad a una concepción donde estamos creando sujetos mecánicos que realizaran tareas por hacer y la lectura no debe ser considerada de esa manera, hay que tomar consciencia y cambiar esa concepción ya que la lectura no es la simple reproducción de sonidos va más allá. Es “una destreza que permite al lector, enfrentarse con un texto, comprender su sentido completo y reaccionar frente al mismo.” Definitivamente “el propósito fundamental de la lectura es dar a los estudiantes, las herramientas necesarias para percibir comprensiblemente el mundo mediato e inmediato integrándolo a su conocimiento y saber. (p. 15)

Existen diferentes tipos de lectura dependiendo de la corriente pedagogía a la que cada sistema educativo se incline, en el contexto colombiano se está asumiendo la propuesta de Pedagogía Conceptual, que modela una forma de enseñar y aprehender innovadora en la que se pone de manifiesto una metodología activa y en la que el estudiante es el potencializador de la misma con ayuda del maestro, activa a su vez, la lectura crítica, al ilustrar niveles de lectura elevadas en la que los estudiantes ponen en juego todas las destrezas, habilidades que han ido aprendiendo.

Los aportes científicos sobre la lingüística han variado considerablemente en las últimas décadas. Se han ido desarrollando nuevas teorías, modelos y métodos que configuran nuevas visualizaciones y acciones de importancia. El artículo se fundamenta sobre los aportes que otorga la lectura crítica y en reflexionar acerca de ciertas necesidades y debilidades que el sistema educativo colombiano acusa sobre esta, debido a la poca consciencia que se ha tenido sobre la promoción de la lectura crítica como recurso o medio de activación de los distintos saberes pedagógicos, lo cual no es más que la consecuencia que detalla la falta de identificación de urgencias en función a este tema. En función a lo señalado, Galaburri (2008) indica:

El desafío es, en suma, combatir la discriminación que la escuela opera actualmente no sólo cuando genera el fracaso explícito de aquéllos que no logra alfabetizar, sino también cuando impide a los otros, a los que aparentemente no fracasan llegar a ser lectores y productores de textos competentes, cuando deja de promover la apropiación de la lectura y la escritura como herramientas esenciales de progreso cognoscitivo y de disfrute personal (p. 63)

Al reflexionar sobre lo expuesto, la situación de enseñanza y aprendizaje en Colombia se estima, obedece a como es sabido a prácticas habituales de lectura sin trabajar un enfoque realmente discursivo, amplio. Esto, se debe tal vez, al enfoque lingüístico restringido, tradicional, de nivel comunicativo, sin claras intenciones que fortifiquen acciones renovadas fundadas en la transformación efectiva de nuevos cursos de acción desde la lectura crítica.

En la actualidad, cobra preeminencia un tipo de educación que puntualice un trabajo pedagógico adecuado, que permita vigorizar y mejorar el área de lenguaje. De modo que sirva como incentivo para elevar la calidad educativa desde la responsabilidad de los actores educativos, docentes y estudiantes. El proceso de enseñanza y aprendizaje, en el sistema educativo colombiano, debe trabajar en función de fortalecer el desarrollo de competencias en los estudiantes fundamentándose en la suma de experiencias significativas, enmarcadas con intencionalidades pedagógicas claras, que consoliden una educación prodigiosa y admirable, y contribuya a aprendizajes encaminados desde una perspectiva equilibrada y funcional.

Es importante mencionar que, en el sistema educativo colombiano, se está enfatizando en satisfacer ciertas necesidades que giran en función sobre todo de la lectura crítica. Nuevos estudios centran su interés al concebirla como objeto de investigación innegable ante los resultados de pruebas Saber 11 y pruebas internacionales de años anteriores, donde se observan debilidades, y donde quedan en clara evidencia al momento de ingresar a la educación superior.

En este sentido, nuevas directrices académicas enfocan la necesaria influencia de la lectura crítica en el sistema educativo colombiano, al considerar lo expuesto por Revista Semana (2016) en su artículo pruebas saber 11 Colombia. A través de esta, se reseña que los estudiantes comienzan a superar en pocos puntos el promedio global de los años 2015, al avanzar en el año 2016 en lectura crítica, por ejemplo, para el 2015, la puntuación promedio fue de 49,7 y para 2016 registró una puntuación de 52,6.

Parafraseando este artículo, se menciona que la lectura crítica había tenido la peor calificación para el año 2015 y no salió librada en exámenes internacionales. Se acota también en la precitada fuente, lo expuesto por Julián de Zubiría, director del Instituto Alberto Merani y consultor de Naciones Unidas en educación para Colombia: “En Colombia leemos poco y lo hacemos muy mal. Mucho peor de lo que la gente supone”. (p. s/n). Desde este foco, parte del problema radica en la falta de una cultura lectora, a esto se suma la escasa lectura crítica que no se promueve desde un estado pedagógico consciente de su necesidad. Y esto se puede detallar a través de la precitada fuente, cuando señala que:

Según las pruebas Pisa (el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos) practicadas en 2012 a estudiantes de 15 años de varios países del mundo, el 47 por ciento de los bachilleres colombianos está por debajo del nivel mínimo en la prueba de lectura. En ese mismo examen, solo 3 de cada 1.000 estudiantes alcanzaron el nivel de lectura crítica, lo que significa que muy pocos asumen una postura argumentada frente a los textos que leen. En el examen del PIRLS (Estudio Internacional del Progreso de Competencia Lectora), hecha en 2011 con estudiantes de 48 países de entre 9 y 10 años, los colombianos (3.966 niños) terminaron en un nivel bajo comparados con los participantes de otros países (p. s/n).

Lo expuesto ha marcado cierta preocupación, y se comienzan a producir nuevas estrategias para fomentar la lectura crítica, interpretando la precitada fuente, se destaca que, a través del Plan Nacional de Lectura y Escritura, se ha generado la dotación de libros, así como desarrollados programas especiales con las bibliotecas escolares, aunados a la capacitación a bibliotecarios y profesores, para impulsar a los estudiantes a convertirse en lectores críticos. Sin embargo, va más allá, pues hace falta desarrollar una verdadera estructura pedagógica que inicie desde la formación docente para que estos en primer lugar trabajen las falencias que tienen respecto a la lectura crítica, y posteriormente sobre la base curricular, para brindar lineamientos y orientaciones metodológicas que enfaticen en promover habilidades en lectura crítica.

Aunque, se estima que el problema puede ser más serio aún, se detallan los resultados de los estudiantes en función a la lectura crítica, pero ¿quién evalúa a los profesores? En este sentido, Méndez y Arabalez (2014) señalan lo expuesto por Emilia Ferreiro cuando le preguntaron en una entrevista por la situación de los maestros frente a su formación, a lo cual respondió:

En muchas ocasiones intenté que un organismo internacional analizara en serio qué clase de lectores son los maestros. Pero nadie quiere este paquete porque todo el mundo teme los resultados: por ahora evaluamos el rendimiento de los alumnos y no tocamos al maestro porque quién sabe qué descubriremos ahí. (p. 12)

De esta manera, surge una postura crítica al reconocer una debilidad más en el sistema educativo colombiano, y este se relaciona con el docente y su preparación, lo cual sustenta de valor el proceso didáctico que desarrolla al concebir la lectura crítica como instrumento poderoso de reflexión, interpretación, argumentación y deconstrucción de significados. La lectura crítica, implican establecer vínculos con el análisis del discurso. Desde este punto, se toma en cuenta la teoría de las seis lecturas expuesta por De Zubiría, esta plantea un proceso que proporciona detalles sobre como concebir el área de lenguaje dese un ideal pedagógico funcional. Porque no se puede desconocer que el área de lenguaje demanda compromiso, y requiere evolución, innovación, actualización y reflexión respecto a las debilidades relacionadas al área.

En el caso que ocupa el artículo, se reflexiona sobre los aportes de la lectura crítica, que pueden conllevar al profesor a desarrollar un trabajo cónsono con la comprensión y el nivel crítico del estudiante, para acercarlos a otros niveles de complejidad. González (citado por Cabello 2010):

El docente, hoy en día no debe considerarse solamente un trasmisor de conocimientos, donde el alumno es el receptor que reproduce lo aprendido. Por el contrario, el docente actual también es un orientador, como muchas otras de las funciones que debe cumplir como profesional de la enseñanza. (p. 45)

Sobre lo expuesto, el profesor guía el proceso de enseñanza y aprendizaje, fortaleciendo el desarrollo de habilidades, destrezas y competencias en los estudiantes apoyándose en un conjunto de experiencias significativas, planificadas en la diversidad, con intenciones claras, que buscan fortalecer la educación desde una perspectiva funcional. La comprensión textual y nivel crítico son fundamentales en la aprehensión de conocimientos. Sin embargo, requiere de diversas habilidades cognitivas y sobre todo de una praxis docente que estimule e influya positivamente el interés y gusto por el proceso lector. Peña y Barboza (2009) señalan:

La comprensión es además un requisito necesario para que el niño sienta gusto por la lectura, la valore y quiera leer de forma voluntaria y frecuente; al considerarla como un medio seguro para satisfacer sus demandas cognoscitivas y de entretenimiento. (p. 94)

Se asume que en la comprensión lectora intervienen diversos factores, entre ellos el aspecto emocional y el cognitivo. Diversos aportes de la neuroeducación bridan actualmente a los profesores conocimientos acerca de cómo hacer sus clases más fructíferas. Gúzman y otros (2014) expresan: “La lectura es una herramienta que posibilita el desarrollo de habilidades de comprensión en el estudiante, al ser considerada como la base de la enseñanza y el medio más eficaz de educación. (p. 64). Julián de Zubiría, expone la teoría de las seis lecturas, para la mejora de los niveles de comprensión, interpretación y argumentación del estudiante, para que sea capaz de elevar su nivel en los distintos saberes, partiendo del desarrollo de sus habilidades, destrezas y competencias.

La lectura crítica permite no solo se adquieren conocimientos, también estimula hábitos, el compartir y comprender las experiencias propias y ajenas, crear historias, encontrar el valor, sentido y aporte ineludible de comunicar algo con significado. De allí, el artículo enfatiza en reflexionar sobre la lectura crítica como medio para la mejora de los niveles de comprensión, interpretación y argumentación de los distintos saberes. El fin está en reflexionar sobre los diversos modelos y teorías que sustentan la lectura crítica, como semilleros de intenciones que buscan vigorizar en el estudiante sus niveles de comprensión para llegar a compenetrar conocimientos y a la vez influya de manera positiva y como avance del sistema educativo.

En la práctica educativa, el profesor está en el deber de intentar que los estudiantes abracen significados y asumen múltiples modelos, teorías o propuestas de enseñanza, buscando consolidar mejores niveles de proyección. En tal sentido, en Colombia se realizan cada año las Pruebas Saber en los establecimientos educativos y de esta se espera una referencia respecto al nivel de desempeño, y en cuyos resultados la lectura crítica no ha obtenido buenas reseñas.

La lectura, representa un elemento valorativo de gran utilidad en términos pedagógicos, porque a través de esta el estudiante realiza acciones complejas, al articular varios procesos de pensamiento. Desde este enfoque, Maya (citada por Rendón y Arbeláez 2014) indica: “La lectura crítica debe ser una preocupación general de todas las instituciones interesadas por responder a las necesidades de lectura y escritura de los futuros profesionales. Sin embargo, son pocas las instituciones que tienen esta preocupación” (p. 10)

Muchas son las fragilidades y carencias en lo que corresponde al área de lenguaje y otras áreas que muestran la falta de reconocimiento de elementos implícitos en la promoción de la lectura crítica en la praxis educativa colombiana. Es así como Corral (citado por Barboza 2007):

La lectura puede verse desde dos vertientes: una primera, según la cual, ésta es un proceso que consiste fundamentalmente, en la comprensión del significado global de un texto. Una segunda, que la caracteriza como una actividad compleja en la cual tienen lugar distintos niveles de procesamiento y en la que interviene un conjunto de procesos cognitivos que van desde el simple hecho de percibir las letras que integran las expresiones, acceder al significado de cada una de dichas expresiones, hasta el hacerse una representación mental del significado global de todo el texto. (p. 71).

La panorámica general en el área de lenguaje es que no se lleva a cabo un modelo o teoría realmente interesante que llene las expectativas y supla necesidades o carencias, lo cual trae como resultado que se altere el proceso de enseñanza, porque no existe claridad al momento de comprender y argumentar. Ante las fragilidades que se reflejan por ejemplo en los resultados de las Pruebas Saber y en los reportes de Excelencia Día-e en el sistema educativo colombiano, es necesario generar una reacción y se reflexione respecto la lectura crítica y como puede contribuir a la mejora de los niveles de comprensión, interpretación y argumentación para la transformación educativa en el contexto colombiano.

En relación con lo expuesto Galaburri (2008) “En la medida en que reconozcamos la complejidad de los procesos de lectura y escritura inherente a ellos, vamos a poder pensar en formas alternativas de organizar la enseñanza que no restrinjan ni distorsiones demasiado, aquello que queremos enseñar” (p. 21). En el sistema educativo colombiano se ha promovido un tipo de lectura, bajo el modelo lineal, que enfatiza en la lectura letra a letra, sílaba a sílaba y no estimula la producción semántica de los significados textuales. Este modelo se basa en un método fónico que ha prevalecido en la enseñanza y aprendizaje de la lectura, exigiendo al lector inicialmente aprender partes de palabras; es decir, memorizar las combinaciones silábicas para luego llegar a palabras enteras.

Según, Bernhardt (2008) “La enseñanza recibe entonces una orientación instruccional que hace que la lectura sea pensada como un proceso más perceptual que lingüístico y el rol del docente es de conductor del proceso informativo” (p.4). El modelo lineal, es de los primeros modelos de lectura, donde esta es concebida como un proceso de transferencia de información que se desarrolla bajo la enseñanza de letra a letra y palabra a palabra. Este modelo concierne a la teoría de transferencia de informática.

También es importante acotar que, bajo lo expuesto, se ha descuidado el modelo generativo transformacional, el cual se relaciona con la interacción entre el lenguaje y el lector dando importancia a los procesos como leer, comprender, interpretar para llegar a construir el significado. Para Goodman, citado por Bernhardt (2008)

La interpretación de un texto se realiza en contextos lingüísticos y semánticos básicamente […]. A fines de la década del 70 surgen los modelos psicosociolinguístico de van Dijk, que sostiene que los textos están compuestos por estructuras que generan una serie de significados oracionales y proposicionales relacionados semánticamente. La comprensión de textos escritos se puede caracterizar a partir de dos estructuras semánticas fundamentales: la microestructura y la macroestructura, ambas compuestas por proposiciones. Este modelo descansa sobre los supuestos cognitivos (el acto de lectura construye una representación mental de la comprensión o acto interpretativo) y el supuesto contextual (la comprensión del texto ocurre en una situación específica y en un contexto situacional específico que lo determinan). El modelo de micro y macroestructura, a diferencia de los anteriores, no es lineal ni secuencial, sino que es un proceso de retroalimentación constante entre las unidades menos complejas y las más complejas debido a que el lector cuenta con el uso de ciertas estrategias para comprender y administrar la información (p. 5)

En relación con el modelo generativo transformacional, se destacan dos teorías de interés que convergen con la lectura crítica: la Teoría de las Seis Lecturas, cuyo autor es el profesor colombiano Miguel De Zubiría, y la teoría de Van Dijk cuyo constructo teórico constituye uno de los hitos más importantes contemporáneos, además de nutrirse de otros marcos teóricos de referencia que abordan el uso de la lectura crítica como una alternativa pedagógica emergente para la transformación educativa y que en el contexto educativo colombiano es absolutamente necesario. Gúzman y otros (2014) expresan: “La lectura es una herramienta que posibilita el desarrollo de habilidades de comprensión en el estudiante, al ser considerada como la base de la enseñanza y el medio más eficaz de educación. (p. 64).

La lectura crítica, prioriza en la mejora de los niveles de comprensión, interpretación y argumentación, el fin que persigue en el contexto educativo es el de elevar el nivel crítico de los estudiantes en los distintos saberes, partiendo del desarrollo de habilidades, destrezas y competencias. En este sentido, Serrano y Madrid (2007):

La lectura crítica es una capacidad de atención prioritaria en el contexto educativo actual, a fin de favorecer la formación de ciudadanos reflexivos, cuestionadores y con autonomía de pensamiento. Ciudadanos capaces de interpretar los valores dominantes, identificar puntos de vista y desentrañar intencionalidades, imaginarios e ideologías que subyacen en la diversidad de textos que circulan en la vida social. (p. 58)

Por tanto, permite no solo se adquieren conocimientos, también estimula hábitos, el compartir y comprender las experiencias propias y ajenas, crear historias, encontrar el valor, sentido y aporte ineludible de comunicar algo con significado. La promoción de la lectura crítica, es necesaria en una sociedad actual, tan diversa, donde debe prevalecer el análisis, del discurso para comprender los grandes cambios que suceden. El aporte de Miguel De Zubiría a través de la Teoría de las seis lecturas, volumen I y II en el año 1996, es quizás considerado en la actualidad en algunas instituciones educativas colombianas, como uno de los más grandes intentos didácticos y metodológicos de sistematización de técnicas y pasos para mejorar los procesos de la lectura crítica en el sistema educativo colombiano, debido a los reportes expuestos en pruebas internas.

La teoría de las seis lecturas, expone seis escalones de la lectura, que van desde las más básicas hasta las más complejas. Promueve desde la comprensión de textos sencillos involucrando la lectura fonética. Sin embargo, resalta que no se puede interpretar las estructuras complejas tipo ensayo con sólo leer fonéticamente.

Al parafrasear el aporte de Miguel De Zubiría, respecto a la teoría de las seis lecturas, se destaca que el primer nivel de la lectura permite establecer relación entre el grafema y el fonema. Desarrolla habilidades básicas, que consiste en transformar signos gráficos en signos fonéticos. Un segundo nivel de lectura es la decodificación primaria, el cual evoca la comprensión lectora a través de identificar el significado de las palabras. En este escalón se logra traducir, interpretar y convertir las palabras en conceptos. Es decir, se establecen relaciones entre la palabra y la formación de frases. Encontrando sentido a la sinonimia y la antonimia.

El tercer nivel, denominado también lectura secundaria, comprende el conjunto de operaciones intelectuales, entendiendo que su función es extraer las proposiciones, e interpretarlas por medio de análisis. El cuarto nivel o decodificación terciaria, expone como propósito encontrar las macroproposiciones, lo cual implica descubrir las relaciones lógicas, temporales, espaciales en referencia a la idea mayor, para posteriormente establecer relaciones entre el texto y su respectiva estructura semántica, valiéndose de la deducción y la inducción.

Mientras, el quinto nivel también denominado lectura categorial es la manera de descomponer un texto en su tesis para llegar al sexto nivel en el que según Miguel De Zubiría es la lectura metasemántica, ella permite comparar, establecer analogías y hacer correspondencias, así como contrastar, para ir más allá de las circunstancias expresadas en el texto y someterlo a la crítica.

Su premisa se centra en aprender a leer haciendo, comprendiendo, interpretando, a través de la aplicación de las operaciones intelectuales, como introyección, asimilación, proyección, nominación, supraordinación, infraordinación, isoordinación, exclusión, deducción, inducción, análisis. Así como también, por medio del uso de instrumentos del conocimiento que postula la pedagogía conceptual: noción, (introyectar, proyectar, nominar, comprender) concepto, proposición (ejemplificar, codificar, decodificar), cadena de razonamiento formal (deducir, inducir, transducir), categorías (estructura argumentativa). Según Chumbi (2011):

La pedagogía conceptual, para el desarrollo del pensamiento según el periodo que le corresponda al sujeto propone elementos de las inteligencias, que son los instrumentos de conocimientos, los cuales se forman al interior de las disciplinas científicas, y hace referencia al conjunto de nociones, conceptos, categorías, con las cuales el individuo lee e interpreta el mundo, y las operaciones intelectuales. (p. 19)

El precitado autor, referencia que la pedagogía conceptual tiene tres aristas: una es la formación intelectual de la tesis de la psicología cognitiva, formar personas que saben, pero no operan mentalmente, la segunda arista la formación afectiva, las motivaciones, los intereses, y la tercera arista es la educación para la libertad. Por lo tanto, Chumbi postula (2011):

La Pedagogía Conceptual busca que exista un entendimiento o sentido lógico, formar individuos y reconocer lo justo, formar seres pensantes, capaces de valorar de manera juiciosa y crítica lo que nos rodea, sugiere evaluar sus actos, pensamientos y aprendizajes. (p. 17)

El papel central de este tipo de pedagogía es favorecer un proceso de enseñanza en el que los estudiantes, construyan sus conocimientos, a través de la comprensión que obedece a dos niveles: el textual y el inferencial. El textual se presenta en función de tres subniveles: literalidad, que decodifica los signos escritos de la palabra convirtiendo lo visual en sonoro y viceversa, así como secuencia de sucesos. El otro subnivel es la retención, que implica la capacidad de captar y aprender los contenidos del texto. Es decir, se da la fijación de los aspectos fundamentales del texto, a través del acopio de datos específicos, lo que conlleva a tener sensibilidad ante el mensaje.

Finalmente, el tercer subnivel es la organización, cuya función es ordenar los elementos y vinculaciones que se dan en el texto, esto implica captación de relaciones e ideas principales del texto, descubrimiento de la causa y efecto de los sucesos, reordenamiento de secuencias, resumen y generalización. Mientras en el nivel inferencia, detalla en descubrir aspectos implícitos en el texto, tales como: complementación de detalles que no aparecen en el texto, conjeturas, formulación de hipótesis y deducciones. La comprensión textual y nivel crítico son fundamentales en la aprehensión de conocimientos. A esto no puede escapar el hecho que, para lograr estimular la lectura crítica, se requiere de diversas habilidades cognitivas que estimulen e influya positivamente el interés y gusto por el proceso lector. Peña y Barboza (2009) citan:

La comprensión es además un requisito necesario para que el niño sienta gusto por la lectura, la valore y quiera leer de forma voluntaria y frecuente; al considerarla como un medio seguro para satisfacer sus demandas cognoscitivas y de entretenimiento. (p. 94)

Se asume que en la comprensión lectora intervienen diversos factores, entre ellos el aspecto emocional y el cognitivo. La pedagogía conceptual se propone desarrollar la inteligencia emocional teniendo en cuenta los elementos operacionales, desarrollando la inteligencia del estudiante en todas sus dimensiones. Miguel de Zubiría enfoca el pensamiento y lenguaje, la inteligencia emocional, valores, aprendizaje significativo, puesto que concibe que el cerebro está compuesto por tres sistemas: el expresivo, el cognitivo y el afectivo, al relacionarlos se puede generar un proceso de aprendizaje que genera saberes.

La fase afectiva, despierta curiosidad, muestra beneficios de lo que aprende y la fase cognitiva garantiza el acceso a la información, la comprensión del conocimiento ,dando una comprensión de su realidad para aplicarlo en el contexto, se destacan procesos de escuchar, leer, argumentar, escribir y exponer y la fase expresiva el estudiante aplica y domina lo aprendido, el proceso de autoconciencia, en esta fase se destaca unos pasos el procedimiento, conciencia operacional, simulación y ejercitación.

Las exigencias del mundo globalizado exigen el dominio de lo afectivo y lo expresivo. Este modelo pedagógico tiene unos principios que lo distinguen de los demás. El primer principio dice que cualquier clase debe proponerse que los estudiantes aprendan a hacer algo, en el componente expresivo aprendan algo sobre algo y aprendan y valoren algo. El segundo principio es que debe llevar a cabo una secuencia afectiva, cognitiva, expresiva, demostrando importancia a la utilidad de lo que se va aprender, para que desde lo cognitivo se enfrente a la enseñanza. Diversos aportes como la teoría de las seis lecturas, bridan a los profesores conocimientos acerca de cómo hacer sus clases más fructíferas. En este sentido, De Zubiría (1998) indica:

La Teoría de la Seis Lecturas nació del interés por generar una teoría de nivel pedagógico que dé cuenta de los procesos psicolingüísticos involucrados en la lectura conceptual, construir instrumentos psicopedagógicos que permitan diagnosticar posibles dificultades específicas de las estrategias lectoras de nuestros estudiantes y propone un modelo que promueva los procesos psicológicos relativos a las formas superiores de decodificación semántica. (p. 2)

Por otra parte, la teoría textual de Teun Van Dijk (1984), involucra una estructura discursiva que se compone de tres niveles, microestructura, macroestructura y superestructura, lo cual conlleva a evaluar la comprensión en el nivel literal e inferencial. El modelo se entiende como la representación idealizante, esquemática y simplificada especialmente en cuanto a las propiedades estructurales y funcionales. Es de resaltar que el modelo de teoría textual de Teun Van Dijk se preocupa por la lingüística del texto, la cual desarrolla el interés por el estudio de la sintaxis, la semántica, la pragmática y la semiótica, repercutiendo en una nueva forma de ver el lenguaje. Van Dijk (citado por Torres y otros 2015)

La estructura discursiva se compone de tres niveles: microestructura, macroestructura y superestructura. El primer nivel alude a la estructura local de un discurso, que implica la relación coherente entre oraciones sucesivas de un texto; el segundo, a la abstracción de las ideas más importantes del texto, y, finalmente, el tercero, al esquema integrador de los distintos tipos de texto, que posibilita la construcción de su macroestructura y determina el orden o coordinación global de sus partes. (p. 4)

La microestructura, hace referencia a la estructura del discurso, como unidad lingüística de comunicación. Mientras la macroestructura semánticas, según Van Dijk brindan coherencia al texto, a través del significado lingüístico o intencional, formado por estructuras conceptuales (palabras u oraciones) coherentes con la extensión. La semántica intencional tiene por finalidad el estudio de las oraciones como objetos sintácticos, mientras la semántica referencial trabaja en función de proposiciones. De la congruencia entre ambos dependerá la coherencia que posibilita la interpretación para la elaboración de un constructo teórico, donde se evidencia la comprensión de la información desde diversos planos de especificidad, para llegar a la superestructura narrativa, consiste en la organización de la información en episodios bien constituidos, como formas narrativas más complejas. De tal manera que, las superestructuras son facilitadores de la interpretación de un texto, pero para lograrlo exigen una comprensión pertinente.

Esto lo expone el precitado autor como una estructura común a todo tipo de texto, donde el equilibrio del discurso se percibe en el acato a las reglas gramaticales. En la estructura discursiva la microestructura implica la relación de las oraciones lo cual conlleva a las inferencias referenciales, inferencias emocionales y a la inferencia temáticas. Van Dijk (1978) indica: “Un conocimiento de las posibles estructuras del uso de la lengua y del discurso en general desmitificará mucho de lo que se ha dicho ser “típico” en la literatura, como, por ejemplo, oraciones gramaticales, significados ficticios o referencia ficticia” (p. 119). Desde su visión, incita a reconsiderar el texto, al deber presentar o asumir una secuencia estructural definida y coherente según su función, considerando los diversos aspectos contextuales y comunicativos.

La estructura discursiva determina la capacidad narrativa y las habilidades lingüísticas, por esto, es necesario contemplar las percepciones relevantes. Esto obedece según el tipo de texto narrativo, descriptivo, argumentativo, literario, que se conjuga con la intención comunicativa. Los textos son portadores de sentido cognitivo, intelectual y emocional. Por medio de su contenido se manifiestan ideas, visiones, percepciones y se transmite la herencia cultural.

El modelo de teoría de Van Dijk (1984) conforma una nueva perspectiva lingüística con aportes de importancia. La visión científica de Dijk ha aportado una teoría del texto de gran trascendencia al integrar el estudio del código de la lengua en relación con la semántica y la pragmática, convirtiendo el texto en eje central. Desde esta perspectiva Van Dijk (1978):

La pragmática es la disciplina que se propone estudiar las emisiones verbales como actos del habla. Por tal motivo, la sintaxis, semántica y pragmática están en estrecha relación la gramática textual. Mientras la sintaxis organiza la forma y la semántica el significado y la referencia de las oraciones y textos, la pragmática analiza su función como acto del habla. En un sentido muy amplio, se podría considerar la pragmática como uno de los componentes principales de una gramática que tiene como tarea relacionar la forma, el significado y la función de oraciones en el texto. (p. 59)

En referencia a lo precitado, la visión de Van Dijk ha aportado una teoría textual relevante a nivel contemporáneo, al concebir la integración de códigos, la semántica y la pragmática. En la actualidad el sistema educativo colombiano, hace referencia al uso de la lectura crítica, al reflexionar que el problema mayor que enfrenta en reseña al tema, es que no existe una visión con mayor profundidad de la posición tan importante que ocupa la lectura en los distintos saberes. Cardona y Londoño (2016) señalan: “leer representa algo más que la capacidad de poder identificar las palabras que conformar el texto, es esencialmente, un acto comprensivo e interpretativo, que le permite al lector construir sus propias opiniones a partir de la lectura” (p. 377)

El artículo se enfocó en reflexionar respecto a los aportes sobre lectura crítica para destacar su necesaria influencia en el sistema educativo colombiano. Su relevancia radica en reconocer que se debe apostar por la intervención de todo un conjunto de elementos en la lectura que vaya más allá de un proceso de apropiación del conocimiento, es decir, que permita establecer un pensamiento crítico, a lo que en la actualidad se le está adjudicando un alto grado de importancia por ser el medio principal para formar intelectuales. En este sentido, Galaburri (2008) expresa:

En la medida en que reconozcamos la complejidad de los procesos de lectura y escritura como algo inherente a ellos, vamos a poder pensar en formas alternativas de organizar la enseñanza que no restrinjan ni distorsionen demasiado aquello que queremos enseñar (p. 22)

En atención a lo expuesto, la comprensión, interpretación y crítica obedecen a procesos complejos, de carácter cognitivo personal, que implica desarrollar habilidades, destrezas y competencias, y esto significa que el profesor desde una nueva pedagogía, debe comprometerse a enseñar comprendiendo la complejidad de su reflexión educativa, desde lo lógico y lo racional. Es de destacar el aporte de Girón, Jiménez, y Lizcano (citados por servicio Nacional de Aprendizaje 2014):

La lectura crítica supone que el lector logre una comprensión rigurosa y que aporte algo de sí mismo al interpretar. Hacer lectura crítica no es solamente entender el texto. Tampoco es expresar, sin ningún criterio, una opinión. Sí, en cambio, es realizar de él una interpretación, fruto de la comprensión o estudio del texto. Es agregar significado, aplicándolo al mundo de la vida. (p. 4)

Las prácticas de lectura resultan beneficiosas, si se acompañan con una reflexión acerca de las formas lingüísticas que utilizan los individuos en las actividades de interpretación y pensamiento crítico. Partiendo de una convocatoria lingüísticamente para llegar a las formas discursivas. La lectura crítica involucra una práctica consciente y fundamental frente al texto.

En definitiva, la problemática respecto a algunas de las debilidades que aqueja el sistema educativo colombiano, puede deberse a una latente debilidad en el área de lenguaje debido a que sus prácticas pedagógicas se desarrollan sin mayor consciencia sobre los niveles de comprensión, argumentación, interpretación, porque desconocen aportes de modelos y teorías que han surgido para dar respuesta a un tipo de educación tradicional, repetitivo, fonético, memorístico, informativo sin considerar el nivel crítico como necesario para identificar, deducir, inferir, identificar y reflexionar sobre elementos implícitos en los diversos tipos de texto.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Barboza, Y. (2007). La lectura: herramienta fundamental para la formación de los futuros docentes en el contexto de la sociedad del conocimiento. Laurus, vol. 13, núm. 24, mayo-agosto, 2007, pp. 112-130. universidad pedagógica experimental libertador. caracas, Venezuela

Bernárdez, E. (1982): Introducción a la lingüística del texto, Madrid: Espasa-Calpe.

Bernhardt, F. y otros. (2001). “El Taller de Lectura y Comprensión de Textos en la UNLu: análisis de una primera experiencia”, Jornada de Intercambio de Experiencias “La lectura y la escritura como prácticas académicas universitarias”, División Pedagogía Universitaria del Departamento de Educación de la UNLu, Luján.

Bernhardt, F. y otros. (2002) Escrituras, Nº 4, Santa Fe, págs.11-47.

Cardona, P. y Londoño, D. (2016). El sentido de la lectura crítica en contexto. Revista Katharsis, N 22, pp. 375-401, Disponible en http://revistas.iue.edu.co/index.php/katharsis/index.

Cavallo, G. y Chartier, R. (1999). Historia de la lectura en el mundo occidental. Editorial Taurus

Cinetto, L. (2005) Estrategias de lectura. Barcelona, Editorial Lexus.

De Zubiría, M. (1998). “Teoría de las seis lecturas”. Tomo I. Bogotá, Fondo de Publicaciones

De Zubiría, M. (1998). “Teoría de las seis lecturas”. Tomo II. Fondo de Publicaciones Bernardo Herrera Merino,

De Zubiría, M. (1998). Mentefactos. Tomo I. Bogotá. Fondo de Publicaciones Bernardo Herrera Merino.

De Zubiría, M. (1995). Pensamiento y aprendizaje. Quito. Editorial Susaeta,

De Zubiría, M. (1998). Didácticas mente factual, Bogotá, Fondo de Publicaciones Bernardo Herrera Merino.

Galaburri, M. (2008). La enseñanza del lenguaje escrito en la educación básica: un proceso de construcción. Buenos Aires: Ediciones Novedades Educativas.

Gúzman, Fajardo, Duque (2014). “Comprensión y Producción Textual Narrativa en Estudiantes de Educación Primaria”. Universidad Nacional de Colombia

Mendoza, N. (2007). Los tipos de textos en español: formas, técnicas y producción. IESALC -UNESCO.

Patiño, J. (1998). Del papiro al disco óptico. Historia del libro y las bibliotecas. Revista Colombia.

Peña, J. y Barboza, F. (2009). La formación de hábitos de lectura desde los inicios de la escolaridad. Entre Lenguas. Recuperado de http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/29563/5/articulo6.pdf

Revista Semana (2016). ¿Por qué los estudiantes colombianos no comprenden lo que leen? Artículo pruebas saber 11 Colombia. Disponible en https://www.semana.com/cultura/articulo/pruebas-saber-11-nivel-de-lectura-sigue-siendo-falencia-del-país/507868

Rueda, M (2011). Del papiro al libro digital. Revista Colombia.

Van Dijk (1980). Texto y contexto. Madrid Ediciones Cátedra, S.A

Zubillaga, C. (2016). Prácticas de lectura y escritura medieval en la compilación de las historias piadosas. Universidad de Buenos Aires.

HTML generado a partir de XML-JATS4R