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Estadística contra la meritocracia
Statistics against meritocracy
Analéctica, vol. 6, núm. 41, pp. 8-17, 2020
Arkho Ediciones

Analéctica
Arkho Ediciones, Argentina
ISSN-e: 2591-5894
Periodicidad: Bimestral
vol. 6, núm. 41, 2020

Recepción: 20 Febrero 2020

Aprobación: 17 Junio 2020

Resumen: La meritocracia, entendida como una propuesta de organización e interpretación de la distribución de la riqueza fundamentada en el mérito individual, sostiene ciertos discursos y prácticas vinculadas a cosmovisiones liberales que dan pie a fenómenos como la romantización de la pobreza, la precarización laboral, la disolución de las luchas sociales, la invisbilización de los conflictos de estructura social al reducirlos a conflictos de individuo, entre varios otros (Szlechter, Vanegas y Tijonchuk, 2018). Este tipo de discursos han llegado a tener una incidencia tal en América Latina que existe una verdadera guerra discursiva entre los defensores de este tipo de modelo (que no necesariamente son sujetos de alto poder adquisitivo o clases altas) contra los críticos de este tipo de ideas.

Palabras clave: estadística, meritocracia, educación.

Abstract: Meritocracy, understood as a proposal for the organization and interpretation of the distribution of wealth based on individual merit, supports certain discourses and practices linked to liberal worldviews that give rise to phenomena such as the romanticization of poverty, job insecurity, dissolution social struggles, the invisibility of social structure conflicts by reducing them to individual conflicts, among several others (Szlechter, Vanegas and Tijonchuk, 2018). This type of discourse has reached such an incidence in Latin America that there is a real discursive war between the defenders of this type of model (who are not necessarily subjects of high purchasing power or upper classes) against the critics of this type of ideas. .

Keywords: statistics, meritocracy, education.

La meritocracia, entendida como una propuesta de organización e interpretación de la distribución de la riqueza fundamentada en el mérito individual, sostiene ciertos discursos y prácticas vinculadas a cosmovisiones liberales que dan pie a fenómenos como la romantización de la pobreza, la precarización laboral, la disolución de las luchas sociales, la invisbilización de los conflictos de estructura social al reducirlos a conflictos de individuo, entre varios otros (Szlechter, Vanegas y Tijonchuk, 2018). Este tipo de discursos han llegado a tener una incidencia tal en América Latina que existe una verdadera guerra discursiva entre los defensores de este tipo de modelo (que no necesariamente son sujetos de alto poder adquisitivo o clases altas) contra los críticos de este tipo de ideas.

Esta lucha, de carácter discursivo y con consecuencias en la vida de las personas (Castillo, Torres, Atria y Maldonado, 2019), parece interminable y, precisamente por estar dada en el plano del lenguaje, se limita a una dialéctica de crítica sin efecto alguno. Para subsanar esta situación, proponemos emplear análisis de estudios estadísticos donde se pone de manifiesto de forma sólida y sistemática que no existe correlación alguna, y mucho menos causalidad, entre esfuerzo/mérito y movilidad/crecimiento social/riqueza; sino que son otras variables (muchas veces dejadas de lado adrede) las de mayor incidencia. Para dicho propósito, nos enfocaremos en estudios de carácter empírico desarrollados en América Latina.

Las variables a estudiar y el modelo hipotético

Para desarrollar este breve análisis, nos centraremos en múltiples estudios que ponen de manifiesto la ausencia de correlación, y por ende también de causalidad, entre esfuerzo y movilidad social. Listaremos las principales variables trabajadas en estos estudios, y como muchas veces los números son tergiversados en pos de un discurso pro-esfuerzo pero sin destino real. El modelo hipotético que sostenemos para defender nuestra afirmación es el siguiente: si no hay evidencia suficiente que manifieste una correlación sólida entre esfuerzo y movilidad social al aislar todo tipo de variables externas al individuo mismo, es cuando poco irreponsable, antiético y antiacadémico afirmar que una variable tiene como resultado la otra.

El primer estudio que traeremos es el de Rey (2018) donde se analiza el rol del acceso a la educación superior, específicamente la obtención de una titulación, como variable fuertemente correlacionada a la movilidad social ascendente y además como factor de retención de clase. Un detalle que hay que aclarar en este tipo de estudios, y que se reitera en estudios similares como el de García de Fanelli (2019), pero que muchas veces no se pone de manifiesto, es que la movilidad social ascendente obtenida a partir del acceso a titulaciones suele ser acotada. Es decir, si tomamos los escalafones segmentados en estos estudios, la mayor parte de los profesionales que lograron movilidad social, no lo hicieron más allá de un escalón en su mayoría. Esto viene a cuento de que, análisis regionales sobre el acceso al mercado laboral (Comas, Cicciari y Rubio, 2016), sitúan en un nivel prácticamente inexistente la importancia del desempeño en el grado o de una titulación cuando se lo compara con variables como clase social de orígen, contactos y redes. Y así todo, admitiendo la importancia de la variable educación superior, hay que tener en cuenta que no hay manera de vincularla con el término "mérito" o "esfuerzo" en términos estrictos. Es decir, no hay garantía de que a lo largo de dos trayectorias de vida, una de un titulado y una de un no-titulado, sobre la del titulado pueda decirse apriorísticamente que desarrolló un "esfuerzo" mayor. Las variables son absolutamente independientes.

En una línea similar, añade información importante el estudio realizado a través de un Modelo log-lineal de Molina, Pla y Derteano (2018) donde se emplearon técnicas multivariadas, previo diseño de matrices de movilidad estandarizadas para creación de variables, que ayudaron a describir el tipo de movilidad posible por chance y el tipo de la misma, en función de la clase social orígen. Los resultados son similares a lo planteado por el previo nobel de economía Joseph Stiglitz, y están en consonancia con estudios internacionales sobre movilidad social en América Latina. La variable más importante para determinar la movilidad social es la clase social de orígen, y la palabra "esfuerzo" es algo absolutamente inexistente tanto en este como en cualquier análisis estadístico serio.

Análisis del efecto del mérito, el problema de su definición y un mito de pobreza romántica

El breve análisis del apartado anterior era necesario para introducir un problema serio que siempre se hace presente al hablar de mérito, o en su defecto esfuerzo, y es su imposibilidad de medición de forma sólida y realmente comparada. Fuera del ámbito del deporte, donde se emplea en gran cantidad de estudios medidas estándar de esfuerzo vinculadas a fuerza/tiempo (Di Paco, Dube, Valenenziana, 2017), o escalas de auto-percepción de esfuerzo (Rodríguez, Zambrano y Manterola, 2016), y dando por descontado el uso del término "esfuerzo" en el ámbito médico (Hurtado Guapulanema, 2018; Rodríguez y otros, 2017); no hemos podido rastrear estudios científicos que busquen, por ejemplo, cuantificar una escala objetiva de "esfuerzo" en términos generales.

Quizá esto se deba a que la misma palabra es un tanto gris. Tiende a hablarse de esfuerzo en términos de sacrificio, de algo que demanda tiempo y uso de nuestras capacidades físicas y cognitivas. Ahora, esto es tan amplio, que probablemente a cualquier persona que se mete en estos debates sobre mérito y esfuerzo, no tendrá una definición sólida ni mucho menos medible objetivamente de ninguna de las dos. Esto lleva a un efecto impresionista del mérito y el esfuerzo, donde la opinión pública de a momentos se ve impresionada por los titulares del estilo "Niño camina kilómetros todos los días para ir a la escuela", "Jubilado trabaja a sus ochenta años", con la posterior manipulación mediática. Claramente, la idea es que nadie critique a los pobres protagonistas de la noticia. No son criticables en sí, pero ocultan de manera poco elegante una realidad bastante oscura, o mejor dicho desigual, que es la situación anterior o que dió orígen a ese titular. Basta preguntar a cualquier de esas personas si realizarían esos actos si pudieran no hacerlo, para poner de manifiesto que las conductas derivadas de la necesidad, por muy esforzosas o "meritorias" que sean, no son ningún tipo de valor en sí mismo.

La estrategia discursiva de los medios hegemónicos se simple, es mover el eje de lo grupal a lo individual. Como la palabra esfuerzo o merito son tan vagas, y las situaciones de necesidad y pobreza suelen generar comportamientos asociados a ellas, saltan a los titulares los "casos de éxito". Que indudablemente existen, y son notorios, y está bueno que sucedan. Ahora bien, si vamos a los grandes números, el grueso de los niños en situaciones similares abandona la escuela, el grueso de los jubilados en situaciones similares no pueden siquiera moverse o si lo hacen ponen en riesgo su vida, y no es nada ético poner esos casos límite o extremos como situaciones deseables. Si vamos a analizar seriamente, no son más que casos aislados, totalmente insignificantes en términos de decisiones macroeconómicas o políticas de estado. Su excepcionalidad es tan grande que ni siquiera podrían satisfacer los supuestos metodológicos necesarios para un Análisis de Caso correctamente implementado.

Este fenómeno mediático conocido como "romantización de la pobreza" (Sosa y Moreyra, 2019) pretende, a través de la idealización del sujeto pobre, mostrar como en alguna medida deseable o aprobable la pobreza, y por ende acallar las críticas al sistema que la genera, al hacer foco en determinadas virtudes falsamente creadas, estereotipadas, y atribuídas al conjunto de "los pobres". Todo esto es posible gracias al gran gris que hay alrededor de de dichas palabras, que son usadas de manera mediática y masiva sin siquiera ser definidas de antemano, lo que da lugar a discusiones masivas sin sentido, generalmente desarrolladas en redes sociales, que no hacen más que poner a las clases medias y bajas a luchar entre sí por un supuesto capital cultural invisible, o que en última instancia no da ningún beneficio real.

La cadena de causas en las variable educación y clase social origen

Puesto de manifiesto la inexistencia del esfuerzo como variable útil en términos de pensar la movilidad social, vamos a ver como esta se enlaza en una cadena causal con la variable de educación superior, que sí ha mostrado ser discriminante, junto con la clase social orígen, a efectos determinar la clase social destino de una persona. Una cadena de variables se puede observar a partir de un efecto visible, y desde él busca jerarquizar cuál o cuáles son las variables más importantes a efectos de lograr explicar ese efecto, y ver como a sus vez hay otras variables que inciden en ese factor principal, y así de manera consecutiva.

Muchas veces en la discusión pública e incluso académica, este ejercicio se hace a un lado, lo que da como resultado malos entendidos e imposibilidad de diálogo real entre partes. Vamos, por ejemplo, con el efecto de movilidad social destino o final, algo observable. ¿Por qué alguien está ubicado en la clase baja de una estratificación? Una de las variables que explica el fenómeno, como ya citamos antes, es la falta de acceso y finalización de un ciclo en el nivel superior. A su vez, cuando se analizan las causas de falta de acceso al nivel superior, hay dos que priman. La necesidad de trabajar, o en su defecto no haber finalizado el nivel secundario. A su vez, no haber terminado el nivel secundario suele estar directamente vinculado a la necesidad de trabajar. Aclarado esto, la necesidad de trabajar está correlacionado linealmente o podría hasta decirse causalmente con la clase social orígen. Este ejercicio algo lento y hasta obvio, es necesario muchas veces para ordenar las causas y los asuntos.

Es en este punto donde los argumentos del esfuerzo y el mérito ya se escapan de la lógica y la modelización y se van a lo banal, lo burdo o en el mejor de los casos lo personal. Desde frases del tipo "yo no terminé la primaria y me fue bien en la vida" (totalmente válido, pero no es más que un caso), hasta los "y bueno, su familia no se esforzó, no es su culpa pero entonces va a tener que esforzarse el doble", y pasando por infinitas frases que el lector puede estar recordando ahora mismo, ninguna se sustenta en ningún análisis serio. Luego están las discusiones más macroeconómicas, que también exceden el espacio de esta breve revisión.

¿Por qué emplear estadística como contrahegemonía?

El sentido de este tipo de análisis, es poner de manifiesto la enorme arbitrariedad y la ausencia de argumentos construídos sobre análisis reales fundamentados en estadística bien diseñada y realmente revisada. En este punto es obligatorio aclarar que no hay que caer en lo que comunmente se conoce como "alarde de cultura académica", que consiste en creer que por dar un dato o dos de forma suelta en un argumento se tiene más solidez, o que por usar retazos de números uno está argumentando correctamente, sin siquiera tener idea de donde salen dichos datos. Además, se está también dejando de lado los sesgos que imprimen las redes sociales a la percepción de la gente, al generarse sistemas de significados siempre afines entre personas de ideosincracias parecidas. Luego, también los medios son grandes propulsores de este tipo de debate basado en la nada misma y la pura emocionalidad, y en este punto me refiero a todos los medios, sin importar su adscripción política.

Dado que vivimos en un contexto donde la desinformación abunda, la manipulación sobra, y proliferan noticias falsas, fuentes inventadas o al menos insuficientes, mucha agresividad y poca argumentación y nada de predisposición al diálogo real, pararse sobre bases firmes es un buen punto de partida para ordenar no solo debates, sino también el propio pensamiento. En este punto, la estadística es una excelente estrategia de contrahegemonía. Hay que entender que estadística no es solo hablar de números que uno encuentra por ahí, sino revisar sistemáticamente no solo las fuentes, sino también los métodos.

Ciertamente, nada es una garantía completa. Sin embargo, al estar lejos del ámbito del discurso, los análisis de esta índole son menos susceptibles (obviamente lo son en alguna medidad) a la manipulación, o cuando hay manipulación es en el punto de su interpretación o sentido antes que en su estructura. Esa imparcialidad ante el discurso puede ayudarnos a escapar de las formas más neo-liberales de polarización de la opinión público basadas en el blanco-negro, así como evitar caer en la imaginería de los números que pretenden explicar realidad que son multivariadas en su posibilidad de ser modelizadas.

En fin, la propuesta de este breve artículo es abordar la realidad de forma crítica, y parte de esa mirada crítica está en la estadística y su fuerte vinculación a lo empírico. En ese sentido, y quizá en divergencia con líneas dentro de lo decolonial, creemos en la objetividad de los números y de la realidad, y la posibilidad de acercarnos a ella lo más puramente posible, es el primer paso para tomar distancia de las grandes manipulaciones de los medios hegemónicos.

Referencias

Castillo, J. C., Torres, A., Atria, J., & Maldonado, L. (2019) Meritocracia y desigualdad económica: Percepciones, preferencias e implicancias. Revista Internacional de Sociología, 77(1), 117.

Comas, G., Cicciari, M. R., & Rubio, M. B. (2016) Porque yo trabajo, trabajo bien”: trayectorias laborales y percepciones sobre el trabajo en los relatos de los trabajadores residentes en el Conurbano Bonaerense. Trabajo y sociedad, (27), 233-254.

di Paco, A., Dubé, B. P., & Laveneziana, P. (2017) Cambios en la respuesta ventilatoria al esfuerzo en deportistas entrenados: efectos beneficiosos sobre la fisiología respiratoria más allá del rendimiento cardiovascular. Archivos de Bronconeumología, 53(5), 237-244.

García de Fanelli, A. M. (2019) Acceso, abandono y graduación en la educación superior argentina. UNESCO

Hurtado Guapulema, S. L. (2018) Diseño de un sistema de medición de frecuencia cardíaca para la determinación del esfuerzo físico en el personal de la línea de faenamiento bovino del Camal Municipal de Riobamba. Master's thesis, Escuela Superior Politécnica de Chimborazo.

Molina, E. C., Pla, J., & Derteano, P. M. (2018) Entre la adscripción, la estructura y el logro: Determinantes de la movilidad social. Ministro Rivadavia, Sur del Gran Buenos Aires, 2008-2009. Lavboratorio, (28).

Rey, R. (2018) El papel de la educación terciaria en la movilidad social intergeneracional. InterCambios. Dilemas y transiciones de la Educación Superior, 4(2), 86-97.

Rodríguez, I., Zambrano, L., & Manterola, C. (2016) Validez de criterio de las escalas de medición de esfuerzo percibido en niños sanos: una revisión sistemática y metaanálisis. Archivos argentinos de pediatría, 114(2), 2-3.

Rodríguez, J. E. P., Morales, L. B., Rios, I. M. N., Pérez, A. C., & Gómez, J. C. Q. (2017).Frecuencia Cardiaca Máxima Mediante 220 Menos Edad versus prueba de esfuerzo con protocolo de Bruce. Movimiento Científico, 11(1), 15-22.

Sosa, C. P., & Moreyra, V. (2019) Cuerpos pobres: un objeto de consumo en el espacio marginal. Estudios de Teoría Literaria-Revista digital: artes, letras y humanidades, 8(16), 138-148.

Szlechter, D., Vanegas, J. D., & Tijonchuk, A. (2018) Representaciones de la meritocracia en la prensa escrita argentina a partir de la asunción de Macri. Psicoperspectivas, 17(3), 28-39.



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