Galería
Recepción: 05 Julio 2018
Aprobación: 13 Septiembre 2018
VUELO SIN FRONTERAS
es un proyecto social, artístico, educativo y fotográfico, quenacióconlasinquietudes ante las vivencias que conforman las dinámicas que tienen vida en la frontera colombo-venezolana siendo el Puente Internacional Simón Bolívar donde convergen diferentes hechos que contribuyeron a esta inspiración, así como también otros acontecimientos diarios que generaron la necesidad de expresión. El resultado es una serie fotográfica con mirada tricolor iniciada desde marzo del año 2018; en mayo fue seleccionada en la Bienal del IV Premio Binacional de Fotografía “Simón Bolívar” 2018 siendo premiada el 24 de julio, expuesta en la Galería “El Punto” de Colón y para octubre del mismo año en el “Museo del Táchira” en San Cristóbal Venezuela.
VUELO SIN FRONTERAS surgió como respuesta ante hechos de índole político social que tuvieron lugar en la ciudad de San Cristóbal, vicisitudes que empezaron a germinar un 19 de marzo; las calles hoy guardan muchos secretos, de algunos fui testigo y calaron en mi ser. Trasladarme a Colombia, contribuyó también en el despertar de sensaciones y miradas a lo que allí acontece. La modelo de esta serie fotográfica es una mujer venezolana cercana también a estos hechos, Dioselin Soto fue el lienzo hecho cuerpo que permitió la creación de este aporte en el cual se aprecia la Venezuela que está llena de feminidad, fuerza, emprendimiento, resiliencia, destellante de color, se levanta una y otra vez y hasta su escudo presenta un nuevo rostro.
Esta serie nació mediante la creación manual de una mariposa en diversos materiales, bañada en fluidos corporales (sangre menstrual) la cual tiene un concepto ancestral, propiedades para el riego de plantas, también un significado espiritual de conexión pues simboliza la liberación del útero no fecundado, lo que no es cultivado y debe ser liberado. Esta mariposa fue llevada a mi rostro sobre el ojo izquierdo específicamente y surgió así un autorretrato que simboliza la necesaria trasformación y constante despertar de todo individuo que habita en un país; el paso por la crisálida no es fácil, pero si necesaria para el posterior vuelo.
Continuando la idea, esa foto fue una semilla, que al ser cultivada mediante la conexión entre emoción y realidad permitió el germinar de una serie fotográfica que en un lenguaje propio expresa contenido que estaba albergado en la memoria tanto de la artista (Diana Ferrer) como de su modelo (Dioselin Soto), y que a la vez se convirtieron en la voz de los que han callado. Las fotografías son consideradas por la Bienal del IV Premio Binacional de Fotografía “Simón Bolívar” 2018 como un aporte a la historia regional y nacional por su enfoque hacia la mujer, la herencia ancestral, los cambios y las dinámicas de la frontera.
Es importante reflexionar respecto a la frontera, acompañada mediante el empleo de límites, que permiten evidenciar diferentes vínculos y expresiones entrelazas por los humanos que allí hacen vida, por los que solo van de paso, los que están en uno u otro lado del puente y se invita entonces a ejecutar un VUELO SIN FRONTERAS, una mirada donde ambos tricolores se fusionen bajo nuevas ilusiones y recostrucciones que contribuyan al crecimiento individual y colectivo.
Esta serie da una contemplación al silencio, la construcción de las ideas, de los limites creados por el humano ante sus propias necesidades y a la vez invita a develar escenarios en los cuales todos pudieran ser tocados desde diferentes posturas, las necesidades primarias del ser, lo que transita por el cuerpo y como el cuerpo a su vez se desplaza sobre diferentes zonas de la frontera en busca de múltiples intereses o intenciones que dan forma a dinámicas de intercambio empleadas mediante el uso de todos los sentidos, mismos que se acompañan de anhelos, sueños y metas teñidas de grises y otras de color.
Esta propuesta se enlaza con el poema ¿QUEDARSE O ZARPAR? inspirado en mi madre a quien llamo mi bella dama, también va hacia la mujer en general, las madres, las abuelas, Venezuela desde lo femenino, la disyuntiva entre amar y no amar, en lo viable que resulta quedarse o por el contrario marcharse a nuevos horizontes. Guarda además intenciones geográficas que inquietan a cualquier lector como lo son: La Cordillera de los Andes, los volcanes, la luna, el fuego, entre otros aspectos. Invita a apreciar desde lo artístico las curvas que dan vida a los seres femeninos, y se apunta más allá de un cuerpo humano también al territorio nacional las tempestades, los mares que en el están.
Cerrando así con una invitación a la libertad, la alegría, la autonomía, el agradecimiento por cada prueba del camino, el albedrío y pensar, la trascendental decisión de quedarse o zarpar, en soledad o en compañía llenar el sendero de colores tras cada paso dejado al andar. Vuelo sin fronteras, apunta a seguir creciendo, darse a conocer y contribuir desde lo educativo, artístico y social para generar así acontecimientos positivos y de cambio.
SERIE: Madre-uela Venezuela, vuelo sin fronteras, 2018 (otras fotografías)
¿Quedarse o
Zarpar? Diana Ferrer, 2017
¿Sabes? estaba en letargo.
Pasaron muchas noches,
viví
infinitos amaneceres
todos
silentes, todos inciertos.
En ese mes de noviembre
tras un eclipse híbrido
me volví a inspirar;
el motivo fuiste tú.
¡Mujer, mujer!
A la cordillera de los Andes
A la miel de un panal.
Fuente: Me recuerdas a las olas del mar
Tienes una luz especial,
me encanta tu hablar, tu canto, tu caminar.
Fuente: Brillas como luciérnaga en plena oscuridad,
¡Eres tú mujer! Quien inspira a este mortal
Tus curvas me atraen como imán
Y ahora descubrí una magia
esencial
¡Se llama amor! decidió
despertar.
Eres fuego de un gran volcán
Impregnas de aroma donde quiera que pasa tu sexi andar
en esta línea te digo: ya no puedo más
¡Te amo mujer!, así sin más
Quiero saberte más allá de lo
efímero
¿Dime si te puedo explorar?
Deseo convertirme en marinero de ese mar
aun en tempestades o calmas te quiero amar
Confiésame si soy bienvenido o si me debo marchar,
girar la rosa de los vientos
y así naufragar.
Aunque te amo
No quiero zarpar en aguas turbias
que me puedan ahogar.
Llego la
noche de luna llena,
aquí con ella de testigo y lumbrera
decidle
a este mortal
sí
probara de tu miel y sal.
O si serás tormenta que lo desterrará
A conocer
nuevos mares
Llenos de luz y penumbra
Infinitos colores, realidades por
matizar.
¿Sabes? te amo desde la libertad
De elegirme o dejarme marchar
¡Rompe el silencio mujer!
Quiero saber si puedo quedarme
O si debo zarpar
Descubrir un
mundo juntos
O hacerlo de modo individual.