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RESILIENCIA URBANA Y COVID19 El caso de Loja -Ecuador
Andrea Ordóñez León
Andrea Ordóñez León
RESILIENCIA URBANA Y COVID19 El caso de Loja -Ecuador
Urban resilience and COVID19. The case of Loja - Ecuador
Resiliência urbana e COVID19. O caso de Loja - Equador
CienciAmérica: Revista de Divulgación Científica de la Universidad Tecnológica Indoamérica, vol. 10, núm. 2, 2021
Universidad Tecnológica Indoamérica
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Resumen: INTRODUCCIÓN. La emergencia sanitaria provocada por la COVID19 ha puesto en crisis el modelo de la ciudad, la vivienda y las prácticas habitacionales, manifestando situaciones que evidencian nuevos requerimientos espaciales, una reestructuración de los sistemas y espacios públicos y privados y nuevas formas de ocuparlos. OBJETIVO. La presente investigación indaga sobre los cambios en la ocupación del espacio público y la adaptación de los sistemas urbanos en el contexto de la pandemia. MÉTODO. Con grupos focales se identificaron estas nuevas prácticas a través de cartografías de recorridos en la ciudad, que se contrastaron y verificaron con los cambios en la estructura de abastecimiento de la ciudad y mediante una encuesta aplicada a una muestra de la población de la ciudad de Loja. RESULTADOS. Los resultados obtenidos indican que la población ha cambiado su comportamiento y modos de interactuar en la ciudad y que a la vez la ciudad se ha adaptado funcionalmente en respuesta al escenario COVID19. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES. Se evidencia que esta respuesta replantea la lógica de la ciudad centralizada a una de ciudad distribuida, en donde los servicios de proximidad son una solución resiliente producida por cambios en las dinámicas económicas y sociales.

Palabras clave: COVID19, resiliencia, ciudad intermedia, sistemas urbanos, espacio público.

Abstract: INTRODUCTION. The health emergency caused by the COVID19 has put the model of the city, housing and housing practices in crisis, manifesting situations that show new spatial requirements, a restructuring of public and private systems and spaces, and new ways of occupying them. OBJECTIVE. The present research investigates the changes in the occupation of public space and the adaptation of urban systems in the context of the pandemic. METHOD. Focus groups were used to identify these new practices through the mapping of routes in the city, which were contrasted and verified with the changes in the supply structure of the city and through a survey applied to a sample of the population of the city of Loja. RESULTS. The results obtained indicate that the population has changed its behavior and ways of interacting in the city and that at the same time the city has functionally adapted in response to the COVID19 scenario. DISCUSSION AND CONCLUSIONS. It is evident that this response rethinks the logic of the centralized city to one of a distributed city, where proximity services are a resilient solution produced by changes in economic and social dynamics.

Keywords: COVID 19, resilience, intermediate city, urban systems, public space.

Resumo: INTRODUÇÃO. A emergência sanitária provocada pela COVID19 colocou em crise o modelo da cidade, a habitação e as práticas habitacionais, manifestando situações que revelam novas exigências espaciais, uma reestruturação dos espaços públicos e privados e novas formas de os ocupar. OBJECTIVO. Esta pesquisa investiga as mudanças na ocupação do espaço público e a adaptação dos sistemas urbanos no contexto da pandemia. MÉTODO. Com os grupos focais, essas novas práticas foram identificadas por meio de cartografias de itinerários na cidade, as quais foram contrastadas e verificadas com mudanças na estrutura de abastecimento da cidade e por meio de um inquérito aplicado a uma amostra da população da cidade de Loja. RESULTADOS. Os resultados obtidos indicam que a população mudou seu comportamento e formas de interagir na cidade e que, ao mesmo tempo, a cidade se adaptou funcionalmente em resposta ao cenário do COVID19. DISCUSSÃO E CONCLUSÕES. É evidente que esta resposta repensa a lógica da cidade centralizada para a lógica de uma cidade distribuída, onde os serviços de proximidade são uma solução resiliente produzida pelas mudanças nas dinâmicas económicas e sociais.

Palavras-chave: COVID19, resiliência, cidade intermediária, sistemas urbanos, espaço público.

Carátula del artículo

Artículos Científicos

RESILIENCIA URBANA Y COVID19 El caso de Loja -Ecuador

Urban resilience and COVID19. The case of Loja - Ecuador

Resiliência urbana e COVID19. O caso de Loja - Equador

Andrea Ordóñez León
Universidad Internacional del Ecuador, Ecuador
CienciAmérica: Revista de Divulgación Científica de la Universidad Tecnológica Indoamérica
Universidad Tecnológica Indoamérica, Ecuador
ISSN: 1390-9592
ISSN-e: 1390-681X
Periodicidad: Semestral
vol. 10, núm. 2, 2021

Recepción: 20 Mayo 2021

Aprobación: 21 Julio 2021


INTRODUCCIÓN

El brote global de Covid-19 trajo innumerables cambios para la humanidad y son las áreas urbanas las que han enfrentado mayores desafíos en cuanto a su organización. En Ecuador el 66,1% de la población es urbana [1], y existen al menos 21 ciudades de tamaño intermedio [2], en este contexto es imperativo comprender cuales son las implicaciones y trasformaciones urbanas de una emergencia que compromete la salud de la población en función de las aglomeraciones.

Las consecuencias de la pandemia se han reflejado en distintos ámbitos, pero es indiscutible que son manifiestas en el uso del espacio urbano, más allá de las imágenes de las ciudades vacías durante los confinamientos, estas continuaron y siguen funcionando, a otras velocidades y con nuevos mecanismos [3].

Si bien se pueden observar algunos patrones comunes, la evidencia existente indica que los impactos y los mecanismos de respuesta difieren de un contexto a otro, y no siempre es fácil proporcionar recomendaciones similares que se apliquen a diferentes ciudades. Sin embargo, como cualquier otra crisis, la crisis de la COVID-19 brinda lecciones que pueden usarse para planificar y construir mejor nuestras ciudades [4], por tanto, la comprensión del uso del espacio en el contexto de la pandemia puede cambiar las percepciones, el diseño, el uso y la gestión del espacio público y de los sistemas urbanos. Es el momento de identificar las incertidumbres y los resultados de estas incertidumbres que han generado nuevos patrones de uso del espacio público motivados por los cambios en los hábitos de consumo y las restricciones emitidas por las autoridades sanitarias [5].

Así como a nivel global, los cambios en las dinámicas urbanas y la lógica funcional se hicieron evidentes, también se dieron en ciudades como Loja, que con 270 mil habitantes y dentro de la categoría de las ciudades intermedias [2], concentra sus actividades comerciales y administrativas en el casco central de la ciudad y en los sectores aledaños a los principales centros de abastos como el Mercado Central, Mercado Mayorista, Mercado Nueva granada y Mercado del pequeño productor (Ver Figura 1). En Loja, como en el resto del Ecuador se cumplió un estricto confinamiento entre el 16 de marzo y el 25 de mayo de 2020 que, aunque fue flexibilizándose progresivamente con la eliminación del toque de queda y autorización para la apertura de casi todas las actividades comerciales hasta mayo de 2021 mantiene medidas para evitar y controlar las grandes aglomeraciones.

Las restricciones de movilidad, aforos, horarios de las actividades y las medidas de bioseguridad desde el inicio de la pandemia hasta la actualidad han provocado un cambio en los patrones de comportamiento en el uso del espacio público y en las lógicas de funcionamiento de sistemas urbanos como el de abastos referido a distribución alimentaria de primera necesidad, se evidencia una redistribución de servicios y equipamientos tanto de forma programada como espontánea.

La presente investigación indaga sobre los cambios en la ocupación del espacio público y los cambios en el sistema de abastos desencadenados por la COVID-19. Durante el confinamiento estricto se dificultó levantar información en sitio por lo que se recogió la información mediante un grupo focal, que representó gráficamente los nuevos patrones de uso del espacio y desplazamiento en la ciudad en el contexto de la COVID-19, esta información se contrastó con la reorganización emergente de la infraestructura de abastecimiento de la ciudad adoptada por el gobierno local y con los resultados de una encuesta aplicada a una muestra de los habitantes de Loja.

La resiliencia de la ciudad y sus habitantes

Según Bollnow, el Habitar que no se limita a la casa, tiene un sentido más amplio que “caracteriza la relación del hombre con el espacio” [6]. Para habitar, es preciso sostener una idea de espacio, de casa, de lugar, de ciudad, que continuamente se está rehaciendo en nuestra conciencia, bajo la influencia de las imágenes exteriores y de las vivencias [7]. Habitar es un aprendizaje constante y algo que se debe aprender de nuevo cuando el individuo se mueve [8], por tanto, es un proceso evolutivo que responde a las situaciones ambientales. La covid-19 ha causado efectos tan drásticos que todos los habitantes del planeta, principalmente aquellos que habitan en zonas urbanas han tenido que aprender en pocos meses a habitar de otra manera, desde el espacio íntimo de la vivienda, a los espacios colectivos y en el espacio urbano en general [9].

En términos de lo urbano todo ha sido muy rápido y son evidentes los cambios, por tanto “es posible que veamos emerger ciudades transitables, que veamos mucho más trabajo desde casa, una disminución en los viajes internacionales redundantes, un movimiento para producir más localmente y ciudades construidas en torno a la atención médica. Pero es posible que veamos una expansión urbana mucho mayor a medida que las personas buscan alejarse de las grandes ciudades” [9].

El cambio y la trasformación son inherentes a la ciudad [10], es decir que la ciudad como una estructura resiliente, es una entidad con capacidad de adaptación ante situaciones límite, admitiendo cambios en sus estructuras para lograr un estado deseable [11]. Históricamente, este estado deseable se ha dado por los usos, apropiaciones y modos de hacer de la población cuyo sentido de habitar está íntimamente relacionado con la percepción de lo que es necesario para satisfacer las necesidades humanas, y con la distribución de los bienes en beneficio de la comunidad a la que pertenecen [12]. Así se explica que ante las nuevas reglas de la emergencia sanitaria la población haya cambiado sus hábitos, organizando sus actividades dentro de casa y lo menos posible fuera de ella.


Figura 1.
Izq.) Estructura del Sistema de Abastos de la ciudad de Loja, seis mercados en el eje central. Der.) Tres fragmentos ampliados de la ciudad que muestran las distancias y tiempo de recorrido a pie para llegar a los centros de Abastos de la ciudad. Fuente: Elaboración propia

En los primeros tres meses de la pandemia, coincidentes con el confinamiento y grandes restricciones, se pudo evidenciar cambios importantes en las ciudades. Medios de comunicación y prensa ponen de manifiesto el proceso de adaptación de las viviendas para incluir actividades productivas y de ocio en su interior. De igual manera en zonas residenciales se incorporaron nuevos usos y actividades, en función de los horarios de la nueva normalidad, las restricciones en cuanto a desplazamientos y reuniones y demás medidas para cuidar la salud [13] [14] [15] [16].

La existencia y dinámica de las ciudades intermedias depende directamente del comercio y de otras formas de intercambio en las cuales participan [17], en el caso de Loja, las zonas comerciales y de servicios están centralizadas en núcleos de actividad marcados que contrastan en con las zonas residenciales que presentan poca mezcla de usos. La escala, patrón de crecimiento y la planificación mantuvieron hasta inicios del 2020 la tendencia hacia la centralización de comercios y servicios pues las distancias de desplazamiento relativamente cortas en vehículos permitieron que esta lógica se mantenga sin cambios significativos. En el escenario de la pandemia, esto deja de funcionar, las restricciones de desplazamiento vehicular y de transportes públicos dificultan que la gente se pueda trasladar desde los barrios residenciales a los mercados y centros de abastos en general, las distancias a pie son excesivas más aun con mercancías y compras (Ver figura 1).

Uso del espacio público en el escenario COVID19

Borja y Muxi, afirman que la ciudad es su espacio público, y que en ese espacio las relaciones entre los habitantes y entre el poder y la ciudadanía se materializan; que ese espacio urbano, entendido como sistema, de redes o de conjunto de elementos, se vuelve colectivo por la apropiación de la gente [18]. Por otro lado, Delgado, afirma que el espacio urbano o la calle, bajo la denominación de “espacio público” es la realización de un valor ideológico que se materializa en un espacio que es organizado, en el que está garantizada una buena fluidez, donde se desarrollan usos adecuados, y es seguro. Según el autor, la idea de este espacio público, es una ilusión que se derrumba cuando aparecen los signos de una sociedad desigual [19].

Cualquiera sea la noción, del espacio urbano o del espacio público, los fenómenos y problemáticas que se planteaban sobre el tema antes de la COVID-19 oscilaban alrededor de su uso; desigualdad, mercantilización, inaccesibilidad, inseguridad, segregación, etc. La COVID-19 produce un nuevo paradigma sobre el sentido y uso del espacio urbano. Al momento que se decreta el estado de emergencia y rige el confinamiento, se exige a toda la población permanecer en casa, los espacios públicos se consideran inseguros, el encuentro y las relaciones se constituyen peligrosos, produciéndose una erosión del espacio público, lo que cuestiona las maneras de usarlo [20].

El riesgo de contagio se eleva en las zonas donde hay aglomeración de personas, automáticamente las zonas centrales y puntos de concentración de actividades se convierten en zonas críticas [3], en ese contexto las autoridades ecuatorianas determinan restricciones en las zonas comerciales de la ciudad, los mercados y sus entornos, los supermercados y comercios de abastos se convierten en espacios de uso controlado [21].

La rapidez de la expansión de la pandemia y la declaración de alarma subsiguiente con reducción de actividades económicas, educativas y ciudadanas nos situaron en un ámbito desconocido que empieza a producir cambios en el uso tanto del espacio doméstico como del espacio público [22]. En el caso de Ecuador, la gestión de la crisis sanitaria dio cuenta de que no había plan para gestionarla. Las restricciones motivaron cambios, ajustes y adaptaciones en la estructura comercial de las ciudades, principalmente la de distribución de alimentos y productos de primera necesidad [23]. Ciudades intermedias como Loja (Ecuador) con un sistema de abastos centralizado requieren un cambio en la lógica funcional. El abastecimiento alimentario seguro motiva transformaciones emergentes en la distribución de productos de primera necesidad, estos cambios se dan de dos formas:1) por la autoorganización social apoyada por la empresa privada y 2) por acciones coordinadas por el gobierno local, los productores locales y minoristas. Estos cambios que se evidencian en los medios de prensa se comprueban mediante un estudio que se detalla a continuación.

MÉTODO

Levantar información sobre cambios en el uso del espacio urbano durante el confinamiento implicó adaptarse a las condiciones y restricciones sanitarias. Por tanto, la información se levantó mediante un grupo focal conformado por 28 estudiantes de arquitectura de la ciudad de Loja, quienes, como habitantes de distintos barrios de la ciudad, observaron, mapearon y describieron los desplazamientos, recorridos y espacios utilizados por los miembros de sus respectivos núcleos de convivencia durante el confinamiento (16-03-2021 al 25-05-2021). Ese mapeo permitió identificar hábitos, comportamientos y la lógica de uso del espacio urbano que se produce en respuesta a la nueva normalidad. La información levantada por el grupo focal se relaciona con los cambios en la estructura de abastecimiento de la ciudad que fueron instaurándose de forma emergente por el Gobierno local en coordinación con los grupos de productores y comerciantes minoristas del cantón Loja.


Figura 2.
Diagrama de flujo de metodología aplicada. Fuente: Elaboración propia

Finalmente, las observaciones y mapeos realizados se correlacionan con los resultados de una encuesta aplicada mediante un formulario en línea a una muestra de la población de Loja (n=272) (N=274112) [24]. La encuesta constó de 13 preguntas en las que se indaga datos generales del encuestado y de los miembros de su núcleo de convivencia; sobre los lugares a los que se desplazaron durante con confinamiento, las distancias recorridas y modos de desplazamiento, y los cambios en cuanto al uso del espacio público a partir de las restricciones motivadas por la pandemia (Ver Figura 2).

RESULTADOS

Los resultados obtenidos indican que la población ha cambiado sus hábitos y modos de interactuar en la ciudad en respuesta a las restricciones y medidas de prevención del escenario COVID19, y que estas se dan a la par de los cambios en el sistema de abastos y distribución alimentaria de la ciudad de Loja.

El mapeo realizado con el grupo focal evidencia una lógica de desplazamiento de proximidad para el abastecimiento, pero también para actividades de esparcimiento, que aun cuando se reducen al mínimo se mantienen en el ámbito del barrio en un radio aproximado de 500 m desde los domicilios. Los desplazamientos que superan esa distancia corresponden con aquellos imposibles de cambiar como desplazamientos a trabajo presencial, y en algunos casos a los centros comerciales. Se identifican recorridos largos realizados en automóvil, sin embargo, son más frecuentes los recorridos a pie en el ámbito próximo de las viviendas (Ver Figura 3).


Figura 3.
Mapeo de recorridos realizados por el grupo focal durante el confinamiento. Cada círculo corresponde a un núcleo de convivencia, en la parte superior se amplían dos ejemplos. Los círculos tienen r=500 m. Fuente: Elaboración propia.

Las distancias de desplazamientos se reducen, primero por las restricciones de movilidad y segundo, por la prevención de concurrencia a lugares de aglomeración. En este sentido las tiendas de barrio adquieren gran relevancia, pero no es suficiente, se identificó el aparecimiento de diez puntos de abastecimiento de productos frescos en los barrios de la ciudad. Esto mercados se organizan entre el Ayuntamiento local, los productores del periurbano y parroquias rurales, comerciantes minoristas y los presidentes de los barrios, con la finalidad de acortar las distancias a pie para los usuarios y mitigar las aglomeraciones en los centros de abastos ubicados en el sistema central. El mapeo de estos nuevos mercados o “ferias productivas” como también se los denomina permite identificar un nuevo sistema de distribución de alimentos en la ciudad. (Ver Figura 4)


Figura 4.
Izq.) Sistema de abastos pre-COVID19. Der.) Sistema post- Covid19. A los seis mercados existentes se suman diez mercados barriales o ferias productivas, que funcionan en las canchas cubiertas o áreas deportivas en días específicos de la semana.

Lo observado mediante los mapeos, se correlaciona con los resultados de la encuesta aplicada. Se evidencia que el 64% de la población cambió la modalidad de desplazamiento con respecto al escenario Pre-COVID19, sin excluir el uso de varias modalidades de desplazamiento, el 65% de la población utiliza vehículo particular, el 51% se traslada a pie y el 22% usa la bicicleta. El 67% de la población cambió los lugares habituales de abastecimiento en su totalidad o parcialmente y un 60% reduce las distancias a recorrer en la ciudad, los lugares principales de abastecimiento son tiendas de barrio y mercados de proximidad en un 91% (Ver Figura 5).


Figura 5.
Cambios de comportamiento y uso del espacio urbano en el contexto de la pandemia, datos de la encuesta aplicada a una muestra de la población de Loja.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Las áreas urbanas además de funcionar como nodos de consumo de recursos se han convertido en laboratorios de resiliencia. En esta investigación se evidencia que la pandemia operativizó un tema que aún estaba en discusión en el contexto local y nacional, incluso latinoamericano, el cambio de modelo de ciudad central no compacta frente a una ciudad distribuida [25]. Se comprueba que la emergencia activó un cambio de la lógica funcional de los sistemas urbanos en el caso de Loja.

Los estudios realizados en centralidades espontáneas han demostrado que las nuevas centralidades provocan cambios en la morfología [26], por tanto lo relevante de la investigación es la detección del surgimiento de estas nuevas centralidades de manera que se puedan incluir en la planificación urbana, en el caso estudiado estos espacios se corresponderían con los entornos de los mercados barriales emergentes.

Las dinámicas de distribución alimentaria, modifican el sistema de abastos de la ciudad de Loja a partir de dos figuras: 1) La participación de los tenderos y la cadena de proveedores de productos de primera necesidad que interactúan para proveer de alimento a los ciudadanos en la escala barrial; y 2) la participación del ayuntamiento local, los agro-productores del periurbano/rural y comerciantes minoristas que organizan los mercados productivos en diez barrios de la ciudad, sumándose a los seis mercados de abastos ya establecidos.

En el proceso de esta investigación se evidenció que, en los primeros meses de la pandemia a más de los mercados barriales, las tiendas de barrio se convierten en puntos fundamentales para el abastecimiento de la ciudad. El sector privado genera una aplicación (Tiendacerca.ec) que informa la localización de las tiendas más cercanas a los habitantes de la ciudad, poniendo en contacto a los tenderos con los compradores. Esta dinámica requiere un estudio que profundice algunos aspectos sobre el sistema comercial y dinámicas urbanas post COVID19.

Otro aspecto importante que se evidencia en la investigación, son los cambios en la movilidad, la nueva lógica de distribución de alimentos en tiendas y mercados de barrio dadas por las restricciones de horarios, de circulación, aforo y prevención de contagios implican que los desplazamientos a pie o en bicicleta se incrementen, en el caso de Loja, ciudad con una centralidad marcada, la dificultad de trasladarse a pie al centro generó un proceso de adaptación que indica que la ciudad como un organismo resiliente asumió un modelo de ciudad más próxima. Precisamente este modelo se popularizó en el escenario de la pandemia, “la ciudad de 15 minutos” propuesta por Carlos Moreno en 2015, pone en valor la cercanía frente a la excesiva dependencia de los vehículos a motor, abriendo la discusión sobre el papel que puede ejercer la búsqueda de la movilidad sostenible [27].

Las ciudades intermedias latinoamericanas se configuran con una centralidad marcada [2], aunque surgen pequeños ejes comerciales o centralidades emergentes débilmente reconocibles, la centralidad solo había sido cuestionada a nivel de los instrumentos de planificación sin que se pueda ver aun sus resultados. Con la crisis COVID19, en el caso de Loja (Ecuador), la reconfiguración del sistema de mercados da indicios de lo necesario de que nuevas centralidades se refuercen para lograr ciudades más próximas [28].

Incluso antes de la pandemia, la urbanización acelerada y los recursos globales limitados ya planteaban la necesidad de encontrar alternativas de diseño que permitan considerar la ciudad en sus diferentes escalas, en este caso más allá de una reflexión sobre los objetos arquitectónicos que conforman la red de mercados, se debe entender la escala de la ciudad como aquel lugar en el que se producen complejas relaciones –económicas, políticas, sociales y culturales–, lo urbano necesita un análisis complejo de perspectivas y políticas capaces de responder a las situaciones actuales y sus posibilidades futuras. [29]

Uno de los atractivos de la vida urbana es la proximidad, la vida compartida para mucha gente en poca distancia, pero la crisis de la COVID-19 ha puesto en entredicho precisamente esta razón de ser de las ciudades, que a partir de ahora se ven obligadas a repensar su dinámica económica, laboral y social, así como su estructura urbana. Y es precisamente la proximidad de los servicios los que permitirá avanzar hacia ciudades más sanas.

FUENTES DE FINANCIAMIENTO

Esta investigación fue desarrollada con el auspicio de la Universidad Internacional del Ecuador.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS

La autora declara que no existe conflicto de intereses.

APORTE DEL ARTÍCULO EN LA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN

Este artículo contribuye a la comprensión de la adaptación y resiliencia de la ciudad intermedia como respuesta al escenario COVID-19.

NOTA BIOGRÁFICA

Andrea Ordóñez León. ORCID iD https://orcid.org/0000-0001-6204-2052 Doctora en Urbanismo por la Universidad Politécnica de Catalunya y Máster en Urbanismo por la misma Universidad, Arquitecta por la Universidad Técnica Particular de Loja. Docente/investigadora de la Universidad Internacional del Ecuador sede Loja, pertenece al grupo de investigación Dinámicas Urbanas de la Ciudad Intermedia (DUCI). Sus áreas de investigación son la forma urbana, sistemas urbanos y sostenibilidad urbana.

Material suplementario
Agradecimientos

Esta investigación fue posible con el levantamiento de la información realizada por los estudiantes de las asignaturas Sociología Urbana (A y B) y Métodos de Investigación (A), de la Universidad Internacional del Ecuador – Loja, ciclo académico marzo-julio de 2020.

REFERENCIAS
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[29] M. Mostafavi and G. Doherty, Urbanismo ecológico. Gustavo Gili, 2014.
Notas

Figura 1.
Izq.) Estructura del Sistema de Abastos de la ciudad de Loja, seis mercados en el eje central. Der.) Tres fragmentos ampliados de la ciudad que muestran las distancias y tiempo de recorrido a pie para llegar a los centros de Abastos de la ciudad. Fuente: Elaboración propia

Figura 2.
Diagrama de flujo de metodología aplicada. Fuente: Elaboración propia

Figura 3.
Mapeo de recorridos realizados por el grupo focal durante el confinamiento. Cada círculo corresponde a un núcleo de convivencia, en la parte superior se amplían dos ejemplos. Los círculos tienen r=500 m. Fuente: Elaboración propia.

Figura 4.
Izq.) Sistema de abastos pre-COVID19. Der.) Sistema post- Covid19. A los seis mercados existentes se suman diez mercados barriales o ferias productivas, que funcionan en las canchas cubiertas o áreas deportivas en días específicos de la semana.

Figura 5.
Cambios de comportamiento y uso del espacio urbano en el contexto de la pandemia, datos de la encuesta aplicada a una muestra de la población de Loja.
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