Artículos

Vecinos: el barrio y la ciudad en la conformación de la identidad local. Junín 1943/1944

Neighbors: the neighborhood and the city in shaping the local identity. Junín 1943/1944

http://orcid.org/0000-0001-5297-7436 Carolina Estefanía Corfield Fulcheri
Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, Argentina

Vecinos: el barrio y la ciudad en la conformación de la identidad local. Junín 1943/1944

Cuadernos de H ideas, vol. 13, núm. 13, 2019

Universidad Nacional de La Plata

Recepción: 21 Mayo 2019

Aprobación: 14 Diciembre 2019

Publicación: 17 Diciembre 2019

Resumen: En el siguiente trabajo se analiza y describe la manera en que desde el discurso de los vecinos de Villa Belgrano y Villa Talleres [dos barrios de la ciudad de Junín, noroeste de la provincia de Buenos Aires] tejieron y desarrollaron estrategias para que la identidad barrial fuera integrada a la idea de ser nacional que emanaba desde el estado, durante los años 1943 y 1944. La pretensión estatal representaba y suponía un conflicto con la identidad/identidades locales. En un contexto en donde el Estado Argentino había asumido en líneas generales la idea de una nación argentina medianamente homogénea para mediados del pasado siglo XX, luego de casi cincuenta años de políticas tendientes a integrar la población migrante dentro de un proyecto político y económico, el discurso y las prácticas de estas comunidades van a poner en entre dicho la solidez pretendida desde los organismos estatales en diversos niveles. Su discurso se estudia a partir de una publicación micro-local, como lo era el periódico, primero quincenal y luego trimestral, Horizontes, órgano exclusivo de dichos barrios. En el trabajo se realiza una lectura crítica del periódico de las Villas y se efectúa un seguimiento de algunos conflictos desarrollados en torno a problemáticas tales como la Higiene, el desarrollo barrial y urbanístico, las características morales de la población, varios reclamos a la Municipalidad de Junín, etc.

Palabras clave: Identidad, localismo, ser nacional, estrategias, Barrios, Junín.

Abstract: The following work analyzes and describes the way in which from the discourse of the residents of Villa Belgrano and Villa Talleres [two neighborhoods in the city of Junín, northwest of the province of Buenos Aires] they wove and developed strategies for neighborhood identity It was integrated into the idea of being a national that emanated from the state, during the years 1943 and 1944. The state claim represented and involved a conflict with local identity / identities. In a context where the Argentine State had broadly assumed the idea of a moderately homogenous Argentine nation by the middle of the last century, after almost fifty years of policies aimed at integrating the migrant population into a political and economic project, the the discourse and practices of these communities are going to put in between said solidity intended from state agencies at various levels. Their speech is studied from a micro-local publication, as was the newspaper, first fortnightly and then quarterly, Horizons, exclusive organ of these neighborhoods. In the work a critical reading of the newspaper of the Villas is carried out and some conflicts developed around problems such as Hygiene, neighborhood and urban development, the moral characteristics of the population, several complaints to the Municipality of Junin, etc.

Keywords: Identity, localism, national spirit, strategies, neighborhood, Junin.

Como viejo vecino de Junín, y más vecino aun

De Villa Belgrano y Villa Talleres…

Calderón Pizarro (Justo Daract)1

Introducción

Desde la formación del Estado Argentino, las cuestiones relativas al control de su población y la manera lícita en que esta se reproduce; el matrimonio, la identificación con un modelo de argentinidad y las filiaciones que estos hechos sociales suponían, fueron una constante que se hace patente todavía al día de hoy y que siempre generó conflictos (la argentinidad, el ser nacional, la raza argentina)

La familia y cada uno de los individuos forman parte del tejido que compone un Estado, fueron objeto de políticas a través de sus agencias que pensaron a cada una de estas partes que lo componen en función de un proyecto que las superaba y abarcaba, proyecto que podemos llamar “argentinizador” y al cual podemos ubicar a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

Acercándonos al momento del centenario -1910- la modernización capitalista y la inmigración masiva modificaron sustancialmente la estructura social del país haciendo necesario para el Estado argentino la implementación de dispositivos que permitieran la creación de una argentinidad que garantizara la gobernabilidad (Fanlo, 2010)

La asimilación de la inmigración, en parte mediante el matrimonio con ciudadanos y nativos argentinos, y en parte a través de las políticas educativas y sociales, así como el contexto en el cual se daba la reproducción de la población y las características que esta misma asumía, siempre generaron un debate en la opinión pública y los medios.

Durante las primeras décadas del siglo XX, con la inserción de la Argentina en la economía mundial como exportadora de materias primas y con vastas hectáreas de territorios incorporados luego de las campañas militares que aniquilaron las estructuras sociales nativas que aún pervivían, se hizo necesario aumentar drásticamente la mano de obra. Dicha demanda será cubierta en primera instancia por los trabajadores inmigrantes, pero esto, como se dijo con anterioridad generó conflictos en el seno de la sociedad criolla, sobre todo en los núcleos urbanos:

“ … En la Argentina la preocupación por la población se inscribe en dialogo con la reflexión occidental, en discusiones más amplias acerca de la modernización política, social y económica. Desde las primeras décadas del periodo independiente, el factor inmigratorio cobra centralidad en el debate poblacionista. Para el discurso de la generación del 37, el aporte de extranjeros ultramarinos es indispensable como la fuerza de trabajo necesaria para modernizar la producción agrícola ganadera y asegurar, con ella, nuevos términos de inserción en el mercado internacional. Además, se convierte en un instrumento esencial en la creación de una sociedad y una comunidad política modernas…” (Biernat y Ramacciotti, 2013, p. 28)

En la prensa, las leyes y en los datos censales encontraremos un arsenal discursivo en torno al ideal del ser argentino que se buscaba crear. Pero los estudios históricos que analizan las líneas y dispositivos en torno a la construcción de la identidad nacional, hablan poco sobre dicha experiencia social en los grupos -espacial y demográfico- más reducidos, como por ejemplo los barrios que son objeto de nuestra atención.

Entonces, dentro de una tendencia general más visible, ¿Cómo y cuáles son las estrategias sociales de resistencia y adaptación de grupos reducidos? ¿Se adaptan, negocian, resisten o dialogan con los ideales promovidos por el Estado? ¿En qué maneras y como se articulan y ponen en juego los recursos de las comunidades?

El presente trabajo se propone enriquecer el análisis de una parte de la sociedad que compone la ciudad de Junín en torno a las formas que tomó y en cómo se llevó a cabo la construcción de la identidad nacional con variables de índole microhistoricas, que consideramos más esclarecedoras porque permiten sentir la rugosidad del tejido social, con sus nudos e imperfecciones. Intentamos reconstruir mediante el discurso de un periódico barrial una serie de pequeñas relaciones presentes en sintonía con un hecho histórico de trascendencia nacional que se cristalizo en paralelo: la idea del ser nacional analizada a través de su heterogeneidad y sus discontinuidades (Ginzburg, 1994, p. 33).

Existen una multitud de personajes que participan del macro proceso como es el establecimiento de una identidad nacional, un proceso caracterizado por los conflictos y tensiones, que a mediados del siglo XX se considera en líneas generales encauzado; en ‘El gaucho indómito’ de Ezequiel Adamovsky podemos ver un aspecto (el gaucho) de la continuidad de dicho proceso y las formas que tomaron las tensiones a través de la figura del gaucho como un emblema mediante el cual se pensó la nación desde fines del siglo XIX hasta el peronismo, en donde el autor explica:

“…La apropiación del criollismo por parte del peronismo le sumo detractores (…) a pesar de que los seguidores de Perón lo hicieron propio, al mismo tiempo produjeron otros emblemas poderosos (…) La figura del obrero compitió tempranamente con la del gaucho a la hora de encarnar a Juan Pueblo, representación del cuerpo político de la nación. Luego de 1955, el cabecita negra absorbió varias de las funciones que antes habían hecho atractivo al gaucho; la vinculación con lo rural, lo plebeyo…” (Adamovsky, 2019, p. 204)

Para Adamovsky la idea de un emblema nacional que articule a todos los habitantes del territorio argentino, gira en torno del gaucho y de los usos que diferentes actores hicieron del criollismo, periodo que se cierra con el declive del mismo luego de los años cuarenta.

El presente trabajo toma como punto de partida este periodo de inflexión política y cambios culturales a escala global (emergencia de una cultura de masas, una cultura juvenil en ciernes, mayor presencia de las mujeres en ámbitos públicos y políticos) para analizar los diálogos y conflictos entre la idea de nación y la conformación de las identidades locales.

Sostenemos que las identidades individuales y colectivas son plurales, que frente al intento estatal de llevar adelante una serie de políticas para la construcción de una gobernabilidad viable mediante la filiación identitaria de una población heterogénea con un ideal nacional, los individuos van a “elegir” “participar” “interpretar” las medidas estatales según sus propios intereses locales y más aun barriales, que orientaran sus acciones y reclamos.

Dicha identidad barrial implica la idea de distinguibilidad, de unidad distinguible con un fuerte contenido relacional (Gimenez, 1997) que rastrearemos mediante los indicios que nos brinda el discurso escrito a lo largo de la publicación periódica del diario.

Por tal motivo se profundizará en la observación y el análisis de dos barrios de la ciudad de Junín, y no toda la ciudad, como lo son en la actualidad Villa Talleres y barrio Belgrano (anteriormente autodenominado Villa).

1. La ciudad de Junín y los barrios de Villa Talleres y Belgrano.

La ciudad de Junín, se originó en torno a lo que fuera el Fuerte Federación, determinando que el ejido urbano se desarrollara en la zona que hoy conforma el centro de la ciudad alrededor de las plazas 25 de Mayo y 9 de Julio.

La llegada del ferrocarril y el establecimiento de dos líneas férreas, orientó el crecimiento de la ciudad hacia la zona sur de las mismas (y en dirección a las antedichas plazas y zonas aledañas) (Tauber, 1997, 56)

Asimismo, en el espacio entre ambas líneas ferroviarias se estableció una zona de edificios y viviendas vinculados al ferrocarril, denominado Pueblo Nuevo y más al norte, cruzando la última línea de vías de lo que supo ser hasta la década de los noventa el B.A.P (sigla de la línea ferroviaria Buenos Aires al Pacífico) se asentó una comunidad conocida hasta 1925 como Tierra del Fuego. En 1865 se realiza la traza del pueblo y la división en quintas y chacras, las primeras personas se asentaron en lo que posteriormente sería el Barrio Belgrano en 1881 y los talleres se levantaron en 1886, es decir 5 años más tarde, por lo cual no podemos hablar de un barrio propiamente dicho pero si de la existencia previa de algunas personas y hogares asentados en lo que era en ese momento la chacra de Esteban Vicente Cichero2, (Ver Plano 1). El barrio y el posterior loteo se van a desarrollar luego de la llegada de los talleres (Tauber, 1997, p. 56)

PLANO N° 1
Ciudad de Junín
Ciudad de Junín


En la primera imagen se observa la planta urbana de Junín para 1914. En la imagen inferior sobre un plano de la década de 19403 se observa: En ROJO lo que eran las vías del ferrocarril central que contaban con la muralla, en NARANJA las vías del ferrocarril Buenos Aires al Pacifico, en AMARILLO las dimensiones del Barrio Belgrano, hasta la posterior escisión de una parte delimitada por la avenida Rivadavia en color BLANCO, finalmente en VERDE Villa Talleres. En el espacio entre las dos vías (NARANJA Y ROJO) se encuentra el barrio Pueblo Nuevo.

Fuente: Guía Comercial de Junín, Año 1914

Como el nombre lo indica, Tierra del Fuego se supo ver a sí misma y fue percibida por el resto de la ciudad como “el fin del mundo”, una zona muy lejana, aunque pertenecía al partido de Junín y estaba dentro del denominado cuartel I que incluía a la propia ciudad.

Esta visión es evidenciable en notas y comentarios que aun circulan en los distintos medios locales.4

La comunidad contaba con sus propios lugares de referencia (tales como la escuela, la delegación policial y la parroquia actualmente ubicadas en el lugar original.) Posteriormente se establecieron una sala sanitaria, la delegación municipal y una delegación del registro civil en torno a la plaza. Todo ello trae el recuerdo de los orígenes, cuando todavía se lo reconocía como un villorio separado de Junín.

A partir del 7 de noviembre de 1925, en virtud de una ordenanza municipal que tiene su origen en un pedido de la sociedad de fomento de Tierra del Fuego, pasó a denominarse barrio General Manuel Belgrano, conocido popularmente como Villa Belgrano al mismo tiempo que desaparece la llamada Villa Colin York (que se aprecia en el plano anterior) dado que pasa a quedar dentro del radio del barrio Belgrano.

Desde sus comienzos el barrio contó con su propio periódico, llamado Tierra del Fuego, fundado y dirigido por P. Cirigliano en 1917,5 el mismo tenía una frecuencia trimensual los días 10, 20 y 30 de cada mes y contaba con 4 páginas, el periódico se consideraba independiente, impersonal e informativo, pero no llego con sus ejemplares al final de la década.

Posteriormente, a partir del 30 de julio de 1943 comienza a publicarse en el barrio Belgrano, el periódico Horizontes que tendrá una tirada vigente hasta 1948 (hasta donde se tiene registro). El periódico fue hasta el numero 10 (de diciembre de 1943) una publicación quincenal y a partir del 5 de enero de 1944 pasó a ser trimensual y sabemos que alcanza en ese año a los dos mil suscriptores según hace constar el director del diario en sus páginas.

En este avance trabajamos con los ejemplares de Horizontes correspondientes a los años 1943 y 1944. Dichos ejemplares se encuentran sueltos en folios individuales y agrupados en cajas, en general en buen estado de conservación y pertenecen al archivo histórico Roberto Dimarco de la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires.

1.1 Identidad y ser nacional. Los otros y el nosotros.

A fines del siglo XIX el Estado Argentino desarrollo diferentes estrategias. Experimentando Argentina tempranamente diversas oleadas migratorias que van a aumentar significativamente la población del país, fenómeno que se hace más evidente en las principales ciudades y en el Rio de la Plata, el Estado va a tener la necesidad (nacida de un proyecto político y económico) de controlar no solo esa masa ingente de cuerpos, si no de organizarlos e integrarlos. Dentro de este programa el concepto de raza nacional se va a transformar en una muletilla pseudocientífica (Armus, 2007, p. 141) afín a las necesidades de los grupos dominantes.

Armus plantea que la discusión sobre la cuestión de la raza argentina, se desarrolló no en torno a la búsqueda de la pureza racial, si no en relación a la mezcla, produciendo debates en diferentes ámbitos acerca de cuál era el capital humano más apropiado para forjar el ser argentino, imagen que será sintetizada según Adamovsky en la figura del gaucho. En este marco, las cuestiones relacionadas a la salud o la enfermedad van a calar en las cuestiones relativas al proceso de identidad.

Las medidas llevadas a cabo por parte del Estado para fomentar el proceso de integración fueron diversas, tales como la expansión de la escuela pública, del sistema sanitario en su vertiente higienista, la sanción de una legislación que atendiera la cuestión del inmigrante, etc. (Biernat y Ramacciotti, 2013). Sin negar la tendencia que se logró en el conjunto del país hacia la asimilación y formación de una identidad superadora de todas aquellas que portaban los inmigrantes y las poblaciones nativas, en el plano local -y más aún en el barrial- se puede observar que la relación entre nativos e inmigrantes por momentos se hacía tensa, y que profundizando la mirada micro dentro de una misma localidad relativamente pequeña como era Junín, las identidades eran múltiples y no exentas de conflictos.

1.2 Las Villas y Junín.

Como se dijo con anterioridad, el origen de los barrios Manuel Belgrano y de Villa Talleres se dio en paralelo, pero también de manera separada de la ciudad por una frontera física y simbólica representada por las vías del ferrocarril. Hasta el día de hoy en Junín, no es lo mismo vivir en uno u otro lado de la vía.

Respecto a cómo la distribución espacial de los barrios gravitó en el modo en que se organizaron las Villas, tomamos algunos datos de un estudio del geógrafo local Bianco, quien se ocupó de los usos, del suelo y de la población. A propósito de la situación de los barrios con anterioridad de 1920, M. Bianco se refería en estos términos:

“…El ferrocarril (…) también representa un obstáculo para el tránsito entre sus diferentes barrios. El ferrocarril BAP solo posee pasos a nivel en las calles Córdoba, Rivadavia, Primera Junta, hecho que hace difícil el traslado de un sector a otro de la ciudad. Por su parte el Central Argentino tiene un murallón a lo largo de sus vías y almacenes desde la calle Tucumán (hoy Ameghino) hasta su cruce con el BAP en la periferia urbana. Es decir que, salvo los pasos a nivel abiertos para este corte, los barrios de Pueblo Nuevo, Villa Triangulo (situados entre las vías de ambos ferrocarriles) y Tierra del Fuego, como los restantes sectores urbanos situados al N de FCBAP poseen muy escasas comunicaciones con el núcleo urbano central, conocido como Pueblo Viejo, lo que facilita el aislamiento y crecimiento por separado de dichas áreas…” (Bianco, 1996, p.309)

Foto N° 1
Murallón del ferrocarril central, 1941
Murallón del ferrocarril central, 1941
Fotografía perteneciente al archivo fotográfico “Alberto Haylli”

El desmantelamiento de las vías del ferrocarril central, la desaparición de la muralla que recorría prácticamente la totalidad del núcleo urbano de este a oeste para transformarlo en la actual Avenida San Martin, se va a llevar adelante a partir del 1941, luego de que la Municipalidad adquiriese los terrenos pertenecientes al ferrocarril central, tanto la zona de vías como de los talleres. Si tenemos en cuenta que los primeros habitantes de las Villas se asentaron en 1881 y que el desmantelamiento del murallón que los separaba del Pueblo Viejo comenzó a partir de 1941, estamos hablando de un periodo de 60 años en donde dos sectores de la ciudad estuvieron separados por una pared de más de dos metros, con solo tres pasos habilitados, que así mismo se veían interrumpidos por el trajinar cotidiano de los ferrocarriles y sus talleres.

Por otro lado, más allá de física la frontera era simbólica, porque desde que comenzó el asentamiento de personas y luego se conformaron los barrios al norte de las vías se constituyó la tradición, reforzada por artículos de semanarios como La Opinión o El Pajarito, (en este avance aun no nos detenemos en las caracterizaciones que la prensa del resto de la ciudad hacia sobre las Villas) de que en los mismos habitaban las clases sociales más bajas.

De ahí parte la noción (no exclusivamente Juninense) que los sectores de menores recursos eran menos cultivados, más toscos (violentos incluso para la prensa del Pueblo Viejo) y proclives a sostener prácticas culturales en contradicción con las de los sectores acomodados de la sociedad. Tales ideas han sobrevivido largamente en el tiempo.

Los habitantes de dichos barrios eran juninenses, pero tenían una fuerte identidad barrial que algunas veces generaba roces con el municipio, pero en otros momentos no dudaban de reclamar la presencia de las autoridades para reglar diversas situaciones o para plantear reclamos concretos.

Para los vecinos de las Villas, estas dos formas de identidad no resultaban incompatibles o carentes de lógica. Ello se puede observar en los diversos pasajes y notas del diario Horizontes. En un artículo publicado el día 5 de marzo de 1944, titulado Detractores decía:

…No tenemos por norma una finalidad ya prevista, puesto que nuestro periódico carece de ideologías extrañas a los intereses del barrio. Por lo tanto nuestra misión es compleja.

¿Qué nuestro periódico es malo? Existen vecinos suficientemente capacitados para elevar su nivel ilustrativo…6

Estas líneas nos permiten ver dos situaciones: la primera, es la crítica manifiestamente hostil de algunos sectores (no podemos afirmar aun cuales) hacia el diario a raíz de su puesta en circulación y su difusión y, la segunda que más nos importa, el surgimiento de una identidad frente al conflicto al plantear que lo que es externo al barrio es extraño. Esa lógica de extrañeza, muchas veces teñida de una animadversión manifiesta o por el contrario, resaltando las características positivas de los pobladores de las Villas (como se auto referencian) lo vamos a encontrar en notas o artículos de diversa índole.

Por ejemplo, en lo referido a las viviendas el diario se hizo eco de las deficiencias que podían observarse. En junio de 1944 tituló un artículo de la siguiente manera: “Conservar en estado de salubridad las fincas de nuestros barrios es una obligación de buen vecino” En él se decía que:

“El 80% de las casitas familiares y de comercios de nuestras villas, evidencia la prolijidad de sus dueños […] Pero queda un 20% que resulta el anverso: sucias, antihigiénicas, pidiendo ha gritos un revoque o una mano de pintura, demuestran la falta de preocupación de sus dueños, y definen su modo de vivir: entre la suciedad

Queda otro sector de fincas que pertenecen a inmigrantes enriquecidos que las explotan en alquiler. Como no es costumbre de ellos vivir en lugares limpios, creen que sus inquilinos tampoco sienten esa necesidad […] son un auténtico chiquero…7

El Otro aquí no son los habitantes de otros barrios que conformaban la ciudad para la época, sino los inmigrantes, los extranjeros, a quienes se les atribuyen características negativas, frente al comportamiento de todo buen vecino nativo que mantenía las fincas en condiciones óptimas de higiene.

Con respecto a la seguridad, el nombramiento de un nuevo comisario el 17 de septiembre de 1943 [Madina Lascano] y la mano dura del mismo para barrer con el delito y el hampa en la localidad de Junín y así restablecer la salud moral, son ampliamente celebrados por el periódico, que no deja de hacer notar que en las Villas, compuestas por gente trabajadora y honesta los delitos siempre fueron menores que en el resto de la ciudad.

Un acontecimiento como fue la formación del cuerpo de Visitadoras de Higiene Municipal, con su trabajo de asistencia social y de relevamiento de la situación habitacional y condiciones de Higiene así como de otras problemáticas sociales como son los hijos naturales y las uniones no formalizadas en el partido, van a ser también celebrados. No obstante, se señalaba que este trabajo tan loable en las Villas no era tan necesario, ya que sus habitantes eran gente trabajadora en su mayoría y que las problemáticas a relevar por el cuerpo de visitadoras eran más afines a las personas que habitan en las zonas rurales del partido.

La elección de las Reinas de belleza de ambas Villas por parte del diario también sirve para delimitar la identidad de los barrios, es decir para la conformación de un nosotros.

Como se puede observar en el certamen organizado por Horizontes para elegir a la reina de Villa Belgrano y a la reina de Villa Talleres culminando luego con la elección de Miss Horizontes, contaba con la publicación regular de resultados parciales de la elección, y sobre el tramo final, entrevistas a las candidatas que lideraban las votaciones que resultan muy reveladoras en algunos aspectos. Reproducimos algunos pasajes que dan cuenta de lo planteado:

“…DOS PIMPOLLITOS DE LAS VILLAS NOS DAN SUS IMPRESIONES.

Se llama Telma De Tomas, tiene 17 años, sus cabellos y ojos son castaños oscuro. Mide 1.67, pesa 60 kilos y es de cutis blanco, ya tenemos fichada a la chica de Villa Belgrano que encabeza nuestro concurso […] Sus labios se abren en una encantadora y deslumbrante sonrisa […]

Telma De Tomas es una belleza nuestra, una belleza criolla.

Es argentina como lo son sus padres y no desmiente la gracia natural y la gallardía física de nuestras mujeres […]

Yolanda Silvestre, que encabeza el concurso en el sector de Villa Talleres, la encontramos tejiendo en la puerta de su casa […] Una muchacha que teje no deja de ser un peligro para el muchacho casadero […] Yolanda tiene solo diez y seis años.

Sus cabellos son castaños oscuros y sus ojos negros “como un retazo de noche” según la calificación de un poeta. Mide 1.62 y pesa 55 kilos.

-¿Qué opina del concurso? […]

- Que merece el aplauso de todas las chicas del barrio.

- ¿Incluso las feas?

- Aquí no hay chicas feas señor periodista, si no tienen belleza física la tienen espiritual. […]

Ahora la encontramos aún más atrayente porque su mundo interior está a tono con sus atractivos físicos.

También Yolanda Silvestre es argentina e hija de argentinos. Es decir, que la belleza criolla ha merecido hasta ahora el pronunciamiento más coincidente de los cientos de lectores que nos hacen llegar sus votos…”8

Estas otras referencias son igualmente ilustrativas. Una del 5 de abril de 1944 en relación a los concursos dice: “…Los muchachos están haciendo una cuestión no solo de amor propio, sino de amor que llamaría localista…”,9 o sobre las finalistas del certamen el 16 de agosto del mismo año: “…Estas dos jóvenes, consagradas reinas, son hijas de dos hogares obreros, porque aquí, no se trató de consagrar una reina, para ser elegida, por el mísero afán del dinero10

En las líneas inmediatas anteriores podemos ver en primer lugar una tipología de la belleza criolla tanto en lo físico como en lo moral (“aquí no hay chicas feas”). En segundo lugar una cuestión identitaria macro o nacional: “son argentinas hijas de argentinos”. Luego aparece también una cuestión de clase (“nacieron en hogares obreros”) y por último, emerge la apropiación puramente micro local y específicamente barrial por parte de la juventud masculina y de aquellos que participan de diversas maneras en el certamen, que lo toman como una cruzada de amor localista, para usar las palabras del periodista que redacto la nota.

Estos fragmentos de los que se hace mención más arriba sirven para analizar la manera en que los otros y el nosotros se delimitan dentro de una misma comunidad, existe un otro que son los inmigrantes, o como en el siguiente caso en donde la otredad también se construye desde un lugar de clases sociales:

“…Son explotadas las muchachas que trabajan en una fábrica de elaboración de cerdas en nuestra ciudad.

Ganan veinte pesos mensuales que no les alcanzan ni para los zapatos que gastan en los cuatro viajes diarios que tienen que hacer.

Locales antigienticos peligro de toda enfermedad.

Ha llegado a nuestra mesa de redacción una nota, en la que nos hacen saber en la forma en que son explotadas en el trabajo, por el patrón de una fábrica de elaboración de cerdas de nuestra ciudad. […]

HORIZONTES, que siempre ha estado al servicio de los humildes, por ser hijo de un barrio obrero, no puede menos que dar a luz toda injusticia que se cometa con la gente trabajadora. ¿No es vergüenza que más de 100 muchachas por 0.66 centavos diarios tengan que trabajar ocho horas y media […]?

Trabajando en lugares antigénicos, peligro de toda enfermedad, que con los 0.08 centavos que ganan (por hora) , no les alcanza para comprarse un solo Geniol si caen enfermas, […] que cargo de conciencia para un patrón de un establecimiento, con título universitario. […]

No quisiéramos pensar que es obra de Judíos…”11

En el pasaje anterior emerge un nosotros obrero (que podemos bien ligarlo con otras notas donde se reivindica el origen obrero como rasgo identitario de las Villas, y muestra un otro universitario como argumento de desencuentros y diferencias.

También existe un otro que es la peonada rural y los trabajadores “golondrinas” que no se casan y viven fuera de los preceptos de la moralidad, trayendo hijos naturales al mundo (relevamiento que llevaron adelante las Visitadoras de Higiene municipales y que se nombro con anterioridad):

El nacimiento de hijos naturales casi llega al 20 por ciento en nuestra ciudad, revelando un grave problema social que ya encara la municipalidad.

Legalizando la unión de las parejas se otorgaran a los hijos sus derechos morales.

[…] En base a los informes de las visitadoras de Higiene sobre medios de vida, número de hijos, condiciones de convivencia y otros detalles, el comisionado municipal dispondrá de efectivas medidas de ayuda para la estabilidad definitiva de los hogares cuyos padres se avengan a formalizar sus relaciones según las leyes y los preceptos de la moral cristiana. […]

Mientras tanto, se sabe que Villa Belgrano y Villa Talleres son los barrios con menos concubinatos.

ELLO SE EXPLICA.

La formación de nuestras barriadas es obra de los trabajadores del taller y otros empleos efectivos y de los comerciantes, y, generalmente, las parejas mal constituidas están integradas por personas sin trabajo fijo, sin medios…12

Por último, un otro que es todo aquel que no pertenecía a las Villas, como se ve en los casos de inseguridad: «… en lo que respecta a nuestras Villas nos place consignar que se trata de las zonas donde menos robos y otros delitos se registran… »13

O mediante un ejercicio inverso, cuando se resaltan las virtudes de los pobladores de Villa Belgrano y Villa Talleres frente al resto de la ciudad de Junín; «Villa Talleres, el barrio que cuenta con más bibliotecas. »14 O la existencia de «Dos poetas obreros en las páginas de Horizontes »15

Pero esto no exime a la redacción del periódico de establecer continuos reclamos, como la solicitud para el establecimiento de un servicio de colectivos que para 1944 funcionaba en la ciudad pero que no llegaba a las Villas, o para reclamar que los barrios se inscribieran dentro del canon municipal para el riego de las calles todavía de tierra (uno de los servicios del cual ambos barrios no gozaban):

“…Entre los gravámenes que pagamos los vecinos de Villa Talleres y Villa Belgrano, no está incluido el riego. De ahí el error de muchos vecinos que se quejan por la falta de este servicio. […] La comisión de Fomento debe, entonces, obtener el consentimiento del vecindario para el riego en nuestras Villas. Y debe realizar las diligencias antes de que llegue el verano y nuestras calles estén más insoportables…”16

Lo mismo sucedía ante diversas problemáticas, mientras que por un lado se reconocía a los habitantes de los barrios como personas trabajadoras, honestas y de buenas costumbres, se identificaban problemáticas denominadas sociales en donde la intervención del Municipio era reclamada; casos tales como familias viviendo en condiciones de extrema indigencia, de manera un poco más solapada las parejas que no habían formalizado sus uniones, etc.

Existen otras maneras de construir la identidad frente a las autoridades municipales y son aquellas que se remiten a las obligaciones de los vecinos. Para la mirada de la redacción del periódico existía una función de vigilancia que debía ser realizada por los habitantes. Como en la polis griega, el poblador de las Villas debía identificar a todo aquel sujeto o situación que se presentase como una amenaza, no era tarea de las autoridades locales, que eran las que por omisión de sus deberes fallaban, sino que era tarea del vecino realizar esa vigilancia, tal como se expone en el siguiente caso:

“…Días pasados Villa Belgrano ha acompañado a su última morada a una flor que recién había empezado a desenvolverse. Víctima del arma de un ser desviado ha fallecido Juana Machado […]

La prensa en general y los vecinos y las autoridades se han preocupado ahora con el personaje del hecho criminal, y todos coinciden que se trata de un sujeto a social en el sentido de nuestra civilización […] Cabe preguntarse, si nosotros […] hemos hecho todo lo posible para evitar el crecimiento de estas “hierbas malas”, esas personas contrarias a nuestra civilización […] queda establecido que la vigilancia por parte de las autoridades frente a elementos tales es casi nula…”17

El rol del vecino-vigilante también se puede seguir en los llamados constantes que la redacción del periódico realiza regularmente en sus páginas, tales como:

“…Contribuya al éxito de HORIZONTES. […] Haciendo llegar sugestiones sobre problemas vecinales colaborara decididamente en la obra emprendida por HORIZONTES…”18 , o; “…LECTOR Y VECINO. Cualquier problema que usted observe en nuestras villas y que considere digno de ser tratado por HORIZONTES, expóngalo a la dirección del periódico. Colaborara así en una obra útil para todos…”19

Esta vigilancia de la que hacemos mención, se repite en casos como la presencia de cerdos y perros en las Villas;

“…CERDOS EN NUESTRAS VILLAS. Han llegado a nuestra mesa de redacción, denuncias de algunos vecinos, en las que se nos pone sobre aviso a fin de que hagamos llegar a quien corresponda, de que, dentro de nuestras Villas hay algunos vecinos que preparándose para el futuro invierno tienen en sus domicilios cerdos […] Como decimos la extirpación de todo insecto y animales que constituyen un peligro para la salud pública, es una tarea que si bien compete a las autoridades comunales, también es muy necesaria la contribución de todos los vecinos…”20

O cuando se habla sobre el mantenimiento de las fincas y locales comerciales, por citar solo los casos más reiterados:“…Conservar en estado de salubridad las fincas de nuestros barrios ES UNA OBLIGACION DE BUEN VECINO…”21

2. El conflicto con la Municipalidad.

Como se dijo con anterioridad, los intereses barriales encarnados en una trama identitaria entraban en conflicto (más allá de la constitución del otros y del nosotros como intentamos someramente delinear en las páginas anteriores) con la política municipal a través de reclamos constantes. Para los años que se estudian sobresalían dos reclamos puntuales, a saber: la habilitación del parque San Martin y la concreción de un Paso sobre las vías del ferrocarril.

2.1 El paso a nivel.

Como se dijo en la introducción, el desarrollo separado de las Villas se dio a raíz de la existencia de una barrera física como lo eran las vías y el murallón del ferrocarril Central y todavía más las vías del ferrocarril B.A.P.

Una vez oficializado el nombre en el Concejo Deliberante a barrio General Manuel Belgrano en 1925 los pobladores fueron abandonando la denominación Tierra del Fuego, que no estaba exenta de connotaciones negativas, o que al menos remitían a un pasado que se intentaba olvidar.

Un ejemplo de este asunto es el hecho relatado en un artículo del día 17 de agosto de 1943 que hace una suerte de semblanza sobre los orígenes del barrio, y que dice:

“…Sobre el origen del antiguo nombre de Tierra del Fuego que tenía la villa y que al ser cambiado por el actual, motivó que el vecindario defendiera el nuevo nombre a capa y espada, teniendo por ofensivo el antiguo. Junto con el cambio de denominación, se operó un cambio de vida.

La villa era famosa por sus tiroteos nocturnos. Era una costumbre ya arraigada, que le daba al barrio fama maleva, aunque en realidad, casi nunca la sangre llegaba al rio […]

Durante un tiempo este nombre [Tierra del Fuego] aparecía en el boliche de Gatti, a la entrada por Rivadavia, hasta que don Francisco Villareal le pidió que lo retirara…”22

Unos meses después, Horizontes analizaba respecto del cambio de nombre, que:

“…Demás está decir que el vecindario recibió el cambio de denominación como si se librara de una carga humillante e inmerecida […] Ante la imaginación popular, aquel lejano rincón del sur […] es una tierra inhospitalaria y bravía, leyenda seguramente estimulada por el hecho de que en su capital –Ushuaia- existe un establecimiento penal de larga y oscura historia…”23

El crecimiento de la ciudad, el loteo y la desaparición de descampados producto del establecimiento de las viviendas de los nuevos pobladores se produjo de manera un tanto independiente de lo que sucedía en otras partes de Junín, porque la existencia de los talleres ferroviarios a lo largo de las vías (los más grandes de la línea fuera de los existentes en la ciudad de Buenos Aires) impedía e impide el normal tráfico de personas y vehículos. Este hecho puntual va a desencadenar una serie de reclamos históricos para los habitantes de las Villas y va a ser caballito de batalla en los reclamos y disputas con el municipio que se extienden hasta la actualidad.

Sólo para los primeros 10 números del periódico en el año 1943 en la mitad de los mismos (números 3, 4, 5, 7 y 9) contienen notas y reclamos sobre la necesidad urgente de la construcción de un paso a nivel. Los pedidos más significativos se expresaban en estos términos:

“…La construcción del puente a Alto Nivel sobre calle Rivadavia solucionaría un viejo problema.

Deben ser reanudadas las gestiones ante el gobierno.

Hace alrededor de veinte años cuando el gobierno comunal encaro decididamente el problema del tránsito en el tramo de la calle Rivadavia que cruza el Ferrocarril Pacifico. En el Consejo se consideró la necesidad de construir un puente a alto nivel a fin de agilizar el tránsito de vehículos y peatones, constantemente obstaculizados por las barreras bajas.(…) el caso fue que, como sucede siempre en política, los concejales se dedicaron a (no se lee falta parte de la página)

Y de esta manera lo que debió ser el cumplimiento de una obra vial de necesidad evidente, no paso de un proyecto.

Actualizar el problema […]

Los pasos a niveles de Primera Junta y Rivadavia son las dos entradas y salidas que tienen el centro y las villas y los pueblos vecinos […] el hombre que trabaja, la mujer que va de compra, el niño que se dirige a la escuela, el comerciante que lleva mercaderías […] son afectados por las detenciones que originan a cada momento el paso a nivel de Rivadavia…”24

El pedido, el reclamo de una integración real de las dos partes de la ciudad y el reclamo al municipio va a ser una constante a lo largo también de 1944 y se van a reclamar siempre las promesas incumplidas por parte de la Municipalidad, como se lee a continuación en un fragmento de un artículo del 17 de septiembre de 1943: “…Hace 15 años se sanciono una ordenanza disponiendo la construcción del puente alto nivel sobre calle Rivadavia. Es una necesidad impostergable iniciar un movimiento vecinal…”25

Si bien la frecuencia de este reclamo va a descender en los números subsiguientes del periódico, no va a desaparecer nunca.26

2.2 El parque San Martin.

El segundo de los reclamos sostenidos a lo largo de las publicaciones es la habilitación del parque San Martin. Villa Belgrano contaba para ese momento con una única plaza (sigue siéndolo) la Domingo Faustino Sarmiento y Villa Talleres con ninguna. Existía si un parque que por diversos motivos va a desaparecer a partir de la década de 1940 y de cuyo reclamo se va a hacer también eco el periódico como puede observarse en el siguiente artículo del 2 de noviembre de 1943 titulado “Reclamamos la habilitación del Parque San Martin” y que dice:

“… Horizontes- pregón de los barrios noroeste se dirige a las altas autoridades comunales, sociedades vecinales y demás organizaciones culturales deportivas de estas zonas; como a la prensa pidiendo apoyo de esa iniciativa.

I. Arreglo general del parque San Martin.

II. Creación de un jardín infantil

III. Creación del stadion municipal.

El lindísimo paseo que posee nuestro barrio Villa Belgrano, en forma del Parque San Martin, se encuentra en estado lastimoso, tanto por el abandono cultival, como por su utilización como depósito por parte del Departamento Provincial de Vialidad. (…) Creemos que una obra de esta índole tiene que ser oficial, con una Comisión Honoraria que procura y acepta donaciones, pero que se basa y vive reglamentada, con presupuesto. (…)

TIENEN LA PALABRA NUESTRO VECINOS, COLEGAS Y AUTORIDADES…”27

Los antedichos reclamos que tomamos como testimoniales, por ser los que más lugar van a tener en las páginas del periódico (aunque no son los únicos), van a ser una fuente constante de reclamos de distinto talante, lugar y foco de conflicto, las demandas van a pasar de líneas sosegadas como las anteriores a acusaciones directas tales como: “…Es indudable que se necesita la insistencia de un Job para despertar de la inercia a aquellos vecinos a quienes corresponde un movimiento…”28

O donde el enfrentamiento entre sectores de la ciudad eran evidentes:

“…Ahora que tenemos nuevas autoridades a las que suponemos no absorberá exclusivamente sus afanes urbanísticos del Parque Borchex, como sucedía con las anteriores autoridades […] antes se justificaba esa curiosa preferencia por el adelanto del parque del canal, pues los funcionarios municipales eran todos vecinos de esos alrededores…29

Consideraciones finales

Lo desarrollado con anterioridad permite hablar de diferentes formas de filiación identitaria. Evidenciamos la existencia de un otros y un nosotros que se articulaba con las lógicas del discurso higienista de carácter nacional y en algunos momentos con sus vertientes más xenófobas (las acusaciones de inmigrantes = sucios como se evidenció más arriba, etc.) Estas construcciones que involucraba la dualidad argentino/extranjero, no distinguía banderías políticas, sean enunciados estos desde sectores de la Iglesia, conservadores o radicales. Pero en una ciudad donde gran parte de la población era en esa época inmigrante o hijos de inmigrantes, la identidad local jugaba de manera diferente estableciendo otras distinciones, como analizamos anteriormente. Según lo observado en Horizontes, las mayores tensiones se dieron dentro de la misma ciudad, entre dos barrios frente al resto del núcleo urbano: las Villas/ Junín.

En las villas prevalecía la noción de una identidad criolla, como en el caso de las reinas de belleza, y una identidad de clase obrera. Esto es observable en la manera en que se construyeron las representaciones que los individuos y los grupos hicieron sobre sí mismos y sobre su rol cívico y social (Bisso, 2009, p. 158), sobre cómo era una belleza nacida y criada en las Villas, sobre cómo eran sus pobladores, obreros y pujantes, o sobre cómo era el caso de la vigilancia permanente o el llamado al control ciudadano por parte de los vecinos. Todos estos elementos que brindaba el discurso escrito estaban presentes en un sinfín de notas periodísticas.

La existencia misma de periódicos propios, caso que no se dio con otros barrios que conformaron la ciudad en esas épocas ni en la actualidad, nos hablan de este fuerte sentido de pertenencia barrial antes que la local. Téngase presente que para la época en estudio, ya existían los dos grandes periódicos de la ciudad de Junín y que continúan vigentes en la actualidad. Nos referimos a La Verdad y a Democracia

Mediante el discurso escrito se articularon en Villa Belgrano y Villa Talleres, tanto reclamos al Municipio y pedidos de compromiso a los propios vecinos, como distinciones sobre los modos de ser con respecto al resto de la población que conformaba el partido y la ciudad de Junín. Ello se dio en un marco de multiplicidad de identidades vigentes,tal como sostuvimos en un principio y que hacían menos poderosa la identidad nacional que intentaba llevar adelante el Estado. Ésta última convivía con todas estas filiaciones más cotidianas, concretas y palpables.

Referencias

Adamovsky, E (2019). El gaucho indómito. De Martin Fierro a Perón, el emblema imposible de una nación desgarrada. Buenos Aires, Siglo XXI

Armus, D. (2007). La ciudad impura. Salud, tuberculosis y cultura en Buenos Aires, 1870-1950, Buenos Aires, Edhasa.

Bianco, M (1996) Junín, su expansión y usos del suelo, Buenos Aires, Junín, Taller Gráfico SM

Bisso, A. (2009) “Monarquías republicanas en tiempos de democracia fraudulenta. Representaciones lúdicas de la soberanía en las elecciones de reinas y misses del interior bonaerense”, Sociabilidad, política y movilización, Buenos Aires, Cedinci-Buenos Libros, pp. 130-153.

Biernat, C y Ramacciotti, K (2013) Crecer y Multiplicarse. La política sanitaria materno – infantil. Argentina 1900-1960, Buenos Aires, Editorial Biblos.

Fanlo, L. G. (2010). Genealogía de la argentinidad. Gran Aldea Editores.

Gimenez, G. (1997) Materiales para una teoría de las identidades sociales, UNAM

Ginzburg, C. (1994). Microhistoria: dos o tres cosas que sé de ella. Manuscrits: revista d'història moderna, (12), 13-42.

Petraglia, P.G. (2016) Historia del Honorable Consejo Deliberante del partido de Junin 1886 -2016, Buenos Aires: Ed. del Autor

Tauber, F. (1997) Junin: Reflexiones y Datos para una Estrategia de Desarrollo. Buenos Aires, La Plata: Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires.

Notas

1 Horizontes, Junín, 25 de enero de 1944, año 1 numero 13
2 Nacido en San José de Flores en 1858 y fallecido también en Buenos Aires, el 30 de octubre de 1945, fue un político radical que ocupó el cargo de intendente del partido de Junín en seis oportunidades, desde 1898 hasta 1917. También fue diputado provincial durante 3 períodos, y senador provincial desde 1928 hasta 1930. Fundador e integrante de la primera Comisión directiva del Club Social de Junín, durante su mandato se declaró ciudad a Junín (Petraglia, 2016, p. 153)
3 En el plano ampliado en color rojo se encuentra señalada la extensión del muro que dividía la ciudad en dos, algunas versiones orales dicen que el murallón se extendía hasta la unión de las dos vías férreas, lo cual lo haría más extenso, pero no nos consta de manera fehaciente.
4 Las ultimas notas periodísticas referidas al barrio y que dan cuenta de las características de “aislamiento” e “independencia” son bastante nuevas como la del 01 de septiembre de 2019 de Vignolo, Soledad “Historia de barrio: Barrio Belgrano, “con estrella propia” en: https://laverdadonline.com/historias-de-barrio-barrio-belgrano-con-estrella-propia/ o un articulo si bastante anterior, del 09 de septiembre de 2011 donde el barrio es llamado un “Mini ciudad de 20 mil habitantes” en: https://www.diariodemocracia.com/locales/junin/27007-locales/
5 No se conservan más que dos ejemplares, uno en el archivo de la UNNOBA, el correspondiente al 30 de agosto de 1917, año I, numero 17 y otro en posesión de la familia Cirigliano que tiene su negocio aun en el barrio Belgrano.
6 Horizontes, Junín, 5 de Marzo de 1944. Año 1 núm. 17
7 Horizontes, Junín, 25 de Junio de 1944, año I núm. 28
8 Horizontes, 25 marzo 1944, año 1 n°19.
9 Horizontes, 5 de abril 1944, año 1 n° 20
10 Horizontes, 16 de agosto 1944, año 1 n°32
11 Horizontes, Junín, 9 de julio de 1944, año I núm. 29
12 Horizontes, Junín, 15 de marzo de 1944, año 1 núm. 18
13 Horizontes, Junín, 17 de septiembre de 1943, año 1 núm. 4
14 Horizontes, Junín, 5 de enero de 1944, año 1, numero 11
15 Horizontes, Junín, 25 de enero de 1944, año 1 numero 13
16 Horizontes, Junín, 17 de septiembre de 1943, año 1 numero 4
17 Horizontes, Junín, 15 de octubre de 1943 año 1 núm.
18 Horizontes , Junín, 15 de octubre de 1943, año 1 numero 6
[19 Horizontes , Junín, 30 de julio de 1943, año 1 numero 1
20 Horizontes, Junín, 9 de diciembre de 1943, año 1 numero
21 Horizontes, Junín, 25 de junio de 1944, año 1 numero 28
22 Horizontes, Junín, 17 de agosto de 1943, año 1 numero 2.
23 Horizontes, Junín, 25 de enero de 1944, año 1 numero 13.
24 La playa de maniobras de la línea se encuentra precisamente en esa parte.
25 Horizontes, Junín, 17 de septiembre de 1943, año 1 numero 4
26 La división no es tema cerrado aún en el siglo XXI: El Barrio Belgrano sigue estando en una encrucijada sin salida, donde las vías del ferrocarril dividen a los dos sectores de la ciudad, como “los del norte” y “los del sur”. La Verdad, 24 de Junio del 2000, Suplemento Barrio Belgrano Año 1 Numero 4.
27 Horizontes, Junín, 2 de noviembre de 1943, año 1 numero 7 ( el destacado es nuestro)
28 Horizontes, Junín, 15 de enero de 1944, año 1 numero 12
29 Horizontes, Junín, 5 de abril de 1944, año 1 numero 20
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