Resumen: El artículo de reflexión tiene por objetivo analizar los modelos de gestión educativa y su aporte en la educación ecuatoriana. Se desarrolló mediante una revisión documental bibliográfica de artículos científicos y documentos relacionados al tema abordado. Se evidencia que los estudiantes perciben generar mejor aprehensión mediante el modelo no tradicional, esto implica que se pueden aplicar diversos métodos centrados en el estudiante, lo cual posibilita un mejor proceso de empoderamiento del conocimiento. Hoy día se hace necesario plantearse un sistema educativo diseñado en base a lo multidisciplinar en razón de generar la sinergia para focalizar un estudiante con visión reflexiva global en capacidad de asumir los retos sociológicos de la sociedad del conocimiento.
Palabras clave:Enseñanza, aprendizaje activo, psicología de la educación, sociología de la educación .
Abstract: The reflection article aims to analyze the models of educational management and their contribution to Ecuadorian education. It was developed through a bibliographic documentary review of scientific articles and documents related to the topic addressed. It is evident that students perceive the generation of a better apprehension through the non-traditional model; this implies that various methods focused on the student that enables a better process of knowledge empowerment can be applied. Nowadays, it is necessary to consider an educational system designed based on the multidisciplinarity in order to generate synergy to focus on a student with a global reflective vision capable of taking on the sociological challenges of the knowledge society.
Keywords: Teaching, activity learning, educational psychology, educational sociology.
De Reflexión
Los modelos de gestión educativa y su aporte en la educación ecuatoriana
Educational management models and their contribution to Ecuadorian education
Recepción: 20 Abril 2020
Revisado: 22 Mayo 2020
Aprobación: 20 Junio 2020
Publicación: 26 Junio 2020
El análisis de los modelos de gestión educativa es clave para llevar acciones acertadas y consolidar un buen desenvolvimientos académico en los estudiantes. Por consiguiente, es importante conocer cada enfoque pedagógico, pues así los docentes se pueden aproximar a las distintas realidades educativas y gestar la proactividad formativa, utilizando las herramients y recursos que brindan las diversas perspectivas, promoviéndose el desarrollo de la cognición, habilidades, destrezas, competencias, en los discentes de forma significativa y procurando además un aprendizaje a lo largo de la vida (Vallejo-Valdivieso, et al., 2019).
Por otro lado, la idoneidad activa de los ciclos escolares en el sistema de gestión superior abarca la sistematización desde la contextualización, planificación diagnóstica, evaluación de los resultados y mejora (Fontalvo & De-La-Hoz, 2018), de manera que las instituciones para establecer una educación de calidad deben realizar ajustes didácticos en sus objetivos curriculares, así como capacitar al cuerpo docente con los avances científicos - tecnológicos, para ser líder empoderado en gestionar la preparación de los discentes desde una concepción bioética de la sociedad (Duk& Murillo, 2018).
En este sentido, se estudian diversos enfoques pedagógicos desarrollados en la educación ecuatoriana, observándose el llamado modelo tradicional, el cual se percibe de su existencia con docentes que imparten sus cátedras basadas en la premisa mecanicista del conocimiento (Pano, Escobar, & Guillen, 2018). Este modelo se focaliza en darle mayor responsabilidad al maestro o docente; por consiguiente, el uso de recursos y medios digitales, no significando que le otorgue a la educación una perspectiva activa del aprendizaje (Silva-Quiroz & Maturana-Castillo, 2017). De allí que sea demandante promover no solo la cognición, basada en el estímulo – respuesta (conductismo); sino también el hacer aprendiendo para que los estudiantes alcancen un significativo aprendizaje (Diaz-Rodriguez, 2017).
Por otro lado, (Sandí-Delgado & Cruz-Alvarado, 2016), expresan que el constructivismo permite innovar los procesos de aprendizaje enfocado en la reflexión, promoviendo los análisis críticos y encaminando al estudiante, no solo a un proceso cognitivo de generación de conocimientos; sino además, transcendiendo a un modelo en donde puede aprender haciendo. El aprendizaje asumido de esta menera se procura mediante la conexión de la teoría con la realidad social y cuando los estudiantes interactuan con sus semejantes, con quienes puede intercambiar experiencias, las cuales podrían constituirse en saberes para resolver problemas; situación de aprendizaje que se da desde la premisa de un aprendizaje activo (Estrella & Huerta, 2019).
En este contexto, tambien es necesario aludir al enfoque educativo de la complejidad, el cual ha venido tomando auge en los últimos años en el mundo anglosajón y latinoamericano, con la finalidad de generar una integración de saberes, disciplinas, métodos, con la finalidad de promover un estudiante en capacidad de abordar su realidad desde una perspectiva global, basada en la interconectividad como esencia pedagógica (Rodríguez, 2019). Es de saber, además que la complejidad procura la reflexión del estudiante consigo mismo, para valorarse como ser humano en equidad de condición con sus semejantes, aunado a una visión ecológica de la realidad (Valencia-Martínez & Correa-de-Molina, 2018).
Sin embargo, esta proposición llevada a la realidad escolar pasa por reconocer la incertidumbre, debido a que los docentes deben generar una reestructuración de su pensamiento epistémico, así como de su visión curricular que emnarca el aprendizaje (Martínez, Fonseca & Tapia, 2019); cambio que contribuye a la formación de un auto liderazgo para el ejercicio de una ciudadanía comprometida en transformar la realidad social (Rojas-de-Uzcátegui Molleja &Morles, 2016).
Considerando lo planteado, para desarrollar con efectividad la gestión docente desde enfoques no tradicionales, esta debe apoyarse en la cooperación y el trabajo en equipo, así como la formación continua proyectada desde la innovación educativa. Para tal fin, la organización es esencial, pues propicia una planificación de las actividades formativas a seguir con la intención de comprender y asumir de modo asertivo la puesta en práctica de nuevas estrategias didácticas, en pro de generar aprendizaje significativo en los estudiantes, partiendo de la realidad contextual de los discentes (Díaz-Posada, 2016).
Un elemento a tener en consideración para la aplicación por parte de los docentes de nuevos enfoques pedagógicos, son los lineamientos emanados como políticas educativas del Estado Ecuatoriano. Pues estas pueden limitar su implementación, por cuanto los modelos de gestión se encuentran vinculados a las concepciones gubernamentales que implementan los organismos ministeriales.
No obstante, y para la implementación de nuevos enfoques de gestión educativa, luego de las revisiones de especialistas y de la organización del curriculo en sus distintas esferas de concrecion (macro - meso y micro curricular), el maestro debe adecuar los contenidos a las circunstancias y entorno del educando. Si el modelo a seguir se ajusta al circuito de aprendizajes que es parte del constructivismo, entonces se debe considerar sus vivencias para conectar al nuevo conocimiento. Acentuando que los territorios de zonas urbanas son muy diferentes a zonas rurales (Pino-Montoya & Castaño-Gómez, 2019), lo cual sería importante tener en atención, la integración de la educación a las comunidades con la finalidad de promover mayor inclusión en la calidad educativa (Sales- Oliveira & Mendes, 2017).
Esto implica que los docentes se encuentran frente al desafío de emprender la adopción de nuevos enfoques de gestión educativa; sin embargo, deben respetar los lineamientos ministeriales, buscando equilibrar su implementación en razón de las premisas dogmáticas; siendo necesario que direccione su praxis desde la epistemología, para el desenvolvimiento de las líneas divergente del currículo que vayan en pro de una educación con eficacia y eficiencia (García-Barrera, 2017).
Lo planteado, evidencia la necesidad de abordar la diversidad de enfoques de gestión educativa, a fin de llevar a las instituciones la calidad humana de brindar los principios claves de contar con una educación justa, equitativa y articulada en el marco de la axiología donde todos puedan acceder al derecho de estudiar como lo establece la constitución de la República democrática del Ecuador (Herrera, et al., 2018).
Atendiendo a ello, se presenta el siguiente articulo con el propósito de mostrar las reflexiones construidas producto del analisis realizado a los modelos de gestión educativa y su aporte en la educación ecuatoriana. Es de resaltar que para su realización se hizo una revisión documental bibliográfica aplicándose técnicas de analisis de contenido a artículos científicos y documentos relacionados con el tema abordado.
Por cuanto se focaliza que los enfoques educativos-pedagógicos se centran en la organización funcional significativa del aprendizaje; con ello, se pueden hacer aproximaciones de cómo los actores educativos han de percibir el proceso, los contenido, los recurso, la evaluación, entre otros elementos, a propósito de generar propuestas educativa que involucre una educación inclusiva y en función de brindar respuesta a los estándares de calidad educativa, acoplándose los planes educativos como espacios que han de procurar un equilibrio entre lo técnico y lo socioemocional para un desarrollo integral de los estudiantes. Considerando esto, Rico-Molano (2016), concibe la gestión educativa como un proceso que debe estar liderada por individuos en capacidad de proceder de manera independiente y en función de transcender las contradicciones del ámbito educativo y comunidad social.
En este sentido, Torres (2015) define la gestión educativa como grupos de actos compuestos de conocimientos organizativo para lograr un fin en determinado tiempo; donde la labor transcendental es la dirección y la organización de los ideales específicos que se intenten adquirir (Serrano-Arenas, Ochoa-Cervantes & Arcos-Miranda, 2019). Así la responsabilidad está en todo el conjunto de sujetos envueltos en la atmósfera educativa, bajo la orientación del líder académico, que con la sapiencia coordinará acciones para el cumplimiento de los objetivos propuestos. Con ello se subraya la finalidad de los maestros de producir la modelación de un enfoque estratégico donde se potencialice las habilidades, destrezas, de los infantes y adolescentes (Pano, Escobar& Guillen, 2018).
Según Borrero (2019), la gestión educativa es un término disciplinario que permite llevar la teoría a la práctica, considerando los estamentos y decretos políticos que regula la administración pública. Por lo tanto, la formación debe ser intrínseca y extrínseca, atendiendo las condiciones particulares y socio-culturales de los grupos sociales vulnerables (Cantos-Ochoa & Reyes-Reinoso, 2018). Es decir, no podemos aislar el conocimiento y la experiencia, esto es base para que el estudiante encaje en sus prereflexiones, llegue a la conceptualización y aplique su cognición y entendimiento en el instante de argumentar sus saberes, resaltose con ello una metodología favorable en la misión educativa. (González-Ramírez, 2010).
En otro orden de ideas, Villagómez, Giraldo & Passailaigue (2019), expresan que la gerencia educativa apuesta a un trabajo armónico, orientado al esfuerzo mutuo de todos por impulsar acciones de intereses críticos y analíticos; procurando comprender el entorno a fin de contribuir a la solución de las problemáticas, con apoyos curriculares y la actualización de sus docentes. Orientaciones estas, que como sostienen Moreno-Rodriguez (2018) podrán en marcha una educación con relevancia.
En tal sentido, la preparación constante de seminarios, círculos de estudios pedagógicos y científicos, posibilitan al docente de estar al día con los avances de investigaciones de grandes pensadores educativos (Suárez & López, 2018). La misma invita a proceder con autonomía y no descuidar su proceso de auto aprendizaje a lo largo de la vida, donde adhiera las tácticas a sus materiales eventuales de clases, desplegar su probidad profesional y humanista (Torres, 2019).
En complemento, Pano, Escobar & Guillen (2018), indican que la gestión educativa se describe como una perspectiva de oportunidades auténticas, de estructuras de soluciones de conflictos en los declives que se presenten. Entonces, la realidad que surge en las instituciones educativas es notoria; por tanto, descifrar las atenciones de los grupos debe ser de formas distintas; pues todos aprenden a ritmos diferentes, respetando su grado de cognición y cronológico (Torres, 2015). Asimismo, se debe escudriñar e implementar los procedimientos apropiados a sus niveles de estudios y fijar metas explícitas de los entornos educativos, proponiendo acciones participativas que logre una practica generadora de productos eficientes (Pegalajar-Palomino & Colmenero-Ruiz, 2017).
Así la misión del maestro es expandir su consciencia y empoderarse con metodologías activas y prácticas digitales, ejecutables en las aulas de aprendizajes con sus educandos. Además, de propiciar las relaciones interpersonales y los cambios actitudinales, climatizando un ambiente organizativo funcional (Delahoz-Dominguez, Fontalvo & Fontalvo, 2020). A razón de lo planteado, a continuación se esboza las nuevas formas de gestionar la institución educativa.
En lo que respecta a los nuevos enfoques de aprendizaje, estos se basan en el diálogo, la colaboración, la cooperación, la investigación y las TIC (Vidal-Ledo, Rodríguez-Dopico& Martínez-Hernández, 2014). Esto supera el mecanicismo propio del llamado modelo de educación, siendo necesario que, para lograr un impacto favorable de esta tendencia, el maestro o docente debe constituirse en un asesor que contribuya a descubrir en los estudiantes, no solo sus capacidades por conocer; sino también, sus potenciales en favor de construir redes de conexión para la gestación de un conocimiento en relación al contexto social globalizado del mundo actual. Lo que además, hace que se trascienda de la visión de ciencia disciplinar hacia una en donde se aborda lo multidisciplinario para lograr resultados de mayor alcance a resolver las problemáticas del mundo complejo (Calvo-Cereijo, 2019).
Para concretar y a razón de la comparación hecha en base a la medición de cuatro procesos indispensables para la generación de una gestión educativa basada en el aprendizaje activo; Gil-Galván (2018), evidencia que los estudiantes perciben generar mejor aprehensión mediante modelos no tradicionales; lo que implica que se pueden aplicar diversos métodos centrados en el estudiante, pues posibilita un mejor proceso de empoderamiento del conocimiento (Hernández, 2019).
El enfoque tradicional de aprendizaje ha sido implementado históricamente en el Ecuador en mayor proporción. Aun hoy día se genera, aportando en la consecución de conocimientos mediante la estimulación de la cognición. Sin embargo, las tendencias han girado hacia el constructivismo y más reciente a la complejidad, por lo que el enfoque centrado en el docente ha transcendido al del estudiante.
De allí que sea necesario adoptar progresivamente estas vertientes en función de estar en consonancia con las perspectivas globales basadas en la demostración de competencias y habilidades; sobre todo proyectando el sector del empleo, donde cada día se genera una brecha que favorece lo tecnológico – digital. Por lo que es pertinente incluir esta visión en los programas de formación académica; ya que hoy día se hace imperioso plantearse un sistema educativo diseñado en base a lo multidisciplinar y en función de generar la sinergia necesaria para focalizar un estudiante con visión reflexiva global y con capacidad de asumir los retos sociológicos de la sociedad del conocimiento.
A la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Sede Manabí, Campus Choney al Doctor Patricio Alfredo Vallejo-Valdivieso por estimular esta producción científica desde nuestro ser educador