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Estrategias innovadoras apoyadas en la motivación para promover el proceso de enseñanza
Dialéctica. Revista de Investigación Educativa, núm. 2019-1, 2019
Universidad Pedagógica Experimental Libertador

Portafolio de Investigación



Resumen: La presente investigación se planteó como principal objetivo, Diseñar estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista. Para alcanzarlo se propone como objetivos específicos: diagnosticar el conocimiento que tienen los docentes sobre la motivación en el proceso de enseñanza, identificar las estrategias que utilizan los docentes para promover el proceso de enseñanza, establecer la factibilidad pedagógica institucional legal y social del desarrollo de la propuesta en el contexto objeto de estudio y proponer estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes de la Institución Educativa Eustorgio Colmenares Baptista. La investigación se ubicó bajo el paradigma cuantitativo apoyándose en la modalidad de proyecto factible. Para lo cual se seleccionó como población de 37 docentes de educación primaria de la institución educativa y la muestra estuvo conformada por los mismos 37 docentes que forman parte del objeto tratándose de una muestra tipo censal, a los cuales se les aplicó un instrumento de recolección de la información denominado escala de Likert. El cual se interpretó y analizó para dar las respectivas conclusiones y recomendaciones de la investigación.

Palabras clave: Estrategias, Innovación, Motivación.

Abstract: The present research was proposed as the main objective, Design innovative strategies that promote motivation within the teaching process in the students of the Colegio Eustorgio Colmenares Baptista. To achieve this, specific objectives are proposed: diagnose teachers’ knowledge about motivation in the teaching process, identify the strategies teachers use to promote the teaching process, establish pedagogical institutional feasibility, legal and social development of the proposal in the context under study and propose innovative strategies that promote motivation within the teaching process in the students of the Educational Institution Eustorgio Colmenares Baptista. The research was located under the quantitative paradigm, relying on the feasible project modality. For which was selected as a population of 37 teachers of primary education in the educational institution and the sample was made up of the same 37 teachers who are part of the object in the case of a sample type census, which were applied a collection instrument the information called the Likert scale. Which was interpreted and analyzed to give the respective conclusions and recommendations of the investigation.

Keywords: Strategies, Innovation, Motivation.

INTRODUCCIÓN

La motivación ha sido objeto de diversos estudios a través del tiempo, llegándose a afirmar que es la palanca que mueve toda conducta, lo que permite provocar cambios tanto en la vida escolar. Pero el marco teórico explicativo de cómo se produce la motivación, cuáles son las variables determinantes, cómo se puede mejorar desde la práctica docente, son cuestiones que dentro de un contexto educativo marcan la pauta del trasegar pedagógico día a día. Además, como afirma Núñez (1996) la motivación no es un proceso unitario, sino que abarca componentes muy diversos, de ahí que uno de los mayores retos de la presente investigación es tratar de precisar y clarificar qué elementos o constructos se engloban dentro de este amplio y complejo proceso de la motivación.

En el contexto escolar y en el carácter intencional de la conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones, expectativas, representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea a realizar, y de las metas que pretende alcanzar constituyen factores de primer orden que guían y dirigen la conducta del estudiante en el ámbito académico. Pero para realizar una investigación, no sólo se debe tener en cuenta estas variables personales e internas, sino también aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los estudiantes, que les están influyendo y con los que interactúan.

En línea con lo comentado en los párrafos anteriores, este trabajo de investigación se centrará fundamentalmente en analizar aquellas variables que juegan un papel más relevante en la motivación del estudiante tanto en una perspectiva personal como contextual, así como la intervención instruccional que el profesor puede desarrollar dentro del aula para mejorar la motivación de sus alumnos, uno de los principales problemas de la docencia, lo que redundará con toda seguridad en un incremento del rendimiento escolar.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Debido a los altos niveles de complejidad en materia educativa en el cual surgen desafíos que el docente debe afrontar, es necesario contar no solo con un dominio de conocimientos que sirven para llevar a cabo la enseñanza y el aprendizaje escolar, también es prioritario asumir una praxis educativa como proceso que convierte al docente en formador de generaciones a través de experiencias vividas y compartidas a partir estrategias que sirven para aplicar de manera conveniente todo ese conocimiento y accionar en el contexto escolar.

Es evidente entonces, que, al llevar a cabo la praxis educativa, la estrategia se convierte en un medio que representa el modo como el docente permite que en distintos momentos su actuar cotidiano se convierta en facilitador de conocimientos y vivencias escolares, en virtud del acto educativo conducido por él. Según el señalamiento de Cardozo (2006), en el medio educativo la estrategia se refiere a lo siguiente:

…un conjunto de elementos relacionados, con un ordenamiento lógico y coherente, que van a mediar las relaciones entre el docente, los tutores y los estudiantes (los sujetos) durante la solución de los problemas que se manifiestan en la enseñanza de los contenidos en las áreas (el objeto) con el fin de formar las habilidades pedagógico básicas, y que ejecutan mediante una secuencia de actividades práctica en la escuela donde laboran (p. 281).

Según se desprende del anterior señalamiento, en la praxis educativa del docente, debe promover estrategias motivacionales para hacer del proceso de enseñanza un referente pedagógico básico, a objeto de contribuir con el desarrollo integral del niño, en función de las habilidades y potencialidades que aseguren un desenvolvimiento óptimo como persona y en la sociedad. Bajo esta perspectiva se entiende que la enseñanza y aprendizaje son procesos paralelos e integrados en la búsqueda de un fin común el cual es la formación integral de los estudiantes que deben responder a las demandas de la sociedad. La calidad del aprendizaje está vinculada al grado de interés que el estudiante tenga en aprender; visto desde otra perspectiva a la motivación que tenga hacia el aprendizaje.

El papel del docente en el ámbito de la motivación está dirigido a inducir motivos en los y las estudiantes en lo que respecta a los aprendizajes y comportamientos para aplicarlos de manera voluntaria a los trabajos de clase; lo cual da significado a las actividades escolares proveyéndolas de un fin determinado, de tal manera que los estudiantes desarrollen un verdadero gusto por la actividad escolar y comprendan su utilidad personal y social. Al respecto, Díaz y Hernández (2006) acotan:

El manejo de la motivación en el aula supone que el docente y sus estudiantes comprendan que existe interdependencia entre los siguientes factores: a) las características y demanda de la tarea de la actividad escolar, b) las metas o propósitos que se establecen para tal actividad, c) el fin que se busca con su realización. (p. 78)

La cita anterior refleja parte de los factores que implican una motivación para el proceso enseñanza y aprendizaje; sin embargo, a este conglomerado se puede anexar las condiciones del ambiente físico escolar del espacio donde se desenvuelven los estudiantes. A ello, se suman los razonamientos que se han venido realizando, en virtud de la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como la inmensa diversidad de las situaciones en las que se desarrolla, hacen que la existencia de acciones de enseñanza represente aplicaciones que resulten absolutamente viables para la efectividad de la estrategia motivacional. En este sentido, es posible enunciar que la motivación constituye una estrategia que mejora la praxis educativa en el docente.

En efecto, la motivación constituye una estrategia para cualquier proceso de fortalecimiento en el ámbito educativo, con mayor razón cuando se trata del mejoramiento de la práctica educativa. Autores como Alegret (2005), sostiene que el término motivación se usa con frecuencia en relación con el de voluntad. Agrega, que así cuando alguien no ha hecho algo que debía hacer se suele pensar que no estaba motivado para hacerlo, o que no lo quería hacer. Según lo señalado, toda praxis educativa se fundamenta en la motivación; esta constituye la raíz dinámica del comportamiento, esto es, aquellos factores o determinante interno más que externo a la persona, que utilizado por el docente de educación preescolar como estrategia puede incitar a la acción en el niño y niña en el proceso de enseñanza.

De igual forma, se puede decir que la motivación se determina por factores tanto personales como ambientales ya que inciden en el grado de pertinencia que se tiene con una actividad; por consiguiente, se considera indispensable para el desarrollo de habilidades y destrezas por parte del educando en la consolidación de un aprendizaje significativo. Unido a ello, el desempeño docente motivador se considera aún más importante si se toma en cuenta que una de las finalidades implícitas de la acción educativa es lograr que el estudiante “aprenda a aprender” y que “aprenda para la vida” tal como lo señala Brunner; lo cual necesariamente amerita la formación de actitudes favorables hacia el aprendizaje como factor de trascendencia en la vida del estudiante. Lo que en definitiva implica estar motivado hacia la práctica de toda experiencia que lleve consigo la oportunidad de aprendizaje de conceptos, contenidos o procedimientos significativos para la vida de los estudiantes.

Dentro de este contexto se destaca, que el docente puede intervenir pedagógicamente en el rol de enseñar a través del impulso dirigido a los estudiantes, creándose incentivos que movilicen el hacer y obrar de éstos últimos; además, generándose expectativas, en otras palabras, propiciar un clima motivador intrínseco y extrínseco que contribuya a la práctica educativa para un mayor aprendizaje en el niño desde ciclos motivadores muy diferentes, sea hacia la búsqueda de equilibrio, incentivos, determinantes externos que llevan a la realización de acciones pedagógicas para conseguir lo esperado, refuerzos, expectativas. Es decir, un amplio conjunto de factores motivacionales internos y externos que determinan la práctica educativa a ser impulsada por el docente de educación preescolar mediante la motivación como estrategia viable.

Sustentando lo anterior, se toma en cuenta la postura de Tovar, (2008) quien señala: “el educador debe tomar conciencia de las estrategias con las que puede motivar a sus estudiantes, pero desde de una enseñanza de eficacia que involucre como meta primordial la capacitación” (Pág. 89); de esta forma, el docente no debe dejar a un lado que cada persona es única y por tanto su formación es individualizada, y debe extraer de cada sujeto su desarrollo personal, su creatividad y desde luego aspectos críticos e innovadores, sintetizar las primordiales estrategias motivacionales basadas en la metacognición de la enseñanza, discurriendo los objetivos pedagógicos y los procesos cognitivo - afectivos de los estudiantes y del profesor en el contexto de enseñanza y aprendizaje; a tal efecto, Alfaro (2003) indica:

La enseñanza es un proceso que no opone ni excluye el aprendizaje. Al contrario, la verdadera enseñanza es la que excluye el aprendizaje, pero no el aprendizaje fijo, de datos y de formaciones puntuales, sino cambios de conceptos para orientarse y hacer camino, para diseñar procedimientos para solucionar problemas y para secuenciar los pasos claves para alcanzar nuevos conocimientos, a través de las estrategias motivacionales. (p. 22)

En lo acotado, es trascendental que los docentes ejecuten acciones donde ubiquen a los y las estudiantes en situaciones donde se ponga de manifiesto todas sus habilidades de aclarar, reflexión, de análisis de deducción, de manera que llegue a dar solución a cada una de los escenarios planteadas, por medio de las estrategias motivacionales, que señala Blanco (2005) como aquellas destrezas y recursos que debe emplear el docente para hacer efectivo el aprendizaje conservando altas posibilidades con respecto de la disciplina del alumno” (p. 78). Es por ello, que es de vital importancia que se haga constantemente una revisión de las prácticas docentes, de manera de visualizar si se están utilizando estrategias motivacionales dentro y fuera del aula de clase y si se está generando aprendizaje significativo.

Actualmente en la institución se observan deficiencias en acciones motivacionales cuando se busca establecer una práctica docente que facilite el proceso educativo llevado a cabo por ellos. En tal sentido, los docentes mantiene desinterés para establecer estrategias cónsonas con las necesidades de los estudiantes como son aquellas que producen dinamismo en el proceso de aprendizaje, poco asumen un rol de dinamizador de vivencias educativas, carecen de una práctica motivadora cuando establecen bajas metas realistas, hay poco compromiso con la labor desarrollada en el aula de clases, incluso, con escasa frecuencia los docentes valoran estrategias como la motivación para el mejoramiento de la acción docente.

Por otra parte, mantienen dificultades para impulsar con dinamismo las actividades escolares, extraescolares y complementarias como parte del quehacer educativo; tienen limitaciones para establecer metas, logros y propósitos relacionados con acciones a ser cumplidas en su labor diaria, poco promueven la motivación intrínseca y extrínseca como actividad que conduzca a canalizar habilidades y destrezas en el niño, hay deficiencias para reconocer la importancia de dinamizar las actividades cotidianas desarrolladas en la educación primaria.

Todo lo anterior representa una situación que, de continuar sin que se desarrollen opciones tendientes a su mejoramiento, pueden conducir a un deterioro total de la dinámica institucional y del aula de clases; generar situaciones de anarquía producida por los niveles de desmotivación cada día más crecientes, donde los perjudicados serán los estudiantes, de quienes se aspira una formación integral acorde con el desarrollo de su personalidad. Por otra parte, una mayor apatía para impulsar actividades que puedan completar el propósito antes mencionado.

En atención a lo señalado, se presume que no se cuenta con docentes que utilicen estrategias basadas en la motivación para promover el proceso de enseñanza, por lo tanto, se precisa la conformación de estrategias innovadoras respaldadas en la motivación para mejorar el proceso educativo en la Institución Educativa Colegio Eustorgio Colmenares Baptista, con el objeto de generar un ambiente cónsono con las necesidades de los estudiantes, de manera que se impulse el aprendizaje de éstos.

Entre los objetivos específicos se destacan los siguientes:

  • Diagnosticar el conocimiento tienen los docentes sobre la motivación en el proceso de enseñanza.

  • Identificar las estrategias que utilizan los docentes para promover el proceso de enseñanza

  • Establecer la factibilidad pedagógica institucional legal y social del desarrollo de la propuesta en el contexto objeto de estudio

  • Proponer estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista

BASES TEÓRICAS

Concepciones Teóricas Acerca de la Motivación

La motivación es un elemento inherente a la conducta humana que ha sido abordado por los diferentes especialistas (psicólogos, pedagogos, sociólogos, entre otros) buscando comprender las razones por las cuales un individuo plantea estrategias para fomentar el interés por desempeñar con éxito una determinada tarea humana, razón por la cual se constituye en un factor trascendental para la tarea desarrollada por el estudiante, tanto es así que autores como Villegas, (2007) afirma “…cuando la motivación es pobre, el aprendizaje también lo es… (p.34) “; pues según el autor citado, solo la motivación despierta la necesidad de aprender.

Dada la importancia que tiene la motivación en el aprendizaje se hace necesario que los docentes conozcan ampliamente lo que significa la motivación, las teorías que las explican y la forma en que la misma aplicarse en el grupo de estudiantes con los cuales desarrolla su tarea pedagógica.

El termino motivación se deriva del verbo latino “moveré” que significa según Mendoza, (2008) “moverse”, “poner en movimiento o estar listo para la acción”. (p.89). Desde el punto de vista conceptual Clifford, (2008) refiere que la motivación es “el estado anímico que incita deliberadamente a elegir y realizar una actividad”. (p.23), este estado anímico varía continuamente en cada persona, pero cuando su nivel es alto lo conduce a comprometerse con la actividad, tarea o trabajo, perseverando en su esfuerzo hasta culminarla.

Desde la óptica psicológica Beltrán (citado en Sánchez, 2007) se refiere a la motivación como “proceso que lleva a un individuo a realizar una conducta determinada en una situación concreta” (p. 137) de lo cual se presupone que la motivación no es innata, ni surge espontáneamente, sino que involucran un proceso en el que el individuo adquiere el interés hacia determinada acción y se esfuerzo por llevarla a cabo satisfactoriamente. En esta idea, Suárez (2004) indica “la motivación es lo que induce a un persona a realizar alguna acción” (p. 13), dentro de lo cual Arana (2004), plantea que la misma está constituida por todos aquellos factores capaces de provocar, mantener y dirigir la conducta hacia un objetivo. Ahora bien, desde el plano pedagógico, Mendoza (2005) considera que la motivación significa proporcionar motivos, es decir, “estimular la voluntad de aprender.

La motivación en la conducta humana ha sido explicada desde diversas perspectivas teóricas, las cuales se han constituido en importantes aportes para el logro de conductas motivadas en el ámbito educativo; y si bien algunas de ellas han dejado de ser el eje central por los avances de otras en el conocimiento de la conducta y el aprendizaje del ser humano, no por ello quedan desligadas de las acciones cotidianas escolares involucradas en la motivación de aprendizaje; por tal razón, Gispert, (2005) plantea que al abordar procesos motivacionales con los estudiantes, los educadores deben conocer las teorías existentes, tomando de cada una de ellas aquellos principios o pautas que puedan responder con mayor eficacia a la intención motivacional propuesta en la actividad educativa.

Estas teorías, las concentra el autor citado en tres enfoques principales: la conductista, el cognitivo y el humanista. Las teorías conductistas, explican la motivación en términos de relación de relaciones estimulo-respuesta-consecuencia, partiendo del principio que el individuo responde ante estímulos del medio ambiente, teniendo a repetir aquellas conductas cuyas consecuencias son agradables. Por su parte, en las teorías cognitivas, se interpreta la conducta motivada desde el punto de vista de las percepciones, expectativas y valores de la persona, planteándose que las conductas de los individuos no son en exclusiva respuestas a los estímulos del ambiente o a las consecuencias de su comportamiento, sino que las interpretaciones, valores y significados de las tareas o acciones le permita una formulación coordinada reactiva o proactiva en cuanto a sus metas de aprendizaje.

En lo que corresponde a las teorías humanistas, en éstas la motivación se centra en la satisfacción de las necesidades del individuo, en este enfoque se otorga más énfasis a los aspectos personales del individuo, a sus necesidades como ser humano, las cuales deben ser tomadas en cuenta al brindarles procesos motivacionales. Cabe destacar, que en el acto didáctico que involucra el proceso de enseñanza y aprendizaje se dan simultáneamente dos acciones: las desarrolladas por el docente para lograr el cumplimiento satisfactorio de los objetivos educacionales previos en los estudiantes y llevada a cabo por estos últimos en el proceso de adquisición de conocimientos, procedimientos y actitudes en función de los de los contenidos de aprendizaje abordados. Al respecto Ramos (2009) expresa:

Para conseguir que los estudiantes aprendan no basta explicar bien la materia y exigirles que aprendan. Es necesario despertar su atención, crear en ellos un genuino interés por el estudio, estimular su deseo de conseguir los resultados previos y cultivar el gusto por los trabajos escolares. Este interés, ese deseo y ese gusto actuaran en el espíritu de los estudiantes como justificación de todo su esfuerzo y trabajo para aprender. (p. 132).

Lo anterior solo puede lograrse a través de la motivación constituyéndose en una de las condiciones generales más necesarias y poderosas, no solo de lo que se aprenderá sino de la proporción del aprendizaje. Aspecto aún más importante si se toma en cuenta que el proceso de aprender como actividad personal, reflexiva y sistemática, exige del estudiante, según lo indica el autor citado, tres condiciones básicas: (a) atención y esfuerzo sobre áreas nuevas de observación, de estudio y de actividades; (b) autodisciplina con el sacrificio de otros placeres y satisfacciones inmediatas, para realizar los estudios y cumplir las tareas exigidas; y (c) la materia de estudio y en los trabajos escolares hasta adquirir el dominio de la materia de estudio, de modo que sea de utilidad real para la vida. El logro de estas condiciones se sustenta en una conducta motivada hacia el aprendizaje.

En el mismo orden de ideas Márquez (2009) resalta:

La importancia de la motivación al considerarla como un factor básico para que se puedan realizar aprendizajes. En este sentido, manifiesta que además de la inteligencia ( poder aprender) y la experiencia (saber aprender) es indispensable la motivación (querer aprender), por cuando el estar motivado impulsa al estudiante, le proporciona la energía, el interés y la disposición para el esfuerzo que quiere en el logro de un determinado aprendizaje, es decir, a implicarse en su propia acción de aprender, lo cual en la opinión del autor citado, repercute positivamente en los estudiantes con relación a: la capacidad para definir sus propios objetivos formativos; la organización de sus actividades de aprendizaje; el apasionamiento para resolver problemas, la transferencia del conocimiento en forma creativa y, el avance autónomo en los aprendizajes durante toda la vida. (p. 67).

En efecto, el estudiante motivado hacia el aprendizaje, no solo buscará la forma más adecuada de abordar los contenidos o procesos que aprende, sino que resolverá las dificultades encontradas, siempre con el objetivo de obtener un aprendizaje significativo, de valor para su vida personal y social. De acuerdo con la argumentación anterior, se determina la necesidad de plantear estrategias innovadoras para motivar el proceso de aprendizaje. En lo cual juega un papel de indiscutible importancia el docente a la hora de motivar, se entiende que los procesos motivacionales, son esos: procesos, no una aislada y circunstancial acción para despertar un interés momentáneo en determinada actividad o contenido, sino un factor permanente implicado en el trabajo escolar. Los docentes, solo tendrán que buscar una estrategia inicial dirigida al activar el interés de los estudiantes hacia la actividad o contenido a desarrollar.

Desde esta visión, si los procesos asociados con la motivación de los estudiantes hacia el aprendizaje, no puede ni debe restringirse a la aplicación de una dinámica, técnica o método de enseñanza partícula; la motivación, tal como la plantea el autor citado, no se activa automáticamente, tampoco “es privativa del inicio de la actividad o tarea, sino que abarca todo el episodio de la enseñanza y el aprendizaje”, en cuyos procesos, tanto docentes como estudiantes desarrollan de manera deliberada ciertas acciones, antes, durante, y al final, con el propósito de persistir e incrementar una disposición favorable hacia la tarea escolar llevada a cabo. Esta opinión es compartida por Sosa (2003) quien afirma “el manejo de la motivación para el aprendizaje, de estar presente y de manera integrada en todos los elementos que definen el diseño y operación de la enseñanza” (p. 78), se requiere por lo tanto que el docente, asuma el componente motivacional de manera integrada a la enseñanza y el aprendizaje.

En tal sentido Beltrán (citado en Sánchez 2007), sugiere a los educadores tener en cuenta dos elementos generales: (a) la dirección del comportamiento referido a la tendencia que tiene el ser humano de evitar situaciones desagradables o frustrantes, o de acercarse a aquellas que no lo son; (b) los motivos es decir, los impulsos o fuerzas que impulsan a la persona a actuar de acuerdo a: necesidades, satisfacción de necesidades y metas de autorrealización. Sobre este aspecto, Días y Hernández (ob. cit); indican que los principales motivos que animan a los estudiantes son: aprender, alcanzar el éxito, evitar el fracaso, la valoración de otros y la obtención de recompensas. Lo que en síntesis implica que el educador ha de considerar las tendencias conductuales y los motivos que orientan la conducta del estudiante en su proceso de aprendizaje.

Tomando en cuenta que en el proceso motivacional los docentes han de tener presentes los factores que intervienen en el mismo tales como: (a) los factores personales del estudiante que involucran: la homeostasis o tendencia en el mantenimiento del estado óptimo de activación del organismo y, el crecimiento, referida la tendencia del individuo a la mejora de sus capacidades; (b) los factores cognitivos lo cual comprenden el análisis realizado por el estudiante sobre la actividad de aprendizaje permitiéndole actuar o no en forma propositiva; (c) los factores externos referidos al hecho de que el estudiante tendera a aproximarse a lo que le da placer y a evitar lo que le desagrada en el proceso de aprendizaje.

Ahora bien, como se ha señalado anteriormente uno de los objetivos de la motivación, es activar y mantener el interés de los alumnos en lo que aprenden. El interés es el entendido por Sánchez (ob. cit) como lo sentimientos de aceptación gusto y preferencia que el estudiante manifiesta por determinadas tareas o contenidos de aprendizaje; a su vez Alvares y otros (2009), se refiere al mismo refiriéndolo como una condición motivacional que se da cuando un evento inesperado o consistente acontece en el campo perceptual del estudiante ocasionando un desfase entre el nivel de conocimiento actual y el deseado. Para tal efecto los autores antes citados recomiendan a los educadores tres estrategias básicas:

Propiciar que el contenido de aprendizaje sea presentado a los estudiantes atreves de acontecimientos o actividades novedosas, de manera que provoquen cierto grado de conflictividad capaz de generar un desequilibrio en el estado actual del estudiante. Lo importante es evitar la rutina, la repetición la monotonía, por cuanto ello no activa ni el interés ni la curiosidad, es necesario ofrecer un cambio sensible en el conjunto de estímulos con los que habitualmente se trata el estudiante.

Utilizar anécdotas u otros elementos que permitan introducir aspectos personales y emocionales por cuanto ello eleva el nivel de motivación en el estudiante. Este aspecto constituye un elemento de suma importancia en el proceso motivacional Asia el aprendizaje, pues implica tomar en cuenta el valor personal que tiene para el estudiante lo que aprende.

Facilitar a los estudiantes el inicio de un proceso de generación de cuestiones y de indagación personal o grupal destinada a evitar la actitud pasiva del estudiante en el proceso de aprendizaje a fin de impulsarlo por la senda del descubrimiento en donde lo que ha de ser aprendido no se da por recepción, sino que es el mismo estudiante quien debe reordenar la información, integrarla en su estructura cognitiva y provocar una nueva síntesis integradora que le permita descubrir nuevas relaciones. (p. 89).

En el proceso motivacional ofrecido a los estudiantes es indispensable que estos perciban el aprendizaje como fuente para la satisfacción de sus necesidades. Es por ello que se hace necesario que los docentes conozcan las necesidades hacer satisfechas por los estudiantes, se identifican tres necesidades prioritarias que han de tomarse en consideración pues se constituyen en valores o motivos personales de los estudiantes estos son: de logros o rendimiento, de afiliación y de poder.

En otro orden de ideas, el proceso de aprendizaje desarrollado por los estudiantes necesariamente debe traducirte en resultados o en un producto que determine de una u otra forma, los logros obtenidos o alcanzados en el proceso de aprender. Lo general estos resultados se detectan mediante las evaluaciones formativas y sumativas que el docente establece para evidenciar la consecución de los objetivos educacionales, previstos, ahora bien, estos resultados derivan en consecuencias para los estudiantes que, desde el punto de vista conductista, pueden favorecer o no su motivación.

Se ha dicho que lo ideal es promover la motivación intrínseca, pues es la que se mantiene en el individuo; sin embargo, inicialmente puede ser beneficioso la aplicación de refuerzos que conducta a los estudiantes, de manera progresiva, desde una motivación extrínseca. Pues bien, en el proceso de evaluación, que en los momentos actuales están más orientados hacia el mejoramiento de enseñanza y el aprendizaje, que a la ubicación de los alumnos en determinadas escalas calificadoras (cualitativas o cuantitativas) indicadoras de si aprobó o no.

Al respecto el Ministerio de Educación, (2009) plantea que la evaluación de los aprendizajes debe “proporcionar la toma de decisiones consensuadas, a fin de orientar, retroalimentar y mejorar el proceso de enseñar y aprender”. Desde este punto de vista se entiende que la evaluación ha de constituirse en un proceso formativo y no punitivo para el estudiante. Es por ello, que el autor citado señala como finalidades de la evaluación, entre otras las siguientes:

  • Contribuir a formar y afianzar valores y actitudes.

  • Desarrollar en cada estudiante sus capacidades de aprendizaje.

  • Detectar en los estudiantes: interés, actitudes, aptitudes, ritmos y estilos de aprendizaje.

  • Identificar las interferencias y posibles causas que limitan el aprendizaje y reorientar las acciones que coadyuven a la consolidación de los mismos.

  • Brindar al estudiante oportunidades para aprender del cierto y de error, en general, de la experiencia, lo cual contribuye al desarrollo de la metacognición.

  • Proporcionar al docente información para mejorar y fortalecer su práctica pedagógica, así como la planificación a desarrollar en el aula.

  • Determinar el avance de los estudiantes.

En atención a estas finalidades se ratifica la importancia una evaluación de los aprendizajes orientados no solo a determinar el producto positivo o negativo de la actuación de estudiante, si no a enriquecer el conocimiento del mismo, respecto a los mismos factores favorables o no que están repercutiendo en su aprendizaje, y con ello, en su rendimiento. El propósito, en la opinión de Tapia (2008) es que los proceso evaluativos motiven al alumno hacia el aprendizaje incentivándolos cada día más a optimizar a su desempeño en el mismo, para lo cual considera necesario que las evaluaciones constituyan una oportunidad para el estudiante de mejorar su aprendizaje y dejen de ser episodios amenazantes sin un verdadero valor formativo y de retroalimentación. Por consiguiente, el educador de asumir la responsabilidad de promover un cambio en la cultura evaluativo, intentando que los estudiantes perciban a evaluación como una ocasión para aprender a corregir.

En concordancia con este planeamiento, el autor citado expone que el proceso evaluativo puede convertirse en fuente motivacional para, los estudiantes cuando el docente tome en cuenta los objetivos que persigue en la evaluación, utiliza diversos procedimientos para evaluar, desarrolla procesos de retroalimentación y promueve la autoevaluación:

  • En los objetivos de la evaluación: el educador ha de asumir conscientemente que el proceso evaluativo debe estar orientado hacia las finalidades anteriormente expuestas, su fin último debe ser el mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje y así debe ser percibido por los estudiantes, de esta manera se evitara su desmotivación no solo al enfrentar actividades evaluativas, sino al fracaso que pudiera presentar en algunas de ellas.

  • En lo que respecta la evaluación, Tapia indica que un docente motivador impulsa este tipo de evaluación, entendida por el ministerio de educación como el proceso de valoración que realiza el estudiante de su propia actuación, lo que permite identificar sus posibles, limitaciones y cambios necesarios para mejorar su aprendizaje.

Tomando en cuenta el efecto motivador de la autoevaluación puede concretarse en los aspectos señalados por el autor citado al indicar que la misma al estudiante: emitir juicios de valor sobre sí mismo; analizar y describir las causas de sus éxitos y fracasos; estimular la retroalimentación constante de sí mismo y de otras personas para mejorar su actuación; participar creativamente en la construcción de su aprendizaje y; evaluar su propio interés, dedicación, atención, preparación anterior y actitud hacia la materia, para en función de ello, decidir cuáles fueron las causas de sus aciertos a de sus errores.

Es de resaltar, que la motivación es el elemento que garantiza la mejor praxis educativa porque impulsa toda acción dirigida al desenvolvimiento del estudiante. Vroom (Citado por Davis y Newstrom, 2003) considera que: “…las personas estarán motivadas a hacer cosas para alcanzar una meta si creen en el valor de esa meta y si pueden darse cuenta de que lo que harán contribuirá a lograrlas” (p. 13). Motivarse representa un elemento de importancia vital en la práctica educativa del docente, con repercusiones positivas tanto para sí mismo como para el grupo de estudiantes.

La motivación puede ser intrínseca o extrínseca. La motivación intrínseca, según Shimon, (2004): “...surge cuando el individuo se siente independiente y competente en sus funciones...surge el placer, interés, la satisfacción de la curiosidad, la auto-expresión o el desafío personal ante el trabajo”. (p. 186). Es decir, trata sobre el impulso que el docente puede estimular en el niño y niña para la realización de actividades que le produzcan placer y satisfacción cuando realiza actividades relacionadas con el aprendizaje, disfruta de la clase, la realización de ejercicios, le es más fácil cumplir con las asignaciones del docente, no siente resistencia por comenzar una actividad a ser desarrollada en el hogar, entre otros.

La motivación intrínseca se puede ver desde la óptica del entusiasmo, interés, fijación de metas, satisfacción y fortaleza interior. En cuanto al entusiasmo, en la fuente denominada Estudiar con Entusiasmo se destaca que este comportamiento hace fácil lo difícil, permite una mayor productividad porque se trabaja con mayor rapidez, fortalece la voluntad y constancia en el trabajo, impulsa la seguridad, optimismo, convicción de alcanzar metas, además, es contagioso. Es decir, el docente de educación inicial, puede hacer que el niño realice distintas actividades académicas bajo un estado de motivación, incremente la capacidad de atención, memoria y concentración, estará en condiciones de tomar recomendaciones de los docentes y compañeros, se preparará previamente para la evaluación en cada área. Además, mantendrá admiración por el contenido, afán para realizar las actividades que pueden facilitar su desempeño académico por cuenta propia, empeño suficiente porque reconoce que para hacer lo que le gusta a futuro, tendrá que pasar por etapas en su formación.

El interés también forma parte de la motivación intrínseca. Para Miguez, Loureiro y Otegui (2005), es importante alentar el interés y la curiosidad de los estudiantes por la tarea a realizar, explicar cuál es la utilidad y aplicabilidad del conocimiento, esto moviliza la motivación intrínseca, además de contribuir al aprendizaje, no sólo obtener una calificación; por tanto, el docente, debe saber capitalizar la motivación intrínseca para obtener beneficios en los niños y niñas, y puedan afrontar las vivencias educativas, porque estarán mejor motivados, de modo que demande mayor esfuerzo, acceder a los aprendizajes con facilidad, con entusiasmo, sentir una necesidad de excelencia, fijarse metas, mostrar satisfacción personal, asumir con fortaleza interior los retos que debe superar, manejar expectativas de superación académica y tener un deseo de competitividad.

La fijación de metas también forma parte de este tipo de motivación. Según Franklin, (2007) refiere: “El procedimiento para la definición de metas consiste en establecer de manera anticipada los resultados observables y medibles que se desean alcanzar en forma programada con la intención de cumplir con los objetivos...es la medición de logros específicos...” (p. 484, 485). Cuando el docente motiva la clase para que el niño obtenga las metas fijadas, en su mayoría realiza la fijación de resultados anticipados mediante la elaboración de metas que busca lograr, y programa actividades o estrategias, hasta obtener la materialización de un producto o meta diseñada, por tanto, hará aquello por lo que se esfuerza en conseguir una buena adaptación escolar, centrará la atención en la actividad educativa, aumentará su persistencia y desarrollará estrategias eficaces para mejorar su desempeño en el preescolar.

Aunado a lo anterior, el docente de educación inicial, puede promover la fortaleza interior en el infante. Según Arcel, (2011), se debe tener fortaleza interior, aún en circunstancias desfavorables, porque hay que mantener el alto la dignidad y fortaleza para obtener logro interior; por tanto, es preciso mantener alerta el sentido común, buscar claridad del pensamiento, aun cuando se observen tribulaciones internas, se trata de mantener una voluntad de acero. El docente puede velar por la fortaleza interior en el niño, en la medida que reconoce la calidad de su respuesta ante la adversidad, por tanto, es imprescindible que se mantenga con firmeza para valorar este aspecto que tiene mucho de relación con la autoestima en el estudiante; ello, contribuirá a su desenvolvimiento familiar, escolar y social.

Un segundo aspecto versa sobre la motivación extrínseca. Según, Shimon (2004): “...surge en el individuo cuando éste desea lograr algunas metas independientes del trabajo en sí mismo o para afrontar un desafío impuesto desde una fuente externo a él”. (p. 186). El docente puede procurar a través de la motivación extrínseca que el niño manifieste su dinamismo en la práctica educativa llevada a cabo por aquél, porque frecuentemente, existen condicionantes que proceden de lo externo, situación que explica en gran medida el comportamiento del niño cuando operan actividades que realiza por el placer de hacerla porque espera recompensas, estímulos o reconocimiento de los demás.

El docente de educación inicial, al usar la motivación como herramienta en la praxis educativa puede realizar actividades focalizadas en el feedback. Para Ortega (2005), este elemento describe la conducta, su impacto positivo negativo, las consecuencias de tal comportamiento y las alternativas de cambio, a objeto de mejorarlo. Es decir, se trata de una técnica que se centra en la conducta, no en la persona del estudiante, por ejemplo: “realizó la actividad con ciertos errores”, en vez de “no sirve para realizar un ensayo”, realiza la descripción, especifica el comportamiento, no lo personaliza, retoma el qué y por qué, además, el comportamiento puede ser modificado, además, el niño y niña de preescolar, puede comprobar mediante el feedback de otras personas y comparar la información suministrada por el docente de educación inicial.

Un grupo focal para que el docente utilice la motivación para el mejoramiento de la praxis educativa es mediante el reforzamiento del grupo familiar. Para Osman (2008), el reforzamiento activa y guía el comportamiento mediante el aprendizaje. Agrega que: “...podríamos inferir que para incrementar conductas deseables se puede reforzar contingentemente o de manera intermitente”. (p. 49). En definitiva, la familia como base de fundamental para impulsar aprendizajes, representa un escenario permanente, seguro y apropiado para reforzar al estudiante, marco principal donde se reproducen modelos y espacio para incrementar el interés de los infantes hacia el aprendizaje.

Por otra parte, uno de los aspectos focales del docente de educación inicial para que implemente estrategias y utilice la motivación con efectividad consiste en contar con un perfil que satisfaga tales propósitos. Según Sánchez, (2009), el rol del docente se concibe como mediador de experiencias de aprendizajes, que se asume desde dos perspectivas; por una parte, en lo pedagógico al intervenir en los ambientes de aprendizaje; y por otra, en el ámbito sociocultural cuando su acción se proyecta a la familia y la comunidad. En ambos sentidos, la mediación a través de la motivación es significativa porque el docente debe estimular y dinamizar tanto lo pedagógico como el entorno donde se desenvuelve el niño.

Las Estrategias Dentro del Proceso de Enseñanza

La definición y categorización de las estrategias de enseñanza han sido abordadas por diversos autores, entre los cuales se pueden mencionar a, Román y Gallego, Beltrán, Pozo,(s/f) entre otros, los cuales hacen referencia a que las mismas son aquellos mecanismos de control de los que dispone el sujeto para dirigir sus modos de procesar información y facilitar la adquisición de información, el almacenamiento y recuperación de la información.

Las estrategias constituyen la esencia del desarrollo de una clase por lo tanto deben ser tomadas en cuenta a la hora de la misma, lógicamente las mismas deben estar apegadas a una serie de lineamientos propios de la significancia del proceso de enseñanza-aprendizaje, sobretodo amparados en los educativos colombianos, los cuales pretenden la consolidación de un aprendizaje significativo, donde lo más importante sea la construcción de aprendizajes propios, cuyo significado emane de las experiencias previas de los estudiantes, para ello, es necesario que el docente manifieste técnicas y estrategias de orden lógico conceptual que puedan atraer la atención del educando.

De manera tal, Rodríguez (2009), señala que:

El desarrollo de la clase ha ido tomando un enfoque constructivista, dejando atrás las manifestaciones del enfoque conductista humanista, el cual domino los espacios de la enseñanza por un largo tiempo y donde se veía al estudiante como un banco de datos, al cual se le llenaba de información y no se le dejaba espacio para su actuación, como una forma de remediar esta situación…, cuya razón de ser descansa específicamente en el constructivista. (p. 32).

De acuerdo con lo anterior, es conveniente reformular la orientación de las técnicas y estrategias que están inmersas en el acto pedagógico, más aun a sabiendas que en la actualidad, las instituciones educativas deben enmarcarse en la educación por lo tanto, se deben trazar actividades que valoren el pensamiento crítico reflexivo del educando, así como el creativo, donde el acto pedagógico sea una conjunción de elementos significantes y el docente uno más de este proceso que no se vea como un líder autocrático, sino participativo que dé pie a una formación del alumno integral y significativa, con esta finalidad es necesario revisar tanto los momentos de una clase como ciertas estrategias que se llevan a cabo dentro de la misma.

La educación colombiana en los actuales momentos genera una serie de cambios que no solo afectan la estructura administrativa y operativa de una escuela, sino que se debe llegar hasta las aulas de clase donde cada situación didáctica debe emerger dentro de los espacios de aprendizaje y que dejan atrás la transversalidad de los contenidos, pues se pretende en esto momentos formar un individuo comprometido con el cambio social; por lo tanto, la educación básica, en la primera y segunda etapa se orienta bajo los postulados del aprendizaje social, cuya razón de ser, se orienta en el hecho de que los individuos valoren su entorno y sobre el construyan sus propios aprendizajes como una manera de arraigarse a su contexto.

Por la diversidad de los elementos considerados, la praxis educativa representa las acciones o actividades materiales que el docente realiza, como conjunto de actuación que vienen a satisfacer las necesidades en el estudiante; por tal razón, resulta meritorio el abordaje de la praxis educativa con el acompañamiento de la motivación para contribuir al desarrollo integral del niño en las distintas áreas de desenvolvimiento. En esa concreción de los actos educativos y pedagógicos, se privilegia la praxis educativa por su papel formador.

Ahora bien, es de acotar que desde la educación se reclama contar con técnicas y procedimientos eficaces para enfrentar nuevos problemas para los cuales muchas veces no se les han dado herramientas a los docentes. Así, en el ámbito de la educación, según el señalamiento de Cardozo (ob. cit), la estrategia es:

…un conjunto de elementos relacionados, con un ordenamiento lógico y coherente, que van a mediar las relaciones entre el docente, los tutores y los estudiantes (los sujetos) durante la solución de los problemas que se manifiestan en la enseñanza de los contenidos en las áreas (el objeto) con el fin de formar las habilidades pedagógico básicas, y que ejecutan mediante una secuencia de actividades práctica en la escuela donde laboran (p. 281).

Según se desprende, el docente debe utilizar estrategias para hacer del proceso de enseñanza un espacio donde se determinen los objetivos, metas, estrategias, a fin de orientar las necesidades e intereses del estudiante, operar como dinamizador dirigido al proceso educativo, para acompañar el desarrollo de las habilidades y potencialidades en el proceso madurativo que caracteriza los primeros años de formación. Es por ello, que el docente, cuando utiliza estrategias abrirá espacios implícitos en procedimientos mediante los cuales se determinará el esfuerzo de racionalizar el proceso de cambio de acuerdo a ciertas metas y determinadas acciones que deben realizarse para lograrlas, conociendo previamente las necesidades del estudiante.

En el mismo orden de ideas, Zabala (2009), señala que las estrategias son: “…el conjunto de actividades dirigidas a garantizar y hacer más efectivo el proceso enseñanza y aprendizaje”. (p. 67); esto quiere decir, que las mismas se elaboran, planifican y toman en cuenta necesidades e intereses de la población a la que van dirigidas, dentro de esta concepción el docente debe estar atento y dispuesto a mantener una actitud de estudio y observación que facilite la aplicación de dichas estrategias; es importante, que se aprovechen al máximo los métodos, técnicas y recursos para darle una buena utilidad en la forma de enseñanza que se ajuste a la realidad del sistema educativo.

Según el anterior señalamiento, es importante entonces, tomar en cuenta una serie de características para hacer que estas estrategias sean funcionales y sirvan de soporte en las actividades a realizar dentro y fuera del aula de clase, para lograr aprendizajes significativos en los alumnos; es preciso acotar, que dentro del proceso de enseñanza el educador puede intervenir pedagógicamente en el rol de enseñar a través del impulso dirigido a los alumnos, creándose incentivos que movilicen el hacer y obrar de éstos últimos; además, generándose expectativas, porque también constituyen una serie de motivaciones para que el desarrollo integral se oriente hacia una educación de calidad desde los primeros años de formación.

MARCO METODOLÓGICO

Naturaleza del Estudio

El propósito de la investigación se orientó en diseñar estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista. Es una investigación de campo dado que se realiza en el contexto en donde se acontece el fenómeno investigado tomando en cuenta a Sabino, (2003), quien señala: “que un diseño de campo, permite recoger los datos directamente de la realidad”. (p. 66).

Al mismo tiempo se ubica dentro del paradigma cuantitativo, el cual señala Morales, (2001), como: “.... magnitudes susceptibles a ser medidas ofreciendo valides mediante la utilización de frecuencias y porcentajes” (p. l5).

Es decir, a través de la imparcialidad se examinan se recauda e interpreta la información. Es descriptiva y toma como referente a Reaño (2004), quien indica que tiene como finalidad: puntualizar las propiedades importantes o cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis. (p. 79).

Población y Muestra

Se tomó en cuenta para el desarrollo de esta investigación se realizó un estudio poblacional donde se tomó en cuenta a los 37 docentes y en la muestra se utilizó el total de la población, por ser de fácil acceso a la investigadora, por esta razón no se estableció una muestra precisa, en este caso, se habla de una muestra censal.

Comprende las siguientes fases:

  1. Fase I Diagnóstico: Se desarrolló a través de la aplicación de los instrumentos al personal docente que laboran en la Institución es estudio lo que permitió constatar la realidad existente.

  2. Fase II Factibilidad: Se realizó atendiendo a los objetivos específicos del estudio para determinar para comprobar la factibilidad del mismo.

    1. Factibilidad Legal: Estuvo respaldada en toda la normativa legal que sustentará la investigación, en este sentido, se tomó en consideración la Constitución de la República de Colombia y la Ley General de Educación.

    2. Factibilidad Técnica: En el contexto en el cual se desarrolló la investigación del uso de estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes se conocieron aspectos claves los cuales permitieron el desarrollo de la misma.

    3. Factibilidad Institucional: Se realizaron las gestiones pertinentes para contar con el apoyo del personal docente.

    4. Factibilidad Social: El estudio se consideró pertinente puesto que brinda alternativas de solución para diseñar estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes.

    5. Factibilidad Económica: Se contó con los recursos económicos necesarios para llevar a cabo el estudio.

  3. Fase III. Diseño: Esta fase surge producto de todos los análisis de la información obtenida a través de la aplicación de instrumentos, lo que permitió ofrecer una propuesta que permitió el diseño de estrategias innovadoras que promuevan la motivación dentro del proceso enseñanza en los estudiantes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista

Técnicas de Recolección de la Información

Se empleó la técnica de la encuesta que según Sabino (ob.cit) “se trata, por lo tanto, de requerir información a un grupo de personas acerca de los problemas en estudio para luego mediante un análisis cuantitativo, sacar conclusiones que se correspondan con los datos recogidos”. Para ello, se elaboró un cuestionario en formato escala tipo likert que según Sabino (ob.cit) consiste en: “un conjunto de ítems presentados en forma de afirmación o juicios, ante lo cual se pide la reacción de los sujetos. (p. 368). Es decir, se presenta cada afirmación y se solicita al sujeto consultado que eligiendo uno de los cinco puntos de escala. A cada punto se le asigna un valor numérico. Es por ello, que el instrumento utilizado en el estudio contó con las siguientes alternativas de respuesta: Siempre, Casi Siempre, Algunas Veces, Rara Vez y nunca con la finalidad de obtener la información requerida para el estudio.

Validez y Confiabilidad

Según Hernández Fernández y Baptista (2006) la validez se refiere al: “grado en que un instrumento mide realmente la variable que se puede evaluar” (p. 63). Por su parte Sabino (2003) opinan que: “la validez se refiere al grado en que un instrumento refleja un dominio específico de contenido de lo que se mide. (p. 347).

En función a lo antes expuestos por los autores la validez permite establecer hasta donde el instrumento será representativo del dominio del contenido. Se seleccionaron tres (03) expertos, de acuerdo a criterios de conocimiento y experiencia profesional. Uno de ellos con estudios de Psicología, el segundo con estudios en metodología y tercero con estudios de Castellano y Literatura. Esto permitió conformar un equipo interdisciplinario para validar el instrumento desde tres disciplinas.

Procedimiento Para la Recolección y Análisis de la Información

Por estar el estudio enmarcado dentro del paradigma cuantitativo se utilizó el análisis estadístico que según Hernández y otros (2006), se definen como “un procesamiento para clasificar, calcular, analizar y resumir información numérica que se obtiene de manera sistemática”. (p. 112), es decir ordenamiento y desglose de datos en sus partes con el fin de obtener respuestas a las preguntas del investigador.

Considerando lo antes planteado se empleó el paquete estadístico (SPSS) que según Sabino (ob.cit): “son sistemas integrados de programas para computadora, diseñados para el análisis de datos. Cada paquete tiene su propio formato, instrucciones, procedimientos, y características”. (p. 425). Por consiguiente, este paquetes estadístico permitió analizar los datos recolectados y con estos resultados elaborar los respectivos cuadros y gráficos estadísticos en función de frecuencia y porcentajes para ser interpretados en forma descriptiva lo que genero las conclusiones, recomendaciones y la propuesta pertinente al estudio desarrollado en los docentes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista.

ANALISIS DE RESULTADOS

Para proceder a éste análisis, fue necesario organizar y jerarquizar toda la información la cual estuvo orientado y enmarcado en función de las siguientes dimensiones: Cooperación aprendizaje, planificación, estrategias y evaluación. La información recabada en los instrumentos fue tabulada en cuadros de frecuencia y porcentajes en función de las categorías de respuestas, considerándose como favorable las alternativas siempre, casi siempre y desfavorables las alternativas algunas veces, casi nunca y nunca. Para proceder luego al análisis descriptivo de los datos relacionados con las variables en estudio y los objetivos de la investigación. El instrumento aplicado a los docentes arrojó información valida que permitió formular las conclusiones inherentes a las opiniones de los encuestados sobre la problemática en estudio.

Ítem N° 1
Realiza actividades que permitan establecer la posición del estudiante con respecto al ambiente que lo rodea

Fuente: Ave, (2014)

De acuerdo a los resultados obtenidos en el ítem 1 el 32,43% encuestado manifiesta que algunas veces realiza actividades que permitan establecer la posición del estudiante con respecto al ambiente que lo rodea; mientras que 27,03% casi siempre, un 24,32% casi nunca y un 16,22 siempre. De acuerdo a lo anterior se puede determinar que medianamente los docentes desarrollan estrategias donde permiten al estudiante ubicarse dentro de un determinado contexto. Al respecto Cárdenas y Amaya (2010) manifiestan que para que exista motivación en el aula es necesario poner en juego un conjunto de estrategias concretas, hacer las clases atractivas, a través de actividades lúdicas, novedosas, sorprendentes, pero dependiendo del nivel educativo con respecto al ambiente que rodea a cada estudiante.

Ítem N° 2
Atiende a los estilos de pensamiento de los estudiantes al planificar sus actividades

Fuente: Ave, (2014)

Con respecto al ítem Nº 2, el 35,00% de la población objeto de estudio señala que algunas veces atiende a los estilos de pensamiento de los estudiantes al planificar sus actividades, también se puede decir que existe una correlación entre las opciones de respuestas casi siempre y casi nunca; que en un 24,00% sostiene se atiende a los estilos de aprendizaje al momento de desarrollar sus clases. Un 16,00% dice que lo hace. En función a lo anterior se puede evidenciar que medianamente las docentes del Colegio Eustorgio Colmenares Baptista, tienen en cuenta el pensamiento de los estudiantes para la planeación, generando esta situación clases monótonas, repetitivas y en ocasiones que tienden a no despertar el interés por parte del niño y la niña.

Ítem N° 3
Por medio de las actividades planificas en clase ha logrado determinar el estilo de pensamiento de sus estudiantes

Fuente: Ave, (2014)

El ítem Nº 3 señala que el 35,14% de los encuestadas manifiestan que algunas veces por medio de actividades planificadas en clase ha logrado determinar el estilo de pensamientos de sus estudiantes, el 32,43% señala que siempre, un 29,73% dice que casi siempre y un 2,70 % casi nunca de allí que. Se puede evidenciar que las alternativas de respuestas se muestran muy variadas dejando en evidencia que medianamente la población estudiada planifica actividades, a tal efecto se puede determinar según Morales (2010), que los estilos de aprendizaje juegan un papel preponderante al momento de desarrollar aprendizaje significativo en los escolares, entendiéndose estilo de aprendizaje como un proceso activo, de acuerdo a la forma que se responde al ambiente, a los estímulos sociales, emocionales y físicos, para entender la nueva información de tal manera que cada individuo la procesa de forma diferente; es importante resaltar que un individuo puede desarrollar más de un estilo de aprendizaje diferente, esto se puede dar con base a las habilidades, estrategias y al conjunto de patrones conductuales (disposición, preferencia y tendencia).

Ítem N° 4
Utiliza equipos audio-visuales para despertar la curiosidad de los estudiantes

Fuente: Ave, (2014)

Ahora bien, el ítem Nº 4 sostiene que un 35,14% manifiesta que algunas veces utiliza equipos audiovisuales para despertar la curiosidad de los estudiantes, un 29,73% casi siempre y un 24,32% siempre lo hacen, un 8,11% casi nunca y un 2,70% Nunca. En función a lo anterior se puede determinar que pocas veces los docentes sometidos al estudio utilizan los equipos audiovisuales, como un mecanismo para desarrollar actividades didácticas que promuevan un aprendizaje significativo en el niño y la niña.

CONCLUSIONES

De acuerdo con el análisis e interpretación de la información recolectada se llegó a las siguientes conclusiones:

Los docentes durante su proceso de enseñanza no están aplicando estrategias motivacionales en sus estudiantes, por no poseer los conocimientos necesarios sobre este tema. Sin duda esta situación perjudica los escolares al no recibir estimuló que los impulse hacia el logro de los objetivos planteados. Dentro de la planificación realizada por los docentes no se toma en cuenta la motivación intrínseca y extrínseca las cuales al ser incorporadas durante la enseñanza dan la posibilidad de construir aprendizajes significativos, así como también. Las estrategias de enseñanza aplicadas por los profesores se ubican dentro del paradigma conductista lo que significa que el estudiante es un simple receptor de información, razón por la cual el mismo no se siente motivado durante el proceso de enseñanza puesto que el docente no permite la interacción durante el acto pedagógico.

Se sugieren estrategias metodológicas motivacionales para lograr en los estudiantes aprendizajes significativos que le permitan construir conocimientos a partir de sus intereses para satisfacer sus requerimientos desde el punto de vista pedagógico. Por eso en necesario el cambio de paradigma por parte de los docentes para mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje afianzados en las debilidades y fortalezas de los estudiantes.

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