Artículos originales
Recepción: 16 Diciembre 2019
Aprobación: 24 Diciembre 2019
Publicación: 30 Diciembre 2019
Autor de correspondencia: mdjuanmorales@gmail.com
Resumen: Objetivo: Determinar la frecuencia de violencia y su relación con el nivel de autoestima en las gestantes. Materiales y métodos: Estudio descriptivo transversal. La población de estudio estuvo conformada por gestantes atendidas en el Centro de Salud del distrito de Mi Perú, en la Región Callao. Resultados: Participaron 210 gestantes con una media de 25,94 años (DE=5,94; Rango: 14 a 43), la mayoría entre los 20 y 30 años de edad. El 22,9% (n=48) fue víctima de violencia física alguna vez en la vida y un 2,9% (n=6) en el presente embarazo. La violencia psicológica ocurrida alguna vez en la vida se presentó en el 28,1% (n=59), mientras que en el presente embarazo se reportó en el 8,1% (n=17). Respecto a la agresión sexual, el 8,6% (n=18) reportaron la ocurrencia alguna vez en la vida y 0,5% (n=1) en el último embarazo. El 72,9% (n=153) presentaron autoestima elevada, el 25,7% (n=54) autoestima media y 1,4% (n=3) autoestima baja. No se encontró diferencias entre el nivel de autoestima y los antecedentes de violencia. Conclusiones: La violencia tanto física, psicológica y sexual es frecuente entre las mujeres y el embarazo no es un factor protector. La concurrencia de la violencia psicológica y física es frecuente, en ambos casos el victimario fue una expareja.
Palabras clave: violencia contra la mujer, violencia física, violencia Psicológica, Perú (Fuente: DeCS, BIREME).
Abstract: Objective: Determine the frequency of violence and its relationship with self-esteem level in pregnant women. Materials and methods: Cross-sectional descriptive study. The pregnant women treated at the Healthcare Center of the district of “Mi Peru”, in the Callao Region, constituted the study population. Results: In total, 210 pregnant women participated with a mean age of 25.94 years (SD = 5.94; Range: 14 to 43), the majority between 20 and 30 years of age, 22.9% (n = 48) were victims of physical violence at least once in their lives and 2.9% (n = 6) in the present pregnancy. Psychological violence at least once in their lives occurred in 28.1% (n = 59), while in the present pregnancy it was reported in 8.1% (n = 17). Regarding sexual assault, 8.6% (n = 18) reported the occurrence at least once in their lives and 0.5% (n = 1) in the last pregnancy. Of the sample, 72.9% (n = 153) presented high self-esteem, 25.7% (n = 54) medium self-esteem and 1.4% (n = 3) low self-esteem. No differences were found between self-esteem level and the history of violence. Conclusions: Physical, psychological and sexual violence is common among women, and pregnancy is not a protective factor. The concurrence of psychological and physical violence is frequent; in both cases the victimizer was an ex-partner.
Keywords: Violence against women, physical violence, psychological violence, Peru (Source: MeSH, NLM).
INTRODUCCIÓN
La violencia contra la mujer es un problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de la mujer; en todo el mundo alrededor del 35% de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia. La mayor parte de esta violencia pertenece a la violencia de pareja, que representa el 30%, lo que equivale a decir que un tercio de las mujeres que han estado en una relación han experimentado algún tipo de violencia física y/o sexual por parte de su pareja(1). En los países de la Unión Europea, el 8% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual en los últimos 12 meses(2). En el ámbito de los países de las Américas, en Brasil, Panamá y Uruguay la violencia física y/o sexual experimentada alguna vez oscila entre 14 a 17% , pudiendo llegar hasta el 60% en Bolivia(3). En el Perú, a nivel nacional el 63,2% de las mujeres fueron víctimas de violencia ejercida alguna vez por el esposo o compañero, entre las formas de violencia el 58,9% fue violencia psicológica y/o verbal, 30,7% violencia física y 6,8% violencia sexual(4).
La violencia contra la mujer ocasiona graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo; las consecuencias también afectan a sus hijos y genera un elevado costo social y económico para la mujer, su familia y la sociedad(1). Tanto la violencia física, psicológica y sexual ocurrida durante el embarazo se asocia positivamente con la mortalidad perinatal, mortalidad neonatal y complicaciones maternas(5)(6)(7).
A pesar de la gravedad de las lesiones físicas, estas se resuelven con mayor prontitud; sin embargo el daño a la autoestima persiste en las mujeres que han experimentado violencia en la pareja íntima(8). Arruinar la autoestima de una persona puede tener graves consecuencias para la salud mental y física, siendo una de las principales razones para el suicidio(9).
En el Perú, la violencia contra la mujer también es un problema; en los últimos años existe una tendencia creciente de los casos feminicidio y los intentos de feminicidios(10), los cuales constituyen las manifestaciones extremas de la violencia contra la mujer. La prevalencia de violencia en el embarazo varía de 2% a 57% en los países africanos y está asociado a la violencia con un historial de violencia y el abuso de alcohol(11)(12).
Mi Perú es el último distrito creado en la Región Callao, en el periodo 2017 y 2018 se obtuvo 690 y 580 gestantes atendidas respectivamente y dentro del proceso de atención prenatal en el Centro de Salud “Mi Perú” se ha percibido signos compatibles con al menos un tipo de violencia. El embarazo es una de las etapas de mayor cuidado en la mujer; sin embargo, su condición de gestante no brinda protección frente a la violencia. En este contexto, el presente estudio tuvo como objetivos determinar la frecuencia de violencia y su relación con el nivel de autoestima en las gestantes atendidas en un establecimiento de salud del primer nivel de atención del distrito de Mi Perú.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño
Estudio descriptivo transversal. Se realizó en el distrito de Mi Perú, perteneciente a la Región Callao, Perú.
Población y muestra
La población de estudio estuvo conformada por gestantes atendidas en el Centro de Salud Mi Perú ubicado en el distrito del mismo nombre.
La muestra se compuso de 210 gestantes captadas de mayo a diciembre del 2019, obtenido por muestreo no probabilístico por conveniencia. Los criterios de inclusión fueron gestantes de cualquier edad gestacional y paridad, de cualquier estado civil, que aceptaron participar voluntariamente y que cumplieron con responder adecuadamente el cuestionario.
Variable de estudio
Violencia contra la mujer: Definido como cualquier acto de violencia de género que resulte o pueda causar daños físicos, sexuales o psicológicos o sufrimiento a las mujeres, incluidas amenazas de tales actos, coerción o privación arbitraria de libertad, ocurrida ya sea en la vida pública o privada(13).
Autoestima: Definido como la actitud positiva o negativa hacia sí mismo(14).
Variable de comparación: Se consideró a las características sociodemográficas, tipo de familia y autoestima.
Instrumentos de medición
Como instrumento se empleó un cuestionario constituido por las siguientes secciones: datos sociodemográficos, tipología familiar, antecedentes de violencia contra la mujer y autoestima. Los datos sociodemográficos incluyeron la edad, estado civil, procedencia, grado de instrucción, ocupación, número de hijos y tipo de familia.
Para recoger los datos sobre violencia se tomó en cuenta la violencia física, psicológica y sexual ocurrida alguna vez en la vida y en el último embarazo; para esta sección se consideró la información sobre violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe(15).
Para la tipología familiar se tomó en cuenta la clasificación considerada en el Modelo de atención integral en salud basado en familia y comunidad del Ministerio de Salud(16). La medición de autoestima se realizó con la escala de autoestima de Rosenberg(17).
La escala se compone de 10 ítems, 5 expresados en declaraciones positivas y 5 en declaraciones negativas, calificados en una escala de Likert (1=totalmente en desacuerdo; 2=en desacuerdo; 3=de acuerdo y 4=totalmente de acuerdo). La calificación global oscila entre 10 y 40 puntos, del cual se establecen tres niveles de autoestima: Nivel bajo (10-25), nivel medio (26-29) y nivel alto (30-40)(14).
Procedimientos
La técnica que se empleó fue una encuesta directa a cargo de personal de salud capacitado. La aplicación del instrumento se realizó dentro del establecimiento de salud, antes, durante o posterior al uso de los servicios de salud en función de la disponibilidad de las gestantes. Cada encuesta tomó entre 5 a 8 minutos.
Análisis estadístico
Los datos recolectados se ingresaron a una matriz, luego de la revisión y categorización se agruparon en tablas de frecuencia. El procesamiento se realizó con el IBMS SPSS Statistics versión 23. Para establecer la asociación entre las variables se utilizó el estadístico Chi cuadrado, considerando los valores de p <0,05 como significativos.
Aspectos éticos
Se tuvo en cuenta el consentimiento informado de todas las participantes, asimismo, el proyecto fue evaluado y aprobado por el Comité de Ética de la Universidad de Ciencias y Humanidades (Acta CEI Nº 003-2019).
RESULTADOS
Participaron 214 gestantes, de las cuales una se excluyó por ser extranjera y tres por tener datos incompletos. La edad media de las 210 participantes fue 25,94 años (DE=5,94; Rango: 14 a 43), la mayoría entre los 20 y 30 años de edad, el 71% (n=149) eran convivientes, el 76,7% (n=161) procedentes de Lima y Callao, el 61,4% (n=129) con grado de instrucción secundaria, el 78,6% (n=165) de ocupación ama de casa, el 52,4% (n=110) con 1 a 2 hijos, el 57,1% (n=120) procedentes de familia nuclear (Tabla 1).
Respecto a la violencia contra la mujer, el 22,9% (n=48) fue víctima de violencia física alguna vez en la vida y un 2,9% (n=6) en el presente embarazo; los golpes, puñetes o bofetadas fueron los tipos de agresión que se presentaron con mayor frecuencia. La violencia psicológica ocurrida alguna vez en la vida se presentó en el 28,1% (n=59), mientras que en el presente embarazo se reportó en el 8,1% (n=17), los insultos, humillaciones y maldición fueron las agresiones más frecuentes. Respecto a la agresión sexual, el 8,6% (n=18) reportaron la ocurrencia alguna vez en la vida y 0,5% (n=1) en el último embarazo, las agresiones más frecuentes fueron las relaciones sexuales forzadas (Tabla 2).
En cuanto a las características de la violencia, en la física y psicológica el agresor fue principalmente expareja, 50 % (n=24) y 37% (n=22) respectivamente, mientras que, en la violencia sexual, los agresores fueron expareja y familiar de la víctima, con el 33,3% (n=6) en ambos casos. Los tres tipos de violencia ocurrieron principalmente en el hogar, con el agresor en estado ecuánime, la violencia física y psicológica se debieron a los celos. La mayoría de los casos de agresión física y psicológica no fueron denunciados ante la autoridad y tampoco tuvieron seguimiento; asimismo, menos de la mitad de las víctimas de violencia física, psicológica y sexual recibieron asistencia sanitaria (Tabla 3).
La violencia física alguna vez en la vida ocurrió en mayor proporción estando de conviviente, en las mujeres procedentes de Lima y/o Callao y en familias nucleares (p<0,05). La violencia psicológica ocurrió con más frecuencia en las mujeres convivientes, con grado de instrucción secundaria y pertenecientes a la familia nuclear (p<0,05). La violencia sexual se produjo en las mujeres amas de casa (p=0,027).
De las 48 participantes que padecieron agresión física, el 62,5% (n=30) también fueron víctimas de agresión psicológica; mientras que, de las 59 gestantes con antecedentes de agresión psicológica, el 49,2% (n=29) también fueron víctimas de agresión física.
Entre las gestantes participantes, el 72,9% (n=153) presentaron autoestima elevada, el 25,7% (n=54) autoestima media y 1,4% (n=3) autoestima baja. No se encontró diferencias significativas entre el nivel de autoestima y los antecedentes de violencia física y psicológica ocurridos alguna vez en la vida (p>0,05).
DISCUSIÓN
La violencia ocurrida alguna vez en la vida de las mujeres gestantes es un problema frecuente y aun en el último embarazo, principalmente la violencia psicológica, seguido por la violencia física y sexual. La concurrencia de la violencia psicológica y física es frecuente, en ambos casos el victimario fue expareja.
La ocurrencia de violencia durante el embarazo se asocia a los antecedentes de violencia. En Suecia, el 44,3% de las gestantes informaron experiencia de abuso durante toda la vida, independientemente del tipo, la gravedad o el perpetrador, y el factor de riesgo más importante para la violencia durante el embarazo fue el antecedente de violencia (p<0,001)(18). En Recife, Brasil, las experiencias de violencia cometidas por los padres u otros miembros de la familia resultan como fuertes factores de riesgo para la violencia en el embarazo, los antecedentes de violencia física en la infancia (OR=2,08; IC 95%: 1,43 a 3,02) y durante la adolescencia (OR=1,63; IC 95%: 1,07 a 2,47)(19). En el presente estudio, la ocurrencia de violencia física y psicológica durante el embarazo fue baja, lo que no significa que los perpetradores hayan modificado su conducta violenta durante el embarazo, sino el historial de violencia fue ocasionado por expareja y el actual embarazo es producto de una nueva pareja.
Un estudio en 48 países señala que entre el 10 y 70% de las mujeres informaron haber sido agredidas físicamente por un compañero durante su vida, en Estados Unidos corresponde al 25% de las mujeres; mientras que en las mujeres embarazadas varía entre 1% a 20%, de 12% a 25% de las mujeres en clínicas prenatales y del 6% a 17% de las mujeres en atención primaria o ambulatoria informaron violencia por una pareja en el último año(20).
La violencia de las mujeres ocurrió principalmente siendo convivientes, pertenecientes a familias nucleares, instrucción secundaria, amas de casa y procedentes de Lima y Callao. Las mujeres casadas y convivientes en el hogar son funcionalmente similares; sin embargo, llegar al estado de conviviente puede ser producto de una situación no planificada o forzada, que a su vez pueden ser por el embarazo no esperado, o encontrarse en condiciones de desventaja económica, educativa, de apoyo familiar o seducción por la pareja y en algún momento pueden aparecer los desencadenantes de la violencia que, si no son contralados, las alusiones de los hechos del pasado pueden agravar los actos de violencia.
Más de la cuarta parte de las mujeres gestantes tienen afectada su autoestima. Sin embargo, no se encontró asociación con el antecedente de violencia en las mujeres. Este hallazgo puede deberse a que los hechos de violencia estuvieron ligados a una expareja y la actual pareja puede tener un efecto positivo para recuperar el nivel de autoestima. A pesar de que la violencia contra las mujeres se asocia con varias dificultades psicológicas, bienestar emocional y bajo autoestima, las mujeres pueden recuperarse y vivir vidas plenas(21).
Limitaciones. Se consideró no solamente violencia perpetrada por sus parejas y/o expareja sino cualquier otra persona cercana. Como es un tema que toca las fibras más sensibles de la mujer, es posible que haya habido una inhibición en el reporte de violencia.
CONCLUSIÓN
La violencia tanto física, psicológica y sexual es frecuente entre las mujeres, y el embarazo no es un factor protector. La concurrencia de la violencia psicológica y física es frecuente, en ambos casos el victimario fue una expareja. Es importante enfatizar el tamizaje de violencia en las gestantes para llevar un embarazo saludable y terminar en un parto seguro.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICA
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Notas de autor
Autor para Correspondencia: 1
Información adicional
Fuente de financiamiento: Universidad
de Ciencias y Humanidades.
Conflicto de Interés: La versión
preliminar se presentó en el IV Congreso Internacional de
Investigación
en Ciencias y Humanidades-SHIRCON 2019.