Servicios
Servicios
Buscar
Idiomas
P. Completa
Editorial
Jairo Bautista
Jairo Bautista
Editorial
Revista Activos, vol. 16, núm. 30, 2018
Universidad Santo Tomás
resúmenes
secciones
referencias
imágenes

Resumen: En este número de la Revista Activos hemos seleccionado el tema de los impuestos para nuestra edición central; dicha elección no ha sido en vano: en los últimos años las reformas tributarias han sido el tema principal de discusión en varios países del mundo, desde los Estados Unidos hasta Colombia, pasando por latitudes tan particulares como el África subsahariana (donde se debate sobre las reformas que le darán impulso a la recuperación económica en países como Nigeria, Ghana o el Congo).

Abstract: For this edition of the journal Activos, we have chosen the subject of taxes for our central edition, this election has not been in vain: in recent years, tax reforms have been the main topic of debate in several countries of the world, from the United States to Colombia, passing through particular latitudes such as sub-Saharan Africa (where the reforms that will boost economic recovery in countries such as Nigeria, Ghana or the Congo are discussed).

Carátula del artículo

Editorial

Editorial

Jairo Bautista
Universidad Santo Tomás, Colombia
Revista Activos, vol. 16, núm. 30, 2018
Universidad Santo Tomás

Recepción: 01 Enero 2018

Aprobación: 01 Enero 2018

La tributación: un debate trascendental

En este número de la Revista Activos hemos seleccionado el tema de los impuestos para nuestra edición central; dicha elección no ha sido en vano: en los últimos años las reformas tributarias han sido el tema principal de discusión en varios países del mundo, desde los Estados Unidos hasta Colombia, pasando por latitudes tan particulares como el África subsahariana (donde se debate sobre las reformas que le darán impulso a la recuperación económica en países como Nigeria, Ghana o el Congo).

La tributación ha sido y seguirá siendo un tema trascendental en el ordenamiento de las sociedades; la forma en que la carga del tributo se distribuye entre los diferentes grupos sociales, siempre es un aspecto que genera tensiones y conflictos, así como negociación y acuerdos. Las sociedades más avanzadas son aquellas que han logrado superar los estadios más críticos de este proceso: revoluciones, levantamientos, golpes de Estado, etc., han estado a la orden del día cuando de fijar impuestos se trata.

La tributación en las economías modernas no escapa a estos mismos problemas. Desde 1970 los procesos de reforma tributaria en el mundo han estado signados por una serie de creencias y postulados que favorecen la desgravación de las rentas de capital y el fortalecimiento de los sistemas de gravámenes al consumo. La incidencia de estos fenómenos en la desigualdad y el empobrecimiento de grandes capas de la población es evidente, el mundo de hoy contempla unos grados de desigualdad que, según autores como Acemoglu y Stiglitz, no tienen parangón desde la época de los reyes absolutos, y aún así es difícil poder encontrar en la historia momentos en los cuales las desigualdades sociales hayan sido tan marcadas.

El número de los milmillonarios aumenta a ritmos escandalosos en los Estados Unidos, en 2016 ingresaron 250 personas a la lista de este selecto grupo de magnates, la mayor parte de ellos CEO de poderosas empresas financiera y de tecnología o innovadores de los mercados tecnológicos. El valor equivalente de sus riquezas era similar al PIB de todas las economías de África juntas: la riqueza de 250 personas es entonces equivalente a la de todos los países del continente negro.

En América Latina, región preeminentemente desigual en el mundo, las reformas tributarias han empeorado el sesgo de desigualdad: 470 multimillonarios acumulan riquezas equivalentes a las de todo el PIB del Brasil; en Colombia –que encabeza los listados de la desigualdad– el 97 % de las tierras más productivas del país están en manos de 87 familias y 23 conglomerados empresariales: un Gini de tierras casi del .98, una cifra que casi alcanza la perfección en términos de desigualdad.

Mientras familias enteras mueren de hambre en los campos de Tanzania o padecen escasez de pan por los altos precios del trigo en Egipto, existe un grupo selecto que puede adquirir literalmente cualquier cosa: botellas de champaña de más de 10 millones de dólares, autos superlujosos y viajes al espacio. Sin duda, el mundo contemporáneo podría pasar a la historia como la “era de la desigualdad”.

¿Qué relación existe entonces entre el universo de lo tributario y los resultados nefastos en materia de desigualdad?

Sin duda, el discurso relacionado con la eficiencia tributaria, la desgravación del capital y los incentivos al crecimiento, han jugado un papel importante en la retórica que justifica los recortes tributarios a lo largo del mundo, las señales de una pésima economía se esconden tras argumentos peregrinos que señalan que los recortes a los impuestos corporativos traerán más progreso y empleo.

Los mismos argumentos se esconden en diferentes sociedades, de manera repetitiva se insiste en que solo de esta manera podrán los países asegurarse un papel en el mundo del desarrollo, solo así podrán reclamar la atención de la inversión extranjera, solo de esta forma podrán vincularse a las corrientes de la globalización y mejorar la calidad de vida.

Pero esas ideas son solo una parte de la realidad: Pero esas ideas son solo una parte de la realidad: en la práctica, los poderes políticos de las democracias (y también de las dictaduras) están profundamente capturados por los representantes del poder económico real. Los políticos, los hombres de negocios y buena parte de la academia –junto con los medios de comunicación–, constituyen un mainstream, un bloque hegemónico que ha puesto la política tributaria a sus pies, cumpliendo con puntualidad sus necesidades y deseos.

Para el grueso de la población está el consuelo de mañana: cuando haya mejores empleos, cuando nuestros emprendimientos sean sostenibles, cuando estemos mejor. En tiempos de ajuste permanente, las élites económicas no han perdido un ápice de su capacidad para influir en los asuntos económicos.

Los contadores hemos sido usualmente convidados de piedra a este debate, usualmente solo nos interesa analizar las salidas de las decisiones fiscales: las normas que reglamentan quiénes y cómo pagarán impuestos, usualmente no tenemos una visión analítica o crítica más allá de la “eficiencia técnica” o la facilidad que tienen implícitas las decisiones tributarias. El universo de la declaración ha absorbido en buena parte la capacidad de entender conceptos tan profundos como el “fair tax” y solo nos hemos quedado con la idea en la cabeza de la “neutralidad” del contador frente a la norma tributaria.

Usualmente los contadores terminamos siendo objetos para profundizar las desigualdades: un contador tributario notorio, es aquel que ahorra impuestos a las empresas y a las personas, que usa su conocimiento para menoscabar las bases tributarias acudiendo a interpretaciones diversas y en ciertos casos amañadas de la norma. A esto se ha subsumido la profesión contable en países como Colombia, donde son pocos los contribuyentes y contadores que recordamos el concepto de justicia en el impuesto.

Los contadores debemos entender el fenómeno tributario más allá de los cánones profesionales, como ciudadanos debemos comprenderlo como una obligación social y legal, como contribuyentes debemos discernirlo como un mecanismo para

construir una sociedad más justa, como receptores de gasto público debemos conocerlo como la forma fundamental para permitir la acción del Estado.

Los documentos que se publican en esta revista son ejemplos de este tipo de preocupaciones que asaltan a los contadores, en un mundo donde los tributos nuevamente se han convertido en el centro de discusión. Esperamos que nuestros lectores disfruten de esta edición.

De paso quiero aprovechar para extender a todos nuestros lectores un saludo de despedida, desde la siguiente edición no me encontraré vinculado a las actividades de la Revista Activos, espero que sigan siendo fieles lectores de nuestro espacio, y deseo a nuestro profesor Michael Díaz muchos éxitos a la cabeza de este proyecto editorial.

Taxation: a crucial debate

For this edition of the journal Activos, we have chosen the subject of taxes for our central edition, this election has not been in vain: in recent years, tax reforms have been the main topic of debate in several countries of the world, from the United States to Colombia, passing through particular latitudes such as sub-Saharan Africa (where the reforms that will boost economic recovery in countries such as Nigeria, Ghana or the Congo are discussed).

Taxation has been and will continue to be a crucial issue in the social order: the way in which the tax burden is distributed among different social groups is always an aspect that generates tensions, conflicts, as well as negotiation and agreements. The most advanced societies are those that have managed to overcome the most critical stages of this process: revolutions, uprisings, coups, have been frequent where taxation is concerned.

Taxation in modern economies does not escape these same problems: since 1970 the tax reform processes in the world have been marked by a series of beliefs and postulates that favor the reduction of capital income and the strengthening of consumption tax systems. The impact of these phenomena in the inequality and impoverishment of large sections of the population is evident, today’s world considers degrees of inequality that according to authors such as Acemoglu and Stiglitz have no comparison since the era of absolute kings, and still it is difficult to find in history, moments in which social inequalities have been so marked.

The number of billionaires increases at scandalous rates in the United States, in 2016 250 people joined the list of this select group of magnates, most of them CEO of powerful financial and technology companies or innovators of technology markets. The equivalent value of their wealth was similar to the GDP of all the African economies combined: the wealth of 250 people is then equivalent to that of all the countries of the black continent.

In Latin America, a preeminently unequal region in the world, tax reforms have worsened the inequality bias: 470 billionaires accumulate wealth equivalent to that of Brazil’s entire GDP, in Colombia -which heads the lists of inequality- 97% of the most productive lands in the country are in the hands of 87 families and 23 business conglomerates: a land gini of almost .98, a figure that almost reaches perfection in terms of inequality.

While entire families are dying of hunger in the Tanzanian countryside, or suffer shortage of bread because of the high prices of wheat in Egypt, there is a select group that can literally buy anything: bottles of champagne of more than 10 million dollars, super-luxury cars and travel to space. Without a doubt, the contemporary world could go down in history as the Age of Inequality.

What relationship exists then between the realm of taxation and the ill-fated results in terms of inequality?

Undoubtedly the discourse related to tax efficiency, tax relief, and incentives to growth, have played an important role in the rhetoric that justifies tax cuts throughout the world, the signs of a terrible economy are hidden behind bizarre arguments that point out that cuts to corporate taxes will bring more progress and employment.

The same arguments are hidden in different societies, in a repetitive manner it is insisted that only in this way will the countries be able to secure a role in the world of development, only in this way they will be able to demand the attention of the Foreign Investment, only in this way can they join the currents of globalization and improve the quality of life.

But these ideas are only a part of reality: in practice, the political powers of democracies (and also of dictatorships) are deeply captured by the representatives of real economic power, along with the mass media, politicians, businessmen and a good part of the academy, they constitute a mainstream, a hegemonic bloc that has put the tax policy at their feet, promptly fulfilling their needs and desires.

For the bulk of the population there is the consolation of tomorrow: when there are better jobs, when our ventures are sustainable, when we are better. In times of permanent adjustment, economic elites have not lost an iota of their ability to influence economic affairs.

Accountants have usually been a mere token to this debate, usually we are only interested in analyzing the way out of fiscal decisions: the rules that regulate who and how will taxes be paid, usually we do not have an analytical or critical vision beyond “technical efficiency” or the ease implicit in tax decisions. The universe of the declaration has largely absorbed the ability to understand concepts as deep as the “fair tax” and we are only left in the head with the idea of the “neutrality” of the accountant before the tax rule.

Usually the accountants end up being objects to deepen the inequalities: a notorious tax accountant, is one who saves taxes to companies and individuals, who uses his knowledge to undermine tax bases by resorting to different interpretations and in certain cases rigged of the norm. To this the accounting profession has been subsumed in countries like Colombia, where there are few taxpayers and accountants who remember the concept of justice in taxation.

The accountants must understand the tax phenomenon beyond the professional rules, as citizens we must understand it as a social and legal obligation, as taxpayers we must understand it as a mechanism to build a more fair society, as recipients of public expenditure we must understand them as the fundamental way to allow the State’s action.

The documents that are published in this journal are examples of this type of concerns that assail accountants, in a world where taxes have once again become the center of discussion. We hope our readers enjoy this edition.

Meanwhile, I want to take this opportunity to extend to all our readers a farewell, since as of the next edition I will not be involved with the activities of the journal Activos, I hope you remain faithful readers of our space, and

I wish our professors Michael Diaz and Carlos Rico success leading this editorial project.

Material suplementario
Referencias
N/A
Notas
Buscar:
Contexto
Descargar
Todas
Imágenes