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Percepción social del riesgo hídrico: análisis de los significados atribuidos a los eventos de anegamientos en el barrio Villa Talleres, ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina)

Social perception of water risk: analysis of the meanings attributed to the events of flooding in the neighborhood Villa Talleres, city of Bahía Blanca (province of Buenos Aires, Argentina)

Aldana Mastrandrea
Universidad Nacional del Sur, Argentina

Percepción social del riesgo hídrico: análisis de los significados atribuidos a los eventos de anegamientos en el barrio Villa Talleres, ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina)

Estudios Socioterritoriales, núm. 26, 2019

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires

Recepción: 28 Noviembre 2018

Aprobación: 15 Julio 2019

Resumen: La Geografía de la Percepción y el abordaje cultural constituyen enfoques enriquecedores de análisis en el reconocimiento de los significados que los habitantes del espacio urbano les asignan a los problemas que enfrentan en su vida cotidiana. En la ciudad de Bahía Blanca, el barrio Villa Talleres manifiesta inconvenientes derivados de su vulnerabilidad física, aspectos que se evidencian en la ocurrencia de inundaciones y anegamientos. En la presente investigación, de carácter cualitativa, se realizan entrevistas semiestructuradas a los vecinos del barrio y se recopila información acerca de las experiencias vividas por los habitantes de la ciudad en el periodismo televisivo, digital y en las redes sociales. A modo de resultados preliminares, se advierte que la percepción social que los vecinos elaboran del barrio responde a una imagen de abandono relacionada con los problemas que enfrentan, pero al mismo tiempo, caracterizada por una gran cohesión social derivada de las actividades comunitarias que allí se desarrollan.

Palabras clave: Geografía de la Percepción, Experiencias vividas, Inundaciones y anegamientos, Espacio urbano.

Abstract: The Geography of Perception and the cultural approach are enriching approaches to analysis in the recognition of the meanings that the inhabitants of urban space assign to the problems they face in their daily lives. In the city of Bahía Blanca, the Villa Talleres neighborhood manifests disadvantages derived from its physical vulnerability, aspects that are evident in the occurrence of floods and waterlogging. In this research, qualitative interviews are conducted semi-structured neighborhood residents and information is collected about the experiences lived by the inhabitants of the city in television, digital journalism and social networks. As preliminary results, it is noticed that the social perception that the neighbors elaborate of the neighborhood responds an image of abandonment related to the problems they face, but at the same time, characterized by a great social cohesion derived from the community activities that take place there.

Keywords: Geography of Perception, Lived experiences, Floods and floods, Urban space.

Introducción

La ciudad de Bahía Blanca, localizada en el sector inferior de la cuenca del arroyo Napostá Grande, se encuentra expuesta tanto a la ocurrencia de eventos de inundaciones como de sequías. Estos fenómenos han sido considerados los más representativos y con mayores efectos en la región del sudoeste bonaerense, asociados principalmente con las implicancias que generan en la interrupción y/o modificación de las actividades socio-económicas desarrolladas en el espacio rural y con la ocurrencia de problemas socio-ambientales producidos en el espacio urbano (Bohn, Piccolo y Perillo, 2011). En ciertas ocasiones, el conocimiento de la ocurrencia de estos eventos y los efectos asociados a ellos, no ha sido suficiente para llevar a cabo una adecuada gestión territorial que incluya la participación e intereses de todos los actores sociales intervinientes en el área de estudio. Así, por ejemplo, son escasas las intervenciones realizadas en materia de planificación y ordenamiento territorial que consideran la percepción social como herramienta de participación pública ante los eventos que atraviesan en su vida diaria, los conflictos asociados y las estrategias que adoptan para mitigarlos.

Sin embargo, en el ámbito académico, teniendo en cuenta los antecedentes conceptuales que se relacionan con el tema objeto de estudio, son diversas las investigaciones que incluyen la percepción social como perspectiva a considerar en la planificación y gestión del territorio. A nivel internacional, se destaca el estudio Cid Ortiz, Castro Correa y De Souza (2012) quienes conciben la percepción social del riesgo como una perspectiva que permite conocer las capacidades de autoprotección y autogestión, en la ciudad de La Serena, IV Región de Chile, en relación con el nivel socio económico de la población, a partir de la amenaza de un evento natural frecuente en el área, como lo son los tsunamis. Asimismo, Ramos Riberiro (2014), analiza la percepción social de riesgos naturales a través de un estudio comparado entre España y Brasil. En su investigación, analiza las experiencias cotidianas, el contexto social y el grado de conocimiento de cada habitante encuestado con respecto a la ocurrencia de riesgos naturales, factores que deben considerarse al momento de tomar decisiones. Por su parte, Palacio Buendía (2017), valora la percepción social del potencial del paisaje del Parque Natural Delta del Ebro a través de la aplicación de encuestas digitales para conocer la apreciación que construyen los habitantes del paisaje, en cuanto a la calidad percibida de equipamiento e infraestructura.

A escala nacional, se destacan los trabajos de Ferrari (2012), Carballo y Goldelberg (2014) y Murgida y Gasparoto (2015), entre otros. Ferrari (2012), realiza un análisis de la vulnerabilidad del barrio Intendente Alfredo Mario Etchepare, en la ciudad de Trelew, ante la ocurrencia de inundaciones mediante la comparación entre dos diagnósticos: el técnico-científico y el analítico de la percepción de los habitantes del barrio. Por su parte, Carballo y Goldelberg (2014), analizan desde un abordaje cultural, las representaciones y percepciones del riesgo ambiental construidas por diferentes actores sociales a partir de la ocurrencia de las inundaciones del río Luján, en la provincia de Buenos Aires. En esta línea, también es importante destacar el estudio de Murgida y Gasparotto (2015), quienes abordan la percepción del riesgo en el pueblo de Iruya (provincia de Salta) expuesto a amenazas geo-hidrológicas.

A nivel regional, se reconoce la existencia de diversos trabajos que abordan la alternancia de períodos húmedos y secos en el sudoeste bonaerense y sus efectos socio-espaciales. En este sentido, se consideran los estudios de Campo, Gil, Gentili, Volonté y Duval (2011), Bohn et al. (2011), Brendel (2015) y Ferreli, Bustos y Piccolo (2017), entre otros. En las investigaciones se considera la variabilidad de la precipitación como una de las principales características de las condiciones climáticas del sudoeste boanerense y las consecuencias que esta alternancia genera para los habitantes del espacio urbano y rural de la región. Con respecto al espacio urbano local, es importante destacar la investigación realizada por Zapperi (2014), quien, en su tesis doctoral, estudia la hidrografía de la ciudad de Bahía Blanca, aplicado a la solución de los problemas hidro-ambientales.

Teniendo en cuenta lo expuesto en los párrafos precedentes, en este trabajo se indaga especialmente en los problemas socialmente percibidos por las personas en el espacio urbano. Según Lindón (2010), los escenarios urbanos invitan a analizar la ciudad desde la visión del propio sujeto que la habita debido a que responden a una creación, consciente o inconsciente que condensa e incluye restos de otros fragmentos de la ciudad. La inclusión de los imaginarios dentro del campo de los estudios urbanos constituye una perspectiva útil para comprender un territorio complejo y multidimensional como lo es la ciudad y la vida social que la anima, vinculada con las subjetividades construidas y compartidas. De esta manera, un fenómeno urbano o un mismo fragmento de la ciudad, puede ser construido de diferentes formas, en función de distintos puntos de vista. Así, es posible afirmar que la ciudad es una especie de mosaico de lugares que han sido y son construidos socialmente, en un proceso siempre inconcluso.

En este contexto, la precepción social del riesgo hídrico que los vecinos de un barrio del sector sur de la ciudad de Bahía Blanca construyen acerca de los problemas que enfrentan en su vida cotidiana, ante eventos puntuales de exceso hídrico, constituye un conocimiento fundamental. Este, permite identificar los inconvenientes que los afectan y las decisiones que llevan a cabo en función de sus necesidades junto con las modificaciones que se producen a partir de las prácticas socio-espaciales que desarrollan. El análisis y la interpretación de las significaciones otorgadas por los vecinos del barrio Villa Talleres a los eventos de inundaciones y anegamientos constituyen los ejes centrales de la investigación. Estos fenómenos permiten reconocer las concepciones construidas en torno al riesgo hídrico, desde la visión de los actores sociales involucrados y de sus demandas concretas. El recuerdo que tienen de los problemas que adolecen, especialmente el impacto que generan las precipitaciones -tanto aquellas intensas como las intermitentes- en sus actividades cotidianas proporciona una valiosa información que será abordada a través de sus relatos de vida.

A su vez, existen factores que amplifican los problemas que se manifiestan en la vida cotidiana de los habitantes del espacio urbano. Siguiendo a Natenzon y Ríos (2015), los factores causales del aumento de la vulnerabilidad de la población se encuentran arraigados a múltiples dimensiones que se relacionan con los problemas característicos de desarrollo, como, por ejemplo: procesos de urbanización y de ocupación del territorio, inadecuados sistemas tecnológicos en la construcción de viviendas e infraestructuras y sistemas organizacionales e institucionales poco favorables, entre otros. Por este motivo, además de los ciclos naturales propios de la región en la que se encuentra el área de estudio (Campo et al., 2011), la intervención en la modificación del espacio a partir de los procesos de ocupación, usos diversos del suelo y expansión urbana, entre otros aspectos, trae aparejadas las respuestas del ambiente sobre dichas acciones, pudiendo generar potenciales riesgos ambientales causados por la ocurrencia de inundaciones y anegamientos.

Por su parte, la Geografía de la Percepción y el abordaje Cultural en Geografía otorgan los elementos teórico-metodológicos necesarios para conocer e interpretar la percepción social del riesgo hídrico que los vecinos elaboran. Los significados que las personas le asignan a los problemas que atraviesan en su vida cotidiana difiere de un individuo a otro y, en consecuencia, las respuestas que emiten, ante la ocurrencia de un evento potencialmente dañino, también son diversas. En este sentido, se recurre a los testimonios de un grupo de vecinos mediante la realización de entrevistas semi-estructuradas y sucesivos encuentros informales, en el contexto de la realización de salidas al terreno. Asimismo, se registran los comentarios de los habitantes de la ciudad -ante los problemas que atraviesan- en redes sociales, como Facebook e Instagram y en páginas de periodismo televisivo y digital.

La Geografía de la Percepción y el abordaje cultural: perspectivas teórico-metodológicas valiosas para el análisis de los significados construidos ante eventos de inundaciones y anegamientos

La percepción social que tienen las personas del lugar en el que residen y de los eventos que atraviesan en su vida diaria constituye un conocimiento central que permite conocer las necesidades de los habitantes del espacio urbano, información valiosa para la planificación y gestión del territorio. En el presente estudio, estas cuestiones son abordadas desde la perspectiva teórica de la Geografía de la Percepción y desde el abordaje cultural en Geografía.

En relación con la Geografía de la Percepción, es importante destacar que, este enfoque, considera los significados que las personas construyen a partir de diversos factores, entre los que se encuentran: la edad, el barrio de residencia, las experiencias vividas y los vínculos con el lugar como centros de significados, entre otros aspectos (Lindon, 2007a). Con respecto al surgimiento de esta perspectiva, a mediados de la década de 1950 diversos estudios -principalmente en el ámbito anglosajón- se interesaron por el comportamiento espacial y por la percepción de las personas bajo el supuesto de que el conocimiento no existe independientemente del hombre sino a partir de la experiencia humana del mundo (Gómez Mendoza, 1982).

La profundización de esta línea de investigación en el comportamiento de las personas ante el espacio, permitió reorientar el trabajo de los geógrafos realizado hasta el momento desde una visión netamente neopositivista hacia una concepción más humanística (Lindón y Hiernaux, 2006). De este modo, la percepción del espacio pasó a ocupar un lugar esencial en los estudios geográficos, el ámbito del ordenamiento territorial urbano. En la década de 1960, período en el cual se conjugan una serie de enfoques conceptuales y metodológicos que promueven el interés por las actitudes, las apreciaciones y las experiencias del hombre en el proceso de conocimiento de la realidad, se comienza a hablar de una revolución en el comportamiento (Capel, 1981). Así, con la expresión de diversos postulados de la teoría behaviorista se esbozan los primeros lineamientos teórico-metodológicos de la Geografía de la Percepción y el abordaje cultural en Geografía. Según Gould y White (1974, en Gómez Mendoza et al., 1982), es tradicional en las investigaciones geográficas considerar que la mente humana genera imágenes subjetivas del medio, que terminan teniendo gran importancia en el comportamiento espacial de los individuos. En este sentido, las construcciones mentales realizadas por los vecinos de la ciudad de Bahía Blanca en el barrio analizado, a partir de la percepción de su espacio más próximo, pueden convertirse en un factor decisivo de su comportamiento.

Por su parte, en relación con el abordaje cultural en Geografía es dable mencionar que, esta línea de investigación, ha atravesado por un proceso complejo que generó un profundo desconocimiento de su campo de investigación. Entre los factores que explican esta situación se encuentran: la falta de una tradición propia, el dinamismo de su objeto de estudio, las dificultades metodológicas, los sesgos derivados del desconocimiento del campo y las críticas esbozadas desde diferentes campos, especialmente aquellos más consolidados y tradicionales (Capellá, Miternique y Lois González, 2002). Sin embargo, esta mirada a partir de la cual se observa el espacio, presenta una significativa potencialidad para comprender los modos en los que las personas construyen sus percepciones y representaciones acerca de la realidad en la que viven y desarrollan sus prácticas socio-espaciales. Wagner (2002), sostiene que la fecundidad de la investigación geográfica cultural reside en la ambigüedad conceptual de su campo de investigación en el que se aplican nociones de cultura a problemas de diversa índole, entre ellos geográficos.

En este contexto, esta concepción integral comenzó a ser utilizada frecuentemente por los geógrafos a partir de la década de 1970 para el estudio de la dimensión simbólica de la cultura y como afirma Claval “…ofrece la ventaja de enfatizar el papel de las representaciones, de las imágenes y los problemas del sentido de la vida” (2011, p. 296). Asimismo, Lindón (2007b) afirma que el Giro Cultural en Geografía ha tomado como uno de sus principales ejes la incorporación de lo no material en el estudio del espacio y la espacialidad. Este campo, sumado a la Geografía de la Percepción permite reconocer el conjunto de actitudes, prácticas, conocimientos, creencias y valores que motivan el accionar de las personas (Claval, 2011) así como también comprender los sentidos otorgados a los problemas que enfrentan en su vida diaria. De este modo, el conocimiento de la percepción social que los vecinos del barrio Villa Talleres elaboran respecto de los problemas que adolecen, relacionados especialmente con la ocurrencia de inundaciones y anegamientos, colabora en la toma de decisiones y en la gestión integral del territorio.

Localización y caracterización del área de estudio

El área de estudio comprende la localidad de Bahía Blanca (38° 44’ latitud sur y 62° 16’ longitud oeste), cabecera del partido homónimo, con una población de 301.572 habitantes (INDEC, 2010). Se ubica en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, en el tramo inferior del arroyo Napostá Grande, el cual se origina en el cordón de Ventana (Figura 1). El sector abordado se encuentra atravesado por el tramo inferior del arroyo Napostá Grande que, desde el punto de vista de las características del medio físico y de la red de drenaje superficial, se extiende desde el paraje denominado Puente Canesa hasta su desembocadura en el estuario de Bahía Blanca (Carrica, 1998). En el área urbana, una parte del arroyo continúa su cauce natural y otra parte se deriva al canal Maldonado[1]. Esta obra, si bien ha contribuido a alivianar los eventos de exceso de precipitaciones, frente a períodos de intensas lluvias, no es suficiente para evacuar la totalidad del caudal, lo que determina que ciertos sectores de la ciudad se encuentren afectados ante un riesgo de inundación.

Con respecto a las características físicas de la localidad es importante mencionar que su emplazamiento corresponde a un ambiente llano con la presencia de diferentes niveles de terrazas en el norte y noreste de la localidad y terrenos bajos anegadizos en el sur (Bróndolo, Campos, Zinger, Del Pozo y Lorda, 1994) cuestiones que influyen en las condiciones normales de escurrimiento. Así, es posible observar la manifestación de situaciones de inundación[2] y anegamiento especialmente en los barrios localizados en el sector sur de la ciudad, ante la ocurrencia de precipitaciones extremas. En Villa Talleres (Figura 1), como en otros barrios que se localizan en el sector sur de la ciudad, se reconocen ambos eventos, aunque predomina la ocurrencia de anegamientos, derivados del impacto que generan las precipitaciones intensas e intermitentes, junto con la ausencia de calles pavimentadas y el inadecuado funcionamiento del sistema de desagües pluviales que, en ciertas ocasiones, genera un aislamiento del sector.

Caracterización del barrio Villa Talleres

En la ciudad de Bahía Blanca se evidencian diversas formas de ocupación y apropiación del espacio que generan procesos de fragmentación socio-espacial y desiguales oportunidades de accesos a bienes y servicios (Garriz y Formiga, 2010). Estas características, se manifiestan en el área bajo estudio a través del acceso diferencial a una adecuada calidad de vida. Según Prieto (2008), la calidad de vida de las personas abarca tanto aquellas necesidades materiales (vivienda, alimentación, vestimenta, salud) como las que hacen alusión al óptimo desarrollo de cada persona, motivo por el cual, este concepto depende de diversos factores tales como los socio-económicos, físico-espirituales y ambientales.

El barrio Villa Talleres se localiza en el sector sur de la ciudad de Bahía Blanca en la delegación denominada Villa Rosas. El sector se encuentra delimitado al norte por las calles Islas Orcadas, al este por el arroyo Napostá Grande, al oeste por la calle Granada y al sur por la calle Reconquista. Se trata de un sector en crecimiento debido a su reciente conformación (año 2006), por lo que su amanzanamiento es disperso e irregular.

El origen del barrio se remonta a la década del 2000, período en el que progresivamente se levantaron 95 viviendas en un predio de 13 hectáreas (La Nueva Provincia, 2017). De acuerdo con el Registro de Villas y Asentamientos Precarios de la Provincia de Buenos Aires[3], entre los años 2014 y 2015, en Bahía Blanca se contabilizaron 8.444 viviendas esparcidas en diferentes sectores, especialmente en la zona sur, que en total ocuparon 391 hectáreas con viviendas y asentamientos precarios.

Localización del área de estudio
Figura 1
Localización del área de estudio
Fuente: elaboración personal (2018)

En general, se trata de asentamientos que según el Registro Provincial de Villas y Asentamientos Precarios de la provincia de Buenos Aires (RPPVAP, 2018) pueden definirse como barrios informales, villas y una combinación entre estas tipologías. Con respecto a los asentamientos precarios, es posible mencionar que sus trazados tienden a ser regulares y planificados y que, generalmente (aunque no de modo excluyente), son decididos y organizados colectivamente, los ocupantes buscan legitimarse como propietarios, las viviendas tienen algún grado de firmeza y su ubicación puede encontrarse en tierras degradadas. Por su parte, las villas corresponden a urbanizaciones o auto-urbanizaciones informales producto de ocupaciones de tierra urbana vacante cuyas características son tramas irregulares, viviendas construidas con materiales precarios, alta densidad poblacional, escaso o nulo espacio verde e infraestructura provista por los propios residentes (RPPVAP, 2018). Según el relevamiento efectuado en el barrio bajo estudio, es posible identificar una diversidad de tipos de asentamientos precarios, ya sean informales, villas o una combinación de ambos.

En relación con las características socio-económicas del barrio, Prieto (2008) sostiene que se trata de asentamientos carenciados en el que se concentran situaciones de privación de la calidad de vida de sus habitantes. Por ejemplo, se observa que algunas viviendas no cuentan con servicios básicos (servicio de cloacas y gas natural, luz y agua, asfalto) y según la información proporcionada por un artículo publicado en un periódico local en el lugar “…hay poco más de 1.300 viviendas entre casillas, casas de chapa, lona, cartón y otros materiales. En su mayoría las habitan jóvenes de entre 20 y 40 años que, hacinados en otros barrios, decidieron instalarse en esos terrenos ociosos…” (La Nueva Provincia, 20 de febrero de 2017). Según Prieto (2008):

La urbanización capitalista ha conformado un espacio diferenciado en cuanto a infraestructura, equipamiento y calidad residencial. De este modo, los grupos más pobres se localizan en las áreas periféricas, caracterizadas por el menor valor de la tierra y con déficit en los medios de consumo colectivo. El mercado inmobiliario va conformando diferentes áreas y quienes carecen de los recursos necesarios producen ciudad al margen de los circuitos formales. (p. 4)

De este modo, los vecinos del barrio Villa Talleres conforman una comunidad vulnerable debido a que se encuentra expuesta a la ocurrencia de fenómenos que modifican el espacio en el que viven y al que no pueden responder de un modo adecuado para sobrellevarlos. Esta característica se expresa en la incapacidad de una comunidad para absorber los efectos de un determinado cambio en su medio ambiente, o sea su inflexibilidad para adaptarse a ese cambio, que para la comunidad constituye un riesgo (Wilches-Chaux, 1993). Así como afirma Soldano (2014):

El acceso a los servicios sociales urbanos y las relaciones sociales implicadas en estos constituyen un mirador privilegiado de tal sistema de diferencias. No es lo mismo vivir cerca del asfalto que a cinco cuadras de él; no es lo mismo vivir en una cuadra iluminada y asfaltada que en una de tierra; no es lo mismo vivir cerca de un arroyo hacia el que corren las zanjas y en el que fluyen las aguas servidas de todo el barrio, que lejos de él, ni es lo mismo vivir cerca del tendido de cables de alta tensión o a cierta distancia de él. (p.28)

Según Wilches-Chaux (1993), se entiende por riesgo a cualquier fenómeno de origen natural o humano que signifique un cambio en el medio ambiente que ocupa una comunidad determinada, que sea vulnerable a ese fenómeno. En este sentido, considerando los ángulos de la vulnerabilidad, propuestos por el autor, es posible afirmar que la vulnerabilidad socio-económica y física -derivada de la localización de los asentamientos humanos en zonas de riesgo, y a las deficiencias de sus estructuras físicas para absorber los efectos de esos riesgos- son las que mayormente predominan en el barrio analizado.

Teniendo en cuenta los problemas socio-ambientales del sector, se puede destacar la ocurrencia de precipitaciones intensas en la ciudad que inciden de un modo particular en el barrio analizado como, por ejemplo, en la generación de inundaciones, anegamiento de calles e ingreso de agua a viviendas e instituciones. Además, se destaca la interrupción del tránsito vehicular y peatonal, los desbordes cloacales como consecuencia del colapso del sistema de desagües pluviales y la falta de mantenimiento y limpieza de los mismos, entre otros inconvenientes. Estos conflictos han sido los que mayor relevancia han tenido para los vecinos que, expresan sus comentarios, en diversos medios periodísticos locales (noticieros televisivos, radiales) y páginas de redes sociales de grupos comunitarios y de organizaciones vecinales con el propósito de revertir estos problemas, especialmente relacionados con el estado de las calles -en su mayoría de tierra-.

Técnicas de relevamiento y fuentes de información

La estrategia de investigación abordada, de carácter cualitativa, considera el significado que los vecinos del barrio bajo estudio les confieren a los problemas que atraviesan en su vida cotidiana, especialmente los relacionados con la ocurrencia de inundaciones y anegamientos. Para ello, se recurre a la obtención de los relatos de vida a través de la realización de entrevistas semi-estructuradas. Esta técnica, adopta una perspectiva hermenéutica que consiste en el análisis en profundidad de uno o varios textos con el propósito de descubrir los sentidos que están ocultos en él (Kornblit, 2004).

En el proceso metodológico se diseña una entrevista semi-estructurada (Anexo I) para aplicar a los vecinos que participan de las actividades barriales con el objetivo de recabar información acerca de la percepción que construyen de los eventos que atraviesan en el barrio. Entre las preguntas, se encuentran aquellas vinculadas con los motivos de la elección del barrio, la conformidad con el lugar de residencia, la percepción de los principales inconvenientes, la participación en actividades barriales o comunitarias, los significados construidos en torno a los problemas de inundaciones y anegamientos y las experiencias representativas, entre otras. Para llevarlas a cabo, se realizan reuniones con jóvenes integrantes de un grupo de ayuda social que efectúa tareas sociales en el barrio. Luego, se acuerdan diversos encuentros informales en función de los contactos establecidos en los que se recopila información complementaria acerca de las características del barrio y de los principales inconvenientes.

A su vez, se obtiene información (testimonios, fotografías y videos) proveniente de artículos periodísticos locales y de noticieros televisivos, así como de las redes sociales Facebook e Instagram con el objetivo de registrar aquellas expresiones representativas de los demás vecinos del barrio para analizar los significados que construyen con respecto a la ocurrencia de inundaciones y anegamientos. De este modo, se consideran las percepciones de los habitantes del barrio en las redes sociales y en las entrevistas efectuadas por un noticiero local en el año 2014[4]. Se seleccionó dicho año debido a que fue un período en el cual, en la ciudad de Bahía Blanca, los efectos de la precipitación adquirieron mayor visibilidad, sobre todo en la prensa local que registró las consecuencias producidas por las intensas lluvias que ocasionaron anegamiento de viviendas, cortes de energía eléctrica y telefonía, así como inundaciones, obstrucción de desagües pluviales y desborde del arroyo Napostá Grande. A su vez, la información registrada en la prensa local se contrasta con estudios llevados a cabo por Ferreli et al. (2017) quienes observan que, a través del análisis de datos climáticos para el período 1960-2014, las precipitaciones presentaron ciclos “moderadamente húmedos” concentrándose especialmente en la estación estival.

Para realizar el análisis se seleccionan dos entrevistas efectuadas por el noticiero televisivo local Canal 9 Bahía Blanca en el año 2014. En ellas, se destacan las expresiones significativas que aluden a las concepciones construidas colectivamente en torno a la ocurrencia de anegamientos. Luego, mediante un trabajo de campo, se realizan tres entrevistas a vecinas del barrio para analizar la situación actual del mismo en relación con los eventos de inundaciones y anegamientos. En los relatos se expresan los inconvenientes más frecuentes, especialmente la ocurrencia de anegamientos, el ingreso de agua a las viviendas, el aislamiento del sector por la imposibilidad de transitar por las calles de tierra y la acumulación de residuos, entre otros conflictos.

En el análisis de la información recopilada en las entrevistas, tanto las realizadas por el periodismo televisivo como las efectuadas en el área bajo estudio en la salida de campo se realiza la Tabla 1 en la cual se sistematizan categorías de análisis relacionadas con la percepción social del riesgo hídrico. Entre ellas, se pueden mencionar: los significados construidos en torno al lugar de residencia, los problemas percibidos en el barrio, las estrategias adoptadas ante eventos de inundaciones o anegamientos y aquellas expresiones representativas.

Percepción social del riesgo hídrico en el barrio Villa Talleres ante eventos de inundaciones y anegamientos ¿un sector olvidado?

La percepción que los habitantes del barrio construyen de los problemas que enfrentan en su vida diaria permite analizar las concepciones que elaboran con respecto al lugar en el que residen. La falta de inversión en obras de infraestructura, el anegamiento de calles luego de períodos de precipitaciones, las dificultades relacionadas con la accesibilidad por el estado de las calles, los desbordes cloacales y los problemas sanitarios, son los conflictos más representativos según los vecinos del barrio. Sin embargo, experimentan experiencias de lazos compartidos por los integrantes de la vecindad que afrontan de un modo comunitario los problemas que atraviesan. Esto se ve favorecido por el accionar de las actividades de la sociedad de fomento, de grupos religiosos, laicos y de diversas agrupaciones de ayuda social que organizan actividades comunitarias en las que se forjan estos lazos.

Teniendo en cuenta el interrogante que hace alusión al tiempo de residencia en el barrio y los motivos de su elección, se observa que, por lo general, los vecinos del sector conforman familias que residen hace pocos años y que eligieron el barrio debido al fácil acceso de tierras vacantes que, por sus condiciones de déficit de infraestructura, equipamiento y servicios, atrajo a la población de escasos recursos económicos. En los relatos de las siguientes entrevistadas pueden advertirse estos aspectos:

Vinimos de la provincia de Río Negro hace ocho años para tener nuestra casa propia. Nos habían dicho que había terrenos disponibles y vinimos por esta zona a buscar un terreno porque no teníamos para comprarlo, pero nunca nos imaginamos que íbamos a vivir así. Tenemos muchos problemas y nadie nos da una mano, vivimos entre el barro, la tierra, la basura, es un chiquero. (Entrevistada 4)

Yo estoy acá en el barrio desde el 2010 más o menos. Me vine cuando falleció mi mamá. Vivo con mi hijo y tratamos de estar lo mejor que podemos, aunque los problemas del barrio ya se ven desde hace años, yo tenía que ayudar a mamá cuando venía a visitarla con el tema de la humedad más que nada. (Entrevistada 5)

En el barrio estamos con mi marido, mis tres hijos y con mi mamá desde hace unos años porque pudimos comprar un terreno muy barato. Empezamos a participar en los problemas del barrio y los sábados nos organizamos con otros vecinos y con grupos que nos ayudan para ofrecer la merienda a los chicos del barrio que vienen. (Entrevistada 3)

En relación con los problemas percibidos, se destacan aquellos que permiten conocer los principales inconvenientes que inciden en el desarrollo de las actividades cotidianas de los vecinos. De esta manera, coinciden en que el principal conflicto es la acumulación de agua en las calles, los desniveles de las calles y el material de las mismas -en su mayoría de tierra-, problemas con la circulación general (tanto de peatones como de vehículos) y el ingreso de agua a las viviendas que se desencadena como consecuencia de la ocurrencia de precipitaciones, intensas e intermitentes. Los siguientes testimonios dan cuenta de ello y de las estrategias que adoptan para solucionarlos:

Acá el principal problema que tenemos es que cuando llueve nos entra toda el agua a las casas. Y no te estoy hablando de aguaceros sino cualquier llovizna ya hace que la calle, que es de tierra, se embarre, se acumule porque hay pozos por todos lados y que cuando llueven varios días seguidos nos entra y hace desastre. Con la última lluvia, estuvimos semanas durmiendo mal, no solamente mojados sino con barro y sacando agua. Estamos con riesgo de tener una neumonía crónica porque siempre está todo húmedo acá. Para sacar el agua tuvimos que hacer pozos adentro de la casa para que no se nos llene todo de agua. (Entrevistada 4)

Uno de los grandes problemas es que las calles son de tierra, hay pozos, no se puede caminar ni andar en bici, auto o colectivo, son un desastre. Aunque pasan la máquina, rompen los caños y después tenemos problemas porque estamos sin agua. Osea, que tratan de solucionar algo y hacen que tengamos otros problemas, nosotros entre todos los vecinos a veces ponemos tierra y piedras para subir el nivel de la calle, pero no alcanza, necesitamos que vengan a arreglar las calles, pero ya estamos cansados porque no nos escuchan. Y no te digo cuando llueve porque caen dos gotas y nosotros quedamos llenos de agua, ahora estamos esperando que no vuelva a llover porque el agua queda por dos semanas y no podemos salir, tengo que meterme de agua hasta los tobillos. (Entrevistada 5)

Tenemos un merendero y a veces no podemos salir de las casas ni llevar a los chicos si necesitan ir a algún lado porque se acumula el agua, hay desbordes cloacales desde hace años y además el colectivo llega solo hasta Villa Serra. La calle Emilio Rosas vive llena de agua, es una laguna, pero bueno, tratamos de apoyarnos entre nosotros, con la gente de la sociedad de fomento y los chicos de grupos que se reúnen y organizan colectas solidarias, merenderos, roperos comunitarios, charlas. (Entrevistada 3)

Para los vecinos del barrio, la ocurrencia de precipitaciones no es la principal causa del problema de los anegamientos debido a que, aun cuando no llueve deben atravesar por el mismo inconveniente. De este modo, se reconocen otros conflictos relacionados con el inadecuado estado de las calles y con el aislamiento que dicha circunstancia genera para los habitantes del sector, aspecto que incide en el normal desenvolvimiento de sus actividades cotidianas, como por ejemplo, el tránsito vehicular y peatonal, la imposibilidad de acceder a determinados servicios (ingreso/egreso transporte público, remises, ambulancias), y conflictos generados por los desbordes cloacales, entre otros aspectos.

En este sentido, es importante mencionar las expresiones que los miembros de un grupo de ayuda social del barrio, denominado “El Puente” expresan en las redes sociales como Facebook e Instagram acerca de los problemas que aquejan a los vecinos del barrio. En uno de los comentarios se vislumbra una publicación con una imagen que expresa uno de los mayores problemas que atraviesan los vecinos del barrio: los eventos de anegamientos del sector y la falta de intervención en obras de infraestructura para solucionarlos. A su vez, en el comentario se puede analizar que la sensación de los vecinos es de abandono por parte del municipio local frente a los problemas que enfrentan:

…No es novedad, que con cada lluvia medianamente fuerte que tengamos en la ciudad, el centro quede totalmente rebalsado e inundado. ¿Cómo será entonces, en los lugares donde la urbanización no existe y no hay un sistema de desagüe? Vivir en una falsa integración urbana implica sentir que, cada vez que llueve, esta se doblega. (Red Social Instagram “elpuentebahiablanca”, 30 de septiembre de 2018)

De este modo, la imagen colectiva del barrio se construye a partir de una mirada de abandono y olvido. Teniendo en cuenta las estrategias adoptadas por los vecinos para mitigar los problemas que adolecen es posible analizar que, los mismos, intervienen a través de diferentes mecanismos entre los que se pueden mencionar el relleno y nivelación de las calles de tierra, la comunicación de los inconvenientes en páginas de redes sociales y periodismo televisivo y digital, la elaboración de pedidos formales ante los delegados municipales para solucionar problemas cotidianos y la concurrencia al merendero del barrio, a iglesias y a la escuela para solicitar ayuda, entre otras.

Con respecto a estas estrategias, es relevante resaltar el papel que desempeñan los espacios y tiempos en los que se producen los intercambios y encuentros -interacciones cotidianas cara a cara- con los otros (Lindón y Hiernaux, 2006) que inciden en la interpretación de la realidad y de los fenómenos que acontecen. En este sentido, adquieren visibilidad los tiempos efímeros, fugaces, derivados de la instantaneidad que configuran los escenarios urbanos. Por ejemplo, es fundamental tener en cuenta aquellas prácticas socio-espaciales y estrategias desarrolladas por los vecinos en el momento de una inundación o en el período posterior a la misma, así como también reconocer los problemas cotidianos derivados de la ocurrencia de anegamientos y los significados construidos en torno a los mismos. De este modo, se vislumbran las estrategias adoptadas por vecinos y diversos grupos de ayuda social a través de campañas solidarias, colecta de ropa y pedidos formales de ayuda en los medios periodísticos locales. El siguiente relato, expresa este aspecto:

Cuando llueve mucho, con la gente de la sociedad de fomento y de los grupos de jóvenes sabemos que al otro día tenemos que empezar a trabajar y ponernos en campaña. Empezamos a hacer colectas de ropa y calzado, roperos comunitarios, llamamos a los canales de televisión para que vengan a mostrar nuestra realidad. Y después durante el año organizamos té bingos y rifas para juntar fondos para las necesidades del barrio. (Entrevistada 3)

En relación con los significados que las entrevistadas construyen del lugar en el que residen, con respecto al interrogante que hace alusión a la representación del barrio, es posible observar, en general, la imagen de un sector olvidado que requiere tareas de intervención, presencia y ayuda social según los problemas que se manifiestan. Los relatos acerca de la pregunta ¿qué significa el barrio en el que vivís?, dan cuenta de estas cuestiones: El lugar donde me tocó vivir (Entrevistada 4); Un lugar olvidado por quienes nos representan (Entrevistada 5). Al mismo tiempo, para otra de las entrevistadas representa un lugar con una fuerte carga afectiva, cuestión que puede deberse a las tareas y funciones sociales que la vecina desempeña en él, a través de la organización de un merendero: Mi casa, mi familia, con sus cosas buenas y con sus problemas (Entrevistada 3).

Finalmente, se seleccionaron aquellas expresiones representativas, tanto en las entrevistas realizadas en el trabajo de campo como las consultadas en el periodismo local que permitieron analizar las experiencias de los vecinos que se circunscriben a su espacio cotidiano, en el que se desenvuelven la totalidad de sus prácticas y en el que se construye el lugar como centro de significados. De este modo, se puede identificar en los relatos de los entrevistados que, Villa Talleres, representa un espacio olvidado, motivo por el cual los vecinos se sienten aislados y en desigualdad de oportunidades para acceder a una adecuada calidad de vida. Esta situación se evidencia en los sentimientos de angustia que representa para los vecinos la falta de intervención en obras de infraestructura, aspectos que profundizan los conflictos que se generan tras la ocurrencia de intensas precipitaciones, como son principalmente los anegamientos (Fotografías 1 y 2).

De este modo, se observan diversas percepciones sociales construidas por los vecinos en torno al lugar en el que residen y en relación con los eventos cotidianos que atraviesan. El conocimiento de estos, es relevante para la toma de decisiones en materia de planificación y ordenamiento territorial. Según Barros (2000):

…la geografía puede contribuir a superar el sentido común con que se observa a los lugares; sentido común que no solo es identificable en los discursos cotidianos más o menos vulgares, sino también en muchos discursos académicos del campo de las ciencias sociales y, bastante frecuentemente, en el discurso político, especialmente cuando se debate en torno al desarrollo local. (p.93)

Anegamiento en el barrio Villa Talleres
Fotografías 1 y 2
Anegamiento en el barrio Villa Talleres

Nota: calles anegadas en el barrio Villa Talleres luego de la ocurrencia de precipitaciones intensas, subidas a la red social Facebook por vecinos del sector. En la Fotografía 1 se observa la acumulación de agua en las calles de tierra y el barro que impide el tránsito vehicular y peatonal. En la Fotografía 2 se observan los materiales deficitarios de construcción de las viviendas, mayormente de chapa.

Fuente: obtenidas en la red social Facebook “El Puente”, 2018

Tabla 1.1
Significados, problemas y estrategias adoptadas por los vecinos del barrio Villa Talleres ante eventos de anegamientos
Significados, problemas y estrategias adoptadas por los
vecinos del barrio Villa Talleres ante eventos de anegamientos
Fuente: elaboración personal con base en las entrevistas efectuadas y obtenidas de noticieros televisivos, 2018

Tabla 1.2
Significados, problemas y estrategias adoptadas por los vecinos del barrio Villa Talleres ante eventos de anegamientos
Significados, problemas y estrategias adoptadas por los
vecinos del barrio Villa Talleres ante eventos de anegamientos
Fuente: elaboración personal con base en las entrevistas efectuadas y obtenidas de noticieros televisivos, 2018

El análisis de las inundaciones y anegamientos en el barrio Villa Talleres en los medios periodísticos locales y en las redes sociales

Las notas periodísticas publicadas -acerca de la ocurrencia de inundaciones y anegamientos en el barrio bajo estudio- por los noticieros televisivos, por la prensa escrita y digital, así como la información difundida en las redes sociales aportan información valiosa para el conocimiento de la percepción social que los medios periodísticos y los vecinos elaboran de los eventos que atraviesan. Para sistematizar la información relacionada con dichos eventos se presenta la Tabla 2, en la que se detallan los principales problemas que los medios periodísticos locales y los habitantes de la ciudad consideran representativos en el barrio.

Tabla 2
Problemas representativos en el barrio Villa Talleres registrado por la prensa escrita y digital
Problemas representativos en el
barrio Villa Talleres registrado por la prensa escrita y digital
Fuente: elaboración personal con base en redes sociales y periodismo televisivo y digital (2013-2018)

Según la información recopilada es posible advertir que, el principal inconveniente, es el inadecuado estado de las calles y la falta de intervenciones para mitigar los problemas desencadenados por los anegamientos luego de la ocurrencia de lluvias intensas. Asimismo, la acumulación de residuos por la ausencia de un servicio de recolección que acceda a la totalidad de las calles del barrio, profundiza el problema de los anegamientos, a la vez que contribuye a generar focos de contaminación y aislamiento.

Por otro lado, la situación se agrava tras las intervenciones que se realizan para mejorar el estado de las calles que, en reiteradas ocasiones según comentan los vecinos, terminan generando otros problemas como la rotura de caños de agua que afectan la provisión del servicio. En este sentido, la percepción social del riesgo hídrico que los vecinos del barrio Villa Talleres elaboran, se asocia con los problemas de anegamiento que se generan luego de la ocurrencia de precipitaciones, pero también, con otros factores que no se relacionan directamente con la dinámica del medio ambiente. Entre ellos, se pueden mencionar: la ausencia de inversión en obras de infraestructura, las intervenciones de las autoridades locales que, con el propósito de mitigar los problemas, pueden profundizarlos; el inadecuado funcionamiento de los desagües pluviales, la generación de desbordes cloacales,la acumulación de residuos y la localización física en el sector inferior de la cuenca del arroyo Napostá Grande. De este modo, la ocurrencia de un evento natural desencadenante, como son las precipitaciones intensas y la configuración social previa a la ocurrencia de dicho fenómeno, configura un escenario de vulnerabilidad socio-ambiental que es preciso conocer y analizar.

Conclusiones

La alternancia de períodos húmedos y secos ha sido una característica distintiva en el sudoeste bonaerense (Campo et al., 2011; Bohn et al., 2011) y sus efectos socio-espaciales se identifican con mayor notoriedad en los sectores vulnerables que no pueden responder de forma adecuada a sus implicancias. En Bahía Blanca, los sectores periféricos del sector sur expresan con mayor intensidad aquellas problemáticas socio-ambientales que se producen como consecuencia de la ocurrencia de inundaciones y anegamientos. Entre los factores que explican la situación de vulnerabilidad del sector estudiado, se puede mencionar su localización, en el sector inferior de la cuenca del arroyo Napostá Grande y la ocurrencia de precipitaciones intensas producidas en cortos períodos de tiempo. Sumado a ello, el crecimiento planificado y espontáneo de la ciudad, la insuficiente infraestructura o falta de mantenimiento, la concentración espacial de la población y la incapacidad de respuesta ante sus necesidades concretas (Natenzon y Ríos, 2015), junto con la dinámica que los mismos vecinos imprimen en el espacio, crea y recrea amenazas y vulnerabilidades.

En este contexto, es necesario conocer los principales inconvenientes del barrio relacionados con la ocurrencia de eventos extremos, como lo son las precipitaciones intensas y la percepción que los vecinos elaboran de los fenómenos que atraviesan para implementar políticas de gestión y ordenamiento del espacio urbano que incluya sus demandas y necesidades. Para lograr esto, es necesario abordar, mediante la adopción de técnicas cualitativas, las concepciones construidas por los vecinos del barrio de los problemas que adolecen. La consideración de las delegaciones y del barrio como unidades de gestión administrativa radica en la utilidad que representan como punto de partida para formular propuestas de intervención en el corto, mediano y largo plazo.En este sentido, se considera el barrio como unidad de análisis debido a que permite analizar los problemas del espacio urbano por su identidad e integración social, como espacio de interacción y pertenencia.

De este modo, los lugares pasan a tener una importancia preponderante a partir de los significados que los sujetos les atribuyen a los eventos de su vida cotidiana. En el caso bajo estudio, el conocimiento de las causas de la ocurrencia de inundaciones y anegamientos contribuye a disminuir los niveles de incertidumbre y de este modo, identificar los sectores vulnerables afectados por desbordes y aislamiento que se manifiestan en el barrio. A su vez, la percepción que los vecinos tienen de estos eventos contribuye a realizar un diagnóstico integral en función de sus necesidades y problemáticas detectadas, aspectos que colaboran en la toma de decisiones.

Así, por ejemplo, es fundamental considerar las construcciones subjetivas de los habitantes del barrio. Cada persona percibe de un modo diferencial los conflictos cotidianos del barrio en el que vive y los principales problemas relacionados con las experiencias diarias que desarrolla. Mientras que, para algunos vecinos, la ocurrencia de inundaciones y anegamientos es el principal inconveniente, para otros, lo constituye la presencia de residuos domiciliarios o el inadecuado mantenimiento y limpieza de las calles o desagües pluviales. Por su parte, otros grupos de vecinos consideran que el principal conflicto es la ocurrencia de problemas sanitarios en función del recuerdo de experiencias anteriores y las sensaciones inmediatas percibidas.

En este sentido, en función de las entrevistas realizadas y de la búsqueda y recopilación de información en diversas fuentes (artículos periodísticos, páginas web del periodismo digital local y redes sociales de agrupaciones de vecinos) según la percepción de los vecinos, es posible identificar los principales problemas del barrio. En general, se encuentran ligados a la ausencia de planificación e inversión en obras de infraestructura y, entre ellos se puede mencionar: el estado y material de las calles -en su mayoría de tierra- los desniveles que se producen con el trabajo de las máquinas niveladoras que amplifican los inconvenientes, la ocurrencia de precipitaciones que genera inundaciones, anegamientos y aislamiento del barrio por problemas de conectividad (tránsito vehicular y peatonal) y, el material de las construcciones de las viviendas -en su mayor parte de chapa-, la acumulación de basura en calles y veredas y la rotura de cañerías que ocasiona desbordes cloacales, que en conjunto, constituyen factores que aumentan las condiciones de vulnerabilidad de la comunidad barrial.

Teniendo en cuenta estos aspectos, se evidencia una complejidad derivada del estudio de la subjetividad espacial ya que difiere según cada persona en función de diversos factores y del contexto particular de cada comunidad. Pese a esto, el conocimiento de la percepción social en la formación de las imágenes del mundo real que construyen las personas radica en comprender las decisiones espaciales que toman en función de sus motivaciones y modos de interacción social. Así, incluir el estudio de la percepción social que los habitantes del barrio bajo estudio construyen ante los problemas que atraviesan permite elaborar políticas de ordenamiento territorial que los incluya como actores fundamentales en su planificación, intervención, mitigación y solución.

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Notas

[1]  Según Scheffer (2004) los primeros estudios para realizar la construcción del Canal Maldonado, se inician en 1937 en el que se propone que la obra tendría una capacidad de escurrimiento de 180 m3/seg y sistematizaría el cauce del arroyo Napostá Grande en su cuenca inferior, a través del partidor del Parque de Mayo para lograr un escurrimiento de 120 m3/seg. De este modo, en 1947 comienzan las tareas de construcción del canal para remediar el problema de las inundaciones en la ciudad como consecuencia de las crecidas del arroyo Napostá Grande que hasta ese momento el valor máximo registrado había sido de 300 m3/seg.
[2]  Según Ferrando (2006, en Zapperi y Campo, 2011) una inundación es una masa de agua que desborda su cauce natural, derivada de procesos con recurrencia interanual, como son las crecidas de los cursos de agua, sumado a las condiciones de insuficiencia de los sistemas de evacuación, sean estos cauces naturales o sistemas de drenajeartificializados. Mientras que, los anegamientos, hacen referencia a la acumulación temporal de agua de lluvia en un determinado sector.
[3]  En el marco de la Ley Nº 14.449, en el año 2014 se creó el Registro Provincial de Villas y Asentamientos Precarios de la provincia de Buenos Aires (RPPVAP) como una herramienta centralizada de diagnóstico provincial ideada para generar procesos de integración socio-urbanísticos, que surgen del relevamiento de los barrios. Los proyectos de integración contemplan la implementación de infraestructura, regularización dominial, promoción y desarrollo de mejoras, refacción y ampliación de viviendas, construcción de equipamiento comunitario, generación y recuperación de espacios verdes, entre otros (Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires; Subsecretaría Social de Tierras, Urbanismo y Vivienda, 2018).
[4]  Teniendo en cuenta los estudios llevados a cabo por Ferreliet al. (2017), el año 2014 se inscribe en un período moderadamente húmedo y las fluctuaciones pluviométricas están determinadas por picos de energía interanuales y decádicos que presentan variaciones entre años extremadamente secos y húmedos.
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