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LA EDUCACIÓN ESCOLAR FRENTE A LOS DESAFÍOS DEL SIGLO XXI EN EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN Y LA INNOVACIÓN
SCHOOL EDUCATION FACING THE CHALLENGES OF THE 21ST CENTURY IN THE DEVELOPMENT OF RESEARCH AND INNOVATION
Revista Electrónica Desafíos Educativos, vol.. 1, núm. 1, 2017
Centro de Investigación e Innovación Educativa del Sistema Educativo Valladolid

Artículo 1



Resumen: Vivimos en una sociedad de alcance global, donde hay que visualizar el futuro, es decir, estamos ante cambios latentes. Es evidente que las tendencias innovadoras que hoy se observan en educación, no se pueden sustraer a la influencia de dos grandes fenómenos; uno, es la globalización y el otro, es el de las emergencias de la sociedad del conocimiento. En este artículo se plantean reflexiones acerca de estos complejos fenómenos, se destacan los principales desafíos de la educación en el siglo XXI y se plantea una visión acerca de la escuela del futuro.

Palabras clave: globalización, sociedad del conocimiento, educación.

Abstract: We live in a global scoped society where we must for see the future, that is to say, we are before latent changes, it is evident that the innovative tendencies that are observed today in education cannot be taken away from the influence of two great phenomena; One is the globalization and the other is the emergencies of the society of knowledge; This article presents reflections on these complex phenomena, it highlights the main challenges of education in the 21st century and it arises a vision about the school of the future.

Keywords: globalization, knowledge society, education.

Introducción:

Las soluciones actuales a los grandes y complejos problemas educativos no van a venir con palabras fáciles, ni discursos grandilocuentes si deseamos crecer en medio de sociedades afectadas por la pobreza, la marginación, la discriminación y la violencia imperante, en un mundo donde los valores universales, día tras día quedan sepultados. Esto es una gran verdad y lo vemos a través de las noticias diarias.

Entonces pregunto, ¿qué son las palabras y los conocimientos si están vacíos de ideas y contenidos; o si estos no se corresponden a la realidad de los hechos?

Es una pregunta importante, ya que la fuente de la dignidad del hombre es el deber y el compromiso para desarrollar el respeto a los derechos humanos y libertades que sólo provienen de la conciencia y pensamiento crítico, prestando mayor atención a la educación en valores; donde ya es absurdo ignorar el progreso de la ciencia y la tecnología.

Por tanto, precisamos construir una sociedad ética que mantenga los valores humanos para todos y cada uno de los seres humanos, subordinando el poder económico y el poder político a los valores de la ética y la responsabilidad social.

De ahí, la necesidad de dotar a las nuevas generaciones de las competencias y destrezas necesarias para la vida en sociedad, donde no se puede descuidar el libre pensamiento y los valores. Lo que hoy ocurre en el mundo preocupa mucho y surge el gran dilema acerca de lo que quedará para las futuras generaciones.

Veamos, por ejemplo, el tema de la violencia, la que se produce a escala de toda la sociedad; a nivel de la educación escolar se produce violencia de padres a los docentes, pero también de docentes a los padres, frente a esta situación cuál será la perspectiva de futuro. Este es uno de los grandes temas de la educación.

Hace más de dos siglos el escocés Adam Smith hablaba de la ventaja absoluta, décadas más tarde el inglés David Ricardo se refería a la teoría de las ventajas comparativas y hace pocos años Michael Porte, retoma el tema acerca de las ventajas comparativas.

Actualmente es necesario hablar acerca de las ventajas comparativas, ya que América Latina es la región del mundo con mayores ventajas comparativas, refiriéndonos a nuestra cultura, geografía, historia, idioma, que aportan una gran unidad; sin embargo, los registros escolares de los últimos tiempos, demuestran indicadores muy bajos en el rendimiento de los alumnos; motivados por la falta de correspondencia entre la teoría y la práctica, la actitud carente de compromiso, la falta de entusiasmo, la falta de ética laboral y la preparación insuficiente a la hora de impartir los contenidos.

Aquí otra interrogante, ¿qué puede hacer la sociedad, la educación y los docentes para mejorar la motivación personal de cara al siglo que vivimos?

Y, que tan malo como la falta de preparación, es la ausencia de motivación, creatividad, de imaginación e innovación. Nunca un país se desarrolló sin una población entusiasta y convencida de sus posibilidades.

Sin duda, hoy existe un conjunto de factores que atentan contra la educación, entre ellos:

  • El debilitamiento familiar.

  • Mayor competencia en el mercado laboral.

  • La satisfacción momentánea por encima del desarrollo de conocimientos, competencias y valores.

Hoy se sacrifica todo por el dios mercado; y es así, ya que el mercado es quien, nos organiza la vida, la economía y nos propone una aparente cultura de la felicidad, donde aparentemente nacimos para consumir, y sólo cuando no podemos hacerlo, cargamos con la frustración, la culpa de la pobreza y comenzamos a autoexcluirnos que forma parte de la cuenta regresiva contra la humanidad.

El siglo XX dio la bienvenida a las teorías científicas y al desarrollo tecnológico, pero el siglo XXI es el siglo de las incertidumbres, ya que surge otra interrogante: ¿somos felices aturdidos por un consumismo descomunal, donde todo queda atrapado en el mercado globalizado?

Hoy, lo que nos hace notar es la gran indiferencia, la no participación en los procesos sociales, así no se puede ser feliz, lo que se necesita es respetar los valores, fomentar la unidad y motivar la participación, éstos son los objetivos que deben indicarnos que educación se quiere, se debe repensar el ADN de la educación; porque hace 20 años se viene hablando de reformas educativas y no alcanzamos el consenso acerca de cómo deben ser dichas reformas, para que la educación sea de calidad y, brinde mayores oportunidades a los niños y niñas.

La educación en el siglo XXI debe partir de la premisa que las sociedades actuales y futuras sólo lograrán resolver sus problemas en la medida en que la suma de las acciones de responsabilidad social de los actores esté acorde con la magnitud del problema.

Por lo tanto, el concepto actual de educación debe incluir:

  • La formación de personas en un permanente movimiento de búsqueda y de cambio en la innovación;

  • Desarrollar las facultades intelectuales, espirituales y éticas;

  • Desarrollar el pensamiento crítico;

  • Desarrollar los valores humanos;

  • Promover en las personas intereses que procuren bienestar y felicidad individual y colectiva.

Otro de los retos de la educación trata acerca de qué clase de personas vamos a formar, qué espíritu de comprensión y dignidad vamos a proporcionar nosotros como profesionales a los niños, cómo les vamos a servir de ejemplo; éste es otro gran tema; hoy, un niño de 8 años perfectamente sabe interpretar la realidad, el sentir de la amargura, de la angustia de la infelicidad e inconformidad de sus padres y lo van a trasmitir y lo van hacer saber de diversas formas, todo este tema señala que el compromiso debe ser mayor con la educación. Para enfrentar este reto es imprescindible que no existan maestros sin espíritu humanista, sin compromiso social.

A partir de todo este preámbulo se pueden mencionar algunos de los principales desafíos de la educación en el siglo XXI.

  • La investigación y la innovación en la educación significan elevar la calidad, la pertenencia y la equidad de los sistemas educativos, así como perfeccionar la formación de los maestros y docentes;

  • Los modelos educativos deben estar acordes a las características del entorno escolar y las necesidades sociales;

  • Se debe perfeccionar y actualizar el currículo, para hacerlo más flexible, eliminando el número exagerado de materias;

  • Resulta vital asumir el concepto de pertinencia social;

  • Las escuelas deben ser fuente de guía y orientación;

  • Se deben diseñar espacios para la reflexión, la crítica y la tolerancia, como base para la construcción de la modernidad ética;

  • La educación debe ser para toda la vida;

  • Las nuevas tecnologías deben emplearse para propósitos educativos;

  • Es importante invertir en el mejoramiento de la infraestructura física y académica;

  • Diversificación del financiamiento público y privado;

  • La garantía de la calidad de la educación escolar debe medirse por medio de diversos instrumentos de acreditación e integración, en base a un proyecto educativo integral.

Estos desafíos generan nuevas interrogantes, entre ellas:

¿Cómo recuperar la función educativa de la escuela y ser capaces de trabajar junto a otros actores por un futuro de mayor prosperidad, cooperación y estabilidad?

¿Qué hacer en la práctica docente para generar condiciones para un efectivo aprendizaje?

Para ello es necesario transformar la incertidumbre en creatividad e innovación permanente.

La comunicación entre los integrantes de la comunidad educativa escolar debe ser efectiva, en el sentido de promover la formación de personas cuya interacción los lleve a crear conocimientos y valores.

Los alumnos han de verse como personas que participan activamente y tienen oportunidades al desarrollo personal y social. Por lo que la escuela, fundamentalmente en América Latina, tiene el deber histórico e ineludible de repensarse, lo que significa integrarse a un diálogo constructivo entre todos.

El secreto del éxito educativo y tecnológico de países como China e India no está en el triunfalismo, sino en la humildad. Y, es que educar no es transferir conocimientos, sino crear las condiciones necesarias para su construcción; de ahí que cada docente debería ser un investigador pedagógico que ha construido sus propios conocimientos y posee las habilidades necesarias para enseñarlos, motivar al alumnado por el aprendizaje, así como ser ejemplo, tanto dentro como fuera de las escuelas.

Por todo ello, las escuelas deben cumplir con su compromiso social y humano de formar valores y preparar para la vida; mientras los maestros y docentes desde el nivel preescolar, hasta el superior; no practiquen una actuación ética – profesional, la calidad de la educación será afectada, pero el problema va más allá, es que la formación de los profesionales de la educación no es la más adecuada, ni siquiera se cuenta con materias de Filosofía de la Educación.

En la escuela se debe enseñar a cambiar nuestros entornos, por lo que poco a poco y entre todos se cambia el mundo.

Lo analizado, identifica nuestra visión acerca de la escuela del futuro.

  • Una escuela que sea el lugar donde los alumnos, maestros, padres y toda la sociedad, encuentren el florecimiento de la más clara conciencia de la realidad comunitaria.

  • Que mantenga estrechas relaciones de colaboración con el Estado, la sociedad civil y los sectores públicos y privados.

  • Una institución que forje, de manera integral, personas conscientes de su responsabilidad generacional, dotados de una cultura humanística y científica.

  • Los docentes deben ser facilitadores del aprendizaje y el desarrollo de valores.

  • La investigación y la innovación educativas deben aplicarse a la solución de los problemas más apremiantes de la sociedad.

  • Todas las actividades educativas deben promover la integración, evitando toda forma de discriminación y exclusión.

  • Concebir a la educación como un verdadero sistema educativo, donde se retomen los avances de los niveles precedentes como base para el desarrollo de conocimientos y valores que preparen para la vida.

  • Una escuela donde las ciencias, las humanidades y las artes, tengan puntos de encuentros y sirvan de apoyo a la innovación, la creatividad y la participación.

Por lo que cada uno de los directivos y docentes tienen que resolver si va a andar a la luz del altruismo creador o en las tinieblas del egoísmo destructor.

La pregunta más persistente y urgente de cuantas hemos realizado, en este artículo, es: ¿Qué está haciendo usted, como maestro o docente por sus alumnos?

La respuesta nos debe llevar a que debemos hacer mucho, pero aún hacemos poco; y es que para evitar los efectos perniciosos que esta globalización nos impone, no sólo hacen falta gobiernos responsables, sino una sociedad educada y también responsable.

No existe nada que no pueda ser cambiado con la acción social, consciente e intencionada, provista de conocimientos, valores y apoyada por una actuación ética y legítima; por lo cual es necesario educar y formar hombres y mujeres que sean equilibrados, dotados de una conciencia acerca renombre del carácter problemático de nuestros tiempos, a fin de resguardar la fuerza viva de la democracia, la paz, la tolerancia y la convivencia.

La educación ciudadana activa impulsa la igualdad de oportunidades, la cohesión social y constituye el eje fundamental de las actuales y futuras sociedades, apuntando a un liderazgo escolar responsable y docentes que resguarden los valores y los derechos humanos.

Del camino que sigamos dependerá nuestro futuro y que vivamos, como repúblicas de estados–nación o como seres deshumanizados; en este último caso, el camino parece estar claro, no sobreviviríamos como especie.

El sueño de quienes no estamos dispuestos a renunciar a la utopía es que el Siglo XXI sea el siglo de ética, que supere al siglo de la técnica.

El reto es enseñar a pensar. Para ello será preciso mantener los valores del humanismo y de la igualdad de derechos entre todos y cada uno de los seres humanos. La educación escolar debe ser ejemplo y punta de lanza en esta compleja misión.

Conclusiones:

Con estas ideas se difunde la invitación para que entre todos conozcamos, cuestionemos, apreciemos, encontremos y construyamos un nuevo paradigma, educativo y social, en el cual se pueda reconceptualizar nuestro presente, para lograr redefinir, tanto el modelo de conocimiento como de valores de la sociedad futura.

De esto depende la supervivencia de la humanidad, porque en el futuro las sociedades no van a ser clasificadas por ricas o pobres, sino por inteligentes o ignorantes. Todavía estamos a tiempo de transformar la tribulación actual, en esperanzas para alcanzar un porvenir de educación de calidad, de ética y desarrollo sostenible.

Referencias Bibliográficas

North American Association for Environmental Education (2000). Environmental Education Materials: Guidelines for Excellence workbook. Bridging Theory & Practice. Recuperado de http://www.naaee.org/npeee/workbook.pdf

Organización de las Naciones Unidas (ONU). (1992). Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Recuperado de http://www.cedaf.org.do/eventos/forestal/Legislacion/Inst_internac/DECLARACION_RIO.pdf

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). (1987). Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente– PNUMA. Programa Internacional de Educación Ambiental UNESCO - PNUMA. Tendencia de la educación ambiental a partir de la Conferencia de Tbilisi. Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0003/000327/032763sb.pdf

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