Reseñas de libros

Reseña de libro: ¿POR QUÉ LOS MATAN?

Book review: ¿Por qué los matan?

Resenha de livro: ¿Por qué los matan?

Héctor Fabio Lozano Baracaldo
Universidad del Tolima, Colombia

Revista Latinoamericana, Estudios de la Paz y el Conflicto

Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Honduras

ISSN: 2707-8914

ISSN-e: 2707-8922

Periodicidad: Semestral

vol. 2, núm. 3, 2021

revistapaz@unah.edu.hn

Recepción: 06/10/20

Aprobación: 14/10/20



DOI: https://doi.org/10.5377/rlpc.v2i3.10446

Cómo citar / citation: Lozano, H. (2021). “Reseña de libro: Ávila, A. (2020) ¿Por qué los matan? Bogotá, Editorial Planeta”, Estudios de la Paz y el Conflicto, Revista Latinoamericana, Volumen 2, Número 3, 136-138. DOI: 10.5377/rlpc.v2i3.10446

Este libro hace parte de la Editorial Planeta Colombia S.A. El texto presenta un análisis sobre la victimización de los líderes sociales, entre el 2010 y 2020, en diferentes regiones del país. En las 324 páginas de que consta el libro, se concentran dos ideas principales. La primera es que las victimizaciones son producto de la violencia que es utilizada como mecanismo de competitividad electoral, es decir, existe una violencia política que tiene fuerte incidencia en épocas electorales. La segunda, evidencia que esta situación está afectando, sobremanera, al ambiente del posconflicto ya que la mayoría de los perfiles de las personas que han asesinado son líderes o lideresas que estaban a favor del Proceso de Paz: reclamantes de tierras, campesinos, indígenas y veedores; pero, sobre todo, está poniendo en peligro a la democracia. Además, en el texto se trata de responder las siguientes preguntas planteadas por el autor: ¿Quién está matando a los líderes sociales?

¿Por qué los están matando? Y, ¿qué pasa en las zonas donde han asesinado líderes sociales?

La estructura del libro se divide en cuatro capítulos. El primero capítulo titulado “La democracia con sangre en Colombia” (págs. 33 – 135), se encuentra segregado en tres apartados. En el primer apartado se expone la situación y problemática de victimización a lideresas y líderes. Aquí, se generan unas precisiones conceptuales sobre el significado de líder social y defensor de Derechos Humanos, sus diferencias y funciones -tomando como referencia a las Naciones Unidas-, la Defensoría del Pueblo y la Fundación Somos Defensores. Además, en este primer apartado se evidencia el diagnóstico de la situación en el país, mostrando las cifras de las victimizaciones año a año y representando este impacto por medio de gráficas, tablas y mapas de color, señalando los perfiles de las víctimas y las formas más comunes de victimización donde sobre salen las amenazas y los asesinatos selectivos. El autor indica que, en Colombia, matan a dos líderes sociales por día. El segundo apartado del primer capítulo, da cuenta de los responsables. En él se genera un debate para responder la pregunta: ¿Quién mata a los líderes sociales? Su respuesta, menciona el autor, no es fácil de contestar, pero se pueden identificar cuatro presuntos responsables. El tercer apartado del primer capítulo dicta cinco conclusiones, teniendo en cuenta la revisión de datos y el análisis de los mapas efectuados con anterioridad.

El segundo capítulo del libro se titula “La violencia como mecanismo de competencia electoral” (págs. 139 – 221), y comprende nueve partes. La primera parte enuncia cómo la violencia política ha marcado el trasegar político de país y se dictan tres ejemplos: la guerra sucia en la cual exterminaron al Partido de izquierda Unión Patriótica; el boicot electoral, que consistía en secuestrar, asesinar y obligar a renunciar a los aspirantes a cargos públicos a cargo de las guerrillas y el proselitismo armado, donde se obligaba a los campesino e indígenas a votar por cierto candidato; y la situación de violencia en las elecciones del 2019. En la segunda parte destaca el análisis de las elecciones del 2019, como unas de las más sangrientas del siglo XXI porque se registraron 244 víctimas en 362 días. La tercera parte del capítulo presenta los hechos que se sucedieron entre el 27 de octubre del 2018 y el 27 de octubre del 2020 y, además, el autor menciona que en este periodo hubo 191 sucesos violentos??. La cuarta parte indica las victimas por inclinación política, donde los partidos de coalición de gobierno sufrieron el 29% de los casos, los de oposición también -con el mismo porcentaje-, algunos partidos sin definir el 23% y los partidos independientes padecieron el 19% del total. En la quinta parte del segundo capítulo se muestran algunos casos relevantes, haciendo una breve reseña de cada uno de ellos. La sexta parte habla sobre los perpetradores de tales actos en este periodo electoral, donde se identifican nueve agentes responsables entre grupos paramilitares, grupos armados posfarc y fuerzas militares. La séptima, octava y novena parte del segundo capítulo del libro hacen referencia a la respuesta de las instituciones frente a esta situación violenta, mostrando dos proyectos que buscaron contrarrestar esta ola de violencia en el país; el Plan Ágora y el Plan Democracia.

El tercer capítulo del libro se titula “¿Qué hace el Estado?” (págs. 227 – 265), y comprende tres momentos diferentes. El primero hace referencia al gobierno del expresidente Juan Manuel Santos (2010 – 2014), un gobierno donde cambia el esquema de seguridad nacional, se inicia el Proceso de Paz, existe una apertura democrática y se avanza en un esquema normativo para la protección de los líderes sociales con la creación de la Unidad de Protección Nacional. El segundo momento describe lo que se logró en temas de seguridad para los líderes y lideresas en la reelección de Juna Manuel Santos (2014 – 2018), mencionando la creación del Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política, la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad, el Programa Integral de Seguridad y Protección para Comunidades y Organizaciones en los Territorios, o el Programa Integral de Garantías para las Mujeres Lideresas y Defensoras de Derechos Humanos, entre otras medidas adoptadas. Y el tercer momento ofrece un panorama del actual gobierno del presidente Iván Duque (2018 – 2022), donde se indica la constante desestimación por el acuerdo de Paz y la creación de un Plan de Acción Oportuno.

El libro finaliza con su cuarto capítulo, titulado “Autoritarismos competitivos y Estados mafiosos de facto” (págs. 267 – 308). Este capítulo está constituido por nueve apartados distintos, cuya intención es evidenciar qué sucede en los territorios donde victimizaron a los líderes y defensores de Derechos Humanos. Además, en ellos, se encuentra la explicación de cómo el asesinato a líderes y lideresas constituye un ejemplo de que persisten autoritarismos totalitarios en las regiones donde hay conflictos por reclamación de tierras, sustitución de cultivos ilícitos y reconfiguración criminal.

Es menester mencionar que el libro es un gran aporte para el debate académico y político a nivel nacional por cuatro razones. La primera razón es que se trata de un texto fácil de leer, no es necesario tener un bagaje académico para entenderlo, es decir, es comprensible para todo tipo de público. La segunda razón es que examina las dinámicas de violencia contra líderes sociales en el país. Otra razón, es que demuestra la intensidad de la violencia política perpetrada por diversos actores en el año 2019. En ese mismo sentido también muestra los mecanismos con los cuales el Estado o, en su defecto, los gobiernos de turno contrarrestan el fenómeno. La cuarta razón es que el libro presenta, de manera clara, cómo se están asesinando a los líderes sociales en Colombia, quiénes lo hacen, porqué lo hacen y qué sucede en esos lugares donde se presentan estos hechos. Propuestas desde estas perspectivas son una contribución valiosa, ya que existe un vacío notable en el estudio del fenómeno, debido a su complejidad de investigar y el impacto que tal fenómeno ha tenido sobre el panorama actual del país -que se encuentra en un estado de estabilización del posconflicto-. Además, el autor pone en sobre aviso que una nueva ola de violencia ya no sería generalizada sino selectiva.

En ese sentido, Ariel Ávila deja claro que la Paz solo es posible si se elimina el recurso de la política en la violencia. Es decir, nadie por nada del mundo debe recurrir a las armas para generar proselitismo o totalizar sus ideas y, mucho menos, que expresarlas sea una forma de firmar su sentencia de muerte. Proceder de esta manera, permite que podamos dirimir las problemáticas de nuestra realidad que se funden en antagonismos.

Por último, teniendo en cuenta la amplia información que ofrece el texto, la realidad inmediata de Colombia y entendiendo que la democracia es una de las formas de gobierno que soluciona los conflictos colectivos, nace hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué está en crisis; la democracia o el Estado Social de Derecho?

Referencias

Ávila, A. (2020). ¿Por qué los matan? Bogotá. Editorial Planeta.

Notas de autor

Héctor Fabio Lozano Baracaldo es estudiante de Sociología de la Universidad del Tolima. Pasante y voluntario del Programa para la Paz con funciones asignadas en la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV) e integrante del semillero de investigación “Territorio Ambiente y Desarrollo”.

Información adicional

Cómo citar / citation: Lozano, H. (2021). “Reseña de libro: Ávila, A. (2020) ¿Por qué los matan? Bogotá, Editorial Planeta”, Estudios de la Paz y el Conflicto, Revista Latinoamericana, Volumen 2, Número 3, 136-138. DOI: 10.5377/rlpc.v2i3.10446

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