Artículos

LOS GRANDES RETOS Y DESAFÍOS DE TEORÍA DEL CONFLICTO EN EL SIGLO XXI

THE GREAT CHALLENGES AND CHALLENGES OF CONFLICT THEORY IN THE 21ST CENTURY

Andrés Vivas Botero
Universidad Simón Bolívar, México

Eirene Estudios de Paz y Conflictos

Asociación Eirene, Estudios de Paz y Conflictos A. C, México

ISSN: 2594-2883

Periodicidad: Semestral

vol. 2, núm. 3, 2019

contacto@estudiosdepazyconflictos.com

Recepción: 08 Junio 2019

Aprobación: 21 Noviembre 2019



Resumen: Se hace necesario hacer una revisión cronológica sobre las teorías sociológicas del conflicto para comprender mejor su esencia, los diferentes factores que determinan su evolución y las resistencias que se presentan en el abordaje del conflicto social. Mirar la conexión entre el conflicto social y el pensamiento moderno, haciendo una revisión de la teoría social del conflicto desde la ideología de Mills, avanzando hacia la investigación para la paz, abordando el concepto de la paz imperfecta, para luego abordar a la educación para la paz como herramienta de creación y generación de cultura de Paz. En esta revisión, revisaremos además la conexión que existe de la violencia con los problemas ambientales, para finalmente contemplar una serie de desafíos para al abordaje de la teoría de conflicto en la década de siglo XXI.

Palabras clave: Conflicto, paz, violencia, educación, cultura, medioambiente.

Abstract: A chronological review of the sociological theories of conflict is necessary in order to better understand their essence, the different factors that determine their evolution and the resistances that are presented in the approach to social conflict. To look at the connection between social conflict and modern thought, reviewing the social theory of conflict from the ideology of Mills, moving towards research for peace, addressing the concept of imperfect peace, and then address peace education as a tool for creating and generating a culture of peace. In this review, we will also review the connection that exists between violence and environmental problems, in order to finally contemplate a series of challenges to the approach to conflict theory in the decade of the 21st century.

Keywords: Conflict, Peace, Violence, Education, Culture, Enviroment.

1. LA FLEXIBILIDAD COMO ABORDAJE DEL CONFLICTO SOCIAL

Los cambios a través de la historia se dan de manera repentina o intensamente acelerados, o lentos de manera casi imperceptibles en el tiempo. Todo cambio genera resistencia en el individuo, basados en sus propios temores, la incertidumbre ante lo nuevo, la permanezca en la zona de confort, la actitud frente a la innovación y la resistencia social. Vemos como se han dado grandes saltos y rupturas de paradigmas en sectores como la culminación, el trasporte, la tecnología, el mercadeo, entre otros, pero los cambios que implican costumbres y patrones sociales no han tenido cambios significativos en lo últimos 100 años, como lo son las esferas de la política, la educación, el lenguaje y los modelos administrativos, entre otros.

Los cambios sociales también son lentos, mostrando a las sociedades estáticas en el tiempo, como si no fuese necesario contemplar otros abordajes de las dinámicas sociales y fuesen naturales, permanentes, estable en el tiempo. Resulta muy difícil entonces lograr comprender cuando un sistema social evoluciona o pasa a ser otro, pero si resulta fácil entender las trasformaciones de las estructuras sociales, más cuando hacemos pate de dichas estructuras o sus cambios nos impactan. Ejemplo de ello lo encontramos cuando a través de los cambios tecnológicos están cambiando nuestras maneras de conectarnos e interactuar con el mundo, o como una situación global (mercado bursátil) impacta en la economía del país y por ende nuestro bolsillo.

Cuando se dan estos cambios estructurales, se dan ajustes internos que en el día a día resultan casi parte del mismo proceso dinámico de la vida. Pero cuando se quiebran los órdenes sociales, se dan paso hacia nuevas estructuras. Estas ideas revolucionarias buscan romper el statu quo que a manera de violencia (positiva) se genera innovación y creatividad ante la imposibilidad de continuar en con la misma estructura social. En estas rupturas siempre existirán choques cimentados en estructuras de poder, riqueza, estratificación, poder adquisitivo, en donde entran en conflicto los valores de lo que se supone que es y lo que piensan los otros. Como bien lo plantea Dewey (1966), “La toma de conciencia y el pensamiento surgen a raíz de los obstáculos en la interacción de los grupos”, es cundo la interacción consiente de los diferentes grupos que, por ideas arraigadas en sus convecciones y valores, generan conflicto entre las partes.

Ahora bien, el conflicto no interactúa directamente, sino que resulta ser el estimulante hacia nuevas dimensiones tecnológicas o económicas. Tenemos el caso de UBER, en donde el trabajo colaborativo como nueva tendencia social, genera oportunidades de movilidad entre la oferta y la demanda, trayendo con sigo conflictos entre los transportadores convencionales, los usuarios, el marco normativo regulatorio, las entidades aseguradoras y las tendencias tecnológicas, entre otros. Es así como los cambios tecnológicos pueden afectar a grupos, colectivos, empresas o conglomerados.

A medida que van surgiendo estos cambios, la sociedad simultáneamente va generando nuevas estructuras que buscan controlar o mitigar su impacto. Este proceso es natural del control y la resistencia a la innovación que ve al cambio como una amenaza contante a la burocracia. Marx, citado por Lewis, planteaba que “el conflicto no solo lleva a relaciones siempre cambiantes dentro de la estructura social existente, sino que todo el sistema social sufre una transformación a causa del conflicto”. Resulta necesario entonces, entender que las trasformaciones sociales parten del origen del conflicto y su adaptación a la sociedad en proceso de evolución.

Podemos ver una radiografía de ello cuando se mira la equidad de género a lo largo de la historia y en diferentes culturas, y como su abordaje es cambiante, adaptativo y evolutivo a medida que también lo hacen las formas de la desigualdad. Entonces tenemos la desigualdad como principal factor detonador de un conflicto social, en donde su significancia va cambiando dentro de la misma estructura social. Para contrarrestar esta desigualdad es vital la redistribución del poder en el sistema social, en donde no se podrá considerar un sistema justo cuando se abordan posturas únicamente desde diferentes actores individuales o subgrupos que la componen.

2. UNA REVISIÓN SOBRE EL ABORDAJE DEL CONFLICTO

Sobre el origen de las teorías sociológicas del conflicto, se pueden enunciar dos grandes postulados, aunque uno le precede al otro, contienen diferentes enfoques políticos, la manera como enfocan el poder y las contradicciones sociales. La teoría Marxista tarta de explicar el conflicto, los movimientos y los cambios en la sociedad. Concibe a la sociedad como un cuerpo organizado y dividido entre distintas clases sociales con intereses enfrentados. El componente económico de la sociedad pasa a ser importante, adquiriendo una posición determinante en la explicación de la sociedad y sus conflictos.

En cuanto a la teoría sociológica del conflictualismo liberal, la sociedad se encuentra estratificada en clases sociales, para identificar las partes que se encuentran incluidas en el conflicto. Esto implica necesariamente que siempre hay dos partes contrarias que se enfrentan, en donde as categorías o estratificación, no sirven para entender quiénes son los actores del conflicto.

Aunque no necesariamente las dos teorías abarquen todos los tipos de conflictos, por su naturaleza unos pueden ser exclusivamente económicos, también existen conflictos asociados a culturas como la religión, los conflictos de género, o los grupos incluyentes como indígenas, homosexuales, afrodescendientes, entre otros. Ambas teorías coinciden en que el conflicto es el motor del cambio y el progreso social.

Para abordar estas nuevas dinámicas surgen posteriormente dos nuevas corrientes sociológicas, la estructural funcionalista y la conflictualista. La teoría estructural funcionalista hace énfasis en las relaciones de cooperación en la vida social como motor de la estabilidad.

Existen entonces distintas clases de conflicto social con consecuencias muy diversas sobre las personas, que van desde la expresión más fuerte del conflicto, la guerra, hasta la expresión general del conflicto social de origen pacifico.

La conflictividad social implica conflictos políticos, relaciones interpersonales, conflictos económicos y conflictos culturales entre otros, en donde los grandes conflictos suelen movilizar grupos, colectivos o naciones enteras. Para hacer un abordaje y análisis del conflicto social, se deben tener en cuenta al grupo social como actores principales del conflicto, sus intereses, el poder que tiene los grupos sociales, sus características y su influencia dentro de la dinámica del conflicto.

El conflicto es una consecuencia de una situación de divergencia social, que tiene distinción entre interés y valores, creencias y concepciones. Es una lucha por los valores y por el estatus, el poder y los recursos escasos, en donde los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales. Otro elemento fundamental de la teoría de conflicto son las relaciones sociales, que son acciones sociales en cabeza de distintos actores. Estas relaciones sociales son interactivas que hacen parte de un proceso sucesivo que se prolongan a lo largo del tiempo y del espacio en continuo movimiento con múltiples símbolos.

Los sujetos involucrados en el conflicto social son clasificados en grupos o en personas. La mayoría de las personas tienden a organizarse en grupos sociales, y estos son a su vez, la condición principal de la organización de una sociedad. El objetivo de todo grupo termina siendo la realización de intereses y valores compartidos mediante acción compartida. Es común encontrar alianzas temporales entre los grupos sociales a fin de poder enfrentar oponentes en común.

En cuanto a la evolución del conflicto social, es importante entender la creación de las situaciones nuevas como un elemento innovador, capaz de interpretar las características del conflicto y el rumbo que pueda tomar. Sobre los intereses que motivan los conflictos, debemos diferenciar entre titularidades (reconocimiento de derechos) y provisiones (recursos económicos).

El conflicto puede trabajarse a través de la desaparición (no hay conflicto), la negociación (acuerdo relativo), la absorción (integración de uno de los grupos sociales con el otro), la eliminación (aniquilación de uno de los grupos) o la subordinación (sometimiento de uno de los grupos hacia el otro). Tanto la desaparición la absorción y la eliminación llevan al fin del conflicto de manera negativa. Por su parte la negociación y la subordinación llevan de manera positiva a una transformación, una evolución del conflicto.

3. LA CONTINUIDAD DE LA TEORÍA DEL CONFLICTO SOCIAL EN LA POSMODERNIDAD

Para hacer una conexión entre la teoría del conflicto y la posmodernidad, podemos iniciar diciendo que es la continuidad de las ideas de la primera en la segunda. Una idea fundamentalmente soportada por sociólogos que ven la idea de conflicto social bajo una mirada positivista; una versión fenomenológica. El conflicto social es entonces, el proceso de separación que afecta la funcionalidad del sistema social sobre el status y los roles asumidos por diferentes individuos en una sociedad.

Es un proceso de ajuste sistémico en donde el conflicto es la evolución, en donde a través del dialogo se logran consensos. Cuando una sociedad se encuentra débil estructuralmente, es posible encontrar resquebrajamientos y temores entre sus miembros. A raves del conflicto y el consenso se da el ajuste social necesario para su mantenimiento y fortalecimiento del statu quo.

Cuando revisamos la relación entre la teoría del conflicto social y marxismo, en principio vemos una separación producto del extremismo de marxismo. La derecha encuentra entonces una desviación de la teoría del conflicto social cuando predomina el marxismo. La teoría del conflicto social marxista basado en las condiciones de propiedad dentro de la producción encuentra una especie de equilibrio como u caso especial de desequilibrio en donde las causas que generan el conflicto social son la explotación, la exclusión social y la pobreza.

Encontramos entonces que en el marxismo no se encuentra el concepto de consenso y por ello, no es una teoría del conflicto social; lo que existe allí es una transformación del sistema social. El equilibrio y desequilibrio no existen, lo que existe es una tensión producto de contraindicaciones sistemáticas en la superación del conflicto social.

En cuanto a la relación del conflicto social con la posmodernidad, debemos comprender primero que hay un paso epistemológico del positivismo a la fenomenología. En la teoría del conflicto, el consensualismo surgen como manifestación en contra de las ideas revolucionarias marxistas, es decir, la aplicación práctica de las teorías del marxismo.

Aquí el consenso es distinto a la revolución, y el diálogo es la clave para lograr el consenso. A través del dialogo se puede ceder ante situaciones conflictivas, el dialogo es entonces, el punto de partida hacia lo posmoderno. Importante anotar que el lenguaje juega un papel importante dentro de la significancia. Allí se pasa de la realidad (el Ser) a lenguaje (el pensamiento), pero con ello se pierde la capacidad de comprobación científica, al no existir la posibilidad de establecer que es verdadero y que es falso.

Siguiendo con el concepto de consenso, pero ahora visto desde el pensamiento del neoliberal, vemos como el estado neoliberal se afirma dentro de una estructura de principio o supremacía constitucional (nomocrática - imperio de la ley). La nomocracia elabora una serie de condiciones que favorecen un marco legal en donde se desarrollan acciones hacia un fin privado y crea las condiciones jurídicas para la libre expresión de la ley.

Por su parte, en la telocracia, el gobierno orientado por una finalidad concreta busca conseguir un objetivo determinado. El eje central de la telocracia, es la distribución de la riqueza.

4. ¿POR QUÉ LA IDEOLOGÍA DE WRIGHT MILLS HOY TIENE SENTIDO?

ara entender la ideología de Mills y su relevancia en la actualidad, empezaremos por describir quién era este sociólogo estadounidense que en la década de los 50 entrego sus postulados sobre el carácter y la estructura social. Académico y estudioso de la problemática social, particularmente la estructura del estado en Estados Unidos de Norteamérica, estudio la metafísica del trabajo y las dinámicas de los líderes laborales en función de los negocios. También cuestionó las responsabilidades de los intelectuales de la sociedad en la posguerra y genero su teoría del triángulo de las elites institucionales. Después de 4 ataques cardiaco muere a la edad de 45 años el 20 de marzo de 1962.

Pero quizá el surgimiento de sus ideas acerca de la sociología estaba en la idea de abandonar los postulados tradicionales que mantenían hegemonía en la época: el empirismo, que limitaba la discusión a generalidades de bajo nivel, y el racionalismo, que daba soluciones abstractas a problemas concretos. Es allí entonces cuando empieza a inclinar sus postulados sobre las relaciones observadas, centrándose en las relaciones humanas, para portar a la teoría del conflicto. Propone entonces la introducción de una nueva sociología en donde se debían examinar los problemas sociales como problemas significativos a partir de las dificultades personales, históricas y biográficas. Mills era visto como científico social que se esforzaba por unir la tradición clásica con los métodos científicos contemporáneos.

Una de las más grandes preocupaciones de Mills, era la posición de los intelectuales a las cuestiones políticas de la época, y como debían mostrar su condición humana haciéndola pública. Invito a hombres públicos e intelectuales a trabajar en la paz. Estos postulados son vigentes en la actualidad y vemos como día a día la academia se interesa más por atender cuestiones científicas alejándose de construcción de política y democracia.

Para Mills (1987), la idea de progreso como factor de liberación, la fe en la ciencia, la relevancia de la educación popular y su repercusión en la política democrática, fueron sus planteamientos sobre razón y libertad. En un estado compuesto por organizaciones nacionales en las que no se preocupan por el individuo, y se basan más su burocracia y en su tecnología, llevan a ver al individuo como un tipo de hombre con racionalidad, pero sin razón, cada vez más feliz, más adaptado, pero menos libre. El problema quizá radicaba en la autorrealización en la que el individuo logra de manera sistemática regular sus impulsos y sus aspiraciones apegado a los estatutos y reglas de la organización. Nuevamente, vemos vigente esta percepción en una sociedad en donde la burocratización de los procesos aleja a l ciudadano de participación y construcción de sociedad. Somos ciudadanos desprotegidos por el estado, con menos libertades y cada vez más adaptados a los modelos burocráticos vigentes.

Basado en la sociedad norteamericana, Mills (1987) planteaba que existía un imaginario de que la democracia promulgaba la libertad de discusión, la independencia de los órganos a la opinión pública, a la economía de libre mercado y la idea de que el público era la sede de todo el poder legítimo. Pero en realidad el problema tenía que ver con la vida y el destino de los ciudadanos en Estados Unidos, que no eran planteados ni resueltos por el público en general, y en donde la comunicación juega un papel determínate en la discusión de una comunidad. Una comunicación oficial dominante (Estado) y unos medios de comunicación (publico) mercadeados al servicio del poder.

Introduce el término de analfabetismo psicológico como la construcción de imágenes que se toman como propias, en donde el individuo no confía en su propia realidad hasta no confirmarla a través de medio y otras personas. Aquí los medios proyectan su realidad que tienen del exterior afectando la experiencia que los ciudadanos tienen de su realidad.

La educación y los medios de comunicación en masas resultaron ser el medio más efectivo de trabajar, en donde la educación de masas, a través de las instituciones educativas, se convirtió en el ascenso social y profesional para influir en la adopción de estilo de vida basado en la ideología de ajuste para la vida. La estrategia de la manipulación consistió en hacer creer al pueblo que en realidad toma las decisiones.

En cuanto a la estructura social del estado, Mills (1987) encuentra que tanto el liberalismo como el marxismo tienen similitudes en cuanto a los rasgos decisivos del pasado, presente y futuro, y de las clases de ciudadanos que habitan y habitaran el planeta. Para Mills, la elite del poder no es más que un intento para delimitar las zonas sociales en las que se desarrolla ese proceso, y particularmente en los Estados Unidos, existía un núcleo de corporaciones en donde se centralizaban las decisiones más importantes.

También es sus escritos denotaba que no todos los hombres eran corrientes u ordinarios y establecía como algunos hombres podían lograr posiciones superiores a los que denomino minoría poderosa o elite del poder, cuya característica principal estaba en la toma de decisiones sobre cuestiones nacionales, incluso internacionales, predominantes en instituciones políticas, militares y económicas. De allí su postulado sobre el triángulo del poder y su máxima sobre la cual establecía que debemos estudiar la historia para librarnos de ella.

A las fuerzas de contrapeso, grupos de impedimento y sindicatos, Mills los clasifico en un nivel medio de poder, en donde los sindicatos habían vendido sus ideales en el mejor de los casos, por pertenecer a la elite del poder. De tal manera que con el pasar del tiempo, los líderes sindicales pasaron a buscar intereses personales en vez de representaciones colectivas.

Sobre el poder, Mills (1987) planteo que está directamente relacionado con las decisiones tomadas por los hombres en relación a las organizaciones que representan, y el tema central radica en quien toma o no esas decisiones. Para ello, se debe considerar la relación con la cohesión, la autoridad y la manipulación como naturaleza del poder.

Después de exponer en síntesis el pensamiento de Wright Mills, podemos afirmar que hoy en día su ideología toma trascendencia en cuanto a que el investigador social está abandonando su conciencia moral; los roles y las tecnologías juegan un papel preponderante dentro del cambio histórico social; las estructuras de la sociedad están organizadas dentro de estados políticos que no son iguales en cuanto al poder para trascender en la historia; la importancia de los medios de comunicación de masas en la manipulación de la realidad política y social de un país, y que cada vez más tenemos a un hombre con racionalidad pero sin razón, más adaptado, menos libre y más infeliz.

Nos invita a hacernos libres y hacedores de nuestra historia, y a cambiar las estructuras de la sociedad para tener una vida más digna e igualitaria.

5. ¿EXISTE EVOLUCIÓN EN LA INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ?

En cuanto a la investigación por la paz y sus orígenes, aportados por los numerosos esfuerzos en conjunto de investigadores desde diferentes disciplinas y que han construido y reconstruido el concepto de violencia y el concepto de paz, podemos identificar como punto de partida a tres paradigmas epistemológicos sobre los cuales se trataba de entender y aprende sobre la realidad social. El primero de ellos, es el paradigma empírico-analítico que básicamente busca entender la transformación de la realidad social; en un segundo paradigma encontramos el hermenéutico-histórico que buscan un interés práctico y el tercer paradigma de ciencia crítica, que busca incorporar intereses cognitivos liberadores.

Sobre la revisión del origen del concepto de paz, vemos desde la antropología como señalan que este concepto es tan antiguo y ligado como el hombre, y como la guerra lo hizo más fuerte a través de la agricultura. Allí la guerra tenía como objetivo indirecto el control de la población; desde entonces los conceptos de paz y guerra están atados. También vemos que el concepto de paz proviene de una cultura grecolatina en donde la paz significa ausencia de guerra (eirene, sinónimo de armonía). En Roma la paz estaba conformada por un sistema de orden social y legal. Solo hasta después de las guerras mundiales se comienza a trabajar la teoría de paz.

Es aquí en donde se introduce el concepto de Paz negativa como la ausencia de violencia directa o la falta de conflictos armados. Esta paz negativa se compone de dos tendencias: la paz como una unidad interior frente a una amenaza exterior, y el universalismo que entiende la paz jerárquica y dominante ligada al concepto de derecho de estado.

Siguiendo a Galtung (1988), encontramos una clasificación sobre los estudios de paz en tres ramas: los estudios empíricos sobre la paz que retoma la relación teoría-realidad, los estudios críticos sobre la paz que hacen una comparación entre datos y valores, y los estudios constructivistas sobre la paz que tratan de armonizar entre la teoría y los valores.

Los estudios para la paz son entonces una ciencia social aplicada y orientada en valores que se ha desarrollado en cuatro grades fases que describiremos a continuación:

A la primera de ellas se le puede denominar fase fundacional, como el momento de formación de un patrimonio científico originario, en donde se crea un núcleo disciplinar. En esta fase entras diversos científicos de las ciencias sociales y humanas que ajustan el concepto de paz negativa como elemento opuesto a la violencia, manifestado a través de la violencia directa. Es aquí donde entra el interés de la psicología como aporte al estudio de la guerra como compartimento humano.

En la segunda fase, de expansión, encontramos el enriquecimiento teórico mediante la contribución de diversos científicos con los que se introducen los términos de violencia estructural (como todo aquello que impide el desarrollo humano y puede ser evitable) y paz positiva (como ausencia de violencia estructural).

En una tercera fase tenemos la especialización o fragmentación, en donde los estudios sobre paz se abordan desde diversas disciplinas y sub-disciplinas con criterios diversos. Entran los conceptos de violencia cultural que incluye todo aquello que dentro de la cultura promuevan la violencia directa o la violencia estructural, y paz neutra como ausencia de violencia cultural o simbólica.

Y en un cuarto momento se encuentra la fase hibrida y amalgama, en donde se combinan especialidades o disciplinas convergentes bajo un mismo objeto de estudio, pero conservando cada cual posturas. Surgen allí las Organizaciones No Gubernamentales y los Organismos Internacionales. Entra el concepto de cultura de paz como una cultura que promueve la pacificación.

6. UNA MIRADA A LA IMPERFECCIÓN DE LA PAZ

Llamar a la paz imperfecta, es una atribución que le podemos asignar a una paz inacabada, pues si estuviese completa o perfectamente terminada, estaríamos sobre una utopía social desarraigada al conflicto, que por naturaleza es humano. La paz es el producto de la construcción en convivencia de distintas realidades, desacuerdos, injusticias y divergencias, que en su abordaje buscan dar respuesta a los conflictos sociales.

Pero el abordaje de la paz es superficial, pues está muy ligado a la guerra y sobre este último concepto es que se han realizados diversos abordajes. Cuando vino la guerra se comenzó a hablar de teoría sobre paz, más aún cuando se hizo observación superficial de la realidad que se estaba viviendo.

Cuando se analiza la paz desde el conflicto, es cuando realmente se empieza a bordar la paz como tema de investigación. La paz entonces, es abordada como una respuesta al conflicto y sus repercusiones en la sociedad. Los estudios de paz debes ser construcciones más serias y concienzudas, en donde se puedan evidenciar claramente los pilares que la soportan y las características que la promueven, pues no todo el mundo piensa en paz.

Ahora bien, es importante abordar la frustración de no contar con una paz permanente, la sensación de fracaso que pone en entre dicho la permanencia de la paz, pues es un sentimiento inherente al ser humano que se da cuando se busca con ansia algo que finalmente no se concreta. No se puede entonces pensar en la anulación del conflicto como alternativa de paz, el conflicto es parte de nuestra naturaleza y negarlo sería como negarnos a nosotros mismos.

Por otra parte, la violencia estructural es inherente al ser humano, pues sus acciones son evidentes y sus consecuencias tangibles, en donde la existencia del conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales son clave para entender y relacionar las manifestaciones de violencia directa.

La violencia estructural deja frustración entre quienes han sido objeto de violencia directa y quienes ejercen el poder. Una relación de desigualdad en el que el reparto, el acceso o la posibilidad de uso de los recursos son resueltos sistemáticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las demás. Se pudiese decir entonces que la paz es subjetiva, ya que lo intereses de cada persona son distintos, sus realidades diferentes y sus imaginarios diversos.

Deberíamos entonces basarnos en el uso de los lenguajes, los símbolos, la cultura, los imaginarios y realidades, y otras expresiones para coadyuvar a la construcción de paz.

Encontrar nuevas formas de abordar los estudios de paz, abordajes de una paz como un proceso continuo, constructivo, fluctuante y permanente, en donde no hay partes dominantes o resultados positivos o negativos. La construcción de la paz implica posturas más conscientes, de reflexión, consecuencias, comprometidas y responsables. Si se da esta conexión, podemos propiciar su desarrollo a través de una paz positiva y la institucionalidad de la justicia.

7. COMO ENTENDER LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Para comprender mejor la educación para la paz, debemos iniciar por entender diferentes conceptos que nos llevaran a ejemplificar la teoría en la práctica. Iniciemos entones entendiendo que la cultura es el conjunto de ideas, conocimientos no especializados, costumbres y tradiciones, que caracterizan a una nación, un pueblo o una sociedad. También puede ser entendida como el tejido social que comparten diferentes personas con características comunes.

En cuanto a la educación podemos anotar, que es la forma para desarrollar las capacidades intelectuales que poseen las personas según su cultura y las normas de convivencia de la comunidad a las cuales pertenece. La educación es entonces, el proceso global mediante el cual se genera la cultura.

El derecho a la educación está contenido desde 1948 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y ratificados internacionalmente por diversos tratados internacionales hasta la fecha. La educación es vital para el desarrollo social, cultural y económico de cualquier sociedad, pero la educación y la cultura resultan ser la palanca más poderosa para impulsar el desarrollo de un país con justicia.

Entendiendo como se relaciona el progreso de la mano de la educación y la cultura, no pedimos dejar de lado la construcción de sociedad democrática participativa, en donde los ciudadanos tenemos mayor participación en la toma de decisiones políticas, facilitando la capacidad de asociación y organización en la sociedad.

Para generare estos cambios sociales, se requiere de un proceso de aprendizaje reciproco involucrando a los valores de las personas, el respeto por el otro, la verdad y la justicia, que se traducen en un modelo de educación en derechos humanos.

Para Pérez Tapias (1996), la educación resulta ser un proceso complejo a través del cual el ciudadano se forma como individuo autónomo, responsable y moral. Santos Guerra (2000), en sus dimensiones de la educación, establece que deben existir el discurso y construcción de valores, la construcción de conocimiento, e instituciones que sirven de instrumento para la transformación.

Para que ello se dé, hay que buscar la armonización entre las diferentes normativas internacionales y las normativas internas de cada país; un conceso enmarcado dentro de un constitucionalismo internacional. Es en ese conjunto de derechos y deberes en los cuales nos encontramos sujetos en relación de armonía con comunidad con convivencia pacífica en donde realmente se da el significado de ciudadanía. Una sociedad cívica que actúa de manera autónoma con relación armónica entre el estado y la sociedad civil.

Pero dentro de esta armonización, debemos comprender el concepto de democracia visto desde una perspectiva social: Patrick (1997), hace referencia al régimen político que de manera institucional establece derechos en una sociedad en donde de manera voluntaria, sus miembros buscan un fin común y toman decisiones. La construcción de cultura de paz, requiere de gobiernos democráticos y de una sociedad que de manera autónoma fortalece la misma democracia. Para Touraine (1994), la construcción de una democracia requiere de la formación de ciudadanos que ejerzan con libertad derechos y deberes.

La democracia entonces puede ser vista como el proceso de acciones de convivencia social en las que los ciudadanos actúan de manera libre e iguales dentro de una sociedad.

8. LA PAZ CON EL MEDIOAMBIENTE

Son numeroso los estudios que pretenden demostrar que el ser humano el violento por naturaleza, que existe un gen predeterminado en su genética que propicia lo hace violento. Hasta ahora ningún estudio ha sido concluyente. Si bien, por instinto de supervivencia (por defensa o subsistencia) llagamos a tener conductas generadoras de violencia, nuestra esencia es más de convivencia.

Ante ello, Laborit (1981) resalta que los comportamientos innatos en el ser humano son limitados, y que no todos son violentos. Las conductas pueden ser modificadas y corregidas, basándose en códigos, podemos reforzar o recompensar las conductas violentas. La violencia entonces, ¿es un acto exclusivamente del ser humano? ¿Las manifestaciones de la violencia tendrán un origen cultural o social? El Manifiesto de Sevilla sobre la violencia establece la negación como origen biológico, a la guerra y a la violencia. Es allí donde surge la posibilidad de probar una naturaleza innata pacifista sobre una naturaleza innata violenta.

Para entender mejor estos, debemos explicar primero que la agresión no es lo mismo que la violencia, pues la agresión termina siendo un elemento natural y necesario para la sobrevivencia, mientras que la violencia consiste en el uso consciente de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo.

Las circunstancias generadas por los conflictos son las que nos permiten que funcionemos con la capacidad adaptativa ante situaciones variables. Los conflictos son los motivan al progreso, ponen en marcha nuestra creatividad e innovación.

La violencia contra el medio ambiente resulta ser la manifestación más extendida y destructiva de los últimos tiempos. A menudo es frecuente encontrar detrás de la violencia contra el planeta, intereses particulares, políticos, económicos, irresponsabilidad, desinterés, egoísmo, entre otros. Surge entonces la necesidad de encontrar equilibrio de nuestra especie con las demás.

Pero cuando pretendemos bajo la excusa de la supervivencia, justificar actos violentos que deterioran nuestra especie o atentan contras las demás especies, estamos generando una nueva clase de violencia. Atentar constantemente contra el medioambiente no es adaptación de la especie o supervivencia. Existen otras maneras de relacionarnos para sobrevivir, a través de la autosubsistencia sostenible.

Resulta importante que no confundamos la supervivencia (único recurso para alimentarse o subsistir), con destruirnos voluntariamente por la búsqueda de beneficios egoístas, privilegios injustos o recompensas inmerecidas.

Como abordaje del conflicto y desde una mirada estructural, es posible necesario usar métodos no violentos que lleven a generar conciencia y control de los problemas ambientales. La violencia directa es la que se puede evidenciar con expresiones explicitas de violencia con consecuencias visibles; la violencia estructural es en la que no se puede identificar claramente sus orígenes, pero las manifestaciones son visibles. En la violencia simbólica o estructural se justifican otras formas de violencia, al punto de legitimarlas o practicarlas simbólicamente. Es allí donde encontramos la exclusión de otros seres humanos por diferencias físicas, psíquicas, étnicas, religiosas, entre otros.

Siguiendo a Galtung (1988) y sus ideas sobre la violencia contra el medio ambiente, él asemeja esta violencia a una violencia estructural. Pero la ecobiolencia es un tipo distinto de violencia, pues posee sus propias características intrínsecas, peculiares, y sus consecuencias son diversas. La ecobiolencia es entonces, diversas formas de violencia practicadas contra la naturaleza que no solo se limitan a causar daño al ser humano, sino que repercuten indirectamente sobre el planeta.

Por otra parte, podemos decir que nosotros somos por naturaleza de la creación, somos único e irrepetibles, con independencia entre los seres vivos, capaces de relacionarnos con los ecosistemas, inmersos en un planeta rico en biodiversidad, todos habitantes de un mismo ecosistema al que debemos cuidar. No solo somos responsables de preservar nuestra especie, sino también nuestro planeta. Podemos regular nuestra conducta en sociedad, normalizándola, haciendo más estandarizada y aplicable a toda sociedad.

La ecobiolencia se ve reflejada cuando desaparece una especie y se altera el ecosistema, que a su vez, altera las capacidades de otras plantas y animales para subsistir. Los efectos de la ecobiolencia se aprecian sobre zonas geográficas, clima, salud, hábitat, historia, educación, relaciones, entre otros. La ecobiolencia se diferencia de la violencia estructural, pues las consecuencias las sufren directamente el ecosistema y por ende existen repercusiones sobre la existencia del ser humano.

Deben existir entonces políticas globales de reducción de contaminación del planeta (efecto invernadero, reciclaje, reforestación). Las decisiones para el medio ambiente son concernientes a la gran mayoría y también convenientes para todos. Desafortunadamente el PNUD dentro de la lista de países con desarrollo humano muy alto, clasifican en los primeros lugares a los países poco amigables con el medio ambiente.

9. RETOS Y DESAFÍOS EN EL SIGLO XXI

A manera de conclusión, es importante comprender el conflicto social desde una mirada abierta, flexible, hacer las cosas de manera diferente a como siempre se han hechos, permitiendo así contar sistemas más elásticos, se faciliten la expresión abierta y directa del conflicto, buscando así el equilibrio entre las partes. Sí existe una continuidad de la teoría del conflicto social que son derivadas de un pensamiento moderno. Existe una relación entre el concepto de consenso de la teoría social y la concepción de dialogismo de la posmodernidad. Allí, el dialogo adquiere el rol de consenso de la teoría del conflicto social.

Del conflicto social se puede decir que ni es bueno, ni es malo, es una consecuencia natural de las relaciones sociales y su abordaje debe ser con el menor daño entre las partes. En cualquier caso, y como quiera que sea tratado, el conflicto social es el principal motos de las transformaciones y cambios sociales. De tal manera que la negociación surge como elemento importante, generador de equilibrio relativo entre los grupos sociales enfrentados.

Es necesario seguir con la evolución de la teoría del conflicto social, destruir el concepto de libertad negativa de los neoliberales, para entender la libertad para, es decir, la libertad que aporta a la construcción de una sociedad incluyente. En cuanto a la evolución en la investigación para la paz, podemos afirmar que no ha terminado aún; se debe generar más ciencia de clasificación que permita generar cambios desde entornos más locales a entornos más Globales y se deben realizar más síntesis y convergencias de elementos de los principales estudios sobre paz.

Para abordar el conflicto, es necesario entender que el sistema social debe ser lo suficientemente flexible para ajustarse a las situaciones del conflicto. Un sistema social que no es capaz de reajustarse y permitir que nuevos conflictos quebranten el sistema y den paso al surgimiento de una nueva distribución de valores sociales, terminara siendo en sí mismo un conflicto social complejo.

Quizá, el medio más práctico para entender el conflicto social y coadyuvar a solucionarlo es, permitir que los que participan en el conflicto, entiendan y compartan sus sistemas de símbolos. Así se puede partir hacia la flexibilización desde diferentes miradas y con el mismo lenguaje.

Podemos evidenciar que no existe una paz perfecta, que la paz es cambiante a partir de nuestras propias limitaciones y concepciones como seres humanos, en donde constantemente como seres imperfectos, vamos construyendo una paz imperfecta. Siguiendo el pensamiento del Libertador Simón Bolívar y la filosofía fundacional de la Universidad Simón Bolívar, podemos relacionar como la educación es la base para moral para construir una nación libre y próspera. Como el proceso educativo debe estar encaminado a formar ciudadanos amantes de la libertad y el respeto a las instituciones y sus leyes.

En los últimos 100 años, la educación, al igual que la democracia, no ha sufrido cambios significativos. Parecería que se preservan los mismos constructos del siglo pasado. A esto debemos agregarle el problema de la globalización de la economía y el impacto en las sociedades y la evolución digital que definitivamente afectan a los médelos educativos. Hoy en día enfrentamos una sociedad en donde la información que recibe el pueblo, es segmentada por la información que quiere bridar el gobierno y la información que de manera mercantilista está al servicio de los poderes políticos, con el agravante de la vitalización de las noticias falsas o Fake News que no son más que contenidos seudoperiodísticos difundidos a través de portales de noticias y redes sociales, cuyo objetivo es la desinformación.

Debemos buscar con las nuevas generaciones modelos pedagógico de responsabilidad y participación que se centren en la dignidad y condición humana, en una educación intercultural cuyos componentes educativos estén orientados para la paz. La no violencia resulta ser un método apropiado para la búsqueda de la ecopaz, como también lo es la filosofía de vida de los ambientalistas. Los resultados de las luchas no violentas y pacíficas, tienden a ser más satisfactorias, más duraderas y empoderan a las personas. La ecopaz va de la mano con la proyección de la ganancia y el enriquecimiento de las generaciones futuras, que conllevan la preservación del medio ambiente. Vale la pena intentarlo.

Hay que hacer un llamado a volvernos expertos en investigación y educación para la paz, con postulados de ideas frescas, innovadoras y alternativas.

Referencias

Alfaro Vargas, Roy; Cruz Rodríguez, Omar (2010). TEORÍA DEL CONFLICTO SOCIAL Y POSMODERNIDAD. Rev. Ciencias Sociales 128-129, pp. 63-70

Dewey, J. (1966). Naturaleza humana y conducta. México: Fondo de Cultura Económica.

Galtung, J. (1988). Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Bilbao: Gernika.

Coser, Lewis (1970). NUEVOS APORTES A LA TEORÍA DEL CONFLICTO SOCIAL. Amorrortu editores, Buenos Aires.

Muñoz, Francisco (2001). LA PAZ IMPERFECTA ANTE UN UNIVERSO EN CONFLICTO. INSTITUTO DE LA PAZ Y CONFLICTO. Universidad de Granada, pp. 21-66

Oviedo Sotelo, Daniel (2013). ECO(BIO)LENCIA, IRENOLOGÍA Y LUCHA POR LA PAZ EN NUESTRO MUNDO ÚNICO. Iztapalapa Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, núm. 74, año 34, pp. 41-82

Silva García, Germán (2008). LA TEORÍA DEL CONFLICTO. Un marco teórico necesario. Prolegómenos. Derechos y Valores XI, pp. 28-43.

Tuvilla Rayo, José (2006). CULTURA DE PAZ DERECHOS HUMANOS Y EDUCACION PARA LA CIUDADANIA DEMOCRATICA. Jornadas de cooperación educativa con Iberoamérica sobre educación y cultura para la paz, Cartagena, pp.02-20

Laborit, H. (1981). Mecanismos biológicos y sociológicos de la agresividad. Jean­Marie Domenach et al., La violencia y sus causas, pp. 47­68.

Mills, W. (1987). La élite del poder. México: Fondo de Cultura Económica.

Patrick, J. (1997). Principios de la democracia para la educación de los ciudadanos. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 165-201.

Perez Tapias, J. (1996). Claves humanistas para una educación democrática. De los valores humanos al hombre como valor. Madrid: Anaya.

Santos Guerra, M. Á. (2000). La escuela que aprende. Madrid: Morata.

Touraine, A. (1994). ¿Qué es la democracia? Madrid: Temas de hoy.

Fernández Cardozo, Sara (2012). UN REGRESO A C. WRIGTH MILLS: SOCIEDAD Y PODER. Desafíos 24-I, pp. 291-328

Jiménez Bautista, Francisco; Jiménez Aguilar, Francisco (2014) UNA HISTORIA DE LA INVESTIGACIÓN PARA LA PAZ. HAO, Núm. 34 (Primavera, 2014), pp. 149-162

Notas

[1] Doctorando en el programa del doctorado en Métodos Alternos de Solución de Conflictos de la Universidad Autónoma de Nuevo León sede Barranquilla; Magister en Administración del Desarrollo Humano y Organizacional; Psicólogo organizacional; Director de Talento Humano en la UNISIMON. andresvivas@hotmail.com
Modelo de publicación sin fines de lucro para conservar la naturaleza académica y abierta de la comunicación científica
HTML generado a partir de XML-JATS4R