INTRODUCCIÓN

La literatura martiana, tanto en la poesía como en la prosa, constituye una de las principales fuentes del conocimiento en lengua española; lo anterior se sustenta en el hecho, de que José Martí fue uno de los creadores más originales del siglo XIX y la impronta de su obra llega hasta la actualidad, convirtiéndose en el paradigma de hombre para su pueblo.

Su literatura abarca los más variados géneros, desde los fundamentales: lírico, épico y dramático, hasta aquellos que pertenecen a lo didáctico, entre ellos: periodismo, epístola, ensayo, oratoria, diario, crónicas, crítica literaria. El tratamiento que Martí le concede a cada uno de ellos y la maestría con que los cultiva lo hace ser un escritor de una amplia y profunda cultura.

Destacadas personalidades cubanas y extranjeras han expresado la magnitud de su existencia y producción literaria en su breve y rica vida, también asienten que al estudiar su amplísima obra resulta imposible separar su pensamiento político y social de la belleza de la forma literaria en que lo expresa.

Precisamente esa dualidad en su personalidad permite que en su tiempo y en América alcance el más alto sitial como escritor y político revolucionario.

Su apasionado amor por la tierra que le vio nacer se constituyó en agonía y sufrimiento, a la vez fueron la llama que lo condujo a la preparación de la guerra necesaria contra el colonialismo español de la época, su trayectoria revolucionaria y su liderazgo quedaron plasmados en páginas de una alta calidad literaria, sin embargo en su “Carta Testamento Literario a Gonzalo de Quesada y Aróstegui", plantea su insatisfacción en cuanto a su literatura: “De Cuba ¿qué no habré escrito?: y ni una página me parece digna de ella: solo lo que vamos hacer me parece digno”. (15; 27)

Estas ideas expresan la preocupación de Martí por lo ético y lo estético, pues para él no había separación posible entre lo que el escritor asumía como artista y lo que tenía que ser como hombre y revolucionario. Por eso actualmente se reconoce la conexión existente entre la producción literaria martiana y su accionar político-revolucionario.

Varios autores han destacado la significación de la obra martiana, entre ellos se destaca: Alicia Obaya. Esta autora ha escrito acerca de la unidad entre el pensamiento político y la literatura martiana; de manera que insta a los docentes, investigadores y estudiantes de la obra de Martí, a que se estudie esta obra literaria porque ella permite seguir su trayectoria revolucionaria, al decir: “(…) hombre ajustado a su época y proyectado hacia nuestros días por su profundo conocimiento de la circunstancia americana”. (19. 7)

Evidentemente Martí refuerza el criterio de que la literatura aunque es reflejo de la realidad, tiene un carácter personal, en tanto, el escritor es quien crea el arte utilizando como medio de expresión a la palabra, a partir de ella nos brinda valoraciones e informaciones sobre el mundo real, recreados mediante la ficción; por eso, la literatura posee sus funciones cognoscitiva, expresiva, impresiva, axiológica, estética y lúdica, que influyen en la creación de la obra de arte y manifiestan sus propiedades internas desde la perspectiva de un sistema de relaciones determinado.

Desde su producción literaria, Martí fue un escritor emotivo, con un mensaje verídico, pero con un lenguaje artísticamente trabajado, con un contenido y una forma revolucionario para su época, su estilo puede catalogarse de único, pues su bagaje cultural le proporcionaba todos los recursos de la lengua para ser el magnífico creador literario.

Además, es un creador que sobresale con voz propia y novedosa entre sus contemporáneos americanos, tanto en la prosa como en el verso, como en lo conceptual como por el ajuste perfecto de las ideas a la belleza de la expresión, todo lo cual lo hacen ser un caso singular en su labor como escritor, además de la labranza de una variedad impresionante de géneros.

Estos argumentos avalan porqué la sociedad cubana ha incorporado las ideas martianas, a su concepción acerca de la formación cultural de las nuevas generaciones y las ha hecho coincidir con los fines de la educación, que se refrendan, tanto, en los documentos políticos, como en los documentos jurídicos y educativos.

Se deduce entonces que entre las iniciales preocupaciones del Estado Cubano ha sido promover el estudio y profundización del pensamiento martiano, de ahí que se declare como sustento y base de su política educacional y cultural.

El triunfo de la Revolución cubana en 1959 acentuó el estudio de la obra martiana, la que comenzó a adquirir dimensiones precisas, acertado enfoque científico y vigencia ya que empiezan a realizarse en la práctica sus previsiones más agudas: la educación como un derecho de todos, la vinculación del estudio con el trabajo, la formación armónica y multilateral del hombre.

De manera tal, que los textos martianos se estudian en todos los niveles educacionales, y constituyen una prioridad en la formación de profesores, por esa razón este artículo centra la atención en el planteamiento de algunas consideraciones metodológicas para introducirlas dentro del estudio de las diferentes asignaturas literarias del currículo de la disciplina Estudios Literarios de la carrera Español-Literatura, lo que proporciona a los estudiantes del magisterio una vía de estudio de la literatura martiana como espacio para su formación literaria.

La carrera español - literatura en la Universidad de Guantánamo, cuenta con un total de 17 disciplinas, en ella se conciben las de Formación General Pedagógica y las 4 que forman parte de la especialidad, dentro de las que se encuentra la de Estudios Literarios.

Esta disciplina como las otras, se estructura sobre la base de un currículo base, uno propio y otro optativo/electivo. El currículo base parte de la introducción a los Estudios Literarios, que permite que el estudiante se capacite para luego aplicar estos conocimientos en las diferentes literaturas que se estudian desde la general hasta la cubana. En el estudio

de estas literaturas se concibe que se introduzcan las concepciones martianas sobre la literatura.

Los fundamentos históricos y metodológicos del estudio de las concepciones martianas acerca de la literatura requieren que se tengan en cuenta el nexo entre las producciones literarias de diversas partes del mundo, cuyo mensaje es reconocido en el contexto

mundial por sus valores trascendentes, y la literatura que se genera en países cuya incorporación al reconocimiento internacional no ha respondido a la urgencia que sus realidades históricas y literarias demandan.

Lo expresado anteriormente, evidencia que los textos martianos constituyen un potencial ideológico diverso, con una variedad de matices como la vida misma, inagotable y novedosa. Orientados al crecimiento moral del hombre, por tanto, implica otra mirada a diversos aspectos de la realidad, que existían como verdades inamovibles, del que no se excluye la literatura; por lo que el estudio de las concepciones martianas acerca de la literatura amerita que se consideren los aspectos históricos y metodológicos siguientes:

• Los momentos en que contacta Martí con la Literatura y la articulación con su concepción del conocimiento y la preocupación permanente por los seres humanos.

• Las formas en que contacta Martí con la Literatura y la repercusión en sus consideraciones acerca de la formación de las nuevas generaciones y en el aparato teórico conceptual que va creando, en relación con la literatura.

• La repercusión en su formación de los literatos con los que ha podido contactar, en correspondencia con su concepción del hombre y la proyección emancipadora de su ideario.

• El papel de la literatura en la concepción martiana del equilibrio.

Los aspectos anteriores garantizan un enfoque metodológico que facilita la articulación de la tradición literaria universal, desde el pensamiento martiano, con la obra de los fundadores de la independencia espiritual americana y cubana, así como las bases de la continuidad literaria de los pueblos al sur del río Bravo y de toda la humanidad. El aparato teórico conceptual que se acerca a la literatura se puede derivar de sus textos y partirá de la periodización de la vida y la obra del Apóstol cubano.

Aunque existen varias propuestas de periodización, se retoma en este estudio, la sugerencia original de Fernández, R. (1989) de subdividir en cuatro momentos los estudios de la vida y la obra martiana.

Se acepta esta porque facilita que los estudiantes de carreras pedagógicas puedan tener un referente paradigmático, a partir de coincidencias etarias, de lo que se puede lograr, en lo académico, lo investigativo, lo laboral y lo extensionista, en la etapa en la que se están formando. Estos momentos son:

• Estancia en Cuba: desde su natalicio el 28 de enero de 1853 hasta su primera deportación en enero de 1870.

• Estancia en España: desde su llegada en enero de 1870 hasta su salida hacia México, en 1874. Martí ha completado su formación académica y está en pleno desarrollo su formación cultural.

• Estancia en América que contribuye a la formación de su concepción continental americana.

• Radicación en los Estados Unidos: desde su llegada en agosto de 1881, incluyendo el año 1880 que permaneció en este país, hasta su salida hacia Cuba en 1895.

También se hace necesario dentro del análisis que los estudiantes tengan en cuenta el siguiente proceder metodológico:

• Contexto social, familiar, político, ideológico, económico en que trascurrió su vida

• Literatura examinada

• Personalidades que influyen en su pensamiento literario

• Curso de sus ideas estéticas

• Ámbito de la cultura con la que tiene contacto directo

• Actividad política, periodística y de creación

Un ejemplo que lo evidencia se ilustra desde la Literatura Universal, asignatura que imparten las autoras de este artículo:

Dentro de las obras que se trabajan en la asignatura Literatura Universal se encuentra la: “La IIíada”, de Homero.

Acerca de esta obra José Martí ofrece sus críticas en dos artículos que se incluyen en el primer número de la Revista La Edad de oro, " La Ilíada de Homero", donde refiere elementos del autor y de la obra en sentido general, pues esta revista se edita para los niños, pero al mismo tiempo es profunda porque no deja de incluir la importancia del autor y la obra dentro de la literatura universal.

De esa misma manera, la última página de este número realza los valores de Homero como escritor, valor que muchos aún no le conceden; sin embargo desde el "ejercicio del criterio" como nombra Martí a su crítica, no deja de elogiar la cultura griega y la figura de Homero dentro de ella.

Para que el espacio del análisis en el contexto áulico sea más rico el docente puede proponer un taller acción - reflexión después de una lectura íntegra de la obra, donde se debe retomar la crítica martiana y seguir los siguientes pasos metodológicos:

• Ubicar la obra en uno de los cuatro momentos que ofrece Fernández, R. (1989)

• Seguir el proceder metodológico.

• Debatir sus consideraciones sobre la crítica martiana y la obra objeto de estudio.

• Modelar cómo utilizar lo realizado para su futuro desempeño profesional.

CONCLUSIONES

El estudio de literatura martiana permite la formación de valores éticos, estéticos, políticos, ideológicos, pedagógicos; por esa razón, se inserta en el currículo de la formación de profesionales de la educación con una amplia visión, que implica el análisis de su vasta obra, ello exige un proceder metodológico que ayude al maestro a penetrar en su contenido y no perder de vista el contexto.

Por eso la propuesta de consideraciones metodológicas para ser insertadas en las asignaturas literarias del currículo de la disciplina Estudios Literarios para la carrera Español - Literatura, que se pone en manos de docentes y estudiantes es una vía para seguir ampliando el contacto con la obra de José Martí.

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