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Cantares del subdesarrollo como arquetipos de la Canción Crónica: A propósito del último álbum de Rubén Blades
"Songs of the Underdevelopment" As Archetypes of the Chronic Song: About The Last Album By Rubén Blades
Canções do subdesenvolvimento como arquétipos da Canção Crônica: Rubén Blades interessando último álbum
CEDOTIC Revista de Ciencias de la Educación, Docencia, Investigación y Tecnologías de la Información
Universidad del Atlántico, Colombia
ISSN-e: 2539-1518
Periodicidad: Semestral
vol. 2, núm. 2, 2017
Recepción: 18 Octubre 2016
Aprobación: 25 Noviembre 2017
Resumen: Las canciones de Rubén Blades son, en su mayoría, crónicas cantadas, técnica narrativa que no se escapa a toda su producción desde Maestra vida, pasando por Siembra hasta llegar a este su último álbum Cantares del subdesarrollo. Se ha tomado cada uno de sus temas y hecho una relación minuciosa de cada tema con la comprensión o interpretación de cada canto del subdesarrollo y sus implicaciones socioculturales, como simbología semiótica que debe penetrar en el imaginario del ser latinoamericano para que construya su identidad. Representa la semilla para la construcción de una identidad necesaria para los países de América Latina. Cada canto nos siembra en nuestro contexto señalándonos la necesidad de transformar el contexto regional latinoamericano.
Palabras clave: Crónicas cantadas, técnica narrativa, países subdesarrollados, implicaciones socioculturales, simbolismo semiótico, imaginario de América Latina, identidad latinoamericana.
Abstract: The songs of Rubén Blades are, in their majority, chronicles sung, narrative technique that does not escape to all its production from Maestra Vida, happening through Siembra until arriving at this its last album Cantares del subdesarrollo. It has taken each of its themes and made a detailed relationship of each subject with the understanding or interpretation of each song of underdevelopment and its sociocultural implications, as a semiotic symbolism that must penetrate the imaginary Latin American being to build its identity. It represents the seed for the construction of a necessary identity for the countries of Latin America. Each song sows us in our context, pointing out the need to transform the Latin American regional context.
Keywords: Chronicles sung, narrative technique, underdevelopment countries, sociocultural implications, a semiotic symbolism, imaginary of Latin American, Latin American identity.
Resumo: As canções de Rubén Blades som, em mais, crónicas cantadas, técnica narrativa que não se escapa toda a produção de Maestra vida, passando por Siembra para chegar a este último álbum Cantares del subdesarrollo. Se ha tomado cada um de seus temas e fato uma relação minuciosa de cada tema com a compreensão da interpretação de cada canto do subdesarrollo e suas implicações socioculturalés, como simbologia semiótica que deve penetrar no imaginário do ser latino-americano para que construa sua identidade. Representar a semilha para a construção de uma identidade necessária para os países de América Latina. Cada canto nos cimbra em nosso contexto sinalizou a necessidade de transformar o contexto regional latino-americano.
Palavras-chave: Crônicas cantadas, técnica narrativa, países sub desenvolventes, implicações socioculturais, simbolismo semiótico, imaginário da América Latina, identidade latino-americana.
Introducción
Los aspectos que llevaron a desarrollar esta investigación son cada uno de los temas de cantares del subdesarrollo como una obra en la que hay una búsqueda de compromiso y rigor, para establecer un mutuo diálogo entre la idea y el lienzo en blanco. En ellos se destaca una fuerza que se imprime en cada relato con una paleta laboriosa que pinta ese gran mosaico que conforman los países latinoamericanos.
La unidad latinoamericana debe partir del concepto de diversidad cultural. La Declaración realizada en la “Conferencia Mundial Sobre Políticas Culturales y conocida como “Declaración de México” contiene una definición de cultura que ha alcanzado una aprobación generalizada en el mundo. Según la cual, “cultura es el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias” (1982: 1).
Otro concepto ampliamente reconocido es el de Mayor, F.:
La cultura es el conjunto de elementos simbólicos, estéticos y significativos que forman la urdimbre de nuestra vida y le confieren unidad de sentido y propósito, de la cuna a la tumba. La cultura modula la forma en que ejercemos el ocio, la dimensión y amplitud que damos a la vida, los horizontes que le fijamos y la forma en que superamos lo cotidiano e inmediato para buscar valores trascendentes (1994: 4).
La “Declaración de México” promulgó el derecho de los pueblos, naciones y comunidades a su identidad cultural: “Cada cultura, se dijo, representa un conjunto de valores únicos e irreemplazables, ya que las tradiciones y formas de expresión de cada pueblo constituyen su manera más lograda de estar presente en el mundo” (1982: 6).
Por lo anterior, surge la afirmación que la unidad latinoamericana debe partir del concepto de diversidad cultural ya que ésta contribuye a la construcción de una identidad cultural que a la vez coadyuva a la liberación de los pueblos latinoamericanos y lucha contra toda forma de dominación que deteriore o niegue esa identidad alcanzada.
La identidad de esos pueblos se enriquece al entrar en contacto con otras tradiciones y valores de otras culturas al contrario de lo que piensan los partidarios de la globalización, que creen que lleva a los pueblos al aislamiento y a la confrontación con los otros pueblos de culturas distintas. La identidad cultural y diversidad cultural son indisolubles. El pluralismo cultural está conformado por el reconocimiento de las múltiples identidades culturales en su coexistencia de respeto y tolerancia de las diversas tradiciones. Cada pueblo tiene su derecho legítimo a afirmar y preservar su identidad cultural y a exigir su debido respeto.
En América latina se ha irrespetado el derecho de los indígenas, negros, mestizos, campesinos, así como los del inmigrante, el extranjero y los humildes de los tugurios urbanos. Esto ha sido un gran obstáculo para la construcción de una verdadera democracia y de una cultura de paz. El dialogo intercultural se debe institucionalizar en cada pueblo. La integración latinoamericana, consiste en realizar el viejo sueño de Bolívar de la gran “Patria de Naciones”, con el objetivo de poder transformar cada sueño en realidad de manera que deje de ser una utopía o un simple recurso retorico de algunos autores. Los actuales tiempos señalan la necesidad de actuar colectivamente.
A este respecto, el pensamiento identitario y creativo de Blades busca raíces en la tierra en la que se nace y se nutre de la inspiración y la pasión, entre el sentimiento y la ejecución de la obra. Puede observarse ello en distintos cantos, que son crónicas o narraciones populares, en los que Blades utiliza un lenguaje humanista, sencillo, lleno de símbolos, sutilezas de un discurso emancipador y anticolonizante para la construcción de una identidad sub-continental.
En otras, lleva al escucha por las sendas del corazón, del sentimiento hecho obra, de forma que hace mirar hacia la interioridad para iniciar la búsqueda de la belleza que está impresa en la vida, como un reflejo de nuestras almas, ya que la belleza no está fuera sino dentro, y ella se encuentra en el que la contempla, descubriendo una comunicación de todos los símbolos de nuestra identidad latinoamericana.
Diez pistas del subdesarrollo en América Latina
Rubén Blades hace uso de esa canción crónica que le ha distinguido como en Pedro Navaja. Como lo afirmado en Soto Molina, J.:
Se debe considerar a esta forma de canción crónica no como la distribución sonora de un ritmo en forma masiva, sino como una forma de literatura popular originada por unas pretensiones intelectuales. Y orientada no solo a contar historias entretenidas, sino que a la vez, genere una formación de conciencia social. Se esmera en poseer un sentido común elaborado que le permita llegar así a todas las clases sociales, incluso a aquellas poco habituadas a la lectura, más bien al simple goce mundano. Es una forma de despertar la conciencia existencial y generar un pensamiento crítico en la masa popular al introducir expectativas inéditas en las vivencias diarias de quienes se reconocen en eso que escucha o baila gracias a la gran claridad narrativa y fuerza emotiva de quien lo canta (2016:204)
Su primer tema “las calles” es un disco que duele, porque transparenta verdad. Indica “Soy de aquí de los que sobrevivieron”, la vida del barrio, la que tanto nos ha servido a lo largo de nuestras vidas. Es la historia de los barrios de cualquier ciudad latinoamericana, donde tantos vivimos la infancia, los recuerdos para siempre. Es una crónica que mezcla el realismo y el sentimiento reflejado en todo el tema. En esta canción se narra los hechos de la invasión de los marines y la fuerza aérea norteamericana en solo una línea “le quitaron los colmillos, el collar y la leontina al MAN” (Manuel Antonio Noriega) en un juego de palabras, el nombre del general que desafío al imperio colaborándole a los carteles de droga mediante el tráfico de los estupefacientes hacia la gran nación del norte. Se vislumbran las calles, la esquina, de los barrios latinos, un homenaje a los hijos de muchas madres, “pero aquí solo hay hermanos”.
Pero su narración es la lucha de la vida contra la muerte, las cuales “bailan con la cerveza en la mano y los que han sobrevivido” a esa lucha de contrarios dentro de una aparente hermandad como en la selección de las especies estas reyertas sean presentado porque siempre estuvieron “enfrentando la adversidad, cogieron herida y golpe en cantidad y no se rindieron” y continuaron con su cotidianeidad “comiendo arroz blanco con porck and beans/ en plato hondo y ancho y con cuchara y bien frito el huevo/ curtiéndose el cuero en medio de la adversidad/”. Siempre buscando mirar esa luz que alumbra el Camino a los que buscamos ese horizonte, y no nos permitimos que esa preciosa estrella en la punta del iceberg se perdiera en nuestro largo caminar.
En su álbum “Cantares del subdesarrollo” continúa cantando Rubén Blades nuestras miserias y oponiéndose a revoluciones que tratan de cambiar estas miserables realidades que gusta de cantar para que despertemos. Fruto de ello es Buscando a América perdida por 500 años en medio de dos mares y bajo el infinito azul de nuestros cielos. Busca dejar de pensar lo comercial, el facilismo y el consumismo.
En su segundo tema “País Portátil que es una canción basada en el libro homónimo de Adriano González León. Esta novela, la primera de González León (Venezuela, Valera, 1931), Premio Novela Breve, 1968, nos presenta el mundo venezolano por la visión y actuación de Andrés Batazarte y sus antepasados. Los Barazarte, grandes terratenientes, han ido decayendo y perdiendo sus tierras en el transcurso de los años. Esta es la gran preocupación de Salvador, abuelo del protagonista, que se· justifica ante su padre y hermanos muertos, culpando de ello a otros miembros de la familia, de los cuales relata sus historias, remontándose hasta el fundador del linaje (en 1646), pasando por casi todos los parientes que lo componen. Es una historia ancestral de nuestras familias. La vivencia de nuestra Latinoamérica.
Blades toma el nombre de esta breve novela para ficcionalizar la realidad de nuestros pueblos latinoamericanos. La canción fue escrita describiendo al político que ningún país debe jamás elegir. Lugares sin memoria, “donde ya nada sorprende, / ni ver crimen indultado o a un charlatán presidente” que vende el país a las multinacionales extranjeras, que lo alquila o lo empeña, importándole poco la suerte de los ciudadanos que creyeron en él.
Se narra tristemente nuestra historia latinoamericana, de la que, a pesar del dolor y el sufrimiento, no hemos aprendido nada, pues seguimos eligiendo como borregos al matadero a los mismos políticos ineptos y corruptos de siempre. Vergüenza de gobernantes en América Latina que son unos corruptos profesionales. No han llegado al cargo y ya están elucubrando cómo se van a "rebuscar" en sus cargos. Países sin memoria “con héroes falsificados, ideales hipotecados / y total mediocridad”. América Latina representa un mosaico de pueblos víctimas de lo que las élites locales han hecho con nuestros países y nuestra región.
En su tercer tema entra la picaresca por su manera de narrar lo cotidiano y lo humorístico que nos mantiene viva la fe y la esperanza de un mañana mucho mejor. En “El tartamudo” la calle que lleva el nombre de un líder histórico es la Calle Carlos A. Mendoza, contigua al antiguo mercado público de la ciudad de Panamá, en el Casco Antiguo. Allí siguen las chicas esperando clientes, pues el mercado se fue, pero se quedaron las cantinas y las mujeres, ofreciendo su cuerpo como única mercancía para subsistir. Allí se pueden encontrar a Sara, Magdalena, Salomé, Diana, Galilea, Verónica, Rosalía, Adela, Sofía, Catalina, Samara, Elisa, Leonor, Nazareth, Alicia, Guadalupe, Susana, Belén, Amelia, Lucrecia, Elena, Miriam, Priscilla, Ana Belén, Abby, Isabel, Lucía, Aseneth, María, Lidia y Eva. Todas con nombres bíblicos, en una contradicción espiritual. Pero esta calle puede ser cualquiera en cualquier país latinoamericano.
Pero de pronto dentro de la crónica se aparece un tartamudo, como el borracho en “Pedro Navaja”, que pretende fiar un poco de sexo en el mercado del pecado a una prostituta que difícilmente le podía comprender; hasta que al final lo espanta con un alarido y una salpicada de saliva que le hace desaparece la erección que traía, y en el coro juega con la expresión “Tú te lo pi pi.., pierdes por ser tan hija de pu pu…” Paródicamente, Blades expresa que se merece una posición en el Consejo de la economía la prostituta de la crónica cantada, contrastado por lo inaudito de fiar sexo el tartamudo, que no lo encuentra ni en la tienda del barrio. Mientras que un borracho le grita a éste: “¡no lo tomes tan a pecho, / creo que tienes vocación, / ve y matricúlate a estudiar derecho!” Y al fondo de la canción se escucha (“¿Abogado? otro más! / Si este país lo que necesita son taxistas!”)
Al final se escucha el aullido de un perro al pasar un avión, que no guarda relación alguna con el texto de la canción; donde Rubén hablando dice: “El perro en el avión ese, / a lo mejor la azafata le da comida […] ese perro cuando oye el avión / le da nostalgia / quiere irse para otra casa / donde lo traten mejor que en la tuya”. Ya en una conversación personal, Blades cuenta que en una de sus giras por Rusia una señora le regaló un perro pastor ruso de la región sur de Rusia o los valles de los kurganes, cuando éste viajaba en primera clase.
Las azafatas se llamaban para tomarse fotos con el artista. Cuenta Blades que una de ellas se quejaba de lavar el estiércol y orín al perro regalado. Pero cuando la joven aeromoza supo que el pastor ruso pertenecía a Rubén no solo dejó de quejarse sino que le dio un trato mejor que cualquier humano, que podría envidiarlo. Pero no solo ella, sino el resto de las ayudantas y personal de servicio a bordo. Fueron tantas las atenciones al can que cada vez que este oye pasar un avión aúlla como añorando aquel vuelo.
Esta canción surge a partir de una historia que un amigo le cuenta a Rubén al pasar por un determinado lugar y este lo recrea en su canto.
De la vida cotidiana, la ontología y lo urbano
Rubén Blades canta al mundo de la vida. El mundo de la vida cotidiana es el escenario para que la diversidad cultural se desarrolle en un contexto histórico determinado y precisamente a través de las lenguas y culturas en contacto. Esta afirmación la confirma así Osorio:
…ámbito de la realidad en el cual el hombre participa continuamente en formas que son, al mismo tiempo, inevitables y pautadas. El mundo de la vida cotidiana es la región de la realidad en que el hombre puede intervenir y que puede modificar mientras opera en ella mediante su organismo animado (…) sólo dentro de este ámbito podemos ser comprendidos por nuestros semejantes, y sólo en él podemos actuar junto con ellos (1998, pág. 25).
De allí que, según este autor el conocimiento de la vida cotidiana es un saber no sistemático, poco ordenado. La intersubjetividad es la que diseña el campo de la cotidianidad y es el fundamento que posibilita la existencia del mundo de vida. El problema de la vida cotidiana se expresa en las relaciones de los actores sociales entre sí y en cómo comprenden y constituyen esa realidad social. El mundo de la vida es el extenso horizonte de sentido que abarca a todas las regiones o provincias finitas de sentido. La vida cotidiana es una región particular de sentido, donde la actitud natural está determinada cotidianamente por motivos pragmáticos. Por ello las canciones de Rubén Blades pueden contextualizarse en cualquier ciudad latinoamericana, por ser un canto a lo urbano.
En su cuarto tema, “El reto”, Rubén narra la historia de un tipo que en el Solar de los Aburridos una vez citó a un tal Carmelo Da Silva a pelear y el tipo nunca apareció. Como lo dice el coro: “Son las seis y no estás aquí”. Siempre en los barrios latinos existen personas como estas, dos o tres, que encarnan al bravucón, pero que al ser retados por el ofendido no dan la cara y desaparecen o terminan llamando la policía. Esta situación en un barrio popular de cualquier ciudad o pueblo latinoamericano no se perdona y al ofensor le corresponde desaparecer de escena, porque se le considera un cobarde. Así lo señala la canción más adelante: “Tu palabra caca e' perro / tu palabra, tu reputación un trapo […] Que tú tú que yo / que tú que yo y yo, te volviste un Gasparín […] cuando sintió el olor a hombre / no enseñó ni su perfil” … y culmina con una sentencia: “Fantasma te llaman! muñequita de marfil”. Así termina el cobarde con un remoquete como castigo a su cobardía en cualquier barrio latino.
De este modo, puede afirmarse que las narraciones de Rubén Blades se constituyen en una narración al mundo de la vida. Sobre ello, Habermas considera: “[…] el mundo de la vida como parte del mundo objetivo goza en cierta forma del primado ontológico” con respecto a la conciencia actual que posee cada uno de los participantes, dado que los procesos vitales presentes performativamente – es decir vivencias, relaciones interpersonales, convicciones – presuponen un cuerpo orgánico, prácticas compartidas intersubjetivamente y tradiciones en las cuales ya desde siempre se encuentran los sujetos que vivencian, actúan y hablan (Habermas, 2013, pág. 213).
Este principio ontológico del mundo de la vida, articulado a procesos de conocimiento en las ciencias de la naturaleza y en las ciencias sociales y humanas, se convierte en preocupación necesaria de nuestro actuar en el mundo y en la sociedad civil. La intencionalidad de la conciencia en este actuar es de responsabilidad de los participantes en el reino universal de los fines. Los cuales se disponen en un mundo de la vida, articulado comunicativamente y pensado como reino universal de los fines como la ética dialógica, como la política deliberativa, la democracia participativa y el derecho constituido democráticamente. Para ello es importante poder señalar, desde la teoría de la acción comunicativa, la actualidad de la moral kantiana en un mundo de la vida cada vez más colonizado por el sentido estratégico del actuar instrumental orientado por el mercado en la así llamada sociedad del conocimiento.
En este sentido, la ontología hace referencia a la comprensión genérica, la interpretación de lo que significa ser humano. Cuando se dice que algo es ontológico, se hace referencia a la interpretación de las dimensiones constituyentes que todos compartimos como seres humanos y que nos confieren una particular forma de ser. Por ello esta teoría se interrelaciona como fundamento de nuestro estudio a estas canciones y la cobardía hace parte de esa moralidad Kantiana y que dentro de la ética dialógica genera una serie de reacciones en las deliberaciones de los sujetos en su interacción comunicativa.
Esa naturaleza humana del lenguaje y el mundo de la vida deben interaccionarse en el centro de la propuesta de Rubén Blades para producir un fenómeno cultural de identidad y liberador de los propósitos colonialistas o de ser colonizados a través delos “Cantares del subdesarrollo”. Es a través de la vida misma como se logra zafarnos de nuestras ataduras y lograr la emancipación.
En su quinto tema, “Olaya”, Rubén señala que es el nombre de una joven vasca de San Sebastián, que trabajo como parte de la producción en una de sus giras Europeas. Luego del último concierto, en San Sebastián, le preguntó su nombre al despedirse y respondió, "me llamo Olaya". Esta canción tenía por título original, Soraya. Pero el nombre Olaya, que le sonó más cubano que vasco, le pareció más adecuado y exótico a Rubén. Le dijo que le dedicaría un disco y ella le respondió con una sonrisa incrédula, que le significaba a él que no la recordaría. Olaya, una joven trasladada del Golfo de Vizcaya, en la región del País vasco al norte de España a América Latina convertida en canción, es una diosa genuina del imaginario de Rubén extasiado en el realismo mágico del Caribe. Rubén narra la canción como un gran sueño en donde resalta toda su belleza, “más linda que un atardecer/ sus ojos, dos cielos profundos/. Su boca, colmena de miel/”. Olaya aparece como una deidad yoruba y madre de todo y de todos, Yemayá y cuando habla de las profundidades se refiere a Olokun,
El coro principal de esta canción es uno de los mejores que Rubén Blades ha creado, inspirado en Fellove quien fue el autor del excelente tema “El Jamaiquino” Olaya es una canción poseedora de giros cromáticos completamente innovadores en una mezcla de sonidos jamaiquinos y curazaleños. Con un estilo único, combinaba elementos de "feeling" con los modos tradicionales de la música popular cubana y desafía la tradicional forma de cantar.
Rubén se refiere a un amor que nunca podrá tener, sueña con ella, pero suena el despertador y vuelve a la realidad. “Pero sonó el despertador y me interrumpe la visita con Olaya”.
El sexto tema de este álbum, “Segunda mitad del noveno” es un homenaje a Buck Canel, un argentino-estadounidense, hijo de un diplomático de la embajada Argentina en Estados Unidos. Canel había nacido en 1906, un 4 de marzo, y murió en 1980. Su sentido comunicacional y su gracia provenía de su madre, quien había sido una importante periodista cubana. Buck Canel fue convertido en leyenda de la narración del béisbol. Tenía una voz portentosa y gran dicción, pero su jocosidad y talento para improvisar lo catapultaron a la fama continental y mundial. Lo convirtieron en el narrador de béisbol en los Estados Unidos de habla hispana más famoso del mundo. Sin dudas fue el mejor y así lo reconocen sus colegas. Las frases más famosas de Buck Canel a la hora de relatar los juegos de Grandes Ligas son: “Le tira y abanica”, “El inning de la suerte, el Lucky Seven”, “ Se fue la entrada a paso de conga 1-2-3”, “ Una línea silbante por la raya del jardín izquierdo que, por una pestaña pica en terreno bueno”, “No se vayan que esto se pone bueno”, “ El béisbol es un deporte de pulgadas”, “No yo no soy fanático de ningún equipo.
A mí me gusta el béisbol”.
Otras frases inventivas más del propio Blades en “Segunda mitad del noveno”: “América es la hora de ganar o morir en el intento”, “Aquí se decide el juego y no podemos perder”, frase referida para un equipo que juega de local. Rubén Blades usa una serie de expresiones propias del béisbol y la palabra musiú que es usada en el Caribe para designar a una persona que es extranjera, especialmente el que es rubio. Así le decían al gran Buck.
Blades expresa, además, su nostalgia por los tiempos idos en la expresión: “todos los héroes se han ido con nuestra juventud”. Rubén, con su pensamiento crítico, coloca en cada base a un corredor que simboliza lo que sentimos los latinoamericanos, en una entrada de decisiones como el béisbol mismo: “Segunda mitad del noveno, Miedo en primera, Hambre en segunda, Rabia en tercera”. Quizás con este tema, “Segunda del noveno”, quiere significar que estamos en un momento decisorio que no debemos dejar pasar para establecer nuestra unidad y construir nuestra identidad de latinoamericanos.
Rubén Blades y el humor
Su séptimo tema, “Bendición”, este es un son cubano que empieza muy gracioso, donde aparece una imagen de un perro que quiere morder a Rubén, y él le dice: “Saca ese perro, dale comida loco!”, y luego continúa: “Virgen dame ache y protégeme […] Dános tu bendición, bendícenos / Madre querida mándala, / mándala pa' que no duela la vida! / fuerza, fe y claridad cuando enfrente al enemigo […] salve fuerza poderosa”.
En esta canción se da un hecho cultural extendido en ese gran mosaico de pueblos, en los cuales los hijos les piden la bendición a sus padres, padrinos y familiares mayores. Es una Invocación de la protección de Dios, Cristo o la Virgen María y su espíritu santificador sobre una persona, generalmente recitando unas palabras rituales (Dios te bendiga hijo/a o la Virgen te bendiga hijo/a y/, haciendo la señal de la cruz), como una acción humana que refleja las creencias y tradiciones cristianas de nuestros pueblos. El perro en todo hogar es también parte de esa cotidianidad y casi un miembro más en las familias de nuestra América Latina.
Las acciones humanas tejen ese sentido de significaciones en sus intersubjetividades. Consecuentemente, el conocimiento del sentido común es una construcción social intersubjetiva y socializada por los sujetos de una comunidad dada; no es particular ni aislado. La experiencia personal solo origina una pequeña proporción de este tipo de conocimiento. En su mayoría se construye en la interacción social que pertenece a una tradición o herencia identitario que le permiten al individuo crear su ambiente, a dar sentido a su contexto y enseñan a su descendencia a cómo hacerlo a través del lenguaje (Goodman, 1982).
Por esta razón el conocimiento que proviene del sentido común se le considere intersubjetivo y no de carácter subjetivo. A través del lenguaje cotidiano socialmente los sujetos al interactuar transmiten a las nuevas generaciones su significado del entorno social.
Es escaso el conocimiento experiencial que configura al sentido común. A partir de allí surgen las narraciones o crónicas cantadas de Rubén Blades.
Según Schutz, (Schütz A., 1972) el “alter ego” le otorga al ser un sentido práctico de identidad con quien comparte esa noción de “mundo del yo” donde ha convivido con otros seres en el pasado y en la contemporaneidad y las futuras generaciones que compartan con él. Es lo que permite la identificación como ser trascendental y reconocer al otro como igual.
Esto indica que el “otro” comparte conmigo una forma de pensar y de actuar en una espacialidad y temporalidad que nos marcan cada una de nuestras experiencias vividas.
Su octavo tema “Moriré” de esta su última producción. Es una reflexión ante la vida y la muerte, en esa antítesis que nos debatimos los humanos. Comienza con la expresión: “Mi alma es un libro abierto léelo muchacha”. Cuando uno ha vivido una vida sin tachas, la vida se muestra como un libro abierto que en sus páginas encierran el gran argumento de haber vivido con sentimientos y acciones limpias. Seres que lucharon contra el sufrimiento y lo vencieron, que es mejor conocer o leer ese libro de vida que llevamos todos para no ser juzgados y condenados por las apariencias, sin pretensiones de poseer una absoluta inocencia.
En los versos siguientes se observa lo anteriormente dicho: “Acepto que quizás puedas condenarme /Pues no soy dueño de una intacta inocencia”. Pero que si esa vida llena de buenos sentimientos y acciones alguien decide apoyarla nunca tendrá ausencias de ese ser humano hecho a prueba de fuego. Es la subjetividad que existe en la formación colectiva de la voluntad del ser. La cual, solamente a través de ella si logra romper las cadenas de una universalidad falsa simplemente pretendida, trasciende los límites de la formación individual de ella misma, al superar lo monológico del pensar y el actuar. Esto hace que se produzca una aproximación o un encontrarse a un “nosotros mismos” que modifica totalmente el rol en el que otro sujeto nos sale al encuentro. (Montiel, 2011). Por esta razón es que Habermas reclama que la razón práctica es una razón intersubjetiva, que además se torna en tres discursos prácticos: pragmáticos, éticos y morales. En cada uno de ellos la razón y la voluntad funciona de manera diferente. Blades plantea, de alguna forma, esa relación con el otro.
Invocar la lectura del alma como un “libro abierto” conlleva relación, intersubjetividad.
La identificación reciproca del “yo” en el “otro”, se proyecta sobre mis acciones y pensamientos en torno a los objetos del mundo compartido y sobre mí mismo en mis experiencias pasadas; en lo compartido contemporáneamente y en la proyección hacia nuestras vidas futuras, asimismo, de proyectarme en sus sueños y utopías. Puede observarse ello en el siguiente verso: “Ven descubre quién soy antes de juzgarme”. Así, cuando la alteridad es concebida como alteración y observada como enajenación, no se logra establecer las diferencias y mucho menos respetarlas, de esa diferencia surge la xenofobia y victimación. Como un frenético mecanismo de mímesis se propende al deseo mimético que es el deseo mismo el querer del otro. Formas contra las que luchan los estudios interculturales (Todorov, 1991). Y con ello, el cierre, el sacrificio, el culmen de toda prueba: morir: “Mas si tu corazón decide apoyarme / Te prometo un amor donde no habrá ausencia. // Moriré”. Intercambiar el ser, hacerse y ser el otro hasta la muerte conlleva no solo una acción de religamiento sino de ser el otro.
“Símbolo” y la necesidad de reafirmar la identidad
Su noveno tema símbolo que identifica la tierra en sentido general a toda América Latina, y en forma particular a Panamá. La cultura es un medio por el que percibimos y valoramos las relaciones humanas y en gran medida están llenas de signos y símbolos a los que dotamos de sentido y a través de ellos nos comunicamos.
Lo anterior, da cuenta acerca de que nuestros ancestros han dejado una cultura única, símbolos llenos de tradiciones y costumbres, observando hondas huellas en los pasos de nuestra historia a través de una diversidad cultural que define y constituye el perfil de la realidad que vamos modelando y percibiendo, al ser islas que definen una identidad abierta al mundo, las cuales debemos conservar y transmitir. Según lo expresado en este tema, cada nación latinoamericana mantiene un símbolo identitario (como el canal de Panamá, para esa nación centroamericana), y este lleva hasta la muerte: Expresa la canción: “Símbolo, que identifica la tierra /Lo que comenzó mi vida y que al partir me cubrirá”. La identidad no es solo tierra sino alma, corazón y vida.
El subcontinente latinoamericano ha sido denominado de diversas maneras en la diacronía de su historia, las cuales se han constituido en respuestas de las potencias imperiales, interesadas más en saquear sus riquezas y conquistar sus tierras que en desarrollar un proyecto sociocultural en la región. A principio del siglo XVI se le llamó “Las indias”, a partir de la utopía de Colón de llegar al Asia de Marco Polo, (Phelan, 1960). Luego se le llamó, a finales del mismo siglo, el Nuevo mundo, según el historiador franciscano Gerónimo de Mendieta, concepto que tiene inferencias lógicas a partir de su significación. Para este historiador y algunos misioneros de la época, América era indudablemente “un mundo nuevo” en el cual el expansionismo podía realizarse a satisfacción a través de la cristiandad de los españoles debido a la sencillez e inocencia de los indígenas que habitaban el suelo americano.
El término América no aparece sino hasta finales del siglo XVII. El sello semiótico del nuevo vocablo fue un reto para la monarquía española interesada en saquear las grandes riquezas del “Nuevo Mundo”. El vocablo surge en honor a Américo Vespucio quien fue un navegante italiano que trabajó al servicio del reino de Portugal y de la Corona de Castilla. Se le consideró el primer europeo en comprender que las tierras descubiertas por Cristóbal Colón conformaban un nuevo continente; por esta razón el cartógrafo Martín Waldseemüller en su mapa de 1507 utilizó el nombre de "América" en su honor como designación para el Nuevo Mundo.
En relación con la aparición de la enunciación “América latina” cabe destacar que fue concebida en Francia en la década de 1860, como consecuencia de un proyecto colonizante de Francia en suelo hispanoamericano en el nuevo mundo. Luego el vocablo ingreso a la lengua inglesa, debido a que Inglaterra también tenía aspiraciones coloniales en el nuevo continente, a partir de esta expresión Latin América, surge la latinación del concepto “Latinoamérica”.
Posteriormente la denominación América es raptada por los Estados Unidos de América que heredó el expansionismo deliberado de los británicos. Sostiene Uslar Pietri, Arturo:
Para franceses e ingleses del siglo XVIII, Benjamín Franklin era el americano y en cambio un hombre como Francisco de Miranda, que podría encarnar con mejores títulos la realidad del nuevo mundo, era un criollo, un habitante de la Tierra Firme, o un exótico indiano (1996:96)
A pesar de que tenía un mayor derecho los estados de habla española se les arrebató la palabra que les designaba. Mientras que la aparición de la expresión “Hispanoamérica” tuvo su origen en las añoranzas del imperio español en sus últimas etapas a finales del siglo XIX.
Posteriormente en la época del Franquismo a mediados del siglo XX aparece el concepto de “hispanidad” promovido por los grandes intelectuales de la España franquista.
El concepto que por su valor de uso merece una mayor atención es el de América Latina, cuyo origen está sustentado en la política expansionista de Francia por los intelectuales del Segundo Imperio de Napoleón III, con lo cual justificaban las intenciones de los Galos de desear la usurpación de las tierras y tesoros representados no solo en las materias primas sino en el mercadeo de una región “latina” que con cuyo título hacia más propicio para Francia y no a las potencias anglosajonas que también poseían intereses colonialistas sobre estas tierras.
A los pueblos latinoamericanos les corresponde crear el contenido significativo del término que propicie un sentido de significación de la identidad latinoamericana. Pero no con el propósito de sus creadores que consistió en acentuar el sometimiento y sumisión que le ha definido como una región colonizada por el primer mundo, sino como expresión emancipatoria que deje sin efecto alguno la situación colonial anterior, e incluso la actual de nuestros pueblos que permita defender la unidad de los pueblos latinoamericanos.
Esta misión debe estar inspirada sobre todo por el sueño de Bolívar quien concebía el ideal de americanidad antepuesta a los particularismos nacionalistas. Representa despertar la conciencia más profunda de unidad e integración del gran libertador desarrollada en la época de la independencia de España. El libertador encarna perfectamente esa conciencia por su singular gesta liberadora y la lucha de la acción colonizante de otros próceres como Santander, que dieron al traste malogrando su añorado sueño de establecer una liga o Confederación de estados americanos.
Bolívar entendió que su misión no era solo liberar a Venezuela o a la antigua Nueva Granada sino a toda Latinoamérica unida e hizo esfuerzos ingentes de integración con los otros libertadores, consecuentemente dijo: “Para nosotros la Patria es América”. Añadiendo más adelante “Formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”. (1891:1-9) Infortunadamente, predomino el separatismo inspirado por las clases criollas emergentes obsesionadas en mantener los privilegios que poseían en los contextos locales. La canción de Rubén Blades es una respuesta positiva, propositiva, a ello.
No obstante los países latinoamericanos han ensayado en vano de una manera desarticulada de los demás lo que cada cual considera su propia vida independiente. Para dejar de ser un mito o ficción o reafirmar lo dicho por Sarmiento que Centroamérica se hizo una República de cada aldea o incluso como lo describe Benítez Rojo, Antonio (1986) en La isla que se repite, en la cual muestra el Caribe, como una de las culturas más complejas y elusivas de la posmodernidad.
A pesar de las diferencias de los pueblos americanos es más lo que les une que lo que les separa. No cabe duda que es una entidad a la cual hay que buscarle las posibilidades que implica su integración en su unidad esencial. La nación latinoamericana Tünnermann Bernheim, Carlos señala: “subyacente en la raíz de nuestros Estados Modernos, persiste como fuerza vital y realidad profunda” (2012:35). A partir de la anterior cita se puede develar los verdaderos problemas a largo plazo de los países latinoamericanos se parecen más entre sí que a aquellos problemas de cualquier otra región del mundo. Todos sus dilemas entre todos los países latinoamericanos deben de ser así mismo similares. Cada uno de ellos debe compartir más elementos comunes que países de otras regiones del mundo.
El economista y filósofo escoses Adam Smith, considerado el padre de la economía moderna se refirió a las ventajas absolutas hace poco más de dos siglos; según Benegas Lynch, Alberto (1990). Lo que hace pocos años Porter, Michael (2008) transformó en las ventajas compartidas. Por consiguiente es necesario pensar a América Latina como la región que cuente con más ventajas compartidas del mundo. Su singularidad hace que su cultura, historia, geografía y lenguas la colocan en una condición privilegiada que brinda ventajas absolutas que no ha sido aprovechada por sus gobiernos ni para resolver sus problemas más comunes. Los países latinoamericanos deben pasar de ser primos desconocidos a hermanos inseparables en los próximos años.
El reto de asumir a Latinoamérica en su más amplia dimensión es una tarea inaplazable que debe comenzar indagando por qué Latinoamérica se quedó rezagada y, más importante, la parte positiva, sobre qué se debe hacer para salir del letargo. A partir de lo anterior, consecuentemente, se plantea el siguiente interrogante ¿Podrá Latinoamérica por fin despegar económica, social y políticamente? Para terminar con la incertidumbre sobre ella. Símbolo es un trabajo para repensar la tan anhelada integración latinoamericana. Presenta este tema el dilema de Latinoamérica en el Siglo XXI en lograr la integración regional o mantenerse en la marginalidad internacional.
Cuando la solución a este proceso dilemático es cada vez más un desafío al sentido común, surge un grito casi desesperado y una necesidad imperiosa. Significa cambiar el paradigma en el sentido de que Latinoamérica ha sido y siempre será un espectador en el quehacer mundial. Significa pasar de ser meros consumidores y exportadores de materias primas para exportar productos elaborados. A pesar de la percepción generalizada de que Asia representa el futuro, Latinoamérica puede llegar aún más lejos si se logran fomentar los elementos básicos para el cambio.
En su último tema “El himno de los olvidados” solo dura un minuto 21segundos; pero quizás el más significativo.
Este es himno de los olvidados. Es el reclamo por lo que no existe. Es la protesta de los desesperados, Las ilusiones nuestras se han perdido. Con la maldad de los que han gobernado. Con su violencia nos han sometido. Con la violencia serán castigados. Lucharemos hasta ser librados.
Es un breve canto representa un himno de esperanza para toda América Latina unida por mañana de esperanza y de libertad. Al final el padre llama la atención a Ramiro, el mismo hijo de Rubén. "…qué haces cantando canciones comunistas." Es la parte humorística del tema. Una radiografía de nuestra realidad latinoamericana en que solo es un sueño de jóvenes y que debe avanzar hasta la adultez y más allá de ella.
A manera de conclusión, podemos decir que Rubén Blades siempre ha sido la voz de América Latina. Siempre nos ha cantado nuestras alegrías, nuestras tristezas, nuestras miserias, nuestros dolores. Ha sido siempre el espejo para ver el rostro de la falsa realidad. Maestra vida que nos has dado Rubén para que en su siembra seamos esos hermanos que buscando América se alejen del plástico, de la hipocresía...Saravá Rubén Blades, eres el juglar de esta parte del mundo, saravá con tus temas que no nos evaden de la realidad sino que nos profundizas en ella para salir de ese gran hoyo en que nos han sepultado por más de 500 años de colonización implacable. Así desataremos las cadenas o el nudo del imperialismo y la colonización.
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