Dossier

“No estamos en tierra ajena”. El movimiento mapuche en Chile: De la resistencia a la ofensiva1

“We are not in a foreign land”. The Mapuche movement in Chile: From resistance to the offensive

“Nós não estamos em uma terra estrangeira”. O movimento mapuche no Chile: da resistência à ofensiva

Carlos del Valle
Universidad de La Frontera, Chile

“No estamos en tierra ajena”. El movimiento mapuche en Chile: De la resistencia a la ofensiva1

REVCOM. Revista científica de la red de carreras de Comunicación Social, núm. 10, 2020

Universidad Nacional de La Plata

Recepción: 05 Mayo 2020

Aprobación: 22 Mayo 2020

Resumen: Este trabajo pretende exponer los avances en la discusión teórica, con base en algunas evidencias empíricas, sobre el modo cómo dirigentes del movimiento mapuche en Chile analizan la actual coyuntura histórica y las perspectivas sobre las relaciones del estado nacional chileno y el movimiento del pueblo mapuche. La discusión se realiza a partir de tres dimensiones que, al mismo tiempo, articulan el desarrollo del artículo, a saber, (a) la exclusión y el rol del estado y los medios de comunicación; (b) la inclusión y el rol de las políticas públicas; y (c) la resistencia y el desafío actual de una estrategia ofensiva. Se considera cómo son observadas estas dimensiones en su trayectoria histórica, en su comportamiento actual y cómo son valoradas en la proyección del movimiento mapuche.

Palabras clave: Movimiento mapuche, estado chileno, exclusión, inclusión, resistencia, ofensiva.

Abstract: This work aims to expose the advances in the theoretical discussion, based on some empirical evidence, about the way how leaders of the Mapuche movement in Chile analyze the current historical situation and the perspectives on the relations of the Chilean national state and the movement of the Mapuche people. The discussion is made from three dimensions that, at the same time, articulate the development of the article, namely (a) exclusion and the role of the state and the media; (b) the inclusion and role of public policies; and (c) the resistance and current challenge of an offensive strategy. It is considered how these dimensions are observed in their historical trajectory, in their current behavior and how they are valued in the projection of the Mapuche movement.

Keywords: Mapuche movement, Chilean state, exclusion, inclusion, resistance, offensive.

Resumo: Este trabalho tenta expor os avanços na discussão teórica, com base em algumas evidências empíricas, sobre a maneira como os líderes do movimento Mapuche no Chile analisam a situação histórica atual e as perspectivas sobre as relações do estado nacional chileno e o movimento do povo mapuche. A discussão é realizada a partir de três dimensões que, ao mesmo tempo, articulam o desenvolvimento do artigo, a saber: (a) exclusão e papel do Estado e da mídia; (b) a inclusão e o papel das políticas públicas; e (c) a resistência e o desafio atual de uma estratégia ofensiva. Considera-se como essas dimensões são observadas em sua trajetória histórica, em seu comportamento atual e como são valorizadas na projeção do movimento Mapuche.

Palavras-chave: Movimento mapuche, Estado chileno, exclusão, inclusão, resistência, ofensiva.

Introducción

A continuación, lo que haremos será utilizar como itinerario los hitos considerados en el actual proyecto de investigación sobre las representaciones de la marginalidad, específicamente para el caso indígena mapuche en Chile, a partir del trabajo de campo de entrevistas en profundidad a actores claves del movimiento durante las últimas décadas.

Si bien el proyecto contempla dos perspectivas de análisis: Primero, un estudio hemerográfico sobre las representaciones mediáticas de la marginalidad y en segundo lugar, un estudio etnográfico sobre las autorepresentaciones de los propios actores; considerando cuatro colectivos en el sur de Chile: (a) mapuches, (b) inmigrantes haitianos, colombianos y venezolanos, (c) disidencia sexual y (d) reos; en el presente trabajo nos focalizamos en el trabajo etnográfico con actores mapuches de Temuco2.

En este sentido, hemos trazado tres hitos, a saber, en primer lugar, la exclusión y el rol específico del estado y los medios de comunicación; en segundo lugar, la inclusión y el rol de las instituciones públicas del estado; y en tercer lugar, la lucha de resistencia y el actual desafío de las estrategias ofensivas.

La exclusión y el rol del estado y los medios de comunicación

Los medios de comunicación se refieren a otro mundo.

En ese mundo lo mapuche no está.

Sin duda que uno de los primeros hallazgos ha sido la triple condición en la cual son situados los medios de comunicación.

Por una parte, especialmente en su carácter hegemónico, aparecen como parte relevante de una estrategia institucional y sistemática de enemización del pueblo mapuche para lograr su exclusión, en cuyo caso actúan de manera conjunta el estado y los medios de comunicación. Aquí el rol específico de los medios es negativo, tanto por omisión, dado que invisibilizan al pueblo mapuche (efectivamente ausente, por ejemplo, de la programación televisiva); como por acción, puesto que se evidencia el interés por exacerbar la violencia (en un verdadero barómetro de la violencia); de tal manera que “existe violencia política como estrategia de lucha política”.

En segundo lugar, especialmente en su carácter contrahegemónico, los medios de comunicación aparecen con un rol activo en dos sentidos: (a) contribuir a fomentar los derechos políticos, y (b) fomentar las diferentes expresiones del mundo mapuche, antes invisibilizadas.

En tercer lugar, los medios de comunicación aparecen con un rol muy relativizado en el escenario de los desafíos actuales. Si bien, por un lado, se les reconoce la capacidad de instalar controversias que no se habrían logrado plantear de otra manera; por otro lado, se cuestiona su uso descontrolado y no del todo planificado, lo cual -se sostiene-“no es un problema comunicacional, sino político”.

La historia del conflicto entre el estado nacional chileno y el pueblo mapuche da cuenta del trabajo impecable del pacto entre el estado y la industria cultural desde la segunda mitad del siglo XIX para excluir al mapuche. No hay que olvidar que en sus orígenes “La exclusión del mapuche resolvía, además, el problema de la ocupación de sus tierras, fundamentalmente para distribuirlas entre los colonos que estaban enviando desde el Valle Central y Europa” (Pinto, 2003: 24). Prácticamente hay consenso en el rol de la industria cultural, específicamente de la prensa hegemónica y la literatura de élite, en el proceso de enemización del pueblo mapuche, desde el bárbaro del siglo XIX, pasando por el improductivo de la segunda mitad del siglo XX, hasta el terrorista de fines del XX e inicios del XXI. Los análisis de las estrategias y resultados de la construcción del enemigo son abundantes, tanto desde una perspectiva histórica, periodística, jurídico-judicial y económico-política (Del Valle, 2020, 2019, 2018a, 2018b, 2017 y 2016). Lo anterior explica el proceso sistemático e institucionalizado de exclusión, el cual, por cierto, “tiende a probar que la política de la exclusión, tarde o temprano, deriva en conflictos de proyecciones incalculables” (Pinto, 2003: 284).

Por otro lado, frente a los desafíos actuales y las posibilidades de diálogo, desde los medios de comunicación en general, existe un evidente escepticismo histórico y estructural. Sin embargo, las razones argumentadas no son sólo las referidas a los análisis que veníamos realizando, sino que también se refieren a las condiciones mismas del diálogo. En este sentido, hay consenso en que para que los medios de comunicación puedan aportar al diálogo es necesario que todos los temas puedan ser debatidos. Por ejemplo, uno de los temas que no ha sido posible colocar en la agenda para el diálogo es la “entidad territorial llamada wallmapu”, además porque este tema implica una discusión histórica y, a la vez, el hecho que “el estado chileno debe asumir su responsabilidad histórica”.

La inclusión y el rol de las políticas públicas

No debemos colocarnos detrás de los carteles de las organizaciones chilenas.

Ya recorrimos el proceso de la alianza

Así como el estado nacional chileno ha tenido un papel fundamental, junto a la industria cultural, en el proceso histórico y sistemático de exclusión, el propio estado ha sido impulsor de políticas de inclusión, especialmente mediante el rol de algunas instituciones públicas creadas. Al respecto, hay dos ámbitos centrales de la inclusión, a saber, lo político y lo económico. Es el caso de la política indigenista del estado, expresada en la Ley Indígena de inicio de los 90, y que permitió una visibilización de lo mapuche. También es el caso del fomento de actividades culturales. En el caso económico, lo que se ha buscado es una “inserción del pueblo mapuche al capitalismo y se ha logrado”. Ahora bien, además de la Ley Indígena (N° 19.253, 1993), otra de las políticas de inclusión es el Programa Orígenes (2000). La Ley Indígena es un esfuerzo por normar la existencia mapuche y regular su actividad, imponiendo los términos de las relaciones entre el estado y el pueblo mapuche, en cuyo caso “se ha puesto énfasis en la reforma del ordenamiento jurídico como mecanismo para enfrentar los conflictos surgidos en el territorio mapuche”(Aylwin, 2000: 299). El Programa Orígenes es una clara manifestación del “giro socioemocional” de la política pública durante las últimas décadas. De hecho, el objetivo principal del Programa es “contribuir al desarrollo integral con identidad de los pueblos Aymara, Atacameño y Mapuche en el área rural” y en su primera fase (2000-2004) se orientó a “(i) fortalecer la capacidad de los organismos públicos para atender de manera articulada la problemática de las comunidades indígenas con pertinencia cultural; (ii) fortalecer a las comunidades para que participen en la planificación y ejecución de las intervenciones y para que se “apropien” de los proyectos; y (iii) ejecutar proyectos de educación, salud y desarrollo productivo con pertinencia cultural.”. El giro socioemocional básicamente desplaza el eje y los objetivos relacionados, de una parte con las políticas de distribución como los derechos de la propiedad de la tierra y, de otra parte con las políticas de reconocimiento como la necesidad del reconocimiento constitucional del carácter pluriétnico del país; hacia el ámbito de las subjetividades, lo simbólico y lo cultural: “The actions of the state and political institutions must serve to create a new type of expectations, new citizens, and ways of understanding citizenship congruent with this new master narrative. Policies are thus increasingly dis- placed to operate at the symbolic, socioemotional, and subjective levels; to produce identities, behaviors, and modes of regulation in tune with the region’s transnationalized, export-oriented regime of accumulation.”(Leiva, 2008: 8) como es el caso de los objetivos citados más arriba sobre ”fortalecer la capacidad de los organismos públicos”, “fortalecer a las comunidades” “para que se “apropien” de los proyectos”, donde se considera el “desarrollo productivo con pertinencia cultural”.

Tanto la Ley Indígena como el Programa Orígenes han recibido tres críticas principales: (a) priorizar principalmente “la política económica de desarrollo productivo”, (b) no lograr una articulación “entre las demandas de los pueblos indígenas”, y (c) derivar en una “criminalización del movimiento Mapuche en particular, y de las demandas multiculturales más sustantivas y profundas”(Poblete, 2019).

No obstante lo anterior, el análisis actual indica que el estado no cuenta con instituciones que posibiliten el diálogo, porque “Las instituciones del estado son adversarios políticos o, incluso, enemigos políticos”, lo cual genera mayor incertidumbre aún. Tampoco se observan otros actores: “El presidente tiene un 6% de aprobación, con los partidos políticos…como dialogas con sectores tan deslegitimados”. En esta misma dirección, se entiende que “La posibilidad de diálogo es con la sociedad civil”.

La resistencia y el desafío actual de una ofensiva

La resistencia es parapetarse y aguantar lo que se viene.

Como mapuche debemos superar esa fase. Tenemos que asumir una ofensiva.

La resistencia, en general, es vista como la última instancia de lucha: “Resistir es lo último que va quedando”, pero carente de estrategias: “no estás denotando que tienes una estrategia”. En este sentido, no se trataría de una lucha de resistencia, puesto que “no estamos en tierra ajena. Yo me interrogo si lo que tenemos que hacer es una resistencia o prepararnos para una ofensiva”. Porque la resistencia también corresponde a una fase anterior del movimiento mapuche. Precisamente como ocurre con la “comunicación para la resistencia social, que surge con el levantamiento del movimiento neozapatista en el año 1994(Linares, 2018: 246), la fase anterior correspondería a mediados de los 90 cuando se producen los primeros atentados incendiarios de camiones de las empresas forestales de la región. Este sería el levantamiento de la resistencia. Coincide también con el surgimientos de medios de comunicación propios con la finalidad de difundir las luchas, las demandas y las formas de vida.

De esta manera, lo que se plantea es abordar de manera activa dos desafíos: (a) el territorio y (b) la lengua, básicamente porque son considerados elementos constitutivos e intransables.

En esta dirección de los argumentos, la expresión: “no estamos en tierra ajena”, resulta decisiva, puesto que, por un lado resitúa y resignifica la relación “establecidos y marginados” y, por otro lado reconstruye el escenario del campo de lucha. Asimismo, esta expresión emerge como la base de la estrategia ofensiva: No se trata de recuperar la tierra de otros, sino de reconfigurar la tierra propia.

Como señalamos, se logra una reformulación de la idea de “establecidos y marginados”(Elías y Scotson, 2016), a través de un proceso de reversión. Quedar en el lugar de los marginados y los excluidos es lo que históricamente ha ocurrido, donde el estado nacional ha tenido la capacidad de lograr un relato de cohesión para excluir a miembros de otros grupos fundando una “superioridad social y el sentimiento de superioridad humana”(Elías y Scotson, 2016: 32). La expresión “no estamos en tierra ajena”, de esta forma, revierte las posiciones e invierte el rol de unos y otros. Los establecidos están en tierra propia y los marginados en tierra ajena. Este nuevo campo de interlocución construido permite confrontar las habituales características negativas que un grupo establecido tiende a atribuir a un grupo marginado. Así se evita esta relación y, de paso, se logra un nuevo emplazamiento.

En síntesis, el desplazamiento desde la exclusión a la inclusión y desde la resistencia a la ofensiva, considerando el rol del estado y los medios de comunicación, podría representarse así:


Consideraciones finales

“El desafío es construir una historia del wallmapu, no exclusiva del pueblo mapuche”

La actual concepción del movimiento mapuche podría representarse de la siguiente manera:


En este escenario, las reconfiguración del territorio, las resignificación de la historia y la revitalización de la lengua no son presentados como proceso de construcción con exclusión, sino de co-construcción, donde la trama es “no exclusiva del pueblo mapuche”.

Considerando los actuales desplazamientos estratégicos, desde la resistencia a la ofensiva, es fundamental buscar el diálogo genuino, capaz de abordar todos los temas en una mirada histórica crítica y en una perspectiva de trabajo conjunto, entre el pueblo mapuche, el estado y la sociedad civil.

Referencias

Aylwin, J. (2000). Los conflictos en el territorio mapuche: antecedentes y perspectivas. Revista Perspectivas. 3(2), 277-300.

Del Valle, C. (2016). “Genealogía crítica del conflicto entre el Estado de Chile y el Pueblo Mapuche a partir de las producciones discursivas de la prensa, las sentencias penales en los tribunales de la región de La Araucanía y otros relatos. Hacia una historiografía de la exclusión mediática y jurídico social”. En Pinto, J. (ed.), Conflictos étnicos, sociales y económicos en la Araucanía, 1900-2014 (pp. 247-282). Santiago de Chile: Pehuén.

Del Valle, C. (2017). “La producción del «enemigo interno» en la industria cultural en Chile: De la discriminación a la «sujeción criminal»”. En García, M. y Maniglio, F. (ed.), Los territorios discursivos de América Latina. Interculturalidad, comunicación e identidad (pp. 8-26). Quito, Ecuador: Ediciones CIESPAL.

Del Valle, C. (2018a). “La producción del enemigo íntimo en la industria cultural chilena: Crítica a la certeza moral, la razón neoliberal y la sujeción criminal”. En Caldevilla, D. (ed.), Perfiles actuales en la información y en los informadores (pp. 51-68). Madrid, España: Serie Ediciones Universitarias Editorial TECNOS.

Del Valle, C. (2018b). “La crisis de la interculturalidad en la administración de la justicia en los tribunales del sur de Chile y el rol de la producción del enemigo íntimo- interno en la industria cultural”. En Ledesma, M. (coord.), Justicia e Interculturalidad. Análisis y pensamiento plural en América y Europa (pp. 221-248). Lima, Perú: Ed. Tribunal Constitucional del Perú.

Del Valle, C. (2019). “La criminalización radical del enemigo como estrategia del estado nacional y las élites en la lucha por las tierras indígenas”. En Arévalo, Á., Vilar, G. y García, M. (ed.), Comunicación y cambio social (pp. 155-165). Barcelona, España: Tirant lo Blanch.

Del Valle, C. (2020): “El rol de la industria cultural en el proyecto civilizatorio: Hacia una matriz de análisis del discurso del enemigo íntimo y el sujeto criminal”. En Poliszuk, S. y Barbieri, A.
(ed.), Medios, agendas y periodismo en la construcción de la realidad (pp. 191-198). Río Negro, Argentina: Editorial de la Universidad Nacional de Río Negro.

Elías, N. Y Scotson, J. (2016). Establecidos y marginados. Una investigación sociológica sobre problemas comunitarios. México D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Leiva, F. (2008). Toward a Critique of Latin American Neostructuralism. Latin American Politics and Society. 50(4), 1-25.

Linares, M. (2018). Comunicación para la resistencia social en Colombia y México: estrategias de lucha y organización política autónoma. En VV.AA, Comunicación para la resistencia. Conceptos, tensiones y estrategias en el campo político de los medios (pp. 243-259). La Plata, Argentina: Ediciones de Periodismo y Comunicación, Universidad Nacional de La Plata.

Lladó, G. (2019). Introducción a la metodología de investigación biosanitaria. Jaén, España: Editorial Zumaque.

Pinto, J. (2003). La formación del Estado y la Nación y el Pueblo Mapuche. Santiago: Dibam.

Poblete, M. (2019). Política Indígena en Chile Descripción general desde el término de la Dictadura cívico-militar hasta el Programa Orígenes. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile.

Programa Orígenes (2004). Síntesis Ejecutiva, Nº 10. Santiago de Chile: Ministerio de Hacienda.

Notas

1 Este trabajo es financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID-Chile, específicamente por el Programa de Investigación Asociativa, a través del Proyecto Anillo titulado: “Converging Horizons: Production, Mediation, Reception and Effects of Representations of Marginality”, PIA-ANID/ANILLOS SOC180045.
2 La identidad de los actores entrevistados se mantendrá en anonimato. Se trata de una muestra de actores mapuches claves, tanto por su rol dentro de la cultura mapuche como por su papel en la interacción con el resto de la sociedad. Se consideró el cruce de variables como rol (como dirigencia política, academia), género y grupo etáreo (adultos y jóvenes); de modo que se representara diferentes visiones. Se utiliza un tipo de muestro inicial por conveniencia y luego por avalancha, dado que los propios participantes indicaron o recomendaron otros sujetos interesados en participar, hasta que se logre la saturación de los datos (Lladó, 2019). El trabajo de muestreo así como la realización de las entrevistas sigue en proceso, como parte del proyecto antes citado.
HTML generado a partir de XML-JATS4R